violencia de género

La mujer: compromiso y participación

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En el Día Internacional de la Mujer, la Ministra Yasmín Esquivel refrenda su compromiso en la lucha en contra de la violencia de las mujeres y se solidariza con las víctimas. Plantea que sea este día ocasión para recordar a aquellas cuya vida fue cegada, por el simple hecho de ser mujeres, aquellas cuya ausencia debe resonar como uno de los grandes pendientes de la agenda de género.


El feminicidio es la expresión de violencia más exacerbada contra las mujeres. En nuestro país se registra diariamente la muerte violenta de 10 mujeres, un hecho que debe cimbrar a la sociedad y movernos a tomar conciencia de que es un problema social con daños irreparables. A ninguna niña o niño en situación de orfandad porque su madre fue víctima de feminicidio, le podemos decir que hemos avanzado, cuando la ausencia de su madre le cambió la vida y su futuro.

Debemos transformarnos como sociedad, erradicar desde sus raíces aquellos prejuicios, patrones culturales y estereotipos que en pleno siglo XXI subsisten y que tienden a perpetuar la desigualdad de las mujeres, fuente de violencia y discriminación en su contra. Desaprender la violencia y asumirnos todas y todos con igual dignidad.

Debemos ser capaces de brindar seguridad a las mujeres, de revertir la fragilidad del sistema de justicia y sobre todo, de combatir la impunidad que alimenta a la violencia que se normaliza en la vida cotidiana.

Debemos acelerar el paso en el combate a la violencia feminicida, analizar objetivamente los avances y urgir sobre las acciones pendientes para el acceso a la justicia de las mujeres, así como trabajar en alianzas estratégicas, entre otras, con la sociedad civil, escuchar sus críticas y analizar sus propuestas.

Debemos atender a las recomendaciones de organismos internacionales, que instan a nuestro país a actualizar los protocolos de investigación del delito de feminicidio, entre otros, bajo los criterios de la Suprema Corte de Justicia, con especial consideración a los criterios que emitió en la sentencia del caso Mariana Lima Buendía, para la investigación de las muertes violentas.

Es tiempo de actuar, no mantenernos como espectadores de la más lacerante de las violencias.


Patriarcales de Clóset

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En el Vodevil Nacional Matutino afirmaron que “En México no somos patriarcales, eso viene de fuera, y aquí se respeta a las mujeres”. Patético.

La sociedad prehispánica era patriarcal, polígama y vertical. El rey o Tlatoani gobernaba sobre personas y tierras, era una sociedad feudal, dividida y valorada desde su capacidad de trabajo. Los sacerdotes y el ejército eran las clases sociales más favorecidas después de los reyes, todos hombres. El Tlatoani tenía varias esposas y amantes, a las esposas que eran de su clase social las “negociaba”, es decir, las compraba; a las amantes, mecatl, que eran de clase inferior, simplemente las “tomaba”. Sin opción, sin posibilidad de negarse, sin privilegios, sus hijos heredaban esa condición y carecían de los privilegios de los hijos de las esposas.

Eso es una sociedad patriarcal, lo más terrible es que no hemos evolucionado y se parece mucho a la sociedad actual. Entonces, no es una costumbre o expresión de “fuera”, fue y sigue siendo una organización social que padecemos las mujeres y que sufren los grupos de las minorías sexuales. Esta organización domina en la economía, la política y la educación. La negación desde lo más alto del poder demuestra que el patriarcalismo está tan impuesto y protegido, que no aceptan la diferencia entre vivir en igualdad y vivir en la injusticia.

sociedad patriarcal
Imagen: Alex Nabaum.

Somos un país patriarcal, tenemos gobiernos patriarcales y familias patriarcales. Las mujeres en el gabinete gubernamental no significan una diferencia, porque se comportan como simples “obedecedoras” de las órdenes del su jefe-rey-Tlatoani. En los ahora llamados “pueblos originarios” el patriarcado es parte de sus tradiciones, y las mujeres que dejan, literalmente a la tribu, se van para estudiar y llevar una vida independiente, son repudiadas y hostigadas, eso sucede en Chiapas ahora mismo, y en varios estados del país. Esa represión se respeta porque la demagogia del “multiculturalismo” permite el arraigo de costumbres retrógradas.

