Valor Agregado

México sigue empeorando con el TPP-11

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente,
yo me río de ellos porque todos son igualitos
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Anónimo.

El 03 de mayo de 2018 publiqué un artículo en El Semanario con el título de TPP la cereza de un pastel muy amargo e indigesto, en el cual hacía referencia a la ilógica estrategia que nuestros altísimos funcionarios habían adoptado en materia de comercio exterior y que, por su importancia, a continuación reproduzco algunos de sus párrafos:

El TLCAN era el proyecto más importante para el desarrollo de México, sin embargo, la pésima calificación que el WEF le otorga a las instituciones públicas mexicanas y a sus funcionarios tiene su manifestación más clara en que ninguno de los objetivos de México en el TLCAN se logró porque no se aprovechó el marco creado por este instrumento, ni se utilizaron adecuadamente las ventajas comparativas; consecuentemente, no se logró la deseada integración comercial, y mucho menos productiva, dado que por las deficiencias señaladas por el WEF, nuestros funcionarios fueron incapaces de definir estrategia alguna, con políticas públicas, programas y proyectos realistas que permitieran ser un país competitivo y aprovechar el acceso preferencial al mercado más grande del mundo, convertirnos en un verdadero socio estratégico para Canadá y Estados Unidos, y así lograr el objetivo final de crear empleos y mejorar nivel de vida de todos los mexicanos.

En su lugar, la política y estrategia de comercio exterior se basó en la firma compulsiva de TLC’s y una incoherente desgravación unilateral, en tanto que la política de fomento se basó en el axioma de la mejor política industrial es la que no existe, de tal manera que convirtieron a nuestro país en un maquilador básico de ensamble, que crecientemente importa insumos para reexportar a Estados Unidos con reducido y decreciente valor agregado en nuestro territorio.

[…] Para México, la cereza de este amargo pastel y culminación del ilógico y aberrante proceso de regresión ha sido la ratificación del TPP, un instrumento que nuestros teóricos y funcionarios promovieron, y nuestros senadores ratificaron, a pesar de todas las contradicciones que tuvo desde su origen y de las enormes deficiencias que presenta nuestro país frente a sus “nuevos socios”, y que se resumen en la nula competitividad del marco sistémico que tenemos, debido a la pésima calidad de las instituciones públicas, a la poca confianza en sus políticos y a la pesada tramitología.

Sin duda alguna, nada podremos ganar en esta loca aventura y mucho vamos a perder.

Hoy, que se publicaron las cifras estadísticas del comercio exterior de México del mes de abril de 2020, me permito comentar que todo aquello que señalé –que sería el negativo desarrollo de nuestra relación con los seis nuevos socios del TPP– se confirma que el déficit con esos países continuó aumentando.

Es importante señalar que este resultado negativo es consecuencia del decremento registrado en la exportación mexicana hacia esos países de -391 millones USD en relación con el mismo periodo de 2018, así como por el incremento de la importación de 2,463 millones USD, situación que arroja como resultado que, sumando el déficit de los cuatro primeros meses del periodo 2018-2020, tengamos acumulado un saldo negativo de -14,765 millones USD; incluyendo a Japón, pues el déficit alcanza la elevada cifra de -28,118 millones USD.

deficit

Conviene señalar que en el periodo 2001/2019 –en que prácticamente han estado en vigor los TLC’s que nuestros funcionarios negociaron con 54 países y los APPRIS con 33 países que supuestamente iban a generar empleos, riqueza y bienestar para todos los mexicanos– los retrocesos de México han sido enormes, pues en estos 18 años hemos caído como economía mundial pasando de la 8ª a la 15ª posición. En este período fuimos superados por India, Brasil, Canadá, Rusia, Corea, España y Australia, según se puede ver en el cuadro que presento a continuación.

En el mismo lapso, nuestro PIB per cápita cayó de la 42ª a la 72ª posición debido a que el crecimiento de la economía mexicana fue el segundo más bajo de este universo de 20 países con 68%, sólo superado por Japón con 20%, en tanto que el crecimiento de la economía mundial fue de 158%, más del doble de la tasa que presentó México.

Lo peor es que esta negativa tendencia continuará porque venimos encarrerados con un impulso dañino que ha perdurado 26 años, mismo en el que ha privado la improvisación y la simulación y, mientras no se defina una estrategia integral que incluya los temas de competitividad, fomento y comercio exterior, con programas, proyectos y políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo de nuestro país, no podremos revertir los enormes retrocesos que han convertido a México en una de las más grandes fábricas de pobreza del mundo.

pib total

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México y la Alianza del Pacífico, también fallida

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente,
yo me río de ellos porque todos son igualitos.

Anónimo.

Tomando en consideración los conceptos vertidos por la Secretaría de Economía, la integración de la economía mundial ha generado que las políticas que antes eran estrictamente nacionales ahora involucran a varios países. Gracias a ello, las relaciones comerciales entre las naciones, así como la celebración de tratados y acuerdos establecen compromisos que van más allá de la apertura comercial, son más amplios e incluyentes porque participan más países y se consideran numerosos aspectos que incluyen:

a) comercio de servicios y la inversión extranjera;
b) normas sobre productos,
c) la propiedad intelectual,
d) la contratación pública, entre otros.

A iniciativa del presidente de Perú, Alan García Pérez, se inició un proceso cuyo objetivo era profundizar la integración de las economías deMéxico, Perú, Colombia y Chile a través de la llamada Alianza del Pacífico, y en la que Panamá participa como observador.Con ese objetivo, también se pretendía definir acciones conjuntas para la vinculación comercial con Asia-Pacífico sobre la base de acuerdos comerciales bilaterales ya existentes entre los países miembros.

La Alianza del Pacífico (AP) se creó el 28 de abril de 2011 con la firma de la “Declaración de Lima” por los presidentes de Chile, Colombia, México y Perú.

La intención precisa de la Alianza del Pacífico, de acuerdo con la Declaración de Lima es “alentar la integración regional, así como un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad” de las economías de sus países, a la vez que se comprometieron a “avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”.

En el año 2010, este bloque, sin incluir a México, contaba con 96 millones de habitantes equivalentes al 1.4% de la población mundial; con un PIB total de 668,442 millones USD, correspondiente al 1.06% de PIB mundial; que realizaba el 0.96% de la exportación mundial con 145,837 millones USD y el 0.9% de la importación mundial con 138,190 millones USD. El PIB per cápita de Chile era el más elevado con 11,828 USD; seguido de México con 9,250 USD; Panamá con 7,592 USD; Colombia con 6,272 USD; y Perú con 5,172 USD.

Alianza del Pacifico

A fin de cumplir con el objetivo de lograr una profundización de la integración de las economías de México, Perú, Colombia y Chile, se definió una muy extensa Agenda de Trabajo que incluye:

· Agencias de Promoción
· Agenda Digital
· Asuntos Institucionales
· Cadenas globales de valor y encadenamientos productivos
· Comité de expertos del CEAP (Centro de Estudios en Administración Pública)
· Compras públicas
· Cooperación
· OTC-Cooperación Regulatoria
· Cultura
· Educación

Comentarios

De acuerdo con la OMC, en el año 2010, la importación total de Chile, Colombia y Perú ascendió a 129,723 millones USD, de los cuales, 6,594 millones USD que representaron el 5.08% de esa importación, procedió de México.

Para el año 2011, nuestra exportación a esos 3 países alcanzó la cifra de 8,991 millones USD, que representó el 5.39% de su importación y, para el año 2012, se logró el récord de exportación mexicana a esos países con 9,372 millones USD pero ese total sólo representó un 5.16% de la importación total del bloque, debiendo señalar que a partir de ese año, el monto total de exportaciones mexicanas con ese destino y el porcentaje del mercado absorbido por México presentó un decremento constante de tal manera que, en 2019, nuestras ventas a ese bloque fueron de 6,591 millones USD, con un porcentaje de sólo 4.27%.

