De Frente y Derecho

Frente a Incumplimientos por COVID-19: Convenios de Mediación

Lectura: 5 minutos

Como resulta obvio, la crisis que enfrenta el mundo entero con motivo de la pandemia del coronavirus, ha provocado –entre otras graves consecuencias– el cierre obligatorio de todo tipo de actividades no consideradas esenciales para enfrentarla. Sin embargo, esto está ocasionando ya el incumplimiento de acuerdos y contratos en las diversas actividades que realizamos los seres humanos, incluyendo aquellas tan personales como la provisión de alimentos y sustento a nuestras familias, el pago de los créditos relacionados con la compra de nuestras viviendas, o bien, el pago del arrendamiento de las mismas, así como otras relacionadas con nuestras actividades económicas que van desde el pago de nóminas, la entrega de productos y el pago de créditos, hasta la pérdida de empleos. Además de los problemas de incumplimiento que también enfrentarán las grandes empresas, nacionales o aún las transnacionales, en sus grandes proyectos de infraestructura o de prestación de servicios, incluso aquellas que cotizan en las Bolsas de Valores, todo lo cual ha provocado un círculo vicioso que nos pone a todos en la posibilidad de incumplir con nuestras obligaciones.

Es por ello que a lo largo y ancho del mundo los gobiernos han ido implementando, con mayor o menor profundidad, programas que brindan liquidez a las personas físicas, especialmente a aquellas más vulnerables, como las que han perdido su trabajo, así como a los negocios formales e informales, empezando por empresas pequeñas y medianas, y en muchos lados incluso otorgando créditos flexibles y apoyos fiscales a las grandes empresas, con el propósito de evitar al máximo posible los despidos de empleados, las quiebras de las empresas y de mantener activa la economía de los países. Con esto se busca permitir que se generen los recursos para que las personas puedan mantenerse e incluso contribuir al gasto público mediante el pago de impuestos.

incumplimiento fmi
Ilustración: ABC.

También las legislaciones del mundo contemplan mecanismos extremos como el caso fortuito y la fuerza mayor, como excluyentes de responsabilidad ante incumplimientos, cuando se está frente a acontecimientos ajenos a la voluntad del deudor, imprevisibles o inevitables, que impiden cumplir con una obligación determinada y, aunque se cause daño al acreedor, no producen la consecuencia jurídica de tener que pagar los daños y perjuicios causados. Tal es el caso de hechos naturales como un ciclón o aún una pandemia, o los llamados “hechos del príncipe”, como una orden o un decreto como los adoptados en México, que obligan a suspender actividades no consideradas esenciales, durante un plazo, lo que impide generar recursos económicos para cumplir con una obligación de pagar, o bien, impide generar productos o prestar servicios. La razón de ser de estos mecanismos deriva del principio de que “nadie está obligado a lo imposible”.

Sin embargo, la aplicación de las disposiciones legales relacionadas con las mencionadas instituciones del caso fortuito y la fuerza mayor es muy casuística, y cada caso en particular requiere ser analizado a gran detalle y contrastado con la legislación aplicable, que varía de país a país, y en nuestro caso de entidad federativa a entidad federativa; todo lo cual puede derivar en posicionamientos jurídicos opuestos entre las partes que motiven la necesidad de que un juzgador determine cuál de ellas tiene mayor razón legal y, en consecuencia, cuál de las posiciones debe prevalecer. En las circunstancias actuales, el cierre temporal de los tribunales y la propia crisis generará seguramente una sobrecarga de los mismos cuando vuelvan a abrir, y muy probablemente enfrentarán un caos que hará poco viables los litigios.

Es por ello que se abre para todos el fértil terreno de los llamados medios alternativos de solución de controversias, los cuales incluyen desde medios heterocompositivos como el arbitraje, en el que uno o varios terceros neutrales llamados árbitros, intervienen por voluntad de las partes para juzgar su respectiva posición legal en controversia y definir con fuerza vinculativa cuál de ellas debe prevalecer, hasta medios autocompositivos como la mediación o la conciliación, en los que uno o más terceros neutrales apoyen a restablecer la comunicación entre las partes, para ayudarles a construir una solución negociada del conflicto que enfrentan. En estos mecanismos autocompositivos, el mediador o conciliador no juzga la posición legal de las partes, sino que les ayuda a escudriñar en sus intereses y necesidades, a efecto de que de manera creativa construyan una solución buena para todas las partes en conflicto, la cual incluso puede construirse con elementos ajenos al mismo.

incumplimiento y mediacion
Ilustración: Vox.

La ventaja que tienen los mediadores y conciliadores en la coyuntura actual, es que utilizando las técnicas de sus respectivas materias, pueden contribuir a identificar los intereses de las partes y alinearlos hacia un interés común que les permita crear un mejor futuro para las partes en conflicto. Lo anterior debido a que a diferencia de lo que sucede en los litigios ante tribunales, sean judiciales o arbitrales, en el campo de la mediación y la conciliación el enfoque está en el futuro más que en el pasado, así como en la satisfacción de los intereses y las necesidades de las partes, más que en la aplicación de la Ley, aunque desde luego sin violentarla.

La otra ventaja fundamental que ofrece la mediación privada, especialmente en la Ciudad de México, es que los convenios que se formalicen ante mediador privado certificado por el Centro de Justicia Alternativa del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y sean registrados ante el mismo, gozan del privilegio legal de tener fuerza ejecutiva y de ser considerados cosa juzgada, tal como si se tratara de sentencias judiciales o de laudos arbitrales. Esto es, que la controversia resuelta a través de este mecanismo ya no puede ser juzgada por un juez o por un árbitro, pues por voluntad de las partes la misma ya ha sido resuelta de manera definitiva por ellas y sólo en caso de incumplimiento de las partes la autoridad judicial puede intervenir, pero exclusivamente con el propósito de darle ejecución forzada. Ello en adición a la utilidad que significa en el arreglo, la fe pública con que cuentan los mediadores certificados en el ámbito de sus respectivas mediaciones.

