Mercado laboral

Brecha generacional marca a los Millennials

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“Cada generación se burla de las viejas costumbres,
sin embargo, siguen religiosamente las nuevas”.
Henry David Thoreau.

Mucho se ha dicho sobre la generación Millennial, esta generación desesperanzada que no cree en el empleo fijo, cuyo lema de vida se vive a la velocidad de la luz y por esa razón su permanencia en los trabajos no van más allá de 4 meses, sin duda, llegó a romper todos los esquemas laborales.

Desde hace muchos años, la motivación, la cultura organizacional, la satisfacción y ambiente laboral han sido los factores con mayor peso que condicionan la capacidad de aprender, desarrollarse y, sobre todo, mantenerse “estable” dentro de una organización/empresa.

“Es que ellos [los Millennials] creen que se lo merecen todo” –comenta Cecilia L., secretaria con más de 4 años de antigüedad en su empresa– “aquí nadie dura más de seis meses, se quejan de que es mucho trabajo, que es muy aburrido, y que el horario no les da tiempo para hacer más cosas. Yo no sé qué idea tienen acerca de tener un trabajo, se trata de ponerte la camiseta y hacer lo que te toca, punto”.

Hace tan sólo un año, estos factores comúnmente asociados al desempeño laboral de los mal llamados Millennials que trabajan en el sector empresarial, solían verse con muy malos ojos por ciertas situaciones que generaciones anteriores ven como comunes: demasiada carga laboral, actividades que no corresponden a su cargo, salario muy bajo a sus expectativas, jefes exigentes, pésimo ambiente, horario demandante, entre otros factores.

El choque de ideales se fundamenta en la queja de empleadores y trabajadores antiguos acerca de sus colegas más jóvenes, pues según su experiencia, las nuevas generaciones carecen de compromiso organizacional y esto afecta el desempeño general de la empresa.

De acuerdo con un estudio de Banxico (2017) esta generación se caracteriza por ser una población con altas tasas de rotación, esto en razón a las constantes ganas de aprender y desarrollarse profesionalmente, lo que los lleva a tener también altas tasa de insatisfacción laboral.

Claro, existe este grupo de jóvenes que son “desleales, absortos en sí mismos, perezosos y que sólo se la pasan en el celular”, pero también existe esta generación de emprendedores digitales e innovadores.

Porque ante la agonía por un futuro incierto, este otro grupo de la generación gusta por el trabajo y opta por el aprendizaje como parte importante de su carrera futura. Así como la innovación en proyecto tras proyecto -ante la adversidad laboral- es una cualidad que define a esta parte de la generación.

Para este 2020, los Millennials constituyen más de un tercio de la fuerza de trabajo mundial; mientras que se veía venir un constante “estira y afloja” en la relación empleador-empleado, a raíz de la pandemia esta redefinición de relaciones borró en su mayoría, la visión negativa que se tiene sobre esta generación.

grafico generacional
Créditos: El Semanario Sin Límites.

¿Incomprendidos, locos o ingenuos?

En un mundo donde la tecnología y las comunicaciones viajan a la velocidad de la luz, los Millennials dan forma, a su vez que también son formados, por el mundo laboral, abriéndose terreno en las villas godinezcas y labrando un camino que generaciones siguientes han de seguir y redireccionar con el paso de los años o de la evolución tecnológica.

El Dr. Héctor Zagal, filósofo e investigador de la Universidad Panamericana, explica en una entrevista con El Semanario, que el desprecio de las generaciones anteriores hacia las nuevas, no tiene que ver mucho con la incomprensión tecnológica, sino mas bien, va dirigido hacia la falta de visión de los Millennials: 

Uno de los aspectos que marcan esta brecha generacional, es que la generación Baby Boomer todavía es una generación que aspiraba a un trabajo fijo y escalafonado, y en este sentido, la generación Millennial es una generación desesperanzada, ya no cree en esa visión del empleo estable con prestaciones, más bien, piensan del trabajo como una vivencia, por lo tanto el trabajo le tiene que ser gratificante y no estar ahí siempre.

Es este cambio de visión laboral lo que ocasiona que los Baby Boomers miren con cierto desdén a la generación Millennial y con sospecha a los Centennials, “porque sienten que trabajan menos, que son menos constantes. Incluso, hay cursos para empleadores sobre cómo dirigir a un Millennial”, añade el filósofo mexicano.

Siguiendo con esta misma idea, el Dr. Zagal considera que su generación, los Baby Boomers, todavía piensa en el futuro y eso se refleja en el ahorro y especulación.

