La pluma ecléctica

Lo natural vs. anti-natural. La fecundación in vitro

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Me encanta la ciencia, me maravilla ver cómo es que el ser humano puede, y ha utilizado siempre su capacidad intelectual para cambiar el mundo y mejorar sus condiciones de vida.

Desde las primeras etapas de la existencia, el rasgo distintivo de los seres humanos ha sido, precisamente, el uso del intelecto, el desarrollo científico y la utilización de tecnología. Todo empezó con las primeras y rudimentarias herramientas que el hombre desarrolló, pequeños mazos, flechas, arcos, cuerdas, etcétera.

Es por eso que me sorprende cuando, con el argumento de lo “anti-natural”, algunas personas se oponen lo mismo a la reproducción humana asistida que a la igualdad intelectual de hombres y mujeres. Hace tiempo, al presentar un libro precisamente sobre reproducción humana asistida, ya para concluir mi presentación, después de haber hablado de los procesos y las implicaciones jurídico/sociales de la fecundación in vitro, alguien me increpó, diciéndome, “ya ve abogado, en qué problemas nos metemos por ir en contra de la naturaleza”.

Como lo mencioné, yo estaba por terminar mi exposición, de hecho mis interlocutores ya estaban por retirarse del auditorio en el que nos encontrábamos. No pude (como en muchas otras ocasiones) quedarme callado y les pedí que tomaran asiento nuevamente, pero que antes de hacerlo, bajo el argumento de lo antinatural, pedía que se apagara el clima, pues era antinatural, también les pedí que nos desnudáramos ya que no nacimos con las ropas que usábamos.

Recuerdo la expresión de incredulidad de quienes me escuchaban, luego continué diciendo que el argumento de lo anti-natural es una falacia, expliqué que el ser humano ha ido en contra de la naturaleza desde sus primeros orígenes. Quien me había cuestionado volvió a intervenir, insistiendo en que era claro cuándo las cosas estaban en el orden de lo natural y cuándo no, y que no debíamos contravenir eso.

Le expliqué, que de ser así, no volviera a tomar por ejemplo un antibiótico, que si su cuerpo era atacado por una bacteria, él debía dejar que las cosas tomaran su curso y que si dicha enfermedad le causaba la muerte, pues ni qué hacer, ya que medicarse era ir en contra de “lo natural”. Al igual que los teléfonos celulares, los autos, el agua entubada, las gafas, y un largo etcétera.

En fin, la anécdota es mucho más larga, pero la idea es la aquí plasmada y, por cierto, en relación a lo “no natural”, quisiera concluir con la siguiente historia fascinante.

Este 25 de julio del 2018, se cumplieron 40 años de un hito cuyas implicaciones científico/sociales han sido profundas, el nacimiento de Louise Brown (n. 1978), una niña británica, quien fue la primera persona nacida a partir de un procedimiento de fecundación in vitro. Su nacimiento, como era de esperarse para la época, estuvo rodeado de polémica debido, precisamente a la forma cómo fue concebida.

nacimiento de Louis Brown
Portada del ‘Evening News’, 27 de julio de 1978 (Foto: Evening News).

Al ser el primer caso derivado de la fecundación in vitro, la prensa lo bautizó como el nacimiento de la “primer bebé probeta”, lo que para muchos fue un gran triunfo de la ciencia, pero para otros, sin embargo, era un retroceso al considerar como “anti-natural” el procedimiento.

El nacimiento de Louise fue la culminación de un trabajo de ocho años llevado cabo por el médico y fisiólogo Robert Geoffrey Edwards y el ginecólogo Patrick Christopher Stepote, mediante el cual lograron por primera vez, la fertilización in vitro de un embrión humano.

