Para poder intentar dar respuesta a esa pregunta, es necesario retomar un poco la historia sobre nuestro país y sus antiguos habitantes.
La extensión de lo que fue nuestro país era tan grande que si se hiciera un comparativo con Europa, pues bien podrían caber prácticamente todos los países que la forman, pero así como ellos, también con una gran diversidad cultural, sí, el México de hoy está más homogeneizado que hace algunos cientos de años, obviamente antes de la Conquista y la llegada de los españoles, pues el territorio se dividía en reinos e imperios, cada uno de ellos regido por su cultura propia, lengua y, desde luego, su estilo de vida. Cabe destacar que fueron más de 100, pero solo mencionaremos a los más representativos.
Los mexicas fue el imperio más poderoso del actual territorio mexicano, su ciudad capital fue Tenochtitlán, fundada por el mítico rey Tenoch en el año 1325, la cual estaba asentada sobre un gran lago (terrenos pantanosos) y con una gran extensión de aproximadamente 1000 hectáreas, o sea 10 km cuadrados. Estaba dividida en cuatro barrios: Al norte Cuepopán; al sur Teopan, al este Moyotlán y al oeste Aztacalco. Pero como siempre pasa, todo gran imperio tiene muchos enemigos y más como en este caso, dado que a base de guerras lograron conquistar reinos más pequeños y los que no fueron sometidos se mantuvieron siempre en alerta para repeler los posibles ataques del ejército imperial.
Los más grandes rivales de los mexica fueron los purépechas y los tlaxcaltecas.
Los purépechas fueron quienes habitaron las regiones actuales de Guerrero, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Colima y el Estado de México, dada su situación geográfica, los convertía en un poderoso rival, aunado a esto, estaba el hecho que dominaban el metal, lo que ocasionó la derrota de los mexica cada vez que intentaron conquistarlos, puesto que ellos seguían utilizando la obsidiana en sus armas en lugar del metal.
La lengua que utilizaban los purépechas fue y sigue siendo de las más misteriosas, dado que no se han encontrado semejanzas con las lenguas de los reinos cercanos, lo que se traduce en un idioma totalmente independiente de las demás lenguas que se hablaban en ese tiempo. Su capital fue Tzintzuntzan que significa “lugar de los colibríes”, caracterizándose por sus construcciones, es decir, sus pirámides tenían forma de “T”.
Fueron excelentes pescadores, orfebres y navegantes. Siendo el segundo mayor imperio de Mesoamérica y por supuesto el mayor enemigo de los mexica, al ver caer a estos, le juraron lealtad a la corona española y de esta forma, evitar una masacre de su pueblo. Esto no ayudó del todo, ya que en 1529 Nuño de Guzmán decidió arremeter contra ellos, posteriormente a una serie de batallas fueron sometidos a la fuerza.
Por otro lado, los tlaxcaltecas fueron un pueblo nahua que sufrió varios bloqueos económicos y el robo de las rutas comerciales que utilizaban a manos de los mexica, lo que los orilló a organizarse de diferente manera a la acostumbrada por ellos mismos, ya que al estar expuestos a alguna invasión repentina, tenían que estar preparados y al pendiente para cubrir varios frentes, por ello sus ciudades estaban organizadas para tener pasos inaccesibles para los extranjeros y de esta forma, tener una ventaja sobre estos. Curiosamente mantuvieron una relación de enemistad y cordialidad con los mexicas, dado que estos últimos fácilmente los pudieron haber acabado de forma sencilla, sin embargo, prefirieron hacer un pacto con ellos, mismo que consistía en tener o llevar a cabo una serie de guerras para agradar a los dioses. Éstas fueron conocidas como las “guerras floridas”, a las cuales ambos imperios mandaban a luchar a sus mejores guerreros.
El pueblo de Tlaxcala fue el aliado más poderoso con el que contó la corona española para lograr su expansión por todo nuestro territorio, ya desde aquí vemos que nuestros pueblos no estaban unidos y, como siempre pasa, alguno tenía que ser el grande y poderoso y, los vencidos, derrotados.
Tenemos que al sureste se localizaba el reino de los “ben´zaa”, que significaba “pueblo de las nubes”, que todos conocemos como los zapotecas, que en náhuatl significa “pueblo del zapote” Desarrollaron una gran civilización, sus conocimientos los heredaron de los olmecas. Tuvieron la destreza de crear su propio calendario y su sistema de escritura, pero sin duda alguna su mayor logro, fue su planeación urbana, lo que les permitió construir sus ciudades de forma muy organizada, como resultado, menos vulnerables ante las catástrofes naturales. Pero pese a todo, fueron conquistados y absorbidos por los mixtecas, con quienes curiosamente lucharon hombro a hombro contra los mexicas.
El imperio que absorbieron a los ben´zaa fue el de Ñuu Dzahui (mixteco) cuya capital Coixtlahuaca, contaba con grandes avances muy similares a sus rivales del norte, tanto en filosofía, política, religión, tecnología como en las artes, que bien justificaron la guerra con los mexica. Todo esto les permitió lograr florecer como un reino con gran capacidad económica y por ende, digno de ser conquistado.
Entre ellos solo existían 3 clases sociales, la de los gobernantes YYATNUHU, la de los nobles TAY TOHO y la de la gente común TAY YUCU. Su impresionante progreso se puede apreciar por medio de sus códices, sus monumentos, sus atractivos murales, su religión, sus calendarios y su sistema increíblemente efectivo y económico de mercados regionales y sus avances en el comercio a larga distancia.