Por el contrario, los Millennials y Centennials, al no presenciar la mejor época de este sistema laboral escalafonado, sino su caída, resultan ser generaciones mucho más ancladas en el presente, que no creen en el ahorro y por tanto son mucho menos bancarizados.

Algo que diferencia este grupo poblacional de los anteriores, es la falta de credibilidad en un sistema empresarial escalafonado. Aquella época de jubilaciones con un reloj o placa de oro como regalo, sin duda no es algo que tenga presente esta generación laboral, en lugar de verse crecer en una misma empresa, la visión que conciben de sus carreras se asemeja a los vaivenes de las olas, irregular, tempestuoso, con paso desigual, pero siempre en movimiento.

En 2019 ManpowerGroup realizó un estudio cuantitativo de 19,000 Millennials trabajadores para estimar a un futuro cercano qué puede aportar dicha generación en este nuevo concepto laboral. En dicho estudio, se espera que la fuerza laboral Millennial trabaje por más tiempo que las generaciones anteriores, en México, 79% de los Millennials afirman que trabaja más de 40 horas a la semana, y más de una tercera parte lo hace por más de 50 horas en proyectos distintos.

A diferencia de lo que mencionaba el Dr. Héctor Zagal, la seguridad laboral es fundamental para esta generación, sin embargo, ellos la definen de una manera diferente.

Esta generación es consciente de que el sistema de jubilación pública será insuficiente y saben que tendrán que recurrir a un plan alternativo de pensiones más allá de lo que una empresas o el gobierno pueda ofrecer. Por eso, la alta tasa de rotación refleja el deseo de aprender diversas habilidades y convertirse en un trabajador capaz de desempeñarse en cualquier labor.

No son inestables como algunos lo han hecho creer. Cuando se da la oportunidad, siguen adelante o escalan posiciones en el trabajo, pero es más frecuente que esperen para avanzar con el mismo empleador. Al igual que las generaciones tradicionalistas antes que ellos, aspiran a la seguridad de un trabajo de tiempo completo que les garantice mantener su nivel de vida.

En México, 36% de la población Millennial vislumbraba una posible jubilación antes de los 65 años. Pero la pandemia sin duda está cambiando esta perspectiva, “ha sido un golpe tan fuerte y para todas las generaciones. Los Millennials se están dando cuenta de la fragilidad de estos trabajos freelance, y están viendo las grandes ventajas de aquello que veía con grande desprecio: el godinato, es decir, se ha hecho ver la fragilidad de un modelo laboral y a la par, se aprecia la oportunidad de tener un trabajo fijo”, puntualizó el Dr. Héctor Zagal en los modelos laborales.

Embajadores de lo digital

Durante el confinamiento por la pandemia, el fenómeno del trabajo desde la casa ha incrementado, lo que representa para las organizaciones un reto mayor, ya que demanda la planificación de mejores estrategias de cohesión a los objetivos y metas organizacionales.

Ante lo demandante de esta situación, generaciones anteriores como los Baby Boomers han demostrado la posibilidad de adaptarse, y la pandemia ha estimulado esa capacidad de amoldarse aceleradamente a lo digital, dando pauta a que dicha habilidad no es un característica exclusiva de las jóvenes generaciones.

La convergencia intergeneracional con la tecnología representa una oportunidad para cerrar una brecha generacional. De acuerdo con María Fernanda Sarmiento Armendáriz, Coordinadora de Fortalecimiento Académico de la Universidad Panamericana,  menciona que “esta pandemia es la prueba final, porque son los Millennials los que tienen que apoyar a las generaciones más grandes a las nuevas plataformas digitales, pero sin olvidar que en este papel deben meter a la siguiente generación, más versada en lo digital, al mundo laboral. Aquí los Millennials dejan de lado un poco de lado la idea de ser una generación completamente revolucionaria y se convierten en un puente”.

Para una generación hiperconectada cuyo uso del Internet y redes sociales representa un recurso social y también de uso laboral, los Millennials han jugado un papel importante dentro de la mediación generacional, pues se comportan como consumidores exigentes y buscan el éxito profesional a través de las actividades que disfrutan.

Con relación a lo expuesto anteriormente, la pandemia reforzó uno de los ideales de los Millennials, la tendencia de los nuevos trabajos en las empresas no requerirá de la presencia física de los empleados. Aunque esto se dio por necesidad de utilizar medidas sanitarias, actualmente más del 68% de los mexicanos mantienen el esquema laboral de home office.