Por lo que se refiere a las adquisiciones mexicanas procedentes de ese bloque, la cifra récord se presentó en el año 2008 con 4,090 millones US y un 3,07% de participación en la importación total de México. A partir del 2011, esta corriente comercial presenta constantes variaciones con una ligera tendencia al alza en la participación en el mercado mexicano misma que pasó de 1.9% a 2.34% en el 2019, con un total de 3,773 millones USD.

Las exportaciones mexicanas de esos países, en el periodo 2011-2019, registraron un decremento en la participación del mercado de -1.42% y una reducción en valor de -2,400 millones USD. Por el contrario, aunque en un monto pequeño, las importaciones procedentes de ese bloque se incrementaron en 265 millones USD y su participación aumentó 0.44%.

comercio Alianza del Pacifico

Conviene señalar que las principales exportaciones mexicanas a esos mercados, en su mayor parte está constituida por productos industriales fabricados o ensamblados en nuestro país por empresas transnacionales e incluyen, principalmente, automóviles, televisores, tractores, camiones, medicamentos, champú, preparaciones capilares, computadoras, dentífricos, navajas de rasurar, etc.; en tanto que los productos exportados por empresas netamente mexicanas incluyen a varillas corrugadas, petróleo, alambrón, cerveza, refrigeradores, PVC y preparaciones alimenticias.

Apuntes finales

El dinamismo mostrado por la exportación mexicana es resultado de la presencia de numerosas empresas transnacionales en territorio nacional que diseñan estrategias corporativas muy exitosas y realizan operaciones intrafirma.

Esto quiere decir que, desgraciadamente, esta evolución no es consecuencia del diseño de una estrategia de comercio exterior que se inscriba dentro de un proyecto nacional de desarrollo coherente, con políticas públicas realistas que propicien mayor competitividad y el fortalecimiento de la planta productiva nacional a fin de lograr la incorporación de mayor valor mexicano en los envíos al exterior a través del diseño de programas y proyectos lógicos y coherentes.

Supuestamente, la firma de la Alianza del Pacífico venía a reforzar la posibilidad de México para lograr incrementar su presencia en Chile, Colombia y Perú, sin embargo, como se ha visto, ya resulta tradicional en prácticamente todos los TLC’s que nuestros socios comerciales aprovechan mejor los numerosos TLC’s que han firmado, y el caso de la integración de México en la Alianza del Pacífico no es una excepción, por lo que también se presenta como una integración fallida.

Independientemente de estas amargas y nocivas experiencias, nuestros altísimos funcionarios ahora amenazan a la planta productiva nacional con la firma de un acuerdo con Brasil, sin importar que el déficit acumulado con este país, en el periodo 1993-2019, alcanzó la nada despreciable cifra de -35,264 millones USD.

comercio con brasil

La supuesta posibilidad para México de lograr una integración profunda y una mayor presencia en esos países, así como de los cuatro países integrantes de la Alianza del Pacífico en Asia, resulta una quimera para nuestro país debido a la decreciente competitividad de nuestro marco sistémico, mismo que ha debilitado enormemente a la planta productiva nacional; de que la mayor parte de los principales productos que exportamos depende de decisiones corporativas extranjeras como son los casos de vehículos y televisores de pantalla plana, entre otros, situación que se complica con la idea de realizar la promoción comercial conjunta propuesta en el plan de trabajo de la Alianza del Pacífico, poniendo nuestros reducidos recursos en una canasta compartida con esos países que resulta totalmente ilógica.


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Un pueblo que elige corruptos, impostores,
ladrones y traidores, no es víctima, es cómplice.
George Orwell.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de Comercio, en el año 2019, las exportaciones totales ascendieron a 19,228,000 millones USD, cifra que resulta menor en -2.54% a la de 2018.

En este año, el principal país exportador fue China seguido de Estados Unidos, Alemania, Holanda, Japón, Francia, Corea, Italia, Hong Kong y, en décimo lugar, México con 472,000 millones USD.

Esto representa una mejora para México de dos posiciones con respecto a 2018 debido a un incremento de 4.66% de sus exportaciones, lo que le permitió superar en este año a Reino Unido y Bélgica que registraron tasas negativas de -3.9% y -3.21%, respectivamente.

Importante es mencionar que, del universo constituido por los 30 principales países exportadores, sólo 5 países incrementaron sus ventas al exterior ubicando a México en la tercera posición sólo superado por Vietnam y Australia con 9.75% y 7.48%, y seguido de Suiza y China con 0.96% y 0.20%.

Los 5 países que registraron el decremento más importante en este año fueron Corea con -10.41%, Hong Kong -5.8%, Rusia -5.79%, Arabia Saudita -5.62% y Singapur con -5.34%. 

En el periodo 1993/2019, el país que mayor incremento registró en sus exportaciones también fue Vietnam con 400% y México ocupó el 2º lugar con 206%.

Para el periodo 2001/2019, Vietnam se mantiene en 1ª posición con un crecimiento de 1,927%, seguido de China, India, Polonia, Australia, Rusia, Suiza, Tailandia, Arabia Saudita, Corea, Singapur, España y, en 13º lugar México con 197%.

Para el periodo completo 1993-2019, Vietnam también fue el país con mayor crecimiento de sus exportaciones con una tasa de 10,033%, seguido de China, Polonia, India, Rusia y México en 6º lugar con un crecimiento de 808%.

Conviene señalar que, en el año 1993, México produjo el 1.37% de las exportaciones mundiales y que, para el año 2001, ese porcentaje ascendió a 2.57%, sin embargo, para el año 2019 después de sufrir varios altibajos en función de los vaivenes de la economía mundial, el porcentaje fue de sólo 2.41%.

tabla de exportacion

Tomando como base el año 2019, podemos ver que de los 25 principales productos exportados por México que constituyeron el 41.59% de la exportación total, sólo nueve son productos con alto contenido nacional –figurando en primer lugar–, dos fracciones arancelarias de petróleo, partes para asientos de vehículos, cerveza de malta, dos fracciones arancelarias de partes y accesorios para vehículos automóviles, refrigeradores, aguacates y oro en bruto que representaron el 10.54% de la exportación total.

El 31.05% restante estuvo constituido por bienes con alto contenido de insumos extranjeros importados mayormente bajo el esquema IMMEX entre los que conforman en primera posición, los automóviles, las unidades de proceso, camiones, televisores de pantalla plana, computadoras, partes para el ensamble de aeronaves etcétera.

Comentarios

El gran dinamismo mostrado por las exportaciones mexicanas en el periodo 1993-2001 fue originado por la enorme competitividad alcanzada por México debido a las reformas realizadas a fines de los 80 y principios de los 90, así como por la presencia de numerosas empresas transnacionales en nuestro territorio que, a través de políticas corporativas muy exitosas, realizaban operaciones intrafirma, utilizando a nuestro país como un centro de costos a través del esquema IMMEX.

Desgraciadamente, una vez que los efectos positivos de esas reformas se diluyeron, numerosas empresas extranjeras asentadas en nuestro territorio trasladaron sus procesos manufactureros a Asia y, durante el periodo 1993-2018, el valor de contenido nacional en la exportación mexicana se redujo de 59% a 37%, lo que ha significado una decreciente generación de riqueza en nuestro país.

