Donald Trump

Plataformas tecnológicas y elecciones. ¿Se ha avanzado en eliminar la desinformación?

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Donald Trump dijo el 17 de agosto que sólo perderá las elecciones presidenciales este 3 de noviembre si hay un fraude electoral. ¿Cómo proteger la integridad de las elecciones si el propio presidente de Estados Unidos está sembrando dudas sobre sus resultados de antemano? Esto abre un gran hueco para la manipulación de la información y la publicidad falsa, generando inseguridad sobre el proceso electoral de Estados Unidos. Por supuesto, Trump no sería el primer instigador de esta manipulación de la información, pues desde hace años esto ya está ocurriendo por muchas vías en Internet, aunque cada vez con mayor sofisticación tecnológica y en forma más extensa.

Vivimos en una época en que nuestra opinión se forma de maneras muy diversas y estamos sometidos a un bombardeo diario de información, opiniones, publicidad, memes, bots, etcétera, mediante las redes sociales, que son más fáciles de usar para enviar mensajes falsos que los medios tradicionales de comunicación como periódicos impresos, la radio o la televisión. Las campañas de desinformación se están usando muy ampliamente por actores nacionales e internacionales para crear desconfianza y tensiones sociales.

Las visiones contrapuestas siempre han existido y expresarlas es parte de un sistema democrático, pero cuando prácticamente cada ciudadano que tiene acceso al Internet puede convertirse en un vocero de sus propias interpretaciones de la realidad e incluso puede difundir mentiras como si fueran ciertas, la capacidad de las personas comunes y corrientes para discernir qué está pasando y formarse una opinión informada se vuelve difícil. Todo ello se exacerba en este tiempo de pandemia en el cual, debido a la cuarentena y a la distancia social, dependemos más que nunca de nuestros artefactos digitales para interactuar y estar informados.

elecciones en pandemia
Imagen: Cottonbro.

Las enormes plataformas tecnológicas son el principal canal por el que se transmite la mayor parte de la información —verídica, manipulada o falsa—. De hecho, la opinión pública se está formando cada vez más a través de las redes sociales. En Estados Unidos el 95% de la población usaba Internet en 2019, mientras esa cifra era de 70.1% en México. Esto expone voluntaria o involuntariamente a esta población a asimilar información mediante las redes sociales.

Es por ello que Facebook, Google, Twitter y Microsoft y otras plataformas como Wikimedia se han estado reuniendo regularmente con funcionarios del F.B.I., de la Dirección de Inteligencia Nacional y del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos desde septiembre de 2019 en Silicon Valley con el fin de discutir cómo podrían tales plataformas ayudar a que las elecciones de noviembre de este año en ese país se lleven a cabo sin la interferencia externa que sufrieron en 2016, especialmente por parte de Rusia. Sin embargo, a pesar de la bondad de esta intención, estas negociaciones entre empresas y gobierno de Estados Unidos para limitar los efectos perniciosos de la diseminación de información distorsionada, antes de las próximas elecciones sólo tratan de llenar el gran vacío legal que existe sobre la materia.

¿Qué ha cambiado desde las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos para que haya más transparencia, menos interferencia de publicidad falsa en las redes y menos información alterada, en general? Hay un gran rezago en ese país en cuanto a la regulación sobre el manejo de la información y se ha avanzado muy lentamente respecto a lo que se tenía en 2016. Existen iniciativas de ley en el Congreso que son muy importantes, pero aún no están aprobadas. Una de éstas atañe al vacío que hay en la legislación que regula el financiamiento de la publicidad política en Estados Unidos que ha permitido a extranjeros usar el Internet para promover publicidad falsa sobre las elecciones en ese país. La ley mencionada sólo involucra a la radio y la televisión y no a las campañas vía Internet. De acuerdo al Honest Ads Act (o propuesta de ley sobre publicidad honesta) presentado en mayo de 2019, la publicidad política en línea requerirá, al igual que en el caso de los medios tradicionales mencionados, que aquellos que quieran comprar anuncios políticos por ese medio revelen su identidad y el lugar geográfico donde se encuentran, así como la identidad de quién pagó por ella. De aprobarse, esta nueva disposición tendrá que ser acatada por las grandes plataformas electrónicas como Facebook, Twitter, y Google, las cuales serán responsables de reunir y publicar la información sobre los que compran cualquier anuncio político que valga más de 500 dólares. En general, las plataformas han estado de acuerdo con estas disposiciones. De hecho, Facebook ha asumido estas nuevas normas desde mayo de 2018.

elecciones a traves de redes sociales
Imagen: The Tech Journal.

