Ciencia y Tecnología

2020, el año en el que empezó la Segunda Edad Media

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En el mes de noviembre llegaron los primeros avisos de una catástrofe que nadie vio venir, los avances tecnológicos, el mensaje de diversas empresas en búsqueda de extender la vida (Calico), la medicina con su estudio y posible modificación del ADN, nos mostraba que el ser humano se encontraba en una situación muy segura en el mundo y ahora, buscaba ir más allá de sus propios límites. En este sentido, se perdió de vista la posibilidad de que algún ser microscópico pudiera atacar de tal manera al ser humano, y se potenció la cuestión tecnológica y modificación genética que la cura de posibles virus, aun a pesar de que instituciones de gran prestigio lo adelantaran: “En octubre pasado (2019), el Johns Hopkins Center for Health Security (JHCHS) puso en marcha una simulación de pandemia de alto nivel centrada en un brote mundial ficticio causado por un nuevo coronavirus que se propagó de los animales a los seres humanos” (Walsh, 2020).

De acuerdo a la BBC, los primeros casos de Covid-19 se identificaron en Wuhan en diciembre de 2019 o al menos así lo informó el gobierno de este país, y, aunque China no ha podido confirmar la procedencia precisa del virus, las autoridades sospechan que el brote se originó en un mercado de esta ciudad en el que se realizaban “transacciones ilegales de animales salvajes”. Esta situación llevó al mundo a cerrar fronteras y a un proceso de aislamiento desde inicios del 2020; las escuelas se cerraron, muchas empresas exigieron a sus empleados trabajar desde casa y sólo a unos cuantos se les permitió estar fuera de casa para evitar el colapso mundial. En el ámbito educativo, hubo un cambio sin precedentes, todos los alumnos tuvieron que cambiar de un sistema tradicional de educación a un sistema totalmente virtual, las familias, que no acostumbraban a verse en casa, de un día para otro tuvieron que convivir y hacer parte de su casa, un lugar de trabajo o de estudio.

grabados de la Edad Media
Grabado Flammarion del libro de Camille Flammarion “L’Atmosphere: Météorologie Populaire” (París, 1888).

Para muchos, 2020 es la catástrofe, he escuchado y leído en diferentes medios que éste es un año perdido para la educación porque los profesores nunca se prepararon para este cambio, a pesar de que la educación virtual ya tiene varios años, por poner algunos ejemplos, la plataforma Coursera lanzó sus cursos en línea en el 2011 y edX en el 2012, por citar algunas de las plataformas más importantes. Esto ya es un indicio de que la educación estaba cambiando, sin embargo, la mayoría de los profesores continuó igual. Asimismo, en las empresas, la tecnología existente mostraba la necesidad de un cambio en la manera de trabajar, las oficinas ya son obsoletas para muchos empleos, para otros son indispensables. El tema es, lo vimos venir y no actuamos a tiempo. Es por ello que la percepción de esta época es de uno o quizá dos años perdidos, para muchos este tiempo de encierro, de pandemia, significa un retraso económico, social y educativo.

Ésa es la razón de que este año 2020 puede ser considerado como “la Segunda Edad Media” ya que, para algunos historiadores, la época que se vivió entre los siglos V y XV, fue una época de un avance intelectual casi nulo, mucha violencia y el dominio de la iglesia en todos los aspectos de la cultura. Por ello, muchas personas la llaman la época oscura, del retraso y en la que no hay algo importante qué destacar fuera de la situación del imperio romano. Sin embargo, esta manera de pensar es equivocada, si bien es cierto en la Primera Edad Media, la violencia fue la constante, esto permitió que el poder de los romanos sobre gran parte del territorio terminara y que nuevas organizaciones sociales surgieran. Asimismo, el papel de la iglesia fue fundamental, muchos de los monasterios que existieron en esa época, impulsaron el estudio, conservaron textos antiguos, hicieron copias de éstos y gracias a su labor es que muchos textos (copias) han llegado a nuestras manos. Es decir, la Primera Edad Media fue fundamental para el impulso de la educación, el desarrollo intelectual y una mejor condición social a la que se vivía anteriormente.

Edad Media, conocimiento
Ilustración: Ciencia del Sur.

De la misma manera debe ser considerada la época actual, vivimos en una Segunda Edad Media en la que, fuera de un retraso, gracias a la situación de encierro y la necesidad de seguir trabajando y educando, hemos sido forzados a utilizar la tecnología para realizar cada una de estas actividades. Las empresas han logrado que sus trabajadores sigan siendo productivos a la distancia, se han creado nuevos negocios y, como en todo cambio, se han perdido otros. En el caso de la educación, la transformación es impresionante, hoy en día, todos los profesores activos saben utilizar herramientas digitales, dan sus clases a través de alguna plataforma de videoconferencia, por mensajes de voz, por redes sociales, o por algún otro medio que es totalmente distinto a la educación tradicional, y eso ya es un avance; hoy en día el mundo está evolucionando para ser mejor, para formar a la distancia.


Perspectivas de la ciencia

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Al inicio del sexenio se nombró a la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), sin duda una destacada y brillante investigadora, sin tacha alguna.

En su análisis, la Dra. Álvarez-Buylla Roces, precisó un sinnúmero de fallas en tan importante organismo, producto de la corrupción, que no es exclusiva de la ciencia y tecnología; es difícil encontrar un ámbito en el país donde la picardía y los robos descarados no estén presentes.

