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Feminismo: un movimiento histórico y político construido por mujeres

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Que hoy las mujeres podamos votar o manifestarnos en las calles no es fortuito. Todo lo contrario, se trata del trabajo de miles de antecesoras que se han enfrentaron a un régimen heteropatriarcal para ser un poco más escuchadas. ¿Cómo? el feminismo ha sido un gran camino.

Paola Suárez Ávila, miembro del Centro de Investigación sobre América del Norte (CISAN), explicó que el feminismo en un movimiento tanto político como histórico. En este sentido, advirtió que cuando las mujeres luchan, lo hacen para construir política por medio de un mayor acceso a los derechos que hacen surgir la democracia.

En entrevista para El Semanario, Suárez Ávila aseguró que todo avance relacionado con los derechos de las mujeres se debe en gran parte, al feminismo. Incluso, señaló que resulta irrelevante que los avances en materia de género se desvíen únicamente por la postura que tienen figuras como la del presidente de la República. 

De hecho, la Doctora en Antropología Social advirtió que la lucha de las mujeres no viene ni de los gobiernos ni de los partidos políticos. Enfatizó que nace de las mismas mujeres que demandan igualdad en condiciones laborales, sociales y  económicas.

“Las luchas de las mujeres no vienen de los gobiernos, sino de las mujeres”, apuntó Paola Suárez. 

De acuerdo con la investigadora, el feminismo obtuvo gran relevancia a partir de la década de los 90. Esto, sobre todo porque la llegada del modelo neoliberal acentuó la violencia de género.

Bajo este panorama,  la coautora del libro “Juventudes, mujeres y vulnerabilidad. Visiones críticas sobre la globalización”, afirmó que la violencia de género debe estudiarse como lo que es: un proceso histórico que está siendo enfrentado por las mismas mujeres

Doctora Paola Suárez Ávila. Fuente: UNAM

Los retos que enfrentan las mujeres por serlo

Para Suárez Ávila, México enfrenta una gran dificultad a fin de mejorar las condiciones de vida de las mujeres. Explicó que dicho sector de la población tiene varias necesidades que difieren según la edad, el nivel socioeconómico y hasta la salud. 

La también profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que las violencias de género son muy diversas. Agregó que pueden ir desde el feminicidio y las agresiones físicas hasta las afectaciones psicológicas o laborales.

Según el testimonio de la Doctora, de las exigencias que más están presentes en México se encuentran el derecho a una reproducción elegida y mejores condiciones de salud para niñas, adultas y mujeres en edades avanzadas. Asimismo, destacó la importancia de un empleo digno que reconozca la triple jornada laboral: profesionista, doméstica y de cuidados.

Pese a los grandes retos que las mujeres tienen a diario, Paola Suárez expresó que han habido grandes avances en materia. Apuntó que una mayor paridad en el gabinete federal o la mayor apertura a la manifestación son prueba de que las mujeres vamos por buen camino.

Memorial de mujeres víctimas de feminicidio en vallas de Palacio Nacional. Fuente: Cuartoscuro.

Importancia de hacer crecer al feminismo

Paola Suárez Ávila resaltó la importancia de reconocer al feminismo en medio de un entorno violento. Afirmó que ahora es un buen momento para reflexionar sobre los avances que han tenido las mujeres a lo largo del tiempo. 

No obstante, advirtió que también es hora de explorar la gravedad de las agresiones de género y buscar el reconocimiento entre las mismas mujeres. Esto, con el objetivo de formar alianzas que permitan desarrollar una alianza para la actual y generaciones futuras. 

“Hay que buscar y reconocernos en el espacio público para encontrar una Alianza y desarrollar una agenda mejor, no sólo para nosotras sino para nuestras hijas y las mujeres que vienen”, aseguró Suárez. 

Finalmente, con su propia “reflexión, teoría y políticas” , el feminismo es un movimiento que ha cambiado el panorama de México y el mundo. En gran parte requiere de convicción y conciencia y aunque el reto no es fácil, las mujeres “siempre van para adelante”.

