Banco de México

Protección social contra la desesperación

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Dijo el presidente en la “mañanera” del martes pasado que quisiera ayudar más a “los que están abajo (…), pero son nuestras posibilidades, hacemos lo posible también para no endeudarnos”, y explicó que si se decidiera a pedir créditos ante la crisis y la pandemia, “en el futuro tendría que destinarse más dinero a pagar intereses de la deuda en lugar de destinarlo de manera directa al bienestar de las personas”.

Tres observaciones sobre la opinión presidencial, “con todo respeto”.

Ciertamente, la política contra la pobreza, es pobre: cuando mucho alcanza, suponiendo que no hay desvíos ni corrupción, a 22 de los 61 millones de pobres que hay en el país, y lo hace con ayudas muy insuficientes para posibilitar cambios permanentes en su vida.

Los apoyos van de 800 pesos mensuales que reciben 11 millones de estudiantes, a 1,310 pesos para 7.5 millones de adultos mayores; menos de un millón de personas con discapacidades recibe igual cantidad y alrededor de 600 mil jóvenes registrados en alguna empresa para capacitarse, reciben 3,750 pesos mensuales.

pobreza, más pobres en el mundo
Fotografía: Agora Prowly.

En el medio rural, 409 mil jornaleros reciben 5,000 pesos mensuales para que siembren cultivos perenes en sus parcelas, y 2.4 millones de campesinos y pescadores reciben apoyos directos.

Son apoyos necesarios para la muy precaria vida de millones de compatriotas, y qué bueno que los tengan, pero sus urgencias son tan grandes que fuera de los jóvenes en capacitación y de los sembradores de árboles, los programas no están pensados para que la gente invierta esos recursos en mejorar sus condiciones de trabajo en el largo plazo.

Mi segunda observación es que los programas sociales con que se ayuda a los pobres, no están diseñados para sortear una emergencia como la que vivimos, a consecuencia de la cual, todos los mexicanos, con muy pocas excepciones, veremos reducidos nuestros ingresos.

Quienes perderán relativamente más son las familias de mayores ingresos, las ubicadas del sexto al décimo decil de ingresos; quienes entran en los primeros deciles también perderán, pero proporcionalmente menos.

La guía de la política social es el principio de que, por el bien de todos, primero los pobres, lo cual es plausible, y lo sería más si no dejara fuera a 40 millones de ellos; pero en la situación de emergencia, otros sectores necesitan acciones temporales de protección.

Se requieren acciones para proteger empleos, subsidiando a empresas para pagar su nómina a condición de que conserven a todo su personal; las declaraciones mensuales al SAT darían información de cuáles empresas requerirían ese subsidio y cuáles no.

protección social

La crisis ya ha causado la pérdida de entre 5 y 8 millones de empleos y se perderán muchos más; a falta de un seguro de desempleo, habría que proteger a las personas que por ésa o cualquier otra causa han perdido su fuente de ingresos; hace falta un programa de transferencias temporal a quienes realmente lo necesiten.

Y tercero, como hemos insistido en este espacio, se requiere establecer un sistema para el otorgamiento de créditos blandos que lleguen directos, sin comisiones ni alzas desmesuradas en las tasas de interés, a las micro, pequeñas y medianas empresas.

El Banco de México le ofreció créditos a la banca múltiple direccionados a las MiPymes, pero está en la naturaleza de los banqueros cobrar comisiones y los más altos intereses que el cliente esté dispuesto a pagar.

Si no se logra evitar la insolvencia y parálisis de millones de MiPymes con créditos blandos y de largo plazo, empresas y familias entrarán en moratorias “y los bancos se encontrarán en el ojo del huracán”, como adelantó ayer Agustín Carstens. Y entonces el gobierno tendrá que prepararse para rescatar, no a la planta productiva generadora de empleos y riqueza, sino a la banca, extranjera en su mayor parte.

Aunque al presidente le da resquemor solicitar crédito para su gobierno, la emergencia exige que lo haga, no sólo para ayudar más a los pobres, sino para crear una red de protección social ante la emergencia y el peligro de perder inversiones productivas, empleos y arrojar a la desesperación a millones de familias.

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Macroeconomía y Telecomunicaciones en Tiempos del COVID-19

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El sector de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información ha demostrado crecer varias veces lo que lo hace la economía en su conjunto. Incluso en tiempos de pandemia, los primeros resultados macroeconómicos y sectoriales correspondientes a 2020 revelan una aciclicidad de la dinámica de este último.

Conforme a las cifras dadas a conocer por el INEGI de la evolución del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre de 2020 (1T-2020), se registró un retroceso anual de 2.2% en términos reales, por tercer trimestre consecutivo.

Ello, advierte un escenario marcadamente recesivo para la actividad económica en México causado por el inicio de la pandemia de la COVID-19.

Por su parte, el Banco de México publicó sus pronósticos de crecimiento para el cierre del año, ubica al momento la contracción anual entre 4.6% y 8.8% y muy probablemente en anticipo de un desempeño aún más negativo, si consideramos que en su publicación trimestral previa había anticipado un crecimiento en rango de +0.5-1.5%.

Diversos centros de análisis nacionales e internacionales coinciden en apuntar que la economía mexicana se dirige a una recesión de dos dígitos, posible y probablemente altos. Por el bien de muchos, ojalá no sea así, pero esta operación macro y microeconómica es claramente ajena la voluntad y a las capacidades de respuesta de las autoridades.

Telecomunicaciones en 1T-2020

En franco contraste, medido por sus ingresos, esto es, por la venta o comercialización de servicios y equipamiento de telecomunicaciones, el sector creció en el 1T-2020 a una tasa de 7.8%, nivel extraordinario frente a los periodos inmediatos anteriores y no registrado en la última década, al generar ingresos por 124,860 millones de pesos (mdp).

