Comentemos de la industria

Las grandes corporaciones y los países

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El margen de error cuando se trata de predecir el futuro es muy alto, y más en estas épocas en las que infinidad de variables intervienen; el efecto mariposa lo estamos viviendo de manera exponencial. Normalmente los que predicen el futuro después se la pasan explicando las razones de por qué no fue así.

Sin embargo, cuando analizamos las Bolsas de Valores, normalmente los precios de las acciones nos dan una idea de cuando menos cuál es la expectativa que tienen los inversionistas de lo que sucederá con las empresas que cotizan y, por lo tanto, nos puede dar una idea de lo que se espera que suceda con la economía de los países hacia adelante.

El país donde más fácil podemos observar cuál es el sentimiento de los inversionistas de cómo va a estar la economía y las empresas, es Estados Unidos, ya que entre el 70% y 80% de los ahorradores invierten en la Bolsa de Valores.

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Ilustración: Ian Berry.

Es increíble que con la pandemia que estamos viviendo, y con el evidente deterioro que tiene el empleo, el consumo y la inversión, los diferentes índices de los mercados de valores estén subiendo a valores récord.

La realidad es que el mercado se ha contraído, pero relativamente son muy pocas las empresas que están tomando el mercado aunque sea menor; los hábitos de consumo han cambiado, son pocas las empresas que están creciendo y, en esos casos, lo están haciendo a un ritmo impresionante.

Si esta tendencia sigue y proyectamos al futuro, no es difícil predecir que unas cuantas empresas se quedarán con todo, y en un futuro no muy lejano unas cuantas corporaciones tendrán mucho más poder económico que muchos países. Además, no tendrán nacionalidad, su principal objetivo será dar buenos rendimientos a los accionistas, lo que redundará en el bono que reciban los principales ejecutivos de éstas, sus prioridades serán distintas a las de los gobiernos de los países; buscar el bien común se volverá secundario, la meta fundamental será que los accionistas estén contentos.

Me parece que el gran reto que tiene la humanidad es cómo lograr que sin destruir valor y seguir reconociendo el triunfo por la creatividad y el esfuerzo, revertir esta tendencia.

economia
Ilustración: Freepik.

El mundo no se encuentra preparado para enfrentar a estos monstruos que están creciendo de manera acelerada, no hay reglas antimonopolio a nivel mundial, y por supuesto, la resistencia a que se establezcan límites cada vez será más poderosa.

Pareciera ser que sobrevivir en el futuro como empresa será integrarse a estos grandes corporativos y obedecer las directrices que dicten, la pandemia que estamos sufriendo simplemente aceleró el proceso. La verdad es difícil encontrar una fórmula que revierta este futuro, o cuando menos lo detenga.

Como ahorrador, el sentido común nos dice que la única manera de preservar nuestro capital será comprando acciones de estos grandes monstruos. Como dicen, si no puedes vencerlo, ¡únete!

No es fácil saber lo que va a pasar en el futuro, pero tristemente lo que se ve venir es a mucha gente marginada en todo el mundo y unos cuántos ganadores inmensamente grandes. Lamentablemente, por el momento la ruta a seguir más lógica es tratar de integrarse a estos grupos que cada vez serán más exclusivos y poderosos, ¡suerte!


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Atrapados en la realidad

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Por más que tratemos de evadir la realidad, siempre al final debemos de enfrentarla a riesgo de que nos destruya, y eso es lo que nos está pasando en México, el deterioro económico es muy fuerte y los efectos negativos que está teniendo la población y los que vendrán, van a ser lamentablemente muy fuertes.

Por otro lado, en lo que concierne a la pandemia del COVID-19, si las cosas salen medianamente bien, por lo menos pasarán varios meses para que pueda ser controlada al nivel de otras enfermedades como lo es el H1N1, y tendremos que acostumbrarnos a convivir con ella.

Es difícil asimilarlo, pero nuestra realidad ya cambió. En un principio, la mayoría hicimos los ajustes pertinentes en nuestros negocios pensando, o intuyendo que esto sería temporal, e hicimos planes como los paros técnicos, o disminuciones en los salarios, y calculábamos que después de unos dos o tres meses podríamos regresar a trabajar razonablemente a una situación parecida a lo que estábamos acostumbrados.

nueva realidad en el trabajo
Ilustración: The Wall Street Journal.