Manifestación de mujeres en Quintana Roo. Fuente: Cuartoscuro.

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Mujeres resilientes, que hacen visible lo invisible, con o sin pandemia

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Para mis querida lobas de MC.

Durante la pandemia por COVID-19 se ha vuelto común y hasta “popular” hablar de resiliencia, como si al pronunciar esta palabra, adquiriéramos en automático esta cualidad.

Aprender a ser resilientes no es nada fácil, pues requiere la compleja tarea de desarrollar la capacidad de adaptarnos y superar situaciones críticas para seguir adelante.

Las mujeres llevamos construyendo resiliencia desde siempre, con o sin pandemia. Siendo la exclusión, discriminación, abuso y violencia la regla general, hemos podido resistir y combatir estos embates injustos, y renacer desde nuestras cenizas como el ave fénix.

El contexto de enfermedad y confinamiento ha evidenciado, en mayor grado, las desigualdades de género existentes, dado que se han agudizado los problemas sociales.

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Imagen: Josie Portillo.

Por ejemplo, se ha incrementado la carga de trabajo no remunerado para las mujeres en sus hogares respecto del cuidado y educación de sus hijas e hijos. En 2020, a nivel mundial, la ONU calculó que, en promedio, las mujeres dedicaron 4.1 horas por día al trabajo doméstico y de cuidados, mientras que los hombres sólo 1.7 horas.

Si se tasaran las contribuciones que ellas hacen en todas las formas de cuidados, éstas equivaldrían a 11 billones de dólares estadounidenses, y si sólo nos refiriéramos a aquellas para atender la salud, su valor sería de 1.5 billones de dólares (2.35% del PIB mundial).

En lo económico, los riesgos de desempleo y pobreza aumentaron para las mujeres, quienes se ocupan en los sectores más afectados por la enfermedad, como el turismo, la manufactura y el comercio, que se caracterizan por altas tasas de informalidad.

El Informe especial COVID-19: “La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad” de 2021 de la CEPAL, revela que, en América Latina, en los campos mencionados considerados de alto riesgo, se concentra alrededor del 56.9% de las mujeres ocupadas en relación con el 40.6% de los hombres.

Adicionalmente, en el Informe 2020 “COVID-19 en la vida de las mujeres: razones para reconocer los impactos diferenciados”, la OEA reporta que, en América, la mitad del personal médico y más del 80% de quienes se dedican a enfermería son mujeres, las cuales son minoría en cargos de decisión, y enfrentan una brecha salarial del 28%.

brecha salarial
Imagen: Quartz.

El confinamiento ha recrudecido la violencia de género. En México, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el número de llamadas de emergencia al 911 relacionadas con sucesos de violencia hacia las mujeres, pasó de 197 mil 693 en 2019 a 260 mil 067 en 2020, lo que representa un aumento de 31.55%. En enero de 2021, las entidades federativas con más reportes de este tipo fueron Chihuahua (3 mil 739), Estado de México (2 mil 891) y Ciudad de México (2 mil 878).

En abono a la rendición de cuentas sobre esta problemática, en la sesión extraordinaria del Instituto de Transparencia capitalino (INFO-CDMX) del 4 de marzo, la ponencia a mi cargo presentó un caso –aprobado por unanimidad– en el que instruimos a entregar al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), los reportes de enero a septiembre de 2020, de las llamadas telefónicas de emergencia al 911 sobre violencia contra la mujer, familiar, de pareja, hostigamiento y abuso sexual, en versión pública, para proteger, principalmente, datos de denunciantes.

A pesar de la dureza de la crisis sanitaria, las mujeres gobernantes de diversos países han actuado con rapidez, eficacia y transparencia en las medidas adoptadas. Ejemplo de ello son Dinamarca, Etiopía, Finlandia, Alemania, Islandia, Nueva Zelanda y Eslovaquia.

