sociedad

De hormigas, abejas y humanos

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Durante siglos, una buena parte de los seres humanos ha crecido con la idea de que la naturaleza está al servicio del hombre. Según este concepto, Dios la hizo exclusivamente para nosotros y, por consiguiente, tenemos los derechos sobre ella. Lo anterior nos llevó a tener una imagen deformada tanto de nuestro lugar en el planeta como de la abundancia de los recursos naturales. El hombre sabio, si nos basamos en el significado de “Homo Sapiens”, es menos sagaz de lo que cree. Cae fácilmente en la tentación de comprar discursos que le permitan sobrevivir sin pensar mucho. Los hechos han sido los encargados de demostrar que no somos superiores a los demás habitantes de la Tierra, incluyendo a las plantas, las bacterias o los hongos, y que todos luchamos por lo mismo: la propagación de nuestra especie.

hormigas
“Mobius strip II”, M.C Escher (1963).

Hace unos días, las arrieras invadieron la propiedad de mi familia. Los hormigueros crecían de la noche a la mañana y caminar descalza se volvió riesgoso.  En menos de una semana, estos insectos acabaron con las hojas de los tabachines y de los cítricos, después atacaron a cuanta planta se atravesaba en su camino. Cuando ya no quedaban más que espinas, lanzaron una ofensiva al cultivo de alfalfa. Luchar contra ellos era un reto formidable. Si vencíamos en una batalla, volvían con refuerzos. Por fin, descubrimos cómo impedir que se treparan a los árboles, pero sospecho que tienen ganada la guerra por tierra. Poco a poco, los grandes hormigueros absorben a los pequeños hasta formar verdaderas megalópolis. Ya han invadido algunas veredas.

Las arrieras son tenaces, obsesivas y disciplinadas. Las únicas que van sin cargamento en las filas para llevar comida al refugio son las responsables del control de calidad. Estas hormigas, que parecen haber perdido el rumbo, en realidad recorren la línea asegurándose de que el producto cumpla con los requisitos para ser almacenado. Sólo ella se sale de la fila. 

Las leyes de las abejas parecen menos rígidas. Durante sus vuelos en busca de néctar, se toman tiempo para beber de una llave que gotea o para robar granos de azúcar. Se encandilan con las luces y se caen, atarantadas. Una arriera jamás perdería así el control. La Fontaine las describe bien en una de sus fábulas: trabajan, trabajan y trabajan, sin dar ninguna alegría a cambio. Por si fuera poco, son esclavistas. Las abejas, en cambio, convierten el polen en miel y la reina convence a las obreras de seguirla seduciéndolas con feromonas.

feromonas abejas
Ilustración: Weebly.

En nuestras sociedades, la mayoría de los hombres y las mujeres vive al servicio del equivalente a una reina hormiga: el dinero. Un monarca déspota que exige sometimiento. Él pone las reglas, nosotros obedecemos. Y mientras nos dedicamos a acumular bienes, descuidamos lo esencial. No vemos que, como enormes hormigueros, nuestras ciudades absorben nuestra energía. Nos apeñuscamos en espacios cada vez más reducidos para estar cerca de lo consumible, sea tangible o intangible. Podemos formarnos durante horas para comprar la inutilidad de moda y devastamos selvas por otras modas. Cuidado con quienes decidan comportarse como abejas despistadas. De inmediato, será etiquetada de forma negativa y se hará lo posible por reintegrarla a la masa.  

Sin embargo, creo que los paradigmas han empezado a cambiar. Por un lado, nos hemos dado cuenta de que los recursos naturales no están a nuestra entera disposición. De que son finitos y también de que nuestro planeta sabe ponernos altos. Por el otro, hay una tendencia, si no a valorar, por lo menos a intentar entender lo distinto. La conciencia ecológica se ha desarrollado y la sociedad exige cada vez más el cumplimiento de normas que contrarresten la destrucción que implica el simple hecho de propagarnos como especie. Habíamos estado acostumbrados a tomar sin dar nada a cambio. Quizás ahora empecemos a ser como las abejas que al llevarse el néctar polinizan y, además, lo convierten en miel.


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Innovación y gestión del conocimiento, los costos de la inacción

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Vivimos la Revolución del conocimiento. Tal es el signo de nuestro tiempo. El resorte fundamental para construir condiciones en las que la aplicación de ese conocimiento se convierta en el insumo básico de sociedades basadas en la innovación.

El llamado de la época actual ha dejado de radicar en el acceso a la información, por la información misma.