 Esta dinámica es atribuible, en lo principal, al crecimiento anual de 11.8% que se observó en el segmento móvil, al dedicar los 123.8 millones de usuarios móviles, recursos crecientes para la adquisición de Smartphones y pago por servicios, especialmente de internet. Este componente representa 6 de cada 10 pesos que se generan en el agregado sectorial o un total de 74,045 mdp.

ingresos de telecomunicaciones

Asimismo, el sector fue impulsado por el aumento registrado en el segmento de TV de paga y servicios convergentes (21.5% del total de ingresos o 26,828 mdp) al crecer 8.8%. La creciente contratación de internet en los hogares y sus empaquetamientos con ofertas de televisión, e incluso con plataformas de contenidos bajo demanda explica el ritmo positivo y la trayectoria ascendente en el crecimiento de este componente de ingresos.

Por su parte, el número de líneas y accesos a internet totales creció 2.3% y 6.5% respectivamente. En ingresos, el segmento fijo (19.2% del total, 23,987 mdp) se contrajo 3.8%. Ello derivado del continuado proceso de ajuste de tarifas a la baja en estos servicios y en alguna magnitud atribuible a la pérdida de valor y creciente sustitución de la telefonía fija para hogares y empresas.

Prospectiva Telecom en 2020

En contraste a esta positiva y notable trayectoria, se prevé que este sector como muchos otros de la economía mexicana sea afectado por la crisis del coronavirus. Ello, será probablemente manifiesto desde el segundo trimestre, por lo que estimaciones oportunas elaboradas por The Competitive Intelligence Unit ubicarían en un rango entre -3.9% y 1.0%, el crecimiento anual correspondiente a los ingresos de telecomunicaciones en México para 2020.

telecom y covid 19

Este rango es superior al que proyecta la autoridad en política monetaria. No obstante, evidencia que la crisis sanitaria ha derivado en una económica, entre muchas otras, con efectos en las decisiones de consumo y contratación de los servicios de telecomunicaciones. La menor derrama salarial y afectación de negocios, junto con la semi-parálisis social, deprimen y congelan el consumo.

Es por ello menester dar seguimiento al balance de todos estos mecanismos detonados por la pandemia sobre este sector durante 2020.


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Reglas para solicitar préstamos a Banxico

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Establecen reglas para solicitar préstamos de Banxico al sistema financiero

Fueron publicadas las primeras reglas de operación para acceder a los préstamos de Banxico al sistema financiero que soliciten liquidez.

Las instituciones financieras podrán acceder a los recursos una vez que cumplan con los lineamientos establecidos por el Banco Central.

El documento, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el miércoles 13 de mayo establece las reglas aplicables al ejercicio del financiamiento otorgado por el Banxico para cubrir necesidades de liquidez adicionales ordinarias de las instituciones tanto de banca múltiple como de desarrollo.

La institución interesada en obtener el financiamiento del Banco Central con el fin de cubrir dichas necesidades deberá presentar una solicitud a través del Módulo de Atención Electrónica, que tendrá que contar con la firma electrónica avanzada del director general del banco en cuestión.

Con ello, se podrá pedir una combinación de recursos para hacer frente a sus problemas de liquidez.

El 21 de abril, el Banco Central puso en marcha 10 medidas adicionales para promover un comportamiento ordenado de los mercados financieros; fortalecer los canales de otorgamiento de crédito, y proveer liquidez para el sano desarrollo del sistema financiero ante la pandemia del nuevo coronavirus.

Las acciones anunciadas apoyan al funcionamiento del sistema financiero con hasta 750 mil millones de pesos. Al sumarse a lo ya implementado, el total es equivalente a 3.3 por ciento del PIB de 2019, explicó en su momento la institución.

Banxico continuará publicando las reglas de operación de cada uno de los 10 puntos que pondrá en marcha, con la finalidad de que las instituciones elijan aquellas opciones que requieran.

Lo anterior busca crear las condiciones que faciliten que los intermediarios financieros cumplan su función prioritaria, es decir, proveer financiamiento a la economía, para que a su vez este pueda destinarse a las micro, pequeñas y medianas empresas, así como a los hogares que han visto una reducción en sus fuentes de ingreso por la pandemia del COVID-19.

El fenómeno migrante y las remesas

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Como parte de mis actividades convivo, interactúo y pertenezco a un determinado número de grupos de economistas; en la academia, en la parte social, y laboral también. He logrado “mimetizarme” para que no se note “tanto” que no soy el gurú en “econometría” o en “estadística aplicada”, y siento que he podido disfrutar y entender buena parte de lo que se expone en estas reuniones.

Algo que me ha pasado, empero, es que no termino de entender cómo es que varían tanto sus proyecciones, y cómo es que se ajustan, quizá con plazos que podrían ser consideradas como de “corto plazo” en otras profesiones, y tienen una varianza tan grande. Es donde recuerdo el viejo dicho de “un economista es alguien que el 50% del tiempo te dice lo que va a pasar, y luego se pasa el otro 50%  explicando por qué no pasó lo que él dijo que iba a pasar y, sin embargo, cobra el 100% de su salario”.

Obvio, no es tan tajante el tema, pero sí considero que en muchos casos se “arrojan” cifras sin tener el análisis de la situación; “vamos a decrecer el 7.2% este 2020”, y luego “no, vamos a decrecer el 8%, ya lo dijo X correduría extranjera”; y uno más añade, “corrección, esto es más grave: ya el decrecimiento está arriba del doble dígito”.

Esta información no es útil, y solamente es alarmista, máxime si no se pone en contexto cuánto están decreciendo las economías globales, sobre todo las más importantes; cómo está el desempleo a nivel global y regional; cómo es que está el problema de “contagio de las economías”; y máxime en un momento de tanta incertidumbre.

Esta crisis, es muy severa, quizá la peor en nuestras vidas; hay muchos datos que van saliendo, y otros que van aún muy atrasados; y en muchos renglones tenemos que profundizar en el análisis antes de dar conclusiones aventuradas y disociadas o inconexas con otros indicadores. Uno de ellos son las remesas.

fenomeno migrante y remesas
Ilustración: Financial Times.

