Al sumergirse en el Caribe mexicano, el visitante se interna en un universo de formas de escandalosa belleza. Algunas son estáticas y masivas, mientras que otras son leves y ondulan a un ritmo apacible.
El colorido de los corales es alucinante, sus tonalidades reverberan por causa de los desalmados rayos de sol que se filtran en la inaudita claridad de las aguas.
Los arrecifes de coral son hábitats críticos, su papel es primordial en la sobrevivencia del planeta. Son sitios de crianza y reproducción, además, proporcionan alimento, resguardo, protección y sustrato a un inmenso número de especies, algunas de ellas de importancia comercial.
Se calcula que al menos 25% de los habitantes del mar dependen de los arrecifes de coral al menos durante una etapa de su vida, por lo cual algunos los llaman súper-ecosistemas.
Existe una estrecha relación entre los arrecifes y los ecosistemas circundantes, ya que comparten con ellos numerosas poblaciones en distintas etapas de su ciclo vital.
Los organismos juveniles de peces e invertebrados habitan en zonas de manglares o de pastizales marinos; cuando alcanzan la etapa adulta migran al arrecife en donde se reproducen y depositan sus huevecillos.
Luego de pocas horas, emergen las larvas y se trasladan a las aguas serenas de los manglares o de los pastos, en donde se desarrollan al resguardo de los depredadores protegidos de las corrientes.
Los arrecifes de coral se desarrollan en aguas templadas poco profundas, cercanas a la costa y bañadas de sol. Son las estructuras más asombrosas construidas espontáneamente por organismos vivos.
Están conformados por millones de pequeñísimos animales llamados pólipos, los cuales se agrupan en colonias.
Éstas a su vez, se reúnen e integran los arrecifes. Los corales tardan miles de años en edificar lo que podría parecer a simple vista un accidentado bosque submarino.
Los pólipos vivos únicamente se encuentran en la parte superficial, el resto de la estructura sirve de apoyo y no es más que el esqueleto de carbonato de calcio legado por millones de antepasados idénticos a los que habitan la parte externa del arrecife.
Existen básicamente dos tipos de corales; los suaves, cuyo esqueleto es interno, y los duros, que cuentan con un esqueleto externo.
Son estos últimos los que construyen los arrecifes. Sus características varían, pueden ser lisos o ásperos, algunos asemejan plumas, otros dedos, o astas de ciervo, y los hay también en forma de columna.
En los arrecifes generalmente conviven varias especies de coral, cada una de ellas genera una estructura que le es característica en forma, color, textura y tamaño.
Los corales obtienen alimento de un grupo de algas que vive en simbiosis con ellos, las algas, utilizan la luz del sol para llevar a cabo la fotosíntesis y así elaboran sustancias orgánicas, con las que se nutren los pólipos. La arrobadora coloración que caracteriza a los corales proviene de las algas.
El sistema de arrecifes más grande del planeta es la Gran Barrera de Coral, en Australia, el segundo es el Sistema Arrecifal del Caribe Mesoamericano, el cual se extiende desde la península de Yucatán hasta Honduras.
Una parte importante de este sistema lo constituye el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, que recibió su designación en 1992 durante la gestión del presidente Ernesto Zedillo.
A pesar de estos esfuerzos, desafortunadamente, la sobrevivencia de los arrecifes de coral se encuentra amenazada por diversas causas: la construcción de puertos, muelles y marinas en sitios próximos a ellos y la contaminación causada por pesticidas, fertilizantes y basura provenientes de zonas agrícolas vecinas.
El cambio climático también ejerce un efecto devastador en los arrecifes, las temperaturas elevadas rompen la simbiosis que existe entre las algas y los pólipos, dejando a estos últimos en estado de inanición; sin alimento no logran sobrevivir más de unas cuantas semanas.
El conjunto de estos factores produce un fenómeno llamado “blanqueamiento”, el cual amenaza a los arrecifes en todo el planeta, recibe el nombre porque los corales pierden su color, se blanquean y mueren.
En los últimos 30 años, los blanqueamientos de coral han aumentado dramáticamente en todo el mundo.
Debemos tener muy presente que los arrecifes de coral constituyen un gran atractivo turístico, representan una importante fuente de ingreso para los habitantes de las poblaciones aledañas.
Los profesionales del buceo procuran no sólo mostrar las maravillas del ecosistema sino también hacer hincapié en la importancia de su preservación.
En Cozumel, a bordo de la lancha, antes de la inmersión en “Punta Sur”, anticipo el ingreso en la garganta del diablo. El capitán ha ubicado con precisión las coordenadas. Luego, la conversación se interrumpe para dar paso a la erudita indicación del gran Nacho Gil (biólogo, divemaster, fotógrafo submarino y conservacionista): “¡Ahora sí, a disfrutar, recuerden que vamos todos en grupo, yo siempre a la cabeza; exploren y miren, pero no se les ocurra tocar nada… ¡Esto es sagrado!”.
México tiene el enorme privilegio de contar con grandes extensiones arrecifales dentro de sus aguas territoriales, es responsabilidad de todos los mexicanos asegurar su sobrevivencia.
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