Los mediadores y conciliadores trabajan en el terreno de la colaboración mutua de las partes, equilibran el poder de las mismas y controlan sus emociones, mediante eficaces técnicas cercanas a las utilizadas por los terapeutas, pero a diferencia de estos, se limitan a la solución del conflicto. Aunque normalmente estas técnicas se llevan a cabo de manera presencial, ante la pandemia la tecnología brinda instrumentos como las videoconferencias que ofrecen nuevas oportunidades, incluso ya previstas en la legislación de la materia en la “mediación por medios electrónicos”, que incluso prevén la posibilidad de celebrar el convenio de mediación on-line.

Sacar lo bueno del ser humano para que éste resuelva sus propias controversias, preservando y aún mejorando las relaciones humanas con sus contrapartes, resulta particularmente valioso en estos tiempos aciagos, cargados de desgracia, tristeza y sufrimiento generalizado.


También te puede interesar: Mediación: mejor alternativa para resolver conflictos derivados del coronavirus.

Mediación: mejor alternativa para resolver conflictos derivados del coronavirus

Lectura: 5 minutos

La pandemia del nuevo coronavirus continúa afectando al mundo entero, por lo que México se ha visto obligado a emitir algunas disposiciones legales para enfrentar la crisis. Es así que el 30 de marzo de 2020, el Consejo de Salubridad General publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo por el que se declara como “emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor”, a la epidemia de enfermedad generada por el virus y, por su parte, la Secretaría de Salud expidió un acuerdo, publicado en el propio Diario Oficial el 31 de marzo de 2020, por el que se establecen acciones extraordinarias para atender la mencionada emergencia sanitaria. Una de las principales consecuencias de la implementación de las acciones previstas en este último acuerdo del 31 de marzo, indudablemente deriva de lo previsto en la 1ª Medida que se refiere a la suspensión inmediata de todas las actividades que no entren dentro de la categoría de “esenciales”, lo cual seguramente tendrá graves repercusiones económicas, laborales, civiles y comerciales que provocarán el incumplimiento de contratos de todo tipo.

Suspender todas las actividades no esenciales, evidentemente generará incumplimientos contractuales que podrían ser justificados. No obstante, en virtud de ciertas circunstancias, las disposiciones previstas en los acuerdos del 30 y el 31 de marzo podrían constituir un supuesto de fuerza mayor al ordenar la implementación de medidas que pueden imposibilitar el cumplimiento parcial o total de las obligaciones de un obligado. Por otra parte, si bien las medidas impuestas extienden su aplicación temporal hasta el 30 de abril de 2020, la Medida 6 claramente establece que se dispondrán lineamientos para un regreso paulatino y ordenado, por lo que el verdadero alcance temporal va a irse modificando conforme vaya desarrollándose la epidemia en el país.

materia juricia en covid
Imagen: iStock.

En materia laboral, resulta particularmente relevante que ninguno de los dos acuerdos publicados en el Diario Oficial hace referencia a una “declaratoria de contingencia sanitaria”, sino a una declaratoria de “emergencia sanitaria por fuerza mayor”.  Las autoridades han indicado con claridad meridiana que ninguno de los dos acuerdos implican una “declaratoria de contingencia sanitaria” para los efectos señalados en el artículo 42 Bis de la Ley Federal del Trabajo, lo que evita detonar la sustitución del salario de los trabajadores por el pago de una indemnización equivalente a un día de salario mínimo general vigente, por cada día que dure la suspensión, sin que pueda exceder de un mes.

Sin embargo, no cabe margen de duda respecto de la orden contenida en la Medida 1, en el sentido de suspender toda actividad no considerada esencial. En este entorno, derivado de dicha Medida, los empleados que puedan realizar sus trabajos remotamente (home-office), deberán seguir recibiendo su salario íntegramente. Por lo que se refiere a los demás, de no llegarse a un arreglo con dichos trabajadores, también se tendría que cubrir el 100% de sus salarios. Esto abre la posibilidad de que trabajadores y patrones lleguen a arreglos distintos a los acordados en los contratos colectivos e individuales de trabajo, a efecto de que las empresas tengan la posibilidad de mantener su viabilidad económica frente a la crisis, y para facilitar la negociación y adopción de esos acuerdos, las partes pueden acudir a un mediador privado.

Debido a que la materia laboral no encuadra en la típica actuación de los mediadores privados certificados por los diversos Tribunales Superiores de Justicia de los Estados de la República y de la Ciudad de México, la mediación correspondiente tendría que llevarse a cabo fuera de los marcos jurídicos correspondientes y el acuerdo logrado por las partes tendría que formalizarse bajo la forma de convenios de transacción o formalizados ante Notario Público, a efecto de facilitar su ejecución en caso de incumplimiento voluntario de alguna de las partes. Desde luego es aconsejable la celebración de un nuevo contrato para reflejar las nuevas condiciones acordadas, con la finalidad de evitar incurrir en el incumplimiento de la prohibición general de reducir el salario a los trabajadores.

materia de confinamiento.
Imagen: Freepik.

Por otro lado, en materia civil, debido a que el gobierno, como se dijo anteriormente, ordenó la suspensión de toda actividad no esencial por el mes de abril, durante este plazo se tendrá el cierre total de comercios, oficinas e industrias que sean “no-esenciales”, algunas de ellas ya suspendidas anteriormente por diversos gobiernos locales, tales como cines, casinos, teatros o centros nocturnos, no obstante lo cual no se podrá suspender la relación laboral de manera injustificada y será obligatorio continuarles pagando a sus trabajadores. Esa situación también tendrá graves consecuencias civiles, entre otras, en materia de arrendamiento. En esta materia es preciso recordar el principio básico de derecho que señala que “a lo imposible nadie está obligado”, fundamento plasmado en el Artículo 2431 del Código Civil para la Ciudad de México, que a la letra dice: Si por caso fortuito o fuerza mayor se impide totalmente al arrendatario el uso de la cosa arrendada, no se causará renta mientras dure el impedimento, y si éste dura más de dos meses podrá pedir la recisión del contrato.

