Sociedades del Siglo XXI

Imágenes divinas para atacar la aporofobia

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Estamos en la época navideña en la cual se rememora el nacimiento de Jesucristo en el pesebre judío de Belén, y la Iglesia Metodista de Claremont en California no ha querido pasar desapercibida a través de un mensaje con alto grado de simbolismo, al instalar el fin de semana pasado, un “belén estadounidense” en su centro de culto; la peculiaridad del pesebre es que los integrantes de la Sagrada Familia estaban separados en jaulas individuales, a manera de denuncia contra la separación parental ejecutada en la era Trump. Desde la institución religiosa no obstante, afirman que esta representación “no lo vemos como algo político; lo vemos como un caso teológico”.

En un principio, creo que esta genuina y creativa iniciativa retrata de forma icónica la situación a la que se han venido enfrentando los indocumentados del sur de la frontera estadounidense, pero a la vez es una forma de denuncia que, pienso, tiene sus raíces en la falta de empatía con el dolor de “el otro” (pero sobre todo con aquel que generalmente no dispone de los recursos materiales para buscar otras alternativas de entrada al territorio norteamericano). Es tan importante este debate en todos los niveles de los estamentos sociales, que la Fundación para el Español Urgente (Fundéu) declaró en 2017 la aporofobia: “miedo al pobre” –término acuñado por la filósofa Adela Cortina–, como la palabra del año.  

Esto resulta innegable ante las acciones presentadas, como el denominado “tercer país seguro”, impulsado por Estados Unidos en las naciones del triángulo norte centroamericano, que se muestra como un claro ejemplo de que los sistemas de vida a los que hemos estado acostumbrados, han colapsado para algunos sectores humanos debido a factores tan diversos como la explosión demográfica, la violencia, el cambio climático y del “secuestro” de los estados de origen de los inmigrantes por parte de grupos corruptos, etcétera.

Pero también, es un indicativo de que la actual administración Trumpista ha mostrado una indeleble intolerancia hacia el fenómeno, pues desde sus comienzos en la Casa Blanca, se ha promovido la aplicación de diversas medidas para paliar la inmigración indocumentada, lo cual me da pautas para pensar en una suerte de lógica capitalista de prevalencia en la “selección” de los recursos humanos por sobre el derecho al trabajo –incrementado exponencialmente en la época de la generación millennial–.

aporofobia
Fotografía: La Neta Neta!

Y que esto se agrava aún más debido a la evolutiva sustitución de las actividades y relaciones humanas afectivas por instrumentos tecnológicos, competencias profesionales para entrar al mercado de trabajo y la entronización actual de la Inteligencia Artificial, lo cual profundiza la brecha de los migrantes para acceder a dignas condiciones en su existencia.

En mi opinión, el fenómeno migratorio siempre ha existido debido a la imposibilidad humana de incrustar la equidad como una máxima de convivencia para prevenir el desarraigo. De manera tal que, a falta de esta, la necesidad de desplazamiento se convierte en un imperativo de supervivencia.

Considero por otra parte, que esta campaña que se gesta desde un recinto religioso debe dar pie a la comprensión intercultural sin distinción de ninguna naturaleza, lo cual tiene que ver con los derechos humanos, mismos que yo condensaría en dos de las “cuatro libertades” pronunciadas por el expresidente Franklin Roosevelt en 1941: “libertad de vivir sin penuria y libertad de vivir sin miedo”.

En conclusión, me atrevo a decir que esta situación sólo puede combatirse con la “apertura” de espacios geográficos alternativos que potencien el trabajo contra la desigualdad (en el caso hondureño por ejemplo, se acaba de implementar un programa gubernamental bilateral que permite contrataciones documentadas de trabajadores), pero también la idea de que el miedo genera exclusión y marginación como se ha podido observar con esta iniciativa de la iglesia norteamericana.  

