Poderes de la Unión

Manual para gobernar por decreto (Parte II)

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En la entrega anterior analizamos brevemente cómo gobernar por decreto implica la realización de medidas por parte del Ejecutivo y Legislativo para efectuar una serie de cambios; todo esto se hace de una forma vaga, aprovechando lagunas, prohibiciones y con mal uso de facultades constitucionales y de otro tipo.  

Lon Fuller, en su libro The Morality of Law, plantea que existe una moralidad intrínseca dentro de lo que consideramos que es la legalidad. Además de esto, establece sus ya clásicas ocho rutas para el fracaso de cualquier sistema jurídico. Éstas son explicadas por una serie de casos hipotéticos donde gobierna un rey, llamado Rex; en ellos, se explica por qué deben existir certidumbre y regularidad en la emisión de leyes. No obstante, estos ejemplos parecen servir como manual de campo para los Poderes Ejecutivo y Legislativo.

 1) La falta de reglas, lo que conduce a educación irregular o ad hoc. Como ya se dijo, aunque se siguen creando leyes, existe una abundancia de decretos presidenciales, los cuales han realizado las acciones más drásticas en tiempos recientes, adicionalmente de los decretos legislativos y los nombramientos que se aprovechan de lagunas para operar sin que se puedan combatir.

 2) Fracaso en publicar y hacer conocidas las normas jurídicas. En este sexenio se reformó la Ley del Diario Oficial de la Federación y Gacetas Gubernamentales para suprimir la versión impresa, con el fin de consultar este documento público exclusivamente en línea. Esto se hizo bajo la premisa del ahorro en el gasto público, pero se ha dado el caso de que, al no tener un rastro impreso, el Diario Oficial de la Federación ha tenido correcciones constantes y cambios imprevistos, algunos con la intención de no ser detectados.

 3) Legislación obscura y ambigua que es imposible de entender. Existen serias deficiencias técnicas en la redacción de leyes, como la Ley Federal de Remuneraciones de Servidores Públicos, la cual fue aprobada por la Cámara de Diputados con base en una minuta que había sido archivada y tenía siete años de antigüedad y la Ley Federal de Austeridad Republicana; hubo en este caso procedimientos legislativos viciados, y los transitorios de la (nueva) reforma constitucional en materia educativa son vagos y contradictorios.

 4) Legislación retroactiva. Existen casos en los que se busca que leyes nuevas puedan aplicarse a actos pasados; el ejemplo más claro es la reforma hecha a la Constitución de Baja California para reformar el término de la gubernatura de dos años a cinco, habiéndose celebrado ya las elecciones. Este caso tuvo gran celeridad y se le conoció como la Ley Bonilla o Bonillazo, el cual fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte en mayo de 2020.

Jaime Bonilla
Jaime Bonilla (fotografía: El Sol de Tijuana).

5) Contradicciones en el Derecho. La reforma constitucional en materia de Guardia Nacional permite en su transitorio quinto que el presidente pueda desplegar de forma justificada, excepcional, temporal y restringida a lo estrictamente necesario. El acuerdo de 11 de mayo de 2020 despliega a las Fuerzas Armadas por cuatro años y, aunque se dice seguirlos, en los hechos contraviene los principios del transitorio constitucional del que dice basarse.

6) Exigencias que están más allá de la capacidad de los gobernados. La existencia de legislación irregular y decretos arbitrarios abre la necesidad de que los ciudadanos, al no tener certeza ni seguridad jurídica, tengan que recurrir a remedios judiciales para hacer valer su derecho. Si bien en lo abstracto esto no resulta ser problemático, en un país con una marcada desigualdad racial y económica, la capacidad de defenderse jurídicamente es un lujo. Ante una autoridad abusiva y arrogante, esperar a que los ciudadanos corrijan dichas irregularidades es exigir demasiado.

7) Legislación inestable (que es revisada a diario). Si bien no aplica de forma exacta, se han dado casos de cambios constantes, correcciones y adendas a los decretos presidenciales que se han publicado en el Diario Oficial de la Federación. El no saber de qué tratan los actos de autoridad hacen difícil cumplirlos y, sobre todo, ejercer una defensa jurídica adecuada; no me puedo defender si no sé de dónde viene el golpe.

DECRETOS LEGISLATIVOS
Imagen: El País.

8) Divergencia entre la adjudicación y la administración y la legislación: Si bien la división de poderes establece que existen órganos de gobierno con funciones definidas y que unos controlan la labor de otros, ésta es fluida y no hay funciones que arquetípicamente sean de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Dicho esto, hemos demostrado la existencia de decretos presidenciales que son norma, pero también decretos legislativos que legislan para de ahí pasarle la función al Ejecutivo, como fue el caso de la Lotería Nacional.

