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Crisis de suicidio y depresión que debemos evitar

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De acuerdo con los registros de atenciones que nos han llegado al 5511-8575-55 y por mensaje directo al 5523-2303-03, que son las principales vías de contacto de Confianza e Impulso Ciudadano A.C., organización que tengo el privilegio de encabezar, el aumento de casos de intento de suicidio, pensamientos suicidas –ideación le llaman los especialistas– e indicadores de riesgo en una persona, ha sido notable durante los meses de esta terrible pandemia.

Desde inicios de marzo –el primer contagio reportado fue el 28 de febrero pasado, una fecha que hoy vemos muy lejana– que habilitamos la línea de Confianza para atender preguntas y posibles padecimientos emocionales por esta inédita pandemia, los números han coincidido con las cifras internacionales que advierten de una oleada de problemas psicológicos frente al aislamiento voluntario, la llamada “nueva normalidad” y una realidad totalmente distinta a la que conocíamos antes, cuando salimos o nos quedamos en casa en medio de la incertidumbre.

Para contextualizar, a través de los diferentes medios de contacto –que también incluyen las redes sociales de nuestra organización @ConfianzaMx, FB: ConfianzaMx, IG: ConfianzaMx– hemos atendido, de marzo a julio, 260 casos de suicidio que pudimos evitar, gracias a la intervención gratuita de especialistas que brindan primeros auxilios emocionales a la persona involucrada y después consulta permanente a toda su familia.

Ello representa dos casos diarios en promedio durante las Jornadas de Sana Distancia y de la denominada “Nueva Normalidad” que han determinado las autoridades federales y algunas estatales.  

Además, hemos asistido en 427 casos de atenciones por ideas suicidas de personas que en su mayoría hablan o se ponen en contacto directamente, ante la posibilidad de atentar contra sí mismos en cualquier momento.

suicidio depresion pandemia
Ilustración: Stela Bonova.

Estos son tres casos al día, en promedio, durante este difícil periodo de cinco meses de pandemia. Cuando logramos establecer un puente de confianza, establecemos un “contrato de vida” para que, junto a sus familiares, iniciemos el proceso de atención psicológica.

En total, durante la jornada de 9 a 18 horas que opera la línea de Confianza, y las 24 por medio de redes sociales, chat y correo electrónico, hemos apoyado en cinco casos diarios de intento o de ideas suicidas, lo que significa un caso evitado y atendido cada dos horas.

A estas atenciones debemos sumar 390 consultas que se hicieron y fueron identificadas por los especialistas como de riesgo de posibles ideas suicidas o de un probable intento si no se brinda atención. Éstas significan un promedio de tres personas diarias más que también son atendidas.

En resumen, durante los más de 150 días que llevamos de pandemia se han brindado 1,077 intervenciones relacionadas con suicidio, que son siete casos al día, uno cada hora realmente, en promedio, en que la línea y el chat están en operación, y que incluye también a los otros medios de comunicación.

Imaginemos que, sin este esfuerzo ciudadano de profesionales comprometidos, estas personas no hubieran encontrado una opción rápida de ayuda, lo peor hubiera pasado o pasaría cada 30 minutos, sin que nadie hubiera podido evitarlo.

Sin embargo, como en otras crisis, la ciudadanía bien organizada puede resolver problemas complejos, añejos, que empeoran cuando los sistemas de salud deben priorizar como en este momento, entre atender a pacientes de Covid-19 o abrir espacios para todo lo demás.

suicidio depresion pandemia
Ilustración: Sy Tat.

En este esfuerzo, que es un caso de éxito de la sociedad, debo reconocer la valiosa participación de Twitter y sus hashtags #HayAyuda y #HablemosDeSaludMental que automáticamente enlazan desde el teléfono celular con la línea de Confianza e Impulso Ciudadano. Así, muchas personas han entrado en contacto casi de manera instantánea cuando han buscado información o han deletreado un conjunto de palabras que denotan pensamientos suicidas y que todos los días son revisados por los especialistas de Confianza y los ingenieros de esta importante red social.  

A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre cerca de 800 mil suicidios al año en su último reporte de 2019. De acuerdo con la OMS, es la tercera causa de muerte para jóvenes entre 15 y 19 años, la mayoría usuarios de redes sociales y propietarios de un teléfono móvil.

El 79% de suicidios se cometen en países con ingresos bajos y medianos como el nuestro, y por cada uno hay varios intentos que aumentan el riesgo, lo cual comprobamos con los porcentajes que tenemos de ideas y de riesgos identificados en los medios de atención. Cada 40 segundos hay una persona que se suicida en el mundo, según la OMS.

En México, la tasa de suicidio fue de 5.2 por cada 100 mil habitantes y la población entre 20 a 24 años ocupa el segmento con mayor incidencia –9.3 por cada 100 mil en esas edades– y 15.1 por cada 100 mil son hombres.

El suicidio ocupa el lugar 22 entre las principales causas de muerte en la población mexicana, y es entre los 15 y 29 años la segunda causa de muerte en el país para ese segmento productivo y joven de nuestra población. Los datos los hizo públicos el INEGI el 10 de septiembre de 2019, que es el Día Mundial para Prevenir el Suicidio y son con base en estadísticas de mortalidad de 2017.

Ya viene un aniversario más, que se nos juntará no sólo con la suspensión de las clases presenciales, sino con una apremiante situación económica que apenas ve algunas señales de mejorar. Si sabes o conoces de algún caso cercano de depresión o ansiedad, es vital que compartas este artículo o los números y medios de contacto. Hemos salvado muchas vidas en este lapso, pero esto, tristemente, apenas empieza.