P.D. En la su columna de opinión del 4 de enero de 2018 para El País, Milagros Pérez Oliva deja entrever que “para que el miedo se convierta en rechazo es preciso un proceso mental que anule la compasión y la empatía. Ese proceso lo proporciona la ideología y se activa cuando señala a los pobres como culpables de su pobreza”. De acuerdo a datos de la instancia cristiana, en los últimos tres años ha habido “mas de 5,500 niños separados de sus padres”.   

Códigos sociales y avalancha antisistema

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Los últimos meses de 2019 han sido marcados por violentas manifestaciones antisistema en diversas localidades latinoamericanas, desde Chile, pasando por Colombia, otra “hecha al lado” del expresidente Evo Morales, la crispación social hondureña debido a la exigencia de amplias capas poblacionales que exigen la salida del “presidente” en funciones, hasta México, con una progresiva y acelerada pérdida de confianza pública en la gestión federal-estatal de la seguridad ciudadana (desatada de una u otra forma con el crimen contra la familia Le Barón en el extremo norte de la república norteamericana).

Lo primero que me viene a la mente al observar la realidad en la que nos estamos “acostumbrando” los ciudadanos de nuestros países –y digo esto por la constante mediatización de estas “nuevas” insurgencias sociales–, es que los modelos políticos de gestión de los estados-naciones en nuestra región han actuado mediante una lógica de mediano alcance en la comprensión de las realidades que nos afectan. Pero, además, el problema de la anteposición de los compromisos particulares con segmentos “cercanos” al poder, obviando de una u otra forma la ingente necesidad de activar (lo que yo podría denominar “centrales de prevención vs desafección del virus de la calamidad social”), y digo, valga la aclaración “calamidad social” porque es patente que desde el momento en que se generan brotes de protesta como los que estamos viendo, significa que las cosas no necesariamente andan bien (como lo pregonan a los cuatro vientos los instrumentos propagandísticos de los administradores de la actividad pública). De hecho, lo constatamos con rebeliones contra líneas políticas gubernamentales adscritos a discursos ideológicos de derecha e izquierda, lo cual debe servir para rediseñar los mecanismos de diálogo (y la posibilidad de una traducción genuina a la práctica de los mismos).  

Protesta en Chile
Fotografía: Entorno Inteligente.

Ahora bien, hay factores que coadyuvan a que estas rebeliones de las masas tengan un mayor efecto que en otros territorios. Pongo para este caso el ejemplo Bolivia-Honduras, dos de los países más pobres de la región, mientras que en el primero el desgaste de “legitimidad”, diría yo de la “marca” socialismo del siglo XXI, ha pasado factura al exlíder de la república andina –lo que podría atribuirse a un mayor protagonismo de los nuevos y emergentes actores de esa realidad, es decir, los jóvenes con conciencia social y un mayor nivel de escolaridad y cultura global de los cambios contemporáneos–. En la nación hondureña los “fallidos” intentos por lograr “apartar” de su cargo a Juan Orlando Hernández, –reelecto de forma cuestionada– no han dado frutos, pienso que debido a las persistentes distensiones dentro de los propios órganos opositores que van en contravía “natural” al objetivo preciso de lograr una amalgama uniforme social movilizada para alcanzar tal propósito, pero además por la denostada apatía en la integración común a la búsqueda de objetivos mancomunados.

En definitiva, pienso que el advenimiento de respetables niveles de igualdad y competitividad de nuestros países, pasa por la apertura e inclusión de nuevos cuadros sociopolíticos en los que se incluyan nuevas figuras en la materia. Esto consecuentemente atrae una idea concreta de democracia en tanto no son los mismos líderes que se han “embriagado” de las canonjías del sistema quienes detentan el poder. Ahora bien, hay que preparar entonces una especie de “anticuerpos”, para que aquellos que intentan buscar el cambio, caigan en el mismo círculo, lo cual inevitablemente no hace más que perpetuar la desesperanza. 

Bolivia.
Fotografía: El Universal.