En el caso del CONACyT, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C. (FCCyT) se apoderó de él; eran quienes en la práctica administraban al CONACyT, impulsando siempre sus particulares e inclusive planes personales; sin duda el FCCyT se convirtió “en el poder tras el trono”, sin mayor prudencia repartía contratos y canonjías. Los que lo manejaban, con la llegada de la Dra. Álvarez-Buylla Roces, montaron en cólera y despiadadamente se dedicaron a atacarla, buscando su destitución, para mantener el alto grado de contaminación y privilegios que se autoasignaron.

María Elena Álvarez-Buylla
María Elena Álvarez-Buylla (Imagen: Estación Pacífico).

El famoso FCCyT debe tener facultades exclusivamente para orientar y expresar puntos de vista, nunca para gobernar; se presentaron ciertas cuestiones cuando mandaba en el CONACyT. Por ejemplo, se autorizó un proyecto para investigar la calidad de la masa para elaboración de pizzas, ridículo, aunque sin duda el tema puede ser importante para los fabricantes del socorrido alimento, pero de poco impacto favorable para la sociedad. Como este evento, varios más, y al final, lo que se estaba haciendo, es transferencia de recursos públicos al sector privado; en esto estriba lo que fue un simple dispendio o descuido, en otros evidentes casos, también se dieron actos de rapiña, contratos a precios elevados o patrocinios personales de todo jaez, tales como viajes palaciegos, muchos injustificados y en general prebendas, todo como consecuencia de que el capital del CONACyT era manejado por una Asociación Civil.

Con la Dra. Álvarez-Buylla Roces como titular, todo ha mantenido un cambio que busca auxiliar un sentido social, tanto en la ciencia, como en la tecnología, esto es, impulsar la investigación de beneficio colectivo, no aquellas que pueden ser útiles sólo para favorecer al sector privado, que es quien está obligado a promoverla.

Recientemente se ha dado una embestida con la desaparición de fideicomisos, donde fueron afectadas instituciones privadas, las cuales muchos ignorábamos que recibían apoyo del CONACyT; se trata de escuelas de alto renombre, como son las Universidades Iberoamericana, Anáhuac y el ITAM; tan prestigiadas instituciones realizan un trabajo importante para México, pero he ahí una pregunta que no deja de ser motivo de debate, ¿merecen el apoyo de dinero del pueblo para sus trabajos?, ¿en qué consisten estos?, y, ¿quiénes se benefician? Es un derecho nacional el saber, conocer y estar enterados de esas indagaciones que realizan y que son subsidiadas, en los cuales el CONACyT con toda la autoridad legal debe estar enterado.

becas y privilegios conacyt
Imagen: Tercera Vía.

No se debe oponer a que la investigación privada se intensifique y que reclame respaldo gubernamental de tipo económico, pero, insistimos, es indispensable saber ¿cómo?, ¿por qué?, y, ¿a qué hora?, cuestionamientos precisos cuya responsabilidad es del CONACyT, que ahora se encuentra en las manos de la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces.

De lo que no debe existir duda es que la investigación y el progreso tecnológico deben ser permanentemente atendidos, bajo principios y reglas establecidas, evitar el favoritismo, pero sobre todo la podredumbre.

En lo referente al favoritismo, se dio el caso lamentable que, para jerarquizar a los investigadores y otorgarles un apoyo económico, se dieron intereses creados y persecuciones, donde como en todo, hay quienes “se sirvieron con la cuchara grande”, mientras que reconocidos y talentosos científicos nunca pasaron del nivel 1 y, por el contrario, “los cuates”, “los del equipo”, llegaron a ser nominados para obtener el grado de eméritos cuando carecían de la calidad requerida.

FCCyT, apoyos
Imagen: Reporte Índigo.

Por lo que hace a la corrupción, llegaron a excesos en todos los ámbitos, donde hasta los más mínimos aspectos mantuvieron un descaro sin precedentes, fue el caso en materia de alimentos, papelería, compra de equipos y en general todo tipo de sucios negocios, en que los mismos directivos, usando prestanombres, actuaban como contratistas.

Es imprescindible dar respaldo a tan importante cambio en la política científica y, acabar con los privilegios, impulsando de manera absoluta la investigación en bien de México, en igual grado los ámbitos tecnológicos.


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Kraus, el médico filósofo. Reseña del libro “La morada infinita”

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La morada infinita, es un libro que como en su propia portada dice, es de lectura obligada para “entender la vida y pensar la muerte”.

En este texto, el autor Arnoldo Kraus parte de un principio fundamental, la autonomía de la voluntad. Para Kraus la vida –mi vida– es mía, y por ende puedo disponer de la misma, particularmente cuando las condiciones en que vivo no me parecen dignas.

Esta autonomía se basa en lo que el autor denomina “nuestra compañera perene”, la conciencia, elemento fundamental al momento de tomar decisiones que nos atañen de manera personalísima. Me queda claro que para Kraus el debate se ubica entre calidad de vida versus calidad de muerte, ya que nacer y morir es una condición natural e incluso necesaria para la subsistencia del planeta mismo.

Comparto con el autor respecto de esa absurda pretensión de reproducción ilimitada, reproducción sin muerte es imposible. Esta fantasía es absurda ya que “la muerte, siempre está agazapada entre nosotros”.

Para Arnoldo, la autonomía de la voluntad debería ser irrestricta en principio, y sus únicas limitantes deberían ser: no afectar los intereses de terceros. Así pues, en este contexto, disponer de la vida –de mi vida– tendría que ser un asunto que atañe únicamente a cada uno de los individuos en lo personal.

falsa autonomia
Ilustración: Neil Webb.

Sin embargo, el Derecho –siempre complejo e intrincado– inventó un concepto que siempre tendrá manipulaciones ideológicas y que se contrapone al concepto de autonomía de la voluntad. Ese concepto es lo que los abogados denominamos “orden público”.