Esta semana salió la noticia de que: 

Las remesas en México subieron 35.7 por ciento en marzo del presente año respecto al mismo mes de 2019, lo que implica la mayor alza desde septiembre del 2003, de acuerdo con datos publicados este lunes por el Banco de México (Banxico).

Los envíos de dinero a México en el tercer mes del año ascendieron a 4 mil 16 millones de dólares, frente a los 2 mil 957.9 millones de dólares del año pasado.

El monto de marzo fue 49 por ciento superior al reportado el mes previo –cuando se registraron envíos por un total de 2 mil 694 millones de dólares-, pese a un entorno más retador por el impacto del coronavirus en Estados Unidos y en México.

Alberto Ramos, directivo de Goldman Sachs, mencionó que este resultado sobrepasó sus estimados.

“Las remesas de los trabajadores sorprendieron significativamente al alza en marzo con una entrada muy grande y récord mensual de 4.02 mil millones de dólares; muy por encima de las expectativas de consenso de 2.75 mil millones de dólares”, dijo.

Además, el directivo señaló que es debido a que la mayoría de las remesas se originan en Estados Unidos, y que este aumento inusual se habría dado por el temor al desempleo en aquel país, por lo que muchos aprovecharon para capitalizar sus niveles de dólares en el país.

Hasta aquí la noticia publicada en varios medios nacionales. Hay muchas hipótesis que pudieran explicar el envío extraordinario de remesas a México en marzo y aquí sintetizo la reflexión de Jonathan Heath:

Primero, la depreciación del tipo de cambio incentivó mayores envíos. Se aprecia mayor envío a países con mayor depreciación de su moneda.

Segundo, muchos mexicanos decidieron regresar a México en marzo ante la crisis sanitaria y por pérdida de empleo. Estos enviaron sus ahorros previamente para evitar viajar con efectivo y ser asaltados.

Tercero, es casi un hecho que los flujos de remesas van a disminuir drásticamente a partir de abril ante el incremento súbito y drástico en el desempleo en EEUU. Se anticipa una caída mayor a la de 2009, dado que se espera una recesión más profunda ahora.

Cuarto, se espera que la recuperación en el envío de remesas será más lenta en esta ocasión, ante mayores complicaciones en el mercado laboral de EEUU.

fenomeno migrante y las remesas
Ilustración: Rosario Lucas.

El director de Goldman Sachs, Alberto Ramos, señaló que: La aceleración significativa de las remesas en marzo es difícil de ajustar con las condiciones del mercado laboral y el sentimiento en Estados Unidos. Especulamos que quizás por temor a un deterioro significativo de las perspectivas de empleo e ingresos en los Estados Unidos, muchos trabajadores pueden haber capitalizado en un nivel favorable de dólares a pesos mexicanos para enviar parte de sus ahorros acumulados en Estados Unidos de regreso a México […]. En marzo hubo también un número récord de envíos, con más de 10.6 millones, el mayor número de operaciones desde que tiene registro Banxico.

Éstas son algunas de las vertientes que he estado escuchando.

Las remesas juegan un papel importante ante la emergencia sanitaria, ya que son consideradas una red de protección, sobre todo en los sectores informales, migrantes y refugiados. Es por ello que el Banco Mundial hizo un llamado de atención a los involucrados en las remesas.

Las acciones a corto plazo incluyen el reconocimiento de los proveedores de servicios como servicios esenciales y la necesidad de apoyo por parte de los gobiernos. Por otro lado, en el mediano plazo deberán adoptar los modelos emergentes digitales, promover el acceso financiero universal, mejorar la interoperabilidad entre los sistemas y el cumplimiento de la regulación de Prevención de Lavado de Dinero (PLD).

El Banco Mundial publicó un estudio para monitorear el impacto de las crisis sanitarias y su impacto en las remesas, y se espera que en el corto plazo se presenten interrupciones en la operación, volatilidad cambiaria y reducción en los ingresos, lo que generará menores remesas y se mantendrá en el mediano plazo, junto con el regreso de los migrantes de sus lugares de trabajo a sus lugares de origen.

Los operadores de servicios de las remesas han tomado acciones tales como la sanitización del efectivo, y la provisión continua de éste a los cajeros automáticos; y la disminución de las comisiones. En algunos casos han tenido que cerrar locaciones y limitar horarios de atención. En estos escenarios, los servicios digitales tienen la ventaja de no depender de las sucursales. Asimismo, las regulaciones jugarán un papel importante para no frenar el desarrollo de los servicios digitales que cubran las necesidades del usuario sin descuidar la protección de éste.

proteccion de remesas
Imagen: Infobae.

Como todo lo empírico, lo importante es ir lo más cercano posible a los actores, y en este caso me encontré a Alejandro Hutt, quien forma parte de El Consejo Binacional del Movimiento Fuerza Migrante, el cual el pasado 5 de mayo –fecha muy emblemática para la relación bilateral– dio a conocer tres acciones que responden a algunas de las necesidades más urgentes de la comunidad migrante mexicana y latina en Estados Unidos, perjudicada por la pandemia del COVID-19.

Transcribo lo que Fuerza Migrante señaló en una rueda de prensa:

1) Servicios Médicos para Todos: es una campaña que fomenta y promueve servicios gratuitos de ayuda emocional y abre mayor acceso a servicios de salud para la comunidad migrante, por vía remota (Telemedicina). La crisis pandémica evidenció la vulnerabilidad de la comunidad inmigrante sin acceso a seguro médico; la barrera del idioma, y la necesidad de consultas inmediatas por parte de un profesional de la salud. Fuerza Migrante realizó acuerdos con empresas que ofrecen este servicio, para que los inmigrantes puedan tener acceso a un servicio inmediato, en español y a bajo costo.

2) Fuerza, Aquí Estamos: Es el establecimiento de un Fondo de Emergencia que a partir de hoy recibe donaciones que se destinarán a ayudar a migrantes mexicanos y/o latinos que perdieron a algún familiar a consecuencia de la pandemia y a madres o padres solteros que atraviesan por dificultades económicas derivadas del impacto del COVID-19, principalmente.