Del aprendizaje y las nuevas generaciones

Aprender de ellos y entenderlos no es sólo para estar informados acerca de sus perspectivas y su modus operandi, sino por un tema de progreso de cultura-sociedad de cara a un futuro próximo con líderes globales de alto desempeño.

El éxito de una carrera profesional ya no se determina por los años transcurridos dentro de una misma empresa escalando en distintas profesiones, la facilidad de aprendizaje de una persona resulta esencial dentro de esta fuerza de trabajo.

Human Age afirma que la gran mayoría de los Millennials en México considera el desarrollo de habilidades como una parte importante de su carrera profesional. Incluso el 87% de la población en este rango generacional tienen grandes deseos y capacidad de rápido crecimiento y adaptación para adquirir nuevos conocimientos con los que puedan expandir su potencial laboral a lo largo de su vida productiva.

Este desarrollo de habilidades puede ser transmitido en mayor medida a las futuras generaciones: “Si se les da la oportunidad, van a poder mostrar de todo lo que son capaces” comenta Ma. Fernanda Sarmiento. Los Millennials, al ser los pioneros digitales, no les será tan difícil transmitir ese conocimiento tecnológico a las futuras generaciones como lo sería para las pasadas; sin embargo, y lo puntualiza la Coordinadora Académica, “las nuevas generaciones, al estar tan impregnadas de lo digital, carecerán de lo que conocemos como habilidades blandas, y este tipo de habilidades que se desarrollan de persona a persona son fundamentales dentro del ámbito laboral”.

Desde esta perspectiva, como puente generacional, los Millennials, además de aprender de las otras generaciones, deberán transmitir estos conocimientos y habilidades y traspasarlos a los futuros grupos poblaciones para evitar un rezago comunicativo dentro de la brecha generacional.

“Para mi generación, la socialización se da fundamentalmente a través de la presencia real, del contacto íntimo, que para las actuales generaciones, sobre todo los Centennials, tienen un ‘modo de socialización’ y un ‘modo de entablar gente’ basado en la pantalla. Y es que es difícil –para mi generación– estar conviviendo con alguien que al mismo tiempo que habla contigo, tiene una conversación con otra persona en WhatsApp”, apunta Héctor Zagal sobre las cualidades comunicativas entre generaciones.

La mentalidad de la generación Millennial concibe el crecimiento profesional como una mejora constante y no como un destino final. Quizás esta pandemia, más que una prueba final, sea una oportunidad nueva para crear una convivencia más tolerable entre generaciones y, de este modo, la brecha hacia un futuro no dependa sólo de materia laboral.

Pandemia golpea con más fuerza a clase trabajadora

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El impacto del COVID en la clase trabajadora ha generado no sólo la pérdida de empleos, sino un incremento en la brecha de habilidades que incluye una caída en el capital de habilidades y competencia.

La mitad de la población económicamente activa en México labora en el mercado informal, el comercio callejero o el trabajo doméstico, actividades que se presentan como las más vulnerables ante el riesgo de contagios.

Mientras la clase trabajadora busca mantener sus actividades productivas activas, en el último reporte emitido por autoridades sanitarias, al 24 de septiembre México contaba con 5 mil 408 nuevos contagios del virus SARS-CoV-2, elevando el número a un total de 715 mil 457, así como un total de 75 mil 439 fallecidos.

México se sigue manteniendo en la cuarta posición mundial de defunciones por COVID, detrás de Estados Unidos, Brasil e India, pero los trabajadores siguen sin sentir una seguridad para regresar a sus labores y el Gobierno mantiene el regreso escalonado de actividades limitando los aforos en negocios y la restricción de horarios.

De acuerdo con estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pérdida de empleos que ha generado el freno en la actividad económica, deriva en una caída de capital de actividades y de competencias entre las personas, lo que deja una secuela en la brecha de habilidades.

“Una de las preocupaciones surgidas en medio de esta crisis apunta a contener la pérdida en el capital de habilidades y competencias de las personas por la masiva caída del empleo. (…) La demanda por nuevas habilidades crecerá y se requerirán programas para reconvertir, recalificar y reinsertar trabajadores”, dijo en una nota técnica publicada por el organismo.

El documento señala que la clase trabajadora que ha sido víctima de la pérdida de empleo, debe enfrentar el desafío de recalificarse para lograr ser recontratados.

“Las personas que pierdan su empleo y no puedan encontrar vacantes abiertas para utilizar sus habilidades deberán ingresar a programas de recalificación y actualización, y en consecuencia quienes no encuentren acceso a dichos programas, no podrán fácilmente reincorporarse en trabajos de calidad y sus competencias podrían tornarse obsoletas en corto tiempo”, indica la nota.