Existen otras iniciativas recientemente presentadas al Congreso de Estados Unidos que también tienen la intención de regular mejor el uso de la información manejada en línea. Entre éstas está el Algorithmic Accountability Act (2019) que pretende evitar que grandes compañías tecnológicas discriminen en forma automática, a través de la Inteligencia Artificial, a las personas que pueden observar cierto tipo de información o de anuncios (por ejemplo, pueden discriminar a las mujeres o personas de una determinada raza). También figuran la Iniciativa de ley DETOUR (2019) que prohibiría el uso de trucos engañosos por parte de las plataformas tecnológicas para obtener los datos personales de sus usuarios, y la Do Not Track Act (2019), iniciativa que reforzaría el derecho que ya existe de los usuarios de Internet a no ser rastreados por terceros para enviarles publicidad personalizada. Todas estas iniciativas tendrán efectos también en aspectos electorales en Estados Unidos.

La Unión Europea ha sido más proactiva que Estados Unidos en abordar los problemas de desinformación a través de las plataformas digitales. Les preocupa enormemente el que las nuevas tecnologías pueden ser usadas, …a través de las redes sociales, para diseminar desinformación a una escala, a una velocidad, con una precisión y con una direccionalidad sin precedentes, creando esferas de información personalizadas y convirtiéndose en cámaras de resonancia poderosas para campañas de desinformación. (Comisión Europea, 2018) (traducción propia). La Comisión Europea estableció un Código de Conducta sobre Desinformación (2018) para evitar los problema de la desinformación en Europa. Esta iniciativa fue seguida por un Código de Práctica sobre desinformación (2018), de autoregulación voluntaria, al que se adhirieron varias plataformas digitales (Facebook, Google and Twitter, Mozilla y más recientemente Microsoft y TikTok) y compañías de publicidad, mismas que tienen que dar informes periódicos sobre su avance en el control de la desinformación. Sin duda, los esfuerzos de la Comisión Europea son más articulados y más sistemáticos que los de Estados Unidos, pero todavía se apoyan en gran medida en la buena voluntad de los gigantes tecnológicos para acatar las provisiones mencionadas. Las leyes propiamente tales para forzar a las plataformas digitales a eliminar la desinformación es aún muy incompleta y tentativa.

hackeo de elecciones
Imagen: Zero Hedge.

Las plataformas se resisten o bien no son capaces de aplicar una política verdaderamente efectiva para asegurar que la información transmitida a través de ellas sea verídica porque, primero, les cuesta dinero renunciar a considerables ingresos por publicidad engañosa, segundo, porque necesitan grandes y costosos contingentes de “censores” que revisen los millones de comunicados y anuncios hechos por estas redes, que en muchos casos no están preparados para hacerlo y, tercero, porque los algoritmos que tienen para hacer la censura tampoco pueden hacerlo bien porque la tecnología de Inteligencia Artificial aún no está perfeccionada, es decir, no tienen la “sensibilidad” necesaria para hacer bien la selección. El resultado es que muchas veces se prohíbe la difusión inofensiva de mensajes o anuncios mientras se dejan pasar unos que verdaderamente sí son ofensivos, distorsionantes o violentos.

México tendrá elecciones federales el próximo junio de 2021, por lo que no puede dejar de afrontar los problemas arriba tratados. En México el uso de las redes sociales es cada vez más importante para la información de la población de cara a las elecciones. Para tratar de evitar la distorsión de la opinión pública mediante el uso engañoso de información y propaganda a través de redes sociales, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha acordado con Facebook y Twitter combatir las noticias falsas (o fake news) y hacer transparente la compra de propaganda en las campañas de 2021.

