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México otorgó el asilo político a Evo Morales y el expresidente boliviano ya está en territorio mexicano; pero, a los ojos de algunos esto podría implicar un riesgo.

“La vida de Evo Morales estaba en riesgo” dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, al aclarar a medios de comunicación el proceso de asilo político que México otorgó al expresidente boliviano, una decisión con la que “gana la diplomacia mexicana”, al haber hecho lo que tenia que hacer.

El viaje de Evo Morales a México no fue sencillo; de hecho, en palabras de la cancillería “fue un periplo” por las negativas de países latinos como Perú, de permitir el tránsito aéreo del avión donde viajaba Evo.

Sin embargo, a pocas horas de que el avión de la Fuerza Aérea Mexicana que transporta al expresidente de Bolivia, la polémica en México se levanta con discrepancias y, mientras algunos respaldan la decisión del gobierno de López Obrador de ofrecer asilo político al primer presidente indígena, analistas políticos de la oposición ven el hecho como una estrategia con doble intención que podría hablar de las intenciones de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para su reelección.

Para entender esta postura, se parte del análisis de la figura de Evo Morales.

Para organismos internacionales, el periodo presidencial de Evo Morales, que duró 13 años, fue positivo en temas de política social y fiscal, siendo un gobierno que logró la inclusión para la pobreza indígena y campesina.

De acuerdo con datos del Banco Mundial, en 2006 Evo Morales recibió Bolivia con niveles de pobreza del 38 por ciento y logró reducirlos a una tasa del 15 por ciento. En temas de crecimiento económico, su política de reactivación del mercado interno permitió que su Producto Interno Bruto incrementara por arriba del 4 por ciento.

En cuanto al desempleo, el gobierno de Evo Morales registró un decremento del 8.1 al 4.2 por ciento y un incremento en el salario mínimo que pasó de 60 a 310 dólares.

Para algunos analistas, las mejoras en la economía boliviana fueron en reacción a las políticas nacionalistas que Evo Morales impulsó durante su gobierno, el fomento al consumo interno, los apoyos a clases menos favorecidas y el rescate de la clase indígena y campesina, la inversión pública en proyectos de infraestructura con 8 mil 797 obras para educación, transporte y salud, además de la nacionalización de recursos naturales como hidrocarburos.

La renuncia de Evo Morales como presidente de Bolivia se dio como consecuencia de la crisis política y el levantamiento de la oposición ante su intención de reelección y los rumores de presunto fraude electoral basados en un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA).

¿Qué tiene que ver esto con AMLO?

Para el ojo de algunos escépticos de la 4T, la llegada de Evo Morales a México es, no sólo un acto de solidaridad al líder boliviano, sino que implica una doble intención, de apoyo absoluto a su gobierno y sus intentos de permanecer en el poder por más tiempo. Abrir los brazos a Evo podría ser un ejemplo de lo que se esperaría en un escenario similar en México.

Bajo la lupa de la oposición, Lopez Obrador va dando pasos estratégicos rumbo a la reelección. Basando sus posturas en la recién aprobada “revocación de mandato”, podría considerarse una eventual reelección del presidente mexicano, argumentan que, en Venezuela, Bolivia y El Salvador, gobernantes aprovecharon esta figura para perpetuarse en el poder.

Sin embargo, esta teoría conspirativa es cuestionada por analista. Nicolás Loza, politólogo y sociólogo de la FLACSO, consideró que se trata de un argumento de la oposición para descalificar la medida, pues, para que se diera el supuesto de una reelección presidencial, tendrían que conjuntarse variables que no dependen de López Obrador, como el salir bien calificado por la población.

“No hay una regla que nos conduzca de la revocatoria a la reelección. Es cierto que le puede ayudar al presidente en turno solo si en la votación de 2021 logra una votación muy alta a favor y su partido obtiene la mayoría en el Congreso, pero no es una regla, y también es cierto que podría revertírsele”, dijo el experto a Expansión.

En el mismo sentido, Vicente Fernández, profesor del Tecnológico de Monterrey, consideró que la revocación de mandato no es sinónimo de la reelección presidencial, pues para eso se requeriría una eventual reforma constitucional avalada por dos terceras partes del Congreso.

“No es descabellado (pensar en un intento de reelección de López Obrador), pero yo diría que eso se tiene que ver dentro de tres años, después de los resultados de la revocatoria y, sobre todo, de la popularidad. Yo veo muy difícil que una popularidad muy alta se mantenga igual dentro de tres años”, dijo.

Si bien, de acuerdo con el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales, países como Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Venezuela cuentan con revocación de mandato, los analistas subrayan que escenarios como el que se ha dado en Venezuela, no tendrían por que repetirse en México.

El politólogo Eduardo Bueno estimó que la revocación podría legitimar a un gobierno y dar certeza sobre sus méritos para seguir en el cargo. “No significa que la revocatoria trae como consecuencia la reelección presidencial, eso no es así. Existen otros países donde hay revocación y no se traduce en reelección. Lo que sucede es que tanto Hugo Chávez como Evo Morales (en Bolivia) enfrentaron una oposición muy fuerte que intentó desestabilizar su gobierno”, dijo Bueno en marzo de 2019.

Evo Morales Ayma llegó a México a las 11:09 de la mañana del martes 12 de noviembre, en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana. En sus primeras declaraciones agradeció a México por haberle salvado la vida.

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