Desde la perspectiva jurídica, el orden público se convierte en un elemento que autoriza restringir la autonomía de la voluntad de los ciudadanos.

En ese sentido, se parte del supuesto que sólo pueden renunciarse los derechos privados que no afecten directamente a dicho orden o interés público, y esto sólo es posible cuando la renuncia, además, no perjudica derechos de terceros.

Entre los más evidentes derechos irrenunciables podríamos mencionar los siguientes: Derecho a la vida, a la igualdad, a la no esclavitud, a pensar, a la integridad física y a la seguridad jurídica, entre otros.

Y es precisamente bajo este argumento que, temas relacionados con la vida, siempre serán objeto de debate.

Para el autor, la medicina ha cambiado radicalmente y esto es así a partir del uso y –en muchos casos abuso–de las tecnologías, el exceso de trabajo de los médicos que laboran en las grandes instituciones de salud y por la “nociva intervención de los abogados”.

Esta última frase del autor del libro resulta lapidaria por tres cosas: el abuso del derecho por parte de abogados, despachos jurídicos y jueces, la ignorancia de los médicos respecto del derecho, y la absoluta falta de comunicación entre ambas profesiones.

En los hechos tenemos un exceso de legislación, México es un país sobre-regulado. Para un médico, lo lógico es que temas como reproducción asistida, deben estar regulados desde la legislación sanitaria. Sin embargo, para el abogado tradicional, es muy probable que opine en oposición y crea que estos temas son –predominantemente– de incidencia familiar, por lo que deben regularse desde el derecho civil. Esto demuestra nuevamente que algo estamos haciendo mal, tanto médicos como abogados, pues la “multidisciplinariedad” de las ciencias, simple y llanamente no se da.

En el texto queda en evidencia el problema de la fuerte incidencia de la religión católica en la regulación jurídica –e incluso extra jurídica– de nuestro país, en temas relacionados con la vida.

No es fácil ser hombres libres y liberarnos de atavismos como la religión, siempre será más fácil ser dócil y seguir al mecías, que aceptar nuestra humanidad y con ello nuestra responsabilidad ante la vida. Así pues, entre las creencias mágicas y el orden público, es fácil, como bien lo señala el autor, “expropiar la conciencia”.

voluntad y autonomia
Ilustración: Jose David Morales.

Kraus habla de la autonomía y empoderamiento de los pacientes, a mí me gustaría hablar de la autonomía y el empoderamiento del ciudadano. Pero quizá ambos estamos perdidos, en el caso de Arnoldo porque los pacientes –particularmente viejos o terminales– están en un muy mal momento para empoderarse. Y en mi caso, porque dudo que más allá del Estado, el sistema, permita a los ciudadanos dicho empoderamiento.

En la actualidad el “ser social” vive y goza de la inmediatez, es poseedor de grandes apetitos externos, pero como bien lo señala el autor, “está yermo de inquietudes internas, vacío de aspiraciones, de autodeterminación”.

Por último, me parece, mi querido Kraus, que al médico se le educa para ser “paternalista” y no para promover la autonomía. Abundan médicos que con orgullo creen que lo suyo es una cruzada contra la muerte, no entienden que –como tú también lo señalas– están equivocados. La obligación del médico es con su paciente, no con la muerte, aunque vea a ésta como un rival a vencer –y, por cierto, nunca logrará–.

Dices que el bien morir es una de tus obsesiones, lo cual comparto y aplaudo, pero bien morir implica bien vivir, y no todas las personas estamos conscientes de ello.

En fin, para todos aquellos que deseen leer un texto inteligente y comprometido con el tema del final de la vida, La morada infinita. Entender la vida, pensar la muerte, es un libro que seguramente sabrán apreciar.


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Autobiografía: un yo presente espía y relata a un yo pasado

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La autobiografía es un género o un venero muy importante de la literatura donde no sólo se ventilan las nociones del yo, el sujeto, la verdad, la historia o la visión del mundo, sino que está en juego ese gran tema de la memoria que es el recuerdo y el olvido. Además, tres modos de identidad convergen y se enredan entre sus líneas: el autor, el narrador y el personaje. En efecto: una persona de carne y hueso (el autor: un yo verídico o empírico) cuenta su vida en primera persona (la voz narrativa: un yo poético o literario) cuyo protagonista (el personaje: un yo narrado o relatado) es… ¡el propio autor! En “El pacto autobiográfico” el ensayista francés Philippe Lejeune define a la autobiografía como un “relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia existencia, poniendo énfasis en su vida individual y, en particular, en la historia de su personalidad”. Subrayo persona real porque una persona concreta escribe verazmente su vida, aunque esta intención sincera se encuentre constreñida por la fidelidad y accesibilidad de los recuerdos, así como por la capacidad para expresarlos, para no mencionar las motivaciones que sesgan el texto de formas impensadas. Subrayo también la historia de su personalidad, pues elucidarla supone el característico desdoblamiento de la autoconciencia: un yo presente espía y relata a un yo pasado o… a varios yoes.

autobiografia lejeune
Portadas del libro de Lejeune sobre la autobiografía. Original en francés y traducción al castellano.

Se ha debatido si la autobiografía es una narración histórica o una ficción, aunque algo asume de ambas, quien la emprende no sigue los rigurosos métodos de un historiador, ni el creativo camino del novelista. Los críticos posmodernos no consideran a la autobiografía un género literario, sino una forma de elaborar textos que ocurre en muchas obras, sobre todo en las que expresan auto-referencia, algo difícil de precisar. Hay quien estipula que todo escrito literario es autobiográfico por el hecho de estar escrito por una persona desde su propio mundo y su punto de vista.