En su conjunto, todos estos actos fortalecen la fuerza política que detentan los Poderes Ejecutivo y Legislativo, pero se hace en detrimento del sistema jurídico en su totalidad. Es decir, dejan de existir leyes claras, regulares y entendibles para los ciudadanos, se sustituyen con actos vagos, arbitrarios y opacos, perjudicando a la sociedad en su conjunto. Si las aguas están enlodadas, nadie puede beber de ellas.


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AMLO representa sólo uno de los poderes

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La recesión económica y el daño social consecuente es global, planetario, y no tiene precedentes en tiempos de paz; lo bueno es que ha hecho evidente la urgencia de varios cambios.

En otros países, grupos sociales, académicos y partidos políticos analizan el entorno global y discuten alternativas enfocadas a los cambios profundos que requiere una recuperación sustentable.

En México, tristemente, la palestra casi la llenan dos bandos: quienes quieren ver en todo lo que diga o promueva López Obrador un fracaso o un peligro para su tranquilidad, y quienes ven en toda crítica a las acciones de gobierno la negra intención confabularia de quienes han sido afectados en sus intereses y se han convertido, por lo tanto, más que en adversarios, en enemigos.

Lo que ambos bandos discuten es lo que el presidente plantea cada mañana, como si todo lo que sucede y pudiera suceder dependiera efectivamente de él.

con el poder de amlo
Ilustración: Eulogia Merle.

México, como otros países, necesita hacer cambios profundos para sostener la recuperación, que sólo serán posibles por voluntad y compromiso mayoritario y democrático.

La pandemia ha demostrado algunas urgencias de cambio en México y otros países. Un papel del Estado más destacado, en mejor equilibrio con los mercados, es una muy obvia; los mercados necesitan volver a ser políticamente regulados, pero en un Estado con más atribuciones, las sociedades deben estar mejor representadas en el Congreso.

¿Cómo vamos a hacer en México para reformar el sistema político, más allá de los procedimientos electorales, para lograr una democracia de abajo hacia arriba, desde la representación de sus agremiados en sindicatos empresariales, obreros, campesinos y partidos políticos?

La concentración de la riqueza está descontrolada y la distribución del ingreso ha empeorado en todo el mundo capitalista; revertir las desigualdades en sus causas y fortalecer los salarios, las prestaciones sociales a los trabajadores y los sistemas de salud y educación, es otra urgencia ineludible, lo mismo en escenarios tan distintos como Estados Unidos que en toda América Latina.

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Ilustración: Enrique Cedillo.

El gobierno en México asumió ese desafío. A juzgar por los aumentos salariales del año pasado en México, por primera vez reales en cuarenta años, y por la reciente mejora al sistema de pensiones de los trabajadores en el sector privado, al parecer en el empresariado hay conciencia de que tiene que mejorar la distribución del ingreso en nuestro país.

Los aumentos salariales del año pasado tuvieron una vigencia y efectos muy breves a causa del desempleo, subempleo y reducciones salariales que impuso el cierre de la economía por la pandemia.

Según el INEGI, la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica, cayó de 41.8 en el tercer trimestre de 2019 a 35.7 por ciento en el primer trimestre de este año, gracias al aumento salarial, pero en mayo pasado la población que, teniendo trabajo, no le alcanza lo que gana para comer tres veces al día, remontó a 54.9 por ciento.

 No es viable económicamente, ni socialmente justo, ni políticamente aconsejable esperar que por mera inercia de una recuperación del crecimiento económico, aún incierta, se restablezca el poder adquisitivo de los salarios más bajos. ¿Qué medidas de emergencia son viables de aplicar con urgencia, en apoyo a quienes menos ganan por su trabajo?

Cualquiera que se diseñe, deberá contar con apoyos fiscales. El presidente se ha negado a promover una reforma fiscal y ha optado por aumentar la recaudación cobrando a los que tienen pagos atrasados y combatiendo la evasión.

salario minimo
Ilustración: R.G.

El cálculo es que la evasión del Impuesto Sobre la Renta es de 221 mil millones de pesos y la del IVA de 215 mil millones de pesos cada año, vía factureras y otros trucos. Aparte están las condonaciones como “cortesía”, de las que por ejemplo, Bancomer BBVA fue favorecido.

El problema de la estrategia hacendaria es que aunque se logre recaudar puntual y eficazmente, se requerirá algo más para fortalecerla al nivel que reclaman los desafíos del desarrollo y se habrá perdido tiempo en hacer la reforma fiscal a fondo que se necesita desde hace décadas.