“El gran espacio de la formación profesional en el corto plazo está enfocado en facilitar el acceso a opciones de recalificación o reconversión laboral para los trabajadores que han perdido sus empleos”, añade.

El futuro de los centros comerciales

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Pareciera ser que la pandemia poco a poco está cediendo, y por otro lado, como era de esperarse, la actividad económica tiende a reactivarse. Una actividad que considero importante analizar es cómo se empieza a comportar el comercio, tanto el informal o ilegal, como el formal.

En el mercado ilegal, preponderantemente tenemos a los tianguis, estos venden comida fresca o preparada para ser consumida en sitio –espero que en algún momento la autoridad reconozca la toxicidad de esta actividad cuando menos en el tema de salud, son focos potenciales de infecciones a los cuales cada vez debiéramos ser más sensibles por todo lo que esto implica–, y mercancías varias como pueden ser ropa y calzado, perfumería y artículos en general que en su mayoría son de fácil manejo, de dudosa calidad, piratas por lo general y que obviamente no pagan impuestos.

cierre centros comerciales
Fotografía: El CEO.

Es predecible que se reduzcan sus ventas en un porcentaje importante,  pero me parece que son reflejo de un país que se niega a salir de la mediocridad, y ahí seguirán.

Por otro lado, la actividad comercial tradicional se lleva cabo en los centros de las ciudades y en los centros comerciales. En cuanto al comercio, en los centros de las ciudades considero que las ventas bajarán pero los establecimientos permanecerán, probablemente baje el valor de los traspasos y se verán algunos ajustes en las rentas. El problema principal para algunos pequeños comerciantes es que mantengan sus gastos personales como han estado acostumbrados y poco a poco descapitalicen su negocio, es decir, se vayan comiendo su tienda.

cierre de negocios, covid-19
Fotografía: El País.

Los centros comerciales han crecido en los últimos años de forma exponencial, es impresionante cómo se ubicaron en todo el país tanto centros comerciales enormes, así como medianos y pequeños. Para poder crecer tan rápidamente en muchos casos se apalancaron de manera importante, esto es, pidieron financiamiento con costo y como lamentablemente muchos de sus locatarios no podrán hacer frente a las rentas comprometidas, sus ingresos se verán mermados.

Actualmente lo que está sucediendo es que la gran mayoría de los locatarios han dejado de pagar las rentas o han negociado un descuento, o bien, simplemente ya abandonaron su local.

Es de esperarse que algunos giros se reactiven más rápido que otros, pero veo muy problemática la situación de los cines, restaurantes y algunas marcas internacionales que ocupan en estos centros comerciales superficies muy importantes.

centros comerciales vacios
Fotografía: Business Insider México.

Aunado a esta situación, desde antes de la pandemia el comercio electrónico ya venía sustituyendo y afectando las ventas de muchos comercios y el COVID-19 simplemente aceleró el proceso. Es difícil predecir cómo quedará el balance de participación de mercado que tendrán las ventas presenciales en relación a las electrónicas, pero aunque mucha gente se acostumbró a pasear sobre todo los fines de semana en los centros comerciales, y ya es parte de su cultura, otros definitivamente cambiaron su patrón de compras.

Por supuesto, hay centros comerciales AAA, AA, A, B, C, yo creo que los mejores centros comerciales seguirán vigentes, habrán de moderar las rentas y el precio de los traspasos será menor, veremos rotación de inquilinos pero permanecerán activos. Sin embargo, creo que en los menos atractivos habrá abandono, quedarán medio vacíos y se volverán poco atractivos al público en general. El problema se ve muy fuerte, ya que como comentaba, los que deben dinero podrán, como se dice, patear el balón un rato, renegociando los plazos de pago con los bancos, pero finalmente creo que veremos el cierre de muchos centros comerciales.

calles vacias del centro historico
Fotografía: Marca.

De alguna manera estamos viendo el cambio de un mercado que favorecía a los vendedores, a un mercado de compradores; habrán de ser muy inteligentes los negociadores, tanto los arrendatarios como los arrendadores, para poder prevalecer en el tiempo. Es importante reconocer que el cambio, para bien o para mal, ya se está dando, el COVID-19 cambió las circunstancias, el cambio es vertiginoso y no va a ser fácil digerir todo lo que esto implica.