Acudamos a las ciencias cognitivas para ver si sus paradigmas y modelos arrojan alguna luz sobre la autobiografía y si esta práctica narrativa, a su vez, ilumina los procesos y la estructura de la autoconciencia. La ciencia cognitiva inicial asume que se representa e interpreta el mundo mediante el lenguaje y que estos actos del habla se comparten de múltiples maneras. El agente de esta intención comunicativa sería un yo relativamente definido y estable. Pero, como hemos visto, en las corrientes más actuales, el yo no se considera una unidad definida y definitiva, sino un proceso multidimensional que cambia por la construcción en marcha de una autobiografía implícita, cuya finalidad es proporcionar un sentido a la experiencia y una organización a la propia identidad. También se ha dicho que quien produce una autobiografía no es el yo, sino la elaboración de la autobiografía construye o constituye al yo. Podemos entrever que la narrativa de la propia vida y la autoconciencia son dos sistemas cognitivos dinámicos de alta jerarquía que se enlazan y refuerzan mutuamente, la primera como subsidiaria de la segunda.

En cada persona la historia de su vida se organiza mediante un mapa mental que no semeja una línea de tiempo histórico en la que se identifican puntos salientes, como son las cronologías relevantes que se presentan en un libro de historia. La mente no construye el tiempo pasado como una flecha cronológica sino en trayectorias, como la secuencia laboral, las aficiones y hobbies, la vida sentimental o la familiar que, al ser rememoradas se disponen mediante indicadores internos y externos. Desde luego estas líneas pueden encontrarse, entrelazarse y empalmarse, o bien la persona puede ordenarlas cronológicamente al contar o escribir su vida.

linea del tiempo
“Línea del tiempo” en la historia de la medicina, siglos XV al XVI. El modelo de “línea de tiempo” consiste en una flecha que corre hacia la derecha con intervalos fijos y marcas de eventos salientes. Aunque tiene elementos en común, la memoria autobiográfica no se mapea de esta forma (ver texto; imagen tomada de: Docsity).

El pasado rememorado no tiene la consistencia o la claridad de la experiencia presente, pero adquiere nuevos significados que modelan y se anclan en la conciencia de sí por varias razones. Una es el hecho de que cualquier incidente recordado ha sobrevivido al olvido, lo cual constituye un filtro de información que opera fuera de la voluntad y tiene relación con otras funciones mentales, como la atención, la motivación, la emoción o el sistema de creencias. Otra razón que liga al recuerdo con la autoconciencia se refiere a que cada evocación asienta y aclara al recuerdo, porque mientras más se evoca es más fácil recuperarlo y porque, con cada evocación, suele sufrir ajustes e inferencias que lo resignifican. En suma: la memoria autobiográfica no sólo recapitula vivencias pasadas protagonizadas por un yo previo, sino que, al hacerlo, restaura y moldea al yo presente. De esta manera es posible afirmar que el conocimiento sobre uno mismo derivado de la evocación, interpretación y acomodo de la propia historia es propiamente autonoético, porque rastrea y borda el saber sobre uno mismo.

Más aún: la memoria autobiográfica se integra al autoconocimiento porque dispone las experiencias individuales en marcos sociales y culturales. Este tipo de memoria surge en los infantes junto con la adquisición del lenguaje y se afianza en la adolescencia mediante una narrativa que se enriquece en el diálogo y la vivencia sociales. En efecto: la estructuración autobiográfica durante la adolescencia se conforma al patrón de socialización y al uso que el/la joven hace de pautas y símbolos culturalmente disponibles. Al establecer un nicho al yo en el tejido social, las narrativas familiares contribuyen al desarrollo de la memoria autobiográfica y se ha observado que los padres con una narrativa personal pulida y articulada tienen hijos con la misma capacidad.

Pedro Tzontemoc
El fotógrafo Pedro Tzontémoc y su libro “Identidad en el laberinto de la memoria”.

Un ejemplo manifiesto de esta autoreferencia contextual es el libro “Identidad en el laberinto de la memoria” del fotógrafo mexicano Pedro Tzontémoc, quien despliega su búsqueda de identidad en la historia de su familia proveniente de la emigración gallega a México. El artista estuvo expuesto a esta tradición en su infancia y juventud no sólo en su núcleo familiar, sino en el contexto del amplio árbol genealógico que lleva el apellido Díaz desde una pareja de campesinos de la montaña lucense, casada hacia 1865, hasta cientos de descendientes en varios países de Hipanoamérica (la diázpora, en la que está incluido el que esto escribe). Las fotos de lugares y personas que Pedro Tzontémoc ha tomado y recolectado constituyen la cartografía de un mestizaje forjado en el laberinto de esta estirpe familiar y de los paisajes contrapuestos de México y Galicia.

El Diario de Ana Frank
El Diario de Ana Frank fue traducido al castellano en 1955. Está disponible de forma gratuita en la red porque se han cumplido más de 70 años de su muerte en el campo de concentración de Bergen-Belsen (Imagen tomada de: El Universo).

La memoria y la narración autobiográficas parecen cumplir una función de autorregulación y homeostasis, muchas veces en el marco de conflictos que requieren ser comprendidos. Llenan así un cometido que rebasa al individuo, sus memorias y sus intenciones personales porque un objetivo manifiesto en casi todas las autobiografías es comunicar a otros yoes el yo del autor. Se ha dicho que Michel de Montaigne inauguró la conciencia moderna de un yo que escribe sobre sí mismo; parecería necesario agregar que este yo relator necesita a otro yo receptor que lo pueda escuchar y comprender. Al iniciar a los 13 años su entrañable e inmortal Diario, Ana Frank resuelve meridianamente este cometido:

“A fin de evocar mejor la imagen que me forjo de una amiga largamente esperada, no quiero limitarme a simples hechos, como tantos hacen, sino que deseo que este Diario personifique a la amiga. Y esta amiga se llamará Kitty”.