3) Héroe Migrante: Es una campaña para agradecer y reconocer públicamente el trabajo y/o acciones voluntarias de migrantes mexicanos o latinos por la labor crucial que realizan en cientos de industrias esenciales, en beneficio de sus familias y sus comunidades, incluso, como en esta ocasión, poniendo en riesgo su salud. Los detalles de la campaña y de cómo nominar a un héroe migrante están disponibles en: Héroe Migrante – Fuerza Migrante

Fuerza Migrante es un movimiento binacional sin fines de lucro, integrado por más de 150 organizaciones y liderazgos comunitarios mexicanos; acompañados de liderazgos latinos en Estados Unidos y México, que busca el empoderamiento social y económico de la comunidad migrante en los dos países, a través de la educación.

sendero de monedas
Ilustración: Getty Images.

Con estas iniciativas, Fuerza Migrante busca que sean empresas, personalidades y fundaciones las que donen al Fondo de Emergencia y puso una serie de candados para garantizar la transparencia y rendición de cuentas; ambas indispensables para la construcción de la confianza que la comunidad necesita en estos momentos.

La rueda de prensa contó con la participación de los integrantes de la Mesa Directiva Binacional y de los presidentes (as) de los 11 comités que integran y guían el trabajo cotidiano de Fuerza Migrante en distintas partes de Estados Unidos y México.

Como Embajadores de las campañas se unen Los Tigres del Norte, Luis Gerardo Méndez y la familia de la artista mexicana Frida Kahlo.

Para la primera etapa de las campañas, se unen como madrinas y padrinos las actrices Paola Núñez, Martha Cristiana, el luchador Blue Demon Jr., el ex medallista olímpico Daniel Aceves, los actores Eugenio Siller, Alejandro Nones, David Ortega, Raúl Mendez, el actor y diseñador Jose María “Chema” Torre, los ex futbolistas Claudio Suárez y Moisés Muñoz; el ex beisbolista de grandes ligas Ismael “Rocket” Valdez, entre otros.

Como aliados estratégicos para estas campañas se cuenta con el apoyo de Visit México, ZIMAT, el equipo de beisbol Pericos de Puebla, Mauricio Sulaimán, Presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC o CMB), la Asociación de Medallistas Olímpicos, El Comité Olímpico de México, LatinUS, Dorian Roldán, CEO Lucha Libre AAA y la Fundación SCHOLAS con base en México.

Para mayor información, consultar la página de Fuerza Migrante en www.fuerzamigrante.org o enviar un correo a: info@fuerzamigrante.org

Para concertar entrevistas contactar a Gilda Meza 646 363 9701 (español), o Ricardo Alday 202 255 8375 (inglés).

Las remesas, en conclusión, son un salvavidas para los países como el nuestro, de ingreso bajo, pero su envío aún es muy costo. México recibió cerca de 35.7 MMDD –esto es un monto sólo menor al que reciben China y la India– en 2018, y con el efecto de la devaluación irán representando más monto económicamente hablando, por lo que es estratégico para nuestro país cualquier cosa que hagamos para facilitarles y mejorarles la vida a nuestros connacionales.

Será vital para que puedan seguir apoyando a sus familias de ese lado de la frontera y podamos hacer de estos flujos algo más sustentable, amén de lo que nos dure el bono poblacional de la primera generación de los mexicanos que todavía ayudan a sus familias. La posibilidad de apoyar a organizaciones como Fuerza Migrante y otras organizaciones de la sociedad civil, así como los apoyos que logre encauzar el gobierno federal, son apenas un pequeño agradecimiento para todo lo que sus flujos contribuyen y mantienen a nuestra economía. Por el bien del país, ojalá que estos apoyos se mantengan y perduren.


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Que caiga el Billullo

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Así como el coronavirus, también los chinos inventaron, pero en el siglo VII, el papel moneda, el billete, el billullo, o sea “un documento con valor fiduciario reconocido y no solamente al dinero de curso legal”, según la definición.

Si los chinos se adelantaron, para variar, fue porque desde antes ya gozaban de las bondades del papel –otro invento de ellos–, de la tinta y el grabado. En su Libro de las Maravillas (1300), el viejo Marco Polo dedicó un capítulo completo al novedoso invento titulado De cómo el Gran Kan hace gastar papel por dinero. Lo billetes entonces estaban hechos a partir de unas láminas negras sacadas de la corteza de las moreras –cuyas hojas se comían los gusanos que hacen la seda– y estaban grabadas con las firmas de funcionarios importantes. Según el tamaño de la lámina era el valor.

Así pues, si todavía no podemos echarles completamente la culpa a los orientales por aventar a la cancha el maldito bicho con la camiseta número 19, sí les podemos echar la culpa de que gracias a su invento monetario se aceleró la acumulación de riqueza, el déficit presupuestario, la expansión del crédito y por ende tenemos una crisis financiera del carajo.

En fin, tuvieron que pasar más de trescientos años para que el billullo saltara a Europa. Fue en Suecia, a mediados del XVII, que el financiero Johan Palmstruch daba una especie de “recibos” (kreditiv sedlar) a sus clientes, que le dejaban en su banco oro u otro metal. Estos recibos podían intercambiarse cuando quisieran.

La popularidad del “papel crédito” se difundió principalmente por su comodidad: en vez de traer a Igor cargando el costalote de monedas de oro sobre su joroba de un lado a otro, un “billete” con respaldo en metálico parecía ser de lo más mono: “En Francia, John Law introducía el billete respaldado por el oro del Estadoen Italia fue la Hacienda Real de Turín la primera en emitir billetes en 1746, con el objetivo de facilitar el beneficio del comercio público; en España hay que esperar hasta el reinado de Carlos III, apareciendo los primeros billetes en 1780. Con el tiempo, el uso del papel moneda se generalizó por todo el mundo: la expansión de los imperios y el capitalismo fueron elementos clave; las globalizaciones lo aceleraron”.[i]

papel moneda
El primer papel moneda en Europa, 1666, Swedish Credityf Zedels (Imagen: Wikipedia).

