calentamiento global

Mario Molina. Su importante legado y la consciencia ecológica

Lectura: 3 minutos

La muerte de Mario Molina es muy lamentable por muchos motivos. Su voz se va a extrañar en el contexto de las diversas emergencias que en el planeta vivimos, una de ellas la climática. Su voz también se va a extrañar ante la necesidad de nuestro país, así como en general de las economías emergentes, de promover la investigación científica y tecnológica, y la educación de calidad.

Mario Molina nació en la Ciudad de México en 1943. Fue hijo del jurista y diplomático Roberto Molina Pasquel, quien dirigió el Instituto de Derecho Comparado de la UNAM (actualmente Instituto de Investigaciones Jurídicas). Fue también Embajador de México en Etiopía, Australia y Filipinas.

La formación inicial de Mario Molina fue la de Ingeniero Químico, título que obtuvo en la UNAM. Más tarde efectuó estudios de posgrado en Friburgo, Alemania y el Doctorado en Fisicoquímica en la Universidad de Berkeley, California. Fue Director del Laboratorio de Propulsión a Reacción (Jet Propulsión Laboratory); más tarde, Profesor e Investigador del Centro de Ciencias Atmosféricas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

mario molina recibiendo el premio nobel
Imagen: Foco Tejedor.

En 1995 ganó junto con Sherwood Rowland y Paul Crutzen el Premio Nobel de Química. Este reconocimiento se le otorgó por las investigaciones que realizó con Rowland sobre la creciente amenaza del uso de los gases CFC para la capa de ozono. Desde 2005 era profesor de la Universidad de California en San Diego. Fue miembro de El Colegio Nacional, a cuya sesión asistió en forma virtual el lunes 5 de octubre; de la Pontificia Academia de las Ciencias; Presidente de Honor de la Asociación de Mares de México y presidió también el Centro Mario Molina de Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente.

Recibió innumerables premios, doctorados honoris causa y reconocimientos. Entre ellos el del PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente), por su contribución a la protección de la capa de ozono. Entre sus muchas publicaciones quiero destacar: “El Cambio Climático, Causas, Efectos y Soluciones”, en coautoría con José Sarukhán y Julia Carabias, editado por el FCE.

En el desarrollo de su intensa actividad, Molina contribuyó, entre otros aspectos, a la comprensión de la química atmosférica y al desarrollo de la conciencia ecológica. La voz de Mario Molina fue particularmente importante en la explicación de los fenómenos que afectan al presente y el futuro de la humanidad.

El planeta vive varias emergencias, una de ellas es la climática. En la era del Antropoceno, la actividad humana está destruyendo la naturaleza a un nivel sin precedentes en la historia, no sólo de la humanidad, sino del planeta mismo. El daño que el modelo de crecimiento está causando es en muchos ámbitos ya irreversible. Hemos rebasado los límites naturales del planeta; el cambio climático, la destrucción de los ecosistemas, la sexta extinción masiva de especies, entre otros aspectos, lo cual exige una acción urgente de las sociedades organizadas. El análisis de esta problemática domina cada vez más la agenda global pero aún se encuentra relativamente ausente en América Latina y en particular en México. En éste y en otros temas se extrañará la voz lúcida, clara y valiente de Mario Molina. Como señaló el Rector de la UNAM, Enrique Graue, la Universidad y la Ciencia Universal están de luto.

Mario Molina en una presentacion
Imagen: La Vanguardia

Tuve el gusto de conocer a Mario Molina hace varios años, así como de coincidir con él en diversos foros y reuniones sobre varios temas, entre otros, en los de la transición energética, el cambio climático y la prevención de desastres. De Mario Molina siempre me impresionó, además de su sabiduría y claridad, su gentileza, amabilidad y buen trato.

Cuando organicé la reunión internacional del Club de Roma en México, junto con Susana Chacón, en 2014, Mario Molina participó como expositor junto con otros distinguidos científicos mexicanos, como José Sarukhán y Francisco Barnés de Castro.

Como lo señala el Club de Roma, que celebró en forma virtual, su Asamblea y Conferencia Anual los días 7 y 8 de octubre, la solución de la problemática global exige el diseño de una nueva economía y una nueva civilización. Nuestras generaciones tienen la responsabilidad de replantear el modelo de desarrollo depredador e inequitativo que rige hasta la fecha.

La solución de la problemática global debe plantearse en forma multisectorial e interdisciplinaria, con una visión holística y de largo plazo. Esto exige hacerlo de la mano del conocimiento científico más avanzado. Vivimos un mundo lleno de paradojas y contradicciones. Enfrentamos problemas inéditos. Ante situaciones extraordinarias, requerimos soluciones también extraordinarias.