Tomando como base sólo el valor agregado nacional en la exportación, México se ubica en el 29º lugar como país exportador, debiendo señalar que gran parte de este problema es originado por la carencia de una política de competitividad, de fomento y de comercio exterior, con una estrategia realista que permita la generación de riqueza al añadir valor en nuestros envíos al exterior.

sin maquilas

Importante es señalar que a partir de 1993 se presentó cierto dinamismo en las exportaciones mexicanas de tal manera que en ese año, el porcentaje de participación de México en la exportación mundial fue de 0.78%, mismo que se incrementó a 1.15% en 2001; sin embargo, a partir de este año, se registró una fuerte caída en este porcentaje debido a la reducción en el valor de contenido nacional de tal manera que en el año 2019, la cifra fue de sólo 0.79%.

Apuntes finales

En esta nota he realizado referencias específicas a Singapur y Vietnam, países que hace 40 años presentaban una situación de desastre con instituciones de pésima calidad y que, en el caso de Singapur, la corrupción era peor que la nuestra, sin embargo, actualmente Singapur se ubica sobre México en todas las variables económicas que miden la competitividad siendo el país más competitivo del mundo.

En relación con Vietnam también hay que señalar que hace 45 años era un desastre, era un país que venía saliendo de una guerra de total exterminio, pero que ha sabido definir prioridades y estrategias de tal manera que, aunque en términos generales no aparece como más competitivo que México, si lo es en procesos manufactureros, lo que se refleja en los términos del intercambio comercial bilateral con nuestro país ya que, recientemente, registramos un déficit con ellos mismo que pasó de -11 millones USD en el año 1993, a -5,884 millones USD en 2019, con un déficit acumulado de -29,625 millones USD, en el periodo 1993-2019.

Así mismo, hay que mencionar el hecho de que Vietnam, prácticamente en todas las variables que sustentan la calidad de las instituciones públicas, nos supera según se puede ver en el cuadro Comparativo de la Competitividad que presento a continuación.

competitividad

Desgraciadamente, el caso de México es histórico pues venimos arrastrando una rémora de más de 90 años creada por el autoproclamado “Jefe Máximo” Plutarco Elías Calles, quien señaló que pasábamos de la era de los caudillos a la era de las instituciones, omitiendo decir que pasábamos de la era de los caudillos corruptos a la de las instituciones corruptas encabezadas por él, dando continuidad a la práctica establecida por Alvaro Obregón, y como mecanismo de “control político” institucionalizó el dedazo y la corrupción.

La base de este sistema de control que sus corifeos y beneficiarios han precipitado durante más de nueve décadas fue una serie de concesiones regionales y sectoriales, la creación de monopolios, las componendas y las cuotas de poder que otorgaban en función de amiguismos, parentesco, influencias y alianzas tortuosas que mucho han dañado al desarrollo de nuestro país y que hasta la fecha ha sido imposible de erradicar.

A partir del año 2001, en que nuestros altísimos funcionarios irresponsablemente abrieron la economía a través de TLC’s con numerosos países y una desgravación unilateral totalmente ilógica, los retrocesos de todas las variables económicas de México han sido peores debido a que el comercio exterior, manejado bajo un esquema de simulación e improvisación que se ha acentuado, no ha generado los beneficios que normalmente origina para que incidan positivamente en el desarrollo económico del país.

En esencia, la tradicional pésima calidad de las instituciones públicas y de sus funcionarios ha impedido la posibilidad de crear un proyecto de país, especialmente en los 26 años más recientes, y ha impedido la generación de riqueza para atender las necesidades más ingentes de enormes núcleos de la población que crecientemente se suman a la miseria.


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Ellos se ríen de mí porque soy diferente,
yo me río de ellos porque todos son igualitos.

Anónimo.

En el año 2014 elaboré un documento con el título de Resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a 20 años de su firma y las perspectivas de México con el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP),en el que hice algunos comentarios sobre la pésima conducción de nuestro comercio exterior, y entre los cuales incluí el texto que reproduzco a continuación:

El compromiso que heredó el actual Gobierno de ingresar al TPP, tiene como base una acción totalmente irreflexiva, dogmática e incongruente, como lo fue la firma de la mayor parte de  los TLC’s después del TLCAN ya que, en lugar de establecer estrategias para posicionarnos y consolidarnos en el mercado de Canadá y EEUU, con programas, proyectos y estrategias ad hoc, los altísimos funcionarios que estaban encargados del diseño de la política de comercio exterior, irresponsablemente propiciaron la dispersión de esfuerzos queriendo conquistar mercados más lejanos sin haberlo logrado con el norteamericano, el más grande del mundo y el más cercano, con el agravante de que con esos países tampoco hubo una estrategia que permitiera capitalizar los beneficios de las supuestas ventajas negociadas, pero peor es que adicionalmente se continuó con una apertura incoherente y una desgravación unilateral e ilógica que, como he señalado, han dañado grandemente a la planta productiva nacional y reducido la generación de riqueza en México.

Así, convirtieron a nuestro país en un maquilador simple, pues los otros países con los que firmamos esos TLC’s y muchos con los que no los hemos firmado, sí aprovecharon nuestra incoherente apertura así como nuestra privilegiada situación geográfica y de acceso preferencial al mercado más grande del mundo para enviar sus insumos, sin que hubiera gran posibilidad de añadir mayor valor a las “exportaciones mexicanas” que, en un 76%, están condicionadas a la importación temporal de insumos extranjeros de tal manera que entre 1993 y 2012, el valor agregado en nuestra “exportación” se redujo de 58.8% a 39.13%.

Excluyendo al petróleo, el porcentaje de reexportación mexicana condicionado a la importación de insumos extranjeros es de 89% en tanto que el valor agregado pasó de 52.91% al ridículo porcentaje de 31.18%, lo que nos habla de los resultados mediocres que hemos obtenido en el desarrollo de nuestro comercio exterior.

Con el TPP, la situación de nuestro país se agravará pues nuestra privilegiada relación con Canadá y EEUU se diluirá aún más y nuestro territorio seguirá siendo un simple trampolín para que los otros países, ahora los asiáticos del TPP, lo utilicen para enviar insumos que serán ensamblados en México sin que realmente podamos añadir valor en nuestras ventas a EEUU y Canadá por debilidad de nuestra planta productiva y la falta de competitividad de nuestro medio sistémico…

Desafortunadamente, los encargados de diseñar la política y la estrategia del comercio exterior mexicano durante en el período 2012/2018 continuaron con esa política, insistiendo que México debería participar en el TPP porque EEUU estaba dentro de ese proyecto, y siendo nuestro principal socio comercial, deberíamos estar presentes para orientar las negociaciones y defender nuestras posiciones.

Peor resultó cuando EEUU se retiró del proyecto, pues los altísimos funcionarios insistieron en seguir con las negociaciones para aprovechar lo que se “había ganado” y continuar en el ahora llamado TPP-11, a pesar de las numerosas desventajas que se presentaban para México en relación con los que serían sus 6 nuevos socios.

Conviene señalar que en el año 2013 el déficit con los seis países de Asia y Oceanía, con los que no teníamos un TLC’s, ascendió a -7,247 millones USD y que el déficit total de México fue de -1,195 millones USD, es decir, el déficit con los nuevos socios de México representó el 506% del déficit total.

Para el periodo de 1993-2013, el déficit acumulado con esos países fue de -91,907 millones USD, en tanto que el déficit total de México fue de -122,657 millones USD, lo que equivale a que el 75% de este déficit fue generado por esos seis países, y que parece que no fue considerado por los altísimos funcionarios mexicanos, mismo que era originado por el bajo nivel de competitividad del marco sistémico mexicano.

balanza comercial y tpp 11

Comentarios

Desgraciadamente, la negativa tendencia que mostraba el comercio exterior de México con el TPP-11 continuó y el déficit que en el 2013 ascendió a 7,247 millones USD, en 2018 fue de -14,401 millones USD, en tanto que el acumulado en el periodo 2013-2018 totalizó -65,823 millones USD, equivalente al 117% del déficit total de México que fue de -56,217 millones USD.

tpp asia

En este contexto podemos ver que si en el año 2018, de las 126 variables que medían la competitividad de México con esos países, teníamos ventaja en 18 y total desventaja en 108, para el 2019, en que la medición aumentó a 140 las variables, la situación de México empeoró, pues seguimos con ventaja en 18 pero nuestra desventaja se incrementó a 122.