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Recuperación del empleo, los ‘otros datos’

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AMLO revela sus datos de desempleo en México; analistas ven lenta recuperación

Mientras el presidente AMLO revela datos de empleo en México con recuperación de 15 mil empleos en una semana, especialistas no se muestran tan optimistas.

Primero fueron diez mil los empleos recuperados en lo que va del mes de agosto y ahora, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estima, un día después, que son 15 mil las plazas formales recuperadas tras la pandemia de la COVID-19.

“La buena noticia es que en los días que va de agosto ya se han creado casi 15 mil nuevos empleos, 14 mil 945 hasta el día de ayer. Ya dejamos de perder empleos y vamos para arriba”, dijo en un video publicado en sus redes sociales.

El Presidente hizo un recuento sobre el impacto de la pandemia en la economía y su implicación en el mercado laboral, recordó que en marzo empezó la crisis con la pérdida de 130 mil 593 empleos, pero fue en abril cuando hubo una “debacle” con 555 mil 247 puestos de trabajo que fueron dados de baja.

Dijo que en mayo se perdieron 344 mil 526 plazas laborales y en junio disminuyó el ritmo de bajas del IMSS con 83 mil 311 puestos.

“Lo que dije es que en julio si no se recontrataban, no íbamos a perder ya la misma cantidad, ya solo (se perdieron) 3 mil 900 empleos. Pero la buena noticia es que en los días que van de agosto ya se han contratado casi 15 mil nuevos empleos, 14 mil 945 hasta el día de ayer (7 de agosto), o sea, ya dejamos de perder empleos y ya vamos para arriba”, dijo, lo que indicó es una buena noticia, después de cinco meses con pérdida de empleos.

“Por eso hablé de la figura de la ‘V’. Ya tocamos fondo y vamos de salida. Yo espero que terminemos agosto con nuevos empleos y de ahí para adelante: septiembre, octubre, noviembre y diciembre para volver a estar como en febrero. Eso es lo que estimo, es lo que yo deseo”, indicó.

El optimismo del presidente vs. la realidad de los analistas

José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), consideró que todavía es prematuro considerar que los 15 mil puestos de trabajo de agosto configuren una tendencia de recuperación del empleo, por el contrario, existe debilidad en el mercado laboral ante la incertidumbre de las empresas sobre la factibilidad de seguir operando.

“La cantidad de empleos que se están creando es positiva, pero modesta, esto puede obedecer a que la reapertura de la economía sí implicó que se formalizaran empleos, pero al mismo tiempo muestra la debilidad de esa generación de empleos, porque tendríamos que estar generando sin crisis y sin Covid cerca de 100 mil empleos cada mes, en realidad estamos en déficit”, expuso el especialistas citado por El Financiero.

Gabriel Pérez del Peral, profesor de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, apuntó que “conforme se abrió la economía, se recontrató a la gente y eso se refleja en los primeros días de agosto, pero no se puede decir que sea ya el preámbulo de una recuperación sostenible porque va a depender mucho de la gestión que se haga de la pandemia en adelante”.

Señaló que, para poder hablar de una recuperación sólida del empleo, tendría que haber, entre otros aspectos, la aplicación de más pruebas para detectar el virus, la existencia de una vacuna y aparición de tratamientos para la enfermedad, así como apoyos a las empresas y desempleados, para no obstaculizar su operación.

Con los datos ofrecidos por el presidente, el saldo de la pandemia de Covid-19 es de un millón 117 mil 584 empleos formales perdidos de marzo a julio.

La Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de julio de 2020 indicó que el consenso de analistas estima que este año terminará con una pérdida de un millón 184 mil puestos de trabajo formales.

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Los datos de la población en pobreza laboral en México

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Coneval revela datos de pobreza laboral en México para el mes de junio

El regreso de algunas actividades económicas bajo la llamada ‘Nueva Normalidad’ impulsó la recuperación del porcentaje de personas en pobreza laboral que en el mes de junio se ubicó en 48.1 por ciento, desde su nivel más bajo del 54.9 por ciento registrado en mayo.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en junio, mes de la reapertura de ciertas actividades productivas no esenciales suspendidas por más de cien días por la pandemia de la COVID-19, la pobreza laboral logró una recuperación del 6.8 por ciento.

Comparado con abril, cuando la población pobre por ingresos se situó en 53.1 por ciento, la disminución es de 5 puntos porcentuales. No obstante, aun con la mejoría observada en junio, todavía existe una brecha respecto del nivel de 35.7 por ciento reportado a inicio de año, antes de las medidas de Jornada Nacional de Sana Distancia que obligó al confinamiento de la población y la suspensión de negocios.

