De Frente y Derecho

Reflexiones sobre la pandemia con Roberto Sánchez Mejorada

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En opinión de Roberto Sánchez Mejorada, Chief Mission Officer de Qualfon, empresa de talla mundial, líder en el manejo de call centers, con más de catorce mil empleados ubicados en distintas partes del mundo, la humanidad está experimentando actualmente una verdadera guerra que nos ha puesto de cabeza, en la que hay un importante número de “caídos”, a grado tal que casi todos alrededor del mundo tenemos a algún ser querido muerto a causa de la pandemia. El enemigo en esta guerra es el miedo y la ignorancia, porque todos le tememos al otro, tanto porque nos puede contagiar, como porque lo podemos contagiar nosotros, y porque nadie sabe nada definitivo y todos tenemos opiniones, aún contradictorias, sobre las formas en que nos contagiamos, en que nos podemos proteger y en que nos podemos curar, las cuales difundimos personalmente y mediante las redes sociales a nuestra disposición, todo lo cual se vuelve una locura.

Roberto señala que en esta guerra, como en todas las guerras, está presente la posibilidad de morir. La vida se pone en riesgo de una manera más evidente. De allí el miedo y a veces el pánico. Pero la muerte es buena maestra de la vida y eso nos ha enseñado a que la vida es pasajera y pasa rápido, por lo que hay que vivirla con gratitud y plenitud, sabiendo que la vida después de la muerte es la definitiva y a la que hay que prepararse haciendo el bien sin cesar. Se trata de la primera pandemia en el mundo en la que la humanidad lleva cuenta detallada de los muertos y de los enfermos en tiempo real, la cual también está expuesta a ser objeto de manipulaciones por parte de los gobiernos y de las fake news, lo que dificulta llegar a conclusiones definitivas sobre el buen o mal manejo de la pandemia por parte de los diversos gobiernos del mundo. En México, a las cifras gubernamentales nadie les da crédito.

roberto sanchez pandemia
Roberto Sánchez Mejorada y Antonio Prida.

Desde luego hay muchas enseñanzas positivas que aprender, derivadas de esta guerra, tales como haber aprendido a vivir y a trabajar en confinamiento, lo cual ha facilitado aprender más unos de otros y estar en casa con la familia, habiendo puesto en pausa el frenesí de los viajes en el que algunos estábamos inmersos. También hemos tenido que aprender a separarnos de algunos de nuestros familiares y amigos, incluso frente a la muerte, sin podernos despedir de ellos, y aprendimos a llevar a cabo reuniones familiares, funerales, bodas y otras actividades fundamentales de la vida, por vía electrónica remota, todo lo cual nos ha hecho más fuertes y nos ha enseñado a vivir con obstáculos y limitaciones graves. Sorprende la fortaleza y la resiliencia que ha logrado la humanidad en su conjunto. Hay positivos hábitos que hemos adoptado en materia de higiene, algunos de los cuales deberemos mantener cuando volvamos a la normalidad de antes, tales como el constante lavado de manos y la práctica de quedarse en casa cuando se está enfermo. 

Desde luego la humanidad ha enfrentado también graves aspectos negativos con motivo de la pandemia, principalmente esa separación humana de las familias y los amigos, especialmente el abandono de los adultos mayores, provocado por ese miedo que unos a otros nos tenemos y sin duda nos hace falta el contacto físico que se ha perdido. Quienes como Roberto y yo mismo somos producto de la generación del temblor de 1985, no podemos ignorar la falta de solidaridad general que la actual pandemia ha provocado, que evitó que todos saliéramos a la calle a ir por el otro, tal como lo hicimos de manera ejemplar en aquel terremoto y en los que le siguieron. Aunque al cuidarnos a nosotros mismos y al cuidar a los otros, protegemos a los otros y a nosotros mismos, esta pandemia no será recordada por la solidaridad de los unos con los otros.

Entre las enseñanzas derivadas de la crisis del coronavirus, no podemos olvidar que también hemos aprendido a conocernos, ya que nunca antes habíamos tenido la conciencia de saber si pertenecemos al grupo más aprensivo de la sociedad, o si somos razonable o completamente liberales en lo que al temor de la pandemia se refiere, actitud que desde luego se ve influida por los lugares en los que vivimos, ya que quienes lo hacemos en centros de alta concentración poblacional como la Ciudad de México, solemos ser más precavidos que quienes provienen de lugares menos poblados. También contribuyen a generar psicosis y miedo, o bien tranquilidad y paz, los parientes y amigos que frecuentamos, más o menos preocupados por el contagio y, a su vez, nos generan mayor aprensión quienes han perdido a seres queridos y nos generan mayor confianza y menos aprensión quienes no han padecido circunstancias graves o bien se han recuperado de éstas.

Sánchez Mejorada nos comenta que Qualfon es una organización afortunada, pues al inicio de la pandemia se fijaron con claridad las siguientes dos prioridades complementarias y no contradictorias: brindar seguridad máxima a los trabajadores de la empresa y conservar todas las fuentes de trabajo, para lo cual resultaba indispensable seguir trabajando, para poder continuar prestando sus servicios a su clientela y poder seguir facturando. Para ello establecieron una estrategia que facilitó que los trabajadores se llevaran las computadoras de la empresa a sus respectivos domicilios, de manera ordenada pero rápida, para permitir el trabajo remoto masivo. Observamos que esta adecuada política empresarial desafortunadamente no se ha visto reflejada por ningún gobierno del mundo.

En efecto, aunque las sociedades del mundo aprendieron a trabajar y estudiar desde casa, estas importantes actividades no fueron fomentadas con políticas públicas eficaces en ningún país del mundo. No vimos la baja de precios de las computadoras o de los servicios de internet, ni la mejora de la infraestructura de ancho de banda o de fibra óptica en los países. En nuestra opinión, los gobiernos del mundo desaprovecharon esta gran oportunidad que les hubiera permitido fortalecer sus infraestructuras conforme a la era digital que se vive, la cual desde luego fue aprovechada por sociedades enteras, pero más por méritos individuales y de la sociedad civil organizada. Faltó ver subsidios y el otorgamiento de créditos blandos, así como la cooperación solidaria entre esa sociedad civil organizada y los gobiernos, faltaron, pues, en el mundo, políticas públicas para el financiamiento de la tecnología.

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Roberto Sánchez Mejorada y Faye Mutya en Filipinas.

En materia de valores humanos, la pandemia ha hecho visible la valentía y la resistencia humana que ha dado prueba, una vez más, de que la humanidad es invencible. Tal como ésta se ha levantado de las cenizas de las dos grandes guerras y de multitud de otras guerras y atrocidades, nuestras sociedades han encontrado la forma de salir adelante, las cuales han echado mano de una solidaridad invisible, en donde familias y redes de amigos se han echado la mano y se han hecho presentes a través de los medios electrónicos. Como nunca antes la fe se ha demostrado a través de canales religiosos en redes, en seminarios virtuales y aún en misas, en meditaciones y en peregrinaciones digitales. Hemos sido testigos de la digitalización de la espiritualidad.

