#80AñosIIJUNAM
Cuando eres Licenciado en Derecho por la UNAM, como es mi caso, no puedes dejar pasar por alto el cumpleaños número 80 del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad. Por este Instituto, que fue fundado el 7 de mayo de 1940 a un costado de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, han pasado grandes juristas de nuestro país.
La UNAM se viste de gala. Tiene, en mi opinión, el mejor centro de investigación y difusión del conocimiento jurídico. Sus investigadores son de muy alto nivel y tienen absoluta libertad en sus trabajos y aportaciones jurídicas, confirmando la que siempre ha sido la característica de la UNAM.
Juristas de la talla de Mario de la Cueva, Roberto Mantilla Molina o, quien fuera un gran maestro, Héctor Fix Zamudio, por quien aprendí, en sus textos, acerca de la figura del ombudsman y sobre Derechos Humanos, fueron directores de este Instituto.
Cuando el Instituto organiza congresos, seminarios o conferencias, sabemos que se estará atendiendo a un evento de gran calidad. Su capacidad de atraer juristas del extranjero y de ser un semillero de grandes abogados para que intervengan en otros países, le ha dado un nivel invaluable en derecho comparado y ha conseguido un intercambio académico sin precedentes en la historia de nuestro país.
Yo siempre me he enorgullecido de ser Universitario. Mis pasos por Ciudad Universitaria, a principios de los años 90, fueron de un gran aprendizaje integral. La UNAM te da todas las herramientas necesarias para entender bien a México. En su diversidad radica su riqueza. Además, por esos años, la Facultad de Derecho era reconocida como una de las más grandes en el país. El Doctor Jorge Carpizo, quien había terminado su mandato como rector en 1989, logró fortalecer la carrera de Derecho, de la que él era uno de sus egresados. Así lo hizo, primero como cabeza del Instituto de Investigaciones Jurídicas. Durante su gestión, se realizaron las primeras evaluaciones del personal académico, lo cual contribuyó a los niveles de excelencia que hoy vemos. Ser investigador del Instituto de investigaciones Jurídicas de la UNAM es una posición muy prestigiada.
Ahora, en su 80 aniversario, el Instituto se ha modernizado. Cuenta con una Biblioteca Jurídica Virtual que acerca, por medio de la tecnología, tanto a los estudiosos del Derecho como al público en general, a las obras publicadas y a sus revistas de tan variados temas que van desde el derecho constitucional, derecho comparado, derecho electoral y hasta una dedicada al derecho a la información.
Todo abogado debe conocer al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios. Su riqueza editorial es inmensa y sus programas actualizados la hacen una institución viva, que no se detiene y que tiene todo para ir por otros ochenta años más, para, como lo dice su misión, contribuir a la solución de los problemas sociales y políticos vinculados a los fenómenos jurídicos nacionales e internacionales.
Hoy más que nunca, debemos cuidar a las instituciones académicas de excelencia. La ignorancia es más peligrosa que cualquier pandemia y sólo con educación de calidad, México podrá salir adelante.
Celebro con alegría estos primeros 80 años, que, con autonomía, libertad, dedicación e integridad, mujeres y hombres, abogados de nuestro país, han pasado por los espacios del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Es gracias a ellos que hoy el Instituto goza de una enorme reputación. Enhorabuena.
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