P.D. Datos del año pasado, proporcionados por la Corporación Turca de Radio y Television (TRT), con base a cifras de la Agencia Anadolu (AA), fundamentado al mismo tiempo en datos del OPHI de la Universidad de Oxford y el PNUD-refieren que Guatemala, Bolivia y Honduras (con el 29%, 20.45%, y 19.49%, respectivamente, son los países más desfavorecidos de la zona, según la medición del Índice de Pobreza Multidimensional). Al respecto, en entrevista a BBC News Mundo y mediatizada a mediados de mes por parte del experto economista venezolano Moisés Naim –afincado en Washington–, ha dejado entrever que actualmente, hay más latinoamericanos fuera de la pobreza que nunca antes, quienes son “gente más educada, más curiosa, más desconfiada y escéptica de su gobierno, más intolerantes con la desigualdad y la corrupción, que están viendo cómo le hacen para sobrevivir como clase media”.

Tercer país seguro y colonización del imaginario Trump

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Al parecer Donald Trump –quien se encuentra bajo presión de juicio político– ya se cansó de ver a través de los telenoticiarios, reportajes periodísticos e informes de sus súbditos de Seguridad Interior el agolpamiento de la desesperanza encarnada en masas migrantes excluidas que se han venido “moviendo” en amplios márgenes de su frontera sur con el propósito de entrar. Es así que se ha puesto de moda en estas últimas semanas el tema “tercer país seguro”, con el cual indudablemente se busca expandir la posibilidad de contacto entre solicitantes de asilo y los gestores de dichas solicitudes, congregándolos en una especie de gueto a miles de kilómetros de la tierra del “tío Sam”, y para ello se trabaja con los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras; entre tanto, a México ya lo han convertido de facto en un tercer país seguro muchedumbres de estos países del triángulo norte decidieron cerrar una historia de precariedad en sus naciones con la mirada puesta en un nuevo horizonte.  

Migracion.
Imagen: Animal Político.

Para empezar me parece necesario reflexionar sobre la comprensión de los derechos humanos, los cuales a mi parecer son reinterpretados constantemente debido a los intereses ideológicos que permean la posibilidad de encontrar soluciones pragmáticas y duraderas a fenómenos como el migratorio, en donde el otro en condiciones de exclusión se lanza a una aventura incierta y de la cual solamente “la providencia divina” puede salvarle. Como ejemplo se puede observar el caso de la hondureña Jacqueline Irías –y que lo informan diversos medios como Univisión–, quien “ha vuelto a la vida”, pues se ha reencontrado en territorio sur mexicano con su hermana Joaquina Irías –ambas de la aldea Guatemalita, en la municipalidad de Orica en territorio hondureño–, a casi quince años de haberse separado de su familia, en los albores del siglo XXI, en la búsqueda del sueño americano. 

En mi opinión –y varias veces lo he comentado– , creo que esta idea de tercer país seguro está destinada al fracaso debido a que los países propuestos adolecen de la infraestructura adecuada para dar la atención apropiada a los solicitantes de este mecanismo y es menos fructífera pues de lo que se trata es de buscar soluciones estructurales a desigualdades abismales en estos países. Considero que cuando los procesos no son previamente planificados se extravían en gruesas capas de oscuridad, a raíz de la falta de compromisos reales, tanto de los dirigentes de países expulsores, como los de tránsito, y finalmente los de destino.

Migracion.
Imagen: Televisa.

En definitiva, los medios de comunicación que han venido informando –ya sea por agenda propia o por el interés que reviste el tema– así como la “agresividad” social que entrañan las imágenes que se mediatizan en Latinoamérica y el mundo, permiten lo que yo llamaría una suerte de honestidad en la comunicación mediática con la conciencia humana. En este proceso puede percibirse entonces un binomio interés-desinterés en la gestión del bienestar en las localidades de origen de los migrantes quienes a falta de oportunidades –con una brutal desigualdad en el acceso a las relaciones sociales y los procesos de acercamiento al empleador–deciden emprender la travesía que paso a paso les confronta con escenarios hostiles, debido a su indigencia cultural, económica, política y social.