Hoy, la dinámica mundial pone en primer plano el desafío que supone crear condiciones para que esta información se torne en pensamiento crítico, con capacidad para resolver problemas y creatividad hacia la innovación.

La base de su capacidad innovadora descansa por ello en una sociedad capaz de crear, retener, impulsar y utilizar con valor social las competencias complejas que formen en sus propios ciudadanos.

Transitar de la información al conocimiento, sin embargo, no es un movimiento natural al que los cuerpos sociales tiendan, sino más bien resultado de una noción de gestión del conocimiento como política de Estado.

Si el conocimiento no se constituye en el motor de este desplazamiento, de poco habrá servido dotar a los ciudadanos de formas cada vez más amplias y rápidas de acceder a la información.

innovacion y conocimiento
Ilustración: Conditio Humana.

Ya en el lejano 1973, el sociólogo norteamericano Daniel Bell, al publicar El advenimiento de la sociedad post-industrial, habría de utilizar el concepto “sociedad de la información”.

Más tarde, en los años noventa, como se sabe, Manuel Castells, el sociólogo español, dejó marcado aquel tiempo que se abría por el título de su libro ya clásico: La era de la información: economía, sociedad y cultura, publicado en 1996.

Así fuera desde la mirada de un mundo pre-expansión de las computadoras y sin imaginar Internet siquiera, Bell atina en colocar al conocimiento como el engrane central del mundo que viene. Noción que luego va a ser corroborada por Castells.

La clave, dirá el español, está en propiciar e identificar las posibilidades de generar círculos de retroalimentación que, de manera acumulativa, establezcan una relación de mutuo estímulo entre la innovación y sus usos.

El tiempo tecnológico que nos ha tocado vivir cuenta como una de sus señales de identidad más clara el modo en que los usuarios se apropian de la tecnología y la redefinen.

En esa medida, y aquí radica quizá su poder mayor, estas tecnologías, dice Castells, “no son sólo herramientas que aplicas, sino procesos que desarrollar”.

De ahí que sea esencial incentivar el protagonismo que las sociedades puedan tener, antes que en aplicar las herramientas, en diseñar y desarrollar nuevos procesos de inclusión y transformación social.

Se trata de comprender, entonces, a la mente humana, y su capacidad innovadora, ya no únicamente como parte del sistema de producción, sino como un componente productivo e innovador directo.

caja de pandora
Ilustración: Alexander Lavin.

En palabras de Castells, estamos frente a una era en la que “por primera vez en la historia, la mente humana es una fuerza productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema de producción”.

El paso, pues, entre información y conocimiento habrá de centrarse en las posibilidades reales que los individuos tengan para contar con competencias superiores.

Acceder al conocimiento, para compartirlo dentro de una organización o entorno social, se volverá tan trascendente, de este modo, como la competencia para valorarlo y asimilarlo.

Se trata, ya se ve, no solamente de que la ciudadanía cuente con información, sino que ésta pueda devenir en conocimiento.

Es decir, en la capacidad-posibilidad de generar procesos de comprensión compleja que transformen los sistemas y produzcan innovaciones con pertinencia y valor social.

Información sin espacios y condiciones para el desarrollo y aplicación del conocimiento, imposibilita multiplicar su acceso, ser compartida y usada por grupos sociales cada vez más amplios.

Ciertamente, ha sido en este contexto el mundo de las organizaciones productivas donde se ha asentado durante los últimos años la noción de “Gestión de conocimiento”.

Se ha entendido por ella el control de los procesos que aseguran que una empresa sea capaz de aprovechar el desarrollo y la aplicación del conocimiento en sus procesos productivos.

innovacion e ia
Imagen: MuyPymes.

La definición, empero, no inhabilita la oportunidad de asirse a ella para ampliarla hacia los ámbitos que determinan la manera en que las sociedades se organizan.

Del mismo modo que una deficiente gestión del conocimiento desemboca en que los procesos de una organización productiva se vuelvan anacrónicos, disloquen o, de plano, colapsen, de tal hipótesis la sociedades mismas no son ajenas.

La innovación es un proceso continuo, de eso no hay duda. Como tampoco de que se trata de un estadio que se propicia y al que se accede.

Una sociedad llega a ser innovadora, no es innovadora per se. Y ese llegar a ser está marcado por su éxito en estimular la formación en competencias complejas.

Que el Estado se desentienda de la gestión del conocimiento es grave y será cada vez más costoso con el tiempo.