Sin duda, Mario Molina es un orgullo para México. Ha sido uno de sus hijos más distinguidos.


También te puede interesar: El periodo 1945-2020. Fin de época.

La crisis ecológica global y el COVID-19

Lectura: 4 minutos

En momentos en que la atención pública esta concentrada en la problemática del presente y ve el futuro cercano con angustia e incertidumbre, es importante no perder de vista la perspectiva del mediano y el largo plazo ya que las decisiones que tomemos ahora determinarán nuestro futuro.

Actualmente analizamos con enorme preocupación la evolución de la pandemia del COVID-19, la crisis económica y los efectos sociales que se han desencadenado, la problemática de la seguridad pública, entre muchos otros temas. Pero es importante no olvidar los riesgos globales derivados de la crisis ecológica que estamos viviendo.

Recientemente el Washington Post publicó un artículo de Ishaan Tharoor sobre la catástrofe climática mundial que empeora las perspectivas de la pandemia del COVID-19. De acuerdo a este artículo estamos viviendo la crisis ecológica más grande de la historia humana debido a las emisiones de carbono más elevadas nunca antes registradas.

Señala el autor que a raíz de la pandemia del COVID-19, las cuarentenas, los confinamientos, la parálisis o la disminución de las actividades industriales, el comercio, los viajes, el turismo, se redujeron drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. En algunos lugares el cambio ambiental parecía tangible. Algunas ciudades, lucían más limpias, se acabó el congestionamiento de tráfico, los ríos y lagos se veían más transparentes y la fauna salía de su confinamiento. Pero parece ser que la romántica visión de la naturaleza sanándose a sí misma, fue una ilusión. Ishaan Tharoor nos recuerda que en la actualidad el dióxido de carbono en la atmósfera es el más alto en la historia de la humanidad y probablemente el más elevado en los últimos tres millones de años.

crisis ecologica covid
Ilustración: Pʌvʌn.

A los conocidos efectos del cambio climático como el deshielo del ártico y del antártico, el derretimiento en Groenlandia, el permafrost, Siberia, la liberación de gas metano y de anhidrido carbónico con la consecuente acidificación de los océanos, la elevación del nivel de los mares, la desaparición de varias islas en el Pacífico, la alteración de la cadena alimentaria marina, la afectación de la agricultura y la salud, la mayor frecuencia e intensidad de huracanes y ciclones, así como de sequías e incendios forestales, se añaden muchas otras manifestaciones. En semanas recientes la tolvanera de polvo del Sahara que cruzó el Atlántico, esta vez con mayor intensidad, que puede incidir en infecciones y enfermedades respiratorias en un evento generacional que algunos especialistas vinculan con crecientes sequías en África del Norte.

También recientemente se vivió en Nueva Delhi una vasta plaga de langostas que los expertos no habían visto en décadas, así como sucesivas invasiones de insectos del desierto que se espera golpeen partes del sur de Asia en el verano y que también causan efectos devastadores en países del Este de África. La magnitud de estos fenómenos podrían ser una consecuencia directa del aumento de la temperatura en el Océano Índico que propició lluvias torrenciales y ciclones, según varios especialistas.

El Banco Mundial estima que la región del ‘Cuerno de África’ podría sufrir este año pérdidas por 8.5 billones de dólares por la afectación de cultivos y ganado como resultado del brote de langosta. Asimismo, naciones que están bajo el peligro de la inseguridad alimentaria, ahora enfrentan un peligro real de inanición. Según el Informe de la ONU previo al COVID-19: “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020”, en 2019, 47.7 millones de personas en América Latina y el Caribe padecieron hambre. Se calcula que 20 millones de personas más sufrirán hambre en una década, por lo que en 2030 afectarán a 67 millones de latinoamericanos.

Jonathan Overpeck de la Universidad de Michigan sostiene que el ártico se calienta muy rápidamente por los crecientes niveles de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Según Naciones Unidas, las temperaturas en el círculo ártico han alcanzado los 38° Celsius, 17 grados más caliente para un 20 de junio. De igual forma, se detectó un gigantesco derrame de petróleo en el ártico, el mes pasado, que recuerda por su magnitud el accidente Exxon-Valdez.

crisis ecologica covid
Ilustración: Iconeo.