Después de Louise Brown, algunas fechas relevantes en cuanto al surgimiento de nuevos “niños probeta” son:

  1. Julio de 1980: primer bebé probeta australiana;
  2. Mayo de 1981: primer bebé probeta francesa (de nombre Anadine);
  3. Diciembre de 1981: primer bebé probeta estadounidense;
  4. 1983: primer bebé probeta italiana;
  5. julio y septiembre de 1984: primera y segunda bebés probeta españolas (Anna y Lorena);
  6. 1984: primer bebé probeta australiana, nacida, además, a partir de embriones previamente criogenizados.
científico
Robert Edwards, Bourn Hall Clinic, Inglaterra, 1989 (Foto: Corbin O’Grady Studio /Biblioteca de fotografía científica).

Según algunas estimaciones, a lo largo de estos 40 años, han nacido más de seis millones de personas gracias a este método de reproducción asistida.

Corolario

Una mujer producto de lo “anti-natural” que todo indica, ha llevado una vida muy natural. Tan natural que en 2006 dio a luz a su primer hijo concebido de manera “natural”.

“Es pequeño, pero perfecto”. Éstas fueron las palabras de Louise Brown para describir a su hijo Cameron, quien nació poco antes de la Navidad de 2006 en el hospital St. Michael de Bristol, Inglaterra.

Referencias:

https://elpais.com/elpais/2018/07/25/album/1532508040_364385.html#foto_gal_1

Nuevos dilemas sobre la paternidad y la maternidad

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Nos guste o no, cada día veremos más casos de mujeres que facilitan su vientre para gestar el hijo de otro u otros. La gestación por encargo, entendida como un medio que permite a quienes no pueden (o incluso a quienes no desean) gestar, probablemente dejará de ser noticia y se convertirá en algo más o menos ordinario.

La gestación por encargo, tiene, sin embargo, múltiples aristas, en ella encontraremos casos sublimes cargados de amor y otros que quizá nos ericen la piel. Apenas hace unos días, la prensa costarricense dio a conocer el caso de Ana, una mujer con un problema de cáncer en el vientre que, por lo mismo, no podía cumplir con su anhelado sueño de tener hijos.

De frente a tal situación Carmen, madre de Ana (nombres ficticios), se ofreció para gestar en su vientre a su propio nieto. La historia transcurre entre Costa Rica y México. En Costa Rica ha habido una resistencia para aceptar los procedimientos de reproducción asistida, incluso el tema llegó a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (caso de Artavia Murillo y otros contra Costa Rica). Así, viendo que en Costa Rica era difícil recurrir a este tipo de técnicas, Carmen y Ana vinieron a México a fin de hacer los procedimientos médicos del caso.

Si bien estos procedimientos se realizaron en México, Milagros, la niña de Ana, nació efectivamente en Costa Rica; el siguiente problema fue el registro de la menor ya que, de acuerdo con la legislación de aquel país, algo que sucede igual en México, se considera madre a la que da a luz.

La solución, poco práctica y francamente absurda, fue que Ana debió iniciar un procedimiento judicial para así, adoptar a su propia hija biológica, adopción que fue autorizada apenas en abril de este año.

Otro caso, eventualmente más controversial, es el del japonés Mitsutoki Shigeta, quien ha procreado en Tailandia, al menos 13 hijos con su material biológico, contratando mujeres que le han facilitado sus vientres para tales efectos. Al señor Shigeta se le acusó originalmente de tráfico de menores, sin embargo, en febrero de este año un tribunal tailandés reconoció su paternidad y le entregó la custodia de los menores.

Casos como los anteriores nos obligan a pensar y repensar qué debemos hacer en nuestro país, en dónde por prejuicios no abordamos estos temas, que ya suceden y para los cuales no tenemos una respuesta legal apropiada.

Otro caso, sumamente controversial, es el de Jessica Allen, quien facilitó en California, Estados Unidos, su vientre para gestar el hijo de otros, pero se llevó una sorpresa al saber que aunque estaba embarazada (con el material genético de quienes la contrataron) la señora Allen continuó ovulando, por lo que al tener relaciones sexuales con su esposo quedó embarazada por segunda ocasión.

vientre de alguiler
Jessica Allen y su familia (Foto: People).