¿Que el conocimiento puede expandirse? Sí, sin duda. Que el desconocimiento también, sí, trágica y raudamente.  

Porque el desconocimiento no es sólo el contrario del conocimiento; es el signo de la ineptitud para resolver, de la incomprensión respecto del mundo y de la impericia frente a la vida.

Nada menos.

Los sistemas hegemónicos y sus tareas

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Los oídos no sirven de nada a un cerebro ciego.
Proverbio Árabe.

En los sistemas políticos hegemónicos hay tareas cuya misión es ideológica. Por ejemplo, el entramado cinematográfico que sostiene la serie de películas Misión Imposible, desde su génesis, tiene una carga velada. Es una de tantas series creadas en la rivalidad ideológica del capitalismo versus el socialismo durante la Guerra Fría. El cine y la televisión han sido ingenios para afirmar los paradigmas políticos-económicos principalmente del capitalismo. Mismo que ha sido liderado por Estados Unidos y operado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), como garante financiero y, su brazo operativo inicial, el Plan Marshall.  Mientras que el frente socialista liderado por la otrora Unión Soviética, sustentaba su fuerza económica con el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAEM) y su brazo operativo fue el Pacto de Varsovia.

El juego por el control del mundo es articular sus posturas para enquistarse en la geopolítica; una forma fue a través de las culturas y la educación. Cada lado fue incidiendo con el fin de convencer al mundo de ser el mejor sistema. Aunque crearon la fórmula de “coexistencial pacífica”, bajo cuerda presionaron a los países afines para que a su vez coaccionaran a otros.

Por ejemplo, Latinoamérica no ha podido mantenerse unida frente a una cosmovisión común, porque los hegemónicos los prefieren mejor divididos antes que estén en el bando contrario.

imagen hegemonicos
Ilustración: The Moscow Times.

Han procurado sí, por todas la vías, no caer en una guerra fratricida convencional, pero están listos por si se ofrece; por lo que evidencian en cada oportunidad sus fuerzas militares para inhibir al adversario.

Es tal la lucha que tienen los hegemónicos por un poder faraónico que es bien sabido que incluso han salido al espacio extraterrestre. Entre tanto, atizan la enemistad beligerante entre otros países como distractores, entre lo que ellos ganan y pierden posiciones en su cuadro de ajedrez donde nosotros somos sus piezas.

La Guerra Fría inició cuando la Unión Soviética quizo difundir y transportar su ideología, lo que alarmó a los estadounidenses. De ahí la lucha ideológica sistematizada.

El esquema hegemónico ha ido orquestando su penetración tan bien articulada que cada vez se regeneran con nuevos mecanismos de control e incidencia. Por ejemplo, para Estados Unidos, América Latina es su traspatio y parte de Asia y el Medio Oriente, y para Rusia el Bloque del Este –llamado también Bloque Soviético–, parte de Asia y parte de Latinoamérica.

Han diseñado todo tipo de acuerdos comerciales para su propio beneficio. Así los tratados de amistad, colaboración, asistencia mutua, alianzas para el progreso y acuerdos espaciales. Discursos y más discursos para el reparto del pastel.

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Ilustración: Pinterest.

Antes el discurso del capitalismo era contra el fantasma del comunismo (matan, se quedan con todo…). Por otro lado, el discurso del socialismo era que “aquellos no dejan pensar, convierten a la gente en autómatas, tiranizan con una supuesta libertad”.

Hoy el discurso del neo-progresismo (izquierda-derechizada, acomodada) es que el neoliberalismo está acabando con los pueblos. Mientras que la postura del neo-revisionismo (derecha-nacionalista, oportunista), insiste en el discurso aniquilador contra el progresismo.

Sostengo que ambos mantienen un discurso de odio tratando de ser lo más mortífero que puedan con el fin de que los de clase social media hacia abajo, nos destruyamos con nuestra propias manos, arropados con las desgracias que ellos mismos (los hegemónicos) avivan.

Pudiera parecer un factor menor o muy rebuscado, pero han entrado por todas las vías posibles, tanto físicas como mentales, y las mentales han sido su mejor campo de batalla en una supuesta “Misión Imposible”. ¿Le suena? Continúa.