La historia del billete en México comienza con la espeluznante crisis económica que provocó la irrupción de la Independencia, que entre otros desmanes hizo que el trabajo minero, principal fuente de ingreso del Virreinato, se abandonara y las minas fueran saqueadas. Como la moneda física comenzó a escasear, surgió primeramente hacia 1813, en lo que hoy es San Miguel de Allende, Guanajuato, la acuñación de las monedas de necesidad, unos cartones firmados a mano con tinta negra, quizás por algún funcionario, comerciante u oficial, que valían medio real.

Ahora bien, cuestión de imaginarse nuestra situación después de once años de francachelas independistas. El mismo Agustín de Iturbide, entonces jugando a ser el primer emperador mexicano, escribió: (…) no había fondos para mantener el ejército, los funcionarios públicos no estaban pagados, todos los recursos nacionales estaban agotados; no podían negociarse préstamos en el país; los que podían hacerse en el extranjero exigían más tiempo que el que la urgencia de las necesidades podía permitir la esperar.

Aún así en 1822 Iturbide lanzó lo que sería la primera emisión oficial del billete mexicano, un papel de forma casi cuadrada, impreso en una sola cara con la leyenda “Imperio Mexicano” y que valía de uno a diez pesos, con lo que podías comprar suficiente papel para falsificar más cuadrados que dijeran “Imperio Mexicano” con tu letra.

Primera emisión oficial mexicana de billete
Primera emisión oficial mexicana de billetes (Imagen: Banco de México).

Como era de esperarse, la gente inmediatamente desconfió y desconoció la innovación económica, hasta el año siguiente, cuando nos convertimos en República Federal y el nuevo gobierno trató de ganarse la confianza del pueblo con varias medidas, entre ellas la de quitar de circulación el ridículo e impopular billullo imperial. Sin embargo, el nuevo gobierno insistió en hacer uso del billete, y para que la gente lo aceptara se fue por el lado flaco del pueblo: la religión. Entonces los billetes salían impresos en el reverso de bulas papales canceladas que llevaban el sello del Papa. Pues nada: fracaso absoluto también.

billetes de mexico
Billete Republicano (Imagen: Banco de México).

Una de las muchas causas del chasco “billetuario” fue quizás porque su uso era obligatorio, lo que décadas más tarde, en 1864, mandó a quitar nuestro bonachón, opiómano y breve emperador Maximiliano, quien además hizo que la emisión del billete fuera responsabilidad de un banco –Banco de Londres– y no del gobierno. Por fin el billete logró tener cierta aceptación y respetabilidad.

Con don Porfirio, a finales del XIX, se consolidó un sano y sólido sistema bancario y cada Estado contaba por lo menos con un banco certificado, ya sea el de Londres o el de México, que emitían los billetes, convirtiéndose en el medio de pago favorito de la gente. Entonces los billetes eran fabricados en el extranjero por compañías como la American Book & Printing Company o la American Bank Note Company, ambas en Nueva York.

billetes emitidos banco de Londres
Billetes emitidos por el Banco de Londres, México y Sudamérica (Imagen: Banco de México).

Con la llegada de la Revolufia todo se volvió a ir al traste. Regresamos a los tiempos de la moneda de necesidad, con la diferencia de que cada caudillo o ranchero calzonudo con lana emitía sus propios billetes, que sólo valían en su región. Ya se puede imaginar uno la pelotera que se armó: era tal la variedad de billetes, reales y falsos, que la gente terminó por decirles a todos Bilimbiques y desacreditarlos. Parte de la solución llegó con los constitucionalistas, en 1916, cuando decidieron que sólo ellos despacharían el único papel válido para hacer billetes, mandándose a imprimir en ellos diseños más complejos para la prevención de falsificaciones.

Ocho años después se fundó el Banco de México, el cual tuvo la exclusividad de emitir los billetes y regular su circulación. La primera serie de billullos del Banco de México, que circuló de 1925 a 1934, se planeó en México, pero se imprimió en Estados Unidos, y su denominación era de 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1000 pesos.

billetes banxico
Billete emitido por el Banco Nacional de México (Imagen: Banxico).

Fue hasta 1969 que por primera vez los billetes se diseñaron y fabricaron en México. La famosa serie Familia A circuló de 1969 a 1991. El primer diseñador que tuvo el Banco de México, fue don Reyes Santana Morales, quien durante veinticinco años diseñó los más emblemáticos billullos: En la década de los 60as, Reyes Santana trabajaba para la Secretaría de Hacienda, supervisaba en Italia una nueva línea de bonos que serían usados en la tesorería y que eran diseñados en el extranjero. En aquellos años diseñó su primer billete, el de 20 pesos, que mostraba imágenes y simbolismo de la cultura mixteca, todo el diseño en tonalidades verdes.[ii]

billetes de méxico
Billetes de la familia A impresos por la Fábrica de Billetes del Banco de México (Imagen: Banxico).

En aquel tiempo los diseños de don Reyes eran hechos en acuarela. Una junta directiva le decía qué personaje se iba a usar y a continuación él se metía por meses a investigar sobre el prócer. El trabajo que más le costó fue el famoso billete de 5 pesos, destinado para que apareciera doña Josefa Ortiz de Domínguez: nomás ninguna imagen de la corregidora le favorecía, pues en todas aparecía con cara de que nunca sonó el despertador. El talento de don Reyes se reconoció internacionalmente y trabajó en Argentina y Suiza.

Josefa Ortiz de Dominguez, billete 5 pesos
Imagen: Revista Empresarial.

Otro de los grandes diseñadores de billetes a nivel mundial es Jorge Peral, quien desde hace veinte años ocupa la dirección creativa de la Canadian Bank Note Company. A los veintidós años, este oriundo de Texcoco, fue seleccionado por Banxico para estudiar en Suiza e Italia y formarse en el arte del grabado con el maestro italiano del grabado de billetes, Trento Cionini. A su regreso a México, se convirtió en una eminencia y colaboró en la confección de la sexta serie de billetes mexicanos, con el billete de 100 pesos (que tenía a Nezahualcóyotl en el anverso) como una de sus más grandes y reconocidas creaciones, ya que Peral se vio en la necesidad de “inventar” el rostro del emperador azteca a partir de relatos, estatuas y de la fisionomía de los habitantes de Texcoco.[iii]

Algunos datos:

-La mayoría de los billetes mexicanos están hechos de algodón, aunque los de mayor utilización, los de 20 y 50, se comenzaron a fabricar de polímero, un compuesto químico que le da la textura y apariencia a plástico, para que duraran más.