Sin embargo, ya es momento de aceptar que la situación que estamos viviendo cuando menos durará varios meses más, y de todas formas ya no será igual. Por eso debemos pensar en que para sobrevivir, y más adelante ser un negocio viable, los cambios que hicimos de manera temporal hay que ajustarlos y entender que el entorno ya cambió.

Lamentablemente hay varios temas que se han convertido en una olla de presión, como por ejemplo, en el sistema de salud, tanto en el gubernamental como en el privado, la gente por temor a contagiarse ha pospuesto chequeos que periódicamente se realizaban, u operaciones importantes que se han pospuesto, y que por no hacerlas, cuando ya las hagan, el deterioro de salud que tendrán será mucho mayor, las consecuencias serán terribles tanto en el terreno médico como en el económico.

También, hay mucha gente que perdió el trabajo o le bajaron el sueldo y ha tenido que pedir prestado, ya sea a sus conocidos o a través de las tarjetas de crédito, por lo que es muy predecible que la morosidad suba sensiblemente. El consumo por lo tanto va a bajar fuerte, la recuperación será lenta y desafortunadamente ya hay daños irreversibles tales como gente que ha fallecido o negocios que ya quebraron y que no volverán a abrir sus puertas.

resecion economica
Ilustración: Gaceta.

Qué decir de la inseguridad, simplemente se ve horrendo a lo que vamos a estar expuestos, es importantísimo invertir en la seguridad de nosotros y de nuestras familias, bajar lo más que podamos la probabilidad de que algo nos pase.

Honestamente, es muy fácil dar consejos desde fuera, que hay que cambiar rápido, reconvertirse, digitalizarse, etc., la realidad es que muchos simplemente no lo lograrán, y como siempre los más débiles serán los que caerán.

El primer paso para resolver un problema es aceptar que lo tenemos y hacer el análisis correcto. Estamos atrapados en una realidad muy complicada, entre más tiempo tardemos en reconocer la dimensión de la problemática que tenemos y actuemos en consecuencia dando los pasos necesarios aunque no nos gusten, más difícil y costosa  será la recuperación.


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Al día de hoy, tenemos la expectativa de que paulatinamente, en las próximas semanas, todas las empresas retomen su actividad y abran sus puertas otra vez. Esperemos que todas lo hagan, aunque siendo realistas, no todas lo harán y muchas de las que se reintegren lo harán mermadas y poco preparadas para enfrentar una disminución drástica en sus ventas. Viviremos tiempos complicados y retadores.

En mi opinión, habrá sectores muy ganadores que seguramente crecerán muy fuerte y probablemente se consoliden con sus competidores, lo que los hará inalcanzables.

Por supuesto, los sectores perdedores serán los que más mortandad tendrán, pero pasado el tiempo, los que sobrevivan se quedarán con el mercado aunque sea más reducido.

En consecuencia, lo que se ve venir es muchas menos empresas, pero más grandes y poderosas. Esta concentración de poder me parece que será muy dolorosa para la mayoría de la gente, pues habrá menos patrones que serán muy exigentes y, por otro lado, mucha oferta de trabajo, lo cual presionará los sueldos a la baja.

el peso de los creditos
Imagen: Share America.

Si a este escenario le agregamos los avances tan importantes que el mundo ha tenido en las áreas de Inteligencia Artificial y robótica, lamentablemente lo que se ve venir es un subempleo y desempleo brutal y que, por lo tanto, provocará en la mayoría de la población mucho descontento y frustración.

Cuando en cualquier país esto dura un periodo prolongado, lo que podemos esperar es anarquía, violencia e inseguridad.

Cada uno de los países del mundo, de alguna manera, tratará de minimizar esta tendencia que lamentablemente se ve casi irreversible; habrá algunos que sean más exitosos en minimizar esto, pero creo que a la larga, unos sufrirán antes que otros esta situación, y me parece que será muy difícil lograr aislarse.

Al estudiar un poco la historia, es normal observar que la forma en que ha evolucionado la manera en que interactúa la humanidad, ha sido a través de la fórmula, tesis, antítesis y síntesis.

crisis global economica y coronavirus
Imagen: Misiones Plural.

Vivimos un capitalismo globalizado muy injusto para muchísima gente, y de alguna manera, el COVID-19, lo expuso brutalmente y lo está estrangulando; forzosamente tendrá que venir una antítesis, probablemente muy agresiva y seguramente muy distinta a las fórmulas del pasado.