En el 2020, a trabajar por la paz

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Inicia el año 2020 y, en consecuencia, la tercera década del milenio. Con ello se renuevan las esperanzas y expectativas en relación a lo que no ha podido hacerse y cómo conquistar nuevos espacios vedados por una diversidad de obstáculos que generalmente resultan de la falta de una planificación que permita el logro de los propósitos o metas que queremos alcanzar. Una de ellas, a mi parecer, es la impostergable necesidad de trabajar por la paz –en sus diversas dimensiones–, tomando en consideración que precisamente este 1º de enero se ha celebrado la Jornada Mundial de la Paz, iniciativa impulsada por la iglesia católica el 1º de enero de 1968 y que este año tiene como lema “La Paz como camino de Esperanza: Diálogo, Reconciliación y Conversión ecológica”.  

Creo que la imposibilidad humana para lograr una paz sostenible y duradera tiene sus orígenes en el inicio mismo del hombre, en tanto la latente incapacidad de llegar a acuerdos; así podemos observar en nuestra época, por ejemplo, cómo desde los hogares, son concebidos como microespacios a raíz de la falta de comprensión entre sus integrantes, hasta la dirección de la gestión estatal al promover y alentar políticas de ajuste y reajuste sectarias, como un macroespacio, que van en contravía al anhelo persistente de alcanzar esta especie de “presea” que se escapa por enrarecidas grietas de exclusión, marginación e injusticia.

paz y guerra
Ilustración: History Extra.

En mi opinión, la desigualdad es fuente de injusticia, misma que se convierte en una objeción precisa para construir una paz efectiva y duradera que a la postre serviría en la potenciación de los sectores creativos de nuestros hogares, sociedades y estados. A mi juicio, esto implica que la violencia de diverso tipo que se observó y vivió el pasado año en nuestros países, no contribuye más que a subyugar cuerpos y, en consecuencia, a ralentizar la posibilidad de ser mejores y alcanzar objetivos previamente definidos.

Comparto la visión de entender la paz como una necesidad de trabajar desde lo espiritual y particular de cada persona, hasta la necesidad de involucrarse con “el otro” en un diálogo fraterno para “apartar” todo aquello que desde los espacios comunitarios hace “daño” a la integración y a la resolución pacífica de los conflictos. De manera tal que para construir paz es necesario despojarnos de nuestros propios modos de concebir el mundo e integrar a los demás a ese diálogo en la composición del mismo.

En ese esfuerzo todos nosotros, los ciudadanos, la sociedad, podemos contribuir en la medida de que hagamos valer el derecho ajeno como si fuese el propio, lo cual tiene que ver con la empatía. El pontífice Mario Bergoglio “Francisco, acota al respecto que “la paz es un bien indivisible: es de todos o de nadie”. En conclusión, este 2020 como todos los demás años precedentes, se convierte en un escenario propicio para convertirnos en arquitectos de la paz. Hacia ella tenemos que bregar los seres humanos a pesar de cualquier resiliencia.

De intereses y cuerdas vocales

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No se perdió la magia, lo que pasa es que se descubrió el truco.
 Candidman.

En Latinoamérica, las ideológicas debieran ser un tema de interés permanente en las escuelas. Me refiero al estudio de las ideologías y sus intereses, sobre todo del siglo XX a la actualidad.

No hablo de filosofía ni de historia política sino de estadísticas políticas para hacer análisis comparativos de los gobernantes. De manera específica, ubicar creencias, juicios, planes de gobiernos y resultados concretos.

Con las nuevas tecnologías no es difícil encontrar datos objetivos porque hay lluvia de información mediática (actualizada), institucional (organismos gubernamentales e internacionales), y científicas (independientes).

Educar objetivamente a los estudiantes de hoy les permitiría a los votantes tomar decisiones electorales inteligentes y libres sobre consecuencias, no sobre propósitos y discursos. En ese sentido, los indicadores serían los factores objetivos, no los fanatismos.

intereses y fanatismo
Ilustración: Milenio.

Muchos factores históricos han sido derivaciones subjetivas, no la verdad objetiva. Por eso existen varias visiones de un mismo hecho. En la actualidad es más difícil el sesgo. Verbigracia, las situaciones socio-política-económica-culturales actuales, donde según el apego político e interés se escriben las páginas. Pero los datos ahí están pese a lo que argumenten los fanáticos.

Y es que los resultados electorales históricos (las alternancias recurrentes) evidencian que los líderes (de izquierda o derecha) no llegan al poder por la convicción ideológica de los electores,  más bien esgrimen que toman decisiones sobre la base del respeto al pueblo que los eligió, porque –según ellos– éste está de acuerdo con sus formas de pensar.