Pero no es sólo en este aspecto en el que estamos viviendo una gran crisis ecológica a nivel mundial. Un ejemplo de este fenómeno, entre muchos otros, se da también con la deforestación acelerada y progresiva del Amazonas. La deforestación en los últimos 50 años ha llevado a unas pérdidas nunca antes vistas de alrededor de un 15% de la vegetación original, una superficie equivalente a las tierras de Portugal, España y Francia juntas. Esto es debido a la expansión de la frontera agrícola para la adaptación de pastos para la ganadería; los grandes proyectos hidroeléctricos; el mercado criminal de maderas preciosas; la producción de soja, así como las explotaciones petroleras y mineras, entre otras causas.

Por otra parte, este creciente deterioro de la naturaleza está provocando reacciones en todos los ámbitos. Estamos ante un proceso de transición energética sumamente importante. Como señaló recientemente Jorge Suárez Vélez, el petróleo está en sus últimas fases como principal energético en el mundo. Shell, la principal empresa petrolera privada del mundo, anunció que amortizará 22 mil millones de dólares de activos (reservas), debido a la caída en la demanda de petróleo por la pandemia y porque tienen la meta de llegar a cero emisiones de carbono en 2050 para alinearse con el Acuerdo de París. De igual forma, BP, la segunda mayor empresa privada amortizará 17,500 millones de dólares. La consultora Deloitte señala que muchos combustibles fósiles jamás saldrán del subsuelo por lo que no es prudente contabilizar su valor potencial. Hace unos meses BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo, anunció que no apoyaría más a empresas de hidrocarburos ni a la industria del carbón.

En suma, a los efectos económicos y sociales de la pandemia hay que añadir la profunda crisis ecológica que estamos viviendo y las consecuencias en todos los órdenes en el presente y sobre todo en el futuro.


También te puede interesar: Webinar: Tendencias internacionales después del Covid-19.

El COVID-19 y el futuro del Orden Internacional

Lectura: 4 minutos

La pandemia del COVID-19 plantea retos inéditos en el mundo, tanto en el aspecto sanitario como por las consecuencias económicas, sociales y políticas que se deberán afrontar a nivel global.

En el corto plazo los esfuerzos están dirigidos al control y erradicación de la pandemia. En la parte económica a mitigar los efectos de la crisis y a sentar las bases de la recuperación económica. En este aspecto se plantea que los efectos de esta crisis son los más profundos en un siglo. El Fondo Monetario Internacional (FMI), pronostica para la economía mundial en 2020 -3.0%. En cuanto a las economías avanzadas el pronóstico es de -6.1%. En el caso de los Estados Unidos, el FMI prevé un -5.9%; la zona de los países del Euro -7.5% y para Japón -5.2%.

Para América Latina y el Caribe, dicho organismo internacional estima -5.2%. En el caso de México, el FMI, el Banco Mundial, la CEPAL, el Bank of America, JP Morgan y Credit Swisse prevé entre el -6.6 al -11.0%. En el panorama internacional esto significa el cierre de miles de empresas así como de millones de desempleados.

Un ejemplo de esta crisis económica internacional es el desplome del mercado petrolero, que podría requerir años para recuperarse. Sin embargo, para las empresas petroleras esta situación económica no es la peor de sus preocupaciones, sino el cambio climático.

mercado petrolero
Fotografía: El Economista.

Cada país deberá articular sus mecanismos de solución para sortear esta crisis. Estados Unidos, las economías más grandes de Europa y Japón, han comenzado a aplicar medidas económicas y sociales que van desde el 11% hasta el 30% de sus respectivos PIBs.

Las economías emergentes y los países pobres tienen mucho menor espacio fiscal. Sin embargo, una vez pasada la contingencia sanitaria y el rescate económico, todos deberán enfrentar los problemas de la deuda asumida. Asimismo, a nivel internacional se enfrenta la encrucijada entre mantener el confinamiento, para salvar vidas y proteger la salud de las personas, frente a las presiones para regresar al desarrollo de las actividades económicas para evitar que se profundicen las consecuencias económicas y sociales de esta crisis. Frente a este dilema es frecuente escuchar las advertencias  de que un regreso anticipado a las actividades económicas puede generar un rebote de los contagios y volver a afectar tanto la salud como la economía.

Los efectos económicos pueden ser tan graves o mayores en los países con economías emergentes, tanto por su estructura institucional como por las características socio-económicas de la población. Es difícil cumplir con el confinamiento con altos niveles de pobreza e informalidad en los mercados laborales. Además, hay que añadir que los tiempos de propagación de la pandemia han sido diferentes en las distintas regiones en el mundo. Esto dificulta la reactivación de las cadenas productivas.