Si bien la pandemia nos recluyó en casa, provocó la actividad física al aire libre, lo que ha repercutido en una mayor convivencia vecinal y reencuentro del ser humano con la naturaleza. Ha sorprendido la forma en la que los científicos del mundo han cooperado entre sí para encontrar la salida a través de las vacunas, lo que más pronto que tarde facilitará la inmunidad de rebaño a la que todos aspiramos. Pronto quedará demostrado que la capacidad de manufactura de las vacunas es prácticamente infinita. La obtención y distribución de las vacunas pondrá nuevamente al descubierto a los gobiernos que actúen más o menos de manera eficiente, y mostrará las fortalezas o debilidades de los servicios públicos de salud y los sistemas de prevención alrededor del mundo.

Para la Historia quedarán las prácticas de acaparamiento de vacunas por parte de algunos gobiernos del mundo y su falta de solidaridad al cerrar sus fronteras, pese a su excesiva capacidad hospitalaria. El posible criminal manejo político de las vacunas hará que especialmente los mexicanos pongamos lupa en el gobierno, a fin de evitar que se detenga el calendario de vacunación para hacerlo compatible con el calendario electoral. De la comparación ningún gobierno podrá salvarse.

La Iglesia de San Ignacio De Loyola a 60 años de su inauguración

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Aunque la idea de construir la iglesia de San Ignacio de Loyola en la esquina de Horacio y Molière en Polanco, como capilla del prestigiado Instituto Patria se gestó en 1951, no fue sino hasta el 31 de julio de 1961 que se logró inaugurar. En efecto, en 1953, el padre Rodolfo Mendoza, S.J., encargado de la obra y primer capellán de la iglesia, comunicó al eminente arquitecto Juan Sordo Madaleno la invitación para ser el director de la obra. Asimismo, el padre Mendoza invitó al prestigiado contador público Wilfrido Castillo Miranda para encargarse de la tesorería, al señor arquitecto Luis Girault Esteva para encabezar la comisión técnica y al entonces pasante de ingeniería Jorge de la Mora Llaca para que actuara como secretario ejecutivo, quien se hizo apoyar de su hermano Luis y del arquitecto José Adolfo Wiechers, socio de Sordo Madaleno. El equipo acordó pedir a don Salvador Ugarte, director del Banco de Comercio, actuar como presidente y al licenciado Raúl Valdés Villareal como secretario del patronato de Fomento Cultural AC, que finalmente se constituyó junto con otros integrantes.

También se solicitó la opinión del arquitecto Alonso Mariscal, entonces director de la facultad de arquitectura de la UNAM, quien aunque hizo ciertas aportaciones, siempre dio su lugar al arquitecto Sordo Madaleno. Según señaló el padre Rodolfo Mendoza en su reseña con motivo de los 50 años de la construcción de la iglesia, también destacó la intervención de Virginia Armella de Aspe, quien “se ingenió para adornar la iglesia con tal acierto y distinción, que sentó la tradición de buen gusto en los adornos que han sido de tanta satisfacción para cuantos asisten… para orar en la sencilla austeridad, en la mística penumbra, como en los templos góticos, en la discreta sinfonía de luces con que bañan su altar los vitrales, que sin decir ninguna plegaria las dicen todas”. Matías Goeritz calificó la iglesia como “el más alto exponente de la arquitectura religiosa moderna… Al entrar a ella se siente uno inclinado a orar, a meditar”.

El arquitecto Sordo Madaleno fue quien encontró en Madrid, España, al artista Pablo Serrano, quien realizó la escultura del polémico Cristo que preside el altar. “De modernísimo estilo expresionista, resultaba nuevo y desacostumbrado en una Iglesia y como objeto de culto”. En palabras del propio padre Mendoza:

El Cristo de Pablo Serrano
El Cristo de Pablo Serrano.

El mensaje que se percibe más inmediatamente es el del holocausto redentor del Hijo de Dios: su cuerpo de larguísimos brazos, que nos abrazaron a todos los hombres, a los miles de millones que vivieron, que vivimos y vivirán; con manos crispadas de dolor y grandes para dar; de piernas largas, cansadas de moverse por los senderos escabrosos interminables de la malicia y de la volubilidad humana; su cuerpo, todo él en ademán de entrega total y sin reservas, de una entrega ofrecida y donada. Y ese rostro maravilloso que expresa el dolor y el amor infinitos de Dios; tiene tristeza y dolor pero sin reproche ni condenación; tiene amor sin medida pero con la Suprema dignidad de Dios. Pocos rostros, si es que alguno, expresan tan magistralmente el perdón”.

Cabe mencionar que durante algún tiempo, a instancias del padre Manuel Ignacio Pérez Alonso, la iglesia albergó unos fantásticos cuadros que Miguel Cabrera pintó para la casa de formación de los jesuitas en Tepotzotlán, pero fueron devueltos a su lugar de origen puesto que interrumpió la escena minimalista concebida por el arquitecto Sordo Madaleno. También son de destacar los espléndidos vitrales concebidos por el mencionado arquitecto Adolfo Wiechers. La réplica de la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe, colocada a la derecha del altar, fue donada por la señora Carmen Riba de Cervantes.

Luego de 56 años de intenso funcionamiento, el entonces Rector de San Ignacio, el padre Joaquín Gallo Reynoso, identificó filtraciones de agua en las paredes de la iglesia y a sugerencia del actual Rector, el padre Carlos Vigil Ávalos, se invitó al ingeniero Francisco Escamilla Llano de la Universidad Iberoamericana, para planear y ejecutar los trabajos de conservación y mejora que actualmente se están llevando a cabo, conforme a la autorización que dio el Instituto Nacional de Bellas Artes. El padre Vigil nombró como su asesor para la supervisión de los trabajos al ingeniero José Antonio Cortina Suárez, con cuya ayuda se ha logrado mantener el proyecto dentro del presupuesto inicialmente establecido. De los 30 millones de pesos faltan aún por recabar 3 millones.

Los trabajos de conservación y mejora incluyeron el arreglo de la cimbra de cemento y Siporex, sobre la cual se apoya la emblemática cerámica de color amarillo que cubre el exterior de la iglesia, material que fue proveído originalmente por el dueño de la mencionada empresa, Rolph Anderson y su directivo, mi tío Álvaro Yarza Alonso. Al momento se ha concluido el 95% de los trabajos en el interior de la iglesia y se espera que la cerámica exterior quede colocada totalmente hacia finales de mayo próximo. Se espera poder llevar a cabo en la iglesia las celebraciones de Semana Santa y la reinauguración oficial el 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola, a los 60 años de la Bendición original, a la cual se espera asista el Emmo. Sr. Cardenal Carlos Aguiar Retes.