Las mujeres también están dirigiendo investigaciones sobre vacunas contra este virus, como son los casos de Katalin Karikó, Ozlem Türeci, Chen Wei, Kizzmekia Corbett, Nita Patel y Sarah Gilbert.

Lo que persiste como lamentable realidad, con o sin pandemia, es la invisibilidad de los problemas que nos impactan como mujeres y de la agenda de temas que nos involucran.

#8M2021
Imagen: Bea Vaquero

El Día Internacional de la Mujer no es un festejo para que nos feliciten o reconozcan por nuestro género; es una conmemoración de la lucha por nuestros derechos que continúa.

El 8 de marzo fue establecido por la ONU en los años 70, para recordar las protestas de las mujeres que reclamaban, a inicio del siglo XX, su derecho al voto, a mejores condiciones de trabajo y a la igualdad, como aquella en la que murieron 146 trabajadoras en un incendio en la fábrica textil Triangle Shirtwaist de Nueva York.

Necesitamos reforzar nuestra resiliencia, seguir haciendo visible lo invisible, hacer escuchar nuestras voces, hacer sentir nuestra presencia o ausencia (#UnDíaSinNosotras), no un día o mes, sino todo el tiempo hasta internalizar la inclusión en nuestra sociedad.

Nos tenemos todas para sumar a todos, para incidir y transformar, para construir juntos.


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Destacan apoyos a las mujeres en el campo

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La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (Sader), destacó, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que entre enero y febrero de este año entregaron apoyos directos a 382 mil 330 mujeres productoras lo que representa el 33% del total de beneficiados.

En ese sentido, resaltaron que el monto total de los apoyos entregados es de mil 166 millones 960 mil, lo que representa casi un tercio del dinero dispersado (31.9%). 

La secretaría estima entregar apoyos a un total de 2.3 millones de personas e indicaron que entre el 31 y 31.5 por ciento serán destinados a mujeres.

Remarcaron que Producción para el Bienestar (PpB) es uno de los programas estratégicos del gobierno mexicano y una muestra de la orientación en favor de las mujeres, al igual que se hace con las productoras de municipios indígenas.

La proporción de apoyos entregados supera al porcentaje de mujeres participante en materia de tenencia de la tierra, de acuerdo con los datos del Registro Agrario Nacional (RAN), las mujeres representan el 25% del total de ejidatarias y el 29% en las cifras de comuneros y posesionarios.

Bajo el lema: “Mujeres en el centro de la transformación del campo, la pesca y la acuacultura”, reconoce también el papel que juegan en la producción de alimentos para el consumo familiar, el abasto de los mercados y en la preservación de la agrobiodiversidad y prácticas agronómicas sustentables.

PpB ofrece apoyos directos de 2 mil pesos por hectárea a productoras de maíz, trigo, frijol, arroz, otros granos y milpa de pequeña escala y de mil 200 pesos a productores de mediana escala. 

Los recursos dan liquidez a las y los productores para invertir en las labores de sus predios y, además, refuerzan la economía local y comunal.

Mayor apoyo a las mujeres, marcada diferencia de esta administración

SADER: Más del 30% de beneficiarias de Producción para Bienestar son mujeres

Fotografía: Getty Images

PpB muestra claras diferencias respecto a sus antecesores, siendo este el que mayor número de mujeres ha beneficiado. En 2008, Procampo registró 520 mil 683 productoras en su padrón y Proagro sumó 440 mil 742 en 2018.

La SADER destacó que las reglas de operación de PpB establecieron en 2019 que, por lo menos, 18% de los beneficiarios fueran mujeres, y en 2020 y 2021 esas reglas marcaron un mínimo de 25%.

Del total de mujeres apoyadas el año pasado, 410 mil 189 fueron de municipios con población indígena en más de 25 entidades del país. Además, durante enero y febrero de este año, el programa bridó apoyos a 226 mil 374 productoras de municipios indígenas.