-Existen catorce elementos de seguridad y cada billete tiene entre ocho y diez de ellos.

-De todos los personajes históricos que aparecen en los billullos el más frecuente es el de la sotana ligera: Miguel Hidalgo.

-El billullo más común es el de a 20, donde aparece Juárez. El reverso muestra un paisaje de Monte Albán, Oaxaca. En el de 50, donde aparece Morelos, a su reverso vemos el famoso acueducto de Morelia, Michoacán. El reverso del billete de 200, que muestra a la Décima Musa (Sor Juana), poca gente sabe de dónde es la imagen: es la hacienda de Panoya, donde vivió Sor Juana, en el km 58 de la carretera México-Cuautla. El de 500 trae por un lado a Ignacio Zaragoza, que curiosamente nació en Texas, y del otro la Catedral de Puebla.

Cuautla billete 200 pesos
Imagen: Debate.

-Muchos de los billetes traen microtextos, por ejemplo, el de 200, trae al lado de la imagen de Sor Juana el comienzo de su más famoso verso: “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis (…)”. El billete de 100 trae un fragmento de la hermosísima poesía de Nezahualcóyotl: “Amo el canto del Zenzontle…”.

billete 200 pesos, verso Sor Juana
Imagen: Global Media.
billete y verso de Nezahualcoyotl
Imagen: Flickr.

-El billullo menos popular en toda la historia es el odioso billete de mil pesos, que trae de un lado, una vez más, a don Hidalgo, y del otro a la Universidad de Guanajuato.

Así bien, ya lo dijo en una ocasión el gran cantante británico Robbie Williams: Por favor no me lancen ositos de peluche, ¡tengo 25 años! ¡Soy un hombre! ¡Láncenme condones o dinero! Preferiblemente billetes, no monedas.


Referencias:
[i] .- Endika Alabort Amundarain, en https://www.aehe.es/el-papel-moneda-una-innovacion-del-lejano-oriente/
[ii] .- Alma Gómez, periódico El Universal de Querétaro, 19/09/2018.
[iii] .- En https://soulsay.com.mx/jorge-peral-el-grabador-de-billetes-mexicanos/


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Créditos al salir de la pandemia

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Así como se trata de evitar la muerte injusta de personas, es necesario afinar los sistemas fiscal y financiero para tratar de reducir la quiebra de negocios, de ingresos familiares y los riesgos de una crisis bancaria.

No se trata de adelantar la reactivación de actividades poniendo en riesgo vidas de personas; hay que cumplir los protocolos y esperar a que los epidemiólogos indiquen dónde y con qué gradualidad empezar a reabrir actividades.

El plan de rescate económico tiene que asumir varias condiciones extraordinarias que requerirán movilizar recursos monetarios, también extraordinarios.

Los resultados que tendrán negocios de todo tamaño este año serán malos, y los ingresos familiares se reducirán; la mejor manera de sacarlos adelante es abriéndoles acceso a créditos, en montos suficientes y condiciones de intereses y plazos en que los puedan pagar.

No se trata solamente de resolver problemas de liquidez de corto plazo, sino principalmente de reponer pérdidas de activos y de ingresos familiares, y de hacerlo cuanto antes para evitar quiebras masivas –irreversibles– y apurar la vuelta a la normalidad.

deudas coronavirus
Ilustración: Mathew Kurian.

En tiempos normales, la función del crédito es financiar proyectos de expansión, de crecimiento, de adquisiciones nuevas; lo extraordinario ahora es la necesidad de financiar la reposición de pérdidas para asegurar la supervivencia de millones de negocios, lo que hace a quienes necesiten de esos recursos, muy malos sujetos de crédito conforme a los protocolos bancarios.

Ahí es donde tiene que intervenir el Banco de México, tanto para fortalecer la liquidez de los bancos como para aplicar la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras según la cual, “el Banco de México regulará las Comisiones y tasas de interés” de los bancos.

Lo primero, elevar la liquidez de los bancos, lo acordó hace 15 días el Banco de México con recursos por 750 mil millones de pesos para recibir instrumentos de baja liquidez en garantía, a cambio de otros papeles y de efectivo.

Está bien eso; no se parece al Fobaproa, porque el Banxico no está comprando esos títulos depreciados, como se hizo en 1998 con la cartera incobrable de los bancos, sino que los está tomando en garantía por la entrega de otros de mayor valor de mercado, diferencia de precio que constituye un préstamo del banco central a los privados y a la banca de desarrollo, a una tasa de 6 por ciento anual.

Sin embargo, la liquidez bancaria no asegura que la banca otorgue los créditos que necesitará la economía del país para superar la crisis.

creditos para la pandemia
Ilustración: 123RF

Se requerirá también que el Banco de México ejerza las atribuciones que le confiere el artículo 4 de la ley citada conforme a la cual, “regulará las comisiones y tasas de interés, así como cualquier otro concepto de cobro de las operaciones celebradas por las Entidades Financieras con Clientes”.  

Hasta donde sabemos, tales atribuciones no han sido ejercidas, lo que explica que México sea el paraíso de los bancos extranjeros. Aquí operan con márgenes de intermediación financiera que promedia 8%, cuando en Chile y en España –por ejemplo– lo hacen con 1.6% (Auditoría Superior de la Federación, 2017).

La economía de México va a necesitar recursos extraordinarios que deben quedar razonablemente bien distribuidos y para ello, no hay mejor medio que el crédito, pero el plan debe asegurar que llegue a quien lo necesite y que los bancos lo otorguen en condiciones de plazo e intereses que los puedan pagar las micro, pequeñas, y medianas empresas, y las familias afectadas por la cuarentena.