La pandemia del COVID-19 es sólo uno de los riesgos globales que enfrentamos. La humanidad está sujeta a diversos riesgos. Existe, desde luego, la posibilidad de catástrofes cósmicas, como un meteorito muy pesado que se impacte contra la Tierra, o el vulcanismo y los terremotos. Pero también existen otros riesgos globales derivados de la destrucción que el hombre está causando en la naturaleza o bien directamente provocados por la acción humana.

El Centro de Estudios de Riesgos Existenciales de Cambridge señala, entre otros, la biología sintética, capaz de producir virus o bacterias con un alto potencial infeccioso o letal, o el manejo descuidado de los mismos; la geoingeniería, esto es, las intervenciones tecnológicas a gran escala para ralentizar el calentamiento global, pero sin control de los efectos secundarios no deseados; hasta los avances de la Inteligencia Artificial, hacia la “singularidad” postulada por Ray Kurzweil y sus efectos, tema que preocupa cada vez más.

Raymond Kurzweil
Raymond Kurzweil, director de Ingeniería en Google (Fotografía: TED-Talks).

Se encuentra también la amenaza nuclear, que generó enormes preocupaciones hace algunas décadas, pero que sigue vigente con cerca de 15 mil armas nucleares en poder principalmente de Estados Unidos y Rusia, pero pertenecen a este peligroso Club Francia, Gran Bretaña, China, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte.

Pero sin duda, el problema más grave causado por el hombre que enfrenta la humanidad es el cambio climático, así como todo el proceso de destrucción de la naturaleza. Johan Rockstrom y Will Steffen identificaron nueve parámetros de soportes vitales del planeta, esenciales para la supervivencia humana y cuantificaron hasta qué punto han sido ya sobrecargados. Todos ellos están interrelacionados. Además del cambio climático, la destrucción de la capa de ozono; la pérdida de la biodiversidad y la extinción masiva de especies; la contaminación química y la emisión de nuevos compuestos; la acidificación de los océanos; la degradación de los suelos; el consumo de agua dulce y el ciclo hidrológico global; los vertidos de nitrógeno y fósforo a la biósfera y los océanos y la concentración atmosférica de aerosoles.

Esta pandemia puso de manifiesto muchas debilidades del orden internacional. Henry Kissinger apuntó recientemente en un artículo publicado en el Washington Post, que el COVID-19 nos ha mostrado que muchas instituciones han fallado. Recomienda a Estados Unidos, pero es aplicable a nivel global, fortalecer la resiliencia contra las enfermedades infecciosas, sanar las heridas de la economía mundial y salvaguardar los principios del orden mundial liberal.

Como señala Yuval Noah Harari, el desafío de los líderes es manejar la crisis mientras se construye el futuro. El fracaso puede ser catastrófico. En suma, es necesario iniciar un diálogo serio sobre la reestructura del orden internacional para enfrentar nuevos y crecientes riesgos globales en un mundo saturado y en creciente destrucción. Por último, en esta crisis hay que reconocer el liderazgo femenino. Cabe señalar el destacado papel de la Canciller alemana Angela Merkel, de Jacinda Ardern, Primer Ministro de Nueva Zelanda, de Kristalina Georgieva, Directora-Gerente del FMI, y de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de CEPAL, entre otras.


También te puede interesar: El COVID-19, el Modelo de Desarrollo y los Derechos Humanos.

Mensaje del Club de Roma a los líderes globales en relación con los retos que plantea el COVID-19

Lectura: 3 minutos

El Club de Roma ha formulado un nuevo llamado a la acción a los líderes globales, a propósito de la grave crisis sanitaria y económica que estamos viviendo por el COVID-19. Es un llamado a la acción para resurgir de esta crisis más fortalecidos, con una nueva relación entre la humanidad y la naturaleza. Presento, en forma resumida, algunos aspectos de este mensaje.

Cabe referir que el Club de Roma emite este llamado en el contexto de su reciente propuesta de ejecutar un Plan de Emergencia Climática Planetaria, ante el peligro que corre la civilización contemporánea y la humanidad en su conjunto frente al cambio climático y el rebase de los límites naturales del planeta.

De acuerdo con este mensaje, el mundo está sumergido en una crisis extraordinaria. El Club de Roma comparte una profunda preocupación por el costo humanitario que esta pandemia está causando y expresa su solidaridad con las comunidades más vulnerables a medida que el virus continúa esparciéndose alrededor del mundo.

covid 19
Ilustración: ALIREZAPAKDEL.