Los apoyos directos en PpB implican dos estrategias: El acompañamiento técnico para impulsar un tránsito de los productores hacia prácticas sustentables y agroecológicas.

Este enfoque permitió que desde 2019 a la fecha se atendieran a 30 mil 926 productores, de las cuales, 10 mil 101 son mujeres.

También se considera la estrategia de Fomento al acceso al financiamiento formal, que tiene como fin multiplicar los efectos de los apoyos que reciben las y los productoras.

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Lo que significa ser mujer

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En esta semana se conmemora el Día Internacional de la Mujer. En todo el mundo, manifestaciones en torno a los derechos de la mujer se han llevado a cabo, es por ello, que en esta ocasión dedicaré este espacio a hablar de ella. ¿Quiénes son y de dónde vienen? Desde la Antigüedad, se identificó al hombre y a la mujer como géneros de una misma especie. Ambos, han vivido juntos y han compartido el mundo que nos rodea desde que tenemos memoria, esto es lo que los registros históricos señalan, de otra manera, sin una mujer, la historia del ser humano habría terminado hace muchos años. ¿De dónde vienen?, es una pregunta bastante complicada y me parece que muchos malentendidos pueden surgir de esta respuesta. Para algunos, el hombre y la mujer surgieron de un accidente cósmico a partir del cual, nació la vida y todo lo que conocemos actualmente como parte de nuestro mundo. Para otros, el hombre y la mujer fueron creados de una forma divina y, al parecer, el primero en ser creado fue el hombre y después la mujer, aunque las interpretaciones de estos pasajes han dado mucho de qué hablar, pues algunos aseguran que el hombre y la mujer fueron creados al mismo tiempo.

En realidad, no necesitamos saber con exactitud este detalle para poder hablar más de la mujer, en este sentido, puedo decir que las mujeres somos muy distintas a los hombres, tenemos muchos defectos y también demasiadas virtudes, somos capaces de hacer muy bien muchas cosas, y esto es en gran medida por la historia que hemos vivido, en la que ha habido mucha represión en contra de nosotras e incluso, nuestra figura fue vista como inferior a la de los hombres. Aún hoy en día, por supuesto, hay quienes nos ven inferiores, pero me cuestiono seriamente si importa mucho lo que otras personas vean o crean de nosotras, parte de nuestra madurez y de lo que nos ha hecho crecer cada día más es superar toda clase de barreras, obstáculos, señalamientos, falsas creencias que nos han limitado por años.

hombre y mujer juntos, separación en el mito

Sabemos, por experiencia propia, que cada caída, cada afrenta, cada problema, nos hace más fuertes y nos hace crecer más. Cada día me sorprende más el hecho de ver las aulas de mis clases con más mujeres que hombres y con mejores calificaciones, y esto me llena de alegría, pues me doy cuenta que la responsabilidad, la disciplina y el coraje para salir adelante se puede ver desde que las mujeres son muy jóvenes, incluso, desde que somos niñas cuando vemos cómo nuestras madres tratan a los hermanos, ya que en casa es donde muchas veces se marca una diferencia radical y en un sentido muchas veces machista entre el hombre y la mujer. ¿Lo has notado?, ¿te pasó alguna vez con tus padres o ahora con tus hijos? Es increíble que este tipo de diferencias se hagan a veces de manera inconsciente y eso marque nuestro futuro.

mujer y hombre, diferencias
Imagen: UNAM Global.

Quisiera regresar al tema de la diferencia entre hombres y mujeres porque me parece que esto es real, somos distintas y por esto debemos estar agradecidas, el ser mujer nos permite amar de manera distinta y sólo como la mujer puede amar; con alma y cuerpo y no sólo con el cuerpo, el ser mujer te permite ser madre, también te permite no serlo, es tu decisión pero, tener hijos es la dicha más grande que una mujer puede tener, llevarlo en tu vientre, ver tus rasgos, gestos en ellos, es maravilloso. Ser mujer nos permite ver las cosas desde un punto de vista distinto, mucho más empático, porque somos muy emotivas muchas de nosotras, no todas, pero a partir de esto podemos comprender mejor a los demás, ayudar, servir, sentir con otros.