México se verá favorecido por los avances hechos sobre el código de conducta de las plataformas como los realizados por Facebook, ya mencionados, ya que ésa es la red social más usada en este país. El Secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, ha dicho recientemente: Hemos logrado buena comunicación con las plataformas para poder conocer quién compra, a qué costo y con qué propósito (es decir, si se trata de propaganda política) para poder incorporar la información a los dictámenes de fiscalización. Debido a esto puede esperarse —aunque no haya certeza completa— que habrá más transparencia sobre el origen de los anuncios que se pongan en línea que en 2018. De todas formas, es necesario desarrollar una opinión pública más informada, con mayores posibilidades de discernir qué de lo que observan en la web es verdadero y qué es falso y no quitar el dedo del renglón de lo que transmiten las múltiples vías de Internet. 


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Trump sigue ejemplo de AMLO en apoyo a familias

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Tesos confirma ayuda de Trump a familias afectadas por la pandemia

El Departamento del Tesos recibió la orden de repartir ayuda de Trump a familias afectadas por la pandemia por la cantidad de 3 mil 400 dólares.

A través de su cuenta de Twitter, Donald Turmp comunicó que ordenó a Steven Mnuchin, el secretario del Tesoro del país norteamericano, que “se prepare para realizar pagos directos (3.400 dólares para las familias de cuatro miembros) a todos los estadounidenses”.

El mandatario escribió que “está listo” para que el Departamento del Tesoro y la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa “envíen pagos adicionales” a las pequeñas empresas que fueron dañadas por la pandemia del coronavirus en el marco del programa de préstamos comerciales Paycheck Protection Program.

En cuanto los gobiernos estadales y locales, Trump afirmó que está dispuesto a enviarles más dinero “para salvar los puestos de trabajo de policías, bomberos, socorristas y profesores”.

El Departamento de Trabajo de EE.UU. ha anunciado este jueves que 963.000 personas pidieron subsidios por desempleo en el país la semana pasada. Mientras tanto se han registrado 56,29 millones de solicitudes por desempleo desde mediados de marzo.

De acuerdo a los últimos datos provistos por la Universidad Johns Hopkins, hasta el momento EE.UU., que sigue siendo el país más afectado por la pandemia, ha registrado más de 5,2 millones de contagios y más de 167.000 casos mortales desde el inicio del brote.

De amor y desamor en las relaciones de Trump con sus vecinos

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En un comunicado oficial, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, contó que habló con Donald Trump el pasado 13 de Julio. Los temas que abordaron marcan una distancia importante con los temas tratados en la audiencia entre el presidente mexicano y el norteamericano.

Al parecer, el tema más importante para Trudeau era agradecer a Estados Unidos su apoyo por los canadienses detenidos “arbitrariamente” en China, Michael Spavor, hombre de negocios, y Michael Korving, diplomático, acusados de espionaje desde 2018. Su detención se dio inmediatamente después de que Canadá detuviera a Meng Whanzou, funcionaria de Huawei, a petición de Estados Unidos. Por cierto, Meng es la hija del fundador de la empresa y está acusada por Estados Unidos de no cumplir con el bloqueo a Irán. Whanzou se defiende en Canadá de una posible extradición a Estados Unidos.

Trudeau le puso sobre la mesa otros tres temas a Trump: que los impuestos sobre aluminio y el acero pueden ser perjudiciales para ambos países, que deben combatir juntos el racismo sistemático y de paso le recalcó que el T-MEC es un nuevo NAFTA.

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Ilustración: Peter Schrank.

El mensaje de Trudeau fue también para los canadienses, la foto que acompaña el comunicado en el Twitter muestra a un Primer Ministro en control de la conversación. Las razones por las que no fue a Washington al parecer fueron tres: la primera, el inicio de sesiones en el parlamento canadiense, la segunda, los aranceles al aluminio y al acero y la tercera, la pandemia. De acuerdo a las reglas de Canadá, si Trudeau hubiera ido a la Casa Blanca tendría que haber guardado cuarentena a su regreso.

Las tensiones entre Estados Unidos y Canadá son intensas en estos momentos. Trump quiere que Canadá aporte más dinero a la OTAN, la frontera entre ambos países estará cerrada hasta el 21 de agosto, afectando las relaciones fronterizas económicas y sociales. Las presiones sobre el aluminio y acero salen sobrando, nos podemos preguntar: ¿cómo es que un aliado en la seguridad internacional de Estados Unidos se convierte en enemigo a la seguridad nacional porque te vende acero y aluminio?