Al analizar las variables tan complejas a las que están expuestos los diferentes países del mundo, resulta impredecible el futuro, la visibilidad es prácticamente nula. Lo único que nos queda es, como dicen, viajar ligeros. Debemos tratar de prepararnos para que tanto en lo personal, como los que dirigimos empresas, podamos cambiar rápidamente, y adoptarnos a los cambios que vendrán, los cuales yo veo venir muy agresivos y retadores.


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Me imagino que mucha más gente, al igual que yo, estamos confinados en nuestra casa y con el negocio cerrado.

Esto implica seguir gastando en el plano personal sin tener ingresos; si tienes dinero ahorrado y puedes aguantar un buen rato, considérate afortunado, eres de los muy pocos.

Por otro lado, cuidado con la tarjeta de crédito, en algún momento habrá que pagarla, y financiarte con ella es carísimo.

En el caso de  los negocios que están cerrados, la principal pregunta que nos hacemos es ¿cuánto tiempo durará esta situación de emergencia? Y obviamente la principal variable a analizar es cuánto tiempo podemos aguantar haciendo frente a los compromisos adquiridos sin tener ingresos.

salvavidas empresarios
Imagen: iStock.

Por supuesto, el compromiso más inmediato es pagar la nómina. Si decidimos despedir personal, hay que afrontar el costo de liquidación, y aparte de este costo debemos estar conscientes que la inversión que hayamos hecho en estas personas se habrá perdido, sobre todo el tiempo invertido en capacitación, y que por lo tanto, cuando termine esta situación, si se sobrevive, habrá que volver a capacitar otra vez al personal, con todo lo que esto implica. Debemos pensar bien las consecuencias y el costo integral que conlleva despedir a alguien.

El segundo compromiso que tenemos que afrontar es con nuestros proveedores, habrá algunos con los que podamos extender los plazos de pago, y otros a los que los podemos poner en riesgo de quiebra si no les pagamos aunque sea una parte, independientemente del tema reputacional. Si nos quedamos sin proveedores, no habrá manera de reiniciar operaciones cuando ya nos esté permitido hacerlo.

Por otro lado, el mercado de rentas de locales comerciales o industriales está muy estresado, pagar rentas sin tener ingresos es imposible, debemos renegociar las condiciones a corto y mediano plazo. Sin embargo, si nos ponemos del lado del rentista, si éste está apalancado y disminuyen sus ingresos, no habrá manera de que salga adelante.

La situación por la que estamos atravesando lamentablemente por la falta de flujo, nos orilla a dejar al final el pago de impuestos, no pagarlos, y que a la larga es lo menos recomendable pues implica multas, recargos y actualizaciones, y finalmente con la autoridad es con los que más indefensos estamos.

mantenerse a flote en barco
Imagen: Freepik.

Entiendo que no estoy cubriendo todas las aristas, pero creo que estos son los casos más comunes a los que nos estamos enfrentando la gran mayoría de los empresarios. Por principio debemos entender que nadie está obligado a lo imposible, y por supuesto, mucho menos en una situación como la que estamos viviendo.

Me parece que la mejor manera de que como país salgamos lo menos dañados posibles de esta gran prueba por la que estamos atravesando, es que todo el sistema se haga responsable de todos, entendamos la problemática de cada quien y actuemos en consecuencia.

El país entero y todos los mexicanos estamos inmersos en una gran tormenta, sin embargo, no todos tenemos la misma embarcación, hay unas que será muy fácil que se hundan y otras mucho más fuertes que pueden rescatar a las más débiles, tanto en el plano empresarial, social y gubernamental.

Simplemente tengamos presente que el paraguas lo necesitamos cuando está lloviendo.

El COVID-19, ¿ganas o pierdes?

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Sin duda, todo el mundo está inmerso en la problemática del COVID-19, sin embargo, ya podemos darnos cuenta de que desde este momento hay ganadores y perdedores.

Difícilmente se podría haber predicho lo que hoy estamos viviendo, tanto en el ámbito de la salud como en el de la economía, y por supuesto también en el complejo enjambre político.

De lo que estoy seguro es que después de esto el mundo ya no será igual, por ejemplo, en el caso de la influenza H1N1, todavía hasta el día de hoy sabemos de muertes provocados por ésta, por ende, en el caso del COVID-19 debemos suponer un comportamiento parecido.