En México no se “respeta a las mujeres” y eso es parte del patriarcalismo. En México se insulta, degrada, golpea, acosa y asesina a las mujeres. Las cifras de casos de violación y asesinato son incuestionables, son consecuencia de la costumbre patriarcal de “tomar” a la mujer que les da la gana y usarla como les da la gana. Los patriarcales lo niegan y se apoyan entre ellos, ése es el “pacto” como pudimos verlo en el Vodevil Matutino Nacional.

La violencia en contra de las mujeres nunca va a terminar mientras los patriarcales de clóset, esos que inventan un país y una sociedad que no tenemos, mantengan esa retrógrada y criminal negación. Tener que hacer esta aclaración, tener que decirlo es parte de las ofensas que nos infligen a las mujeres, es un insulto que lo nieguen, es un insulto que digan que en “en México se respeta a las mujeres” y es un insulto que oculten una patología que es el origen de muchas tragedias y que somete al 52% de la población en la inseguridad y el miedo.


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El día en que Morena traicionó a las mujeres

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Movimiento Regeneración Nacional (Morena) traicionó a las mujeres de México desde el día que aceptó a Félix Salgado Macedonio como participante de sus encuestas para la gubernatura de Guerrero. Más aún, repitió la traición cuando lo dejó volver a competir luego de que se le ordenó rehacer el proceso.

Aunque todavía no es un hecho, la probabilidad de que el político acusado por violación sea abanderado de Morena es muy alta. Ayer, 4 de marzo, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero (IEPC) aprobó la candidatura de Salgado Macedonio.

Pese a las acusaciones que lo envuelven por violencia sexual, Félix Salgado quedó registrado en la contienda junto con otros siete aspirantes. Con seis votos a favor y uno en contra, los consejeros electorales dieron luz verde al político, quien ahora participa en las segundas encuestas de Morena.

Por el momento, Morena todavía no ratifica a su candidato. Incluso, tiene del 5 de marzo al 5 de junio para cambiar a su representante por causa de fallecimiento, inhabilitación o incapacidad.

La personificación de un político y el regreso al presidencialismo
Félix Salgado Macedonio.Fuente: El Universal

El descaro de Salgado Macedonio

Es un descaro que Félix Salgado Macedonio haya querido participar en las segundas encuestas de Morena para el gobierno de Guerrero. Con denuncias por violación, abuso y acoso sexual resulta inconcebible su decisión.

Y es que luego de un llamado masivo desde distintos sectores de la población, el pasado el 26 de febrero, la Comisión Nacional de Honor y Justicia (CNHJ) de Morena pidió a las comisiones de Elecciones y de Encuestas del partido, la reposición del proceso de selección de su candidato a la gubernatura de Guerrero. Por consiguiente, había un poco de esperanza para que Félix Salgado Macedonio quedara fuera de la contienda electoral.

Todo lo contrario, la ilusión fue corta. En primer lugar, la CNHJ declaró improcedentes los agravios fincados a Salgado. Con ello, el morenista quedó con el pleno ejercicio de sus derechos políticos. ¡Y vaya que los aprovechó!

Para el 1 de marzo, sin pena alguna, Salgado Macedonio confirmó su participación en la encuesta de Morena. A través de su cuenta oficial de Twitter expresó que “hay Toro” en el proceso electoral 2021.

“Compañeras y compañeros Estamos listos para participar en la encuesta que va a realizar nuestro partido MORENA. Somos respetuosos de sus decisiones y vamos nuevamente a la competencia. Seremos respetuosos de los resultados. En la encuesta Félix, es la respuesta. ¡Hay toro!”, escribió el senador con licencia.

Por absurdo que parezca, el apoyo hacia Salgado Macedonio ha estado por encima del testimonio de las mujeres que lo señalan por agresión sexual. Incluso, ha restado importancia a la lucha de todas aquellas personas en contra de la violencia de género.

