espacio

Marte en la mira

Lectura: 3 minutos

Existen proyectos de corto mediano y largo plazo para estudiar a Marte, tratar de encontrar rastros de vida allá y eventualmente poblarlo.

Marte es un mundo de roca, similar a la Tierra, perdió su atmósfera debido a un calentamiento global importante que evaporó su atmósfera y subsecuentemente el agua. Ahora la sonda Perseverance está a la mitad de camino que nos separa de ese mundo para posarse en lo que fue el delta, de un río donde se piensa extraer rocas que más tarde se traerán a la Tierra con la esperanza de descubrir restos fósiles.

recreacion marte
Recreación de la zona de Marte donde se posará la sonda “Perseverance”. Uno de sus cráteres era un lago y al lado se encontraba un delta (NASA/JPL).
 sonda Perseverance
Esta imagen muestra el rastro de un antiguo delta marciano. Se distingue con claridad un cráter que lo impactó cuando ya se había secado. Es la región que explorará la sonda Perseverance (NASA/JPL).

Para tratar de imaginar cómo sería la vida o fósiles que se descubran en Marte, son analizados los microorganismos que se desarrollan en sitios con condiciones limítrofes para su desarrollo, como los que habitan cerca de la capa de hielo del Pico de Orizaba o el sitio más seco del mundo en el desierto de Atacama en Chile. En ambos lugares existen depósitos subterráneos de arcilla donde habitan microbios resistentes a bajas temperaturas y cantidades elevadas de sal y baja humedad.

Desierto de Atacama
El Centro de Astrobiología analiza la vida en el sitio más seco del mundo, el Desierto de Atacama en Chile (Fotografía: Alberto Fairén).

Algunas personas se preguntan qué utilidad tiene este tipo de proyectos, por lo que cabe notar que la ciencia desea siempre avanzar en el conocimiento, y no necesariamente producir mejoras para la vida cotidiana. Sin embargo, este tipo de exploraciones ha permitido idear nuevas maneras de enviar señales a larga distancia, para evitar distorsiones. En el futuro, además de recibir señales de radio, emplearemos la luz, combinando ambas. Esta nueva tecnología podrá grabar a los primeros astronautas que lleguen a Marte con mucha mayor nitidez de las que registraron en la llegada de las primeras personas a la Luna. A la larga se espera que esta tecnología se aplique con fines prácticos.

Desde ahora se está intentando cultivar diferentes productos simulando las condiciones de Marte, muy en particular la gravedad menor que la terrestre. El geotropismo de las plantas hace que las raíces crezcan hacia el interior de la Tierra, en cambio, los tallos y hojas crecen donde hay luz. Se emplean simulación de suelo marciano y, por cierto, también lunar, a los que se agregan bacterias y hongos.

Se han logrado cultivar rábanos en condiciones lunares y trigo en marcianas. Aprender a cultivar en condiciones extremas ayudará a descubrir maneras de mantener cultivos terrestres aun cuando continúe de manera acelerada el cambio climático.

cultivo en marte
Cultivo de trigo en una simulación de gravedad y suelo marciano enriquecido (NASA).

Por cierto, la investigación para la elaboración de carne a partir de cultivo de tejidos, que incluye células tanto de tejido magro, grasa, venas y sangre, ha avanzado lo suficiente para producir productos de sabor razonable. Se están empleando impresoras 3D para producir filetes. La idea es que los habitantes de las misiones marcianas puedan consumir carne sin tener que ocuparse de mantener animales vivos. Si algún día se logra generar carne sabrosa de calidad a gran escala mediante cultivo de tejidos, disminuirá el calentamiento global y el trato inhumano al ganado.

En fin, los proyectos marcianos están avanzado en varios frentes y para los científicos resultan por demás interesantes.


También te puede interesar: Los apóstatas, retrato conmovedor de una familia.