Estrategias de autoayuda frente a la crisis sanitaria

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Impacto emocional del COVID-19

A causa de la crisis global generada por la pandemia del COVID-19, datos de una encuesta de opinión pública (Buendía & Laredo, 2020) nos muestran que, entre los mexicanos, “impera el pesimismo sobre el futuro inmediato”. Así, el 70% espera una disminución en su ingreso familiar, 69% supone que algún miembro de su hogar pierda su empleo, 62% considera probable que haya desabasto de alimentos en algunas zonas del país, mientras que 33% piensa que es probable que algún miembro de su hogar contraiga el virus.

Desesperanza, angustia y hasta desesperación son algunos de los sentimientos que nos despierta el encierro del hoy y la incertidumbre del mañana. Hay quienes viven este aislamiento con tal miedo que su vida se ha tornado insoportable. Es por ello que los gritos de auxilio se han multiplicado. Especialistas en psicoterapia y coaching emocional me comentaron recientemente que estos días han incrementado las llamadas de ayuda de quienes no logran mantenerse a flote. También, en las redes sociales se multiplican los tips para que la gente logre calmar su miedo con meditación, pensamientos positivos, rutinas de ejercicios o bien con consejos para seguir con la vida a pesar de las condiciones adversas. De igual forma, hay datos que muestran que quienes antes acudían a terapias emocionales y psicológicas, ahora acuden a libros de autoayuda (El Comercio, 2020).

ninos en reclusion
Ilustración: El Sol de Mazatlan.

En marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud ya había alertado sobre el impacto emocional del COVID-19: “El aislamiento, el distanciamiento físico, el cierre de escuelas y lugares de trabajo, son desafíos que nos afectan, y es natural sentir estrés, ansiedad, miedo y soledad en estos momentos”. Éstas fueron las palabras de Hans Kluge, jefe de la OMS para Europa, durante la rueda de prensa del 25 de marzo. Mujeres embarazadas, adultos mayores y niños son la población más vulnerable frente a los posibles efectos emocionales de la emergencia sanitaria (DW, 2020).

La autoayuda frente a un grito de auxilio

El 23 de marzo se celebró el Día Internacional del Libro y el 30 de abril festejamos en México el Día del Niño. Difícil festejar a los niños durante el aislamiento obligado; pero parece fácil leer un libro en el encierro –si es que nos queda tiempo después de que la cuarentena nos ha multiplicado las labores domésticas y de cuidado–. Editoriales, librerías y autores han facilitado publicaciones y libros electrónicos de manera gratuita. También en redes sociales se muestran distintas formas de celebrar a los niños en casa. Seguramente este encierro ha obligado a muchos a buscar en las redes sociales estrategias para sobrevivir el encierro, calmar el estrés y animar a los niños.

Sin duda, también obligará a muchos a buscar soluciones en libros de autoayuda y eso no es extraño. La autoayuda como género literario surgió en la década de los treinta del siglo pasado, justamente después de la Gran Depresión de 1929 (Papalini, 2015). De hecho, uno de los primeros libros que hicieron de este género una industria por sus vastas ventas alrededor del mundo fue el que publicara en 1936 el empresario estadounidense Dale Carnegie, Cómo ganar amigos e influir sobre las personas. Entonces, no será extraño que después de la crisis que estamos viviendo, este género -el cual, se ha expandido desde 1990- gane mayor auge.

libros de autoayuda
Ilustración: Trendsmap.

Ya estamos viendo cómo la biblioterapia se presenta como una herramienta para sortear la angustia y el miedo actuales; y, sin duda, una vez que termine el periodo de aislamiento, las personas seguirán acudiendo a los libros y manuales de autoayuda para mejorar la situación anímica o económica en la que cayeron. Si bien, como en todo género literario, hay buenas y malas obras, el de autoayuda no es la excepción. No obstante, en diversas investigaciones (véase, por ejemplo, Montes de Oca y McLean, 2019) se ha mostrado que algunos de los libros de autoayuda, sí ayudan; además de que hacen que los lectores reflexionen, asimilen y adapten los contenidos a sus propias experiencias. En otras palabras, los lectores toman lo que les conviene para solucionar sus problemas.

Ya veremos cómo después de la crisis del COVID-19, por una parte, se multiplican las publicaciones y, por otra, crecen los lectores de un género que en México gana preferencia, ya que en 2017 casi el 30% de quienes habían leído un libro el último año, había preferido este género (Montes de Oca y McLean, 2019).


Referencias
~ Buendía & Laredo, 2020, Encuesta Nacional de Opinión Pública COVID-19.
~ DW, 2020, “OMS: el impacto psicológico del COVID-19 en la sociedad no debe ser ignorado”, 26 de marzo.
~ Diario El Comercio, 2020, “Autoayuda, un género que crece en el aislamiento”.
~ Montes de Oca, Laura y Scott McLean, 2019, “Entender la autoayuda. Claves interdisciplinarias para analizar una práctica cultural en expansión”, Revista Interdisciplinaria de Estudios Latinoamericanos, año 3, núm. 3, septiembre-diciembre, disponible en: https://bit.ly/3bRUeKK.
~ Papalini, Vanina, 2015, Garantías de felicidad. Estudio sobre los libros de autoayuda, Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora.