Sostengo que esto no es cierto, de lo contrario, ¿por qué las alternancias? Aunque haya quienes opinen que 4, 5 o 6 años no son suficientes para demostrar resultados, el que es buen gobernante no necesita la eternidad para demostrarlo, y el mal gobernante ni dejándolo de por vida.

Aquí la cuestión es que si los proyectos son buenos –como dicen–, por lo menos el partido en el poder debiera ser reelecto sin manipulaciones, sin lavado de cerebros, engaños, clientelismo, fraudes ni argucias.

En la práctica, los electores votan por factores envolventes. La gran mayoría no vota racionalmente o por convicción, sino por afición a los candidatos, por filiación, relación o por decepción.

intereses politicos
Ilustración: Europa Press.

Otra fórmula que ha llevado a muchos al triunfo electoral son las campañas negras, sucias o de contraste, no por convicción ideológica y sí por intereses particulares.

Yo no he sabido que en Latinoamérica una elección haya ganado porque los electores en su mayoría digan: “voto por Fulano, por su pensamiento smithsianista” (Adam Smith, ideólogo del capitalismo), o que en el esquema democrático salgan a las calles a defender a alguien por su convicción marxista (Carlos Marx, ideólogo del comunismo). ¡No!

Los electores en su mayoría no son dialécticos. La gran mayoría ni siquiera sabe de los ideólogos que impulsaron los sistemas, por lo mismo no votan por las ideologías sino por sus propios intereses y beneficios. Y precisamente lo que debería evitarse es la ignorancia del pueblo.

Es más, de acuerdo a estudios empíricos que yo mismo realicé, ni siquiera votan por el bien de la nación o el país. Al votante sólo le interesa su propio beneficio, y cuanto más el de su familia, de manera que si no encuentra privilegios personales es fácilmente utilizado y arropado por el discurso del nacionalismo, del patriotismo, el desarrollo, y el progreso que otros sustentan con su ideología. ¿Les suena familiar?

Excelencia y perfección

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Desde hace tiempo ya no es suficiente decir que “estamos haciendo lo necesario”,  precisamente porque hacia donde se dirige este cambio de época, quien sólo hace lo necesario, ¡desaparecerá!

En la actualidad todo se encuentra digitalizado e interconectado. Es un hecho fehaciente. La realidad supera lo que antes únicamente era imaginable. Y los que somos y queremos ser parte de todo este avance, tenemos que prepararnos cada vez más y mentalizarnos para ello. Si eres capaz de imaginarlo, puedes lograrlo. ¿En realidad sabes si tú manejas el cambio o el cambio te maneja a ti?  ¿Tú controlas o eres controlado?

El cambio ya no es paulatino. Hoy los cambios son exponenciales, estamos viviendo una de las épocas con las más grandes transformaciones que ha vivido la humanidad, y las oportunidades son enormes. Ahora lo disruptivo es la norma, lo habitual.

Pensemos por un momento en todo lo que era aislado, de un sólo uso, meramente mecánico, clasifiquémoslo dentro de la categoría de objetos aislados y tontos. Hoy, están interconectados y se volvieron inteligentes. Piensa en los teléfonos, antes sólo comunicaban, ahora son la herramienta más cercana y necesaria en tu vida, se convirtieron en verdaderos teléfonos inteligentes. El mismo caso para el automóvil, de haberse restringido a un funcionamiento mecánico, en este momento ya se diseñan coches autónomos.

Interconectado
Imagen: My Customer.

Pero también, hoy más que nunca, todo lo que no se pueda digitalizar, masificar, cuantificar, se vuelve más valioso como la creatividad, imaginación, intuición, ética, apoyo, tenacidad y emoción.

Quizá logren ser simuladas, pero no igualadas. Ninguna máquina o inteligencia artificial podrá tenerlo. Eso nos permite con mayor oportunidad enfocarnos no sólo en cómo son las cosas, sino en cómo pueden ser o evolucionar. Comienza a pensar cómo quieres que se vean en  tres, cinco, o diez años a partir de hoy.

El ser humano es el para qué de las cosas, y la tecnología debe ser nuestra herramienta del con qué.

Pasemos de los sistemas a los ecosistemas, abracemos a la tecnología, no seamos víctima de ella. Usemos la información y los datos para lograr los avances holísticos que hoy necesitamos más que nunca. La colaboración, cooperación, sensibilidad,  solidaridad y corresponsabilidad, son actitudes positivas que nos comprometen con estos cambios. Es necesario el involucramiento y la participación no sólo para lograr mejorar, sino para tener una completa transformación.