Condena interplanetaria

Lectura: 3 minutos

Desde hace 40 años, nuestro objetivo superior ha sido erradicar toda forma de vida humana en este planeta. Los animales, que no tienen culpa alguna, son dejados libres de reproducir el ciclo natural, comiéndose los unos a los otros. No es un trabajo fácil el de exterminar a toda una especie por completo, y menos aún cuando ésta se reproduce a la velocidad de la luz. Son como conejos. En realidad, muchos científicos argumentan que esta intervención interplanetaria no era precisa, ya que los mismos humanos, con el tiempo, acabarían matándose entre ellos sin intervención alguna. Y conociendo la brutalidad con la que estos seres actúan, hasta el punto de echarse armas nucleares los unos a los otros en aras del predominio planetario, es posible que, en efecto, los habitantes de la tierra acabasen organizando una tercera guerra mundial.

Pero también es cierto que los terrestres estaban obteniendo cada vez mayores conocimientos sobre los viajes en el espacio y ya habían comenzado a colonizar planetas aledaños como Marte. Eso, en sí mismo, no representa ninguna amenaza para la Liga de los Planetas por la Paz. Llevamos siglos observándolos y, de hecho, hace 150 años nos reíamos de lo ufanos y orgullosos que estaban cuando mandaban a sus primeros hombres al espacio. Su actitud era similar a cuando uno de nuestros hijos empieza a volar con sus propias alas. No le importa tropezarse y caer en pleno vuelo, el simple hecho de elevarse un par de palmos los pone muy orgullosos. Por supuesto, sus viajes en esas tortugas andantes no son rival para nuestras naves capaces de recorrer años luz en minutos. Sin embargo, hay que reconocerlo, son una especie perseverante y cada cierto tiempo nacen unas mentes preclaras capaces de revolucionar sus conocimientos científicos y artísticos.

condena interplanetaria
Ilustración: Fred Augis.

Han avanzado y, hasta cierto punto, duele tener que exterminar a toda una especie que has visto crecer desde que eran mentalmente pequeñitos. Es como matar a tu propio hijo. Y, además, lo que más me fastidia son los argumentos empleados por los jueces pro exterminio. Según ellos, los humanos han alcanzado ya un conocimiento considerable y, puesto que son como cucarachas, como atestiguan sus 11 mil millones de habitantes, pronto no les va a bastar el planeta Marte e irán en búsqueda de un nuevo sitio, y si llegan a uno de nuestros planetas habitados, no dudarán en atacarnos o, si están en inferioridad, pedirán mansamente ayuda, para luego tendernos una trampa y empezar nuestro propio exterminio.

Tienen pánico de todo lo que es diferente a ellos mismos e incluso son capaces de odiar a otro ser humano tan sólo por tener una piel más oscura o de color cobrizo. Son tan groseros que, si llegasen a cohabitar con nosotros y ver nuestras costumbres, acabarían diciendo que somos unos salvajes por el hecho de comer y beber nuestras propias heces y orinas para nuestra alimentación; como si nosotros pudiéramos elegir. ¿Qué culpa tenemos si nuestros cuerpos son tan delicados que no aceptan otra comida? Además, este método de autoalimentación es bastante higiénico y ecológico.

Ése fue otro de los argumentos empleados por los jueces y, en eso, no me queda otro remedio que darles toda la razón. Adonde van estos seres salvajes acaban ensuciándolo todo, cambiando el paisaje natural por enormes bloques de concreto en el que se apiñan miles de personas todos los días como ratas, durante unas cuantas horas, para luego retirarse a sus domicilios. Lo curioso es que, cuando llega la noche, dejan esos bloques para irse a otros más pequeños que comparten con sus parejas y crías y en el que también viven hacinados. El caso es que tienen pánico, salvo excepciones, de dormir al raso, y eso que, en los últimos 100 años, dado el calentamiento global que ellos mismos han producido, la temperatura es tan cálida que se puede dormir todo el año en el campo.

En fin, ya he reflexionado bastante. Ahora toca cumplir mi cometido.

—Que me traigan al último ser humano para su ejecución.


También te puede interesar: Cronología de una caída.

Búsqueda de nuevos planetas

Lectura: 2 minutos

Se han descubierto más de 4,000 planetas que giran en torno de otras estrellas, o que no tienen estrella y orbitan en torno al centro de la galaxia con su conjunto de satélites, como lo realiza el Sol y sus planetas y cuerpos menores. La búsqueda de nuevos mundos emplea no sólo telescopios ópticos sino también infrarrojos y poderosos conjuntos de antenas de ondas de radio llamados “interferómetros”. Con los datos recolectados se pretende descubrir mundos similares a la Tierra recién formada, pues emiten radiación infrarroja y planetas con sistemas de anillos similares a Saturno, cuyas propiedades se obtienen a partir de radio frecuencias.