Félix Salgado Macedonio
Félix Salgado Macedonio.Fuente: Capital 21, CDMX.

La impunidad de Salgado Macedonio desde arriba

La impunidad en el caso de Salgado Macedonio ha comenzado desde lo más alto de Morena y hasta del Gobierno Federal. En este sentido, los mismos Mario Delgado Carrillo, dirigente del partido guinda, y el presidente Andrés Manuel López Obrador han salido a su defensa.

Mario Delgado se ha dedicado a defender la candidatura de Salgado Macedonio rumbo a las elecciones del 6 de junio. El dirigente de Morena apuntó que mientras no exista una sentencia, el senador con licencia mantendrá sus derechos político-electorales.

Por su parte, López Obrador ha desestimado el movimiento para tirar la candidatura de Salgado. El pasado 25 de febrero, el primer mandatario restó importancia a las campañas en redes sociales con lemas como “presidente rompa el pacto” o “ningún violador será gobernador”. Incluso, las tachó de conservadoras.

A lo anterior se suma su polémica frase “ya chole” y la insistencia de que la denuncia contra Salgado Macedonio es realizada sólo por el entorno electoral.

Quienes deberían de decir ¨ ya chole ¨ son las millones de mujeres han sufrido de violencia, ¨ ya basta ¨ deberían de decir las mujeres que salen con miedo a las calles ante la ineptitud de un gobierno en corregir sus políticas de seguridad, pero importa promover la imagen de un presidente,
Presidente Andrés Manuel López Obrador.Fuente: Proceso

Finalmente, para que la autollamada Cuarta Transformación se considere feminista, debería iniciar por privilegiar las voces de las víctimas sobre los intereses electorales. Si realmente busca un cambio “de abajo hacia arriba” es momento de que lo demuestre.

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El funesto pacto patriarcal

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En las últimas semanas, un tema lamentable y deplorable se ha apoderado de nuestra sociedad: la protección cultural a los excesos cometidos por los varones en contra de las mujeres que, evidentemente, las degrada en su condición de persona, me refiero al llamado “Pacto Patriarcal”.

La candidatura del Senador Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), a quien se ha señalado de haber cometido abusos y hasta violaciones; así como las acusaciones de acoso en contra del catedrático y escritor Andrés Roemer, han hecho que colectivos feministas, activistas, agrupaciones defensoras de derechos humanos, exijan el cese de estas terribles prácticas que, en mucho, han sido motivo del incremento en la violencia de género e intrafamiliar en las sociedades modernas.

pacto patriarcal
Imagen: Sofia Weidner.

Ese pacto patriarcal, que no es otra cosa que la impunidad consentida por el entorno social a las prácticas de violencia y sometimiento hacia las mujeres, ha sido valientemente exhibido a través de las redes sociales, medios de comunicación y manifestaciones en las plazas públicas, en donde se han alzado voces de denuncia e indignación. Sin embargo, y de forma por demás lamentable, no es hasta ahora que el cinismo pareciera apoderarse de la sociedad, que provoca más conciencia social, empatías y simpatías.

El abuso de cualquier condición de poder, sobre todo para tratar de sojuzgar y someter a una mujer para demostrar superioridad, someter o por el simple placer de hacerlo, es una condición inhumana, indigna de la razón o de cualquier consideración o justificación. No obstante —y muy lamentablemente para la raza humana— durante décadas el silencio cómplice e indolente, auspiciado por un machismo profundamente arraigado en las costumbres y rutinas sociales, no sólo toleró, sino que lo auspició e, incluso, para vergüenza de muchos, lo institucionalizó y reconoció como parte de la naturaleza humana.

Así pues, veíamos prácticas que, durante décadas mostraba cínicamente esta situación. La lectura de la epístola de Melchor Ocampo como parte del rito civil del matrimonio es muestra clara de ello. Ahí se ordenaba a la mujer a ser “abnegada, obediente, sumisa, necesariamente bella y agradable ante los ojos del varón, cual objeto de decoración, para servirle al marido con veneración”. Era —en pocas palabras— una condena de servicio al varón, como consecuencia de su papel de proveedor y protector. Como si ello lo sobre pusiera en mayor valía sobre la mujer.

machismo
Imagen: Dispara Mag.