Quienes hemos estado cerca de esta iglesia no podemos dejar de recordar la labor pastoral y de diálogo espiritual del padre Fernando Suárez, el último director de primaria del Instituto Patria, cuya voz privilegiada lo llevó muchos años a Radio Vaticana y cuyos sermones aún son recordados. Hoy día la marcha de la iglesia al mando del padre Carlos Vigil Ávalos se ha dinamizado con la pastoral del padre Daniel Stevens y el grupo de empresarios que analiza su papel a la luz del evangelio, proyecto a cargo de Francisco Palafox Padilla, los cuales no han cesado con motivo de la pandemia. Quiera Dios que la Iglesia de San Ignacio de Loyola retome aliento en esta nueva fase de su historia, en beneficio de los feligreses de la zona.

Quien tenga interés en contribuir con la conclusión de los trabajos de conservación y mejora de la iglesia, pueden depositar en la cuenta de la Fundación San Ignacio de Loyola, A.C., CLABE 002180701077526747, en Banamex.


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Opinión calificada sobre la propuesta de Ley de Mediación

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He invitado en esta ocasión a mi colega Mediador, Carlos Porcel Sastrías, a que comparta con mis lectores su visión respecto de la iniciativa de ley a que se refiere el título de esta columna, para complementar mi propia visión expresada ya en este espacio, que se ha centrado en la conveniencia de que México adopte la Ley Modelo UNCITRAL y suscriba la Convención de Singapur, para regular la mediación comercial conforme a los más altos estándares internacionales en esta materia.


Borrón y cuenta nueva

Por Carlos Porcel Sastrías.

En todo el mundo se han implementado las formas alternativas de solución de conflictos, mejor conocidas como Medios Alternativos de Solución de Controversias (MASC). En nuestro país los MASC se encuentran regulados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Art. 17) y por las leyes de mediación o justicia alternativa expedidas por prácticamente todos los estados de la República. Todas ellas regulan la aplicación de los MASC dentro de su ámbito de competencia en cumplimiento con lo establecido en el referido artículo 17 constitucional.

Aunado a lo anterior, en 2017, se facultó al Congreso de la Unión para expedir una ley con la finalidad de establecer los principios y bases en materia de mecanismos alternativos de solución de controversias. Algo muy deseable para que las leyes locales se rijan por dichos principios y bases. La buena noticia es que se han presentado dos iniciativas en el senado para tal efecto. La iniciativa del senador Julio Menchaca y la del senador Martí Batres. La mala, es que no cumplen con el precepto constitucional. Ambas van más allá, pretendiendo incluir conceptos y regulaciones que nada tienen que ver con la facultad concedida. De ser aprobada alguna de ellas, se provocará un retroceso de más de 10 años de trabajo y experiencia en el campo de la justicia alternativa y los medios alternativos de solución de controversias en México.

resolucion de controversia
Imagen: B. Navarro.

Desde que se supo de la iniciativa del senador Menchaca, cientos de voces se levantaron para manifestar su opinión, descontento e inconformidad, y por qué no, su apoyo. Para “escuchar” a todos (lo que se debió de haber hecho antes de la iniciativa), se llevaron sesiones de parlamento abierto, así como unos “cafés temáticos”. No sé si los comentarios vertidos en ese ejercicio serán tomados en cuenta, deseo que así sea, aunque me temo que no pasará. Incluso, haciéndolo, serán insuficientes. Pues, la iniciativa pretende, en un claro exceso de sus facultades, regular los MASC en México violando los dispuesto en la fracción XXIX-A del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en clara omisión del principio funcional de poderes que limita la actuación de las autoridades, lo que significa que todo aquello para lo que no están expresamente facultadas se encuentra prohibido y que sólo pueden realizar los actos que el ordenamiento jurídico prevé.

La fracción XXIX-A es muy clara: El Congreso tiene facultad: Para expedir la ley general que establezca los principios y bases en materia de mecanismos alternativos de solución de controversias, con excepción de la materia penal.

Por tanto, su facultad se limita principalmente a dos palabras (principios y bases) que, como todas, expresan cosas, transmiten ideas, conceden libertades y fijan límites. Las usadas en la ley no son la excepción.

Principio, implica conocer las primeras proposiciones o verdades de algo, que abarquen a toda una comunidad y que sirvan como la idea fundamental que rija, en nuestro caso, a los MASC. Aunado a las bases que fungen como el soporte que sostiene y da sentido a dicha idea. De ahí, que la facultad otorgada al legislador se limita a establecer las primeras proposiciones y bases universales que, como idea fundamental, deben regir a los mecanismos alternativos para México, como un medio para acceder a la justicia, definiendo sus principios, como son: la voluntariedad, confidencialidad, imparcialidad, entre otros. Sobre la base de la buena fe, el diálogo y tolerancia, mediante procedimientos de acceso universal, que todos los estados deben facilitar para fomentar la convivencia social y armónica; conducidos por personas mediadoras que cumplan con ciertos estándares de calidad, reguladas y supervisadas por los Centros de Justicia del estado al que pertenezcan. Fijando las reglas mínimas de estos, con la idea de impulsar, aún más, la utilización de los MASC en México. Mucho de esto, aunque incompleto, sí se encuentra plasmado en la iniciativa, aunque mucho otro, sale sobrando.

justicia y principios
Imagen: Enfoque.

Para poner un ejemplo de lo que sobra, nos podemos referir al hecho de regular los requisitos que debe cumplir una invitación a mediar y la forma de ser notificada. O al hecho de que no se distinga la justicia alternativa como medio para resolver –de fondo y con efectos definitivos– los conflictos legales de tipo civil, mercantil o familiar, de los procesos colaborativos de tipo social o comunitario para resolver conflictos vecinales, condominales, organizacionales, etcétera. O el dejar en manos de la Secretaría de Gobernación el control de un Sistema de Justicia Alternativa, entre muchos otros más.

Mientras que de lo poco que no sale sobrando, como es establecer la obligación de intentar la mediación antes de ir a juicio, debemos decir que se hace sin rigor alguno. Una mirada al caso italiano hubiera bastado. Italia implementó como requisito preprocesal el acudir a una sesión de mediación. De 200,000 casos, 90% llegaron a mediación en cumplimiento de este requisito y el 1% por remisión obligatoria del juez, es decir, una vez iniciado el juicio, el interés por mediar es prácticamente nulo. Por ello, a pesar de sus buenas intenciones, el resultado de fijar en la iniciativa de la ley general, una “fase obligatoria de mediación”, una vez admitida la demanda y fijada la litis, no será otro, que el fracaso.