Es importante señalar que se llama fuerza mayor al imprevisto al que no es posible resistir, como un naufragio, un terremoto, los actos de autoridad del estado derivados de diversos hechos, como en este caso el cierre obligado de establecimientos para contener una pandemia. La fuerza mayor debe ser inimputable, esto es, que provenga de una causa enteramente ajena a la voluntad de las partes; imprevisible, esto es, que no se haya podido prever dentro de los cálculos ordinarios y corrientes; e irresistible, es decir, que no se haya podido evitar, ni aun en el evento de oponerse las defensas idóneas para lograr tal objetivo.

Con base en ello, los arrendatarios de inmuebles comerciales, de oficinas o industriales que por este Acuerdo deban permanecer cerrados en vista de la “Emergencia Sanitaria”, quedarán exentos del pago de la renta correspondiente, de conformidad con lo establecido por el Código Civil citado. Esto será un golpe para quien percibe rentas, pero dará respiro momentáneo a los arrendatarios de dichos inmuebles, quienes podrán negar el pago de la renta a sus caseros, o negociar nuevas condiciones, como la disminución de la renta por un plazo más largo, a fin de librar el duro golpe que el cierre va a propinar a todos ellos.

materia de confinamiento
Ilustración: Sezine.

Como se puede apreciar, a diferencia de lo que sucede en materia laboral, el Código Civil no requiere esa “declaratoria de contingencia sanitaria”, sino que basta que el inquilino por ese caso fortuito o fuerza mayor esté impedido totalmente del uso de la cosa arrendada, no se causará renta mientras dure el impedimento, y si éste dura más de dos meses podrá pedir la rescisión del contrato. Naturalmente, eso sucede exclusivamente respecto de arrendamientos de inmuebles para uso de oficinas o locales comerciales pero no en materia habitacional, pues los inquilinos sí pueden utilizar sus viviendas, pese a la “Emergencia Sanitaria”. En estos casos mediante la utilización de mediadores privados certificados por los Centros de Mediación dependientes de los Tribunales Superiores de Justicia de las entidades federativas y de la Ciudad de México, arrendador y arrendatario se beneficiarían del carácter de cosa juzgada y de la fuerza ejecutiva de los convenios firmados ante ellos, y en el caso de la Ciudad de México, incluso de su fe pública. A diferencia de la materia laboral, la materia civil encuadra perfectamente en el campo de los mediadores privados certificados y los convenios alcanzados por las partes mediante su ayuda, podrán inscribirse y tener las mencionadas consecuencias jurídicas.

Desde luego el cumplimiento de muchos otros tipos de contratos de naturaleza mercantil se verá afectado a consecuencia de la crisis del coronavirus y podrán ser objeto de mediaciones atendidas por mediadores privados, tanto certificados como no certificados, incluyendo los contratos de obra y aquellos de la industria turística que ha vendido multitud de viajes y paquetes precontratados que no podrán cumplir.


También te puede interesar: La función de Recursos Humanos está en una encrucijada.

COVID-19: Las debilidades y fortalezas de México para enfrentarlo

Lectura: 4 minutos

En México la vida no vale nada

Hemos podido constatar que hay en el mundo fundamentalmente dos formas de afrontar la pandemia que padecemos: una que se centra en la protección de vidas humanas, y otra, que se centra en la protección de la economía. En términos generales, los países del llamado primer mundo, como Estados Unidos y aquellos que integran la Unión Europea, han optado por la primera vía, y claramente nuestro país ha utilizado la segunda, en contra de la recomendación de los científicos.

Lo anterior es entendible a la luz de la realidad que se impone. Por desgracia en México valoramos menos la vida humana que en los mencionados países, ya que desde tiempo inmemorial enfrentamos una violencia desmedida que causa multitud de muertes en forma cotidiana, a grado tal que en las últimas décadas asimilamos los números de muertos de manera instantánea sin impresionarnos. Los menos de 25 mil muertos por el coronavirus a nivel mundial, no nos acalambran tanto frente a los 300 mil muertos que ha acarreado la guerra contra el narcotráfico desde Calderón a la fecha.

Por otro lado, nuestra realidad económica no brinda flexibilidad alguna de maniobra ante una población empobrecida que vive al día y que no cuenta con ahorros suficientes para darse el lujo de poder dejar de trabajar por un tiempo indefinido. También se suma a esta última problemática, la situación de fragilidad de la generalidad de las empresas mexicanas y de aquellas transnacionales que operan en México, especialmente las llamadas PyMEs, ante el supuesto nuevo régimen de la 4T, que carecen de la capacidad para cerrar sus puertas por tiempo indefinido sin realizar despidos laborales, que en su conjunto podrían significar la cancelación de millones de empleos. 

Es por ello que el presidente López Obrador ha optado por posponer al máximo posible las medidas de confinamiento que han tomado los países que han privilegiado la primera vía, y pretende proteger la economía y las fuentes de empleo hasta en tanto sea posible, aunque adoptando medidas tan contrarias a dicho propósito como la cancelación del proyecto de Constellation Brands.

mexico economia ante covid
Imagen: Reporte Índigo.

La familia mexicana es la institución de seguridad social más importante

Por el lado de las fortalezas de nuestro país para enfrentar la crisis del coronavirus, está sin duda la institución de la familia en México, a la que se refirió en el presidente en su Mañanera del pasado martes 24 de marzo, señalando que más importante que la capacidad hospitalaria con la que cuenta México, está la capacidad de los mexicanos para cuidarnos en nuestros hogares, a través de la solidaridad y la fraternidad.

Dijo, y con razón, que “la familia en México es la institución de seguridad social más importante”, lo que nos distingue de la mayoría de los países del mundo. Explicó que en México, cuando a un miembro de la familia le va mal, acuden los otros a ayudarlo y que eso nos ha protegido siempre, aunque reconoció que eso se va a poner a prueba en la actual contingencia. Hizo un llamado a que cuidemos a los adultos mayores, así como a la población vulnerable, y luego hizo una afirmación cierta, pero completamente a contracorriente del movimiento en favor de la igualdad de género, en los siguiente términos: Las hijas cuidan a los padres, los hombres podemos ser más desprendidos, pero las hijas están siempre pendientes de sus padres y madres. Tenemos millones de enfermeras en casa.