Desgraciadamente, los elementos que más han incidido en esta negativa situación son: la pésima calidad de las instituciones públicas, el capital social, la actuación del sector público, los trámites y regulaciones, la incidencia de la corrupción y la visión a largo plazo, según puede verse en el cuadro que se incluye a continuación, mismo que fue elaborado con datos el Foro Económico Mundial (WEF).

mal tpp 11 y mexico

Como consecuencia de estas desfavorables condiciones, la relación con esos países tradicionalmente se ha saldado con un déficit que continuamente se ha incrementado y los resultados de los primeros 15 meses de vigencia del TPP-11 han continuado con la tendencia negativa.

En el 2019, primer año de “operación” del TPP-11, el déficit fue de -17,602 millones USD, equivalente al 302% de nuestro superávit total.

balanza comercial

Para los primeros tres meses de 2020, el déficit de México con el TPP-11 continuó creciendo hasta la cifra de -4,807 millones USD, y sumando los tres primeros meses del periodo 2018-2020 alcanzó la cifra de -11,115 millones USD, incluyendo a Japón, con un déficit fue de -21,239 millones USD.

mal con el tpp-11

Apuntes finales

Las cifras del intercambio comercial de México con los seis nuevos socios del TPP-11, muestran lo que en el año 2014 yo había previsto como negativa evolución de la relación con esos países, pues en los primeros 15 meses de operación de este instrumento, nuestras exportaciones decrecieron en tanto que las importaciones procedentes de esos países continuaron incrementándose.

Desgraciadamente y, sin duda alguna, el TPP-11 tampoco ha sido un buen negocio para México y parece que menos lo será a pesar de que, supuestamente, tuvimos al mejor y más experimentado equipo negociador del mundo al frente de este proceso.

Lo más sorprendente es que este acuerdo, que a todas luces resultaba desfavorable para México debido a nuestro bajo nivel de competitividad, a la debilidad de la planta productiva nacional y a las deficiencias de la estructura de nuestro comercio exterior, se firmó y ratificó contra viento y marea en aras del libre comercio y, como se ha visto, los resultados han empeorado en estos primeros 15 meses.

Sin duda, es urgente repensar la política de comercio exterior y definir una estrategia integral de promoción de exportaciones y de la inversión extranjera directa, dejando a un lado la simulación e improvisación que la ha caracterizado en los 26 años más recientes.


Referencias a consultar:
~ Funcionarios mexicanos en la Luna.
~ Comercio exterior mexicano: más teoría y nada de práctica.


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Necesaria Reconstitución del Bloque de América del Norte

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Dedico esta edición a mis enemigos
que tanto me han ayudado en mi carrera.
Camilo José Cela.

A pesar de que México y Estados Unidos firmaron el TLCAN, dicho instrumento no fue aprovechado adecuadamente para crear un verdadero bloque económico que tuviera como base una integración comercial y productiva con la importante participación de Canadá.

Es importante señalar que este país consideró fundamental que el Tratado fuera un acuerdo trilateral a fin de que los beneficios que pudiera generar se repartieran equitativamente, y así evitar que las ventajas del mismo se concentraran en Estados Unidos por ser el único país que tuviera acceso preferencial a dos mercados y aprovechar las economías de escala.

Desgraciadamente, el objetivo fundamental de crear un bloque competitivo y muy fuerte no se ha cumplido y, al contrario, se ha registrado una desintegración del TLCAN como bloque porque, especialmente, gran parte de la producción manufacturera que se realizaba en el área ha emigrado para ubicarse en Asia.

Por esta circunstancia, la participación del bloque norteamericano en la generación de riqueza mundial y la creación de bienestar para sus habitantes ha disminuido grandemente.

tlcan
tlcan

Frente a la creciente hegemonía asiática, para México resulta fundamental definir una estrategia a fin de integrarnos realmente con América del Norte, haciendo a un lado las cándidas ideas de nuestros altísimos funcionarios de lograr la integración con todos los países al firmar TLC’s al por mayor por todo el mundo, y llevando a cabo una desgravación unilateral totalmente incoherente.

Nuestros altísimos funcionarios no se han dado cuenta de que el gran problema de México es estructural y de base, pues ni siquiera se ha logrado una mejora en nuestro marco sistémico para hacerlo competitivo, lo que ha impedido una integración de la planta productiva nacional que nos permita abastecer al mercado doméstico adecuadamente ni acceder y posicionarnos en el mercado norteamericano.

Sin duda, primero hay que integrarnos internamente y, sobre todo, hacerlo con Estados Unidos y Canadá, que constituyen el mercado más grande del mundo, el más cercano, con el que somos muy complementarios y el más apetecido del mundo. Para ello, México deberá definir una estrategia integral para que nuestra planta productiva pueda competir en mejores condiciones, haciéndola competitiva con un marco sistémico idóneo, más fuerte y más productiva, así como definir una estrategia regional que permita a Norteamérica evitar la continua degradación del bloque y seguir perdiendo posiciones frente a Asia.

comercio exterior
Ilustración: REI.

La reestructuración que está sufriendo la economía mundial deberá ser aprovechada por México para ocupar la posición de socio estratégico que le corresponde, misma que debió haber ocupado desde la entrada en vigor del TLCAN, aprovechando sus innegables y enormes ventajas en el proceso manufacturero que, por aparente omisión o desconocimiento de la estructura de la planta productiva, de la operación real del comercio internacional y del comercio exterior mexicano, por parte de nuestros altísimos funcionarios no pudimos capitalizar, situación que nos convirtió en el patio trasero de Estados Unidos.

Lo más ridículo, por no decir otra cosa, es que parece que, hasta la fecha, en estos prácticamente dos años del Nuevo Gobierno, no ha habido cambio favorable alguno en la política de comercio exterior ni en los altísimos funcionarios pues siguen en la luna, “pensando en grande” y señalando que ya están negociando un TLC con Ecuador.


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Ellos se ríen de mí porque soy diferente,
yo me río de ellos porque todos son igualitos.

Anónimo.

Al final de la Segunda Guerra Mundial se firmó el Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio (GATT) a fin de liberalizar el comercio mundial y darle una base estable, previsible y no discriminatoria, que inspirara confianza para poder comerciar y realizar inversiones que contribuyeran al desarrollo económico mundial.

El Acuerdo firmado en octubre de 1947 entró en vigor el 1° de enero de 1948, tenía como objetivo final fomentar el comercio internacional y el empleo; para eso, los estados miembros renunciarían entre ellos a todas las protecciones que no fueran tarifarias, es decir, buscarían:

~ La eliminación de las barreras no arancelarias y
~ La reducción de aranceles basándose en la cláusula de la “Nación más favorecida”.

Posteriormente, con la creación de la Organización Mundial de Comercio en 1994, para lograr el incremento del intercambio de bienes y servicios se continuó fortaleciendo la reducción de los aranceles, la eliminación de las barreras no arancelarias y la eliminación del trato discriminatorio en el comercio, lo cual permitirá aumentar el empleo y el ingreso per cápita en el mundo.

Asimismo, se consideró fundamental favorecer la integración económica de los diversos miembros de la comunidad internacional buscando establecer normas y regulaciones que favorecieran el comercio y la cooperación económica entre dos países o un grupo de países, pues esto generaría un incremento del comercio entre los miembros de un grupo de integración económica, debido a que empezarían a concentrar sus esfuerzos en los bienes y servicios en los cuales poseen una ventaja comparativa y empezarían a realizar un intercambio más intenso, ya que la supresión de barreras comerciales entre estas naciones hace más barato comprar productos entre sus miembros y en la región.

integracion comercial tlcan
Ilustración: Lore Mondragón.