Alemania acordó acciones de rescate crediticio de empresas con recursos equivalentes al 22% de su PIB, lo que nos da clara idea de cómo están midiendo otros gobiernos la salida de este parón económico.

Un plan semejante en México tendría que contemplar recursos por el equivalente, al menos, del 10% de nuestro PIB. Las medidas aprobadas por el Banco México el 21 de abril, apoyan el funcionamiento del sistema financiero hasta por 750 mil millones de pesos que, sumados “a lo ya implementado, el total es equivalente al 3.3% del PIB de 2019”.


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Minimizar costos de la crisis. ¿Ayuda el Banco de México?

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La caída del PIB este 2020 será bastante mayor a la de 1995, que fue de 6.22% y causó la pérdida de millón y medio de empleos. Era inevitable que tal desastre se trasladara al sistema bancario, como volverá a ocurrir este 2020; la caída de actividad y del empleo dejó a empresas y personas deudoras de los bancos sin poder pagar sus créditos.

Hace ocho días nos referimos a la propuesta de Carlos Obregón y Jorge Mariscal de abrirle créditos a personas y empresas en montos y plazos suficientes para solventar la pérdida de ingresos y de activos de negocios que causará la cuarentena sanitaria.

Agustín Carstens, exsecretario de Hacienda y actual Director General del Banco de Pagos Internacionales, opina lo mismo: “para atajar la crisis [los apoyos] deben llegar a las personas y las empresas”, y agrega que los mecanismos de intervención de los bancos centrales “deben establecerse de manera urgente”.

El Banco de México debería estar trabajando en ello.

medidas y rescate Banxico
Imagen: Diario en Imagen

El error del pasado, en México y en el mundo, fue haber “rescatado” a los bancos de las crisis financieras, en vez de haber rescatado a las personas y a las empresas deudoras con créditos a largo plazo que les permitieran resarcir sus pérdidas y pagar sus deudas.

El rescate de los bancos de México en 1998 es –en tiempo presente– un desfalco a la nación; consiste en que el Fobaproa, luego IPAB, les compró su cartera incobrable, al valor contratado de 552 mil millones de pesos, por los que se han pagado más de 677 mil millones de pesos en intereses. No obstante, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, los pasivos del IPAB ascendían a un billón 32 mil 288 millones de pesos el año pasado.

Si no se actúa con sentido de urgencia para definir cómo canalizar créditos a personas, empleadas o desempleadas, y a empresas para que puedan pagar sus deudas a los bancos, vendrá una crisis de las funciones bancarias y la ineludible necesidad de restablecerlas, al costo que sea.

Para evitar esa crisis, la propuesta de Carstens es “convencer a los bancos para que presten, utilizando para ello programas de financiación para préstamos de los bancos centrales”.

Los bancos, ciertamente, tienen enorme liquidez, pero no le dan crédito a personas con deudas impagadas ni a empresas con balances negativos de su negocio. De ahí la necesidad de intervención del Banco Central. Para volver a convertir en sujetos de crédito a los deudores, el Banco de México, en nuestro caso, tendría que ofrecer garantías colaterales y operar como banca de segundo piso para descontar los créditos que se contrataran con la banca privada.

tormenta para empresas en la crisis
Imagen: Revista IMEF.

¿A quién irían esos préstamos? A personas físicas –muchas familias pueden perder su casa si no pagan su hipoteca, por ejemplo– y a micro, pequeñas y medianas empresas que no hayan despedido o reducido el salario de sus trabajadores, que ofrezcan garantías de pago y que estén al corriente en sus obligaciones fiscales.

Sin embargo, el Banco de México, apegado sus principios, anunció el martes una serie de medidas referidas a las instituciones de banca múltiple y de desarrollo, a las que se destinarán recursos hasta por 750 mil millones de pesos con la intención de facilitar que, en medio de la volatilidad, otorguen financiamiento a diversos mercados.

El criterio es atender las necesidades de financiamiento de personas y empresas, tomando en cuenta las dificultades en que la volatilidad ha puesto ya a los intermediarios bancarios; veremos si tan millonaria intervención en apoyo al “sistema financiero”, no se atasca antes de que llegue a las personas y empresas, y si no deriva en otro “rescate” bancario mal disfrazado.

No hay manera de evitar un costo social de la contracción económica, pero sí se le puede reducir si se toman decisiones en Banxico a la altura de circunstancias sin precedentes, que reclaman abandonar viejas ideas.


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Emergencia económica: llamado urgente

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El 2020 cerrará como uno de los años con peores resultados económicos en la historia contemporánea de nuestro país. Pero lo más grave es que la recuperación podría ser más tardada y compleja que en otras crisis y recesiones. Máxime si no hay unión en lo esencial, a fin de que afrontemos el temporal con coordinación y sinergias entre el sector público y el privado, así como la ciudadanía.

La polarización agudiza los problemas. Es tiempo de sumar y de poner las diferencias políticas o ideológicas de lado.

Por lo pronto, los pronósticos son altamente preocupantes. Para el PIB en 2020, la estimación oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se ubica en un rango amplio de entre -3.9 y 0.1%. Los de otras instituciones van a la baja. El de la encuesta de Banco de México a analistas es -3.99%, el de Bank of America -8%, el de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) -6 %, y el último del Fondo Monetario Internacional -6.6%.

Resulta altamente probable que se supere la contracción de 2009, de cerca de 6%, e incluso la de 1994, de -6.29%. Ya no digamos la de 1983, cuando la contracción fue de -4.36%, con la crisis de deuda y el desastre económico que dejó el sexenio de José López Portillo, cuando pasamos de una promesa de “administrar la abundancia” a la llamada “década perdida”.

Hay muchos otros indicadores que dan cuenta del gran reto que tenemos enfrente, porque la pandemia llega cuando la economía ya daba muestras claras de debilitamiento y avería en varios aspectos.

emergencia economica
Ilustración: Perry Tse.