El hombre es distinto a nosotros y eso está bien, no podemos querer ser “iguales a ellos” en un sentido literal, tampoco debemos compararnos, ¿por qué?, somos muy distintos y en esto radica nuestra grandeza, los hombres ven cosas que nosotros no y viceversa. En este sentido, somos complementarios, debemos trabajar juntos y es importante que ambos pensemos esto. Es muy triste ver hoy en día noticias en las que se ataca a los hombres en general, cuando no todos ellos han actuado en contra de las mujeres, muchos han empoderado a la mujer, nos han apoyado en muchos sentidos. Debemos ser objetivas, no dejarnos llevar por los medios, por la historia y, por otra parte, debemos estar felices de ser lo que somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, y siempre tratar de ser mejores, más sabias, más trabajadoras, pero sobre todo, más humanas.


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Sheinbaum reconoce violencia “lacerante” contra las mujeres, pero encapsulan manifestación

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“Falta erradicar la lacerante violencia contra las mujeres” fue una de las declaraciones que Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), hizo ante la lucha que se refrenda este 8 de marzo.

Durante un mensaje con motivo al Día Internacional de la Mujer, Sheinbaum Pardo reconoció que a lo largo de su vida ha sido víctima de la violencia de género. Expresó que se ha enfrentado al acoso en el transporte público o hasta en sus centros de estudio.

La jefa de Gobierno señaló que en mundo académico lidió con el prejuicio de colegas sobre la menor capacidad de las mujeres. Asimismo, aseguró que en la política se ha enfrentado a quienes piensan que sólo los hombres pueden gobernar.

En el producto audiovisual, Sheinbaum manifestó que también su hija ha sufrido las consecuencias de la violencia de género. Incluso, aseguró que está consciente de que nada se compara con lo que las mujeres mexicanas enfrentan a diario.

La funcionaria local describió el panorama de lo que para ella sería una ciudad ideal. En este sentido, advirtió que concibe una ciudad igualitaria, libre y donde las niñas y jóvenes se sientan “seguras y felices”.

Sheinbaum invita a pacificación pacífica y hay agresiones

Pese a su reconocimiento sobre la violencia de género, Claudia Sheinbaum hizo un llamado a las mujeres a fin de que se manifiesten de forma pacífica la jornada de este 8 de marzo. Expresó que como jefa de Gobierno puede garantizar que ninguna mujer está sola.

“Pero, invito a todas a manifestar este deseo de justicia de forma pacífica. Estoy convencida que nuestra fuerza siempre será mayor si se usa la fuerza y la razón”, aseguró la funcionaria.

Con todo y el llamado de las autoridades, fueron los mismos miembros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana quienes estuvieron señalados de encapsular, detener y hasta agredir a participantes de la marcha y prensa que la cubre.

Medios de comunicación y redes sociales difundieron un video, donde una fotógrafa de El Heraldo es esposada. En el producto audiosivual se escucha la voz de otras mujeres que piden su libertad, pero no lo consiguen.

Cabe señalar que en el metro Hidalgo también se registraron algunos encapsulamientos por parte de las autoridades. Esto, pese a que el Gobierno capitalino prometió no represión.

Nos sembraron miedo, nos crecieron alas

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Que tiemble el Estado, los cielos, las calles

Que tiemblen los jueces y los judiciales

Hoy a las mujeres nos quitan la calma

Nos sembraron miedo, nos crecieron alas

“Nos sembraron miedo, nos crecieron alas”, línea de la “Canción sin miedo” de la cantautora mexicana, Vivir Quintana, es más cierta que nunca. Este 8 de marzo ha quedado demostrado que ni muros de metal, ni un mortal virus, ni los intentos por deslegitimar al feminismo, son suficientes para que las mujeres seamos una sola voz: la de la justicia. 