Dentro de esta perspectiva, el GATT y, posteriormente la OMC, consideraron fundamental la conclusión de acuerdos comerciales regionales debido a que resulta más fácil lograr procesos parciales de integración por el reducido número de países que participan en ese proceso y por la proximidad geográfica de los mismos.

Esto dio origen a procesos de integración que a través de la creación y el fortalecimiento de bloques económicos dieron gran impulso al intercambio internacional, siendo los más importantes la Comunidad Económica Europea, cuyo positivo desarrollo se inició en el año de 1958 y que culminó con la creación de la Unión Europea; también fueron muy importantes los cambios políticos registrados en Europa del Este con un mercado potencial de más de 125 millones de habitantes, y abundancia de mano de obra calificada, así como la firma del TLC entre Canadá y Estados Unidos.

También lo fue la Cuenca del Pacífico que es un claro ejemplo de aprovechamiento de ventajas comparativas a través procesos de producción compartida transfronteriza, en los cuales hubo dotación de factores complementaria pues Japón, con procesos de producción de alta tecnología y abundancia de recursos financieros, se convirtió en importante abastecedor de componentes y de inversión para los nuevos países industrializados (NICs).

Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur, con abundancia de mano de obra, empezaron a exportar al resto del mundo productos manufacturados con componentes y capital japonés, pero mucho más importante es que estos países, partiendo de una maquila básica, realizaron incorporación creciente de valor agregado a través de capacitación intensiva de la mano de obra; de la incorporación de tecnología japonesa y el desarrollo de tecnología nacional y, en esencia, desarrollaron procesos con mayor valor agregado abandonando las labores iniciales de ensamble básico que caracterizaban a la maquila.

integracion comercial naipes
Ilustración: Proyecto Puente.
Comentarios

México, después de haber realizado numerosas reformas en los 80 y principios de los 90, culminó su proceso de apertura e inserción en la globalización con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, teniendo como primer objetivo la integración comercial y productiva con Canadá y Estados Unidos; también se pretendía aprovechar las ventajas comparativas y el desarrollo de la tecnología para incrementar la competitividad; y captar mayores flujos de inversión extranjera directa con el fin último de generar empleos y elevar el nivel de vida de la población.

Esto lo convirtió en país muy competitivo, su comercio exterior mostró gran dinamismo y, en un principio, el objetivo de integración comercial y productiva entre Canadá, Estados Unidos y México se cumplió, pues la exportación mexicana a esos países se incrementó de 85.72% a 90.74% en el periodo 1993-2000, sin embargo, a partir de 2001, decreció hasta llegar en 2019 a 83.57%.

En el caso de la importación, hubo un proceso corto de crecimiento porque a partir de 1996 inició una pronunciada caída pasando de 77.43% a sólo 47.35% en 2019, generándose una tendencia inversa a lo que se suponía sucedería en un proceso lógico y natural de integración regional.

Parte importante de esta negativa distorsión fue generada por la pérdida de competitividad del marco sistémico mexicano, la carencia de una estrategia para aprovechar las supuestas ventajas negociadas en el TLCAN, la firma compulsiva de TLC’s con otros 52 países, y una apertura comercial indiscriminada basada en una desgravación unilateral totalmente incoherente.

balanza comercial

Estas circunstancias generaron la migración de numerosas empresas manufactureras ubicadas en México y en Estados Unidos hacia el continente asiático, y el 30.06% en que se han reducido las importaciones procedentes de TLCAN, prácticamente se pasaron en el mismo porcentaje a Asia, pues del 10.62% que importábamos de Asia en 1995, pasamos al 36.53% en 2019.

Lo peor es que muchos de los productos e insumos que tradicionalmente importábamos de Estados Unidos, a partir de 1996 empezamos a importarlos de Asia, paradójicamente, fabricados por empresas norteamericanas que trasladaron sus procesos manufactureros a ese continente.

balanza

Apuntes finales

Este negativo proceso ha generado, en el caso de México, que el valor agregado en la exportación mexicana se haya reducido de 59% en 1993, a sólo 37% en 2019; y excluyendo al petróleo, este porcentaje se redujo a 31%; inclusive, en sectores que se presumen como los más importantes en nuestras ventas al exterior, el porcentaje de VAN se redujo, como es el caso del sector automotriz, mismo que en el año 2019 fue de 26%. En tanto que en el año 1993 era de 35%, es decir, el desarrollo de proveedores fue casi nulo y las cadenas de valor que tanto se ponderan en la actualidad, prácticamente se resquebrajaron y gran parte de la producción en nuestro país, se ha reducido a una función de ensamble, lo que también se manifiesta en la desaparición de aproximadamente 2,500 empresas exportadoras a partir del año 2001.

bancomext

En el cuadro que se presenta, puede verse muy gráficamente que el proceso exportador, que debió haber sido fortalecido mediante una estrategia para penetrar y consolidar nuestra posición en el mercado de TLCAN con mayor volumen de intercambios bilaterales –excluyendo al sector agroindustrial–, se redujo a un esquema de creciente importación de insumos de otros orígenes fuera de la región, para ensamblar y reexportar a Estados Unidos, a Canadá y a los mercados cercanos con reducido valor agregado, a los que principalmente exportamos productos fabricados por empresas transnacionales radicadas en México, que a base de políticas corporativas muy exitosas, realizan operaciones intrafirma, y utilizan a nuestro territorio como un centro de costos.

Por eso, en el periodo 1993-2019, el número de países con los que hemos firmado TLC’s y registramos déficit que pasó de 29 a 34, con un incremento del mismo de -11,894 a -61,964 millones USD, para el periodo completo, el déficit fue con 38 países con un valor de -897,126 millones USD.

Con los países con los que no tenemos TLC, la situación es peor, ya que pasamos de 80 a 99 países con un monto de -496 a -113,062 millones USD, y para el periodo total fue de 113 países con -113,062 millones USD, situación fuertemente favorecida por la nula competitividad del marco sistémico mexicano y la desgravación unilateral mencionada que, paradójicamente, juega en contra de la inversión extranjera directa, pues para muchos países resulta más fácil y barato producir en su territorio que en el nuestro, el cual ha mostrado decreciente competitividad desde el año 2001.

Incluyendo a todos los países que integran a la comunidad internacional, el número pasó de 109 a 133, con un déficit de -12,390 a -175,026 millones en tanto que, para el periodo completo, el déficit fue de -2,200,173 millones USD con 151 países.

Los grandes ganadores de “nuestra política de comercio exterior” de apertura comercial basada en una ilógica desgravación unilateral, han sido los países asiáticos encabezados por China y, sin duda, la integración comercial y productiva. Por tanto, las cadenas de valor o productivas con nuestros socios del TLCAN han sido fallidas, motivo por el cual crecientemente importamos insumos para producir bienes destinados al mercado interno y al de exportación.

La deseada integración comercial y productiva con el TLCAN, que es el mercado más grande del mundo, el más cercano, el principal importador mundial con alto nivel de consumo y con el que somos muy complementarios, no se logró.

Por otro lado, la pésima estrategia de comercio exterior de México, basada en una apertura comercial con una desgravación unilateral totalmente ilógica, propició una muy negativa “integración comercial”, principalmente con Asia, que son países muy lejanos, más competitivos, que representan un mercado accesorio con bajo nivel de ingresos y competidores directos nuestros en muchos de los productos que antes fabricábamos y exportábamos, y que mucho ha dañado a la planta productiva nacional al crearle una competencia desleal.

deficit de paises

Sin duda, mucho habrá que trabajar en materia de comercio exterior a fin de que este elemento, que en muchos países ha sido factor determinante para el desarrollo del país, cumpla en México con su función adecuadamente.

