Valor Agregado

México: En peligro la exportación del oro verde a Estados Unidos

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

En el año de 1988 se inició la exportación continua y sistemática de aguacate como resultado de la implementación del Proyecto de Promoción y Exportación de Aguacate a Europa, mismo que se generó en el marco del Programa de Cooperación México –Comunidad Económica Europea (CEE)–, aprobado en la Reunión de la Comisión Mixta México, celebrada en diciembre de 1984 en la Ciudad de México.

Actualmente, el aguacate es el segundo producto de exportación agroindustrial más importante, sólo superado por la cerveza, y es el principal producto de exportación agrícola mexicano ya que desde el año 2016 desplazó al jitomate de esa posición privilegiada.

En el año 2019, las ventas de aguacate el exterior alcanzaron la cifra de 3,104 millones con destino a 64 países, siendo su principal mercado Estados Unidos, seguido de Japón, Canadá y la Unión Europea. El monto de la exportación de aguacate representó el 2% del valor agregado nacional de la exportación total de México.

A partir de 1988, año en que se implementó el proyecto de Promoción y Exportación de Aguacate a Europa, este producto ha sido una fuente de creciente generación de riqueza y bienestar para México, pues su exportación ha provocado un importante ingreso de divisas de tal manera que, en el periodo 1988-2019, alcanzó la cifra de 21,569 millones USD, debido al envío al exterior de más de 9.9 millones de toneladas.

aguacate oro verde
Foto: Cuartoscuro.

Actualmente, en México hay más de 28 mil productores y 62 exportadores de aguacate y, en 2019, su producción superó los 2 millones de toneladas, de los cuales, el 50% se exportó. La producción de aguacate genera más de 70,000 empleos directos y 300,000 indirectos, principalmente en el estado de Michoacán.

 Desgraciadamente, la situación que rodea a su producción, comercialización y exportación, ha venido enfrentado crecientes problemas.

Para el 2020, parece que el valor de la exportación registrará un decremento debiendo señalar que uno de los principales problemas que enfrenta este producto, es la creciente amenaza del crimen organizado que, entre otras cosas, ha establecido el cobro de “un derecho de piso”.

En la actualidad, la exportación de aguacate también se ve seriamente amenazada debido a que todas las huertas, las empacadoras y los embarques deben ser certificados por los inspectores norteamericanos para poder acceder al mercado norteamericano.

Es importante señalar que, en la última quincena de 2020, la creciente lucha de los diversos grupos delincuenciales por el control de la región productora en Michoacán, ha derivado en el incendio de diversas empacadoras en Tingüindín y sus alrededores, con continuos enfrentamientos de estos grupos que se han traducido en enorme inseguridad para la población en general. Por estas circunstancias, Estados Unidos ha retirado a varios de sus inspectores de dicha región, a fin de evitar el riesgo que corren las vidas de sus funcionarios.

aguacate oro verde
Foto: Cuartoscuro.

Sin duda, el retiro de los inspectores norteamericanos presenta el problema más grave para la exportación de aguacate, pues Estados Unidos se constituye como el mercado más importante para México y, sin el correspondiente certificado, ningún aguacate puede acceder al territorio estadounidense.

En vísperas de Navidad, en un solo día se canceló el envío de 16 embarques de aguacate de Michoacán, únicamente de una empresa, lo que representó una pérdida superior a 1 millón USD y una imagen pésima de México como proveedor poco confiable que no pudo cumplir con sus compromisos.

Conviene señalar que el período más importante de la exportación mexicana de aguacate a Estados Unidos, su principal destino, se inicia en diciembre y termina con la celebración del Super Bowl en la primera semana de febrero.

Independientemente de que en los dos años más recientes la situación para la producción, comercialización y exportación de aguacate se ha vuelto crítica por los problemas antes mencionados, la pandemia que se presenta a nivel mundial ha generado una demanda adicional de aguacate en su principal mercado, Estados Unidos, debido a que ante la imposibilidad de asistir a los estadios y centros deportivos para presenciar los eventos, se ha generado mucho mayor consumo de aguacate en los hogares al ver las transmisiones deportivas por televisión.

Finalmente, hay que señalar que, adicional a esta situación de inseguridad, los continuos bloqueos a los ferrocarriles en el estado de Michoacán, realizados por la Coordinadora Nacional de Trabajadoras de la Educación (CNTE), durante el año 2020 ascendieron a 154 días, afectando al aguacate, al mango y otros productos de la región y, fuera de la misma, que utilizan al puerto de Lázaro Cárdenas para importar o exportar.

A partir del 2 de octubre, los bloqueos de ferrocarriles y carreteras, asaltos etc., han generado pérdidas que se estiman en más de 5,000 millones de pesos.

Sin duda, es necesario que las autoridades mexicanas realicen una intervención enérgica y decidida a fin de restablecer el orden, con objeto de preservar los empleos y una fuente de ingresos que se ha constituido en una muy importante generación de riqueza y bienestar en nuestro país.


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México: el comercio exterior en el período 2001-2019

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Una reciente nota del Financial Times, publicada por diario Milenio, señala que se mantiene la solidez del argumento a favor del comercio liberal considerando que el comercio internacional ha sido un motor de crecimiento para la economía mundial, sin embargo, advierte que ese motor se ha debilitado debido a:

la incapacidad para comprender los beneficios que genera el comercio internacional,
no compartir sus ganancias,
no actualizar las reglas globales y
no mantener la cooperación esencial para su desarrollo.

Asimismo, se hace especial referencia a la administración de Donald Trump quien, en sus 4 años de gestión, generó enormes problemas por el desorden y la incertidumbre que introdujo en el mercado internacional.

También señala que en los 60 años más recientes, el comercio mundial de bienes y servicios registró un crecimiento superior al de la producción mundial, lo que contribuyó sustancialmente a la generación de riqueza, a la reducción de la población en pobreza extrema y a una disminución de la desigualdad en numerosos países.

Además, se expone el hecho de que las economías que adoptaron al comercio internacional como palanca del desarrollo, lograron un desempeño económico muy superior al resto de los países y presenta a Corea y China como ejemplos emblemáticos que, con base en el comercio exterior, lograron impulsar considerablemente su desarrollo y la prosperidad de su población.

Sin duda alguna, también habría que incluir como otro ejemplo a Singapur, país que hace 45 años era un desastre total, con enorme pobreza y en el que la corrupción campeaba en todos los niveles de su administración.

Comentarios

México es un país que también adoptó al comercio internacional como palanca de su desarrollo.