Antes de que nacieran ambos bebés, se creyó que serían gemelos y en virtud del acuerdo que se tenían firmados, ambos niños fueron entregados a los padres contratantes. Finalmente, y mediando pruebas de ADN, se descubrió que no eran gemelos, sino dos seres con cargas genéticas diferentes, uno de los bebés tenía la carga genética de Allen y su esposo, en tanto que el otro tenía la carga genética de la pareja contratante.

La historia se complicó, porque en virtud del acuerdo suscrito y conforme a las leyes de California, ambos niños fueron registrados como hijos de la pareja contratante. Finalmente, Allen y su esposo, recuperaron a su hijo y lo integraron a su familia, no sin antes haber pasado por un gran periplo jurídico/burocrático.

Dejo algunos enlaces para los curiosos:

https://elpais.com/internacional/2018/02/20/mundo_global/1519125171_291084.html

https://www.bbc.com/news/world-asia-43123658

https://www.bbc.com/news/health-41858232

http://www.eluniversal.com.mx/blogs/colectivo-gire/2016/12/7/gestacion-subrogada-la-realidad-detras-del-amarillismo

Qué ganas de estar equivocado

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Qué ganas de que me digan “ya ves, te lo dije”; qué ganas de que la patria gane, que ganemos todos los mexicanos, los de a pie, los del metro y los que con mucho esfuerzo tenemos un carrito.

El primero de julio una abrumadora mayoría decidió el curso de mi país, yo no coincidía con la propuesta, pero insisto, qué ganas de que me reclamen, que me increpen, que me recriminen, que me digan “ya ves, te lo dije, te lo advertí, pero siempre fuiste un necio negado al cambio”.

Así, les confieso que deseo de todo corazón haberme equivocado, pero si de algo sirve, y para poner en contexto mis posibles necedades debo decir: Tengo casi cuarenta años esperando el cambio verdadero, ése que ahora se asegura que llegó, ése que espero que haya llegado incluso a pesar de mi tozudez, de mi ceguera, de mi estupidez.

No tienen idea de lo que se siente ser un cincuentón idealista, y esperar por más de cuarenta años ver una patria fuerte, una en la que el grito de “arriba y adelante” (1) sea sincero, en la que quede en evidencia que “la solución somos todos” (2), en la que la “renovación moral” (3) sea un compromiso real y compartido, en la que todos estemos de acuerdo en que “hable México” (4), ya que hablando México, es la única forma de lograr el “bienestar para tu familia” (5), esto claro está mediante “el voto del cambio” (6), lo que sólo será posible con “el presidente del empleo” (7) porque “mi compromiso es contigo” (8).

Es así que la frase: “Juntos haremos historia” (9) me dice poco. Tengo 54 años y casi 40 de conciencia política, ciertamente que juntos hemos hecho historia, los mexicanos y nuestros pésimos presidentes. Una historia que aunque no tengo nietos, si estos existieran no sabría explicársela sin sentirme culpable, cómplice, partícipe y hasta compinche. De hecho, me resulta complicado explicar estas cosas a mis hijas y mi hijo, sin sentirme apenado, avergonzado, acongojado.

En este contexto, perdónenme si ya no creo en los políticos, pero a mis 54 años he oído de todo, he creído en todos, he votado por los que he podido y, francamente, ninguno me ha cumplido.

No obstante, reitero, insisto, proclamo, no saben ustedes: “Qué ganas de estar equivocado”.