Las vallas que rodean Palacio Nacional pretendían intimidar y las mujeres escribimos sobre ellas; la pandemia de COVID-19 intentó silenciar y las mujeres abrimos nuevos espacios; el tiempo electoral procuró dividir y las mujeres nos unimos.

Este Día Internacional de la Mujer hace hervir la lucha. Quienes puedan hacerlo en las calles serán afortunadas por apropiarse de espacios físicos. No obstante, aquellas que deban permanecer en casa o en el trabajo, también lo serán porque seguramente gritarán desde donde estén. Y nadie  debe ser juzgada. 

Desde puntos como el Monumento a la Revolución, muchas mujeres marchan para pedir justicia. Con sus carteles recuerdan nombres y a través de pintas resignifican monumentos y edificios a fin de recordar que la transformación no va sin nosotras. 

Mientras tanto, otras mujeres gritan a la distancia. Entre fotografías violetas, mensajes de apoyo, videos de concientización y hasta “cacerolazos” apoyan la causa, la de ellas, la de todas.

Y claro que habrá mujeres que prefieran mantenerse al margen y que ni siquiera apoyen el movimiento. Sin embargo, eso no importa, porque el feminismo exige justicia por todas aquellas que no están y protege a las que siguen de pie sin distinción.

Memorial de mujeres asesinadas en vallas de Palacio Nacional. Fuente: Cuartoscuro.

No olvide sus nombres señor presidente

A cada minuto, de cada semana

Nos roban amigas, nos matan hermanas

Destrozan sus cuerpos, los desaparecen

No olvide sus nombres, por favor, señor presidente

“No olvide sus nombres, por favor, señor presidente” es el mensaje que las mujeres le han dado a Andrés Manuel López Obrador con las vallas de Palacio Nacional convertidas en memorial. Cada letra plasmada en ese mal llamado “muro de la paz” es un grito de justicia por las mujeres muertas, desaparecidas, violentadas. 

Las vallas implementadas por el Gobierno Federal pretendían contener, pero en realidad se convirtieron en un recordatorio para que las autoridades no olviden el dolor y la sangre derramada en cada feminicidio del país. Los colectivos feministas, las madres de desaparecidas, las mujeres demostraron que para la sed de justicia no hay límites y mucho menos si son de metal. 

Quienes tiñeron en blanco los nombres de las víctimas han creído más que las propias instituciones. En este sentido, el movimiento feminista se ha convertido en un acto de fe y empatía. 

Las mujeres marchan, gritan, pintan y queman por otras mujeres que no conocen. Y sin embargo, lo hacen porque la violencia de género es una realidad que al afectar a una, hiere a todas. 

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Proyecciones y memorial en vallas de Palacio Nacional. Fuente: Cuartoscuro.

Si tocan a una, respondemos todas 

Yo todo lo incendio, yo todo lo rompo

Si un día algún fulano te apaga los ojos

Ya nada me calla, ya todo me sobra

Si tocan a una, respondemos todas

“Si tocan a una, respondemos todas” es la manifestación más clara de que las mujeres son revolucionarias a diario. Aunque es triste, las mujeres no sólo debemos pedir justicia, libertad y seguridad, sino transformar los valores que la misma sociedad nos impregnó. 

Una mujer hace revolución no únicamente cuando sale a las calles con pañuelos verdes o violetas —aunque claro que lo realiza—. También es revolucionaria cuando acepta que otras mujeres son aliadas, cuando exige un salario digno, cuando le cree a una víctima, cuando se libera de un agresor —aún si se trata de un padre, hermano o novio—, cuando deja de ser madre, esposa o cuidadora y simplemente es. 

Hoy, a partir de hoy, y para siempre, las mujeres “nacemos para ser libres y no asesinadas”, “existimos porque resistimos”, “somos el grito que no podrán callar” y unimos las voces para exigir “ni una menos”.

Marcha 8 de marzo del 2020. Fuente: Cuartoscuro.