La tolerancia a la frustración es una fortaleza del mexicano

La deficiencia generalizada de los servicios públicos que presta el gobierno en México, paradójicamente se convierte en una de nuestras fortalezas para enfrentar la coyuntura, al haber desarrollado en el mexicano una tolerancia a la frustración mayor a la de los ciudadanos de otras naciones. Como ya estamos acostumbrados a recibir malos servicios del gobierno, la expectativa ciudadana respecto de su capacidad para enfrentar una crisis hospitalaria, es tan baja, que no deberá generar tanta indignación como ameritaría. Tal como sucedió en el temblor del 85, la sociedad civil ha rebasado con creces la actuación del gobierno y se moviliza sin liderazgo alguno por parte de éste.

mexico vagones
Fotografía: ¡Hola!

El coronavirus es una enfermedad fifí que no afectará masivamente

Ha quedado comprobado que en México, como en la totalidad de los países, salvo China, la enfermedad del coronavirus se ha desarrollado por contagio de personas que han viajado al extranjero y por nacionales radicados en el extranjero y extranjeros que han venido al país. Aun cuando según se nos ha explicado, en la nueva Fase 2 que vivimos, los contagios de segunda generación ya se dan entre personas radicadas en México, el hecho de que México como país, e incluso sus principales ciudades como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey no son cosmopolitas, y hay muy escasa relación con extranjeros, es poco probable que la infección afecte dramáticamente a comunidades alejadas de las grandes urbes, como las menonitas del norte o las tzeltales del sur.

Es incuestionable que los primeros afectados de este mal forman parte del sector social que Andrés Manuel se ha empeñado en etiquetar despectivamente como “Fifís”. En efecto se trata del sector social que generalmente tiene la capacidad económica de realizar vuelos internacionales y por ello ha sido hasta ahora el más afectado por el coronavirus, pero resultan criminales las declaraciones del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, en el sentido de asegurar que los pobres son inmunes a éste, o la del Secretario del Medio Ambiente, Víctor Toledo, de culpar a los “ricos” del virus y de la crisis que se vive, al grado de acusar a los empresarios de ser “un virus mortal” para México. Utilizar este hecho para atizar el rencor social entre personas de la base de la pirámide social, puede resultar peligroso. Nunca hay que olvidar que de la violencia verbal muy fácilmente se puede pasar a la violencia física.

Tal como sucedió con September 11, luego de salir de esta crisis el mundo será otro y las prioridades del ser humano se modificarán, valorando más a los seres queridos y la salud por arriba del afán desmedido por acumular riqueza. Como decía mi abuela, “No hay mal que por bien no venga”.


También te puede interesar: Ante la pandemia: la sociedad, la gran protagonista.

El pensamiento católico sobre la dignidad y la vocación de la mujer

Lectura: 5 minutos

La interpretación de la Iglesia de algunos textos bíblicos y de su tradición milenaria (el aggiornamento), reconoce la aportación insustituible y la influencia de la mujer en el mundo contemporáneo, a tal grado, que la hace representante y arquetipo de todo el género humano, descubre en Dios cualidades femeninas, reconoce la igualdad esencial entre hombre y mujer en el matrimonio, así como los derechos de la mujer, incluyendo el de su desarrollo profesional, sin oponerlo y sin menospreciar su primordial trabajo en el hogar familiar y en la educación de la prole, derivado de su rol exclusivo en la maternidad.

Se sea o no creyente de la trascendencia de la vida, y se sea o no practicante de alguna religión, puede interesar al lector conocer o profundizar en la visión que la Iglesia Católica tiene sobre la dignidad y la vocación de la mujer, especialmente en estos momentos en que todos nos inquietamos ante la magnitud de los feminicidios que ocurren en el mundo entero y en nuestro país en particular.

mujer torturada
“El martirio de Santa Águeda”, Sebastiano del Piombo (1520).

Aunque la Iglesia ha producido una enorme cantidad de documentos sobre el tema, el documento principal de la época moderna es la Carta Apostólica Mulieris Dignitatem de Juan Pablo II, precisamente sobre la dignidad y la vocación de la mujer, publicada en 1988. Se trata de la continuación de los documentos del Concilio Vaticano II que reconocían ya la influencia, el peso y el poder alcanzados por la mujer en el mundo y la ayuda que pueden dar a que la humanidad no decaiga.

El principio bíblico en el que se funda esa visión es el que señala que “creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, varón y mujer los creó” –el humanum integrum conforme al cual los dos sexos constituyen lo humano–.  El texto reconoce la igualdad esencial entre el hombre y la mujer desde el punto de vista de su humanidad. Se trata de la compañera de la vida con la que el hombre se puede unir como esposa, llegando a ser una sola carne y abandonando por esto a su padre y a su madre. El hecho de que el ser humano, creado como hombre y mujer sea imagen de Dios, significa que hombre y mujer son creados como unidad de los dos en su común humanidad, existen recíprocamente el uno para el otro, para la ayuda recíproca y complementaria, desde las diferencias que existen entre ellos.

Aunque Dios es espíritu y no posee en sí mismo cualidades masculinas ni femeninas, en el lenguaje bíblico se encuentran comparaciones que atribuyen a Dios cualidades masculinas y también femeninas. En efecto, al referirse al supuesto abandono de Yahveh, se utiliza las siguientes analogías femeninas “¿acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas?”, y “como uno a quien su madre lo consuela, así yo os consolaré”, se trata del amor femenino de la madre como característica de Dios. 

primera mujer y primer hombre
“Adán y Eva”, grabado de Durero (1504).

La descripción bíblica del pecado original en el Génesis, independientemente de la distribución de papeles entre Adán y Eva, es pecado del hombre, creado por Dios varón y mujer, esto es de nuestros progenitores. Con claridad meridiana en la Carta Apostólica se sustenta la igualdad entre hombre y mujer en el matrimonio y que “la mujer no puede convertirse en objeto de dominio y de posesión masculina”, como algunos textos antiguos señalan. Se reconoce que en nuestro tiempo la cuestión de los “derechos de la mujer” ha adquirido un nuevo significado y se acepta la justa oposición de la mujer frente a lo que expresan las palabras bíblicas en torno al matrimonio de “él te dominará”, pero se señala que esto no puede conducir a la masculinización de las mujeres, pues perderían su riqueza esencial, ya que los recursos personales de la feminidad no son menores que los recursos de la masculinidad, son sólo diferentes.  