Referencias:

  1. Luis Echeverría Álvarez, culpable de la matanza del 68 y del 71.
  2. José López Portillo y Pacheco, quien prometió defender el peso como un perro y terminó nacionalizando la banca comercial, lo que provocó una hiper inflación que, quienes no son de mi edad, ni lo entienden ni lo recuerdan.
  3. Miguel de la Madrid Hurtado, que en el sismo del 85 deambulaba como zombi sin saber qué hacer y quien es el padre del “liberalismo”. Y gracias a quien de enero a diciembre de 1987, la moneda mexicana perdió un 192% de su valor tras sucesivas devaluaciones, periodo en el que la inflación en tan sólo 12 meses alcanzó una tasa del 160%.
  4. Carlos Salinas de Gortari, el presidente que nos hizo creer que estábamos a la altura de cualquier nación, pero que después de que mataron a Colosio, perdió todo tipo de pisada, llegando a refugiarse en su infinita insensatez en Fomerrey 111, en el sector San Bernabé, de Monterrey (Nuevo León), donde inició una huelga de hambre en protesta porque se le acusaba de interferir en las investigaciones del asesinato de su amigo y propuesto candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio. De este último y, en virtud de estar muerto, por respeto no digo nada.
  5. Ernesto Zedillo Ponce de León, probablemente el presidente más gris de la historia. Quien hay que señalarlo, no obstante su grisácea personalidad, logró todo lo que Salinas deseaba como expresidente.
  6. Vicente Fox Quesada, ése que en 2001 me avergonzó como mexicano al presentarse en España presumiendo en una cena de gala que le ofrecieron los reyes Juan Carlos y Sofía de España, sus botas de charol.
  7. Felipe Calderón Hinojosa, el que efectivamente logró muchos empleos, pero para el narco, ya que éste se multiplicó exponencialmente.
  8. Enrique Peña Nieto, el más falso de todos los anteriores, ya que no se comprometió con nadie, ni conmigo, ni contigo, ni con la patria.
  9. Andrés Manuel López Obrador, el que todo promete resolver con amor y paz y, de quien deseo de todo corazón que lo logre.

El destino es la patria

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De frente a las próximas elecciones, debemos tener claro que abatir la corrupción y las desigualdades que se viven en nuestro país, es apenas un medio para alcanzar un fin. El fin no debe ser en sí mismo ‒el abatimiento de la corrupción‒, el fin debe ser modificar nuestros parámetros culturales de honestidad y solidaridad, de igual forma, acabar con la desigualdad es también un medio, ya que el fin debe ser alcanzar la prosperidad de las generaciones presentes y particularmente de las futuras.

México no necesita de mesías, pero tampoco de tecnócratas que todo lo quieren convertir a datos estadísticos, de esos que en los últimos treinta años han repetido hasta el cansancio que los datos macroeconómicos son excelentes, cuando es evidente, simplemente por el número de pobres con los que contamos, que los datos microeconómicos son pésimos.

Digo no a los tecnócratas pero también a los mesías, lo que verdaderamente necesitamos son líderes honestos en los diferentes ámbitos de la vida nacional, y no como esos empresarios que hoy se desgarran las vestiduras, diciendo que si llega cierto candidato el país se desmoronará. Esos empresarios que en muchos casos son co-culpables de muchas de las desgracias nacionales. Somos un país con casi la mitad de personas sumidas en la pobreza, pero con empresarios que salen en la portada de la revista Forbes. ¿Esto es una contradicción evidente y vergonzosa no les parece?

Hoy veo con tristeza que, como nunca, las elecciones lo que han provocado es un resquebrajamiento social, incluso familiar. Veo cómo nos hemos radicalizado y en algunos casos, amigos e incluso hermanos, han terminado distanciados. Veo cómo en las redes sociales como Facebook, algunos candidatos tienen seguidores fieles, radicalmente fieles, que al exponer sus puntos de vista, consciente o inconscientemente, terminan por descalificar cualquier otra opinión.

fanatismo en partidos políticos

Lo triste del caso es que a muchas de esas personas que veo en “mis redes sociales” las conozco y las desconozco a la vez. De muchos de ellos yo tenía una imagen de personas sensatas, que de frente al fenómeno “elecciones 2018” se han transformado, se han dejado infectar por el virus del divisionismo y la radicalización, y por otro quizá peor, el de la falta de respeto y la no solidaridad.