Los esfuerzos por cobrar sin modificar la ley, sólo aplicándola, no es terrorismo fiscal ni una venganza contra el empresariado, como algunos lo consideren.

Más Estado, más democracia, más equidad social se contemplan en muchos países como condición para una recuperación más estable y duradera.


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La reforma al Poder Judicial

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El ejercicio de la concepción weberiana de poder no sólo ha sido pernicioso para los pueblos en general, sino que ha tergiversado, y servido como justificación de quienes lo han ejercido siguiendo el canon, el carácter teleológico del poder público que, sin mayor explicación, podemos estar de acuerdo que este sería el bien común.

Max Weber, el último de los clásicos, como lo señalara Norberto Bobbio, definió el poder como “la posibilidad de imponer la propia voluntad sobre la conducta ajena”; si bien ello no implica necesariamente que dicha imposición sea de manera injusta, dicha definición no fue lo suficientemente clara para evitar diversas interpretaciones del cómo y cuándo habría necesidad de imponer la propia voluntad, y más aún, para evitar confusiones de quién está facultado para imponerla y de quién sería esa voluntad.

El sentido del poder político tiene que ser la imposición de la real voluntad del pueblo para su propio beneficio. Pero el poder debe, y es necesario, distribuirse para su ejercicio.

variantes del poder judicial
Imagen: El Comercio.

La historia política, que es la propia historia del hombre, ha comprobado que en la medida que no exista distribución de funciones en el ejercicio del poder, un régimen será más propenso a los abusos y las injusticias.

Las democracias contemporáneas exigen que el ejercicio no sólo se distribuya sino, también, que se le revise; no sólo distribuirse entre las autoridades o agentes del Estado, sino también con la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos. Dichos mecanismos de participación son en realidad medios de control que obligan de cierta manera a quienes gobiernan, a hacerlo en beneficio de la colectividad. Entre mayores medios de control y contrapeso existan en un Estado, menor será el riesgo de los abusos de poder.

La división de funciones del poder supremo es fundamental en la república federal democrática; la autonomía entre lo ejecutivo, legislativo y judicial implica un respeto irrestricto entre cada una de esas funciones, pero no implica que se deje de lado la naturaleza de contrapeso político que debe de existir entre ellas.

Hemos sido testigos en la historia política de nuestro país de los abusos sin límite que por muchos años se han hecho en contra del pueblo. Lo mismo en las estructuras de los ejecutivos como en las de los legislativos de todos los órdenes. Sobran ejemplos.

Ahora, se habla de lo que ya se sabía desde hace mucho tiempo; se han evidenciado actos de corrupción en el Poder Judicial. Casos de nepotismo, jueces señalados por tener vínculos con la delincuencia o por prácticas en beneficio de ciertos grupos políticos o económicos. Ya ni hablar de los problemas de acaso sexual y laboral que día a día se suscitan.

reformar el poder judicial
Imagen: Pinterest.

También es necesario, en favor de la democracia de nuestro país, revisar a profundidad lo que sucede en aquel Poder de la Unión. Es necesario que también se pongan límites a los abusos dentro de él; es indispensable que también se sujete a los mecanismos de control al igual que el Ejecutivo y el Legislativo.

No es difícil suponer que por muchos años se han mantenido estructuras al interior del Poder Judicial que velan por los intereses de ciertos grupos políticos y económicos que los hicieron llegar y no por la imparcialidad, objetividad y profesionalismo que debe regir su ejercicio.

¿Qué impide que los Poderes de la Unión funjan entre sí como medios de control? La esencia de la teoría de la división de poderes es que no resida en una sola persona el poder absoluto y que cada una de sus funciones se ejerza de manera autónoma, pero no impide que entre ellos funjan como contrapeso. En la actualidad, por ejemplo, el Senado ratifica o no las propuestas que el presidente realiza para integrar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, máximo órgano del Poder Judicial. ¿Qué impide que haga lo mismo, de ser necesario, con los demás miembros de dicho Poder?

Sin distinción, los tres Poderes tienen que ser sometidos a escrutinio, al cese de funcionarios de justificarse y, si fuera preciso, a reformarse cuando las circunstancias así lo ameriten. Los Poderes de la Unión deben revisarse entre ellos y con los demás mecanismos previstos por la Constitución; deben contraponerse entre sí cuando no actúen bajo el mandato de la ley y a favor de bien común. El sentido de la democracia es garantizar mejores condiciones de vida para todos y, precisamente, cuando algo falla, debe ser corregido, debe ser reformado.


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