Lo terrible de esto es que, lejos de ser una imposición, fue el reflejo del sentir y vivir de la sociedad que, centurias atrás, había condenado a la mujer a una situación de minusvalía con respecto al varón, que se le negaba la voz e —incluso— hasta la condición de persona, menos que esclavos.

Para fortuna de la razón y la justicia, esta condición ha ido cambiando. La igualdad, como parte la trilogía de valores fundamentales de la democracia, va ganando terreno sobre los prejuicios y los estereotipos de género, permitiendo la reivindicación. Empero, este proceso es más lento en la dinámica social, en donde el funesto pacto patriarcal ha arraigado sus reales en prácticas enquistadas como parte de la cotidianidad.

El gran reto es, precisamente, reconocerlo como tal y desterrarlo para siempre de nuestras vidas y de las generaciones por venir.


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COVID-19 incrementa otra crisis: la violencia contra las mujeres

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Las violencias de tipo familiar, económica, psicológica y sexual se fueron al alza en muchas de las mujeres de distintas partes de la República Mexicana durante el 2020. La pandemia de COVID-19 visibilizó una crisis que siempre ha existido y que el confinamiento llenó de fuerza: la de género.

Y es que con instituciones gubernamentales débiles y agresores desde el hogar, miles de niñas y mujeres quedaron desamparadas. Los aumentos en feminicidios, desapariciones, violaciones y agresiones de pareja van mucha más allá de lo que medios de comunicación e Internet pintan. ¡Hay muchas regiones del país que siguen silenciadas!

Durante el Foro “Radiografía de la violencia contra las mujeres en México” se dieron a conocer los resultados de la campaña “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias”. Es decir, un movimiento organizado por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) y la Red Nacional de Refugios (RNR).

La campaña se realizó entre los meses de septiembre del 2020 y febrero del 2021. Su principal objetivo consistió en contribuir a que las niñas, mujeres o familiares de desapariciones y feminicidios tengan un mayor acceso a la justicia si son víctimas de cualquier tipo de violencia.

Así fue como la jornada de este 1 de marzo, diversas colaboradoras del proyecto contaron los resultados de su experiencia en algunas regiones del país. Por medio del foro transmitido en Facebook, dejaron plasmadas muchas de las bases que el Gobierno Federal debe tomar para empezar a actuar.

Foro “Radiografía de la violencia contra las mujeres en México”. Fuente: Cuartoscuro.

En el encuentro virtual, Paula Sánchez Mejorada Ibarra, co-directora de Católicas por el Derecho a Decidir, explicó que con la campaña “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias” se logró brindar 530 asesorías a mujeres de 22 estados de la República. La beneficiadas registraron entre 1 y 76 años, con lo que quedó comprobado que la agresión no discrimina edades. Pero, vayamos por partes.

Desapariciones de adolescentes al alza

Alejandra Cartagena del Comité de América Latina y del Caribe para la defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM) y quien estuvo a cargo de la zona occidente del país, identificó un aumento de la desaparición de mujeres adolescentes entre 15 y 19 años.  Asimismo, fue testigo de un aumento considerable de las violencias digitales y sexuales. 

No obstante a lo anterior, lo que descubrió Cartagena es que la mayor parte de las víctimas desconocían sobre el seguimiento de sus denuncias. Incluso, advirtió que muchas de ellas no cuentan ni con las mínimas condiciones para ser atendidas.

De acuerdo con la representante de la CLADEM, los hallazgos de la campaña servirán para que las autoridades reconozcan los Derechos Humanos de las mujeres víctimas de violencias en México.