También veo y escucho muchas opiniones en el sentido de que debemos votar inteligentemente, sin embargo, seamos sinceros, con los candidatos actuales y sus propuestas de campaña, no puede haber un voto inteligente. Si acaso lo que puede existir es el mal llamado “voto útil”, porque lo verdaderamente inteligente sería no votar por ninguno, ya que ninguno ofrece ni certeza, ni viabilidad, ni convicción en sus propuestas.

La actual oferta política ‒que por cierto se replica en candidatos a alcaldías, diputaciones y senadurías‒, es francamente insuficiente, además de mesías y tecnócratas, tenemos brabucones que proponen que nuestro país salga de tratados internacionales en materia de derechos humanos para poder cortar las manos a los políticos corruptos y dar de azotes a secuestradores en la plaza pública. Candidatos como estos tal pareciera que nos quieren llevar de nuevo a la etapa del medioevo, al oscurantismo que, recordémoslo bien, duró casi mil años y su máxima representante fue la Santa Inquisición.

Por favor ayúdenme: ¿Explíquenme, cómo es posible votar razonada e inteligentemente, con semejantes barbaridades? ¿Cómo, con tan pobres propuestas en general, podemos alcanzar una nación que sea más solidaria, tolerante, respetuosa, incluyente y honesta?

En ese sentido, me encanta, apoyo y secundo la propuesta de Diego Luna, “el 2 de Julio la vida nacional continuará, quienes no somos políticos, es decir, los ciudadanos comunes, deberemos vernos las caras nuevamente, tendremos entonces que reconciliarnos, porque de no hacerlo así, estaríamos destinados a convertirnos en una sociedad convulsionada, sin futuro. México es y debe ser más que la política y sus políticos.

La aventura llamada vida

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La vida es una aventura cuyo destino final (por cierto, imposible de evitar) es la muerte. Sí, esa palabra incómoda, embarazosa y difícil, que todos queremos evitar. Por lo mismo, antes de llegar a la tumba (como destino inevitable) debemos gozar al máximo lo que la vida nos da.

Y la vida en su sabia armonía nos da de todo, amores inconfesables, de esos que sólo tus neuronas en su función sináptica podrían dar fe, e incluso (y peor aún) desamores igualmente inconfesables. Éxitos y fracasos, errores y aciertos, decisiones y retracciones, subidas y bajadas, amigos leales y enemigos peores.

Por eso me gusta pensar que en la vida se trata de llegar al final con los zapatos desgastados de tanto caminar, de tanto recorrer caminos, mundos, lugares. Se trata de llegar con las manos callosas de tanto tocar, de tanto acariciar. Sí, creo que al final se trata de que mis manos hayan tocado todo, la tersa piel de un niño recién nacido, las caderas de esa mujer que te vuelve loco, o las arrugas del viejo, esas arrugas de mis padres que en sistema braille cuentan una historia inequívoca, una historia particular.

Al final, si pretendemos ser hombres y mujeres de bien, deberíamos siempre llegar con el corazón arrugado de tanto amar, de tanto dar, de tanto seducir. Llegar al final implica, necesariamente, llegar con la vista cansada de un viejo aventurero.

No obstante lo que creemos, no se trata de morir en paz, de hecho se trata de lo contrario, se trata de morir diciendo “a mí nadie me cuenta nada”. Se trata de que al alcanzarnos la muerte, hayamos vivido una vida ajetreada, atareada y plena, se trata de gozar eso que para algunos nos lo manda dios, o eso que para otros nos lo manda el azar, el perfecto caos del universo, la anarquía de la incertidumbre que sólo una vida plena te puede dar.

pareja

Y que conste, no me quiero morir, de hecho sólo deseo vivir; pero hacerlo en plenitud, lo que quiera que ello signifique para cada quién y para cada cual.