A juzgar por la conversación, es evidente que las relaciones entre Trump y Trudeau no son como las de Trump con AMLO. La agenda trilateral se antoja complicada ya que las presiones de Trump han provocado que AMLO haga verdaderos malabarismos para evitar una confrontación directa con el norteamericano.

El presidente mexicano, en su reciente visita a Washington, le puso el otro cachete a Trump, hasta el grado de agradecerle lo “respetuoso” que ha sido con México. A diferencia de Trudeau, AMLO no tocó los temas sensibles del momento como el de Black lives matter o la situación de los migrantes mexicanos y centroamericanos. Los discursos fueron todo miel, con simbolismos históricos y adulaciones mutuas. A diferencia de Trump, Canadá no ha cedido en la extradición de Whanzou, como tampoco en la de Zerón hacia México.

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Ilustración: Nolan Pelletier.

Si para Canadá las presiones de Estados Unidos se dan entorno al aluminio y al acero, en el caso de México a pocos días de la audiencia, el presidente Trump retomó la extensión del muro ya que, aseguró, la pandemia llega por el sur. En el marco de la entrada de vigor del T-MEC, el regalo de la burocracia comercial norteamericana busca por razones de seguridad nacional imponer aranceles a transformadores eléctricos y reguladores de transformadores de los que México es su principal proveedor.

El unilateralismo con el que Trump responde a sus intereses es un fuerte mensaje para su electorado al demostrar poder frente a sus vecinos. Pero también demuestra que a pesar de lo que dice la corriente, América del Norte no está tan fortalecida. La estrategia de Trump es de bilateralizar la trilateralidad. Estados Unidos al centro entre los dos países, maneja, por un lado, a Canadá y, por el otro, a México. La estrategia demuestra una continuidad en las acciones de Estados Unidos en controlar a América del Norte y la incapacidad de México y Canadá para encontrar una alianza conjunta para “enfrentar” a Estados Unidos en los temas más importantes para la región.

Uno de ellos es el energético que en tiempos de Trump no se centra en las energías renovables sino en el gas natural y el petróleo.

En la famosa cena con el mandatario mexicano, resaltó una inversión importante de la empresa Sempra dedicada al gas natural. Pero a pesar de las promesas, el ejemplo de Canadá para México es significativo. Una de ellas no cumplidas por Donald Trump es reactivar la construcción del oleoducto Keystone XL, construído por la empresa TC Energy, para conectar las refinerías de Texas con el petróleo de Alberta en Canadá.

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Ilustración: Reporte Índigo.

Han pasado tres años y la empresa no se ha llevado a cabo. El pasado 6 de junio la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos detuvo el plan, ya que grupos ambientalistas y grupos originarios argumentaron que semejante construcción afectará el cambio climático.

El tema entrará de lleno en la campaña, ya que Joe Biden, el candidato demócrata, anunció que si gana la presidencia, rescindirá el permiso firmado por Trump para reactivar la construcción del dichoso oleoducto, dejando a Canadá con la mitad de la obra hecha.

Biden puede cambiar mucho de lo acordado en la audiencia en el tema energético con México también. De hecho, anunció un proyecto para energías limpias,de 2 billones de dólares,para él ése es el futuro del sector energético.

La percepción del gobierno mexicano que se apostaba porque la audiencia saliera mal, es errónea. Por propuestas como las de Biden, apostar por uno de los partidos o por una persona en tiempos electorales, no es buena idea. El pragmatismo en política exterior demostrado por el gobierno de la 4T y sus beneficios en la audiencia se pueden perder si Donald Trump no gana la reelección.


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La visita presidencial no es lo que importa

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Empecemos definiendo nuestra posición por medio de la siguiente pregunta: ¿Estás contento con los resultados de la visita presidencial a Estados Unidos o estás en contra y descalificándola?

Al final, lo que sí sucedió de nuevo fue el fortalecimiento de la polarización de los mexicanos. ¿Acaso sabemos todo lo que hubo detrás de esta visita? ¿Realmente podemos dejarnos llevar por nuestras emociones de acuerdo a una postura polarizada?