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Psique individual y pandemias globales: mirar desde lo digital

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Para la Dra. Tere Lartigue,
con mi cariño y admiración.

En el reconocimiento del Otro descansa la posibilidad civilizatoria. Sin ello, si a quien no es “como yo” se le niega la condición de semejante, la violencia se instala a sus anchas.

 La vida social y cultural, la vida en colectivo, pues, no sería ni siquiera necesario decirlo, está entrecruzada, de modo permanente, e indisoluble con la manera en cada sujeto, cada psique asume, procesa y expresa su realidad psíquica.

Apenas el fin de semana pasado, bajo el auspicio del Comité de Mujeres Psicoanalistas (COWAP, por sus siglas en inglés), que forman parte de la Asociación Psicoanalítica Internacional, se llevó a cabo el XIV Diálogo latinoamericano intergeneracional entre hombres y mujeres.

Con el apoyo de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, este encuentro se realizaría de manera presencial por estos días de pandemia.

Lejos de amilanarse, el Comité organizador buscó el apoyo de AlfabetizaDigital, la Agencia que dirijo al lado de la muy brillante Hilda Gómez González, para pedirnos pudiéramos hacernos cargo de la reconversión digital del evento.

psique individual tecnologica
Ilustración: Joydeep Chowdhury.

La Reconversión de un evento presencial en uno digital, valga decir ahora, no es simplemente llamar a los participantes a conectarse a Zoom u alguna otra plataforma.

Lo Digital, lo hemos venido diciendo desde hace por lo menos un lustro, no consistente tanto en las herramientas o plataformas, como en el impacto que a nivel de formas de pensamiento y experiencia se puedan generar.

Así, el trabajo que nuestra Agencia Consultora hace en materia de Reconversión de eventos presenciales para convertirlos en espacios de interacción digital, implica el ejercicio de resituarse, repensar la noción misma de “encontrarse”.

Compuesto por más de 60 ponentes y conferencistas, así como por más de 250 asistentes, el Diálogo COWAP 2020, se trasladó con éxito a una lógica digital, al tiempo que se situó como un evento pionero en su tipo.

Bajo el tema, “Poder, género y amor. Perspectivas feministas contemporáneas”, el Diálogo COWAP tuvo como su conferencista magistral principal a la muy destacada psicoanalista y pensadora de la realidad actual, Jessica Benjamin.

Jessica Benjamin
Jessica Benjamin (Fotografía: IARPP).

Reconocida por sus aportes tanto en campo de los estudios sobre la psique, como del movimiento feminista, Bejamin decidió titular a su ponencia magistral: “Vulnerabilidad, Repudio y Violencia. La Tragedia de la Masculinidad”.

En el camino hacia lo que ella misma llama las reconsideraciones sobre el modelo freudiano clásico, Benjamin, cuyo apellido debiera por sí mismo remitirnos a una escuela de criticidad de grandes alcances, urge a “investigar cómo el modelo de sexualidad fálica de Freud fue organizado por las exigencias patriarcales y heterosexuales. Sus categorías, saturadas con la experiencia del patriarcado, expusieron el ADN psíquico de las formas patriarcales de vida familiar tradicionales”.

“Este DNA sigue encontrando modos de replicarse y sus efectos son especialmente visibles en las recientes olas de violencia en contra de las mujeres. Y a pesar de su supuesta erradicación en algunas partes del mundo, existen formas de dominación masculina que parecen capaces de crecer hidropónicamente aun en las culturas que la desafían”, agrega Benjamin.

Hace unos años, en aquel deslumbrante ensayo sobre la violencia, que la mente aguda de Hannah Arendt nos legó, advertía las múltiples aristas sobre el tema.

Una de ellas, la tendencia, ya para entonces excesiva, de dotar de credibilidad en demasía a quienes desde el discurso de los aparentemente científico y, bajo el amparo de la estadística, hablan de muertes, así en plural y números escalofriantes, sin comprender la tragedia que una sola muerte entraña.

Ese uso político de la ciencia y tecnología, que en los años setenta, cuando Arendt escribe Sobre la violencia, se centraba en la disuasión nuclear, que ejercía una potencia, los Estados Unidos, sobre otra, la Unión Soviética.

violencia de genero y psique individual
Ilustración: Agnieszka Sozańska.

Hoy, en algún sentido, el curso de la tecnología, particularmente de la que tiene que ver con las plataformas digitales, ha permitido que se lleven a cabo con éxito encuentros como el de COWAP 2020, que da pie a esta nota.

Aunque también es cierto, que el uso político de la ciencia y la tecnología, y especialmente, de la estadística, ha dado lugar a que científicos pasen a jugar el rol de legitimadores del discurso que desde la política diseñan los gobiernos.

En su conferencia magistral, Benjamin se centró en “reflexionar acerca de las Mujeres exigiendo que la aceptación de la existencia de la violencia y la opresión por los hombres constituya una afirmación de subjetividad que, en efecto, proporcione una base diferente de reconocimiento”.

Esta afirmación, es la base de lo que la propia Jessica Benjamin ha llamado “la diferencia que el Otro puede hacer”.

El reconocimiento del Otro, de su voz, su mirada y sus legítimos intereses y preocupaciones, es una condición esencial para la rearticulación social que este tiempo demanda.

Entre los temores que la psique individual genera y la realidad de una pandemia de proporciones inusitadas, la tentación de que ciencia y tecnología sirva al discurso del poder, es muy alta.

Su valladar, la puesta en duda, el debate; lo múltiple. El Otro.

Sus voces.