Así, llevó a cabo un proceso importante de desregulación, mismo que inició en los años 80 y que culminó en el año de 1994, con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), logrando el acceso preferencial al mercado más grande del mundo, el más cercano, con alto poder adquisitivo, con el que tenemos enormes ventajas comparativas y con el que somos complementarios en muchos aspectos; por lo que estos elementos hicieron muy competitivo a nuestro país, hecho que se manifestó con gran dinamismo en nuestra economía y nuestras exportaciones en el período 1994-2000.

La firma del TLCAN fue seguida de la firma de numerosos TLC’s y una desgravación unilateral totalmente incoherente, de tal manera que, en la última visita que realizó a nuestro país el Director Gerente de la Organización Mundial de Comercio, Pascal Lamy, señaló que México era un ejemplo mundial de apertura comercial pero, a la vez, también era un ejemplo pésimo de aprovechamiento de este proceso de apertura, ya que no había diseñado estrategia alguna que le permitiera capitalizar las ventajas del libre comercio.

Esta situación también fue señalada por el Parlamento Europeo en su informe “Enseñanzas obtenidas a partir de la experiencia de los Acuerdos de México con América del Norte y con la Unión Europea” en que asienta que, en el caso de México, el enfoque del Gobierno ha sido “negociar y olvidar”, sin que hubiera políticas activas para favorecer el proceso de ajuste, lo que explicaría los resultados negativos del TLCAN, principalmente a partir del año 2000 en que los elementos que determinaron nuestra competitividad inicial se fueron diluyendo, pues en el período 1994-2000 no hubo políticas públicas que permitieran mantener las ventajas de México.

El Foro Económico Mundial señala como elemento fundamental de la caída de la competitividad de nuestro país a la pésima calidad de las instituciones públicas y a la confianza en sus autoridades, ya que por estas carencias son incapaces de diseñar una estrategia con políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo económico del país, independientemente de que los pesados trámites y regulaciones que no han podido mejorar, se constituyen como verdaderos obstáculos para el desarrollo adecuado de las actividades económicas en nuestro territorio.  

Conviene señalar que la pésima calidad de las instituciones públicas y sus funcionarios tiene hondas raíces históricas en un proceso que se inició cuando se estableció el dedazo para designar a los funcionarios públicos a partir de los 20 del siglo pasado, hace más de 90 años, mismo que Plutarco Elías Calles “decretó e institucionalizó” al señalar que se pasaba de la era de los caudillos (corruptos) a la de las instituciones (corruptas).

Así, se creó una clase política que el pueblo mexicano no se merecía; con el esquema de “institucionalización” del dedazo y la corrupción adoptado por Elías Calles en los sindicatos y en todas las instituciones gubernamentales, se olvidaron de tomar en cuenta un mínimo de los conocimientos requeridos para desempeñar algún puesto y sus funciones, pues la base de su premiación era el mayor o menor grado de servilismo que exhibieran.

Desgraciadamente, este mecanismo se acendró profundamente y permeó en todos los niveles de la administración pública mexicana permaneciendo hasta nuestros días de tal manera que, desde hace muchos años, México figura y es reconocido como uno de los países más corruptos del mundo. En el colmo de la desvergüenza, algunos de esos políticos, dignos discípulos de Plutarco Elías Calles, señalan que la corrupción ya es parte de la cultura del mexicano.

Lo más trágico es que en los años más recientes, México incrementó su clasificación y su mala fama como país corrupto en 58 puntos, en tanto que un país africano, Ruanda, en 10 años mejoró su posición en 71 puntos.

Apuntes finales

En esencia, la pésima calidad de la instituciones públicas y de los funcionarios en México, ha impedido el diseño de una estrategia para aprovechar el TLCAN, así como los otros TLC‘s, a fin de lograr un desarrollo económico a pesar de las enormes ventajas comparativas que posee nuestro país.

Estas carencias tampoco permitieron propiciar el desarrollo de ventajas competitivas, motivo por el cual los retrocesos de las variables económicas de nuestro país, especialmente en el período 2001-2019, han sido terribles según se aprecia en el cuadro del resumen que a continuación se presenta, marcadas con amarillo.

Por tanto, México aparece como un pésimo ejemplo de país que optó por el comercio exterior como una palanca de su desarrollo económico y, como lo muestra el cuadro anterior, no obtuvo los beneficios que otros países sí han logrado. La razón de esto es que en el periodo 2001-2019 cayó en su PIB Total y Per Cápita, en valor agregado, como destino preferido de la Inversión Extranjera Directa y, lo que es peor, no ha generado bienestar para su población; en dicho período pasó de ser la 8ª economía más importante, a ocupar la 15ª posición.


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Ellos se ríen de mi porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

El Acuerdo de Asociación Transpacífico es un Tratado firmado inicialmente por Brunéi, Chile, Nueva Zelanda y Singapur, el 3 de junio de 2005 y que entró en vigor el 1º de enero de 2006.

A partir de 2008, Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, Perú y Vietnam declararon su intención de adherirse a este acuerdo. Estados Unidos manifestó su deseo de participar en febrero de 2008.

En 2011, después de haber sido nombrado Subsecretario de Comercio Exterior, el Dr. Francisco de Rosenzweig Mendialdua señaló que “era imposible que México no participara en el proyecto de comercio internacional más grande del mundo”, por lo que en junio de 2012, la Secretaría de Economía anunció la intención de nuestro país señalando que, siendo Estados Unidos nuestro socio comercial más importante, era necesario que participáramos en las negociaciones a fin de defender los intereses de México y orientar las negociaciones a nuestro favor.

Conviene señalar que, desde el momento en que los altísimos funcionarios mexicanos manifestaron la intención de participar en el TPP-12, comenté su incongruencia, pues la nula competitividad de nuestro marco sistémico, frente a los que serían sus seis nuevos socios de Asia y Oceanía en el TPP (Australia, Brunéi, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam), era total y se reflejaba en la negativa evolución de nuestros intercambios con esos países a través de un déficit comercial abultado y creciente en el período 1993-2012, mismo que ascendió a -84,669 millones USD.

Cuando el 23 de enero de 2017, Estados Unidos anunció su retirada definitiva del Tratado, los funcionarios mexicanos, de una manera inexplicable, ilógica e irresponsable, mantuvieron a México en el proceso de negociación exhibiendo un liberalismo dogmático, señalando que “mucho se había trabajado y avanzado” en las negociaciones del TPP-12, por lo que continuaron obcecados con las negociaciones, así como con la promoción de la firma y ratificación de lo que se convirtió en el TPP-11, mismo que resultaba desventajoso para nuestro país en todos sentidos.