Cristo fue ante sus contemporáneos el promotor de la dignidad de la mujer, pues era cercano a ellas, a grado tal que los fariseos lo acusaban por recibir a pecadoras y permitirles ungir sus pies con aceite perfumado. En el Evangelio aparecen gran número de mujeres de diversa edad y condición, incluso pecadoras públicas y adúlteras. Ante la mujer sorprendida en adulterio, Jesús parece cuestionar a los acusadores: “¿no es quizás también y, sobre todo, la confirmación de vuestras transgresiones, de vuestra injusticia masculina, de vuestros abusos?”, Jesús también protege la dignidad de la mujer al decir al hombre, en el Sermón de la Montaña, “todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón”.

En cuanto a las mujeres cercanas a Jesús, se recuerda a aquellas que estaban a sus pies en la cruz, su madre, la hermana de su madre y María Magdalena, quienes mostraron una fidelidad más fuerte que los apóstoles. También fueron mujeres las primeras en llegar al sepulcro a constatar la resurrección, todo lo cual pone de manifiesto la importancia que la tradición dio a la mujer desde los primeros tiempos.

mujer con manto de jesus
“Santa Verónica”, Hans Memling (1475).

Con su potencial maternidad, la mujer es la que paga directamente por ese común engendrar, que absorbe las energías de su cuerpo y alma, por lo que el hombre contrae una deuda con ella. El hombre se encuentra siempre fuera del proceso de gestación y nacimiento del niño y debe conocer su propia paternidad a través de la madre. La mujer como madre y como primera educadora del hombre tiene precedencia específica sobre el hombre. El paradigma bíblico de la mujer culmina en la maternidad de la Madre de Dios y se materializa en la Carta a los Efesios al decir “maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella”, “el que ama a su mujer se ama a sí mismo”.

En la Conclusión de la Carta Apostólica, la Iglesia da gracias por todas las mujeres, al genio femenino de todos los tiempos, tanto por las que velan por el ser humano en la familia y por las consagradas a Dios en su virginidad, como por las que trabajan profesionalmente, cargadas de gran responsabilidad social.

Como se podrá apreciar, no coincide con el pensamiento católico, aquél que use, abuse, se aproveche, denigre o maltrate a una mujer. Ahora todos tenemos la oportunidad de construir juntos una cultura renovada de la igual dignidad de la mujer y del hombre, aplicada en todos aquellos aspectos familiares, religiosos y sociales. Ojalá no la desaprovechemos.


También te puede interesar: Del ruido al silencio… por la libertad de género.

#UnDíaSinNosotras: El virus detrás de la violencia de género

Lectura: 4 minutos

Una Voz Especializada desde el Extranjero

En esta ocasión cedo mi espacio a la pluma de mi sobrina Valentina Prida, una destacada psicóloga de la Ibero, interesada profundamente en los estudios de género y su impacto en la sociedad, que tiene la ventaja de analizar el fenómeno del #UnDíaSinNosotras desde la perspectiva de Chicago, donde actualmente radica. Valentina es maestra en Psicoterapia de Pareja y Familia por la Adler University de esa ciudad, con especialidad en Emotionally Focused Therapy, y es miembro de la American Association for Marriage and Family Therapy y de la Delta Kappa International Marriage and Family Therapy Honor Society.

Le hice esta invitación ante el llamado que ella misma nos hizo a los hombres de México a unirnos a esta lucha, y ante la impotencia que siente al estar fuera de México. Intento de esta manera contribuir con mi solidaridad a visibilizar la vulnerabilidad que padecen cientos de miles de personas por la violencia de género en México, y a invitar a que más hombres nos sumemos a esta causa alzando nuestra voz. Yo alzo mi voz a través de la pluma de Valentina, para darle la potencia que requiere, como una forma de reconocer mi responsabilidad en esta lucha de la que quiero formar parte.


Por Valentina Prida.

Es claro que en México se está viviendo una crisis de violencia hacia la mujer donde el número de feminicidios, agresiones y violaciones incrementa de forma alarmante cada día. Un problema de esta magnitud requiere que se sumen todas las voces posibles. Utilizaré mi voz para unirme a esta lucha desde una perspectiva psicológica y de género, analizando de manera profunda cómo es que hemos llegamos hasta aquí como sociedad, entendiendo la influencia que tienen los sistemas sociales en el comportamiento humano.

valentina prida
Valentina Prida en Chicago.

Es importante resaltar que todos jugamos un rol en esta dinámica de violencia, ya sea como testigos pasivos, abusadores o víctimas. De hecho, estos roles son cambiantes: es probable que el que perpetúa la violencia haya sido víctima y/o testigo de violencia en algún momento de su vida, lo que nos invita a cuestionarnos ¿quiénes son los hombres detrás de estos actos de violencia?, ¿cuáles fueron las experiencias que los formaron como personas? Si pudiéramos entender por qué se sigue repitiendo el mismo patrón, quizá podríamos encontrar una solución social a este problema.

La identidad de México ha sido construida bajo una estructura patriarcal, colocando a los hombres en posiciones de autoridad y de poder. Por su parte, el machismo ha perpetuado al patriarcado como un conjunto de creencias, comportamientos, etc., que promueven y refuerzan la opresión a la mujer, y aunque en teoría, pretende beneficiar al hombre, también lo condena, limitándolo a lineamientos estrictos de comportamiento que pretenden llegar a un ideal inalcanzable de lo que significa ser hombre.

Desde una temprana edad se les dice a los niños que deben de ser fuertes, se les enseña a esconder sus sentimientos y a no pedir ayuda. Muchos hombres crecen en familias donde la violencia es normal. Ver a su padre golpear a su madre es algo común y aunque traten de resistirlo, muchos terminarán repitiendo ese patrón simplemente porque no se les presenta un modelo alterno de masculinidad. Es la ley de la selva en la cual sobrevive el más fuerte. Una de las formas de demostrar esa fortaleza es compitiendo con otros hombres y hacerla evidente también a través de la dominación a las mujeres, abusando del poder que la sociedad les ha conferido. ¿Cuál es el riesgo de no encajar o no pertenecer a esa exclusiva definición de masculinidad? Ser percibido como débil, impotente, manipulable, emocional, etc., con los altos costos sociales que esto implica.