El ingreso laboral real per cápita, estimado a partir de los resultados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del INEGI, aumentó 10.4 por ciento, al pasar de mil 422.24 pesos en mayo a mil 570.74 pesos en junio de 2020.

Debido a que la pandemia provocó tanto una disminución en el número de ocupados como en el ingreso laboral, la masa salarial para los meses de abril y mayo resultó afectada negativamente con disminuciones de 19.1 y 7.6 por ciento, respectivamente, no obstante, esa tendencia a la baja se revirtió en junio, ya que la masa salarial aumentó 10.1 por ciento respecto al mes previo.

“Se observa una recuperación en el mercado laboral durante el mes junio. Entre mayo y junio se muestra una disminución de la pobreza laboral, así como un aumento del ingreso laboral per cápita y la masa salarial”, apuntó.

Detonar y formalizar al mismo tiempo la economía de México

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Las dos prioridades que hoy tiene nuestro país son: por un lado, hacer el mayor esfuerzo posible para disminuir la mortandad debida al COVID-19, promoviendo el distanciamiento social, atendiendo lo mejor posible a la gente que se va contagiando mientras esperamos el momento en que podamos finalmente vacunarnos contra esta maldita pandemia y, por otro lado, generar más empleos y mejor pagados, pero de manera formal.

En mi opinión, una de las formas más rápidas y eficientes para impulsar el empleo es detonando el consumo, y para que esto suceda se necesita que la gente gaste dinero.

Se puede afirmar que hoy no hay recursos, ha habido mucha pérdida de empleos, también reducción en los salarios, y tardaremos mucho tiempo en recuperarnos.

Sin embargo, podemos aplicar una muy buena fórmula para reactivar la economía rápidamente y al mismo tiempo provocar que se formalice en una buena medida.

billetes mil pesos
Fotografía: Pinterest.

Hoy en día tenemos en circulación entre los billetes de 1,000 pesos y de 500 pesos muchos miles de millones –67,000 millones de pesos en billetes de a 1,000 y 1,400,000 millones en billetes de 500 pesos–, los cuales en una muy buena parte son la herramienta que se usa para transaccionar en la mal llamada economía informal, la cual realmente es ILEGAL, y que creo que por no decirle por su nombre, ha suavizado la gravedad y el daño que le hace al país.

Si se decretara que tanto los billetes de 1,000 y de 500 pesos solamente los honrará el Banco de México durante los próximos 90 días, ¿qué pasaría?

Si ese dinero se ganó de manera legal, simplemente lo depositas en tu cuenta bancaria y no tienes problema, pero si no es así –como supongo que son muchísimos los casos–, entonces te lo tienes que gastar.

Entiendo que es un poco tramposo reactivar el consumo y la economía de esta manera, pero creo que la gravedad de la situación que estamos viviendo lo amerita, esto sería un golpe de una sola vez que mucho nos ayudaría a recuperarnos más rápido y además simultáneamente formalizando la economía en buena medida.

circulación billetes 500
Fotografía: BBVA.

Si analizamos quiénes reclamarían o se opondrían, estoy seguro de que no darían la cara, pues realmente con los instrumentos electrónicos que hoy existen, los cuales se están popularizando muy rápido en todo el mundo, cualquiera que tenga su dinero generado de manera legal, no debería tener impedimento alguno para dejar de usar los billetes de alta denominación. La tendencia mundial es a ir eliminando cada vez más rápido el uso del dinero en efectivo, la pandemia que estamos sufriendo, está acelerando este proceso.

Hay experiencias muy interesantes y exitosas que podemos analizar de países como la India, e incluso varios países africanos. Es sorprendente la velocidad a la que los medios de pago a través del celular se están popularizando.

La realidad es que a la gente que tiene menos recursos o todavía se le complica usar los medios de pago electrónicos, con billetes de 200 pesos y menos, no debiera tener ningún problema para realizar sus operaciones.

pago de dinero tarjeta
Imagen: Freepik.

En mi opinión, estamos viviendo una crisis de tal tamaño que para salir de ella es necesario actuar de manera decidida y con acciones bien pensadas, pero diferentes a lo tradicional que no está funcionando.

Tenemos una oportunidad única y de una sola vez para detonar la economía del país retirando de la circulación los billetes de 1,000 y de 500 pesos, provocando que sean gastados en nuestro mercado interno. Creo que es el momento idóneo para hacerlo y atemperar la crisis y los estragos que estamos sufriendo.