Indicadores en rojo

Inversión fija bruta: cayó 4.9% en 2019 respecto a 2018. Arrancó 2020 con una contracción anual de 9.2%: 12 meses en terreno negativo (Inegi).

Inversión pública: registró en 2019 su peor nivel como porcentaje del PIB desde 2000, al quedar en 2%. Hay que tomar en cuenta que hacia 2009 alcanzaba el 6% (informes de Finanzas Públicas).

Inversión total: en 2019, como proporción del PIB fue el 20.9%, la más baja desde 2005 (20.7%) La meta, si aspiramos a crecer al 3 o 4 por ciento de forma sostenida, como necesitamos y podemos hacerlo, sería 24% (México, ¿Cómo Vamos?).

Empleo: en 2019 se crearon 342 mil puestos de trabajo formales incorporados al IMSS (cerca de la mitad del ritmo usual). Desde el primer caso confirmado de COVID-19 en México se han perdido más de 346 mil plazas. Eso tan sólo del 13 de marzo al 6 de abril, según se informó. Para comparar, en 2018 se generaron 660 mil puestos y en 2017 más de 800 mil.

Confianza empresarial: Al cierre del 2019, en los tres principales pilares se mantuvo por debajo de los 50 puntos, en niveles de 49 unidades. En cambio, en marzo de este año ya estaban por debajo de 45, excepto comercio (45.3%).

Subejercicio: a diciembre de 2019 se acercaba a 150 mil millones de pesos.

Subejercicio en salud: En 2012, el gasto total respecto a PIB llegó a un pico histórico de 2.8 por ciento. A partir de ahí ha disminuido hasta 2.4 por ciento. En infraestructura sanitaria: en 2019, de un monto aprobado de 17 mil 247 millones de pesos sólo se gastó el 65% (México Evalúa).

emergencia economica
Ilustración: Foreign Policy.

¿Finanzas públicas en equilibrio? En 2019 se cumplió con el objetivo de superávit primario de 1.1%, pero usando 45% del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP).

Pérdidas de Pemex: 346 mil 135 millones de pesos en 2019, un aumento de 92% respecto a las de 2018.

Calificación de deuda soberana: el 26 de marzo, Standard & Poor’s (S&P) degradó la de moneda extranjera a largo plazo de BBB+ a BBB. Le siguió Fitch, el 15 de abril, que la colocó a un peldaño de perder el grado de inversión, pasando de BBB a BBB-.

Aquí hay que recordar que en 2018 muchos refutamos lo que se dijo en algún momento, al calor de las campañas por la Presidencia, en el sentido de que México estaba en vías de bancarrota. Lo hicimos con datos técnicos, incluyendo destacadamente los buenos y estables ratings de las tres grandes calificadoras. En el caso de S&P traíamos BBB+ desde el 2013, mientras que en el de Fitch no teníamos BBB- desde 2002. Dos años después de ese debate, hay una clara tendencia de deterioro y mayor riesgo en las finanzas públicas.

Una política que no ayuda

Debemos ser reiterativos: urge generar confianza en lo que debe estar antes que todo, la vida y la salud de los mexicanos. Existe confusión en la población, que compara lo que se hace en otros países y el manejo de la emergencia sanitaria nuestro país

Preocupa la polarización política: lejos de aligerarse ante el desafío común, aumenta. Hoy es claro el distanciamiento con segmentos importantes del sector empresarial, y en particular hay angustia en las micro, pequeñas y medianas empresas, así como buena parte de la clase media. Una gran inconformidad por la rigidez en el trato fiscal, ante una situación en que millones pueden pasar de enfrentar un problema de falta de liquidez a uno de insolvencia.

Todo apunta a que no habrá apoyos gubernamentales al nivel que se requiere para las empresas, y cientos de miles de PyMEs tienen un panorama muy difícil. Estamos hablando del 99.8% de las unidades económicas del país, que aportan más de dos cuartas partes del PIB y 78% de los puestos de trabajo. Muchos de estos negocios podrán pagar sus nóminas completas, más rentas y gastos fijos, en abril, tal vez mayo, pero sin ingresos, no mucho más. 

emergencia covid 19
Ilustración: Romania Insider.

No contaremos con facilidades como diferimientos en pago de impuestos, ya no hablemos de condonaciones. Para retos extraordinarios, no habrá medidas extraordinarias, a diferencia de lo que se está haciendo en Europa, Estados Unidos y otras naciones de América Latina, en un necesario resurgir de la intervención del Estado en la economía.

Al mismo tiempo, empieza a evidenciarse un conflicto en el federalismo, el reclamo de varios estados y municipios en materia de ingresos tributarios, pero también de coordinación para atender los retos de salud y la economía. Incluso se oye el llamado a un nuevo acuerdo de coordinación fiscal o de ruptura con el vigente.

Nuevamente hay que proteger y ayudar a las familias más desprotegidas, por supuesto, pero también a la economía, en general: la que hacemos y de la que vivimos todos, los pobres y los más pudientes, las empresas y el gobierno.

Aquí no podemos equivocarnos, viene una dura recesión, eso es seguro. De hecho, ya comenzó. Pero sí podemos mitigar el golpe y, sobre todo, hacer que la afectación sea temporal y no duradera o permanente, como ocurre cuando se cierran empresas, se pierden empleos y se cae la recaudación de impuestos.

Las empresas, como los ciudadanos en general, podemos y debemos tomar medidas para salir adelante en lo individual. Se pueden hacer cosas importantes, y se están llevando a cabo ya acciones desde el sector privado y la sociedad civil organizada. Sin embargo, es indispensable el papel del gobierno, como elemento potenciador de las sinergias y depositario de los recursos y facultades públicas para afrontar los desafíos colectivos.

Evitemos una crisis multifactorial que afectará a todos y aún más a las capas vulnerables de la población: sanitaria, económica, financiera, política, de seguridad pública, social e inclusive en muchas familias. 

Es tiempo de dejar al lado la polarización política y los afanes ideológicos para enfrentar esta emergencia de salud y económica con realismo, responsabilidad y oportunidad.


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