Como podemos observar hasta el momento, nuestro país no fue diferente a otros, quienes se distinguieron por sus guerras, conquistas, y creación de imperios, lo hacían pero sin ninguna unión estratégica para ello, siempre estuvieron divididos.
Más al sur encontramos a los mayas, quienes consolidaban una confederación de reinos independientes, los cuales compartían una misma raíz, pero que se administraban y gobernaban en completa autonomía. Su extensión comprendía desde los estados del sur de México hasta toda América Central, pasando entre selvas y los mares. Fueron los herederos de los conocimientos de los olmecas, un reino extinto mucho antes de la existencia de estos y alcanzaron y superaron su civilización. Fue a la llegada de los españoles que los encontró fragmentado y por desgracia en decadencia, lo que representó una fácil conquista y sometimiento al invasor ejército.
Por la costa del golfo de México se encontraba el reino totonaca, quien era tributario del imperio mexica y que se encontraba en decadencia. La extensión de este reino comprendía desde el actual Papantla, pasando por Xalapa hasta Cempoala, mejor conocido como Totonacapan, que para su mala fortuna irrumpieron los mexica cuando ellos se encontraban en pleno apogeo, por lo que fueron sometidos, impidiendo su expansión y por ende, su desarrollo.
Es cuando llega Hernán Cortés y ven en él un aliado y no a un enemigo, lo que realmente fue cierto, pero a medias, pues a pesar de contar con el apoyo de los españoles, las enfermedades que trajeron estos mismos, diezmaron severamente su población, trayendo por ente su decadencia, la cual fue más brutal de lo que hubiera sido con los mexica.
Al norte también se desarrollaron varios y diversos pueblos, los cuales no se consolidaron como grandes fuerzas militares o económicas, situación por la cual no fueron tomados en cuenta, ya que eran considerados como gente salvaje e incivilizada.
Desde luego que existieron otros reinos o pueblos, los xochimecas, chichimecas, los kitse cha´tnio, los hamasipini, o los tohono o´tham, sin embargo, no es que no fueran de importancia, sino que no tuvieron las extensiones y poderío como los mencionados más arriba.
Obviamente no trato de hacer una clase de historia, sino de comprender la razón tal como lo expuse en un principio, de si será posible la unión de todos los mexicanos y por consiguiente, debemos de tocar muy por encima, que cuando se ha requerido se ha logrado esa unión, tenemos como ejemplo la guerra de Independencia, que pese a surgir en el centro de nuestro país, logró que todos se unieran y derrotaran al poderoso ejército español.
La invasión francesa donde destaca la actuación de Porfirio Díaz, quien asume la presidencia años después y la convierte en dictadura, para posteriormente a este hecho, desata la Revolución mexicana, causada por los abusos de este presidente que minimizó y despreció a los pobres y en todo el territorio nacional surgieron caudillos que lograron la liberación del pueblo y obligaron al destierro al tirano junto con sus generales más fieles.
En tiempos más recientes, ante las catástrofes naturales, llámense huracanes, terremotos, inundaciones, hemos comprobado cómo esa unión de nuestra gente se da, apoya, expone su integridad con el propósito de salvar vidas y no se diga en estos precisos momentos de pandemia, vemos a nuestros héroes médicos, enfermeras, camilleros, afanadores, luchando codo con codo en la línea de batalla ante el COVID-19. Es cuando viendo en retrospectiva nos damos cuenta de que tenemos un país hermoso, el cual ha sido saqueado hasta el cansancio por todos sus gobernantes, sin que los grandes, paguen o devuelvan lo robado, todo mundo se tapa y tal parece que es la misma cobija de todos.
Ante tal panorama, no es de extrañar que cansados y hartos de esto, la gente haya caído en el discurso del mayor populista que ha tenido México, que durante 18 años hizo campaña (en mi opinión esto no se debería permitir, ya que los demás contendientes sólo contaron con meses para hacer la suya, con mucho más ventaja), pero que por desgracia y opuesto a lo que hace un líder, nos ha “DIVIDIDO” de una forma tal, que hasta designaciones peyorativas han surgido, los “fifís”, “los otros”, “los de antes”; esta división nos pone en la antesala de una dictadura, ya que el periódico Reforma del 21 de noviembre publica que diputados federales se encaminan a la REELECCIÓN para el 2021, disponiendo de una bolsa nada despreciable de 400 mdp. Esto es, primero los diputados y después, ¿el presidente?
Por desgracia, su gestión ha estado plagada de escándalos, muy alejado con lo que se comprometió, nada positivo; su gran lema de campaña de “Primero los pobres”, en efecto se ha cumplido, de los más de cien mil muertos por esta pandemia, el porcentaje de pobres es el más alto, los puestos de trabajo perdidos, las fábricas, los restaurantes que han cerrado, los pequeños negocios que no aguantaron el confinamiento, son por desgracia de gente pobre y trabajadora.
Espero sinceramente que el “pueblo sabio” como así lo menciona, despierte y se haga un frente común contra su partido y lo más peligroso, sus ideas.
¡México! Despierta, estamos a tiempo de evitar un daño mayor a este hermoso país, pero para ello, requerimos UNIRNOS y luchar juntos, como uno solo.
Como siempre, ustedes tienen la última palabra.
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