Nuestros altísimos funcionarios deberán prestar especial atención a las nuevas condiciones creadas por el T-MEC, pues si durante la vigencia del TLCAN, cuando nos encontrábamos en una zona de confort y gozábamos de condiciones muy favorables en la relación con Estados Unidos no lograron aprovechar los beneficios de un acceso preferencial, ni crear una integración comercial ni productiva, ahora que las condiciones serán más estrictas y restrictivas, será más difícil.

Para ello, será necesario que desplieguen toda su inteligencia y acaben con la simulación e improvisación que ha caracterizado esta actividad pero, sobre todo, definir una estrategia, con programas, proyectos y políticas públicas realistas.

Mucho agradezco a mi amiga, la Ing. Telma Bernárdez, catedrática de la Universidad Anáhuac, su invaluable ayuda para elaborar este documento.


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México: ¿Socio estratégico de Japón?

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Mucho agradezco a Arturo “N” su agresivo comentario sobre mi participación en el comercio exterior de México. Al respecto, mucho siento también que por timidez, pena, modestia, su deseo de permanecer en el anonimato o simplemente por cobardía, no puso su nombre completo, sin embargo, reitero mi agradecimiento por su mensaje ya que ha generado una serie de opiniones muy favorables sobre mi persona y las actividades que he realizado durante más de 45 años, siempre buscando el desarrollo y progreso de mi querido país.

Mucho más agradezco a las personas que valiente, desinteresadamente y personificando sus opiniones, han vertido comentarios que muestran su categoría como gente de bien, lo que mucho me enaltece y más me reconforta en este momento, pues han mostrado un verdadero amor por México y por su desarrollo.

El epígrafe que utilicé en mi artículo México: Programa de Desarrollo de Proveedores a la Exportación tiene  más vigencia que nunca por lo que con mucho gusto y el permiso de Don Camilo José Cela, se lo dedico a Arturo “N” y se lo transcribo a continuación para que no se le olvide su enorme contribución al desarrollo del comercio exterior mexicano, y pensando que posiblemente Don Camilo José Cela en algún momento llegó a conocer personalmente a Arturo “N”.


Dedico esta edición a mis enemigos
que tanto me han ayudado en mi carrera.
Camilo José Cela.

Para algunos de los países que tienen como principal problema para su desarrollo económico un mercado muy reducido, con un muy bajo nivel de ingresos de su población, la única alternativa ha sido el comercio exterior.

México así lo había entendido y durante los años 80 y principios de los 90 definió una estrategia basada en un proceso de desregulación que incluyó reformas estructurales y actividades muy coherentes que culminó con la firma del TLCAN con Canadá y Estados Unidos, países que constituyen el mercado más grande del mundo; el más próximo, con enorme volumen de importaciones, con alto nivel de compra y con el que somos complementarios en muchos aspectos.

Todo esto nos ubicó en una posición muy competitiva que generó enorme dinamismo en nuestra planta productiva y en nuestro comercio exterior pero, desgraciadamente, a partir del periodo de Ernesto Zedillo, la mediocridad reinó y no hubo ideas ni proyectos que contribuyeran a sostener este proceso ni a abonar la competitividad y el desarrollo de nuestro país. Es decir, no hubo estrategia alguna que nos permitiera aprovechar las ventajas comparativas que teníamos en relación con nuestros socios del TLCAN ni la extraordinaria ventaja de ser el único país de América Latina que había logrado negociar un acceso preferencial al mercado más grande y el más apetecido del mundo.

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Imagen: La Opción de Chihuahua.

Peor fue que a partir de 1994, la “política de comercio exterior” tuvo como base la firma compulsiva de TLC’s hasta completar un total de 54 países, con la mayor parte de los cuales los resultados han sido negativos, ya que si en el año 1993 tuvimos déficit con 29 países, para 2019 fue con 34 y para el periodo 1993-2019 alcanzó la cifra de 38 países por un monto de -897,126 millones USD, equivalente al 70% del PIB total de México en 2019.

Entre estos países se encuentra Japón, con el cual en el año 2005 nuestros altísimos funcionarios firmaron un TLC, un país que era la 2ª economía mundial con un PIB total de 4,571,314 millones USDD; importaciones totales de 516,075 millones USD y un PIB per cápita de 35,492 USD que permitía prever enormes posibilidades para incrementar nuestras exportaciones con ese destino.

Comentarios

El pasado mes de abril se cumplieron 15 años de la firma del Tratado de México con Japón, y los funcionarios mexicanos han comentado lo exitoso que ha sido este proyecto señalando el importante incremento que ha registrado el comercio mismo, pues en el periodo 1991-2019 acumuló un intercambio bilateral de 376,367 millones USD. Sin duda, una cifra espectacular pero engañosa, pues de ese gran total, el monto de la exportación mexicana fue de 53,077 millones USD en tanto que la importación procedente de Japón fue de 323,290 millones USD, con un saldo negativo para México de -270,213 millones USD.

Para 2006-2019, periodo en que ha estado vigente del TLC con Japón, la situación no difiere significativamente, pues el comercio total fue de 270,157 millones USD, con una exportación mexicana de 37,595 millones USD, una importación procedente de Japón de 232,562 millones USD y un déficit para México de -194,967 millones USD.

En este contexto, es importante señalar que la exportación de México con ese destino, a pesar de su incremento en valor, la participación en el total de nuestras ventas se ha reducido debido a que del 2.91% que representaba en 1991, en 2005 sólo representó el 0.69%, y que con la entrada en vigor del TLC, nuestra participación mostró un ligero incremento para alcanzar el 1.01% en el año 2016; sin embargo, para el 2019, ese porcentaje se redujo a 0.89%.

Conviene señalar que parte importante de las exportaciones mexicanas son resultado del comercio intrafirma que realizan las empresas japonesas con inversión en nuestro territorio, de tal manera que, de los principales 20 productos exportados, la mayoría corresponden al sector automotriz, eléctrico electrónico y minerales, incluyendo la destacada intervención de la sal exportada por una sociedad mexicana con participación de capital japonés: Exportadora de Sal.

Por lo que corresponde a los productos netamente mexicanos, en primera posición aparece la carne de porcino, seguido del aguacate –de lo cual me siento muy orgulloso por haber sido un importante promotor de su exportación–, atún, minerales de cobre, otras variedades de carne de porcino y de bovino, así como petróleo. En total, estos 20 productos representan el 62% de nuestra exportación total al mercado japonés.

Otros productos netamente mexicanos que aparecen como exportaciones son más cortes de carne de bovino, jugos de frutas, minerales de plata, calabazas, tequila, plátano, desperdicios de cobre, etcétera.

Las importaciones procedentes de Japón están encabezadas por automóviles y el resto son partes para automóviles, insumos eléctricos y electrónicos, máquinas y aparatos con función propia, laminados de acero y aceite diésel. En total, los principales 20 productos representan el 30.68% del total de nuestras adquisiciones.

Apuntes finales

El supuesto éxito del TLC con Japón es dudoso, pues la proporción del comercio bilateral en el total de nuestro comercio es decreciente debido a que no ha habido una estrategia que nos permita aprovechar sus necesidades e involucrarnos adecuadamente en un proceso de producción compartida con ese país, ni incrementar realmente los intercambios bilaterales de una manera sana.

En el año de 1975 elaboré mi tesis profesional con el título de La Renovación de Comercio Exterior de México en Asia del Este: China y Japón, a través de la cual hice un estudio comparativo de la promoción comercial de México en China y Japón, debiendo señalar que en aquel entonces, nuestro Consejero Comercial en Japón, el Ing. Felipe Avila Marcué me sorprendió mucho por la serie de ideas y proyectos que había generado para realizar la promoción de México en ese país, con resultados muy positivos.