P. D. La historia registra que la idea de “tercer país seguro” tiene sus orígenes con la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados firmado en Ginebra en 1951. 

Abominación de conmoción global

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A principios de esta semana, concretamente el 4 de noviembre, la humanidad ha padecido una sacudida a las conciencias –de una u otra manera– con el atentado criminal que dejó como resultado el asesinato de nueve integrantes de la familia LeBarón, en el norte mexicano, en el tránsito de Chihuahua a Sonora. Autoridades que investigan el caso dejan entrever, como principal hipótesis, que hubo una confusión en el atentado a la familia mexicana-estadounidense con filiación mormona, pues afirma que esta actividad delictiva había sido planeada como una emboscada entre bandas rivales relacionadas al narcotráfico, algo que niegan los parientes.

En un principio, esta noticia es un reflejo de cómo muchas veces en nuestra región latinoamericana, la autoridad es rebasada, por ejemplo, en estrategias de grupos al margen de la ley que atentan contra la seguridad ciudadana, pero también en la pérdida progresiva de territorios (lo que obviamente se traduce en una regresión hacia la “ley de la selva”, producto de la falta de intervención preventiva y reactiva de los estados como los nuestros en la afirmación de una verdadera soberanía, y es aquella que busque asegurar que la ciudadanía y los habitantes de una u otra demarcación tengan la garantía de desarrollar sus diversas actividades cotidianas sin temor de ninguna naturaleza).

Desde la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo,se quiere desmarcar de los señalamientos ante cierta indefensión de amplias capas poblacionales, al dejar entrever que el armamento “es de fabricación y procedencia norteamericana”, poniendo de nueva cuenta en el debate público una solución integral ante el tráfico de armas. Ya observamos la retórica “menos migración” desde el sur mexicano (exigencia estadounidense) y, menos armas desde el norte estadounidense (exigencia azteca) a finales de la reciente primavera, en el contexto de una crisis migratoria que crece y decrece, producto de la mayor o menor amplitud o volatilidad desesperanza en estos grupos humanos.

A mi parecer, el deleznable acto criminal contra seres humanos amerita repensar los territorios (tanto físicos como del pensamiento), pues observamos que las rutinas periodísticas han sido –en mayor o menor medida– “remecidas” por información como ésta, que pone en tela de duda la legitimidad y el fiel cumplimiento, como una obligación constitucional, del servicio público de las fuerzas del orden a favor de la seguridad e integridad ciudadanas.

Tolerancia.
Ilustración: Tolerance.org.

Por otra parte, el siempre polémico Donald Trump ha endurecido su discurso y ha ofrecido apoyo militar a su contraparte mexicana Andrés Manuel López Obrador, para atajar la situación de violencia desprendida desde ese escenario e incluso ayudar a “desaparecer de la faz de la tierra” a los traficantes de drogas, pero parece no importarle el autocuestionamiento que debe hacerse en relación al trasiego clandestino de armas que muchas veces han cuestionado las autoridades mexicanas y son remarcadas ante esta situación. De acuerdo con datos del mes de agosto de la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), cada año ingresan a la República mexicana (de manera oculta) más de 200,000 armas de todo tipo.

El dignatario estadounidense ha demostrado, por ejemplo, ya sea por acción u omisión, ser simpatizante “a toda costa” de instancias defensoras del derecho a portar armas como la Asociación Nacional del Rifle. En algún momento, en el contexto de macro-eventos de violencia perpetrados en tierra anglosajona, los principales defensores de armar a la ciudadanía, han sugerido en reiteradas ocasiones: “contra un tipo malo armado, un tipo bueno armado”. Lo cual denota una irracionalidad motivada, antepuesta a todo principio lógico de paz, pues como se ha dicho de antaño, “la violencia engendra violencia”, y contra esta sólo se puede avanzar en base al trabajo contra la desigualdad y marginalidad y a través de la integración. Es decir, romper fronteras, no construirlas.