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Educación en línea, teletrabajo y las competencias profesionales desde casa

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#EducaciónEnLínea, #TeleTrabajo, #YoMeQuedoEnCasa

La contingencia del COVID-19 no sólo ha expuesto las deficiencias y fortalezas de nuestros sistemas sanitarios, económicos, sociales, científicos, profesionales y académicos, sino que también ha sacado a relucir oportunidades en torno a la forma que tenemos de relacionarnos, comprar, estudiar y trabajar.

Dentro de las oportunidades mencionadas, el trabajo, es posiblemente el ámbito de oportunidad que más cambios sufrirá por su impacto en la sociedad. Si bien, el ámbito profesional se ha mantenido intacto con el paso del tiempo, llegándose a convertir en un parámetro de referencia para nuestras actividades, ahora se encuentra en una situación de disrupción.

En este sentido, la contingencia sanitaria ha roto con esa rigidez, obligándonos a cambiar nuestra percepción y valorar nuevas formas de trabajar, poniendo sobre la mesa que los perfiles profesionales del futuro requerirán de competencias que, hoy en día, no se están desarrollando del todo en los sistemas educativos.

teletrabajo
Ilustración: Andrea Tobar.

Según Thomas Frey, conferencista y autor del libro Communicating with the Future, el 60% de los perfiles profesionales que se necesitarán en los próximos diez años no tiene aún un programa formal de formación académica diseñado. Situación compleja y preocupante, si entendemos los escenarios y niveles de competitividad en que se mueven las organizaciones.

Partiendo de esta situación, algo que podemos visualizar con base a la contingencia sanitaria, las tendencias tecnológicas y las necesidades de las organizaciones, son las características que deberán tener tanto los nuevos perfiles como los más tradicionales, ya que la coexistencia entre ambos deberá ser sinérgica.

En primer lugar, los puestos de trabajo se convertirán en espacios de trabajo variables y con horarios flexibles, es decir, posiblemente hoy nos encontremos trabajando en México y mañana en China, o bien, desde la comodidad de casa con personas que se encontrarán en la misma ciudad o al otro lado del mundo, sin llegar a estar encasillados en el horario tradicional de 8 o 10 horas laborales continuas.

teletrabajo y educación a distancia
Ilustración: Behance.

Esto obviamente traerá consigo cambios en la propia actitud de las personas, ya que los profesionales de mañana deberán pasar de estar enfocados en los procesos rígidos y coordinados por un responsable, a ser sus propios líderes, trabajar por objetivos y resultados, aportando una mayor capacidad de adaptación, así como una vocación por la innovación. Además, el profesional de mañana tendrá que convertirse en una persona que promueva la creación de entornos de trabajo dinámicos, donde se comparta el conocimiento y se creen de forma constante oportunidades de crecimiento profesional –para todos, dentro o fuera de la propia organización–.

En conclusión, es aquí donde tenemos la oportunidad de generar una ventaja competitiva, sólo si somos capaces de planificar estos nuevos perfiles desde la lógica de la colaboración, haciendo que la sociedad, la industria, la universidad y el gobierno actúen de manera conjunta para anticiparse a las demandas del futuro, diseñando una oferta formativa que propicie el desarrollo profesional y personal adecuado a las necesidades locales, regionales y globales. Finalmente, está claro que invertir en las personas y actualizar nuestras competencias debe ser una prioridad si pretendemos posicionar al talento mexicano y, por ende, a México como un país dinámico y competitivo.

Levantemos la cabeza y miremos al futuro pensando en todo lo que necesitamos para ser y seguir siendo competitivos. No duden en seguir haciéndome llegar sus comentarios y recomendación al correo electrónico ricardolopezrobles@outlook.com o vía Twitter a @rlopezrobles, y #YoMeQuedoEnCasa.


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¿Somos nuestra memoria? Autorrealización por el recuerdo

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El poema “Memoria” de José Emilio Pacheco, previene: “No tomes muy en serio/ lo que te dice la memoria. /A lo mejor no hubo esa tarde. /Quizá todo fue autoengaño. /La gran pasión/ sólo existió en tu deseo”. Pero el autoengaño del falso recuerdo (¡fake news!) no debe tomarse a la ligera: desde la teoría y la ciencia será conveniente escrutar el artilugio de la memoria y su relación con el yo y, además, en el fuero interno, reflexionar la propia historia para esculpir y depurar la identidad.

deja vu y recuerdos
Ilustración del fenómeno deja vú como un “truco del cerebro” (Fotografía tomada de: BajaPress).

En 1886 el psiquiatra alemán Emil Kraepelin (1856-1926) describió varios errores de la memoria bajo el nombre de “paramnesias”. Las más comunes son el tomar fantasías o sueños como vivencias ocurridas en el mundo externo y el considerar una escena vista o una situación vivida como duplicación de una anterior, lo que se conoció luego como déjà vu (ya visto) y déjà vécu (ya vivido). Otra distorsión de la memoria es la confabulación que consiste en fraguar adiciones a los recuerdos y sus relatos narrados. Esto sucede en las amnesias y llega al delirio en los alcohólicos crónicos con síndrome de Korsakoff, quienes rellenan sus lagunas de memoria con narrativas inventadas para paliar la evidencia de su patología. También se han documentado numerosos sesgos de la memoria en personas normales que se manifiestan en el guardar y recordar eventos y experiencias de forma distorsionada. En su libro Los siete pecados de la memoria, Daniel Schacter ha descrito algunas desviaciones prevalentes y éstas incluyen agrandar logros, recordar calificaciones mejores de lo que fueron, retener el contenido pero no la fuente de la información, confundir una memoria con una imaginación, considerar los eventos remotos como recientes y los recientes como remotos, o recordar mejor las tareas no terminadas que las terminadas. Estos sesgos manifiestan la fuerte conexión cognitiva que existe entre la memoria, el razonamiento, el sistema de creencias y la conciencia de uno mismo, en especial la parte referente a la autoimagen que hemos revisado como el falso ego.