Porque nos queremos vivas, libres y sin miedo, seguimos en la lucha por la equidad de género

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Para las mujeres de mi vida:
 Odette, Ximena, Sofía y Andrea.

¿Cuántos años más de lucha?
¿Cuántas mujeres más asesinadas?
¿Cuántos cuerpos violados?
¿Cuántas mujeres descuartizadas, silenciadas, ignoradas, golpeadas?
¿Cuánto más necesitamos para que esto se pare, para que nos escuchen, para que nos
respeten?
¿Cuántos presidentes más?
¿Cuántas vallas contra nosotras?
¿Cuándo nuestras voces serán escuchadas?
¿Cuándo encontraremos la paz, la confianza y el respeto que merecemos para salir a la calle solas, sin miedo, sin amenazas, sin peligro? 

Uno de los temas que más trabajo nos cuesta como seres humanos es el cambio, no nos gusta cambiar, movernos de casa, de lugar, de posición. Cambiar de forma de pensar nos angustia y nos da miedo, peleamos por no quitarnos de las esferas del poder y el control, somos conformistas porque, aunque estemos incómodos, nos tranquiliza el “statu quo”, aun cuando esto signifique estar tranquilos en la injusticia, la violencia y la incomodidad.

Sí, tememos al cambio como humanidad, pero te quiero contar que muchas mujeres ya lo estamos superando, nos estamos empoderando y quitando el miedo, estamos tomando nuestro lugar en el mundo, estamos exigiendo que se reconozcan nuestros derechos, que se respete nuestra presencia, estamos exigiendo a la fuerza, con tenacidad y lucha; nosotras estamos tomando el mundo que nos pertenece, que nos fue arrebatado, robado, negado.

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Imagen: Reporte Índigo.

No estoy a favor de la violencia en ninguna de sus formas, me asusta, me da miedo y no la entiendo ni la aplaudo, pero me duele la injusticia, me enoja el abuso y no tolero la sumisión de la que somos objetos las mujeres.

Pero si para que nos escuchen, nos respeten y dejen de matarnos, tenemos que salir a las calles a gritar, marchar, pintar paredes, monumentos y quemar la ciudad, que la ciudad arda, que las voces se escuchen, que los monumentos sean testigos y que los hombres aprendan, ya fue suficiente esto tiene que acabar.

El 8 de marzo de 1857 en Nueva York, miles de trabajadoras salieron a las calles a protestar por las precarias condiciones laborales que tenían, su lema era “pan y rosas”. Fueron 120 mujeres las que murieron ese día por la brutalidad con la que los policías reprimieron esta marcha justa. Hoy todos los días mueren miles de mujeres en el mundo por la violencia que aún existe hacia nosotras. 

Mientras lees este texto varias mujeres están siendo golpeadas, otras violadas, otras asesinadas, otras humilladas, otras ignoradas, ahora mismo alguna mamá llora a su hija que no volverá a ver jamás.

Nuestro 8 de marzo (8M), nuestro día… ¿que no debería de existir? posiblemente no, pero existe porque es necesario y no nos hace gracia ni nos da gusto que exista.

Es un día universal, que se trató de minimizar con regalos y flores para las mujeres, que se llenó de felicitaciones y mensajes cursis, que perdió por un tiempo su objetivo, pero regresamos a la lucha,  igual que en 1857 es y siempre será un día para alzar la voz y exigir ser escuchadas, porque la opresión a la mujer es pareja, en todos los rincones del mundo.

Porque en el 2020, cada 2 horas y media fue asesinada una mujer en México y queremos frenar eso: 70 mujeres son violadas cada día; 940 feminicidios en 2020.

Porque la violencia de género deja secuelas para siempre, porque recuperarte de esto cuesta y duele. Porque una forma de pararla es visibilizando y no quedarnos calladas.

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Imagen: Jotaka.

Te voy a recordar qué es lo que pedimos, lo que exigimos y a lo que tenemos derecho, a ti que no lo sabes, a ti que crees que exageramos.