Gozar la vida es amar a quienes nos rodean, hijos, hermanos, esposa, amigos (y amigas, para que no se me critique por cuestiones de género), gozar la vida incluye, sin duda, amar al prójimo, incluidos los desconocidos. No olvidemos que vivir es aprender a gozar de igual forma en los desiertos que en los páramos, en las estepas que en las llanuras.

No pretendamos que todo esté bien. La vida nos provee de muchas cosas que están mal, precisamente para retarnos, para provocarnos, para descubrir nuestras capacidades, e incluso y aunque no nos agrade, para revelar nuestras limitantes que, si bien nos pueden parecer vergonzosas, no son tal, ya que sólo son muestra inequívoca de nuestra condición humana.

Es por eso que coincido con Hunter S. Thompson, lo verdaderamente valioso al final de la vida, de mi vida, es poder llegar derrapando, entre una densa nube de humo, completamente desgastado y poder proclamar “uffff, vaya viajecito que me aventé”. Esto es para mí vivir.

La eutanasia, Paula Díaz y Michelle Bachelet

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En febrero de 2018 se presentó otro caso sobre eutanasia. Se trata de la joven Paula Díaz, una chilena con un padecimiento extraño, que suplicó a la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, le autorizara la aplicación de la eutanasia. La joven, en videos que se han hecho virales, manifiesta que no hay una sola parte de su cuerpo que no le duela.

Paula, originaria de Talca, una pequeña ciudad chilena de aproximadamente 220,000 habitantes, se queja de una serie de problemas derivados de una enfermedad aún no diagnosticada; síntomas que aparecieron en 2013, y que desde esa fecha, asegura, se han agravado. Paula presenta severos movimientos involuntarios, pérdida temporal de la conciencia, extremidades paralizadas y, según lo manifiesta la joven, un dolor que califica como insoportable.

La familia asegura que la enfermedad de Paula se desató a partir de una vacuna que recibió en 2013, vacuna para prevenir difteria, tétanos y tos convulsiva.

Varias son las reflexiones que podríamos hacer en este caso:

  1. De ser esto cierto, lo de la vacuna (porque no existe hasta el momento una versión médica en ese sentido), la situación viene a cuestionar, no sólo en Chile, sino en cualquier parte del mundo la obligatoriedad de las vacunas. Recordemos, sin embargo, la casi epidemia desatada en algunos países europeos por la negativa de muchos ciudadanos de vacunar a sus hijos.
  2. Teniendo en cuenta el no diagnóstico puntual y el sufrimiento de Paula, otra pregunta obligada es: ¿Paula realmente desea la eutanasia? ¿O está siendo orillada a ello, en virtud de un sufrimiento no tratado?
  3. ¿Qué pasa en este caso, en el que al no haber un diagnóstico de fondo, tampoco se aprecia un procedimiento que contribuya a mitigar el dolor?
  4. ¿Qué nos pasa como sociedad, cuando nos hacemos insensibles al sufrimiento ajeno, cuando teniendo, como supongo que Chile lo tiene, tratamientos para atemperar el dolor, estos no son proveídos a quien sufre?

Adicionalmente, llama la atención que, en el caso particular de Chile, fueron dos veces (recordemos el caso de Valentina Maureira) que un enfermo le pidiera a la ex presidenta su intervención. Los presidentes no pueden hacer nada en estos casos, no obstante, la gente cree que sí. La única respuesta posible de Michelle Bachelet fue que la ley prohíbe la eutanasia y, aunque no lo diga, lo que subyace es que esa facultad no es del ejecutivo sino del legislativo, que es el que, en última instancia, legisló, precisamente, en el sentido de prohibir este tipo de prácticas.

Como bien dice la Dra. Asunción Álvarez del Río, experta en este tipo de temas bioéticos, la eutanasia es un ejercicio de libertad; no se trata de defender valores, o ideas santificadoras de la vida, sino, precisamente, de reconocer el derecho de las personas a ejercer su libertad. Se trata, siguiendo la postura de la Dra. Asunción, de promover una sociedad más justa, en la que se respeten las decisiones de todos y no una en la que se impongan los criterios de unos cuantos.