En los siguientes seis años, desde que se decidió participar en ese “proceso de integración”, el déficit de México con los seis países continuó creciendo y se duplicó pasando de -7,252 millones USD en 2013 a -14,410 millones USD en 2018, y acumuló un déficit total de -65,849 millones USD en este corto período.

Comentarios

Pareciera que la participación de México en las negociaciones del TPP se realizó por dogmatismo, en aras del libre comercio, pero sin un análisis técnico y razonado, sin tener una base sólida que permitiera conocer adecuadamente las condiciones, riesgos y posibilidades de nuestro país para lograr una actuación exitosa, empezando por la competitividad.

Increíblemente, uno de los argumentos que se esgrimieron como determinantes para participar en ese Acuerdo fue que, a través del mismo, se lograría ampliar la cuota para el acceso del aguacate mexicano al mercado japonés; situación que resultaba totalmente ilógica pues, desde el año 2005, México tenía un acuerdo con Japón mismo a través del cual se hubiera podido manejar bilateralmente, en lugar de llevarlo a un foro multilateral en el que la eventual ampliación de las cuotas tendría que ser compartida con los otros socios. Algunos de ellos resultan competidores directos para México en la producción de aguacate como son los casos de Chile y Perú, así como Nueva Zelanda que, aunque este último ahora orienta su producción a satisfacer al mercado interno, su enorme desarrollo tecnológico en materia de agrícola lo convertirá en un fuerte competidor nuestro, un hecho que en múltiples ocasiones señalé como una incongruencia más de nuestra política de comercio exterior y de la estrategia de promoción.

Los negativos resultados del intercambio en los 20 años precedentes, con los que serían los seis nuevos socios, no fueron suficientes para advertir a nuestros funcionarios del derrotero que seguiría nuestra relación comercial con ese grupo pues, en ese período, se acumuló un déficit de -168,120 millones USD, equivalente al 94.34% del déficit total de México.

Tampoco lo fueron los siguientes seis años del periodo 2013-2018, en que el déficit creció 99% al pasar de -7,252 millones USD a -14,410 millones USD, con un acumulado de -65,849 millones USD, mismo que corresponde al 117% de nuestro déficit total.

Lo peor es que México no percibió la gran oportunidad que hubo de retirarse de las negociaciones del Acuerdo cuando, en febrero de 2016, Estados Unidos decidió retirarse del mismo, en el que parece que fue el único acto coherente del presidente Donald Trump en relación con el comercio internacional, ya que la relación de ese país con Asia, se había traducido en un enorme proceso de desindustrialización por la relocalización de numerosas plantas manufactureras norteamericanas en el continente asiático.

Para México, esta obcecación se convirtió en uno más de la serie de desaciertos y errores que se han cometido en materia de comercio exterior en los 26 años más recientes pues, nuestro país, también había registrado la salida de más de 2,000 empresas exportadoras de nuestro territorio, principalmente norteamericanas, 900 de ellas dedicadas a la maquila.

Como resultado de este proceso, la supuesta integración comercial y productiva que se estableció como objetivo en el TLCAN no se ha logrado y, por el contrario, el resultado ha sido una nociva “Integración de la Importación” con Asia, pues el 30.08% de reducción en la importación que México registró procedente del TLCAN en el periodo 1997-2019, prácticamente se trasladó a Asia.

Así, en los 26 años de apertura comercial instrumentada a través de la firma de TLC’s con 54 países y una apertura comercial basada en una desgravación arancelaria unilateral totalmente ilógica, México acumuló un déficit total de -178,207 millones USD del cual, como se ha señalado, -168,120 millones USD se registraron con los 6 países del TPP-11.

Apuntes finales

El libre comercio es bueno cuando se realiza de una manera inteligente y México le apostó a ese proceso que, durante el período 1994-2000, imprimió enorme dinamismo a las exportaciones y a la economía nacional debido a que las reformas estructurales realizadas en los 80 y principios de los 90, hicieron a nuestra economía muy competitiva.

Desgraciadamente, durante el período de Ernesto Zedillo no hubo reforma alguna que permitiera mantener la competitividad, como tampoco la hubo en los sexenios posteriores, de tal manera que la pérdida de competitividad del marco sistémico, aunado a la carencia de una política de comercio exterior y de una estrategia con programas, proyectos y políticas públicas realistas, ha generado un gran deterioro de nuestro comercio exterior y de nuestra economía porque en este período estas actividades han sido realizadas bajo un esquema de improvisación y simulación. 

Como consecuencia de la serie de incongruencias registradas en relación con el TPP-11, durante los primeros 22 meses de operación del Acuerdo, el déficit con los 6 nuevos socios del TPP-11, continuó elevándose debido a que en dicho período nuestras exportaciones registraron un descenso de -1,095 millones USD, en tanto que las importaciones procedentes de esa región se incrementaron en 3,245 millones USD.

Así, el déficit en ese periodo ascendió a -29,083 millones USD e, incluyendo a Japón, el socio con el que ya teníamos un TLC desde el año 2005, el déficit se elevó a -49,007 millones USD.

La firma del TPP-11 vino a ser lo que en una ocasión llamé la cereza de un pastel amargo e indigesto, pues constituye la culminación de un proceso de deterioro de nuestro comercio exterior que se ha convertido en una pesadilla y una competencia desleal para la planta productiva nacional.


Notas:
Funcionarios mexicanos en la luna”;
México: más teoría y nada de práctica”.


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Ellos se ríen de mi porque soy diferente
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo. 

Después de que, en el período marzo-agosto de 2020, se presentó un descenso en las exportaciones mexicanas en comparación con 2019, en septiembre y octubre se ha registrado un ligero crecimiento de 3.66% y 2.88%, respectivamente; sin embargo, el total de la exportación en el período enero-octubre alcanzó un decremento de -12.57%, equivalente a una disminución de -48,315 millones USD en relación con el año 2019.

superavit comercial

Esta situación ha sido generada por la baja de la Exportación Petrolera que en dicho período descendió -35.89% pues, la Exportación de Petróleo Crudo cayó -38.78%, en tanto que la Exportación de Otras Petroleras lo hizo en -16.79% que, en total, significó -7,784 millones menos en relación con 2019.