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El fin del capitalismo

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Al principio, todo el mundo creyó que se trataba de una enfermedad surgida en China, por la escasa higiene en espacios públicos de sus habitantes y su afición a comer todo tipo de bichos. Algo más como la gripe aviar o la fiebre porcina que ya se resolvería. Poco a poco esta enfermedad fue invadiendo otras naciones. Los chinos quisieron ocultar el hecho, pero una vez que ya no fue posible actuaron con medidas draconianas, encarcelando a los ciudadanos en sus propias ciudades y casas para, poco a poco, reducir el número de enfermos.

Para entonces el virus ya había comenzado la invasión del planeta. Algunas naciones reaccionaron con celeridad cerrando fronteras como en Rusia o saliendo a buscar al enemigo a la calle en aquellos individuos que parecían sanos. Los más listos fueron los coreanos que hicieron miles de test y lograron con la ayuda de la población local, que sí se tomaba en serio las recomendaciones de no salir a la calle, reducir en un mes los contagios. Mientras que estuvo confinado en Asia, los europeos pensaron que no era para tanto. Ya llegaría el buen tiempo que acabaría con el bicho decían, por más que en Australia, donde estaban en pleno verano, la enfermedad progresaba lentamente.

coronavirus en el mundo
Imagen: ransnational Institute.

Cuando la feria de telefonía móvil más importante del mundo se canceló porque los trabajadores de las multinacionales del sector se negaban a acudir, mucha gente acusó a los ejecutivos de dichas empresas de cobardes, lamentando los daños ocasionados por la cancelación de dicho evento. Las alarmas finalmente sonaron cuando el contagio llegó a Italia. Es cuando empiezan a morir ciudadanos del primer mundo que se toman en serio las cosas. Cada día los infectados crecían de forma exponencial y con ellos los muertos. Pero aun así casi todos los gobernantes se negaron a arrostrar al enemigo al estilo chino. Enclaustrar ciudadanos en sus casas iba en contra de los valores democráticos que decían defender. No obstante, acababan tomando dichas medidas cuando el daño ya estaba hecho.

El problema se encaró de dos maneras distintas. Imitar el modelo chino y recluir a la población para no saturar los hospitales o no hacer nada y esperar que tras un contagio masivo inicial, la población desarrollase sus propios anticuerpos. En los países pobres, salvo Irán, no había tantos enfermos ni muertos. Se pensaba una vez más que las altas temperaturas y algunas comidas especiosas retenían el contagio por no hablar de las bebidas espirituosas, pero la realidad era mucho más sencilla. Al no haber casi test, especialmente en África, no había tantos enfermos oficialmente hablando y como las poblaciones de esos países eran jóvenes tan sólo un 10%, -15% de la población tenía muchas posibilidades de morir. Sin embargo, eran tantos los enfermos y tan grande el peligro que ocurrió una cosa que ni el mejor escritor de ciencia ficción habría previsto: el mundo casi se detuvo. Las fábricas cerraban y echaban temporalmente a los trabajadores a la calle, la gente de oficina intentaba continuar trabajando desde casa lidiando al mismo tiempo con sus hijos y su pareja. China era la fábrica del mundo. Al detenerse ésta, se acabaron los suministros de piezas de automóviles, medicinas, electrodomésticos y casi cualquier producto imaginable.

celular, el ojo del capitalismo
Imagen: Truthout.

Otro frente de esta guerra era el médico, pero ni siquiera ante la gravedad de esta situación las farmacéuticas fueron capaces de aparcar sus diferencias y unir esfuerzos, sino que competían entre sí para ver quién sacaba primero la vacuna y se llevaba el dinero de los enfermos. Una de las primeras victorias consistió en el descubrimiento de un antigripal que reducía el tiempo de cura de las personas infectadas leves. Cuando esta medicina salió a la venta en todo el mundo, la gente respiró aliviada. Ya había un tratamiento que curaba al paciente en tiempo récord impidiendo que éste se ausentara mucho de su puesto. Y como los que morían eran los viejos, otrora seres respetados de la sociedad, vistos ahora como estorbo en el mundo neoliberal, pues nadie se preocupaba salvo los familiares.

De hecho, aunque ningún líder lo confesó (ni siquiera Trump), los gobernantes veían con satisfacción la muerte de los mayores, pues en sus mentes éstos sólo representaban gastos para el estado y ninguna producción. Una funcionaria de un organismo crediticio internacional, Karine La Merde, ya había advertido del peligro de los ancianos para el sistema económico imperante: “Esos malditos viejos desconsiderados viven demasiado y van a acabar descarrilando la economía mundial. Cuando se hicieron los cálculos no se pensaba que podrían vivir más allá de los 80 años de media. Pero no, ahí están los japoneses y españoles con 90 y 100 años. Qué falta de consideración para con las próximas generaciones.”

muertes, covid-19
Imagen: El Economista.