El futuro no sucede, el futuro se crea y con tecnología. Pero el gran futuro se halla en trascender, así que comienza con emprender, imaginar, creer, ser creativo, tenaz, intuitivo, siendo una persona ética, optimista, creciendo y mejorando siempre.

Los invito a que vivamos y seamos líderes desde este comienzo.

P. D. Recuerda que esto es como andar en bicicleta, ¡nunca dejemos de pedalear!

¡Les deseo a todos felices fiestas y un sano y muy próspero 2020!

De los suicidios en el ITAM

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Supimos del suicidio de una de las alumnas de Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) por una protesta, manifestación o intento de paro que movilizaron los alumnos del propio instituto. La alumna que se quitó la vida cursaba la carrera de Derecho, nos enteramos además de que en el curso de este pasado semestre han sucedido otros dos suicidios entre alumnos del ITAM.

El suicidio constituye una de las muestras más claras y catastróficas a nivel individual, familiar y social. Casi nunca obedece a una sola causa, aunque en general se descubre un factor final que desencadena el acto de autodestrucción. La depresión y el síndrome bipolar están detrás de la acción fatal. Con frecuencia existe el antecedente de intentos fallidos o gestos que demuestran la intención de hacerlo. También, frecuentemente estos gestos suicidas o los intentos fallidos son ignorados y despreciados por su entorno y por el propio paciente, por lo que no se toman medidas que pudieran haber prevenido la conducta suicida final.

En México el suicidio constituye una de las causas más frecuentes de muerte entre los jóvenes, aunque las mujeres son quienes tienen con mayor frecuencia este comportamiento e intentos fallidos, la consumación del suicidio es más frecuente entre los varones que, por cierto, lo llevan cabo con métodos más cruentos.

Los suicidios alrededor de la presión o el fracaso escolar no es nuevo, ha sucedido digamos que siempre. En las imágenes públicas los alumnos del ITAM hacen quejas desordenadas y peticiones poco fundamentadas de manera violenta tratando de presionar a las autoridades educativas del ITAM. Carlos Alejandro Noyola, un economista recién egresado del ITAM, escribe en El Universal, una nota muy atinada y oportuna que nos lleva en síntesis a las causas de la crisis en que se encuentra envuelto el ITAM. Un establecimiento educativo nacido a mediados de los años 40 del siglo pasado, especialmente dirigido a ofrecer carreras del área económica y administrativa basadas en el modelo de excelencia de la época, y en buscar que ingresaran alumnos muy distinguidos, consiguiendo que sólo egresaran unos cuantos, pero los más brillantes.

Carlos Noyola
Carlos Alejandro Noyola Contreras, economista y escritor de El Universal.

Noyola nos relata cómo esta filosofía persiste, no toman en cuenta el porcentaje de eficiencia, el número de egresados frente a los alumnos que ingresan, los profesores no sienten responsabilidad ante el fracaso escolar, atribuyéndolo solamente a los alumnos, no tienen programas o planes de rescate para alumnos que tienen tropiezos. Por lo que nos dice, no aprecian el índice de titulación de los alumnos que han terminado el programa escolar, siendo que éste es un índice muy apreciado en las instituciones de educación superior. Se destaca siempre que, algunos de sus egresados, son o han sido presidentes de la República, ministros, distinguidos funcionarios bancarios, etcétera.

Sin embargo, no han renovado su modelo educativo, permanecen en el pasado, una de las explicaciones para ello pudiera ser que en los últimos 47 años el ITAM ha tenido sólo dos rectores, Javier Beristaín Iturbide de 1972 a 1992, y Arturo Fernández Pérez de 1992 a la fecha, y que su profesorado tiene un origen altamente endogámico, es decir, los profesores son todos o casi todos egresados del ITAM, bajo el mismo modelo educativo, y aunque seguramente los contenidos han sido pertinente y adecuadamente actualizados, el modelo para transmitirlos no resulta el adecuado, ya que es un modelo que busca la excelencia pero de la primera mitad del siglo pasado.