Metafóricamente, este sistema de patriarcado junto con sus principales síntomas, empezando por el machismo, son como un virus con el cual hombres y mujeres en este país nacemos infectados casi sin que nos demos cuenta. Lo que hace más difícil la cura o la lucha contra este virus, es que lo internalizamos y se vuelve parte de nosotros. Unas de las características principales de este virus es que se alimenta de dividirnos como sociedad, nos silencia e impide que nos cuestionemos su impacto.

machismo y violencia de genero
Ilustración: Rachel Levit.

¿Cuál es el antídoto para el machismo? Se requiere de una introspección profunda para entender cómo es que el machismo ha influenciado en quiénes somos, nuestros pensamientos y cómo actuamos.

Es necesario abrir un diálogo entre hombres y mujeres para que a través de la empatía podamos entender el impacto que el machismo ha tenido en los hombres y la manera profunda en la que ha dañado a las mujeres. Únicamente, a través de la concientización podremos modificar nuestro lenguaje, pensamiento y acciones, generando un efecto dominó que empieza con nosotros mismos, después en nuestras familias, en nuestras escuelas y trabajos, y eventualmente tendrá un impacto en nuestras comunidades.

Nos encontramos en un punto crítico y crucial de la historia de México. De esta crisis nace la oportunidad de crear una nueva realidad donde las mujeres mexicanas puedan llevar una vida sin miedo y libre de violencia. Es necesario que todos reflexionemos sobre la responsabilidad que cada uno tenemos en este trabajo. Aquellos que cuentan con voces que suenen más fuerte, tienen una mayor responsabilidad de alzar la voz. Podemos sanar a nuestro México de este virus si movilizamos juntos esta lucha.


También te puede interesar: El 9 de marzo, un parteaguas para el país.

Bienestar público para el beneficio privado

Lectura: 5 minutos

A los empresarios elegidos para participar en la rifa del avión.

Es posible erradicar la miseria y la inequidad universal porque no faltan recursos, sino que sobra la avaricia. Según informó Novedades Fluvium, la semana pasada el Papa Francisco participó en un encuentro llevado a cabo en el Vaticano con la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y ministros de economía de diversos países del mundo, incluyendo nuestro Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ante quienes dijo que no hay que resignarse a un mundo con cada vez más personas sumidas en la miseria, cuando la riqueza de unos pocos sigue creciendo.

El Papa les dijo: El principal mensaje de esperanza que quiero compartir con ustedes es precisamente éste: se trata de problemas solucionables y no de ausencia de recursos. No existe un determinismo que nos condene a la inequidad universal. Permítanme repetirlo, no estamos condenados a la inequidad universal. Por eso apeló a la responsabilidad colectiva para que cada uno haga su parte y puso el dedo en la llaga con una afirmación muy concreta: Si existe la pobreza extrema en medio de la riqueza, también riqueza extrema, es porque hemos permitido que la brecha se amplíe hasta convertirse en la mayor de la historia.

El Papa criticó que el bienestar se haya convertido en algo para unos pocos elegidos. Pidió a organismos financieros y gobiernos que trabajen por el bien común, la justicia social y el desarrollo integral para no convertirse en estructuras de pecado. Las estructuras de pecado hoy incluyen repetidos recortes de impuestos para las personas más ricas, justificado muchas veces en nombre de la inversión y el desarrollo. Paraísos fiscales para las ganancias privadas y corporativas y, por supuesto, las posibilidades de corrupción por parte de algunas de las empresas más grandes del mundo, no pocas veces en sintonía con algún sector político dominante.

Por último, el Papa invitó a una renovación de la economía y de las finanzas para que colaboren en la búsqueda de soluciones más humanas a los problemas de toda la gente del mundo.

Libro Cristianismo

Muy en consonancia con estas duras palabras del Papa, mi padre Antonio Prida Barrios, Q.E.P.D., publicó en 1982 el libro Cristianismo Compromiso Social con motivo de la primera visita del Papa Juan Pablo II a México, llevada a cabo en 1979, en el que sistematizó parte de la rica doctrina social de la Iglesia Católica, la cual se ha enriquecido enormemente de entonces a la fecha, pero se puede sintetizar en la misma urgencia de humanizar la solución de los graves problemas sociales que enfrentamos en nuestro mundo cada vez más unido, lo que desde luego brinda la esperanza de que la experiencia y la creatividad de unos, alcance y beneficie a los otros.

Es por ello que resulta oportuno traer a colación el informe “¿Bienestar Público o Beneficio Privado?” publicado hace un año por OXFAM, una confederación internacional de 19 organizaciones que trabajan juntas en más de 90 países, incluido México, como parte de un movimiento global a favor del cambio, para construir un futuro libre de la injusticia que supone la pobreza. La tesis principal del informe afirma que la provisión universal de servicios públicos como la salud y la educación es indispensable para reducir la brecha tanto entre ricos y pobres, como entre mujeres y hombres; y que una tributación más justa de los ingresos más altos puede contribuir a financiar estos servicios.  

En el informe se recogen testimonios de personas de muy distinto origen, posición social y profesional en los que se pone de relieve la crisis de igualdad que vive la humanidad, a consecuencia del fracaso moral derivado de la avaricia y la injusticia, que debe ser resuelta con base en una economía humana que incluya a todos en el progreso social.

desigualdad en servicios publicos
Imagen: TEC.

Las principales recomendaciones de OXFAM a los gobiernos del mundo para reducir la desigualdad son: 1) universalizar la provisión gratuita de servicios públicos como la salud y la educación, ofreciendo prestaciones sociales básicas a todas las personas; 2) liberar tiempo a las mujeres de los quehaceres del hogar y la familia; y 3) gravar la riqueza y el capital de las personas y empresas más ricas de manera más justa, evitando la evasión fiscal. Según señala el informe, el dilema que enfrentan los gobiernos es: trabajar para que todos tengamos una vida digna, o mantener la riqueza extrema de unos pocos.

