#AdiosPresidente
“Querido Presidente:
Ha sido usted un mentiroso durante todo su mandato. No ha pensado más que en usted mismo y no tiene la capacidad de escuchar a los demás. Cada vez que ha tenido oportunidad de hablar en público (cosa que le encanta) se encarga de denostar a políticos adversarios, a medios de comunicación e incluso a otros países, para ponerse en posición de víctima y denunciar que hay una campaña en su contra.
Usted, señor Presidente, vive en otra realidad. En esa del soberbio, del que cree siempre tener la razón y en donde no hay posibilidad de diálogo. Es un populista que ha degradado la imagen de nuestra nación en todo el planeta.
La polarización en nuestro país nunca había alcanzado los niveles que hoy vemos. El encono y el rencor se han alimentado todo este tiempo por sus discursos que no construyen nada, sólo destruyen e inquietan a propios y extraños.
Usted ha gobernado a través de sus declaraciones, no ha habido logros gubernamentales importantes, pura verborrea. No dejará ningún legado, pasará a la historia como el peor Presidente.
Siempre alega que la democracia sólo ha beneficiado a una minoría poderosa y abusiva. Critica a un sistema que, aunque paradójico, le ha dado todo lo que tiene.
Usted llegó y se hizo del poder público por capricho. Aprovechó que la sociedad creía que no se podría estar peor; harta del establishment que había prevalecido durante tantas décadas. ¡Qué equivocados estábamos! Con sus cosas buenas y malas, por lo menos ese establishment había construido en este país tantas cosas que usted quiso destruir en tan poco tiempo.
Un grupo minoritario se ha cegado con lo que usted dice y su discurso los ha vuelto fanáticos. A tal grado que tomaron las calles y el Congreso. Sus gritos de odio provienen del engaño mayúsculo del que han sido víctimas. Porque usted, señor Presidente, no tiene escrúpulos. Puede mentirle al de enfrente, en su cara y sin el menor pudor, y decir lo que quiera; porque usted, por el simple hecho de ser Presidente, cree que tiene el derecho de hacer lo que le venga en gana. No entiende que este país luchó por crear instituciones que precisamente le crearan contrapesos a su figura y que eso se hizo con el fin de que ningún Presidente volviera siquiera a contemplar cualquier conducta autoritaria y represiva, como usted seguro visualizó.
Sobre el coronavirus, ¿qué le digo? La torpeza con la que se atacó la pandemia es sólo proporcional al número de contagiados y de muertos que hay en nuestro país. ¡Un desastre colosal! Esperemos que con el plan de vacunación se remedie.
La democracia es la columna vertebral en este país y el que usted hable de fraude en las elecciones, una y otra vez, deja claro que usted no cree en ella. Lo bueno es que el voto cuenta y es en el sufragio efectivo donde se empodera al ciudadano. Es el ciudadano quien manda y quien define a sus gobernantes. No se le olvide que usted llegó ahí por nosotros. Los mismos que lo pusimos en el cargo somos ahora su verdugo.
¿Pensaba de verdad que gobernando así iba usted a prevalecer? La gente quiere estar bien, y con usted no ha sido el caso. Se vive en tensión todo el tiempo pensando:
– “¿Con qué nueva ocurrencia nos saldrá ahora el Presidente?”
y ya nos quedó claro que, precisamente en esas ocurrencias es donde quería que el pueblo descansara y se distrajera. Quería que no nos diéramos cuenta que realmente no sabía ser Presidente y que el puesto le quedó enorme; ¿pero sabe qué, señor Presidente? Nos menospreció. Nos dimos cuenta de su engaño, nos dimos cuenta que en su gobierno no mejoramos, sólo nos enfrentamos. No somos más productivos, ni más ricos, ni más libres. No vivimos mejor y por eso se va.
Adiós, Presidente Trump, tenga la seguridad de que no lo vamos a extrañar.”
Así me imagino una carta que cualquier ciudadano norteamericano le puede estar escribiendo a Donald Trump ahora que deja el cargo.
¿Ustedes, qué se imaginan?
Buen inicio de año y mis mejores deseos para el 2021.
También te puede interesar: Mis reflexiones del año 2020 (Segunda parte).