En conclusión, lo que ha pasado en México concierne al mundo en tanto se ha permitido visibilizar la falta de acciones a ciertos eventos violentos como este, pero también posibilita la observancia de que (distraídos en nuestros entornos laborales-sociales como nos encontramos), no nos permitimos muchas veces reflexionar en torno a la necesidad de potenciar y canalizar una mayor exigencia ciudadana en torno a la solución de estos asuntos.     

P.D.: La dinastía LeBarón se establece en corredor fronterizo del lado mexicano a finales del siglo XIX, después de ser perseguidos en Estados Unidos debido a sus tradiciones religiosas mormonas, en particular la vida poligámica.

Explosionar prejuicios para construir comunidad

Lectura: 3 minutosEl calendario global da paso este 29 de octubre al “Día Mundial de la Psoriasis”, con una serie de actividades mediante las cuales se busca en primer lugar visibilizar la afección humana; pero además con las efemérides se trata de educar y concienciar sobre este padecimiento que muchas veces es obnubilado por celebraciones precedentes en el escenario como el Halloween y más adelante el Día de Todos los Santos.

En un principio, creo que la falta de una cobertura universal de una comunicación neutral y científica, y explicada en un lenguaje sencillo para contrarrestar los diversos ruidos de la comunicación moderna, y en los diversos entornos ecológicos-humanos en relación a la comprensión de la enfermedad “contribuye” a la construcción de sociedades en los que prima el estigma y la discriminación, a raíz de la no explicación racional, en tiempo y forma, de los padecimientos de segmentos poblacionales.

Día Mundial de la Psoriasis
Imagen: tomada del Facebook de Emporio Organika Biocosmética.

Ahora bien, yo me preguntaría: ¿Para qué el Día Mundial de la Psoriasis?, ¿será que se busca conmocionar a la humanidad en torno al surgimiento de nuevos padecimientos que tienen un origen de búsqueda en la biología originaria de los individuos y con ello apartarlos del mercado productivo?, ¿debido a la reconfiguración de los mercados laborales en nuestras sociedades?, o bien, ¿se trata de esfuerzos genuinos para fomentar la empatía de los diversos segmentos de la sociedad para desmontar prejuicios y promover el encuentro con las poblaciones que afrontan esta adversidad?

Aquí se cumple el famoso refrán producto de la transmisión oral no hay mal que por bien no venga, lo cual no es más que un indicativo de que las estructuras socio-sanitarias paupérrimas, muchas veces sirven para que personas de diversos estatus sociales manifiesten su descontento en torno a la gestión de la salud pública, lo cual invariablemente se traduce en mejoras –debido a las distintas presiones sociales– de los esquemas de atención ciudadana que contribuye a la justicia médica en el abordaje a las comunidades.

cuidar la piel de enferemedades
Imagen: agenciasinc.es.

Ahora bien, es importante saber por qué hay un “día internacional” contra la enfermedad, cuando en países como Honduras, por ejemplo, no existe una fecha de recordatorio en este padecimiento particularmente, lo cual contribuye a la desatención, la inhumanidad, y la falta de empatía por el tratamiento hacia aquellos sectores marginados por el sistema (no siendo otro que el establecimiento de mecanismos desde centrales económicas, políticas, con el asesoramiento científico para subyugar cuerpos y limitar la respuesta de las insurgencias sociales contra el “estado de las cosas”).

psoriasis, enfermedad
Foto: canariasdermatológica.

En definitiva, esta actividad conmemorativa no debe servir más que para replantear los procesos científicos de abordaje de la enfermedad; los avances y la socialización de los mismos en la comprensión de los anticuerpos sociales universales para controlar la misma; y, la ruptura de los prejuicios religiosos, culturales, biológicos y culturales para el entendimiento de ésta, a fin de construir sociedades autoevaluables y críticas en torno a las propias debilidades o deficiencias, antes que señalar defectos físicos o psicológicos de “el otro”.