Algunos enlaces de interés:

http://www.24horas.cl/nacional/la-historia-de-paula-la-joven-que-le-pidio-la-eutanasia-a-la-presidenta-bachelet–2635087

http://cnnespanol.cnn.com/2015/05/14/fallece-valentina-maureira-la-adolescente-que-le-pidio-la-eutanasia-a-la-presidenta-bachelet/

Autonomía universitaria

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Trabajo en una universidad pública, en una de ésas a las que se les llama autónomas. Lo triste del caso es que parece que nadie entiende el concepto de “autonomía”. Muchos piensan que las universidades “autónomas” son una especie de principado, una especie de nación dentro de otra.

Esa visión sesentera de la autonomía es inoperante, de hecho, la autonomía nunca significó eso, nunca las universidades autónomas fueron un feudo particular, un lugar con leyes independientes del estado.

Las universidades autónomas no son más que entes públicos y, por ende, organismos que viven de la aportación gubernamental, es decir, que viven y subsisten del dinero que “el pueblo” paga. Los maestros, de las universidades autónomas (al igual que los del SENTE y la CENTE), recibimos un salario producto del pago de los impuestos de todos los mexicanos. No somos, ni podemos ser, particularmente en materia de fiscalización, entes autónomos. Tampoco somos, ni hemos sido, una isla en medio de la nada.

Las universidades autónomas son autónomas en cuanto a lo académico. A una universidad autónoma nadie le puede decir qué programa proponer o promover. La autonomía es académica y, por ende, intelectual, pero dicha autonomía no implica que este tipo de universidades no deban rendir cuentas económicas.

Las universidades autónomas deben, incluso, como un deber ético y moral, ser totalmente transparentes, en cuanto a los dineros, dineros que, insisto, no salen de los árboles, sino que salen de los impuestos que cada mexicano paga, al comprar una coca cola o un litro de gasolina; los recursos financieros de las universidades públicas vienen del Estado y es por eso, precisamente, que se debe rendir cuentas.

universitarios

Otro error es creer que a las universidades públicas cualquiera puede entrar. Esto es un error, precisamente por los argumentos antes citados; si este tipo de universidades es sostenida con el dinero del pueblo, este dinero debería ser invertido inteligentemente, y no es inteligente dejar entrar a cualquiera; algunos que, a la postre, jamás concluyen una carrera, pero sí le cuestan a la nación.

El sistema de méritos es uno que debe imperar en toda universidad pública; debemos invertir en los mejores, no en aquellos que, sin mérito alguno (y lo peor, en muchos de los casos, sin interés alguno), ingresan. Que no se me malinterprete: no pretendo decir que la universidad pública se privatice, la universidad pública ha tenido y tiene una función social determinante, lo que sí sostengo es que las universidades públicas (autónomas o no) deberían, en todo caso, preparar a aquellos que sí tienen ganas de estudiar. El dinero público, entonces, se canalizaría a los mejores talentos, no a los llamados “fósiles”, a los que han hecho de las universidades y del estudio un negocio particular.

La propia Corte lo ha dejado claro desde el 2010, al establecer mediante jurisprudencia que: “Del artículo 3°, fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que la autonomía de las universidades públicas confiere a éstas la facultad de autoformación y autogobierno acotada constitucionalmente para determinar sus planes y programas de estudio, y fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico, así como la forma en que administrarán su patrimonio.”

En otra tesis jurisprudencial podemos leer lo siguiente: “…Pero dicho principio no impide la fiscalización de los subsidios federales que se otorguen a las universidades públicas para su funcionamiento y el cumplimiento de sus fines, porque tal revisión no significa intromisión a su libertad de autogobierno y autoadministración, sino que la verificación de que efectivamente las aportaciones económicas que reciben del pueblo se destinaron para los fines a que fueron otorgadas…”

Entonces, dejemos pues esas ideas arcaicas, que pretenden atribuir a las universidades públicas autónomas el estatus de entes soberanos, el estatus de un estado dentro de otro estado.