El legislador debe entender que no se trata de crear un sistema de la nada, ni de legislar sobre los MASC. No cuenta con facultades para ello. Es a los estados, a quienes les corresponde, ajustándose a los principios y bases de la ley general, regular los MASC a través de sus leyes de justicia alternativa y/o mediación, con base en el principio de soberanía y autonomía consagrado en el artículo 124 constitucional.

Si bien es cierto que la iniciativa establece, como ya lo dijimos, algunos principios y bases, también lo es, que pretender remendarla, sería mucho más complicado. Por esto, al legislador no le queda otro remedio que hacer borrón y cuenta nueva, para que, ahora sí, escuchando a todos, se cumpla cabalmente con el mandato constitucional.

Carlos Porcel Sastrías

carlos porcel

Es Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana, cuenta con una Maestría en negocios inmobiliarios por la Universidad Anáhuac del Norte. Corredor Público número 70 de la Ciudad de México. Mediador Privado Certificado con Fe Pública, número 113 de la Ciudad de México. Actualmente es socio fundador de PSR ASESORES Empresariales, firma especializada en Medios Alternos de Solución de Conflictos, (Mediación). A la fecha, la Firma ha implementado exitosamente programas de prevención y resolución de conflictos en empresas financieras e inmobiliarias. Titular del “Centro de Prevención y Solución de Conflictos PSR”. Presidente y fundador de la Asociación Nacional de Mediadores Privados (ANAMEP).


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Claudia de Buen: Primera mujer en ocupar la Presidencia de la Barra

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El próximo 25 de febrero la prestigiada abogada Claudia de Buen Unna tomará posesión como Presidenta de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, lo que significará un parteaguas en la vida de la institución gremial de los abogados más importante de México, que cuenta con alrededor de 7,500 agremiados, de los cuales solamente unas mil personas son mujeres. Cuando este acontecimiento ocurra, habrá un antes y un después en la vida de la Barra, pues nunca antes fue presidida por una mujer.

Se trata de una valiosa mujer, forjada por sí misma, y que ha tenido que enfrentar las típicas adversidades que desafortunadamente aún adolecen las mujeres en prácticamente todo el mundo para poder compaginar su vida de esposa y madre con la de mujer de trabajo. Claudia es hija del también muy prestigiado abogado Néstor de Buen Lozano, refugiado español ya fallecido, quien a pesar de haber sido conocido como un hombre de izquierdas no fue para nada feminista. Don Néstor no fue inicialmente admitido a la Barra por haber tenido una nacionalidad extranjera, a pesar de haber estudiado la carrera de derecho en México. Cuando la Barra permitió la incorporación de abogados mexicanos de nacionalidad extranjera, fue invitado y terminó por ingresar a la misma, aunque haciéndose un poco del rogar, con sobrada razón.

Cuando el padre de Claudia y los demás socios varones de su despacho ingresaron a la Barra, ella pidió permiso a su padre e ingresó contando con 35 años de edad y la advertencia de “allá tú”. La primera sesión en la que participó fue una exposición de Fernando Gómez Mont sobre los riesgos penales de los abogados litigantes, en la que participaron más de 40 personas, de las cuales sólo dos o tres eran mujeres. La Barra era un mundo de hombres. Cuando se decidió crear la Comisión de los Derechos de la Mujer, Claudia inicialmente no la consideró necesaria, pues ella misma había logrado concluir exitosamente tres especialidades sin la ayuda de nadie: derecho financiero y comercio internacional, amparo y derecho mercantil. En épocas recientes, Claudia ha ampliado sus especialidades, cursando diplomados de mediación, derecho colaborativo y negociación.

La próxima Presidenta de la Barra solía ir a trabajar al despacho con sus hijas bebés y en ocasiones trabajaba desde casa o incluso atendía clientes en el Club France donde acudía con sus hijas, todo lo cual le ocasionaba ser cuestionada por sus pares y le generaba ocasionalmente sentimientos de culpabilidad por no poder cumplir al cien por ciento sus obligaciones en el despacho, con sus hijas, con su esposo y con sus pares. Esta problemática se agravó, según Claudia fue aceptando mayores responsabilidades dentro de la propia Barra. Fue coordinadora del Comité de Familia, Secretaria de la Comisión de los Derechos de la Mujer, e incluso Consejera.

Cuando Emilio González de Castilla del Valle se perfilaba como Presidente de la Barra, Claudia y otras colegas mujeres tuvieron la osadía de plantearle la posibilidad de integrar una planilla integrada por mayoría de mujeres, con él a la cabeza, atrevimiento que generó gran escozor entre algunos consejeros de entonces, y en lugar de apoyar la idea de integrar dicha planilla, se prefirió abrirles espacios en las direcciones de comités y comisiones, lo cual fue valorado por ellas como un triunfo. Con el tiempo, Claudia vio con claridad la importancia de apoyar la Comisión de los Derechos de la Mujer e incluso gestionó para cambiar su denominación por el de igualdad de género, lo que también enfrentó grandes resistencias, pero finalmente se logró. En este campo de la apertura de la Barra a las mujeres, Claudia reconoce la gran labor de Claus von Wobeser y de Fabián Aguinaco, siendo este último quien la invitó a participar en el Consejo Directivo de la Barra.

Dentro de la trayectoria profesional de mi colega De Buen, hay que mencionar que durante dos años fue abogada general de su alma mater, la Universidad Autónoma Metropolitana, posición que motivó su exclusión como Consejera de la Barra, sin haber sido formalmente informada de ello. Fueron Ricardo Ríos Ferrer y José Mario de la Garza quienes la hicieron regresar, siendo este último quien abrió de plano las puertas del Consejo a las mujeres. Es así que Claudia, ya plenamente empoderada, decide contender por la segunda vicepresidencia de la Barra, pero luego de ser persuadida por importantes barristas, opta por contender, de una vez, por la primera vicepresidencia, votación que gana abrumadoramente.

El plan de trabajo de Claudia se centra en los siguientes 5 ejes principales: 1) la dignificación de la abogacía, mejorando su fama pública y luchando por la colegiación obligatoria, a efecto de que los incumplimientos al Código de Ética de la Barra generen sanciones; 2) lograr la integración de jóvenes abogados, transformando la Barra para hacerla más atractiva a ellos, con el propósito de darles un papel activo en la estructura de la misma; 3) abrir por completo la Barra a la participación activa de las abogadas mujeres; 4) intensificar las relaciones con agrupaciones y colegios de abogados internacionales y extranjeros, e intensificar la relación con el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, robusteciendo el Consejo General de la Abogacía Mexicana; y 5) el aprovechamiento de la experiencia de los expresidentes de la Barra, poniendo en operación el Consejo Ampliado en el que participen consejeros, coordinadores, directores de los capítulos que operan en las diversas entidades federativas y desde luego los expresidentes.