La búsqueda de planetas extrasolares se ha intensificado. Por un lado, para analizar mundos en diversas etapas de formación semejantes a la Tierra. Cuando ésta se formó era una masa fundida recubierta de una corteza sólida que se integró por la agregación de objetos más pequeños, y al aglutinarse todos estos elementos se fundieron. Dado que estos mundos recién formados están incandescentes se pueden descubrir con telescopios infrarrojos. Observar directamente planetas similares a la Tierra en cuanto a masa y distancia al Sol, arrojan evidencia sobre su formación y permiten confirmar o rectificar los planteamientos teóricos.

Planeta similar a la Tierra
Planeta similar a la Tierra recién formada por agregación de cuerpos menores (Universe Today).

Por otro lado, descubrir planetas tan grandes como Júpiter o Saturno, arrojan información sobre la frontera entre un planeta y una estrella. Teóricamente si un mundo posee más de 73 veces la masa de Júpiter –7% de la del Sol– podría generar reacciones termonucleares en el núcleo y por lo tanto brillar como estrella. Sin embargo, mundos con masas menores no poseen la presión y temperatura suficiente en el núcleo para llevar a cabo reacciones termonucleares.

Se están utilizando los interferómetros más grandes que existen para poder estimar los tamaños y masas de los mundos más extensos. Los interferómetros son conjuntos de radiotelescopios colocados en distintos sitios del planeta que simulan la extensión de un telescopio del tamaño de la Tierra para poder observar a los astros con gran detalle, aunque la cantidad de radiación capturada sólo sea una fracción muy pequeña de la que tendría un telescopio de 12,700 kilómetros de diámetro.

telescopios en norteamerica
El arreglo de radiotelescopios de base muy larga ha descubierto planetas gigantes con sistemas de anillos (VLBA, NRAO).

Aunque la posibilidad de detectar planetas similares a la Tierra más allá de nuestro Sistema Solar es un gran desafío para la astronomía, se han podido desarrollar una gran variedad de instrumentos ópticos muy sofisticados y técnicas para este fin. Por lo pronto, se han descubierto planetas similares a Saturno y más masivos a través de los interferómetros. A estos planetas se les nombró Kepler 9b y Kepler 9c, y orbitan a una distancia de aproximadamente 2,000 años luz de la Tierra.


También te puede interesar: Formación de estrellas binarias.

Chicxulub

Lectura: 4 minutos

Es asombroso que hayamos puesto hombres en la Luna y enviado aparatos inteligentes a las profundidades del espacio mientras guardamos una ignorancia supina respecto de nuestro propio planeta.

Casi con la mano en la cintura se colocó en órbita el telescopio Hubble para fisgonear las galaxias más distantes. Y en la Sierra Negra de Puebla funciona un radiotelescopio capaz de detectar señales de los confines del universo generadas hace miles de millones de años, pero hasta hace unas cuantas décadas los geólogos debatían y se satanizaban entre sí por diferencias sobre la edad de la tierra.

Todavía resuenan en el imaginario colectivo aquellas palabras de “un pequeño paso para un hombre, un enorme salto para la humanidad” radiadas desde la superficie de la Luna a 390 mil kilómetros –paso que arrancó una sonrisa a Julio Verne en el más allá–, cuando acá abajo seguimos sin tecnología para rescatar los restos de la tripulación de un submarino accidentado en una fosa marina o los de unos mineros en las entrañas de la tierra desértica.

viajes al espacio ficcion
Ilustraciones para las novelas “De la Tierra a la Luna” (izquierda, Bayard) de Julio Verne, y “Les Exilés de la Terre” (derecha, George-Roux) de André Laurie.

Y no deja de ser una paradoja que mientras nuestro establishment científico-tecnológico pudo colocar un aparato en la superficie de un cometa que se desplaza a dos mil kilómetros por segundo a más de un millón de kilómetros de distancia, no haya logrado domeñar al malévolo y microscópico virus que nos tiene a todos en apando y con el Jesús en la boca.