Alejandra Cartagena del Comité de América Latina y del Caribe para la defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM)

Crecen violencias familiares, sexuales y desapariciones

Violeta Sabás del Observatorio de Violencia Sexual y de Género en Aguascalientes, descubrió un aumento de las violencias familiares, sexuales y de desapariciones a lo largo de la pandemia de COVID-19. Desde su experiencia, las mujeres recurrieron con mayor incidencia a métodos para pedir ayuda tales como las líneas del 911.

En otra dirección, Sabás apuntó que muchas mujeres sufren de desinformación sobre el avance de sus investigaciones. Explicó que los centro de justicia registran una sobresaturación de casos que perjudica directamente al avance de las indagatorias.

Violeta Sabás del Observatorio de Violencia Sexual y de Género en Aguascalientes

Chiapas: un estado acostumbrado a la crisis

Para Martha Figueroa Mier de Mujeres Libres COHEM, Chiapas es una entidad que ya está acostumbrada a las crisis. No obstante, comentó que la pandemia del virus SARS-CoV-2 evidenció las grandes desigualdades sociales y económicas.

Figueroa Mier explicó que a lo largo de campaña, descubrió un incremento de la violencia doméstica. Como parte de ello, habló de que los agresores aprovecharon el contexto para separar a los hijos de sus madres.

Asimismo, comentó que aumentó la desaparición de niñas y jóvenes para trata de blancas. Incluso, advirtió que cuando se lograba localizar a las menores, algunas de ellas preferían no volver a sus casas.

Por si fuera poco, la representante de Mier de Mujeres Libres COHEM señaló que la carava migrante acrecentó la violencia en el sur. De dicha forma, expuso que las mujeres migrantes eran detenidas aún con documentación o que los conflictos armados también estuvieron presentes en algunas regiones de Chiapas.

Martha Figueroa Mier de Mujeres Libres COHEM.

2020: uno de los años más violentos para niñas y mujeres

Daniela de la Red Nacional de Refugios expresó que el 2020 ha sido uno de los años más violentos para las niñas y mujeres del país. En su organización incrementaron hasta en un 39 por ciento las solicitudes de apoyo.

Otro de los datos alarmantes de la Red consistió en que 4 de cada 100 mujeres denunciaron intento de feminicidio. Asimismo, Daniela expuso que el 75 por ciento de las víctimas han sido agredidas por su pareja o expareja.

Lo peor de todo es que ante datos tan crudos, la RNR descubrió grandes niveles de impunidas. Esto, sobre todo porque las instituciones criminalizan a las víctimas y además hacen caso omiso a las acusaciones previas de cada agresor.

Daniela de la Red Nacional de Refugios.

Finalmente, el proyectos “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias” es una prueba más de que la COVID-19 encrudeció la violencia contra las niñas y mujeres. Lo ideal sería que este tipo de campañas rebasen las barreras de una enfermedad desigual y tenga efecto en todos los grupos sociales de México, especialmente el de las autoridades.

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Se acerca marzo

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Marzo está a la vuelta de la esquina y, en menos de quince días, se conmemorará un año de una de las manifestaciones más concurridas, estridentes y estremecedoras de las que México ha sabido: el estruendo de la calle seguida por el más sonoro de los silencios que provoca la ausencia de cientos de miles de mujeres que han muerto o desaparecido como consecuencia de una creciente violencia en su contra y que, lamentablemente, parece ser incontenible.

Cada año, el 8 de marzo, es una fecha en la que las tribunas públicas, las redes sociales y, en general, cualquier medio de comunicación, se colman con palabras y frases relacionadas con el tema de la violencia de género. Muchas groseramente condescendientes; otras denuncias vehementes aparejadas con cifras alarmantes de incrementos tanto en violencia como en cantidad, en tanto que pseudo dirigentes políticos —en grado de oportunistas— pretenden abanderar grupos y colectivos que legítimamente han dedicado vida y alma en erradicar ese terrible mal. En tanto que las instancias las gubernamentales dejan “para después” la articulación y ejecución de políticas públicas eficaces para prevenirlas, vigilar y sancionarlas, quedan en el olvido o —en el mejor de los casos— relegadas para un momento posterior.

violencia contra la mujer
Imagen: El País.