La Exportación No Petrolera también registró un decremento de -11.17%, mismo que totalizó -40,532 millones USD debido a que la Exportación Manufacturera tuvo una tasa negativa de -12.29%, equivalente a -42,191 millones USD, contrariamente a lo que sucedió con la Exportación Agropecuaria que se incrementó en 5.36% (779 millones USD), así como la Exportación Extractiva que lo hizo en 17.31% (880 millones USD).

exportacion total

La Importación Total tuvo un descenso de -18.8%, es decir, una reducción de -71,990 millones USD, debido a que la Importación Petrolera lo hizo en -35.86% (-14,334 millones USD), en tanto que la Importación No Petrolera tuvo una tasa negativa de -16.81%, equivalente a -57,657 millones USD.

superavit importacion

Por lo que se refiere al destino y uso de los bienes importados, la Importación de Consumo Final también registró un decremento de -29.16% (-14,823 millones USD), debido a que la Importación de Bienes de Consumo Petrolero descendió 38.88% (-5,644 millones USD), en tanto que los Bienes de Consumo No Petrolero lo hicieron en -25.27% (-9,179 millones USD).

Conviene señalar que el rubro más  importante de la Importación Total lo constituyó la Importación Intermedia Total con 246,645 millones USD, misma que registró un decremento de -17.06% (-50,739 millones USD) y, dentro de este gran rubro, la Importación Intermedia Petrolera fue de 16,764 millones USD, debido a un decremento de -34.14% (-8,689 millones USD), en tanto que la Importación Intermedia No Petrolera fue de 229,881 millones USD al registrar un decremento de -42,050 millones USD, es decir, una caída de -15.46%.

Finalmente, la Importación de Bienes de Capital totalizó 28,348 millones USD, lo que correspondió a un -18.48% menos que, en valor fue de -6,428 millones USD.

relacion de importacion superavit

Como resultado de la evolución de estas variables, en los primeros 10 meses de 2019 y 2020, la balanza comercial de México registró un superávit total de 1,507 y de 25,182 millones USD, respectivamente.

balanza comercial

Comentarios

El descenso en el Exportación Total por un valor de -48,315 millones USD, en el periodo enero-octubre de 2020, fue generado por el decremento de prácticamente todos los rubros de la exportación, con excepción de la Exportación Agropecuaria y la Extractiva que presentaron incremento en sus envíos al exterior.

Es importante señalar que el rubro que más propició el decremento en la Exportación Total fue la Exportación de Manufacturas con -42,191 millones USD, cifra negativa que sólo fue superada en el año 2009 con un decremento de -44,974 millones USD.

Por lo que se refiere a la Importación Total, el decremento alcanza la cifra de -71,990 millones USD, la cifra más alta del periodo 1993-2020 generada, principalmente, por la fuerte disminución de la Importación No Petrolera Total con -57,657 millones USD, destacando en este rubro, el decremento en la Importación Intermedia Total con -42,050 millones USD. Es decir, la fuerte dependencia de la planta productiva nacional en la adquisición de insumos para producir bienes orientados al mercado interno y al de exportación, se manifiesta de una manera muy clara las cifras negativas de este rubro.

También se registró un decremento de la Importación de Bienes de Capital, lo que es consecuencia de la debilidad de la actividad económica en nuestro territorio, misma que da idea de que no habrá una clara recuperación a corto plazo, motivo por el cual la compra de equipos para fortalecer y continuar con los procesos productivos sigue esa tendencia negativa.

Conviene mencionar que, desde 1993, en los primeros 10 meses de cada año, México sólo había registrado saldo positivo en cuatro años correspondientes a 1995, 1996, 1997 y 2012, siendo 1995, el año en que se tuvo la cifra récord con 6,128 millones USD. Sin embargo, en 2019 y 2020 se presentan saldos positivos, haciendo hincapié que, en 2020, el saldo positivo fue 25,182 millones debido, fundamentalmente, al mayor decremento de la Importación de Bienes Intermedios y, desgraciadamente, no por el incremento de nuestras exportaciones.

Apuntes finales

En general, la presencia de un superávit en la balanza comercial de un país se toma como un símbolo positivo, pero, en el caso de México, al cual han convertido en un maquilador básico, fuertemente dependiente de insumos extranjeros y con reducido valor agregado a la reexportación, la situación resulta preocupante, pues el principal elemento que genera este saldo es la disminución en la Importación Intermedia. Es decir, la importación de insumos necesarios para producir bienes orientados a abastecer al mercado interno y al de exportación, situación que también se presenta en la Importación de Bienes de Capital, que son muy necesarios para mantener y fortalecer a la planta productiva nacional.

Dentro de este marasmo creado por la aplicación dogmática del libre comercio por parte de nuestros altísimos funcionarios, la calidad de maquilador a la que han reducido a México puede ser positiva coyunturalmente, pues la mayor parte de las exportaciones mexicanas es realizada por empresas transnacionales con presencia en nuestro territorio que, siguiendo políticas corporativas muy exitosas a través de operaciones intrafirma, puede generar una más fácil recuperación de nuestras “exportaciones”.

Independientemente de esta situación que puede resultar positiva temporalmente, insisto en que es necesario definir una estrategia integral con políticas públicas realistas en relación con la competitividad, el fomento industrial, el comercio exterior, así como en la promoción de las exportaciones y la inversión extranjera, ya que durante los 26 años más recientes, en estas actividades han prevalecido la simulación y la improvisación, lo que ha impedido la creación de una planta productiva estructuralmente fuerte y diversificada que genere mayor valor agregado en nuestro territorio.  


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México, PIB Total y Per Cápita decadentes

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México inició su inserción al proceso de globalización en la década de los 80, realizando importantes reformas estructurales que, en 1981 y 2001, le permitieron ubicarse como la 8ª economía, sin embargo, a partir del 2002 fue cayendo para llegar al 15º lugar en el año 2009, posición que mantuvo hasta el 2019 ya que, para el 2020, las cifras preliminares del FMI nos dicen que, al final del año, caeremos hasta la 16º posición.

tabla

Esto significa un decremento enorme en la generación de riqueza en nuestro país, de tal manera que nuestra participación en el PIB Mundial pasó de 2.67% en el año 1981, a 2.22% en el año 2001 y a sólo 1.24% en el año 2020, es decir, una pérdida de 54% en la participación en la creación de riqueza mundial.

Sin duda, un grave problema para México debido a la carencia de un marco sistémico que permita, a la planta productiva nacional, operar en un nivel competitivo equiparable al de sus socios del TLCAN, principalmente.