Si los humanos hubiesen recapacitado quizá se hubieran salvado. No fueron capaces de ver las bondades de un mundo menos interconectado sin tantos vuelos. En todos aquellos lugares donde las fábricas se cerraron temporalmente y las personas dejaron de desplazarse en coche a sus trabajos, la calidad del aire mejoró y, aunque al principio hubo muchas tensiones por tener que compartir 24 horas con unos semi-desconocidos familiares, pronto se recuperaron los hábitos de la conversación durante la comida y resurgieron lecturas pasadas o juegos de mesa con dados  y fichas. Ése era el momento de plantear el salario básico universal.

Todo el mundo sabía que en unas décadas los robots coparían el mercado laboral y sólo una élite de técnicos informáticos y robóticos tendría trabajo. Quizá un 10 por ciento de la población. Un mundo menos interconectado podría impedir estos brotes virales universales. No obstante, el ser humano no sabía estar quieto. Se sentía culpable de no hacer nada. Y tan pronto como el peligro pasó, los chinos reabrieron a bombo y platillo sus  fábricas. Ya sólo era cuestión de semanas para que surgiera la vacuna que jubilaría al temible virus.


Con lo que no contó nadie, fue con mi capacidad de mutación. Mi segunda oleada seguía siendo tan infecciosa como la primera y ya no respetaba, en cuestiones de mortandad, a niños y jóvenes. Cualquiera podía caer en mis garras. Pero lo verdaderamente genial de mi versión 2.0 fue que hizo infértil a toda la población de la tierra. Ha costado más de un siglo, pero por fin hoy los animales y las bacterias podemos convivir sin que los humanos nos molesten. Lo que los comunistas, fascistas e integristas no lograron, lo conseguí YO; el coronavirus. Al ya no haber humanos ya no hay oferta ni demanda, ni productos ni bolsa de valores. En pocas palabras, he acabado con el capitalismo. Sólo con el exterminio de los humanos se podía conseguir.


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Cuando la tecnología nos alcance y nos rebase

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OCDE alerta sobre falta de capacitación tecnológica en los mexicanos.

Los avances tecnológicos han creado un mercado digitalizado al que miles de empresas en todo el mundo se han tenido que ir adecuando, impactándose sus procesos productivos y por consecuencia el sector laboral.

Los países que más se han visto afectados por este avance tecnológico son los que están en vías de desarrollo, en donde las fuerzas laborales no cuentan con las habilidades necesarias para hacer frente a la evolución digital que impacta los procesos de producción con nuevas innovaciones tecnológicas como la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas.

Un estudio reciente realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló que en México, el 50 por ciento de la fuerza laboral no se encuentra preparada para enfrentar el cambio tecnológico y la digitalización de sus trabajos.

En su análisis “Educación Superior en México: resultados y relevancia para el mercado laboral”, la OCDE señala que esta realidad apunta a que en los próximos años, el 15 por ciento de los empleados podrían ser desplazado por la tecnología, mientras que un 33 por ciento sufrirá trastornos muy importantes en sus centros de trabajo al estar subcalificados o sobrecaificados.

Los pronósticos de la OCDE para el mercado laboral el México en 2020 apuntan a un incremento en la complejidad de las vacantes de empleo, por lo que hizo un llamado a las instituciones universitarias, empresas y gobierno para trabajar en conjunto y mejorar la preparación de los trabajadores del futuro.

“Si la economía mexicana no aumenta la inversión en I+D (investigación, desarrollo e innovación), no ofrece incentivos y elimina los obstáculos para el crecimiento de las empresas, y no se enfoca en las industrias de tecnología avanzada, y en actividades de mayor valor agregado, seguirá siendo un proveedor de bienes intermedios y ensamblador del sector manufacturero de Estados Unidos”, señaló el organismo.

Ante ello, el mercado laboral en México no será capaz de emplear a los egresados de las universidades, por lo tanto, podrían enfrentar inactividad, desempleo, informalidad, sobre calificación y salarios muy bajos, reiteró el análisis.

Sí el nivel educativo se mantiene, no ayudará a impulsar la movilidad socioeconómica de los universitarios, mientras la inversión pública o privada que sea atraída no será rentable para las personas o la sociedad, advirtió.

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