La magnitud de este reto requiere de rápidas y fuertes medidas preventivas y de apoyar las acciones que se requieran para salvar tantas vidas como sea posible y se garantice la seguridad de las personas. La actual crisis nos demuestra cuánto dependemos unos de otros, como una sola familia humana viviendo en nuestro planeta. Es importante darse cuenta que el mundo está encarando una crisis profunda y de largo plazo, enraizada en un amplio número de retos interconectados.

Pero ésta es también una oportunidad sin precedente para abandonar el esquema de un crecimiento global destructor de la naturaleza, con los inmensos y crecientes costos de una economía basada en el uso de combustibles fósiles, para buscar un adecuado balance entre la población mundial con el bienestar, la prosperidad y el respeto a los límites naturales del planeta.

De la forma en la que los gobiernos decidan estimular la economía dependerá si aumentan los riesgos globales o mitigarlos, así que es muy importante que en esta ocasión actuemos con sabiduría.

El riesgo es tomar medidas de corto plazo que incrementen la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y continuar degradando la naturaleza en el largo plazo. Por otra parte, ahora tenemos una gran oportunidad para buscar soluciones que no sólo permitan salvar vidas y estimular la economía, sino de acelerar la transición hacia economías más resilientes, de bajas emisiones de carbono, y construir sociedades que logren vivir en armonía con la naturaleza.

economia y covid 19
Ilustración: Lau Ka-kuen.

Las soluciones están en estimular la transición energética, invertir en la restauración de la naturaleza, en la reforestación, en fomentar los sistemas alimentarios sustentables y en la agricultura regenerativa. En este llamado se invita a los líderes para que tengan el valor, la sabiduría y la capacidad de previsión para articular planes verdaderamente transformadores y profundos invirtiendo en las personas y en su futuro, en la naturaleza y en el bienestar que se genera con un desarrollo con bajas emisiones de carbono.

Estos esfuerzos deben efectuarse en coordinación con las actividades de las Naciones Unidas en materia de cambio climático, protección de la biodiversidad y la naturaleza.

Es también importante recordar que los países son más fuertes si trabajan juntos y que la cooperación internacional es la mejor opción para resolver los retos existenciales del futuro. Debemos trabajar juntos para superar esta emergencia con un replanteamiento de la economía global. La dignidad de la persona humana y la naturaleza deben ser el centro de esta transformación. Es esencial, por lo tanto, tomar decisiones inteligentes para que las futuras generaciones puedan sobrevivir y prosperar en un mundo mejor.

Asimismo, será necesario salir de esta crisis con una nueva ética, más solidarios y más conscientes de nuestras responsabilidades con la humanidad, con el planeta, y con las futuras generaciones.


También te puede interesar: Mensaje del Club de Roma en el Foro Económico Mundial de Davos 2020.

Planeta Tierra versión Beta: el programa favorito de la galaxia

Lectura: 2 minutos

¿Qué tal si no somos más que un entretenimiento, un juego de video para otro planeta o civilización?

Pienso que en algún lugar del universo se juntan seres vivos alrededor de una pantalla para ver el resumen de una hora, de lo mejor y lo peor que nosotros los habitantes de la Tierra hicimos en el día. Como si fuéramos un reality show.

Imagino que el programa sería conducido por un extraterrestre y empezaría más o menos así:

Bienvenidos a su show favorito, el único en el que los concursantes no saben que son concursantes. En el resumen de hoy veremos cómo un país lanza misiles a otro… cómo raptan a unas niñas y las convierten en esclavas sexuales… cómo un grupo de rebeldes armados masacran a los nativos de un pueblo… cómo estalla un coche bomba afuera de un mercado… cómo un conductor borracho atropella a una familia… cómo el mundo lucha contra una enfermedad respiratoria… y como siempre, terminaremos con un conteo de las personas que murieron en el día, el cual es de 154,520. De esta cantidad, sólo 4,370 fueron por causas naturales. Las restantes fueron provocadas por armas de fuego, golpes, contaminación, asfixia, veneno, cáncer, diabetes, SIDA, accidentes de tránsito, enfermedades respiratorias, falta de agua y de alimentos.

programa de destruccion
Ilustración: Yuumei.

[…] Poco antes de finalizar el programa el conductor se despediría así:

No se pierdan el show de mañana, el cual estará lleno de sorpresas y de momentos especiales. Veremos muchas más muertes horribles, pero no sólo de humanos, también podremos ver la muerte de cientos de elefantes y rinocerontes por la pérdida y degradación de sus hábitats… la de miles de pingüinos que caen a las aguas heladas debido a que se derrite el hielo en el que anidan como consecuencia del cambio climático… la de cientos de miles de abejas por el uso de pesticidas… la de millones de peces por su sobreexplotación. Gracias a todos por ver el programa de hoy y no olviden votar por su acto favorito del día.

