Tras la regulación a los servicios que brinda Uber y Cabify, los taxistas organizados de la ciudad de México han decidido apelar la reglamentación de lo que consideran un “albazo” en la arena jurídica.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Con el argumento de que dichos acuerdos carecen de fundamentos legales para regular estos servicios, ya que el transporte privado con chofer no se encuentra contenido en la Ley de Movilidad ni en el reglamento de transporte actual, los Taxistas Organizados de la Ciudad de México buscarán impugnar la regulación de empresas de aplicación como Uber y Cabify.
Bajo esta regulación, los servicios de app pueden operar pero resgistrando a cada uno de sus conductores; además de cumplir con todos los requerimentos que Semovi les dio para estos efectos.
Al respecto, uno de los voceros de los trabajadores del volante, Ignacio Rodríguez, declaró que
“Un acuerdo no es un instrumento jurídico suficiente para dar por legal un servicio como el que hoy se pretende legalizar. No existe ningún artículo de la ley que se señale para fundamentar la pretendida regulación que se dio a conocer en días pasados”.
Ponen sus condiciones.
El piso parejo es lo que han peleado los representantes de los taxistas; al menos, en esencia. Es decir, de alguna manera, tenían que llegar a un consenso las dos partes.
Esa tarea se la encargó Miguel Ángel Mancera a Rufino H. León, hoy ex secretario de Movilidad, encargado de cabildear en este tema. En ese momento, el jefe de gobierno mencionó que
“la instrucción que tiene Semovi es lograr este consenso, fueron públicas las discusiones, los planteamientos y ahora estamos esperando las conclusiones para el viernes; entonces teniendo las conclusiones daremos el siguiente paso ya con Semovi”.
Y así sucedió. La discusión sobre los taxistas tradicionales y las innovadoras empresas de aplicaciones para conseguir transporte se posicionó en el ojo público, de tal manera que fue necesario organizar un debate donde todos estos agentes que convergen diariamente, pudieran expresar sus ideas y contraponerlas de acuerdo a un beneficio común, aunque algunos de los participantes, con razón o no, hayan mencionado que los dados se cargaron hacia un punto específico.
Aunque para los taxistas organizados no fue suficiente, pues proponen que para llegar a un verdadero piso parejo es importante la existencia de una unidad Uber por cada 50 taxis regulares.
Es decir, los taxistas proponen:
-Menos de dos mil 800 unidades para Uber y Cabify.
-Que los vehículos operadores tengan un valor de cinco mil unidades de cuenta, “medida con la que se calcula en lugar de los días de salario mínimo” y que actualmente son aproximadamente 350 mil pesos.
-La tarifa mínima debe iniciar en el piso más alto del servicio común que es de 27.30 pesos, lo que corresponde a los radio taxis.
-El conductor debe tener un tarjetón expedido por el Centro para el Fomento de la Educación y la Salud de los Operarios del Transporte Público de la Ciudad de México, además del folio del permiso rotulado y a la vista, como todos los taxis.
Buscan dialogar con Serrano
Como ha trascendido, tras la restructuración del gabinete de Miguel Ángel Mancera, Rufino H. León dejó de ser el Secretario de Movilidad y la vacante la ocupó quien fuera el Secretario de Gobierno y operador político de Mancera, Héctor Serrano, con quien los taxistas no piensan romper conversaciones. Así lo expresaron:
“Estamos pidiendo al nuevo Secretario de Movilidad, Héctor Serrano, dialogo. Los taxistas no estamos cerrados a éste y lo privilegiamos como primera medida eficaz que nos lleve a una resolución”
Para ello, los taxistas tienen un periodo de quince días, en el cual podrán interponer algún recurso jurídico. Aunque prefieren el diálogo, según lo ha mencionado Pedro Soria, vocero de Taxistas y Líderes Unidos contra la Ilegalidad. Con ello, Serrano se ha convertido en el nuevo mediador entre el gobierno local y los taxistas, veamos qué acuerda con los trabajadores del volante.
Por Alberto Cedeño.