Las redes sociales se han encargado de mostrarnos el encanto y desencanto de los polos. Esa polarización fue la que generó las emociones radicales para hacer más grandes los éxitos ante los ojos de los seguidores o los errores ante los adversarios.

La historia a estas reacciones se empezó a escribir con antelación. Los detractores del presidente de México advertían los errores o descortesías del mandatario estadounidense y los que estaban a favor buscaban adivinar la importancia de su visita. Por supuesto que nadie sabía realmente lo que sucedería. La agenda oculta no es para todos.

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Ilustración: Rosario Lucas.

Todo aquel que ejecutó juicios, adivinanzas, comentarios polarizados, o simplemente dedicó tiempo a lo que dijo la gente y medios más allá de sólo enterarse, cayó en el juego de distracción sin valor alguno. De entrada, no sabemos ni sabremos lo que sucedió ahí. Es más, nunca hemos conocido la historia completa de lo que sucede en una visita de un presidente de México a Estados Unidos. Con mayor razón ahora, cuando las redes sociales pueden transformar cualquier dato en nota de éxito y fracaso al mismo tiempo.

Algunos podrán descifrar los intereses que están a la vista, observando los tiempos que se viven en la política de ambos países. Inclusive pueden declarar que hubo intereses de ambas partes ya sean políticos o empresariales, pero no podrán precisar el intercambio más allá de los bates de beisbol. Eso siempre quedará en resguardo de unos cuantos, así que de nada sirven las suposiciones sin fundamento real. Todo esfuerzo extra no genera ningún resultado ya que al final así hemos construido la política en México. La política donde se cree que los acuerdos son de amigos y no de líderes que representan al Estado.

Mas allá de nuestro lente polarizado veamos la cena y a sus invitados. Se vivió una dinámica integrada por declaraciones de algunos de los liderazgos empresariales más importantes del mundo, en donde se afirmó la intención de invertir en México. Lo valioso es que estos líderes representan a empresas públicas que no pueden hacer declaraciones fuera de contexto y por lo tanto son reales. Éste es un ejemplo claro de cómo podemos observar algo que sí sucedió a la vista de todos de una forma centrada, sin polarizarlo al hacerlo plausible o verlo con simbolismos para sacarlo del contexto con el que se dio.

Cuando nos polarizamos lo que vemos está diseñado por nuestro contexto personal. Nuestro ego impulsado por las creencias, paradigmas, miedos y sobre todo deseos, los cuales nos muestran el lugar que ocupamos en el juicio de cualquiera de los dos lados, y no lo que realmente somos. Lo importante de esto es que ninguno de los polos está mal, simplemente están ejecutando su lente por el que ven la vida de acuerdo a su pasado y deseos del futuro.

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Ilustración: Davide Bonazzi.

¿Dónde está la oportunidad para todos? Empezar a observar las situaciones desde el centro, ya que sólo desde ahí se puede atender mejor la realidad y dejar el pasado en su lugar para descubrir algo nuevo que es posible llevar a cabo con lo que está sucediendo ahora.

Podemos seguir perdiendo el tiempo polarizados en discusiones y en guerra de redes sociales, o podemos ver qué se puede construir o aprovechar de lo que ya sucedió y que no podemos cambiar. No se trata de ganar desde un polo, sino que gane México con algún punto de valor que se haya sostenido en las reuniones bilaterales políticas y empresariales. Seguro hay un grupo muy pequeño de mexicanos que tiene una lectura más profunda y que aprovechará para sus propios intereses, pero eso por igual no cambiará nada de lo que ya sucedió.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya fue a Estados Unidos, ya aduló al presidente Donald Trump y Joe Biden ya lo registró, pero no pasará nada como hasta ahora no ha sucedido por eventos similares en el pasado. Serán cartas que tal vez se tendrán que jugar en el futuro como en cualquier relación y hasta ahí. Es momento de enfocarnos en México, en la gran crisis que viene creciendo y que impactará a todas las clases sociales. Ahora sí tendremos que lidiar todos con lo que está ocurriendo sin esperar a que alguien lo resuelva. Esta bola de nieve sí nos debe interesar en vez de distraernos con nuestra polarización. ¿Cuánto tiempo le has dedicado a resolver lo que verdaderamente importa?