Claudia de Buen se propone transformar el papel del Presidente de la Barra de un alto protagonismo al de una conducción de los esfuerzos grupales, y se propone que la Barra realice pronunciamientos de naturaleza jurídica más contundentes y no realizar aquellos de naturaleza política. También propugnará por una Barra generosa y agradecida con sus miembros y directivos. Para su titánica labor, Claudia cuenta ya con ocho mujeres en el Consejo y no cesará en hacer cumplir el compromiso asumido con la ONU conocido como “He for She”, lo que implica que nunca más podrá integrarse ningún presídium con tres o más personas, sin que haya al menos una mujer.

Debido a su capacidad y profesionalismo, a una vida de esfuerzo y a la reciedumbre de su carácter, estamos seguros de que la presidencia de Claudia de Buen Unna significará ese necesario cambio en la historia de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, que permitirá cosechar los importantes frutos del trabajo femenino y contribuirá a brindar igualdad de oportunidades entre las abogadas y los abogados miembros de esta noble institución. 


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Adiós Presidente. No lo vamos a extrañar

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 #AdiosPresidente

“Querido Presidente:

Ha sido usted un mentiroso durante todo su mandato. No ha pensado más que en usted mismo y no tiene la capacidad de escuchar a los demás. Cada vez que ha tenido oportunidad de hablar en público (cosa que le encanta) se encarga de denostar a políticos adversarios, a medios de comunicación e incluso a otros países, para ponerse en posición de víctima y denunciar que hay una campaña en su contra.

Usted, señor Presidente, vive en otra realidad. En esa del soberbio, del que cree siempre tener la razón y en donde no hay posibilidad de diálogo. Es un populista que ha degradado la imagen de nuestra nación en todo el planeta.

La polarización en nuestro país nunca había alcanzado los niveles que hoy vemos. El encono y el rencor se han alimentado todo este tiempo por sus discursos que no construyen nada, sólo destruyen e inquietan a propios y extraños.

Usted ha gobernado a través de sus declaraciones, no ha habido logros gubernamentales importantes, pura verborrea. No dejará ningún legado, pasará a la historia como el peor Presidente.

Siempre alega que la democracia sólo ha beneficiado a una minoría poderosa y abusiva. Critica a un sistema que, aunque paradójico, le ha dado todo lo que tiene.

Usted llegó y se hizo del poder público por capricho. Aprovechó que la sociedad creía que no se podría estar peor; harta del establishment que había prevalecido durante tantas décadas. ¡Qué equivocados estábamos! Con sus cosas buenas y malas, por lo menos ese establishment había construido en este país tantas cosas que usted quiso destruir en tan poco tiempo.

Un grupo minoritario se ha cegado con lo que usted dice y su discurso los ha vuelto fanáticos. A tal grado que tomaron las calles y el Congreso. Sus gritos de odio provienen del engaño mayúsculo del que han sido víctimas. Porque usted, señor Presidente, no tiene escrúpulos. Puede mentirle al de enfrente, en su cara y sin el menor pudor, y decir lo que quiera; porque usted, por el simple hecho de ser Presidente, cree que tiene el derecho de hacer lo que le venga en gana. No entiende que este país luchó por crear instituciones que precisamente le crearan contrapesos a su figura y que eso se hizo con el fin de que ningún Presidente volviera siquiera a contemplar cualquier conducta autoritaria y represiva, como usted seguro visualizó.

Sobre el coronavirus, ¿qué le digo? La torpeza con la que se atacó la pandemia es sólo proporcional al número de contagiados y de muertos que hay en nuestro país. ¡Un desastre colosal! Esperemos que con el plan de vacunación se remedie.

La democracia es la columna vertebral en este país y el que usted hable de fraude en las elecciones, una y otra vez, deja claro que usted no cree en ella. Lo bueno es que el voto cuenta y es en el sufragio efectivo donde se empodera al ciudadano. Es el ciudadano quien manda y quien define a sus gobernantes. No se le olvide que usted llegó ahí por nosotros. Los mismos que lo pusimos en el cargo somos ahora su verdugo.

¿Pensaba de verdad que gobernando así iba usted a prevalecer? La gente quiere estar bien, y con usted no ha sido el caso. Se vive en tensión todo el tiempo pensando:

– “¿Con qué nueva ocurrencia nos saldrá ahora el Presidente?”

y ya nos quedó claro que, precisamente en esas ocurrencias es donde quería que el pueblo descansara y se distrajera. Quería que no nos diéramos cuenta que realmente no sabía ser Presidente y que el puesto le quedó enorme; ¿pero sabe qué, señor Presidente? Nos menospreció. Nos dimos cuenta de su engaño, nos dimos cuenta que en su gobierno no mejoramos, sólo nos enfrentamos. No somos más productivos, ni más ricos, ni más libres. No vivimos mejor y por eso se va.

Adiós, Presidente Trump, tenga la seguridad de que no lo vamos a extrañar.”

Así me imagino una carta que cualquier ciudadano norteamericano le puede estar escribiendo a Donald Trump ahora que deja el cargo.

¿Ustedes, qué se imaginan?

Buen inicio de año y mis mejores deseos para el 2021.


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Unión Internacional de Abogados: Instancia Superior de la Abogacía

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La Unión Internacional de Abogados, más conocida por sus siglas “UIA”, surgió en 1927 como una iniciativa de la Sociedad de Naciones al término de la Primera Guerra Mundial, por medio de la cual algunos de los principales colegios de abogados europeos se unieron a efecto de que la abogacía pudiera colaborar internacionalmente. Con el tiempo se han unido a la UIA colegios de abogados de prácticamente todo el mundo, los cuales representan a alrededor de 6 millones de profesionales del derecho.

Se trata pues de una institución de la abogacía global enfocada en la promoción y la defensa de los Derechos Humanos y en la prevalencia del Estado de Derecho en todas las jurisdicciones del mundo. Además de los colegios de abogados, participan en la UIA abogados como miembros individuales, miembros colectivos, tales como asociaciones de abogados, universidades y escuelas de derecho, así como personas que no ejerciendo la profesión de abogado, practican diversas profesiones jurídicas, tales como jueces, magistrados, notarios, profesores y aún estudiantes de derecho.

Una de las funciones más importantes de la UIA es la defensa de los abogados que son perseguidos por los poderes públicos con motivo del ejercicio de su profesión en la defensa de sus clientes. Aunque se podría considerar que casos de este tipo sólo suceden en países remotos y de escaso desarrollo, sorprende saber que en épocas recientes la UIA ha tenido que defender a abogados en lugares tan desarrollados como Luxemburgo, quienes fueron acosados por el Ministerio de Hacienda de ese país con motivo del escándalo de los Panama Papers, ministerio que pretendía obtener información de sus clientes en clara violación al secreto profesional, privilegio consubstancial al acceso a la justicia.