Se asegura que la desigualdad es resultado de decisiones y acciones políticas que excluyen de las oportunidades de desarrollo a millones de personas cuyo potencial es desperdiciado, pero se coincide con el reciente llamado del Papa Bergoglio en el sentido de que se trata de problemas solucionables, para lo cual se tendrían que ofrecer servicios públicos universales y sistemas de protección social, financiados a través de una fiscalización más justa que incluya el impuesto a las sucesiones.

El documento señala que este tipo de servicios públicos y prestaciones sociales pueden convertirse en el motor de la igualdad que libere a las personas sumidas en la miseria, permitiéndoles llevar una vida digna, de todo lo cual la sociedad en su conjunto se beneficiaría, “ya que menos desigualdad implica también menos delincuencia, más confianza, mejor salud y vidas más longevas y felices”.

desigualdad
Imagen: iStock.

El informe de OXFAM claramente se opone a la prestación de los servicios públicos por particulares, así como a las alianzas público-privadas, y más bien alienta la participación ciudadana en la exigencia a los gobiernos de rendición de cuentas y seguimiento del gasto público para que su uso sea eficaz y ausente de corrupción. Desafortunadamente, la institución omite en su informe la importante labor que la sociedad civil organizada ha brindado y debiera seguir brindando para paliar las insuficiencias de los gobiernos en la presentación de los servicios públicos a los que están obligados a proveer de manera universal.

A pesar de indiscutibles avances que en materia social hemos logrado en México y en el mundo, desde hace casi 40 años de que mi padre publicara su libro, escandaliza el hecho de que en pleno siglo XXI subsistan amplios sectores de la población mundial excluidos de servicios públicos tan básicos como los servicios médicos o educativos de calidad, orillándolos a la muerte prematura y a la ignorancia, indignas del ser humano.

En nuestras manos está acudir al llamado del Papa Francisco para hacer cada uno lo que nos toca en esta grave responsabilidad colectiva que tenemos de erradicar la pobreza en el mundo.


También te puede interesar: La vocación del servicio público.

Celebración del Día Europeo de la Mediación

Lectura: 4 minutos

El pasado 21 de enero se celebró el Día Europeo de la Mediación en conmemoración de la aprobación del primer texto legislativo de mediación europeo, adoptado el 21 de enero de 1998. Se trató de la Recomendación No. R (98) 1 del Consejo de Europa sobre mediación en el ámbito familiar.

Como es sabido, la mediación es un método extrajudicial para dar solución a un conflicto que puede darse en el ámbito familiar, civil, mercantil, laboral, social, y aún penal, mediante el diálogo y el entendimiento mutuo, con la ayuda de un tercero neutral llamado mediador, quien no puede tomar ninguna decisión obligatoria para las partes, sino que de manera imparcial trata de ayudarlas a entenderse y a ponerse de acuerdo para resolver un conflicto de manera definitiva.

Dicha celebración motivó estudios y análisis relacionados con la forma en la que dicha institución se ha desarrollado en Europa. Desafortunadamente sólo en algunos países europeos la mediación ha logrado asentarse y echar raíces profundas y fuertes, pero en la mayoría ha faltado ese cambio cultural que exige pasar del enfrentamiento al diálogo, en favor de la solución pacífica de los conflictos. El hecho de que la madurez social de las sociedades europeas, que son de las más avanzadas cultural y democráticamente del mundo, no haya logrado florecer la noble institución de la mediación en la forma que debiera, evidencia el enorme reto que para su desarrollo enfrentamos los países con sistemas educativos y democracias mas frágiles.

democracia fragil
Ilustración: Ucalgary

La actual Directiva 2008/52/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, adoptada el 21 de mayo de 2008, regula la mediación en asuntos civiles y mercantiles y ha sido incorporada a lo largo de los años a los ordenamientos de los diversos países que conforman la Unión Europea.  En el contexto español se implantó en 2012 la Ley de Mediación que contiene un registro de Mediadores que no ha garantizado la calidad de los profesionales de la mediación, elemento clave para que las mediaciones tengan éxito. También se ha promovido la mediación a través de la creación del Grupo de Magistrados Europeos por la Mediación y se han intentado crear legislaciones de impulso a la mediación, esfuerzos que han tenido frutos importantes, pero aún insuficientes. En algunos países, como Italia, se ha establecido en algunas materias la obligatoriedad de acudir a la mediación, antes de poder acudir a alguna instancia judicial, lo cual desde luego ha favorecido su desarrollo.

Salvo el caso de Estados Unidos en el que la mediación ha tenido desde hace décadas un éxito contundente, me parece que la mediación aún no logra un pleno desarrollo en Europa, en nuestro continente y en los otros, por la falta de una cultura en favor de la solución pacífica de los conflictos y del acuerdo. Aún hay desconfianza entre la población por la falta de conocimiento de la institución y por la falta de preparación especializada de los abogados tanto en negociación como en mediación, retos que comienzan a enfrentar con seriedad algunas de las universidades más prestigiadas del mundo, incluso de México. En atención a la complejidad de las áreas de especialidad que requiere un mediador profesional, las universidades comienzan a implantar un grado universitario en gestión y resolución de conflictos, lo cual parece muy promisorio.

acuerdo y mediacion
Ilustración tomada de: Dvid Klein.

En México se encuentra en la congeladora un proyecto de Ley General de Medios Alternativos de Solución de Controversias y de un nuevo capítulo del Código de Comercio sobre Conciliación Comercial, aprobados por la Cámara de Diputados a finales de la administración pasada, proyectos que deberán retomarse en el futuro próximo para establecer un marco legislativo uniforme a lo largo y ancho de la República que facilite la profesionalización del ejercicio de la mediación, así también para discutir temas tan relevantes como incorporar la necesidad de asistir de manera obligatoria a una sesión explorativa e informativa previa de mediación, a la que las partes asistan personalmente, o bien, el establecimiento de la mediación como un requisito previo a la vía judicial.