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‘El muro’, tema ausente en Washington

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AMLO agradece a Trump no hablar del muro fronterizo en su visita a EU

El gran tema ausente en la visita de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Washington fue el polémico muro fronterizo, que marcó fracturas irreversibles entre Donald Trump y el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.

La retórica de Trump sobre el muro fronterizo fue constante desde sus tiempos de campaña y a su llegada a la presidencia en enero de 2017 insistió en que, de una u otra forma, México pagaría la construcción de una polémica pared con la que pretendía frenar el paso ilegal de migrantes desde su frontera sur.

La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México en diciembre de 2018 marcó una diferencia en la relación bilateral con su vecino del norte y, ante las amenazas arancelarias a toda mercancía mexicana con intenciones migratorias, el gobierno mexicano logró un acuerdo que descartó todo riesgo al comercio exterior del país.

Después de año y medio en el cargo, López Obrador no había salido del país en visitas oficiales; sin embargo, ante la creciente incertidumbre sembrada por sus políticas internas y la llegada de la pandemia del COVID-19 se vio obligado a tomar medidas que fortalecieran sus lazos con su vecino del norte y principal socio comercial, siendo Washington el primer destino a viajar como presidente.

A su regreso a México, Andrés Manuel López Obrador agradeció a su homólogo estadounidense, Donald Trump, por haber tocado el tema del muro fronterizo en público durante su visita a Washington

“Agradecemos que no se haya abordado el tema en lo público. En la cena sí hubo una expresión, pero no con propósitos de imponer nada”, destacó en la conferencia de prensa matutina.

Además, aclaró este viernes que no abordó el tema porque trató “de evitar temas en donde no hay acuerdo”.

“Es un tema que no se trató porque procuramos que el encuentro se diera a partir de las coincidencias, que hiciéramos a un lado las diferencias”, señaló.

El mandatario remarcó que las diferencias que se pueden tener con el Gobierno de EU son “propias de vecinos y de países independientes” y que se buscará resolver estas por medio del diálogo.

Trump afirmó, durante la cena con el presidente López Obrador y empresarios, que se había portado bien y se había controlado al no mencionar el ‘espinoso’ tema del muro fronterizo, un comentario que provocó risas en algunos de los asistentes, según varias personas presentes en el evento.

El personal de comunicaciones de la Casa Blanca declinó hacer comentarios.

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El documento clave en la visita a Washington

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Declaración conjunta México-Estados Unidos, ¿qué dice el documento?

El presidente Andrés Manuel López Obrador realizó su primera visita oficial internacional con el T-MEC como tema medular en la que firmó una declaratoria conjunta México-Estados Unidos en un acto histórico al lado de su homólogo estadounidense Donald Trump.

El contenido del documento fue revelado la mañana del viernes 10 de julio por el canciller mexicano Marcelo Ebrard en la conferencia matutina del presidente desde Palacio Nacional.

En la declaratoria conjunta destaca la intención bilateral de México y Estados Unidos en el fortalecimiento comercial del bloque norte de América, el compromiso incluye temas de seguridad.

Contenido completo de la declaratoria conjunta México-Estados Unidos

“Con gran aprecio, México y Estados Unidos reconocen los avances que nuestros dos países han logrados hacia una relación renovada y fortalecida preparada para enfrentar los desafíos económicos y de seguridad del siglo XXI de nuestra región de América del Norte.

“Esta reunión conmemora la entrada en vigor del histórico Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un acuerdo de libre comercio que fortalecerá nuestra competitividad global como región y promoverá el crecimiento económico, el empleo y la prosperidad para los pueblos mexicano y estadounidense.

“La pandemia creada por el virus de la COVID-19 ha afectado profundamente a los mexicanos y estadounidenses. México y EU mantienen una coordinación estrecha a medida que responden a desafíos económicos, de salud y de seguridad sin precedentes.

“Nuestros países han limitado a viajes esenciales únicamente desde marzo de 2020. El movimiento en nuestra frontera terrestre común, al mismo tiempo que han garantizado el tránsito de bienes y servicios esenciales, la continuidad de nuestras cadenas de suministro y el desplazamiento de trabajadores de emergencia y ocupados en actividades críticas para mitigar la propagación del virus en nuestras naciones.