La UIA cuenta con un estatus especial en la ONU que le permite estar presente en la Asamblea General, institución que la consulta cuando se analizan temas jurídicos, especialmente aquellos relacionados con los Derechos Humanos y el Estado de Derecho. También participa activamente en instituciones europeas como el Consejo de Europa, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo.

La UIA suele hacer pronunciamientos ante atropellos en contra del Estado de Derecho en cualquier parte del mundo, siendo cautelosa de no intervenir en asuntos políticos. De hecho, esta misma semana la UIA se adhirió a un comunicado de la American Bar Association, la asociación de abogados más grande del mundo, en el cual condenaron el violento ataque al Capitolio en Estados Unidos.

En cuanto a su estructura orgánica, la UIA cuenta con un Consejo de Presidencia con alrededor de 200 integrantes provenientes de todas las regiones del mundo, entre los cuales se encuentra un Comité Ejecutivo de 30 directores que se encargan de asuntos tales como las relaciones internacionales, la comunicación social o del Institute of Rule of Law, los Presidentes de 43 comisiones o grupos de trabajo que abarcan temas tan diversos como el derecho bancario o el derecho ecológico y los Presidentes de los Comités Nacionales que se constituyen en cada país con representación en la UIA.

El Presidente de la UIA es elegido anualmente en la Asamblea General llevada a cabo en noviembre en los países más diversos. Sin embargo, su responsabilidad dura cuatro años de la manera siguiente: el elegido comienza su actuación como Vicepresidente, al año siguiente como Presidente Electo, en el tercer año ocupa la Presidencia y en el último actúa como Presidente Saliente. Con este original sistema se garantiza la continuidad de las iniciativas y la graduación en su aplicación. El Presidente en turno es el prestigiado colega español Jorge Martí Moreno, anterior Socio Director de la oficina Uría Menéndez en Valencia, quien sustituyó a Jerome Roth, abogado de Estados Unidos, quien a su vez sustituyó al abogado de Burkina Faso Issouf Baadhio, lo que demuestra la universalidad de la institución.

Los principales temas que preocupan a la UIA ante la coyuntura mundial actual, son los ataques a la división de poderes, a la independencia de los tribunales, al libre ejercicio de la abogacía y al acceso de la población a la justicia. La fuerza moral que le dan a la UIA sus casi 100 años de prestigio por su actuación en la esfera jurídica internacional, hace que sus  pronunciamientos en todas estas materias incomoden a sus destinatarios y los obliguen a corregir.

Los objetivos de la presidencia de Jorge Martí Moreno se centran en los siguientes tres vértices principales: 1) El fomento de la participación de los abogados jóvenes en el mundo, para lo cual ha integrado ya a 20 colegas jóvenes como consejeros de la presidencia, algunos de los cuales son menores de 30 años de edad; 2) La promoción del talento femenino dentro de la estructura de la UIA, en cuya presidencia, lamentablemente hasta la fecha, solamente una mujer suiza ha ocupado el cargo, aunque afortunadamente ya ha sido elegida la abogada española Urquiola de Palacio, quien ocupará la presidencia en el 2023; y 3) El incentivo del uso de las nuevas tecnologías en el ejercicio de la profesión de abogado, para lo cual pretende sensibilizar a los despachos de abogados para que inviertan tiempo, dinero y esfuerzo en proyectos con despachos tecnológicos creativos.

El presidente Martí Moreno también pretende incentivar a la abogacía del mundo mediante el otorgamiento de premios y reconocimientos a colegas que destaquen en el mundo por la defensa de los principios y valores por los que la UIA propugna y pretende que la abogacía mundial apoye proyectos solidarios que beneficien a los más necesitados. Sobre este último punto, el presidente Martí Moreno ha identificado a la ONG ARTisLOVE, institución que ha desarrollado exitosamente proyectos sociales promotores de la paz, originados mediante la técnica de unir a la gente que se odia.

El gremio de los abogados mexicanos ha participado en los trabajos de la UIA, desde tiempo inmemorial. Mi amigo y antiguo socio, Miguel I. Estrada Sámano (Q.E.P.D.), organizó en la Ciudad de México uno de los congresos anuales que más huella han dejado, e incluso llegó a ser presidente de la institución en el año 2000, habiendo sido el segundo latinoamericano en ocupar dicho cargo. Yo mismo he ocupado diversos cargos en la estructura orgánica de la UIA, llegando a ser Director de Miembros Colectivos, formando parte del Consejo de Presidencia, y actualmente formo parte del Comité Ejecutivo del Comité Nacional de México, así como del Comité que organiza el Congreso Anual, que debió tener lugar en Guadalajara en octubre del año pasado y que ha sido pospuesto con motivo de la pandemia, Comité que preside Adrián Ojeda, siendo Fernando Hernández Gómez el Presidente del Congreso. Actualmente, Óscar Cruz Barney preside el Comité Nacional de México, Arturo Pueblita es Secretario Regional para las Américas y Alfonso Pérez Cuéllar ocupa la Vicepresidencia del Senado Internacional de Colegios de Abogados, todo lo cual brinda la esperanza de que la UIA tendrá cada vez más relevancia para el ejercicio de la abogacía en México y de que la abogacía de México tendrá cada vez más relevancia internacional a través de la UIA.


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Carta de Año Nuevo al Presidente, a través de amigos mutuos

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No deshonra a un hombre equivocarse.
Lo que deshonra es la perseverancia en el error.
Benito Juárez. 

Estimado Andrés Manuel:

Espero hayas pasado una feliz Navidad en compañía de tu familia y cuidándose mucho, como es debido.

No puedo desaprovechar la oportunidad de contar con amigos míos que también son tus amigos, para hacerte llegar esta carta abierta para pedirte que consideres hacer el llamado a la unidad de los mexicanos que nos es tan necesario en estos momentos de grave crisis sanitaria, económica y política, que obviamente nos afecta en nuestro ánimo. Necesitamos que el poderoso Presidente Legítimo de México, que contribuyó de manera decisiva a reventar la execrable estructura de corrupción y de pobreza generalizada que habíamos construido y que no debía continuar, dé el paso para convocar a todas las fuerzas del país, sin exclusión alguna, a contribuir a construir el país que todos anhelamos.

Javier Quijano Baz
Javier Quijano Baz.