Queremos vivir en un país donde el estado sí responda y piense en nosotras, queremos sentirnos escuchadas, valoradas y cuidadas.
Queremos poder salir a la calle sin estar en peligro de ser violentadas.
Queremos poder vestirnos como nos guste y que no se interprete ni por hombres o mujeres como que estamos provocando a que nos falten al respeto.
Queremos equidad.
Queremos los mismos derechos laborales que los hombres.
Queremos que nos paguen lo mismo que le pagan a un hombre en los mismos puestos.
Queremos libertad sobre nuestro cuerpo.
Queremos frenar los feminicidios.
Queremos saber qué le estamos dejando a nuestras hijas y nietas un mundo mejor que el que hoy tenemos, donde ellas puedan vivir seguras.
Queremos poder salir a la calle y saber que vamos a regresar a nuestros hogares, a nuestra familia.

Si te quieres unir a los movimientos aquí encontrarás algunas opciones.

“…Algún día habrán niñas y mujeres que lograrán que sus nombres no signifiquen simplemente lo opuesto a lo masculino, sino que tendrán valor en sí mismas, ese valor que no hace pensar en la idea de complemento o límite, sino vida y realidad: la persona femenina, la mujer.”  (1934, poeta Rainer María Rilke).

 Hace 87 años que Rilke escribió ese texto donde avisa a los hombres (que, por cierto, no escucharon) que las mujeres estamos por llegar. ¡Ya estamos aquí! pero nos sigue faltando mucho por hacer, seguimos en esta tarea titánica de exigir nuestro lugar por derecho de nacimiento; no tenemos por qué seguir soportando ser tratadas como ciudadanas de segunda.

Ya estamos aquí… tomando nuestros lugares, ya no queremos más Fátimas, ni Jessicas, ni Xitlalis, ni Alexis, ni Alondras.

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Imagen: Mick Champayne.

Sí queremos más mujeres como:

Angela Merkel, Canciller Federal de Alemania.
Alondra de la Parra, Directora de Orquesta.
Sheik Hassina, Primera ministra de Bangladesh.
Erna Solberg, Primera ministra de Noruega.
Greta Thunberg, Activista medioambiental sueca.
Saara Kuugongelwa, Primera Ministra de Namibia.
Mette Frederiksen, Primera Ministra de Dinamarca.
Tsai Ing-Wen, Presidenta de Taiwán.
Kamala Harris, Vicepresidente de Estados Unidos.
Ana Brnabić , Primera Ministra de Serbia.
Oprah Gail Winfrey, Periodista y empresaria.
Halimah Yacob, Presidenta de Singapur.
Jacinda Ardern, Primera ministra de Nueva Zelanda.
Katrin Jakobsdóttir, Primera Ministra de Islandia.
Sahle-Work Zewde, Presidenta de Etiopía.
Salomé Zurabishvili, Presidenta de Georgia.
Paula-Mae Weekes, Presidenta de Trinidad y Tobago.
Sanna Marin, Primera Ministra de Finlandia.
Katerina Sakellaropoulou, Primera ministra de Grecia.
Ingrida Šimonytė, Primera ministra de Lituania.
Rose Christiane Raponda, Primera ministra de Gabón.
Malala Yousafzai, Activista.
Lorena Ochoa, Golfista mexicana.
Elisa Carrillo Cabrera, Bailarina de Ballet mexicana.
Zuzana Čaputová, Presidenta de Slovakia.
Karime López, la primera mexicana en tener una estrella Michelin.
Margarita Ríos Farjat, Ministra de la suprema corte de Justicia.
⋅ Ana Katiria Suárez, Abogada mexicana y defensora de Derechos Humanos.
⋅ Eréndira Ibarra, Actriz mexicana.

Y la lista sigue y seguirá, ya nada nos podrá parar.

Esto es para ti que siempre estás del otro lado leyéndome, para nosotras, para todas.


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