Se comienza a integrar en México algo similar al organismo español denominado  “Instituciones para la Difusión de la Mediación”, creado por distintos colegios profesionales madrileños para impulsar la mediación, esfuerzo que quizá pronto tomará el liderazgo en nuestro país para lograr materializar la anhelada ley de mediación a nivel federal, que logre detonar su uso generalizado para reducir substancialmente la desbordada litigiosidad que agobia a nuestros tribunales y convierte nuestra justicia en algo tan deficiente.

Los esfuerzos para difundir las ventajas de la mediación sobre cualquier otro medio de solución de controversias me parece que es la clave para que la sociedad tenga un mejor conocimiento de su funcionamiento y, en consecuencia, sea utilizado de manera general. El elemento fundamental para que una mediación fructifique, es el ánimo de las partes de restaurar una situación injusta creando un futuro mejor, pero lo que de ninguna manera puede lograr la institución es satisfacer un deseo de venganza o de revancha, el cual sólo puede ser obtenido legalmente a través de los tribunales.


También te puede interesar: Conflictos, votos y “Juego de Tronos”

Descendiente de Juárez fue colaborador de Franco

Lectura: 4 minutos

Hace un par de años, la editorial Anagrama publicó en Barcelona la más reciente novela de Cristina Fallarás intitulada Honrarás a tu padre y a tu madre en la que narra su historia familiar, enfocada fundamentalmente en el Coronel Pablo Sánchez Juárez Larqué –bisnieto del presidente Benito Juárez–, un zapoteca navarro que en 1936 llegó al cuartel de Castillejos de Zaragoza para unirse al golpe de Estado de Francisco Franco contra la República española.

En efecto, María de Jesús Juárez Maza, Jesusa, una de las hijas del Benemérito, se casó con José Sánchez Ramos, un acaudalado empresario español socio de Don Porfirio Díaz, los que procrearon a Delfín Sánchez y Juárez, quien se casó con la guapísima pelirroja francesa de la ciudad de Pau (Francia), Sophie Larqué, padres del mencionado Coronel que colaboró con el ex caudillo de España.

Pablo fue hermano de Delfín Sánchez Juárez Larqué, quien destacó en México como diplomático, siendo embajador en Yugoslavia, Holanda, Polonia y Guatemala, y fue padre de Delfín Sánchez Juárez Lazo, quien recientemente recibió la Legión de Honor por parte del Gobierno de Francia y fue consejero político de Porfirio Muñoz Ledo cuando se desempeñó como embajador de México ante las Naciones Unidas y secretario particular suyo cuando fungió como presidente del PRI y del PRD.

La niñez de Pablo y Delfín Sánchez Juárez Larqué fue difícil ya que su padre, desertor, desapareció al momento que su madre falleció, cuando apenas tenían 4 y 2 años de edad, respectivamente, fueron protegidos por su tía Cristina Sánchez Juárez, hermana de su padre y nieta de Don Benito, quien los internó en un colegio de los jesuitas en Valladolid. Allí aprendieron del padre Arbeola “su elegancia, austeridad y cierta forma de desprecio altivo” y les toca enfrentar la disolución de la Compañía de Jesús en España y el famoso discurso del presidente Manuel Hazaña en el que se declaraba que España había dejado de ser católica, episodio que marcó especialmente a Pablo.

Pablo, también nombrado Alférez de las fuerzas franquistas y espía de la inteligencia militar de Mussolini, adiestrado por la GESTAPO, se casó con María Josefa Íñigo Blázquez, hija menor del Barón de Apizarrena, cuya hermana Angelines fue viuda del magistrado del Tribunal Supremo durante la dictadura de Franco, Francisco González Inglada. Pablo, un portentoso joven militar guapo, culto y rico, cubierto de medallas, de metro noventa y cinco de altura y una piel de bronce de herencia zapoteca, decidió unirse a las tropas del alzamiento del General Franco, en vez de haberse venido a México con su tía Cristina que había ejercido de su tutora. Fue Coronel de Caballería del ejército español, miembro del Benemérito Cuerpo de Mutilados de Guerra y tuvo el ingrato cargo de Director General de la Cartilla de Racionamiento.

delfin y antonio prida
Delfín Sánchez Juárez Lazo y Antonio M. Prida.

El Coronel tuvo tres hijos, la tercera de las cuales, María de Jesús Sánchez Juárez Iñigo se casó con Félix Fallarás, y ambos son los padres de Cristina Fallarás, la autora de la novela. Pero el destino le hizo una mala jugada: su abuelo, el Coronel, asistió al fusilamiento del hijo de Félix Fallarás Notivol, el que justo antes de ser fusilado supo que en realidad querían matar a su padre, y que iba a ser con el tiempo el abuelo materno de la propia autora de esta historia familiar que parecería ficción sin serlo.

Después de su apoyo activo al Generalísimo Francisco Franco, el Coronel ejerció de abogado en su despacho, en el cual, vestido de civil, se pegó un tiro con una pistola Luger alemana.

La escritora de la novela, Cristina Fallarás, nieta de Pablo, y parte de la descendencia olvidada del Benemérito de las Américas en España, quien reconoce a Juárez como un referente político del movimiento de liberación de Latinoamérica, es una conocida novelista y periodista española, paradójicamente de izquierda radical, marxista y feminista, que realizó una búsqueda de los secretos de su pasado familiar para retratar, quizá sin proponérselo, la evolución política y sociológica de su país.

juarez Cristina Fallaras
Cristina Fallarás, escritora y periodista española.

Como nieta del fusilador y del fusilado, Cristina narra en primera persona la crisis que luego de 40 años España sigue enfrentando, dice lo que pasó y enseña cómo contarlo. Quiso al “abuelo facha” Sánchez Juárez que se quedó con Franco, sin restar su rabia por el abuelo Fallarás que fue fusilado. La contradicción que Cristina sufre en carne propia, la sufre de alguna manera toda España, pese a que no la sepa narrar como lo hace Cristina.

Aunque la novela se basa en hechos reales que por sí mismos parecen ficción, se ayuda de ésta para completar su obra con recuerdos, quizá parcialmente imaginados, preocupada por el hecho de que Las heridas las heredamos. El silencio las infecta