En medio de un desplome económico a causa de la pandemia de COVID-19 y una gigantesca pérdida de empleos, eliminar la figura laboral de la subcontratación representa un golpe “devastador” para millones de familias mexicanas. Así lo expresó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Por medio de la elaboración de análisis, la Coparmex explicó que prohibir la subcontratación en las empresas del país traería como consecuencia impactos económicos, laborales y familiares. En este sentido, hizo un llamado a fin de que el poder Legislativo discuta a profundidad, las implicaciones de la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Consecuencias de eliminar la subcontratación
En primer lugar, la Coparmex advirtió que eliminar la subcontratación en México representaría una más lenta recuperación del empleo frente a las consecuencias de la contingencia sanitaria. Esto, sobre todo, porque aseguró que alrededor del 20 por ciento de los trabajadores formales en el territorio permanecen en esta modalidad.
De acuerdo con el organismo, cerca de 4.1 millones de personas están subcontratadas a nivel nacional. En este sentido, apuntó que si se elimina el esquema laboral, al menos la mitad de ellas, perdería su empleo.
En segundo término, la Confederación explicó que concretar la reforma propuesta por López Obrador generaría una pérdida de competitividad ante otros país. Agregó que la subcontratación es un formato legítimo que además de ser utilizado en otros territorios, cuenta con la aprobación de organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o el G20.
Asimismo, la afiliación de empresarios aseguró que eliminar la figura laboral podría afectar la relación bilateral entre México y Estados Unidos. El argumento de la Coparmex es que el 92 por ciento de las organizaciones estadounidenses en el país, trabajan en el esquema de subcontratación.
Por otro lado, el organismo destacó que la aprobación de la iniciativa de AMLO generaría daños en las economías familiares. Expresó que con ello aumentaría la informalidad y por ende, habría una baja en los ingresos del hogar.
Reforma de AMLO es ideal en el discurso, pero ineficaz en la práctica
México requiere lineamientos claros que no eliminen la figura laboral de subcontratación, pero que sí la regulen. Esto, de tal forma que las autoridades laborales verifiquen el correcto funcionamiento de las empresas en apego a los derechos de las y los empleados.
No obstante a lo anterior, la reforma del líder de la autollamada Cuarta Transformación todavía tiene muchos vacíos que necesitan llenarse. Incluso, es insuficiente para atender los objetivos planteados por el primer mandatario.
El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó la eliminación de la subcontratación como una medida para erradicar las malas prácticas en el terreno laboral. Sin embargo, aunque realmente quisiera dejar de lado la evasión de impuestos o violaciones del trabajador, resulta un proyecto vago sin grandes frutos.
Y es que la propuesta del funcionario consiste en eliminar la figura de subcontratación a menos que se trate de “servicios especializados”. En este sentido, al ser tan ambigua la condición, muchas empresas irregulares bien se podrían amparar de la categoría “especializada” para seguir funcionando.
La modificación a la Ley Federal del Trabajo también contempla que las personas físicas o morales que presten “servicios especializados” deberán contar con una autorización de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS). Pese a ello, este sistema podría generar una centralización de permisos que facilite prácticas de corrupción en la entrega de los mismos.
De este modo, además de definir a esos “servicios especializados”, la regulación de la subcontratación debería contemplar los requisitos que las empresas subcontratistas requieren para operar. Y, por supuesto, no se puede dejar de lado una constante y eficaz supervisión de las condiciones de los empleados del país.
Finalmente, la cultura laboral en México tiene muchos espacios por mejorar, incluyendo el tema de la subcontratación. Pero, las soluciones a la situación no deben ser cerradas y unidireccionales. Todo lo contrario se requiere de acuerdos a favor de la conservación de empleos y con base en los derechos del trabajador.
