En mayo de este año compartí en las páginas de El Semanario una larga lista de acciones que se deberían considerar para manejar de la mejor manera posible la pandemia que aún seguimos viviendo. Ahora, a partir de ese artículo, me quiero referir sólo a algunas que me parecen claves para tener éxito postpandemia, tomando en cuenta lo que ha sucedido en estos cinco meses.
Empiezo reforzando el hecho de que hay que entender que el dicho de que “los problemas de casa, se quedan en casa”, nunca fue cierto, y hoy se ha demostrado con muchos días, semanas y meses de teletrabajo que es totalmente falso. Como nunca en la historia laboral moderna podemos afirmar que los problemas de casa van al trabajo y los del trabajo van a la casa… Y no pasa nada, así es la vida y hay que vivir con este hecho.
Debemos dejar muy claro que el trabajo remoto o teletrabajo llegó para quedarse y que es una responsabilidad compartida entre los empleadores, la familia y el empleado definir como lo hacen más placentero y sostenible en el tiempo. Cómo mejorar y mantener las condiciones óptimas de trabajo desde casa considerando el equipamiento del espacio, mobiliario, luz, sonido, internet, etc.
Ante lo inminente, hay que negociar –si aún no lo han hecho– las condiciones de trabajo de quienes se quedarán en sus casas de forma permanente, y no estoy pensando en reducir prestaciones, beneficios o mucho menos el salario, estoy pensando en readecuar los paquetes de compensación total.
Ante la pandemia, todas las organizaciones ya identificaron áreas de oportunidad para hacer recortes de personal y reducir gastos. Seguramente ya lo hicieron algunos que pensaban serían temporales y ahora habrá que evaluar si serán permanentes, si aún no lo hacen: háganlo pronto.
Ya aprendimos que muchos trabajos de cuello blanco se pueden hacer desde casa y se harán de forma definitiva. Según la OIT vamos a pasar de 4% al 30% de trabajadores haciendo teletrabajo entre el 2019 y el 2021. Hay sectores que todo mundo decía que no se podían hacer desde casa y ya ven, en medicina, es impresionante lo que se ha avanzado, y lo que se avanzará.
En contraposición, diversos estudios afirman que sólo 5% de los trabajadores menos calificados podrán hacer trabajo remoto.
Como jefes, como líderes, no debemos esperar que nuestra gente que está haciendo teletrabajo se encuentre conectada toda la jornada. Diversos estudios previos a esta situación ya habían demostrado que estar conectados ocho o más horas es altamente improductivo. Hay que dar varios espacios (mínimo cuatro) en el día, y respetar un tiempo razonable para la comida. Lo recomendable es estar “presente” máximo seis horas frente a la computadora en el día, y entender que no hay que hacer mucho o nada de micro-administración a nuestros colaboradores. Es un gran momento para dejar que la gente tome más decisiones por su cuenta, tenemos que trabajar y mucho en empoderar y delegar mucho más. Dejar que nuestra gente crezca.
Esta pandemia nos trajo una gran noticia: se acabó el mito de la oficina como un lugar mágico, un lugar que era necesario para que pasarán muchas cosas, que ahora se ha demostrado que pueden pasar y más, sin ellas, y por ello tenemos que evaluar de qué espacios vamos a prescindir en nuestras oficinas, si un determinado número de empleados trabajará de forma permanente haciendo teletrabajo. Como referencia, les comento que un estudio de una reconocida universidad inglesa dice que una buena parte de las empresas podría reducir hasta el 30% de espacio en las oficinas de forma inmediata y todo lo que eso implica, gracias al teletrabajo.
Ante la nueva realidad y lo que vendrá, hay que revalorizar algunos puestos de trabajo y ciertas áreas de la organización, como logística y el área de sistemas y tecnología. Pienso que recursos humanos puede volverse a convertir en un área estratégica para las organizaciones.
También deben, si no lo han hecho, evaluar qué funciones, procesos e inclusive áreas pueden subcontratar local, regional, nacional o internacionalmente. Algunos expertos señalan como claras áreas de oportunidad todo lo relacionado con IT, nóminas, y todos los procesos muy repetitivos y/o que no son estratégicos para función central de la organización.
También tendremos que llevar a cabo cambios en las estructuras organizacionales que pueden implicar una sustitución más rápida de baby boomers por personas de las generaciones “X” y “Y”, ante la falta de capacidad de los primeros para adaptarse a todos estos rápidos cambios.
Algunas consideraciones finales:
-Hay que estar con la mente abierta al cambio y a la modernización, de forma permanente.
-Éste es un excelente momento para tomar decisiones “ahora o nunca”.
-Todo lo que hagamos de corto plazo tiene que estar enfocado a generar utilidades.
-En el corto plazo las cosas estarán horribles, pero les aseguro que el futuro es muy prometedor.
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