Sin embargo, al terminar la misión del Ing. Avila Marcué en Japón, la promoción decayó notablemente y las oportunidades que había en ese mercado no fueron mayormente aprovechadas pues a su salida, las actividades en esa Consejería Comercial empezaron a desarrollarse por inercia y en forma reactiva, situación que fue agudizada por el fin de un sexenio en el que no hubo coherencia alguna ni programas que ayudaran a mantener el desarrollo económico del país. También es sorprendente que en aquella época México había mantenido un superávit comercial con Japón, eran nuestros años felices, pero los estertores de ese sexenio, inolvidable al igual que otros sexenios por sus terribles desaciertos, nos mostraron hacia dónde podía ir el país, pues en 1975 ya registramos déficit con Japón.  

balanza japon

Conviene señalar que, independientemente de ese déficit, 1975 fue el final de la cresta de bonanza de nuestro país, fue el año en que los mexicanos gozamos del mejor nivel de vida de nuestra historia medido por la evolución del salario mínimo y la inflación, de tal manera que, tomando como base 100% del año de 1952, en el año de 1975 fue de 281%, sin duda, eran años felices.

Para el año el 2018, el nivel de vida de las personas que perciben ingresos con base en el salario mínimo fue de 79.01% en relación con el año 1952. Este nivel de vida comparado con el de 1975 fue mucho peor, ya que sólo ascendió a 28.03%.

Desgraciadamente, pareciera que desde aquella época, nuestros altísimos funcionarios ya desconocían la operación real del comercio internacional y del comercio exterior de México y, al realizar este análisis, también me he dado cuenta de que tampoco conocían su historia y, por tanto, no podían prever su desarrollo, debido a que no tomaron en cuenta que el éxito del desarrollo económico de los países asiáticos se originó por un proceso de integración productiva transfronteriza, en el que privó una dotación de factores complementaria en el proceso de producción compartida; con Japón a la cabeza, el cual realizaba procesos de producción con alta tecnología y abundancia de recursos financieros que lo convirtieron en el principal abastecedor de componentes y de inversión para los que serían los nuevos países industrializados de Asia (NICs, New Industrialized Countries).

Al mismo tiempo, Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur (NICs), con abundancia de mano de obra y enorme inteligencia, empezaron a exportar productos manufacturados al resto del mundo con componentes y capital japonés. Sin embargo, estos países no se quedaron como México en la etapa básica de la maquila, sino que crecientemente incorporaron mayor valor a través de la capacitación intensiva de la mano de obra, del aprovechamiento de la tecnología japonesa y el desarrollo de tecnología nacional, realizando procesos manufactureros con creciente valor agregado y abandonando las labores iniciales de ensamble básico.

La situación que prevalecía cuando firmamos el TLCAN tenía una enorme similitud con la de Japón y los NICs, especialmente en lo que se refería a la dotación de factores complementaria. Pero para México parecía que no existían esos elementos y no los aprovechó, así como tampoco aprovechó las ventajas comparativas que tenía ni las condiciones tan favorables que había para desarrollar una integración comercial y productiva con Canadá y Estados Unidos en el marco del TLCAN; en su lugar, los altísimos funcionarios se “picaron” con la firma de TLC’s al por mayor y a pesar de los resultados tan pobres que he mencionado, el esquema de comercio exterior que implantaron no pudo crear un marco sistémico competitivo ni desarrolló a la planta productiva nacional, por lo que estuvo basado en la creciente importación de insumos para reexportar con reducido y decreciente valor agregado, convirtiendo a nuestro país en un maquilador simple, cuya base ha sido el ensamble.

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Imagen: iStock.

Hoy, en el caso de Japón, también veo con enorme preocupación que desde el 2005 ya teníamos un TLC pero que, por dogmatismo, por el desconocimiento de la operación real del comercio internacional, del comercio exterior mexicano y demás factores que he mencionado, nuestros altísimos e improvisados funcionarios impulsaron denodadamente la firma del TPP-11 señalando, con una ignorancia y un simplismo enorme, que a través del mismo podríamos obtener la ampliación de cuotas para la exportación de aguacate mexicano a Japón.

Pareciera que esos altísimos funcionarios desconocían que ya teníamos TLC con Japón desde el año 2005, y que a través del mismo era más fácil negociar bilateralmente este tipo de asuntos en lugar de llevar esa negociación a un foro multilateral como es el TPP-11 y que, eventualmente hablando del aguacate, la ampliación de dichas cuotas tendríamos que compartirla con países que se han convertido en serios competidores de México en la exportación de aguacate como son Chile y Perú, y en un futuro muy cercano, Nueva Zelanda.

Durante el primer año de vigencia del TPP-11, la obra maestra de nuestros altísimos funcionarios y culminación de la serie de negociaciones de TLC´s del más experimentado grupo de negociadores del mundo,como ellos mismos dicen que son, las importaciones procedentes de Japón, que en su mayor parte son insumos que se utilizan para ensamblar en nuestro país y reexportar con reducido valor agregado, correspondieron a 3.95%, que comparado con el año 2006, primer año de vigencia del TLC en que fue de 5.97%, nos arroja un importante retroceso.

Esto nos obliga a poner enorme atención en este negativo proceso, pues la cercanía de Japón con otros socios del TPP-11, nos genera una enorme desventaja que difícilmente podremos compensar debido a la distancia, a la mayor competitividad de esos países y a la carencia de una estrategia integral por parte de México, que desgraciadamente puede provocar la emigración de más procesos productivos que actualmente todavía se realizan en nuestro territorio a Asia, como ha sucedido en los 26 años más recientes con numerosos procesos de manufactura que antes se realizaban en la región del TLCAN.

Balanza comercial con Japon

Sin duda alguna, es necesario revisar nuestra situación a fin de acabar con la simulación y la improvisación, y definir una estrategia realista que nos permita utilizar al comercio exterior como un verdadero instrumento y palanca del desarrollo económico como ha sucedido en otros países.


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Programa de Desarrollo de Proveedores a la Exportación

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Dedico esta edición a mis enemigos
que tanto me han ayudado en mi carrera.
Camilo José Cela.

Ahora que tanto se habla de la “reactivación” de las cadenas productivas de nuestro país, me permito transmitirles algunos comentarios sobre lo que, en 1976, era el inicio de un proceso lógico e inteligente de desarrollo de proveedores y la creación de valor en nuestro territorio, muy promisorio y rentable que generaría enormes beneficios para nuestro país.

El proceso de integración de cadenas productivas en México tuvo su origen en la reunión de la Comisión México-CEE en 1976, en la cual se aprobó la propuesta realizada por mí como Gerente para Europa del IMCE, a fin de establecer un Proyecto de Desarrollo de Proveedores Mexicanos para la Exportación a Europa, mismo que dio origen al 1er Programa de Desarrollo de Proveedores Mexicanos a la Exportación con las principales cadenas de tiendas europeas que, en 1977, visitaron a nuestro país integrando una Misión de Compradores procedentes de Francia (La Samaritaine), Bélgica (Galeries Anspach), Holanda (Vrom & Dressman), Italia (La Rinasciente) y Alemania (Kaufhof).

En el mismo año, con motivo de la reanudación de relaciones diplomáticas con España, fui designado Consejero Comercial Adjunto de la Embajada de México en Madrid, en donde este esquema de Desarrollo de Proveedores fue utilizado para proyecto de El Corte Inglés que sirvió para realizar la 1ª Semana de México en su sede central de la calle Preciados.

El éxito de este evento fue tan grande que motivó a que esta semana fuera adoptada como un esquema anual de promoción de México en sus principales almacenes en España con confección, artesanías, bebidas y productos alimenticios mexicanos.