Lo importante de esto es que aun cuando los casos sean mínimos en el futuro, mucha gente ya no querrá tomar riesgos, como hacer viajes en cruceros, o asistir a eventos donde haya grandes conglomeraciones, en general la tendencia debiera ser que la mayoría de la gente sea mucho más prudente en cuanto a exponerse a cualquier tipo de contagio. Y claro, de igual manera pasear en los centros comerciales o ir al cine, al teatro, será mucho menos popular.

ganadores y perdedores
Imagen: Shutterstock.

Por otro lado, las videoconferencias en sus diferentes modalidades, han cobrado un auge impresionante debido sobre todo a la necesidad de no reunirse físicamente.

Obviamente todos nos estamos dando cuenta de lo fácil y rentable que es hacer uso de estas nuevas tecnologías, y la conveniencia y el ahorro que significa dejar de desplazarnos como estábamos acostumbrados.

Las ventas por internet venían avanzando fuerte, y a partir de la actual situación se exponenciaron. La gente se está acostumbrando muy rápido a esta manera de comunicarse, no creo equivocarme al afirmar que esta tendencia seguirá aun después de terminar la fase crítica.

Si aceptamos que los patrones de vida y la cultura en general de los pueblos –entendiendo el concepto de cultura como la manera de comportarse de una sociedad–, ya cambió, entonces debemos asumir que habrá compañías ganadoras y perdedoras.

ajedrez jaque mate
Imagen: cointelegraph.

Por ejemplo, ¿de quién quisiera ser usted socio en las nuevas circunstancias?, ¿de una compañía que ofrezca cruceros, o de una farmacéutica u otra que desarrolle modalidades distintas de videoconferencias?

Por supuesto, los sistemas de salud evolucionarán impresionantemente al mismo tiempo que la educación cambiará en sus formas de manera impredecible.

Ante esta nueva realidad, me parece que debemos ser autocríticos y analizar profundamente si nuestro negocio, o en su defecto, la compañía para la cual trabajamos, estará del lado de los ganadores o de los perdedores, si estamos del lado ganador potenciemos las oportunidades por venir, pero si desafortunadamente nos damos cuenta que nos encontramos del lado perdedor, seamos realistas e inteligentes y actuemos en consecuencia.

Para los mexicanos en general, nos cuesta mucho trabajo cambiar de caballo, pero al necear y tratar de subsistir haciendo lo mismo en un mundo que será ya irremediablemente distinto, lo más seguro es que se tenga un resultado, por decir lo menos, muy desafortunado.

El mundo está globalizado, cuidemos los riesgos

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Lamentablemente el coronavirus nos está haciendo reflexionar y replantear paradigmas que en un mundo globalizado dejamos de cuestionar y, consecuentemente, estamos pagando un alto costo tanto en vidas como económicamente por no habernos protegido de manera correcta.

Me parece que una gran lección a aprender es que en un mundo globalizado, el manejo de riesgos debe ser no sólo prioritario sino fundamental, el mundo se globalizó muy rápido y sin que los diversos países se pudieran poner de acuerdo en las reglas fundamentales, cuando más bien, el comportamiento de cada país se mueve según los muy particulares intereses de cada uno de ellos, y dejando en segundo término el interés general de todos los que habitamos este planeta.

Si esto es correcto, no nos queda más remedio, tanto como países, empresas, instituciones públicas y, en lo particular, de minimizar los riesgos de la globalización.

Hoy estamos enfrentando una pandemia a nivel global y, sin embargo, cada país está implementando soluciones distintas y en tiempos distintos, lo cual con la tecnología y las comunicaciones que se tienen, me resulta totalmente incongruente.

riesgos globales
Ilustración: Shutterstock.

Pero lamentablemente eso es lo que hay y, por lo tanto, debemos mitigar los efectos disminuyendo los riesgos en cada una de las diferentes ramas donde nos toque interactuar.

En el ramo industrial muchos caímos en la tentación de comprar los insumos que requerimos donde encontramos la mejor relación precio-calidad, sin tomar en cuenta que si, por ejemplo, compramos el 100% de las partes requeridas en China por ser más baratas y, de repente, quedó parada su industria, hay casos en los que lamentablemente tendremos que parar las fábricas por falta de algún insumo que probablemente no represente un porcentaje alto del total, pero no tenemos alternativas.