Daniel Schacter
Daniel Schacter y dos de sus libros sobre la memoria (Fotografía tomada de: PNAS).

Una forma impactante de recuerdo es el flashback, la recolección repentina, vívida e involuntaria de una experiencia previa, usualmente aterradora. En las personas que padecen síndrome post-traumático, la palabra flashback, importada del inglés y del cine, implica un fogonazo retrospectivo, una reminiscencia intensa que revive en el presente lo que en su momento fue una experiencia intolerable que no logra asumirse. Pero acontece que el recuerdo derivado de eventos desgarradores frecuentemente se graba o recupera de forma distorsionada y da lugar a falsos recuerdo. El tema de los falsos recuerdos es muy extenso y baste aquí con decir que su existencia se ha documentado de manera rigurosa, así como la capacidad de generarlos por sugestión.

El olvido es otro tópico relevante a la fidelidad de la memoria. Se dice a veces que las cosas “han caído en el olvido” como si hubiera un opaco sumidero a donde va a dar lo que ya no se recuerda, pero es más verosímil plantear que la huella o el engrama de la memoria se diluye, se desmorona, se silencia o se pierde con el tiempo. Pero el paso del tiempo no es suficiente para erosionar la huella, pues algunos recuerdos permanecen y otros decaen. Un recuerdo tiende a perderse cuando no se reactiva y es posible que los remotos sean más indelebles porque han sido más reactivados: la repetición del recuerdo entraña una rehabilitación de la huella.

hector abad
Este libro de Héctor Abad versa sobre el asesinato de su padre en Colombia. Al ser balaceado tenía 65 años y en el bolsillo del pantalón llevaba el soneto de Borges, “Epitafio” cuyo primer endecasílabo dice: “Ya somos el olvido que seremos…” (Fotografía tomada de: Wikipedia).

Ahora bien, estas fallas y sesgos no invalidan la utilidad de la memoria. Aunque la información recuperada no sea exacta en comparación con el estímulo o la experiencia originales, el recuerdo debe ser lo suficientemente eficaz para que sea adaptativo y pueda ayudar para promover decisiones y conductas apropiadas; es decir, debe existir una cuota operativa y útil en el sistema de consolidación, almacén y recolección. El error de base no es tanto el de la inexactitud memoria, sino la falacia teórica que le exige el ser “objetiva” y fiel a la “realidad”, una fórmula que asume una separación terminante entre lo objetivo lo subjetivo, entre la realidad externa y la interna, entre lo físico y lo psicológico. La problemática idea de que toda memoria es falsa porque no es posible recuperar las experiencias pasadas en plena viveza y en todo detalle, puede además desembocar en un nihilismo sobre la identidad de la persona, pero esto no es una deducción convincente. Los ajustes que se producen en la recuperación y reconsolidación no necesariamente invalidan el recuerdo, incluso lo pueden enriquecer cuando se le ubica en tiempo y lugar, cuando se identifican los personajes recordados y sus relaciones, o cuando se le encuentran nuevos significados.

Notemos esta característica esencial del recuerdo: su recuperación a la conciencia ocurre en un marco cognitivo más cercano a la imaginación y a los sueños que a la percepción. Por ejemplo, un recuerdo episódico, como es una escena inolvidable de la propia existencia y que se puede evocar en este momento, surge en un formato imaginativo polisensorial –visual, auditivo, táctil, cinético– probablemente acompañado por emociones y consideraciones que proceden en el periodo mismo de recordar. Esta actividad es propia del pensamiento y como tal es ingrediente del conocimiento. Además, hay que distinguir la fidelidad de la memoria de la identidad personal fincada en las evocaciones de la vida.

¿Somos realmente nuestros recuerdos?

borges
Jorge Luis Borges (Fotografía tomada de: Zenda).

Las veredas del pasado no se remontan, ni es posible bañarse dos veces en las mismas aguas de un río, sea el Caístro de Esmirna o el Usumacinta de Mesoamérica. La experiencia no se almacena como una grabación o reflejo de la realidad externa, porque esta “realidad”, como sea que se conciba, no es totalmente accesible. Sólo una parte reducida de las energías del mundo y del cuerpo es asequible a la percepción; de ella sólo se procesa la fracción que se atiende y emociona; de esta sólo algunos estímulos salientes o secciones significativas de la vivencia se consolidan. Y esto sólo concierne a la incorporación, porque la recuperación implica una actualización que se realiza entre obstáculos de olvido, tergiversación y falsos recuerdos. El recuerdo no es reproducción o evocación fiel y fija del pasado porque en cada remembranza ocurre una recreación, una reconstrucción, una figuración.

La memoria es una iota de lo existente, pero por su contenido es indispensable para actuar en el mundo y para definir la identidad personal, en especial si se reflexionan y depuran los recuerdos. Dado que los recuerdos son parte de nuestra identidad, su tratamiento y depuración son recursos determinantes para realizarla progresivamente. Si la persona pretende conocerse a sí misma, le será necesario analizar y depurar este anclaje de la identidad en la memoria. Hacia la mitad del El elogio de la sombra, Jorge Luis Borges, un Virgilio de este délfico empeño, lo expresa de manera franca y honda:

Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas.
Ahora puedo olvidarlas. Llego a mi centro,
a mi álgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy


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