¿Cómo es posible que sepamos más sobre Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano al sol nuestro, a 4.37 años luz de distancia, que sobre cómo funciona la fotosíntesis, causa eficiente de la vida en el planeta?

¡Hélas! Nos creemos el centro del Universo cuando la verdad es que nuestra nave azul es una pelusa en un sistema planetario insignificante en un rincón desdeñable de una galaxia menor. Y encima, estamos tenazmente dedicados a su destrucción con los gases de invernadero, la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación de todo lo que nos rodea, la amenaza perenne de una guerra y el incansable trabajo de una pléyade execrable de autócratas en donde figuran nombres como Hitler, Stalin, Trump, Putin, Bolsonaro, Ortega, Evo, Maduro, Abacha, Acheampong, De Almeida, Amín, Andrópov, Antonescu, Pol Pot y otros cuyos nombres no quiero recordar.

Chicxulub
Ilustración: Lana Marandina.

Hoy amanecí pesimista. El apando me tiene cual león de Lugones (Grave en la decadencia de su prez soberana, / sobrelleva la aleve clausura / de las rejas, / Y en el ocio reumático de sus garras ya viejas / la ignominia de un sordo lumbago lo amilana) y como además recién releí la fascinante Breve historia de casi todas las cosas de Bill Bryson, permítame el lector platicarle una historia que no tiene nada de ciencia ficción.

Asómbrese: apenas en 1991 se confirmó la teoría de que fue un meteorito el responsable de la aniquilación de los dinosaurios. Y para este México que anda siempre de capa caída porque no ganamos medallas ni de plomo y tenemos a un zar coronavirus que nos juzga a todos retrasados mentales, me place informar que fue en Chicxulub, Yucatán, en donde hace 65 millones de años cayó la roca que eliminó a las grandes lagartijas y dejó libre el camino a los mamíferos, es decir, a nosotros… y de paso aplanó la península y la dejó lista para los paisajes maravillosos que hoy conocemos como La tierra del faisán y del venado.

Un meteorito de diez kilómetros de diámetro hizo un cráter de 180 kilómetros de ancho y 45 kilómetros de profundidad y ahí sigue en la península, bajo tres mil metros de caliza. Pemex lo exploró en 1955 y dictaminó que era de origen volcánico. Pero hace 29 años la comunidad geológica internacional echó las campanas a volar cuando se confirmó que precisamente ahí, ¡máre!, había tenido lugar el gran impacto y uno de los grandes enigmas de la historia quedó resuelto. 

¿Qué sucedió? La explosión del golpe fue equivalente a varios miles de veces el arsenal termonuclear del que hoy disponen los países civilizados y levantó una nube de polvo que oscureció la atmósfera y alteró el clima durante más de diez mil años. Los desdichados reptiles no sobrevivieron, pero nuestros peludos antepasados de sangre caliente sí.

crater de Chicxulub.
Imagen: WSBuzz.

Pareciera que sesenta y cinco millones de años es muchísimo tiempo y que yo soy un catastrofista irresponsable, pero resulta que unos dos mil asteroides como aquel regularmente pasan en las cercanías de la trayectoria de la tierra. En 1991 una roca del tamaño de una casa, clasificada como “1991 BA”, pasó a tan sólo 160 mil kilómetros, en términos espaciales el equivalente a una bala .45 que atravesara la manga de su camisa sin herirlo.

¿Por qué un objeto tan pequeño en relación con el tamaño del planeta podría ahora terminar con nuestra especie? Porque al entrar en la atmósfera provocaría temperaturas de 60 mil grados Kelvin –diez veces el calor en la superficie solar– y todos los objetos en esa trayectoria, casas, autos, edificios, perros, gatos, vacas, columnistas y políticos –sobre todo estos– se chamuscarían como papel celofán en un milisegundo. Al momento de la explosión una onda expansiva a casi la velocidad de la luz arrasaría instantáneamente un radio de 200 kilómetros y unos segundos después algunos miles más. Se cree que mil millones de seres humanos perecerían en los primeros segundos. Después, una reacción en cadena de temblores, explosiones volcánicas y tsunamis azotaría al planeta, mientras que nuevamente el polvo taparía la luz del sol durante algunos miles de años.

Es una posibilidad espeluznante. La buena noticia es que la probabilidad de que un hecho así ocurra es una en un millón de años.