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Estrategias de autoayuda frente a la crisis sanitaria

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Impacto emocional del COVID-19

A causa de la crisis global generada por la pandemia del COVID-19, datos de una encuesta de opinión pública (Buendía & Laredo, 2020) nos muestran que, entre los mexicanos, “impera el pesimismo sobre el futuro inmediato”. Así, el 70% espera una disminución en su ingreso familiar, 69% supone que algún miembro de su hogar pierda su empleo, 62% considera probable que haya desabasto de alimentos en algunas zonas del país, mientras que 33% piensa que es probable que algún miembro de su hogar contraiga el virus.

Desesperanza, angustia y hasta desesperación son algunos de los sentimientos que nos despierta el encierro del hoy y la incertidumbre del mañana. Hay quienes viven este aislamiento con tal miedo que su vida se ha tornado insoportable. Es por ello que los gritos de auxilio se han multiplicado. Especialistas en psicoterapia y coaching emocional me comentaron recientemente que estos días han incrementado las llamadas de ayuda de quienes no logran mantenerse a flote. También, en las redes sociales se multiplican los tips para que la gente logre calmar su miedo con meditación, pensamientos positivos, rutinas de ejercicios o bien con consejos para seguir con la vida a pesar de las condiciones adversas. De igual forma, hay datos que muestran que quienes antes acudían a terapias emocionales y psicológicas, ahora acuden a libros de autoayuda (El Comercio, 2020).

ninos en reclusion
Ilustración: El Sol de Mazatlan.

En marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud ya había alertado sobre el impacto emocional del COVID-19: “El aislamiento, el distanciamiento físico, el cierre de escuelas y lugares de trabajo, son desafíos que nos afectan, y es natural sentir estrés, ansiedad, miedo y soledad en estos momentos”. Éstas fueron las palabras de Hans Kluge, jefe de la OMS para Europa, durante la rueda de prensa del 25 de marzo. Mujeres embarazadas, adultos mayores y niños son la población más vulnerable frente a los posibles efectos emocionales de la emergencia sanitaria (DW, 2020).

La autoayuda frente a un grito de auxilio

El 23 de marzo se celebró el Día Internacional del Libro y el 30 de abril festejamos en México el Día del Niño. Difícil festejar a los niños durante el aislamiento obligado; pero parece fácil leer un libro en el encierro –si es que nos queda tiempo después de que la cuarentena nos ha multiplicado las labores domésticas y de cuidado–. Editoriales, librerías y autores han facilitado publicaciones y libros electrónicos de manera gratuita. También en redes sociales se muestran distintas formas de celebrar a los niños en casa. Seguramente este encierro ha obligado a muchos a buscar en las redes sociales estrategias para sobrevivir el encierro, calmar el estrés y animar a los niños.

Sin duda, también obligará a muchos a buscar soluciones en libros de autoayuda y eso no es extraño. La autoayuda como género literario surgió en la década de los treinta del siglo pasado, justamente después de la Gran Depresión de 1929 (Papalini, 2015). De hecho, uno de los primeros libros que hicieron de este género una industria por sus vastas ventas alrededor del mundo fue el que publicara en 1936 el empresario estadounidense Dale Carnegie, Cómo ganar amigos e influir sobre las personas. Entonces, no será extraño que después de la crisis que estamos viviendo, este género -el cual, se ha expandido desde 1990- gane mayor auge.

libros de autoayuda
Ilustración: Trendsmap.

Ya estamos viendo cómo la biblioterapia se presenta como una herramienta para sortear la angustia y el miedo actuales; y, sin duda, una vez que termine el periodo de aislamiento, las personas seguirán acudiendo a los libros y manuales de autoayuda para mejorar la situación anímica o económica en la que cayeron. Si bien, como en todo género literario, hay buenas y malas obras, el de autoayuda no es la excepción. No obstante, en diversas investigaciones (véase, por ejemplo, Montes de Oca y McLean, 2019) se ha mostrado que algunos de los libros de autoayuda, sí ayudan; además de que hacen que los lectores reflexionen, asimilen y adapten los contenidos a sus propias experiencias. En otras palabras, los lectores toman lo que les conviene para solucionar sus problemas.

Ya veremos cómo después de la crisis del COVID-19, por una parte, se multiplican las publicaciones y, por otra, crecen los lectores de un género que en México gana preferencia, ya que en 2017 casi el 30% de quienes habían leído un libro el último año, había preferido este género (Montes de Oca y McLean, 2019).


Referencias
~ Buendía & Laredo, 2020, Encuesta Nacional de Opinión Pública COVID-19.
~ DW, 2020, “OMS: el impacto psicológico del COVID-19 en la sociedad no debe ser ignorado”, 26 de marzo.
~ Diario El Comercio, 2020, “Autoayuda, un género que crece en el aislamiento”.
~ Montes de Oca, Laura y Scott McLean, 2019, “Entender la autoayuda. Claves interdisciplinarias para analizar una práctica cultural en expansión”, Revista Interdisciplinaria de Estudios Latinoamericanos, año 3, núm. 3, septiembre-diciembre, disponible en: https://bit.ly/3bRUeKK.
~ Papalini, Vanina, 2015, Garantías de felicidad. Estudio sobre los libros de autoayuda, Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora.


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