Al día de hoy, tenemos la expectativa de que paulatinamente, en las próximas semanas, todas las empresas retomen su actividad y abran sus puertas otra vez. Esperemos que todas lo hagan, aunque siendo realistas, no todas lo harán y muchas de las que se reintegren lo harán mermadas y poco preparadas para enfrentar una disminución drástica en sus ventas. Viviremos tiempos complicados y retadores.
En mi opinión, habrá sectores muy ganadores que seguramente crecerán muy fuerte y probablemente se consoliden con sus competidores, lo que los hará inalcanzables.
Por supuesto, los sectores perdedores serán los que más mortandad tendrán, pero pasado el tiempo, los que sobrevivan se quedarán con el mercado aunque sea más reducido.
En consecuencia, lo que se ve venir es muchas menos empresas, pero más grandes y poderosas. Esta concentración de poder me parece que será muy dolorosa para la mayoría de la gente, pues habrá menos patrones que serán muy exigentes y, por otro lado, mucha oferta de trabajo, lo cual presionará los sueldos a la baja.
Si a este escenario le agregamos los avances tan importantes que el mundo ha tenido en las áreas de Inteligencia Artificial y robótica, lamentablemente lo que se ve venir es un subempleo y desempleo brutal y que, por lo tanto, provocará en la mayoría de la población mucho descontento y frustración.
Cuando en cualquier país esto dura un periodo prolongado, lo que podemos esperar es anarquía, violencia e inseguridad.
Cada uno de los países del mundo, de alguna manera, tratará de minimizar esta tendencia que lamentablemente se ve casi irreversible; habrá algunos que sean más exitosos en minimizar esto, pero creo que a la larga, unos sufrirán antes que otros esta situación, y me parece que será muy difícil lograr aislarse.
Al estudiar un poco la historia, es normal observar que la forma en que ha evolucionado la manera en que interactúa la humanidad, ha sido a través de la fórmula, tesis, antítesis y síntesis.
Vivimos un capitalismo globalizado muy injusto para muchísima gente, y de alguna manera, el COVID-19, lo expuso brutalmente y lo está estrangulando; forzosamente tendrá que venir una antítesis, probablemente muy agresiva y seguramente muy distinta a las fórmulas del pasado.
Al analizar las variables tan complejas a las que están expuestos los diferentes países del mundo, resulta impredecible el futuro, la visibilidad es prácticamente nula. Lo único que nos queda es, como dicen, viajar ligeros. Debemos tratar de prepararnos para que tanto en lo personal, como los que dirigimos empresas, podamos cambiar rápidamente, y adoptarnos a los cambios que vendrán, los cuales yo veo venir muy agresivos y retadores.
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