Solamente una vez he tenido la oportunidad de haber dialogado directamente contigo, gracias a la hospitalidad de nuestro mutuo amigo el prestigiado abogado Javier Quijano Baz, a quien has calificado como tu maestro y protector, quien te defendió con motivo del episodio del desafuero. En efecto, en 2011 fui invitado a una comida contigo y un selecto grupo de colegas de Javier, en la cual nos expusiste el “Nuevo Proyecto de Nación”, así como tus razones principales para contender por la Presidencia de la República. Yo fui el último en pedir el uso de la palabra y resumí dichas razones en tres, según yo las entendí: querías cambiar el régimen político del país, por la vía pacífica, para terminar con la monstruosa desigualdad social que padecemos. Te dije entonces que yo coincidía absolutamente contigo y te compartí que habíamos personas que no siendo militantes de la izquierda, queríamos apoyarla para darle la oportunidad histórica que merecía, pero te aclaré que por algunos episodios de tu trayectoria política no confiábamos del todo en ti. Con la serenidad y habilidad política que te caracterizan, me explicaste que eras precisamente tú quien tenía más posibilidades de éxito en la contienda presidencial que se avecinaba y que por eso tenías que ser tú el candidato.

Daniel Cosío Villegas
Daniel Cosío Villegas (The San Diego Union-Tribune).

Tuviste razón, aunque para llegar a la presidencia esperaste un sexenio más. Habías sido tú el que recorrió durante un par de décadas cada rincón de la República, para darte a conocer y mantener tu imagen política, para ofrecer una alternativa política y para conocer las dramáticas y precarias condiciones en que vive la vasta mayoría de nuestra población, lo que te sirvió para elaborar el más completo y certero diagnóstico de la problemática de México, lo que junto con tu carisma, te permitió lograr el abrumador triunfo que te llevó a la silla presidencial con una legitimidad democrática que nadie te puede cuestionar. Tristemente dicho diagnóstico no era del todo nuevo, sino un derivado de multitud de estudios que se han realizado a lo largo de los años ante una misma realidad que no hemos podido cambiar ni con la alternancia política, pero en particular del ensayo “La Crisis de México” escrito por don Daniel Cosío Villegas en 1946, el cual tú supiste reinterpretar a la luz del México de hoy, sin cambiar su esencia: la crisis de México es resultado de la corrupción imperante, tanto entonces como ahora, y te empeñas en sentar las bases del Estado moderno que necesitamos, uno redistributivo de la riqueza.

Tanto por comentarios públicos como privados del propio Javier y de otro amigo mutuo nuestro, José Agustín Ortiz Pinchetti, sé de tu auténtica austeridad y desinterés en acumular riqueza para uso propio, lo que sin duda te hace único en la política mexicana cuando se te compara con tus pares. Estoy cierto de que las austeras características de la vivienda que ocupabas cuando enviudaste, ya siendo figura no sólo nacional sino internacional, no las ha tenido la vivienda de ningún otro político de tu altura. Esta importante cualidad demuestra el nivel de tu inteligencia emocional para saber que entre personas de tu nivel, impresiona más la austeridad que la ostentosidad. Gracias al libro de José Agustín “AMLO con los Pies en la Tierra”, sé que eres puntual, productivo, proactivo, ejecutivo, directo, claro en tus planteamientos, sencillo en tus propuestas y terco en su seguimiento. También por ellos sé que eres Católico practicante y que tienes una visión espiritual y trascendente de la vida y de la política, lo que explica tu vocación de servicio a los demás.

También tuve la oportunidad de constatar de cerca la confianza que te ganaste del ingeniero Javier Jiménez Espriú, quien aceptó la cartera de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para enarbolar una de las más polémicas decisiones de tu gobierno, la de destruir el proyecto del aeropuerto de Texcoco que ya estaba en marcha. Pude conocer de cerca las justificaciones técnicas y políticas de tal decisión, las cuales, aunque no comparto, entendí y reconozco su mérito. Héctor Vasconcelos, también amigo tuyo y mío, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, es un fanático seguidor tuyo pese a su ateísmo radical y activa militancia anticlerical. También he constatado el respeto intelectual y moral que te tiene nuestra mutua amiga Loretta Ortiz Ahlf, destacada internacionalista que actualmente se desempeña como Consejera de la Judicatura Federal, luego de haberte apoyado durante la transición en la realización de los Foros por la Pacificación y Reconciliación Nacional. Y qué decir de mi primo Juan Ramón de la Fuente, actual Embajador Representante Permanente de México ante la ONU, quien en el año que hoy comienza representará a tu gobierno ante el Consejo General de este organismo, porque apoya tu proyecto político sin reservas.

Loretta Ortiz Ahlf
Loretta Ortiz Ahlf (Escuela Libre de Derecho).

Para mí no es poca cosa que amigos míos en quienes confío, te tengan esa confianza que a mí me faltó para votar por ti. Me preocupaba tu llamado “Al diablo con sus Instituciones” y me preocupa que en los hechos hayas ya afectado a muchas de ellas, algunas de las cuales eran perfectibles; me preocupaba tu discurso lleno de resentimiento social que nos divide entre pobres y ricos, entre liberales y conservadores y entre el pueblo bueno y los empresarios abusivos y los de la mafia en el poder, discurso que hasta la fecha mantienes; y me preocupaba la percepción que de ti tienen algunos de tus propios colaboradores de que no eres una persona abierta a la crítica y a aceptar recomendaciones, y me preocupa que en el ejercicio del poder tomas cualquier crítica, por constructiva que pretenda ser, y cualquier punto de vista diverso al tuyo, como un ataque personal y al movimiento que encabezas.

Juan Ramón de la Fuente
Juan Ramón de la Fuente (Revista Clase).

Mediante los amigos mutuos que he mencionado, intento hacerte llegar este llamado respetuoso a convocar a todos los mexicanos, de cualquier condición racial, social, económica o política, a trabajar en común para fortalecer y construir el andamiaje constitucional, legal y administrativo que se requiere, para que la grave problemática que actualmente enfrentamos y que claramente has identificado en tu diagnóstico, pueda ser resuelta sin depender solamente del hombre fuerte que hoy detenta el poder. Muchos importantes temas de la agenda nacional no son de naturaleza estrictamente política, sino de naturaleza técnica o científica, campos en los que resulta especialmente fácil encontrar zonas de contribución común de personas con posiciones políticas aún opuestas. La diversidad de opiniones y visiones enriquece y logra mejores resultados, su inclusión es el imperativo de la democracia. Los mexicanos unidos seremos capaces de enfrentar los grandes retos, solamente si actuamos conjuntamente. Ojalá seas tú y no tengamos que esperar a los que te sucedan, quien suprima los privilegios sin admitir exclusiones y quien facilite el diálogo directo entre los adversarios, que permita superar resentimientos y perdonarnos y nos conduzca a la paz y a la reconciliación nacional. Éste es mi deseo de año nuevo, estimado Presidente.