Desgraciadamente, a cada minuto que pasa, una mujer es violentada en el seno de su hogar; es agredida física, económica o psicológicamente por su pareja; degradada por sus padres, hermanos o primos; invadida en su espacio en el transporte público; vilipendiada por compañeros; prejuzgada por sus familiares y conocidos pero, lo más lamentable, abandonada por la sociedad, bajo el manto de la indiferencia y la comodidad de la justificación en convencionalismos y costumbres sin orígenes ni justificaciones definidas, pero intensamente arraigados, casi como dogmas, pese a lo absurdo, injustificado e irracional que estos sean.

Hoy las cifras que nos arroja el Sistema Nacional de Seguridad Pública precisan que en 2020 tuvieron lugar 940 feminicidios, que es la expresión máxima de la violencia contra la mujer. En tanto que las denuncias de violencia doméstica aumentaron en un 3.4% para hacer un promedio de 20 mil denuncias promedio al mes, lo que significa que, aproximadamente, 664 hogares por día, es decir, 28 familias por hora, denunciaron un episodio de esta naturaleza, en donde la mayoría de las víctimas fueron mujeres.

violencia de genero
Imagen: Cuba News.

Estamos en la puerta de una nueva oleada de denuncias, cifras y discursos en los que se ensalzará el papel de la mujer, la indignación por la violencia y la referencia a las cifras. Se prometerá acabar con ella y se le exigirá al gobierno atender el problema como si se resolviera por decreto; mientras eso ocurre, varias mujeres serán asesinadas y desaparecidas por el hecho de serlo, otras serán violentadas por sus parejas y familiares; acosadas por sus jefes —muchos protegidos por la impunidad y el influyentismo— agredidas, vilipendiadas y abandonadas por todo y todos.

Hoy, más que discursos, se requieren acciones contundentes que manden un mensaje efectivo de proscripción de la violencia de género. Ser implacable con quienes la promuevan y la ejerzan. Excluir de la representación popular a quienes sean acusados de ejercerla; pero, sobre todo, incrustar en la sociedad la conciencia que cualquier tipo de violencia es la exclusión de la razón y, consecuentemente, de nuestra propia humanidad.


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Con su “Ya chole” el gobierno de la 4T legitima la violencia contra las mujeres

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Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía: El violador eres tú: son los policías, los jueces, el Estado, el Presidente. Hoy más que nunca “Un violador en tu camino”,  el himno feminista creado por mujeres chilenas en el año 2019, tiene sentido para México. Y es que el Primer Mandatario Andrés Manuel López Obrador demostró con un “ya chole” que su Gobierno legitima la violencia de género. 

Durante la conferencia matutina del 18 de febrero, el Jefe del Ejecutivo respondió que “ya chole” a los cuestionamientos por la candidatura al estado de Guerrero de Félix Salgado Macedonio, acusado de la violación de cinco mujeres. La declaración hizo quedar al líder de la autollamada Cuarta Transformación como cómplice de la agresión que duele a millones de  mujeres mexicanas. 

“Como dicen algunos ‘ya chole’, que porque van hacer una campaña en los medios. Que el Reforma, El Universal, los programas de radio…pontificando, sentenciando, juzgando. Nosotros padecimos eso durante años, ataques tras ataques. Cómo no voy a estar desconfiado”, dijo el funcionario.

De acuerdo con López Obrador, el caso de Salgado Macedonio no es de su competencia. Sin embargo, aseguró que todas los señalamientos en su contra forman parte del tiempo electoral que el país está viviendo. ¿Y las víctimas dónde quedan?

No hay lugar para ellas. Ni las manifestaciones de jóvenes enfurecidas ni las calles pintadas de morado en Guerrero, han sensibilizado al Presidente de México. Todo lo contrario, esta mañana reafirmó su postura e insinuó que detrás de las acusaciones levantadas por víctimas como Basilia ‘N’ en contra de Salgado Macedonio, existen linchamientos y campañas políticas. 

Protestas feministas contra el Presidente López Obrador. Fuente: Cuartoscuro.