Así, el Foro Económico Mundial nos ubica en un proceso negativo de competitividad a partir del año 1999 pues, prácticamente, en el sexenio de Ernesto Zedillo, no hubo reformas que ayudaran a mantener los progresos que se habían logrado con las reformas adoptadas en los 80 y principios de los 90.

Tabla

Especial referencia hace el Foro Económico Mundial a la pésima calidad de las instituciones públicas mexicanas y la de sus funcionarios, pues es esa deficiente condición la que no ha permitido, en los 26 años más recientes, definir una estrategia, con programas, proyectos y políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo económico del país y en el bienestar de los mexicanos.

Tabla

Desgraciadamente, esta situación se refleja de una manera muy deprimente en un reducido crecimiento de la economía, lo que también ha generado una constante y escalofriante caída de nuestro PIB Per Cápita, especialmente a partir del año 2014 pues, si en ese año era de 10,929 USD, para el 2020 será de sólo 8,069 USD, es decir, una pérdida de -2,860 USD y un descenso de -26%, aunque entre 2019 y 2020 resultó mucho peor, pues pasamos 9,862 USD a sólo 8,069 USD, con una pérdida neta de -1,763 USD en sólo un año, es decir, una caída de 18%.

Comentarios

La pérdida de posiciones de México como economía mundial, entre 2001 y 2020, ha sido originada por la reducida tasa de crecimiento de su PIB. De las 30 principales economías del mundo, México aparece en 28º lugar con 37%, sólo superado negativamente por la de Japón que fue de 14% y la de Argentina con 28%, en tanto que la tasa de crecimiento del PIB Mundial fue de 148%.

Durante este período, China registró un crecimiento de su economía de 1,041%, el más alto a nivel mundial, India con 425%, Rusia 346% y Australia 254%, debiendo señalar que el crecimiento de Indonesia fue de 522%, el segundo más importante del período, siendo el país que nos desplazó de la 15ª posición como economía mundial más importante.

Así, México cayó a la 16ª posición al perder 8 lugares como economía mundial siendo superado por India, Canadá, Corea, Rusia, Brasil, Australia, España e Indonesia.

Como he señalado, esto significa una terrible reducción en la generación de riqueza en nuestro país, de tal manera que nuestra participación en el PIB Mundial pasó de 2.67% en 1981, a 2.22% en 2001 y a sólo 1.24% en el año 2020.

Tabla

Por lo que se refiere al PIB Per Cápita, en el año de 1981 registramos el nivel más alto ubicándonos en el 42º lugar a nivel mundial; que en 2001 nos ubicamos en el 48º y que, en el 2020, los números nos remiten hasta el 76º lugar, habiendo sido superados por algunos países a los cuales, nuestros altísimos funcionarios denominan “hermanos menores” en América como son Uruguay, Antigua y Barbuda, Panamá, Chile, Costa Rica, Granada, Santa Lucía y Guyana.

Por el contrario, cuatro países que nos superaban en este rubro, en 1981, cayeron por debajo de nosotros: Gabón, Libia, Ghana y, un hermano menor, Venezuela, que pasó de 5,086 USD a sólo 1,739 USD.

También es importante mencionar que nuestro PIB Per Cápita pasó de ubicarse 42% por arriba del promedio del PIB Per Cápita Mundial en 1981, a 37% en 2001; y a un -26% por debajo en el año 2020.

Apuntes finales

La pérdida de importancia como economía mundial y el descenso de la posición del PIB Per Cápita de México, sólo se puede explicar por la carencia de una estrategia que nos permita crecer como lo han hecho muchos otros países.

Especial referencia me permito hacer a los casos de Corea y Taiwán, países que en 1981 tenían un PIB Per Cápita equivalente al 45% y 64% del mexicano, respectivamente, y que para el 2020, se incrementaron exponencialmente y equivalen al 380% y 333%, situación que también se presenta con España en que asciende a 399%, nada más.

En el cuadro que incluyo a continuación, he marcado con rojo los países que nos han superado en ingresos Per Cápita entre 1981 y 2020, mismos que alcanzan un total de 34, debiendo señalar que el período más crítico ha sido después de 2001, año a partir del cual, prácticamente, han estado en vigor los TLC’s que nuestros altísimos funcionarios firmaron con 54 países y los 33 APPRIS porque nos prometieron que iban a generar enorme riqueza y bienestar, así como carretadas de IED hacia nuestro país, para convertirnos en la 5ª economía mundial para el año 2020, pero que la cruel realidad nos sitúa en el 16º lugar.

Especialmente crítico y preocupante es el período 2019-2020, pues pasamos de 9,862 USD a sólo 8,069 USD, con una pérdida neta -1,763 USD en sólo un año, es decir, una caída del PIB Per Cápita de 18%.

Tabla

Naturalmente, los altísimos funcionarios señalarán que este deterioro es consecuencia de la situación e incertidumbre mundial, sin embargo, el cuadro anterior nos muestra que eso es incorrecto pues por lo menos 34 países, en un universo de 76, mostraron mayor habilidad e inteligencia que México para generar crecimiento y mayor bienestar para sus habitantes.

Eventualmente, podrían insistir en disculpar la situación, manifestando como lo hizo “el gran político, pensador y filósofo mexicano”, Vicente Fox y su grupo de asesores, que no es que México no crezca, sino que los demás países crecen más que el nuestro, sin acertar a pensar ni darse cuenta de que ése es el gravísimo problema.


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México, el TLCAN, el TPP-11, el RCEP y… “El Borras”

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La Asociación Económica Integral Regional conocida como RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership), es un acuerdo cuyo objetivo es la integración regional de los países asiáticos, misma que tiene su base en un largo proceso de aprovechamiento de las ventajas comparativas a través de la producción compartida transfronteriza que ha sido muy exitosa, debido a que la dotación de factores complementaria fue adecuadamente aprovechada.

En este sentido, Japón, con procesos de producción de alta tecnología y abundancia de recursos financieros se convirtió en el principal abastecedor de componentes y de inversión para los Nuevos Países Industrializados: Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur (NIC’s) que, con abundancia de mano de obra, iniciaron la producción y exportación de bienes manufacturados con componentes y capital japonés al resto del mundo.

Sin embargo, el elemento más importante en este proceso de desarrollo fue la incorporación de valor agregado por parte de los NIC’s y de otros países de la región, a través de capacitación intensiva de la mano de obra, de la adquisición de tecnología y el desarrollo de tecnología nacional, y de la realización de procesos productivos con mayor valor agregado, superando las labores iniciales de ensamble básico.