P.D. De acuerdo al consenso internacional, la psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel de origen autoinmunitario, la cual produce lesiones en la dermis de los pacientes, pero no es contagiosa, aunque sí podría ser hereditaria. Fue un impulso de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que el 30 de mayo de 2013 diera origen formal e institucionalizado a la actividad.

Salud mental: una necesidad impostergable

Lectura: 3 minutos“Mente sana en un cuerpo sano”, esta frase se le atribuye al poeta romano, Décimo Junio Juvenal, en el segundo siglo de nuestra era, y es que el pasado jueves 10 de octubre, dicha frase recobró visibilidad y notoriedad en el marco de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, en el cual –siendo el tema central la prevención del suicidio–, con las diversas manifestaciones artísticas, entrevistas mediatizadas con expertos y una gran variedad de actividades deportivas, formó parte de la puesta en escena de una situación que muchas veces –por ocupaciones rutinarias– pasa desapercibido para amplios segmentos poblacionales a escala planetaria.

En un principio, creo que la vorágine dialéctica, mediatizada bélicamente (y reproducida de forma constante en los microespacios comunitarios), aunado a los problemas latentes del presente siglo: terrorismo, xenofobia, y exclusión, contribuyen en su mayoría a que la humanidad vea, de una u otra manera, deteriorada su salud mental. Y es la población más desfavorecida del sistema la que más se ve afectada por ello, puesto que no “puede” responder asertivamente a la situación, debido a la multitud de limitaciones a la que se encuentra expuesta (llámese sectores sociales con bajo nivel adquisitivo).

Depresión.
Ilustración: Pinterest.

Bajo mi perspectiva, la erradicación de este flagelo pasa por la desactivación de los prejuicios, que muchas veces –consciente o inconscientemente– dirigimos a “el otro”, e invariablemente conduce a estas personas afectadas a guetos de exclusión y soledad (debido a la inoculación del “virus” del rechazo), y posteriormente los conduce a tomar decisiones que se tornan fatales (ya sea el autoinfligirse daño o tomar el camino equivocado del crimen, por el falso error de creer que no caben en las sociedades contemporáneas).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte reiterativamente en su constitución de que “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social”, y añade que “no es solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, dicha afirmación me remite al pensador galo Félix Guattari, como una especie de paralelo, quien a través de su obra Las Tres Ecologías, deja entrever que la construcción de nuestra realidad humana es una constante en la que se entrelazan permanentemente aspectos medioambientales, mentales y sociales.

Al respecto, la OMS ha manifestado en sus diversos comunicados que la salud, por definición, siempre es pública; lo subrayo porque, a mi parecer, existen fallas en los microespacios comunitarios de salud (que están enclavados en el espacio público) y que amenazaría la existencia de otros seres humanos. Podría ejemplificarse con la enfermedad del virus del ébola en el continente africano, el cual, desde su identificación en 1976, movilizó esfuerzos con acompañamiento global para contener la epidemia en su origen.

Día Mundial de la Salud Mental.
Fotografía: FreeImages.

Para combatir la alta tasa de suicidios a la que nos enfrentamos, considero que esta situación amerita una confrontación dentro de la materia curricular y desde los centros educativos; también es importante la intervención del estado a través de políticas públicas (con acompañamiento en los sectores más vulnerables al problema) y con la implementación de lo que se podría llamar una suerte de “detección temprana” de intentos de suicidio; y, obviamente, resaltar el papel que desempeñamos los periodistas en la construcción de imaginarios, lo cual debe dar pie a evaluar la producción de contenidos y nuestros discursos.

En definitiva, pienso que cuidar de nuestra salud mental implica un llamado a la acción en el sentido de reinventar y darle “vida” a nuestras actividades cotidianas, a través de la construcción de mecanismos que nos permitan adherirnos a todo aquello que nos hace bien y desechar lo que nos afecta de manera negativa.