Juego de ojos.

También te puede interesar: La lección del Cerro de Las Campanas.

SWAN, el ‘nuevo’ cometa ilumina el cielo terrestre

Lectura: < 1 minuto

Cometa SWAN 2020 pasa cerca de la Tierra y puede ser visto en México

El recién descubierto comenta SWAN 2020 pasará cerca de la Tierra y será visto en México el 27 de mayo y hasta junio, informó la ESA.

El cometa C/2020 F8 Solar Wind Anisotropies (SWAN), descubierto por un aficionado estadounidense a la astronomía a finales de marzo, se está volviendo más brillante a medida que se acerca al Sol, por lo que será visible en el cielo hasta mediados de junio, informa la Agencia Espacial Europea (ESA).

El cometa, que se encuentra ahora a más de 126 millones de kilómetros de nuestro planeta, alcanzará su punto más brillante el próximo 27 de mayo, a medida que alcance el punto más cercano al Sol, considerado como “zona de peligro”.

Según ha informado la ESA, el cometa visita el Sistema Solar cada 11,597 años y aún no está claro si sobrevivirá a este encuentro cercano con el Sol. 

Entre los días 12 y 13 de mayo, el cometa se acercó a una distancia de 83.2 millones de kilómetros de la Tierra.

El cuerpo celeste fue descubierto por Michael Mattiazzo, un aficionado estadounidense a la astronomía, con ayuda de un instrumento del observatorio solar SOHO. Aunque se trata del cometa número 3.932 descubierto con datos de SOHO, es solo el duodécimo objeto celeste encontrado con ayuda de un instrumento de SOHO denominado Solar Wind Anisotropies (SWAN).   

Relojes de cristales

Lectura: 2 minutos

En este texto se comentará cómo se emplearán las simetrías temporales de los cristales para medir el tiempo de manera más precisa.

Es difícil definir el tiempo, sin embargo, hemos aprendido a medirlo observando eventos que se repiten periódicamente. Desde la Antigüedad se emplearon el día y la noche, las fases de la Luna y las estaciones para elaborar calendarios. A lo largo de la historia se construyeron relojes de Sol, arena, agua (clepsidras), velas, péndulos, relojes mecánicos y de oscilaciones atómicas. No obstante, en nuestra actualidad cada vez se requieren instrumentos más precisos para experimentos muy delicados que tienen que ver con el comportamiento de las partículas subatómicas, donde impera la mecánica cuántica. Ahora se espera utilizar relojes basados en las propiedades temporales de los cristales.

moleculas del cristal
Figura. Arreglo molecular de un cristal (Iain Quinn).

Los cristales son arreglos atómicos regulares, son muy comunes en la naturaleza, ejemplos comunes son la sal, el cuarzo y los diamantes. Estos son espacialmente simétricos. Por ejemplo, si observamos una sola cara de un arreglo cúbico y lo giramos, 90 grados, volveremos a ver un cuadrado.

Tanto la relatividad como la mecánica cuántica, las propiedades nos parecen extrañas, porque éstas y las leyes que las rigen son muy distintas si las comparamos con el mundo macroscópico que percibimos con nuestros sentidos. Pero para la naturaleza son perfectamente normales, teniendo la posibilidad de estudiarlas y emplearlas.

En el mundo subatómico impera la dualidad del espacio-tiempo. Por definición, la velocidad se mide dividiendo la distancia recorrida en determinado tiempo: v = d/t. En el caso de la velocidad de la luz, que es siempre constante, independientemente del movimiento de quien la observe, el cociente d/t es constante; si cambia, la distancia debe modificar el tiempo, y viceversa; lo cual implica que las dimensiones espaciales y temporales están íntimamente relacionadas.

Hoy en día los científicos analizan la simetría en el tiempo de los cristales. Se están haciendo arreglos de cristales de diamante donde se sustituyen algunos átomos de carbono por átomos de nitrógeno. Si se enlazan estos últimos, es decir, si se logra que su spin esté orientado en la misma dirección y se iluminan con el láser especial, entonces retornarán a sus spines originales. El tiempo que toma este proceso es tan preciso que permitirá construir los mejores relojes para los experimentos de laboratorio de la actualidad.


También te puede interesar: Determinación de la edad de la Vía Láctea.