A este proceso de producción compartida complementaria se le tuvo como referencia en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pues, las condiciones y dotación de factores productivos en la región eran similares a los de la Cuenca del Pacífico, sin embargo, en México no hubo una estrategia que permitiera capitalizar las ventajas comparativas, la dotación de factores complementaria ni desarrollar ventajas competitivas y, el papel de socio estratégico que se le adjudicó a México como objetivo en la negociaciones de TLCAN nunca se pudo asumir de tal manera que, el valor agregado en la producción nacional orientada al mercado interno y al de exportación ha sido decreciente, convirtiendo a México en un país maquilador hacia el exterior y, lo más increíble y aberrante, hacia el mercado doméstico aun en productos del sector agrícola en donde se supone que tenemos enormes ventajas comparativas y competitivas.  

Así, la creciente exportación mexicana hacia Estados Unidos, que en un principio incluyó numerosos insumos norteamericanos cumpliendo con el objetivo de integración comercial regional, ahora tiene como base la importación de insumos de otros orígenes de tal manera que, si en el año 1996, el país estadounidense nos proveyó el 75.49% de nuestra importación total, para el 2019 este porcentaje cayó al 45.19% y, en los mismos años, la importación procedente del TLCAN descendió de 77.43% a 47.35%.

Por otro lado, las compras procedentes de Asia se incrementaron de 10.06% a 36.55% debido a que se ha convertido en un gran proveedor de insumos que anteriormente importábamos de Estados Unidos, independientemente de que ahora también importamos gran cantidad bienes de consumo final asiáticos, parte de ellos fabricados por empresas norteamericanas que estaban radicadas en México y Estados Unidos, desplazaron sus procesos de manufactura a Asia.

Como consecuencia, el valor agregado y la generación de riqueza en la región del TLCAN disminuyó, especialmente a partir del año 2001, y la proporción del PIB regional en el PIB Mundial cayó de 35.89% a 28.05%, siendo México el país que más perdió pues pasó de 2.2% a 1.24%, es decir, perdió -43.64% de su participación en la generación de riqueza mundial.

En el mismo periodo, México perdió ocho posiciones como economía mundial, pasando de la 8ª a la 16ª, al haber sido superado por India, Canadá, Corea, Rusia, Brasil, Australia, España e Indonesia.

Comentarios

Cuando Barak Obama planteó la reindustrialización y participación de su país en el TPP, lo hizo con un grito de desesperación, buscando una salida de cualquier manera, buscando algún proyecto que le ayudara a no seguir perdiendo participación en la economía mundial, sin tener en cuenta la operación real de comercio internacional y regional, y sin pensar que a través de esta ilógica idea se debilitaría aún más al TLCAN que era un proceso de integración regional que debió haber sido muy exitoso.

El TLCAN era, verdaderamente, el proyecto de desarrollo más importante para los tres países, pero no había tenido éxito por la falta de una estrategia regional y, sobre todo, porque México no definió una estrategia integral para aprovechar las ventajas comparativas y competitivas que supuestamente lo harían un socio complementario y estratégico de Canadá y Estados Unidos, y un ganador neto dentro del proyecto trilateral.

En su lugar, los altísimos funcionarios mexicanos que supuestamente, según ellos mismos, integran al mejor y más experimentado equipo negociador en el mundo, lo convirtieron en el patio trasero de América del Norte pues no hubo complemento alguno para aprovechar el acceso preferencial al mercado más grande del mundo, constituido por sus dos socios del TLCAN, así como tampoco lo hicieron con el resto de los 52 países con los que compulsivamente “negociaron” TLC´s con los cuales, crecientemente se registra un déficit en la relación comercial.

Mucho peor es que este negativo proceso también se ha presentado con los países con los que no se han firmado esos instrumentos debido a la ilógica e irresponsable apertura comercial que han realizado, basada en una desgravación unilateral que no tiene parangón en el mundo.

En este contexto, el único acierto de Trump en materia de comercio internacional fue retirarse del TPP, pero ni eso supieron aprovechar “los altísimos y experimentados funcionarios mexicanos que integraban al mejor y más experimentado equipo negociador del mundo” y que, por dogma, por incapacidad y por desconocimiento de la operación real del comercio internacional y del comercio exterior mexicano, nos han sumido en un terrible proceso de retrocesos según se puede ver en el cuadro que se presenta a continuación, mismo en el cual se incluyen como elementos críticos:

· La disminución en el Valor Agregado Nacional y
· La decreciente participación en la captación de flujos de Inversión Extranjera Directa por parte de México.

Así, irresponsablemente, los teóricos y altísimos funcionarios mexicanos, después de negociar TLC’s con 48 países, insistieron en seguir en la negociación, en la firma y en la ratificación del TPP-11, un acuerdo que a todas luces era desfavorable para México, simplemente, porque no han creado un marco sistémico que nos permita ser competitivos, independientemente de que en los 26 años más recientes no han podido crear una estrategia realista para que nuestro país se beneficie de las ventajas del libre comercio que otros países si han logrado.

La base de este negativo proceso es la pésima calidad de las instituciones públicas y el bajo nivel de sus funcionarios, motivo por el cual son incapaces de definir una estrategia, con programas, proyectos y políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo de México y su inserción adecuada en el TLCAN, ahora T-MEC, y en su relación con los otros 52 países a través de TLC’s.

Apuntes finales

Hoy, que se habla de la RCEP, la única respuesta que puede haber frente al potencial y el peligro que representa su creación para México y sus dos socios: Canadá y Estados Unidos, es lograr una verdadera integración regional de América del Norte.

Sería un grave error, de parte de la administración del presidente Joe Biden, querer participar en un proyecto con países de una región que mayormente ha generado la desindustrialización de la nación estadounidense y de México, a través del acceso al mercado norteamericano directamente o, indirectamente, a través de nuestro país.

Conviene señalar que la India se retiró del proceso de negociación del RCEP debido a la fuerte oposición interna a los requisitos de apertura de mercado que implicaba este Acuerdo.

En este sentido, la India se mostró muy coherente consigo misma pues antepone su interés nacional al cumplimiento de dogmas que pueden dañar a su economía. Sin duda, un ejemplo de lo que debieron haber hecho los altísimos funcionarios mexicanos que han sacrificado al país en aras de un libre comercio que muy poco positivo nos ha dejado, ya que su actitud dogmática no permitió que se sustrajeran sectores de la negociación; como lo hizo Canadá en el TLCAN, en que se rehusó negociar productos que resultaban prioritarios para ellos por el núcleo de población que resultaría afectado.