¿Se divertirá alguien al ver cómo nos portamos los humanos y cómo destruimos al planeta?


También te puede interesar: ¿Por qué hemos dejado de soñar?

Mensaje del Club de Roma en el Foro Económico Mundial de Davos 2020

Lectura: 4 minutos

Ha dado inicio la edición correspondiente al 2020 del Foro Económico Mundial que cada año se celebra en Davos, Suiza. Este Foro que reúne a las élites políticas y económicas del mundo y cuyas consideraciones y conclusiones marcan, en buena medida, la agenda global, tendrá este año al cambio climático como uno de los temas centrales de su agenda.

Sandrine Dixson-Declève, co-presidenta del Club de Roma, tendrá una importante participación en este Foro. Algunas de las ideas centrales de su presentación son las siguientes: mientras que la política continúa paralizando los esfuerzos para combatir la emergencia planetaria que significa el cambio climático, la ciencia sigue siendo tan inequívoca e irrefutable como siempre. Ya hemos cruzado varios “puntos de inflexión” en los sistemas de la Tierra; umbrales vitales más allá de los cuales se producirán consecuencias irreversibles y catastróficas para toda la vida en nuestro planeta. Añade que los impactos del cambio climático y la destrucción ecológica son más graves y se manifiestan antes de lo que muchas predicciones científicas habían previsto. Debemos actuar de inmediato para evitar que los riesgos alcancen una etapa crítica.

Durante 10,000 años la civilización humana creció y prosperó debido a la estabilidad climática de la Tierra y a su diversidad biológica.

calentamiento global
Imagen: Reuters.

Desde la Revolución industrial del siglo XVIII los ecosistemas terrestres y oceánicos han absorbido cerca de la mitad de todas las emisiones de la quema de combustibles fósiles. Esto es debido a que el clima y los ecosistemas naturales que los regulan y toda la vida en la tierra están interconectados. De hecho, la diversidad de las especies y la integridad de los ecosistemas tienen un papel fundamental en la regulación del clima, los ciclos del agua, el secuestro del carbono y la producción de alimentos. Sin la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar nuestras emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) ya habríamos superado los 2°C de calentamiento, con consecuencias desastrosas.

Es un hecho que no sabemos cómo reconstruir la criósfera, el ciclo hidrológico, las selvas tropicales, los arrecifes de coral y otros sistemas de soporte vital de la Tierra.

Nuestros patrones de crecimiento económico, desarrollo, producción y consumo están empujando los sistemas de soporte vital de la Tierra más allá de sus límites naturales. Dependemos fundamentalmente de estos ecosistemas, pero somos nosotros los impulsores de su destrucción. Somos nosotros los que estamos empujando los sistemas que sostienen la Tierra más allá de sus límites planetarios. Estamos causando severos cambios en los patrones climáticos y provocando una destrucción incalculable en forma de incendios forestales desde el Amazonas hasta Australia y tormentas violentas desde Mozambique hasta Barbados. La mayoría de los gobiernos y las corporaciones continúan en la negación de los hechos, pero los riesgos de colapso se intensifican. En suma, éste es el mayor riesgo existencial que enfrenta la civilización humana moderna.

Nuestras formas de consumo y crecimiento no sólo destruyen los ecosistemas, sino que también han creado puntos críticos socioeconómicos graves y una mayor desigualdad tanto en las economías maduras como en las emergentes. Debemos abordar con urgencia los riesgos climáticos y la biodiversidad, así como construir nuevos sistemas económicos, sociales y financieros que fomenten el bienestar y la regeneración de la naturaleza.

emergencia y foro climatico
Imagen: NBC News.

Ante esta situación, el Club de Roma presenta el Plan de Emergencia Planetaria el cual propone una nueva ruta para recorrer a partir del 2020, un año crítico para la acción de políticas internacionales con decisiones clave para el cambio climático, la biodiversidad, los océanos, los objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, entre otros temas fundamentales. El Plan exige la implementación de los compromisos para salvaguardar y restaurar nuestros bienes comunes globales, desde detener el declive de los ecosistemas críticos terrestres y oceánicos hasta proporcionar mecanismos financieros para cambiar a prácticas regenerativas de uso de la tierra. También se destaca la necesidad de un nuevo Fondo de Emergencia Planetaria multilateral para abordar rápidamente elementos de la crisis, frente a impactos inevitables. Se describen también 10 palancas clave para transformar los sistemas de energía, cambiar a una economía circular y garantizar una sociedad justa y equitativa fundada en el bienestar humano y ecológico.