P.D.: Para este año, en relación a la prevención del suicidio como principal amenaza que entraña la salud mental, la OMS ha lanzado la campaña 40 segundos para actuar. La institución informa que, a nivel mundial, 800 mil personas fallecen a raíz del suicidio. Señala, además, que es la segunda causa de defunción de jóvenes entre 15 a 29 años.

Renovar contrato en lucha contra cambio climático

Lectura: 3 minutosEn el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), activistas exigieron a los jefes de estado de todo el mundo, un replanteamiento de estrategias en la lucha contra los efectos adversos del fenómeno climático. En dichas exigencias, llegó hasta la cámara de discusión el comunicado del pontífice Jorge Mario Bergoglio, Francisco”, a través de un video-mensaje transmitido desde la Ciudad del Vaticano. El Papa se refirió a la problemática como un “desafío de civilización”, y pide marcar la agenda del compromiso concreto del organismo multinacional, en un foro de convergencia que busca servir como punto de partida renovado, para afrontar el fenómeno (que justamente en un año) ha sido marcado por olas de calor sin precedentes, huracanes, sequías y demás.

Para empezar, creo que el hecho de que la Cumbre sobre la Acción Climática del 23 de septiembre haya sido precedida dos días antes por la Cumbre de la Juventud 2019 (con su figura emblema, Greta Thunberg), junto con el respaldo de manifestantes movilizados a la calle en diversos países del mundo, es un reconocimiento tácito de incorporar a los actores jóvenes con liderazgo y proactividad en la respuesta sustantivada y sostenible para mitigar los daños propiciados por el fenómeno. Al día siguiente, las deliberaciones pasaron a la Asamblea General de líderes de estado.

Papa y cambio climático.
Ilustración: Pinterest.

Me parece que, la reflexión del jerarca católico en relación a la necesidad de nutrirse de honestidad, responsabilidad y valentía, es un llamado a dejar a un lado la inacción y apatía para regenerar las ecologías humano-animales.

Creo que estas “cualidades morales”, como las llama Francisco, tiene que ver con la posibilidad de cuestionarnos y repensar nuestro accionar. El hecho de que en este cónclave, 65 países y principales economías geográficas a lo interno de los países industrializados, se hayan comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero para 2050, tiene que ver con lo anteriormente señalado.

Asimismo, el que más del 97% de la comunidad científica dedicada al asunto, señale al ser humano como el responsable de la degradación medioambiental, requiere entonces implementar medidas más drásticas desde gobiernos, empresas y comunidades locales, a fin de sancionar la vil libertad y el libre albedrío del ser humano en la contención y destrucción de los diversos ecosistemas.

En realidad, considero que se trata de una situación de autorresponsabilidad y un manejo transversal del tema, a fin de que el mismo se aborde en todos los espacios humanos en donde exista la comunicación interpersonal. La idea de un “código verde”, necesita verse como una obligación que debe responder a la racionalización en los procesos de gestión de la ecología medioambiental, desde fábricas, centros de enseñanza, oficinas gubernamentales, hasta desarrolladores medioambientales (que tienen que ser regulados mediante leyes especiales bajo una mirada multidisciplinar al respecto).

Cambio climático.
Ilustración: Tim Britnton.

Llama la atención que en este contexto, el Secretario general de la ONU, António Guterres, haya reclamado las respuestas concretas para detener el impacto socio-ambiental, como si admitiese que los acuerdos adoptados en asambleas previas sufriesen una especie de post-letargo, del cual se hace necesario despertar. Tal es el caso, que la dialéctica del cambio climático ha virado en torno a lo que se considera como una “crisis” desde esta instancia supranacional, provocada tanto por acción y omisión.