El dogmatismo mostrado por nuestros altísimos funcionarios impidió que se aprovecharan las supuestas ventajas negociadas en dicho Tratado, pues no hubo elemento alguno que lo complementara.

Peor aún es que, en el TLCAN, hasta hubo cartas paralelas para evitar plasmar acuerdos en el cuerpo del Tratado, mismos que no resultaban muy favorables para nuestro país como el sector azucarero, pero que Canadá excluyó tajantemente de la negociación.

No me cabe la menor duda de que, nuevamente, nuestros altísimos funcionarios habilitados como expertos en comercio internacional van a sentirse seducidos por la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), porque representa un mercado de más de 2,200 millones de consumidores y, desgraciada y seguramente como “El Borras”, van a plantear la “necesidad de participar de alguna manera en el acuerdo de libre comercio más grande del mundo”, así como lo hicieron con el TPP-11, mismo con el que los resultados de los primeros 21 meses de operación han sido extraordinariamente exitosos para sus “nuevos socios” y terriblemente desastrosos para México.

En este corto período, el déficit para México ha continuado creciendo a tasas que dan vergüenza debido a que, en los primeros 9 meses de 2019 y 2020, nuestras exportaciones a los “6 nuevos socios del TPP-11” descendieron -1,182 millones USD en tanto que las importaciones se incrementaron 6,100 millones USD con respecto a 2018, para totalizar un déficit de 25,729 millones USD, es decir, -16,479 millones más que en el último año sin TPP-11.

Conviene señalar que, en el año 1993, la relación comercial de México con 12 de los 15 países que integran el RCEP se registró un déficit total de -5,177 millones USD, sin que se hubiera intercambios con Brunéi, Camboya y Myanmar.

Para el año 2019, únicamente se tuvo superávit con Brunéi por 8 millones USD y con Australia por 655 millones USD, con un déficit total de -130,514 millones con los 13 países restantes.

Finalmente, en el período 1993-2019 tuvimos un déficit acumulado con 13 países del RCEP de -1,512,195 millones USD, equivalente al 145% de lo que se estima será el PIB Total de México en el año 2020, en tanto que registramos un superávit con Brunéi y Australia de 39 y 809 millones, respectivamente.

Ciertamente México tiene que replantear su política de comercio exterior y pensar en una modificación de su estrategia de promoción de las exportaciones y la inversión extranjera, que incluya una reestructuración a fondo, con el objetivo de revertir los enormes retrocesos que la simulación y la improvisación han generado en nuestro país desde hace 26 años, pero especialmente a partir del año 2001 en que, prácticamente, han estado en vigor los TLC’s firmados con 54 países y que, supuestamente, iban a generar numerosos empleos y enorme riqueza en México, pero que en la realidad atomizaron nuestras reducidas fortalezas y fragmentaron nuestros débiles esfuerzos convirtiendo a México en un país paupérrimo.


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Durante los primeros nueve meses del año 2020, la exportación mexicana a los países que integran la Alianza del Pacífico registró un decremento de -28.79%, es decir, disminuyó -1,454 millones USD.

Las importaciones procedentes de esos países también registraron un decremento de -30.99%, equivalente a -894 millones USD.

Conviene señalar que, tradicionalmente, la exportación total de México a esos países en los primeros nueve meses del año mostró una tendencia creciente, misma que llegó a la cifra récord en el año 2012 con 7,247 millones USD; casualmente el año en que entró en vigor al Acuerdo de la Alianza del Pacífico, mismo que tiene como objetivo lograr una Integración Profunda.

A partir de ese año, las exportaciones mexicanas mostraron un descenso constante, mismo que en el año 2020 ha llegado al nivel más bajo del período 2012-2020 con 3,597 millones USD.

Las importaciones procedentes de ese bloque también mostraron una tendencia creciente en el período alcanzando su máximo nivel, antes de la entrada en vigor del Acuerdo de la Alianza del Pacífico en el año 2008 con 3,262 millones USD y el segundo más alto, en el año 2011 con 2,695 millones USD, es decir, en el año de la firma del Acuerdo.

A partir de este año se presentaron importantes variaciones en el valor de la importación, habiendo alcanzado su máximo nivel en el año 2018 con 2,999 millones USD y, en el 2019, el segundo con 2,980 millones USD. Sin embargo, para el año 2020, el monto se redujo a solo 2,086 millones USD.

Esto, también ha generado importantes variaciones en el saldo de la balanza, mismo que durante el período 1999-2006 fue deficitario para México. No obstante, a partir del 2007 se volvió superavitario con 652 millones USD y, en el año 2012 en que entró en vigor el Acuerdo, se logró la cifra récord con 5,154 millones USD. A partir del 2013, el saldo a favor fue decreciendo hasta llegar a sólo 1,511 millones USD en el 2020.

mexico y alianza pacifico

Como resultado de la evolución de estas variables, generalmente México tuvo una tasa de cobertura positiva, misma que llegó a su máximo nivel en el año 1996, con 374% y, en el año 2012, el segundo nivel más alto con 346%. Sin embargo, a partir del 2013, la tasa de cobertura muestra una tendencia decreciente hasta caer a 172% en 2020.

Comentarios

La evolución de los intercambios comerciales con los países de la Alianza del Pacífico a partir del 2012, año en que entró en vigor el Acuerdo de la Alianza del Pacífico, nos muestra lo que ha sido la tradición en la relación comercial de México con la mayor parte de los países con los que ha firmado un TLC, es decir, que las importaciones procedentes de esos países crecen más que nuestras exportaciones.

En este sentido, la deseada Integración Profunda que se planteó como objetivo fundamental del Acuerdo, se ha convertido en una decepción profunda, ya que, inclusive, el bloque como socio comercial de México ha perdido importancia. Esto debido a que si bien en el 2011, último año sin Acuerdo, fue un cliente que absorbió el 2.57% de nuestras ventas al exterior, en el 2013 representó el 2.53% y en el año 2019 descendió a 1.43%; y si en el 2009 nos proveyó el 1.12 % del total de nuestra importación, para el 2019 sólo nos vendió el 0.83%.

mexico y alianza pacifico

Apuntes finales

El mayor crecimiento de las importaciones que normalmente se presenta, procedente de los países con los que compulsivamente han firmado TLC’s, nos dice mucho de lo que no funciona en nuestra política de comercio exterior y en la promoción de las exportaciones.