            Trataré de relatar los cambios que han sucedido en otras escuelas y universidades. Yo entré a la Facultad de Medicina de la UNAM en 1963, por problemas de selección no fui aceptado hasta en una segunda vuelta, me tocó un grupo vespertino y no tuve oportunidad de seleccionar ni horarios ni profesores. Mi profesor de “Anatomía Descriptiva”, el Dr. Manuel Aceves Pérez, es lo que ahora llamaríamos un auténtico acosador y “buleador”. El primer día nos recibió diciéndonos que de los 100 que formábamos el grupo, cuando mucho 10 terminaríamos la carrera y que 50 destriparíamos gracias a los resultados obtenidos en su materia. Lo decía con gran seguridad y agresividad, el primer día todos acudimos vestidos de forma común y corriente y nos cuestionó si no sabíamos que ya estábamos en la facultad, por lo que al día siguiente todos acudimos vestidos de blanco, con el entonces uniforme de estudiante de medicina. Pero al llegar a clase se rio de nosotros, haciendo hincapié en que si aún no habíamos entendido que sólo 10 terminaríamos la carrera; tenía frases terribles en sus clases como “a ver, a ver, las mujeres se sientan en primera fila, porque sólo yo les puedo ver las piernas”, y mis compañeras, unas 15 en el grupo, se cambiaban sin chistar, eran tiempos de minifalda extrema. Cuando preguntaba en clase con frecuencia decía “a ver ése que tiene cara de idiota”, hasta que uno de la zona que señalaba decía “¿yo?”, y entonces orgulloso decía “ahí no hay ningún otro con cara de idiota”, el control era tal que lo seguía haciendo en octubre, cuando el curso había empezado en enero.

Yo, que entonces era muy joven, le tomé un miedo de tal magnitud que todos los días dudaba en si quedarme a su clase o no. Antes tomábamos “Psicología Médica” con un gran profesor, el Dr. Julián Mcgregor, con mucha frecuencia me escapaba de la clase para una hora después asistir a “Anatomía Topográfica y Disecciones”. Mi falta de valor y previsión me condujeron a ser condenado a examen extraordinario por faltas, a pesar de haber aprobado “Histología”, “Embriología” y también dos partes de “Anatomía”, la topográfica y disecciones, sin aprobar “descriptiva” no podía pasar a segundo año, así que decidí presentar el examen extraordinario, personalmente no podía aceptar reprobar y no tenía explicaciones para mi entorno familiar; yo había estado estudiando demasiado, el Dr. Morales, mi profesor de “Topográfica”, me ayudaba mucho, él fue quien finalmente me animó a enfrentar el reto; pagué el costo de mi examen (15 pesos) y fui con el Dr. Aceves para hacerle saber mi decisión, recuerdo que fue muy agresivo y déspota, me dijo que en 30 años de profesor nadie había pasado un examen final con él y nadie se había inscrito nunca a un examen extraordinario; traté de darle una explicación, pero al no obtener respuesta me limité a terminar el trámite.

ITAM

El día del examen me recibió con gran sorna, participaban otros cuatro profesores, afortunadamente el Dr. Morales entre ellos, y luego de pasar aproximadamente tres horas, de realizar la disección de dos regiones anatómicas y hacerme preguntas por más de una hora, me dijo ”pues va a resultar que sí sabes anatomía, pero no te puedo poner más de 7 porque me desprestigio”. Por supuesto lo acepté, y durante mi carrera no volví a sufrir o a permitir sufrir acoso o bullying, sin duda eran otras épocas, por supuesto no existía el concepto, ni dónde ir a denunciarlo.

El cambio en la Facultad ha sido notable, los alumnos tienen una bienvenida por parte de los profesores en el marco de la Feria del Libro de Medicina, donde reciben pláticas por distinguidos maestros que intentan ofrecer un panorama profesional actual y las posibilidades futuras. Se les explica la magnitud del reto y consejos para enfrentarlo de la mejor manera. Hay muchos cursos remediales y los alumnos que no aprueban o tienen dificultades académicas son invitados a inscribirse. Se busca la eficiencia de egreso sin sacrificar la calidad. La titulación inmediata es una meta porque no tiene sentido que alumnos que han terminado el programa académico no obtengan su título, incluso se facilitan los trámites ante la Dirección General de Profesiones.

Algo que seguramente es un resquicio del pasado lo constituye el hecho que los alumnos destacados obtienen mayor atención y se les dirigen mayores medios económicos, un vestigio del pasado; pero todo se andará. Desde luego ya no se rapa ni se pinta a nadie como novatada.

En muchas otras instituciones se han generado cambios en búsqueda de un nuevo modelo educativo, centrado en la educación del alumno, un ejemplo es el de la Escuela Médico Militar, en donde no sólo dejaron de haber novatadas, sino que ahora el alumno es cuidado y atendido en búsqueda de mejores resultados.