“Ya chole” con la violencia contra las mujeres

Ingrid Escamilla Vargas fue asesinada con gran saña el 9 de febrero del 2020 por su pareja sentimental. No bastando el feminicidio,  su cadáver fue expuesto en redes sociales y medios de comunicación sin consideración alguna. 

Fátima Aldrighetti Antón, niña de siete años de edad, desapareció el 11 de febrero del 2020. Días después fue hallada sin vida y con signos de violación y tortura. 

Ana Paola, adolescente de 13 años, fue víctima de feminicidio el 2 de abril del 2020. Lo más absurdo es que el delito se cometió en su propio hogar en Nogales, Sonora y en medio del confinamiento por la COVID-19. 

Ilustración de Ana Paola. Fuente: SDP.

¡Ya chole con la violencia contra las mujeres! La lista podría continuar durante largas líneas, porque Ingrid, Fátima y Ana Paola son la representación de millones de víctimas. Con base en los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en México se reportan 10.5 feminicidios por día. 

Sumado a lo anterior, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 66 de cada 100 mexicanas de 15 años o más, han sufrido por lo menos, un tipo de agresión a lo largo de toda su vida. 

Los datos  demuestran también, que los espacios seguros no existen para gran parte del sexo femenino. Según datos del organismo, el 43.9 por ciento de las mujeres ha sido víctima de violencia por parte de su pareja sentimental. Mientras tanto, el 53.1 por ciento lo ha sido por actos de personas desconocidas. 

A su vez, los principales delitos contra la mujer son el abuso sexual (42.6 por ciento de las carpetas de investigación existentes) y violación (37.8 por ciento de las carpetas de investigación existentes).  Ambas situaciones, además de provocar daños físicos, son fuente de afectaciones emocionales que van de la desconfianza hasta el miedo, ese que ahora recorre las venas del país. 

Homenaje a Ingrid Escamilla. Fuente: Cuartoscuro.

Ya chole con la defensa a los agresores 

Con su indiferencia y falta de intervención, el Presidente López Obrador está defendiendo a los agresores. El caso de Félix Salgado Macedonio resulta especialmente importante porque es aspirante a una posición de poder, y de llegar a ser gobernador de Guerrero, lideraría el delito y la impunidad. 

Y es que aunque el Jefe del Ejecutivo defiende que los problemas del país deben separarse de la “politiquería”, hay que recordar que él es el primero que los junta. Prueba de ello, son las acusaciones que ha hecho sobre que detrás de los movimientos feministas hay actores políticos en contra de su administración.

Otra de las grandes contradicciones del Primer Mandatario es el decir que está en contra de la violencia, pero con su omisión la ejerce. Incluso, ha pedido a las agrupaciones feministas manifestaciones pacíficas, aún cuando hay impunidad para los delitos contra las mujeres. 

Sus desestimaciones a los feminicidios o al incremento de la violencia en el hogar en medio de la pandemia, únicamente refuerzan que la autollamada Cuarta Transformación no es tan incluyente. López Obrador debe tomar en cuenta que como Jefe de Estado sus palabras pesan y por ende, no debe arrojarlas tan fácilmente. 

Pese al debate, la lucha feminista tiene toda la razón y corazón de ser. El derecho a una vida libre de violencia va más allá de no ser violada o golpeada. En este sentido, implica el que las niñas y mujeres puedan estar en su hogar, centros laborales, espacios de recreación o hasta transitar por las calles de su ciudad, sin temor a ser agredidas o invalidadas por razón de género.

Protestas feministas contra registro de Félix Salgado Macedonio. Fuente: Cuartoscuro.

Finalmente, duele que las autoridades mexicanas no vean como prioridad el atender la violencia. Sin embargo, duele más que el mismo Presidente de la República desestime la agresión y que con ello, represente a un gran sector de la población que sigue ciego a la crisis que protagonizan las mujeres desde tiempos inmemorables. 