“México se convirtió en el mayor socio comercial de Estados Unidos por primera vez en 2019. Todos los días, mercancías con valor de 1 mil 600 millones de dólares cruzan nuestra frontera, apoyando directamente a empresas, empleos y trabajadores mexicanos y estadounidenses.

“El T-MEC es el instrumento idóneo para proporcionar certeza económica y mayor confianza a nuestros países, lo que será fundamental para la recuperación que ya ha comenzado en nuestras dos naciones. El T-MEC reafirma nuestro entendimiento compartido de que América del Norte es una región que crea prosperidad para todos sus ciudadanos. También es un acuerdo que fortalece nuestra cooperación en la lucha contra la corrupción a través de las más firmes disciplinas contra la corrupción en el comercio internacional de cualquier acuerdo internacional.

“El T-MEC marca el inicio de la nueva era que beneficiará a los trabajadores, agricultores, ingenieros y empresarios de ambos países, que son la columna vertebral de nuestras economías integradas.

“El T-MEC permitirá que nuestra exitosa relación económica -una de las más fuertes del mundo- se expanda aún más en los años venideros, continuando así nuestra gran historia de cooperación compartida”.

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La visita. ¿Gesto de buena vecindad o riesgo calculado?

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Sin mayor preámbulo fue aceptada la amable invitación. La entrada en vigor del nuevo tratado trilateral ofreció la justificación para que los mandatarios se reunieran en Washington con motivo del arranque del nuevo entendimiento comercial.

No faltaron sugerencias, objeciones y críticas en amplios sectores, pero la decisión había sido adoptada y así lo señalaron todos los indicios previos. Las voces que se dejaron oír aconsejando declinar, esgrimieron argumentos diversos, desde la crítica situación que se vive tanto en México como en los Estados Unidos a causa del mortal virus, la circunstancia electoral, particularmente en el vecino país, las encuestas de popularidad de los candidatos opositores y desde luego, la ya para entonces previsible inasistencia del Primer Ministro de Canadá, tercer país signatario del T-MEC, sin la cual, la explicación de la visita de trabajo, que tendría sólo dos representaciones, perdía sustento.

Ésta sería, en los prolegómenos, la parte formal de la sui generis invitación y la gentil correspondencia de la parte mexicana, con las correspondientes gestiones para tratar de lograr una representación tripartita, que no sólo hubiera dado un mínimo equilibrio y neutralidad al evento, sino que hubiera fortalecido la propia naturaleza de la magna junta.

Pero una vez que fue aceptada la visita y se hizo pública la determinación del Ejecutivo de nuestro país de reunirse con su contraparte norteamericana, ya asumido el compromiso, sutilmente, el ambiente empezó a mostrar señales que generaron, de manera inmediata, más preocupación que optimismo, preponderantemente las imágenes en redes sociales que mostraban al mandatario estadounidense frente al muro que marca la frontera sur de su país y la norte del que preside su invitado, lo que fue interpretado, obviamente, como un mensaje nada halagüeño de lo que se esperaría en la casa blanca.

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Imagen: El Independiente.

Desde su origen, llamó la atención el sendero por el que transitó la invitación, el momento y la forma, cosa trascendente en diplomacia y política internacional más que en ninguna otra materia.

Por su parte, el Primer Ministro Trudeau, se dio su tiempo y sopesó los escenarios, para declinar, amable pero contundentemente, la convocatoria al encuentro y expresó las razones que, lamentablemente, se lo impedían. De tal manera que la visita con motivo del tratado trilateral sería bilateral. El panorama se percibía nebuloso, con muy pobre información oficial y no muy buenos augurios sobre la siempre impredecible actitud del anfitrión.

Pero todo parece indicar que los temas de la agenda y los términos del protocolo habían sido planchados puntualmente: simbolismo y cordialidad, ni reclamos ni desencuentros, solamente reconocimientos mutuos, deseos de buena vecindad y colaboración en el porvenir, nada de temas disruptivos.

El almíbar corrió generoso por los textos de ambos discursos. La amabilidad, la cortesía, el buen trato, el apapacho dieron marco a la mutuamente conveniente reunión que fue aderezada con el obsequio de la aprehensión en Florida del prófugo César Duarte.

titeres politicos
Imagen: BBC.