En definitiva, para contener la agravante amenaza existencial que entraña el multicitado cambio climático y el estrés medioambiental como consecuencia de ello, se vuelve necesario reencauzar los liderazgos, es decir, que todo aquello que tiene que ver con la gestión medioambiental debe estar liderado por personas certificadas en valores éticos-morales, y principios de cuidado y protección de la naturaleza; a sabiendas de que la no corrección de estos “deslices” nos coloca en un verdadero “desafío de humanidad”, como lo acotó Francisco, el religioso jesuita. Pienso que toda pequeña acción positiva que hacemos contribuye a una exhalación de paz de la naturaleza; en cambio, toda actitud negativa en contra de ésta (en cualquier espacio), conduce a la autodestrucción.

Cultura independentista latinoamericana

Lectura: 3 minutosSeptiembre se escribe con “I” de independencia. En este mes, entre los días 15 al 18, siete países latinoamericanos (México, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y Chile), celebran la efemérides de independencia formal del yugo español. Diversas actividades folclóricas, festivas, patrióticas y reivindicativas de la soberanía se realizan desde el sur hasta el norte del continente americano. Es un contagio que busca “inocular” desde la institucionalidad, valores como el patriotismo y el amor patrio en un contexto contemporáneo en el que la preservación de la independencia ya no solamente se antoja de manera formal, sino más bien, como la liberación de las prácticas culturales importadas –que tienen mayor influencia en los países centroamericanos– y la construcción de vibrantes identidades nacionales que nos permiten tener una base patriótica, que por ende, se traduce en estímulos en la búsqueda de la excelencia en todas las áreas (desde las artes, la cultura, la ciencia, hasta las actividades recreativas como los diversos ejercicios deportivos).

No cabe duda que la conmemoración del hecho histórico representa una posibilidad de forjar un nuevo presente y futuro, construido bajo nuestras propias cosmovisiones e inventivas. Bajo el trabajo arduo, creativo y solidario que conduzca a la deconstrucción de los viejos y anquilosados “liderazgos” que niegan toda posibilidad de desarrollo a pueblos originarios que muchas veces se ven impedidos del disfrute, por ejemplo, de un derecho humano básico de tercera generación como lo es el de un medio ambiente sano.

Cultura independentista.
Ilustración: Marina Trach.

Su independencia entonces depende del beneplácito de grupos exógenos (políticos, económicos y sociales) que gestionan el derecho de estos en la administración del desarrollo local. Es decir, reiterativamente se observa, en este caso particular, la neo-colonización de estos grupos sociales (impidiéndoles su autodeterminación y facilitándoles un encuentro en la multiculturalidad).

Creo que sin la posibilidad de cada persona de tomar decisiones autónomas (siempre que no afecten a “el otro”), se ve imposibilitado el goce de una independencia real, en tanto, todas nuestras acciones son “afectadas” por otras personas. La frase atribuida a Simón Bolívar: “La esclavitud es hija de las tinieblas” (en tanto prevalece la visión de un jefe), se convierte para nuestra generación en un llamado a la acción, a repensar la manera en cómo nos relacionamos con el prójimo y cómo empatizamos por construir verdaderos espacios democráticos mediante la consulta y la apertura de espacios para que, aquellos que estén excluidos del sistema de derechos, tenga posibilidades de hacerse escuchar y liberarse de la esclavitud que les genera el desempleo, la invasión de sus propios espacios y la siembra de la desesperanza u oscuridad, del que sólo es posible levantarse con la integración y el entendimiento mutuo.

Esclavitud.
Ilustración: Luis Scafati.

Sin lugar a duda, ésta epopeya histórica de nuestra emancipación debe abrir los espacios ideales para comenzar el diálogo y el encuentro, que permita comprender que tanto hemos avanzado en la construcción de una democracia genuina desde la base de la sociedad, y que no sea un “maquillaje” para generar liderazgos sociales, influidos y manejables por plutocracias nacionales.

En conclusión, nuestra independencia debe ser vista, aún ahora, como un derecho absoluto que está en construcción, en tanto, siempre hay intervenciones hegemónicas que siempre buscan incidir o dar instrucciones en cómo gestionar el cambio social, a través de sus diversas “recetas” para paliar la falta de equidad de las naciones y mitigar el daño a las autoestimas locales.