El Plan de Emergencia Planetaria llega en un momento crucial, en el que el mundo debe cambiar el rumbo, evitar el desastre inminente y optar por una profunda transformación.

Por su parte, para el Foro Económico Mundial el cambio climático plantea una amenaza urgente que exige una acción decisiva. El Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial continúa clasificando estas amenazas ambientales en la parte superior de su lista.

La Iniciativa Climática del Foro Económico Mundial apoya la ampliación y aceleración de la acción climática global a través de la colaboración de los sectores público y privado.

Océanos se quedan sin oxígeno

Lectura: 3 minutos

Investigadores documentaron la disminución de oxígeno en los océanos de todo el planeta.

Uno de los elementos que hace más visibles a la Tierra desde el espacio son las enormes manchas azules que rodean al globo terráqueo, de allí se afirma que surgió la vida basada en carbono, y de la cual los seres humanos somos de sus mayores exponentes, de igual forma sabemos que las masas de agua son necesarias para el equilibrio ecológico del planeta, por ello científicos de todo el mundo hicieron un llamado a detener la pérdida de oxigeno de los océanos.

Un reporte presentado durante la XXV Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), que se celebra en Madrid, informó que el cambio climático y la contaminación por nutrientes están reduciendo el oxígeno en nuestros océanos.

El informe ‘La desoxigenación de los océanos: un problema de todos’ asegura que actualmente más de 900 sitios oceánicos en todo el mundo sufren de eutrofización (enriquecimiento excesivo en nutrientes) y de estos, 700 tienen problemas de hipoxia (falta de oxígeno).

Esta cifra es muy superior a los 45 que existían en la década de los 60.

Según los investigadores, esta caída en los niveles de oxígeno amenaza a algunas especies como el atún, el pez espada y los tiburones.

El CO2, un causante de la reducción de oxígeno

El exceso de nutrientes de productos químicos como el nitrógeno y el fósforo, provenientes de diferentes industrias, sigue siendo la principal causa de la reducción de oxígeno en los mares, sobre todo en las zonas costeras.

Pero en los últimos años la preocupación por los efectos del cambio climático en los océanos ha incrementado.

El dióxido de carbono, uno de los principales gases causantes del efecto invernadero, es mayormente absorbido por los océanos, una acción que calienta las aguas y por consiguiente les quita oxígeno.

En total, la cantidad de oxígeno en los océanos disminuyó un 2% entre 1960 y 2010, según los investigadores.

Este número a simple vista puede no parecer importante, porque se trata de un promedio, pero en algunos mares tropicales la pérdida de oxígeno llega hasta un 40%.

Sin embargo, porcentajes menores a ese ya pueden afectar la vida marina de manera significativa: las aguas con menos oxígeno favorecen a especies como las medusas, pero afectan la vida de peces más grandes y rápidos como el atún.

Los trópicos, más vulnerables

“Sabíamos lo de la desoxigenación, pero no conocíamos su vínculo con el cambio climático y esto es realmente preocupante”, explica Minna Epps de la UICN.

“No solo se ha cuadruplicado la disminución de oxígeno en los últimos 50 años, sino que incluso en el mejor de los casos, el oxígeno seguirá reduciéndose en los océanos”.

Esto es una mala noticia para especies como el atún, el pez espada y para algunos tiburones que son particularmente sensibles a la falta de oxígeno.

Se trata de peces más grandes que necesitan más energía.

Según los autores del estudio, estas especies están comenzando a moverse hacia zonas marítimas superficiales y poco profundas donde hay más gas disuelto. Sin embargo, esto las hace más vulnerables a la sobrepesca.

Si los países continúan considerando esta situación como normal, se espera que los océanos pierdan entre 3 y 4% de sus niveles de oxígeno para el año 2100.

Y es probable que esto sea peor en los trópicos. Se espera que la mayor parte de la pérdida de oxígeno ocurra en los primeros 1.000 metros de la columna de agua, la más rica en biodiversidad.

Menos hábitat y biodiversidad

Niveles de oxígeno bajos también son perjucidiales para procesos básicos como el ciclo biogeoquímico, crucial para la vida en la Tierra y que incluye elementos como el nitrógeno y el fósforo.

“Si nos quedamos sin oxígeno, significará una pérdida de hábitat y de biodiversidad y llegaremos a una pendiente resbaladiza con más hongos y más medusas”, insiste Epps.