El objetivo de ambos mandatarios parecía alcanzarse, reposicionar la imagen, mandar mensajes de moderación, entendimiento y eficaz colaboración a los mexicanos de ambos lados de la frontera, con la evidente intencionalidad de remontar la popularidad que se ha visto impactada, entre otros factores, por el malévolo e incontenible virus corona.

El resultado práctico está por verse en el mediano plazo, las voces críticas aún se expresan incrédulas sobre la sinceridad de los elogios que difieren radicalmente de la actitud mostrada por el anfitrión previo a la visita, e insisten en los inconvenientes que pueda acarrear en el futuro el explícito posicionamiento mexicano frente al impredecible resultado electoral de noviembre en el vecino país.

La moneda estará, hasta entonces, en el aire.

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Relación México y Estados Unidos; ‘jamás ha sido más estrecha’

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Mensaje conjunto de López Obrador y Donald Trump desde Casa Blanca

Un mensaje cuajado de elogios, reconocimientos positivos y estrecha relación, opacó el ‘mal augurio’ acerca de la relación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su homólogo estadounidense, Donald Trump.

La reunión del miércoles en Casa Blanca entre los dos mandatarios superó las expectativas de muchos que apostaban en contra de un encuentro amistoso.

“La gente apostaba en contra de esta relación (México-Estados Unidos), pero jamás ha sido más estrecha”, dijo el presidente Donald Trump en su mensaje en conferencia conjunta con Andrés Manuel López Obrador.

Donald Trump aseguró que la relación entre México y Estados Unidos jamás ha sido tan estrecha como la que se disfruta desde que López Obrador asumió la presidencia en 2018.

“La gente apostaba en contra de esta relación (México-Estados Unidos), pero jamás ha sido más estrecha”, puntualizó.

Para Donald Trump, que se encuentra enrutado a la reelección, la visita de López Obrador a Casa Blanca le abre la posibilidad de enviar un mensaje de reconciliación, buena relación entre naciones en medio de una polémica fronteriza por el flujo de migrantes.

“Nuestros gobiernos están en estrecha cooperación para eliminar el trasiego de estupefacientes, armas y trata de personas, esforzándonos por combatir a los cárteles, para tener leyes migratorias que realmente protejan a la población”, dijo.

Así mismo, se dijo conmovido por la decisión de su homólogo mexicano de realizar su primera visita internacional como presidente de México a Estados Unidos.

“Es un honor que su primera visita sea a la Casa Blanca”, aseguró.

En su participación, Andrés Manuel López Obrador señaló que en lo que va de su gobierno, México ha recibido comprensión y respeto por parte del gobierno estadounidense. Refiriéndose de manera implícita al apoyo de Estados Unidos en temas petroleros y durante la lucha contra la pandemia del COVID-19.

“Hoy decidí venir porque es importante poner en macha la puesta de este tratado (T-MEC).

“También quise agradecerle al pueblo de Estados Unidos y a usted, presidente Trump, por ser respetuoso con nuestros paísanos mexicanos, le agradezco su comprensión y ayuda que nos ha ofrecido en comercio, petróleo, así como su apoyo para la adquisición de equipos médicos que necesitábamos para tratar a nuestros enfermos de COVID-19, pero lo que más aprecio es que usted nunca ha buscado imponernos nada y que viole o vulnere nuestra soberanía”, destacó el titular del Ejecutivo de México.

“Qué viva la amistad de dos naciones, que viva EU, Canadá, que viva nuestra América, Viva México”, finalizó.

El presidente de México arribó a la Casa Blanca alrededor de las 13:00 hrs., tiempo del Centro de México, donde fue recibido por su homólogo estadounidense, donde sostuvo una reunión privada acompañado por el canciller Marcelo Ebrard y la Embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena.

Andrés Manuel López Obrador permanecerá en Washington hasta el jueves 9 de julio. La noche del miércoles asistirá a una cena de honor en la Casa Blanca donde lo acompañará su comitiva y un grupo de once empresarios mexicanos para abordar el tema del comercio entre México y Estados Unidos.  

Declaratoria conjunta López Obrador y Donald Trump