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Campo Algodonero

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El despertador sonó a las 6:00 a.m. y, aún con mucho sueño y oscuro afuera, hay que levantarse y arreglarse para subirse al camión que me llevará a la maquiladora donde empecé a trabajar para colaborar con mi madre a los gastos. Ella me ayuda a calentar agua para el café y me acerca un pan. Me da su bendición al salir. Nunca más regresé.

El Caso “Campo Algodonero” fue la punta del iceberg que comenzó a hacer visible la vulnerabilidad de ser mujer en México ante los ojos del mundo. Y aunque desde al menos 1993 se empezó a acuñar la frase “muertas de Juárez”, por los cuerpos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y cuyos homicidios quedaban impunes, fue hasta el 2007 que la Corte Interamericana de Derecho Humanos (IDH) presentó demanda contra México e inició el caso, emitiendo sentencia el 16 de noviembre del 2009. Huelga aclarar que antes de ser asesinadas, Claudia, Esmeralda y Laura, fueron violadas y torturadas.

La valentía de madres y familiares sin tregua ante el monstruo de la impunidad, lograron condena. La Comisión que presentó el caso, solicitó a la Corte IDH que declarase al Estado Mexicano responsable por la violación de los derechos consagrados en los artículos 4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a la Integridad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 19 (Derechos del Niño) y 25 (Protección Judicial) de la Convención, en relación con las obligaciones establecidas en los artículos 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) y 2 (Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno) de la misma, y el incumplimiento de las obligaciones que derivan del artículo 7 de la Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (“Convención Belém do Pará”).

feminicidio campo algodonero
Imagen: Plumas Atómicas.

En el Caso Campo Algodonero, el Informe de la Relatoría de la CIDH señaló que la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez “tiene sus raíces en conceptos referentes a la inferioridad y subordinación de las mujeres”. A su vez, el CEDAW resaltó que la violencia de género, incluyendo los asesinatos, secuestros, desapariciones y las situaciones de violencia doméstica e intrafamiliar “no se trata de casos aislados, esporádicos o episódicos de violencia, sino de una situación estructural y de un fenómeno social y cultural enraizado en las costumbres y mentalidades”, y que estas situaciones de violencia están fundadas “en una cultura de violencia y discriminación basada en el género”.

Así llegamos a adoptar el término feminicidio, propuesto por Diana Elizabeth Hamilton Russell durante el proceso Campo Algodonero, activista feminista sudafricana, que dedicó su vida a luchar contra la violencia hacia las mujeres; y una de las principales organizadoras del Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres celebrado en 1976 en Bruselas.

En México se incorporó el feminicidio al Código Penal Federal en 2012, en el artículo 325, y es precisado como el delito de privar de la vida a una mujer exclusivamente por razones de género, que se enlistan así: violencia sexual previa al asesinato; lesiones o mutilaciones físicas infamantes o degradantes; antecedentes de violencia doméstica, laboral o escolar; relación sentimental con el agresor; amenazas, acoso u hostigamiento previo; privación de la comunicación y exposición pública del cuerpo de la víctima.

A quien comete el delito de feminicidio se le impondrán de 40 a 60 años de prisión y de 500 a 1000 días multa. Además de tales sanciones, el inculpado perderá todos los derechos con relación a la víctima, incluidos los de carácter sucesorio. Al servidor público que retarde o entorpezca maliciosamente o por negligencia la procuración o administración de justicia se le impondrá pena de prisión de tres a ocho años y de quinientos a mil quinientos días multa, además será destituido e inhabilitado de tres a diez años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.

feminicidios, violencia mujeres
Imagen: E-Consulta.

Nuestra Ley General del Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, vigente desde 2007, define en su artículo 21 la violencia feminicida como “la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres”. Y en el artículo 22 define “Alerta de violencia de género” al “conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad”. Lo que obliga al Estado a garantizar la seguridad de las mujeres, el cese de la violencia en su contra y eliminar las desigualdades producidas por una legislación que agravia sus derechos humanos.

¿Cuándo dejará de ser letra muerta?

Referencias:
Corte Interamericana de Derechos Humanos, “Caso González y otras (‘Campo Algodonero’) vs. México”, 16 de noviembre de 2009.


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