Después de sufrir esto, es lógico entender que debemos tener más proveedores en otras latitudes aunque sean más caros, ponderando la compra, pero diversificando los riesgos.

Lo mismo también sucede en el gobierno, específicamente en el sector salud.

En algún momento se pensó en que la compra consolidada debería bajar los precios de adquisición, y en un principio resultó cierto, se consiguieron mejores precios, pero a la larga se fueron consolidando enormes proveedores con mucho poder y sin competencia. Con el paso de los años, obviamente empezaron a tomar ventajas dada su privilegiada condición, lo que provocó finalmente un rompimiento y el desabasto que esto implicó.

riesgos de salud
Ilustración: Nexos.

Por eso creo que al ser el gobierno un comprador tan grande, debe diversificar los riesgos y garantizar que siempre haya competencia y opciones para satisfacer sus requerimientos, pero el consolidar las compras, en el largo plazo, el hecho de no diversificar los riesgos cobrará su factura en circunstancias que muchas veces es imposible predecir; tal como estamos sufriendo lamentablemente por el coronavirus, que llegó sin avisar y está saliendo carísimo tanto en términos de salud para los mexicanos y, por supuesto, también en lo económico.

La lección es sencilla, al comprar los insumos que necesitaremos en un lapso amplio de tiempo, será mucho más exitoso tener cuando menos dos o tres proveedores. Desde luego, con riesgos distintos para comprar los insumos que necesitamos, ponderando la compra, pero nunca dándole a alguien el total.

En un mundo globalizado, debiera haber muchas opciones, no las cerremos.

Entiendo que son tiempos en que las economías pararán temporalmente, pero la realidad es que con las tecnologías que existen hoy, es imposible que el mundo se cierre.

Seamos inteligentes y prudentes, planeemos nuestras compras diversificándolas, eficientándolas, y bajando nuestros riesgos.


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Es momento de cambiar paradigmas

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El mundo y México están ya inmersos en el siglo XXI, en estos últimos años los avances que se han logrado en tecnologías son, por decir lo menos, impresionantes. Estoy seguro que seguirán avanzando de manera exponencial en todos los ámbitos, y los que creo que más impactarán a la población son los que vendrán en comunicaciones, sistemas financieros, salud y educación.

Lamentablemente si recorremos el país es fácil darse cuenta de que la dispersión geográfica de la población es terrible, basta pasear por los Estados de México, Oaxaca o Veracruz, por citar algunos, para darnos cuenta de la cantidad de pueblitos alejados y carentes de los servicios más elementales.

En mi opinión, la decisión de qué rumbo seguir para solucionar este terrible problema, cada vez se está volviendo más binaria; o les llevamos los servicios, o de plano mejor invertimos en reconcentrarlos en nuevas ciudades.

conectividad entre poblaciones mexicanas
Imagen: El Ceo.

El costo de llevar servicios bancarios, escuelas de buena calidad o clínicas medianamente buenas, me parece que resulta carísimo y poco eficiente, ya que es imposible lograr economías de escala.

Obviamente la gente que vive en estas poblaciones se encuentran muy arraigadas a sus tierras con todo y que por más que luchen, lo único que logran es sobrevivir en condiciones muy precarias, esto también puede explicar por qué muchos de ellos emigran a Estados Unidos buscando mejores condiciones de vida, aunque creo que es posible hacerles buenas ofertas, claro, de manera muy cuidadosa.

Llevar buenos trabajos, hospitales, servicios bancarios o escuelas de buen nivel a poblaciones tan pequeñas, creo que, en realidad, a la larga va a salir muy caro y los resultados serán magros.

Diseñar ciudades medianas y reubicar a toda esta gente en estos lugares, con el paso del tiempo sería una muy buena inversión; además, habría que darles a estas ciudades vocaciones especializadas y preparar a la gente para esto, por ejemplo, ciudades enfocadas a ser centros de geriatría especializada, o algunas especializadas en productos agrícolas de alto valor agregado, o fabricación de productos novedosos, estimulándolos fiscalmente y, por supuesto, estoy seguro que a usted, estimado lector, se le ocurrirán muchas otras ideas.

gasto publico
Ilustración: Víctor Solís.

En general, la inversión que se haga en llevar servicios a las poblaciones tan dispersas y poco comunicadas, creo que logrará resultados insuficientes.