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El Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México es la agrupación gremial más antigua del continente americano y desde su fundación en 1760, en pleno Virreinato, hasta la fecha, ha influido de una manera u otra en la forma en que se ha llevado a cabo la abogacía y en la construcción de nuestro sistema jurídico.

Fue el Rey Carlos III quien aprobó los estatutos del entonces llamado Ilustre y Real Colegio de Abogados de México, con el doble propósito de que a los abogados de la Nueva España se les guardaren sus privilegios para no ser despreciados ni por los jueces ni por el poder del Estado, y de intentar controlar al gremio de los abogados por parte de las mencionadas instancias. Fue así que el Colegio quedó bajo la tutela de los Jueces Superiores de la Real Audiencia, institución que ejercía sobre los abogados un control ético y político.

El Colegio desde sus inicios ha luchado por el recto ejercicio profesional y por la recta impartición de justicia, para lo cual instauró exámenes sobre Derecho Canónico, Derecho Real y Derecho Común como requisito para la práctica profesional. Para ello se creó una academia teórico-práctica de jurisprudencia que operó durante todo el siglo XIX hasta que en 1870 se convirtió en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y posteriormente en la Facultad de Derecho de nuestra Universidad Nacional Autónoma de México.

Carlos III
Carlos III retratado hacia 1765 por Anton Raphael Mengs.

En esta materia de la preparación de abogados, es relevante mencionar que en 1912 el Colegio brindó su patronazgo para la creación de la Escuela Libre de Derecho, como consecuencia de un movimiento de oposición al Estado. Los abogados del Ilustre acudieron al llamado de la Escuela para enseñar la ciencia jurídica a sus nuevos alumnos, extendiéndole su autoridad, reconocimiento y aún apoyo económico. Aun cuando hoy en día la Escuela Libre de Derecho ya cuenta con gran prestigio dentro de la profesión, así como con plena fortaleza institucional y económica, su reconocimiento al Colegio subsiste, tanto en el texto de los títulos profesionales que expide, como en su participación con dos escaños en la junta general de profesores.

Durante gran parte de su historia la colegiación de los abogados fue obligatoria. Por ejemplo, en la época virreinal era indispensable pertenecer al Colegio para poder litigar en la Real Audiencia de la Ciudad de México. La pertenencia al Colegio brindaba, tal como ahora brinda, prestigio y dignidad al abogado. En aquel entonces había que cumplir con el estatuto de limpieza de sangre, lo cual incluía un complejo proceso en el que había que presentar partidas de bautismo, incluso de abuelos, así como testigos que dieran prueba que el abogado no había ejercido oficios viles o mecánicos, gracias a lo cual se pretendía garantizar que los colegiados constituyeran una élite intelectual, social y urbana.

Con la Independencia de México, el Ilustre perdió el privilegio de la matriculación legal, pero mantuvo su aura de prestigio gracias a la calidad de sus agremiados. Entre muchos otros, destacan los nombres de miembros del Colegio que participaron decisivamente en el proceso de independencia como Andrés Quintana Roo y Carlos María de Bustamante. En 1823 se extinguió la exigencia de la limpieza de sangre para ingresar al Colegio y desde entonces y hasta la fecha el control de ingreso se basa en que el aspirante tenga un título profesional de una universidad de prestigio y cuente con la recomendación de dos abogados miembros del Colegio que garanticen su honorabilidad como buen ciudadano y den fe de que está en pleno goce de sus derechos. Ya consumada la independencia, gracias a un decreto imperial de Agustín de Iturbide, el Colegio dejó de ser “Real” y pasó a ser “Imperial”, para finalmente adoptar en 1824 su actual carácter de “Nacional”.

La etapa de la Reforma fue complicada para el Ilustre por el generalizado carácter de conservadores de sus miembros, quienes se preocupaban por el mantenimiento de los principios y valores que los habían fundado. Aunque algunos eran intransigentes, otros eran conservadores moderados y algunos otros incluso liberales. Para esas épocas sus miembros ya no eran exclusivamente abogados urbanos de origen criollo, sino que incorporaba ya a miembros producto del ascenso de las clases medias.

La relación que tuvo Benito Juárez con el Colegio fue realmente tenue y la expedición de una ley de reorganización de la educación que incluso pretendió regular al Colegio, nos hace pensar que no entendió su naturaleza de organización gremial, confundiendo su nomenclatura de colegio con el de una escuela. Sin embargo, un destacado miembro del Ilustre de aquella época fue Sebastián Lerdo de Tejada, quien fue presidente de la República y también presidente del Colegio. Desde entonces se puede afirmar que el Colegio ha sido preponderantemente una institución liberal.

Con el individualismo dominante en aquella época perdió fuerza el mutualismo y el corporativismo que le habían dado origen al Ilustre y poco a poco se convirtió en un lugar de reunión de los abogados, por cierto en una casa que llegó a tener en la calle 5 de Mayo, donde albergó su biblioteca y llegó a contar con un casino e incluso con mesas de billar, todo lo cual lo hicieron parecer más un club que una institución profesional, aunque nunca dejó de realizar conferencias, cursos de actualización y estudios del Derecho.

Durante el Porfiriato eran comunes las consultas del Gobierno y del Congreso al Colegio, y en 1899 se constituyó la Academia Mexicana de Jurisprudencia y Legislación, la cual subsiste hasta la fecha. Por aquella época también comienza a tener importancia la Orden Mexicana de Abogados, que fue presidida por mi bisabuelo Ramón Prida y Arteaga, quien escribió, entre otras obras, “De la Dictadura a la Anarquía”, con motivo de la caída de Don Porfirio. Al caer Díaz y generalizarse el descontento con Victoriano Huerta, hubo reacciones contrarias al Colegio y a la mencionada Academia, ya que entre sus filas había simpatizantes suyos, que incluso tuvieron que ir al exilio. En 1931, al regresar del exilio, los directivos de ambas instituciones las reorganizaron y lograron que mantuvieran relaciones estrechas entre ellas, las cuales se mantienen hasta la fecha.

Posteriormente, en pleno siglo XX, vienen las épocas de Antonio Esquivel Obregón, Jesús Rodríguez Gómez, Francisco Javier Gaxiola Ochoa y Bernardo Fernández del Castillo, quienes concluyeron con el proceso de institucionalización del Colegio, frente a la realidad del México contemporáneo, e incluso lograron la obtención del inmueble que actualmente ocupa en las calles de Córdoba, en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México. En futuras colaboraciones me referiré a más detalle a las actividades realizadas durante la presidencia de cada uno de ellos, así como a aquellas llevadas a cabo por los presidentes más recientes que lograron poner a resguardo y catalogar el valioso archivo y la biblioteca del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México.


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