Hay que entender que la sociedad ha cambiado, para bien, y que los métodos agresivos que buscaban la excelencia educativa no son ya aceptados, entre otras cosas, porque dan malos resultados. Un gran pendiente educativo que todos tenemos que entender y afrontar es la calidad del bachillerato, público y privado, sin alumnos que sepan leer, criticar, analizar y estar dispuestos a aprender, aprehender y a cambiar, las carreras profesionales son muy difíciles.


Lecturas recomendadas:
~ Juárez R., Luckie L.A., Morán P., Alcántara M.R., Vázquez D., Curiel O., Ramiro M., Perfil socioeconómico del paciente con intento de suicidio. Med Int Mex 1998;14: 145.
~ Carlos Alejandro Noyola. Culpo al ITAM. El Universal. Opinión. 15-XII-2019.
~ Lifshitz A., Zerón L., Ramiro M. Los retos de la educación médica en México. Academia Nacional de Educación Médica. México 2011.

Discurriendo sobre las tormentas del poder en América Latina

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Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.
 Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana.

Sería bueno hacer un cuadro comparativo (ya no me dio tiempo) acerca de la alternancia del poder en América Latina por lo menos de los últimos cincuenta o sesenta años. Y es que, con quien he tenido la oportunidad de hablar del tema político me dice y asegura que nunca la región (Latinoamérica) había estado tan convulsionada. Yo sostengo que es una constante, aunque no hemos logrado estar como hace cinco o seis décadas atrás.

Fueron tiempos en que los gobiernos eran más proclives a la derecha con dictaduras militares pro estadounidense. Por lo que se generaron movimientos sociales que luchaban por la dignidad humana en beneficio –sobre todo– de los obreros y campesinos, procurando que llegara a gobernar la izquierda. En aquel entonces las hostilidades eran más crudas, aunque se tropicalizaban los movimientos.

En el fondo de las luchas sociales se gestaban las revoluciones. Proliferaban las organizaciones revolucionarias –incluso armadas– generando guerrillas que se oponían a los gobiernos dictatoriales de derecha. Por eso había una relación directa entre los movimientos sociales progresistas y los partidos de izquierda donde unos eran más radicales que otros y otros más dialécticos.

dictadura
Ilustración: Víctor Aguilar Rúa.

Los radicales estaban ligados al pensamiento maoísta, stalinista, o trotskistas, porque estos personales (Mao Tse-tung; Joseph Stalin, León Trotski) vieron que la única forma de lograr el poder era mediante las armas. Así, los dirigentes de estos movimientos sociales revolucionarios pensaban que debía ser igual.

Enumero sólo algunos de estos movimientos para dejar evidencia. En Brasil, el Comando de Liberación Nacional en la década de los 60. Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue un grupo guerrillero peruano de los años 1960. Los montoneros de Argentina, era la resistencia contra la dictadura (1966-1973). El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) de El Salvador, formado en 1972, posteriormente forma parte del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El movimiento insurgente colombiano “Movimiento 19 de Abril” (M-19 desde 1990). El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) es un partido político de Nicaragua, fundado en su origen como una organización política-militar en 1961.

Hay otros movimientos, pero el más importante y que logró un gran resultado revolucionario, de acuerdo a sus propósitos, fue el “Movimiento 26 de Julio” encabezado por Fidel Castro (1959) que inspiró a otros movimientos. Con el tiempo, ya en el poder lograron un pensamiento más dialéctico que radical.

movimiento
Ilustración: Pep Montserrat.

Aunque sean sólo algunos mencionados, casi todos estos movimientos entraron a la dinámica de la apuesta democrática. Es decir, entre hacer guerrillas, llegar y administrar el poder, generaron aperturas democráticas y el resultado fue (aunque no lo crea) que nuevamente obtuvieron el poder dirigentes y líderes de derecha pertenecientes a los partidos conservadores. De esto podríamos hablar después.

El caso es que han pasado entre cincuenta y sesenta años (sin aludir mucho más atrás), y aún siguen las luchas por el poder político porque no se resuelven las grandes necesidades estructurales de toda América Latina.

En ese sentido, no deja de manifestarse esta configuración, también sigue habiendo alternancias sean cívicas o drásticas. Y esto obedece a que continúan permaneciendo gobiernos negligentes tanto de izquierda como de derecha.

¿Qué me dice esto? Que la gente, en su mayoría, no cree en las ideologías. Que sólo votan –cuando se les acepta el voto– contra quienes gobiernan porque actúan diferente una vez que están en el gobierno. ¿Le suena?