Deberíamos empezar ipso facto a hacer el esfuerzo para que toda esa gente que realmente se halla fuera de los grandes cambios, se integre a este futuro que nos ofrece, con todo y los contratiempos que estamos viviendo, cada vez más una mejor vida gracias a las nuevas tecnologías.

Démosle perspectiva a las cosas, ¿de verdad creen que dentro de 20 o 30 años serán viables estas pequeñas poblaciones aisladas? ¿Es ético dejar que estas personas se extingan poco a poca de forma inhumanas?

Lamentablemente nos encontramos atrapados en discusiones y soluciones coyunturales y de corto plazo. Si comenzamos a plantear acciones con visión de mediano y largo plazo, puede ayudarnos a romper estos círculos viciosos que nos tienen atorados. Es buen momento de cambiar nuestros paradigmas.


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La salud y su financiación

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Recientemente el actual régimen de gobierno decidió dar por terminado el Seguro Popular, y en su lugar se creó el INSABI (Instituto Nacional para la Salud y el Bienestar).

A raíz de este cambio es propicio analizar y tratar de prospectar hacia dónde se debería dirigir el sistema de salud en México.

En la actualidad, el principal sistema que brinda servicios de salud es el IMSS, el cual atiende alrededor de 83 millones de personas, le sigue el INSABI que atiende como 53 millones de personas, luego el ISSSTE, con más o menos 10 millones, más el IMSS Bienestar, El Ejército, Pemex y, otros más, como pueden ser los hospitales privados.

Si sumamos, el número anda alrededor de 150 millones, y la población actual en México es de aproximadamente 125 millones de personas, así que obviamente los números no cuadran, esto de manera clara nos lleva a deducir que hay duplicidad en los registros.

sistema de salud en mexico
Imagen: Slideshare.

En mi opinión, a medida que pase el tiempo, será muy complicado, además de inhumano, negarle los servicios de salud a la población, la misma Constitución nos dice que todos tenemos derecho en nuestro país a ser atendidos dignamente si estamos enfermos o, por ejemplo, en su caso, la atención correcta a una mujer que está embarazada.

Si es así, me parece que es conducente replantear la visión que tenemos de todo el sistema de salud.

El sentido común me dice que, si a la larga todos deben ser atendidos en igualdad de circunstancias, lo más justo es que esto se pague de los impuestos generales, y resulta de esta manera porque quien mayor poder adquisitivo tiene y más gasta, aporta más.

Es momento de plantear que desaparezcan las cuotas obrero-patronales y se sustituya este ingreso por un aumento al IVA, no tengo los números, pero especulo que podría andar en un IVA que oscilara entre el 22 y 25%. Además que ya se ejerce un presupuesto importante asignado a todos los sistemas de salud que paga el gobierno y que por lo tanto ese dinero proviene de los contribuyentes.

Al eliminar las cuotas obrero-patronales, tanto la industria como el comercio, drásticamente se harían mucho más competitivos y podrían ofertar mejores precios a la población y, por supuesto, la informalidad (ilegalidad) perdería mucho de su ventaja competitiva y creo que tendría una tendencia a la baja de manera importante.

salud en mexico
Imagen: Uti.

Puedo estar equivocado porque cada industria o comercio tiene una diferente composición en la integración de sus costos, pero en general, creo que el impacto del aumento en el IVA deberá ser compensado con la caída en el costo que implica la cuota obrero-patronal. Quienes sí saldrían afectados serían los importadores de producto terminado, pero realmente esto a la larga apoyaría a la producción de productos fabricados en nuestro país con el consecuente aumento en la demanda de empleo.

Desde luego, el IMSS cuenta con el sistema hospitalario que mejor estructura y capacidades tiene, por eso es el instituto que debería liderar la transición, que si se hace bien planeada, tendría que ser exitosa.

Queda pendiente el tema de las pensiones –que no es exclusivo de México–, el cual es muy complicado y a la larga va a ser imposible financiarlo. De alguna manera espero que se encuentre una solución viable, pero es un tema a analizar en un artículo posterior.

En resumen, este planteamiento no es nuevo, pero me parece que con el paso del tiempo si seguimos manejándonos inercialmente con el sistema de salud que hoy tenemos, vamos a colapsar y las distorsiones cada vez serán mayores y, por lo tanto, el descontento de la población en general irá irremediablemente en aumento.


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