Peor aún es que este negativo proceso también se presenta con los países con los que no han firmado esos instrumentos debido a la ilógica apertura comercial que se ha realizado, basada en una desgravación unilateral que no tiene parangón en el mundo.

mexico y alianza pacifico

Sin duda, el comercio internacional es un elemento que puede constituirse en fundamental para el desarrollo de un país pero que, desgraciadamente, esa situación no se presenta en nuestro país, por lo que será necesario que se realice un análisis concienzudo para ver la forma de eliminar la improvisación y simulación que ha caracterizado este sector en los 26 años más recientes, a fin de evitar continúen los retrocesos que han caracterizado a la economía mexicana durante más de dos décadas.


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Durante los 26 años más recientes, nuestro comercio exterior se ha caracterizado por la carencia de una estrategia integral y realista que permita su sano desarrollo mediante la definición de políticas públicas en materia de competitividad, de fomento, de promoción de las exportaciones y de la inversión extranjera directa.

Desgraciadamente, la pandemia ha agravado la situación pues de enero a septiembre de 2020, las exportaciones mexicanas presentaron un decremento de -14.4% con respecto a 2019, lo que significó una baja de -49,242 millones USD, siendo el sector de la manufactura el más afectado con un descenso de -14.21%, equivalente a -43,496 millones USD.

Afortunadamente, el sector agropecuario y el extractivo registraron incrementos de 5.33% y 11.65%, que equivalen a 13,862 y 531 millones USD, totalizando 14,393 millones USD.

exportacion

La Importación Total también registró un importante decremento mismo que correspondió a -19.4%, equivalente a -66,255 millones USD debido a que la Importación Petrolera descendió en -36.14%, correspondiendo a -12,975 millones USD. Sin embargo, el mayor problema se presenta por el fuerte decremento de la Importación No Petrolera que decreció 17.43%, es decir, -53,280 millones USD.

Este decremento fue originado por la debilidad de la planta productiva nacional y la pésima estructura de nuestro comercio exterior dado que, la mayor parte de este descenso corresponde a Importación Intermedia No Petrolera, con -39,809 millones USD, esto es, de importación de insumos que se utilizan para la fabricación de bienes destinados al consumo interno y al de exportación pues, desgraciadamente, han convertido a nuestro país en un país maquilador para el mercado doméstico y el de exportación, con reducido valor agregado en nuestro territorio.

importacion

Asimismo, hay que señalar que la Importación de Bienes de Capital también registró un decremento de -18.51%, debido a que no se invierte por las poco positivas perspectivas que se ven a corto plazo; esto representó una baja en la importación de -5,708 millones USD, el segundo más importante después del año 2009 en que el decremento fue de -6,718 millones USD, es decir, una tasa negativa -23.38%.

importacion

Comentarios

En 2020, la balanza comercial de México registró un superávit récord de 18,958 millones USD para el período de 1993-2020, mismo que resultó superior en 16,763 millones USD al del año 2019.

Es importante señalar que por primera vez en el período 1993-2020, el Saldo Sin Exportación Petrolera resultó positivo por un total de 6,337 millones USD, lo que representó una reducción del déficit de 23,992 millones USD. Sin embargo, el déficit acumulado del rubro para dicho periodo fue de -640,758 millones USD.

Por lo que se refiere al Saldo Petróleo, también registró un decremento de -35.8%, equivalente a 5,747 millones USD, con un superávit acumulado para el período 1993-2020 de 87,660 millones USD, debiendo señalar que tradicionalmente el saldo de este rubro fue positivo, aunque en los seis años más recientes se convirtió en negativo por un subtotal de -71,932 millones USD.

Finalmente, el Saldo No Petrolero en estos primeros nueve meses del 2020 fue positivo por un total de 29,263 millones USD. Conviene señalar que durante el período 1993-2020, sólo en el año 1995, y a partir del 2017, se presenta saldo superavitario, siendo el superávit más alto el de 2020, mismo que es el resultado del gran volumen de reexportación de insumos que se realiza y al valor que sea ha agregado en nuestro territorio a esos insumos importados temporalmente.

balanza comercial

Apuntes finales

El importante superávit que se ha presentado en los dos años más recientes pareciera positivo pues implica mayor ingreso de divisas para México, sin embargo, al revisar la estructura de nuestro comercio exterior resulta que la Exportación No Petrolera registra un decremento muy importante, mismo que en los primeros nueve meses del 2020 fue de -42,263 y que la Importación Intermedia No Petrolera lo hizo en -39,809 millones USD; es decir, que se está importando menor cantidad de insumos para la producción de bienes destinados al mercado interno y al de exportación y, consecuentemente, la planta productiva nacional muestra menor actividad, lo que significa menor valor agregado y menor empleo en nuestro país.

Sin duda, esto es resultado de un problema estructural de nuestra economía y de nuestro comercio exterior pues durante los 26 años más recientes, no se procuró la creación de un mercado interno fuerte con demanda creciente de productos, así como tampoco sucedió con la producción orientada a la exportación, de tal manera que el valor agregado en nuestro país es reducido y, por tanto, poco generador de empleos y nulo crecimiento del ingreso y el nivel de vida de la mayor parte de la parte de la población.

Por esta circunstancia, se presenta una caída muy importante en la generación de riqueza en territorio nacional de tal manera que nuestro PIB Total, durante el periodo 2001-2020, en que han estado en vigor los TLC’s que se han firmado con 54 países y que se supone iban a generar enorme riqueza en nuestro país, se redujo de una participación de 2.22% en el PIB Mundial a 1.24%, en tanto que nuestro PIB per cápita cayó del 49º al 76º lugar.

comercio exterior

Hay que hacer especial referencia al hecho de que en el periodo 2014-2020, la caída del PIB per cápita mexicano fue de -2,777 USD al pasar de 10,846 USD a 8,069 USD, es decir, una pérdida de -26% y, mucho peor que, sólo entre 2019 y 2020 cayó de 10,118 USD a 8,069 USD y la pérdida fue de -2,049 USD, equivalente a 20%.

Como lo he señalado, la pandemia ha influido en nuestro ya negativo panorama, sin embargo, la reestructuración que necesariamente sufrirán la economía mundial y el comercio internacional, debería ser aprovechada por México para definir una estrategia realista que nos permita participar más activamente en el concierto internacional y capitalizar las oportunidades que este cambio generará a nivel mundial, así como revertir los enormes daños que ha provocado a México la aplicación dogmática del liberalismo sin que, durante los 26 años más recientes, hayamos podido obtener los beneficios que normalmente genera el libre comercio y que otros países sí han aprovechado inteligentemente.


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