Ectogénesis, ¿el último eslabón de la liberación femenina?

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Para algunos ya es sorprendente que existan los llamados “bebés de probeta”, es decir, seres humanos que, en sus primeros orígenes, al momento de la fecundación, fueran “creados” por la expertise médica y no por el azar “natural”.

Pues bien, qué pasaría si ahora pudiéramos no sólo crear embriones humanos en el laboratorio, sino que fuéramos capaces de tener una matriz artificial. De ahí la pregunta que encabeza esta entrega: ¿es la ectogénesis el último eslabón de la liberación femenina?

O planteado en otros términos: ¿es acaso el embarazo el último eslabón que faltaba romper para lograr una verdadera igualdad entre hombres y mujeres?

Aunque todo indica que falta mucho para ello, ya se ha logrado el nacimieto de animales que, bajo las viejas reglas del juego, deberían haber muerto, en virtud de un alumbramiento prematuro.

Efectivamente, científicos ingleses han creado la llamada Biobag o Biobolsa, una especie de nueva y revolucionaria incubadora, que ha permitido continuar con el proceso de crecimiento de fetos de corderos, mismos, que originalmente hubieran muerto al nacer prematuramente.

Esta biobolsa, viene a suplantar al vientre materno, proveyendo al feto de los nutrientes necesarios para que éste pueda continuar su ciclo de crecimiento. Como es de esperarse, más de uno ha pensado en que dicha posibilidad podría ser trasladada a los humanos.

Incluso, y viendo más lejos, hay quien piensa que es el primer paso para el desarrollo de un “útero artificial” que podría liberar a las mujeres de “su obligación” de gestar.

Imaginemos que esto fuera cierto (lo que, por lo demás, parece muy lejano aún). Implicaría, por ejemplo, que las mujeres no tuvieran que abandonar sus empleos por un embarazo; evitaría la pérdida de la figura derivada de la gestación, así como los riesgos inherentes, no sólo de la gestación, sino del parto en sí mismo.

Sin embargo, de igual manera, los varones no necesitarían el concurso de las mujeres para poder tener hijos, ¿esto nos haría una sociedad más justa, o por el contrario, terminaría separándonos de manera irremediable a hombres y mujeres?

Mamá embarazo

Otra pregunta especulativa es que, si la viabilidad fetal ha sido un elemento determinante para dotar de derechos al embrión, ¿qué pasará con la biobag? En términos de la forma en que los seres humanos iniciamos nuestras vidas, este tipo de avances vienen a cuestionar conceptos milenarios. De ser cierto y aplicable para los humanos, estos avances vendrían a cimbrar nuestras creencias más profundas; vendrían a cuestionar valores morales que han sido casi inamovibles por siglos. Ni qué decir sobre las implicaciones éticas, bioéticas y biojurídicas en términos de maternidad y paternidad.

Avances como el que comentamos, permitiría a los fetos prematuros poder continuar con su proceso de gestación y, por ende, convertirse en bebés, que, de otra forma, con la tecnología actual, tendrían que ser abortados y, consecuentemente, nunca existir. Ni decir que, con una tecnología como ésta, se podría ofrecer una alternativa más segura, en cuanto al embarazo e inclusive al momento del parto, así como un entorno más saludable para el feto, ya que sería fácil eliminar riesgos asociados a las drogas o el alcohol, pudiéndose proveer al embrión o feto un equilibrio ideal de nutrientes, temperatura, movimiento y sonido.

Dejo algunos links para los interesados en el tema:

https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2017/sep/04/artifical-womb-women-ectogenesis-baby-fertility

http://www.sciencemag.org/news/2017/04/fluid-filled-biobag-allows-premature-lambs-develop-outside-womb