En 1981 fui designado Consejero Comercial de México para Costa Rica, Nicaragua y Panamá en donde debido a las condiciones económicas de esos países, fundamentalmente trabajé con la participación en licitaciones para el suministro de bienes y servicios, proceso en el cual muchas empresas mexicanas fueron muy exitosas en sus ventas a la Caja Costarricense del Seguro Social, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Comunicaciones, la Refinadora Costarricense del Petróleo (RECOPE), así como con sus similares en Nicaragua y Panamá.

En diciembre de 1995, siendo el Coordinador de TLC’s con sede en México, propuse adoptar el sistema establecido durante mi estancia en América Central para la participación en licitaciones, motivo por el cual fui felicitado muy efusivamente.

En 1983 fui designado Cónsul en Rotterdam y Consejero Comercial de México para BENELUX y Países Escandinavos en donde la relación establecida en el año de 1977 a través del 1er Programa de Desarrollo de Proveedores, permitió la renovación de la relación con la empresa holandesa Vrom & Dressman para concretar exportaciones de guantes de carnaza, guantes de látex, grifería, canicas y esferas de Navidad, entre otros; sin embargo, el éxito más grande de mi carrera también se generó ahí, en 1984, cuando creé el Proyecto de Promoción y Exportación de Aguacate Mexicano al Mercado Europeo, cuyo elemento fundamental fue el Desarrollo de Proveedores a la Exportación creando una plataforma exportadora mediante la organización de los productores mexicanos a través de la Unión de Productores y Exportadores de Aguacate de Michoacán (UPEAM), con el objetivo de contar con una fuente confiable y continua de suministro.

Esto permitió que, a partir de 1988, la exportación de aguacate mexicano se pudiera realizar de una manera ordenada, sistemática y continua y que, actualmente, el aguacate sea el principal producto agrícola de exportación mexicana con un total de 3,104 millones en el 2019.

El esquema de Desarrollo de Proveedores fue fortalecido en 1990 a través de la propuesta mexicana, también realizada por mí como Coordinador de Consejerías para Europa Occidental de BANCOMEXT, para el Acuerdo de Tercera Generación con la Comunidad Económica Europea, en la cual incluí la necesidad de adoptar al elemento del país donador en las reglas de origen a fin de favorecer el proceso de integración con la CEE, a través del incremento del valor de contenido regional que actualmente nuestros funcionarios manejan pomposamente bajo el concepto de cadenas de valor.

En mayo de 1990 fui designado Consejero Comercial de México para Quebec y las Provincias Marítimas de Canadá, en donde utilicé este esquema de promoción con extraordinarios resultados pues, en la Primera Reunión de COMPEX Internacional en América del Norte realizada en la ciudad de Montreal, con la participación de 96 empresarios quebequenses, presenté 27 casos relacionados con problemas del comercio exterior de México. Entre ellos, diez Proyectos de Desarrollo de Proveedores de los cuales destacan:

~ Culinar, empresa que mediante este esquema inició la importación anual de 3.0 millones de libras de fresa congelada de la empresa Frexport (1.8 millones USD);
~ Breen Brokerage, importando ajo, cebolla y melón por 1.4 millones USD anuales;
~ McCain con importación inicial de sólo 100,000 USD de jugo de naranja debido a la debilidad de la oferta mexicana;
~ GEMMA Suisse, importando calzado para niño por 1.0 millón USD;
~ Zellers, con guantes “Magic Glove” por 700.000 USD anuales.

Posteriormente pude añadir a este tipo de proyecto a otras empresas que iniciaron la importación de pelotas, canicas y esferas navideñas; aguacate, mango, químicos, popurrí, jabones con diseños especiales, café descafeinado, entre muchos otros.

Anexo 2 Desarrollo de proveedores

También quiero señalar que, debido a la carencia de oferta exportable en nuestro país, busqué dar impulso al Proyecto de Desarrollo de Proveedores a través de la promoción de inversiones en los sectores que había definido como prioritarios, de tal manera que en el periodo de 3 años y 5 meses que físicamente permanecí en Canadá, concreté un total de 66 inversiones en México y dejé en promoción 31 proyectos.

Conviene señalar que, por mi desplazamiento a Canadá, desgraciadamente ya no pude darle secuencia al prometedor proceso de Desarrollo de Proveedores que había iniciado en México, mismo que cayó en manos de la improvisada burocracia y numerosos recomendados que a partir de 1989 empezaron a saturar la estructura de BANCOMEXT.

En el periodo 1989-2000, el total de funcionarios de alto nivel se incrementó en 482%, es decir, 605 funcionarios más, ya que el número pasó de 132 a 737 con el incremento de dos niveles en la estructura de la institución de tal manera que, cuando yo ingresé a BANCOMEXT era uno los 42 gerentes que después alcanzaron la cifra estratosférica de 221. Primero me ubicaba en 4º nivel para después llegar hasta el 6º debido al crecimiento ilógico de su estructura.

bancomext

Bajo estas circunstancias, la iniciativa mexicana para el Desarrollo de Cadenas Productivas o Desarrollo de Proveedores a la Exportación –como yo la había denominado originalmente–, se redujo a la realización de un monstruoso, burocrático y mediocre evento anual en el cual participaban empresas de todas las entidades federativas que BANCOMEXT y la SECOFI “invitaban” o forzaban a participar a través de los gobernadores de los Estados; poniendo como incentivo o señuelo que el Presidente de la República asistiría al mismo, y que los gobernadores y los empresarios tendrían la oportunidad de tomarse la foto con el presidente cuando inaugurara el evento y durante la visita al stand correspondiente.

El Programa de Desarrollo de Proveedores bajo esta modalidad, naturalmente no dio resultados positivos, pues para la preparación y realización del evento no había trabajo técnico alguno que apoyara adecuadamente el proceso de promoción, de selección y, mucho menos, de seguimiento a las miles de entrevistas que supuestamente se habrían “concertado” entre “empresas tractoras” y posibles proveedores. Es decir, se trataba de un esquema de simulación muy costoso que los burócratas habilitados como expertos en comercio internacional habían “diseñado” para justificar su permanencia en las filas de la burocracia promotora de las exportaciones; en otras palabras, era un gran espectáculo, “un show” con enorme protocolo, numerosos organizadores, muchas edecanes y resultados muy dudosos.

En la realidad, el desarrollo de proveedores requería de un trabajo muy profesional, ético, serio, técnico y especializado que, desgraciadamente, los altísimos funcionarios mexicanos de BANCOMEXT encargados de la promoción nunca supieron implementar y, simplemente, lo prostituyeron, pues lo redujeron a un corte de listón en la inauguración, a una visita a los stands y a la toma de fotografías con las altas autoridades y, naturalmente, con las edecanes. Por eso, el valor agregado en nuestro país ha sufrido un enorme retroceso –especialmente desde la entrada en vigor del TLCAN y los otros TLC’s que supuestamente iban a generar un efecto totalmente contrario–. BANCOMEXT no pudo cumplir adecuadamente con la importante función que tenía adjudicada.

Basta decir que, en el año 1993, el valor agregado de la exportación mexicana era de 59% y, para el 2018, se estima que sólo fue de 37%. Excluyendo al petróleo, este porcentaje fue de un ridículo 26%.

Por cierto, en el año de 1997 fui liquidado de BANCOMEXT porque, según los altísimos funcionarios, no reunía el perfil para trabajar en la Institución, sin que en la realidad nunca lograra saber cuáles eran las características que ese perfil incluía, adicional a ser “un recomendado e improvisado experto en comercio internacional”.

Sin duda, por el enorme deterioro que ha sufrido el comercio exterior de México y la economía del país, se requiere definir una estrategia integral realista que permita generar empleos, más valor, mayor riqueza y bienestar para un pueblo que los burócratas han convertido en paupérrimo.


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