El cambio de la actitud hacia los océanos depende de los líderes políticos mundiales, por eso el informe se ha hecho público en el marco de la COP25.

“El agotamiento del oxígeno en los océanos está amenazando los ecosistemas marinos que ya están bajo presión debido al calentamiento y la acidificación”, afirma Dan Laffoley, coeditor del informe.

“Para detener la preocupante expansión de las áreas pobres en oxígeno, necesitamos frenar de manera decisiva las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la contaminación por nutrientes provenientes de la agricultura y otras fuentes”.

Fuente BBC.

La Cumbre de Madrid sobre el clima

Lectura: 3 minutos

La Cumbre de Madrid sobre el clima, que se celebra actualmente en la capital española, manifiesta una vez más, la grave situación que se vive a nivel global y que pone en riesgo el futuro de la humanidad. Además, deja claro que se enfrentan enormes obstáculos políticos para lograr controlar esta situación.

Esta cumbre ha visto enormes dificultades desde su preparación. Para la celebración de la misma primero se ofreció Brasil, pero con la llegada a la presidencia de Jair Bolsonaro se canceló esa opción. Después Chile tomó esa responsabilidad, sin embargo, a raíz de las protestas sociales que han generado una profunda crisis política, el gobierno de Sebastián Piñera declinó esa responsabilidad por lo que finalmente se organizó en España.

Esta cumbre se celebra del 2 al 13 de diciembre. Están representados 196 países y cuenta con la asistencia de 50 Jefes de Estado y de Gobierno.

El referente de la Cumbre es el Acuerdo de París suscrito en 2015, el cual establece como meta global que el aumento de la temperatura media del planeta no supere al final del siglo XXI los dos grados centígrados respecto de los niveles de la época preindustrial y de preferencia que no rebase los 1.5 grados. Ése es el límite que establece la ciencia para evitar efectos catastróficos de un calentamiento que ya no se puede revertir. Para lograrlo, es necesario que los países reduzcan de 3 a 5 veces más sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

cumbre de madrid
Ilustración Sarah Grillo.

Esta Cumbre tiene dos objetivos. Uno político que consiste en que los países y las empresas tengan metas mucho más ambiciosas en reducciones de GEI. Se trata de alcanzar la neutralidad de las emisiones para 2050. Esto significa que no se emita más CO2 del que la naturaleza pueda absorber, con una población, en 2050, de 10 mil millones de personas.

El otro objetivo es de carácter técnico y está previsto en el artículo 6 del Acuerdo de París, el cual consiste en regular los intercambios de emisiones entre países y empresas.

La necesaria reducción de emisiones de GEI, derivadas principalmente del uso de energía de origen fósil, como el carbón y los hidrocarburos, enfrenta graves obstáculos. El gobierno de Trump decidió retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, pero es alentador que a esta Cumbre de Madrid asistió Nancy Pelosi, la líder demócrata de la Cámara de Representantes. Además, varios estados, ciudades y empresas de la Unión Americana están comprometidos con este esfuerzo para salvar al planeta. Por su parte, China permanece dentro del Acuerdo, pero no se compromete a hacer recortes drásticos de sus emisiones, a pesar de que representa el 26% de las mismas a nivel global y Rusia aún no ha presentado su plan de reducción de emisiones de GEI.

decadencia de planeta
Ilustración: ROL Science.

La única región del mundo que está tomando en serio este grave problema es Europa. La Comisión Europea ya tiene en marcha su “New Green Deal”, el Banco Europeo de Inversiones se centrará en financiar proyectos verdes y Christine Lagarde anunció que el Banco Central Europeo incluirá criterios ambientales en las compras de deuda. Además, el parlamento europeo declaró que se vive una emergencia climática.

Cabe referir que África es el continente que menos emisiones genera y es el que sufre mayores consecuencias con graves desastres humanitarios, afectaciones a la agricultura, la alimentación, la salud y millones de desplazados por causas climáticas.

Son cada vez más evidentes los efectos del Cambio Climático de origen antropocéntrico, variables como la temperatura y el incremento del nivel del mar han batido récords en los últimos años. Hay un aumento substancial de los fenómenos extremos como olas de calor, lluvias torrenciales, inundaciones y sequías en muchas regiones en el mundo. Alrededor del 75% del medio ambiente terrestre y 40% del marino se hallan gravemente afectados. Está en curso la sexta extinción masiva de la biodiversidad, y ahora por causas humanas. Actuar para combatir el Cambio Climático es una responsabilidad de todos.