Los últimos acontecimientos me obligan a tratarlos y exponer mi opinión al respecto. Es conocido por todos que estamos viviendo un problema de dimensiones descomunales, ya que si bien no es propio de nuestro país, sino del mundo entero, las repercusiones que se están dando en México son demasiado serias; enlisto algunas de éstas:
1. Por la razón que ustedes quieran y sin buscar culpables, es un hecho que en México las medidas para la contención del COVID-19 fueron tardías y malas, es decir, no se conminó al aislamiento en tiempo y forma, no se hicieron las suficientes pruebas a su debido tiempo, se promovió el salir, abrazarse, darse besos, etc., y los resultados están a la vista. Se dijo primero que la confinación terminaría en mayo, que el pronóstico de penosas defunciones no llegaría a 5,000 y ya rebasamos las 30,000. Pero creo que lo que más lastima es la falta de respeto a esos héroes (doctores, enfermeras, afanadores, camilleros, chóferes de ambulancias, etc.), ya que las críticas realizadas por el Sr. presidente son totalmente fuera de tono, trabajan con lo poco que se les ha entregado, hemos visto en las noticias serias (Imagen TV y Uno TV) que en muchos casos ellos han tenido que comprar los insumos de su propio dinero. Vemos hospitales saturados, rebasados, sin camas con ventiladores, su personal de manos caídas por la impotencia de no poder salvar vidas, sin margen de maniobra, escenas de desesperación, pero la autoridad sanitaria obviamente tiene otros datos y la verdad nunca se sabrá.
2. La negación de brindar apoyos a la pequeña y mediana industria ha traído consigo un mar de desempleados que difícilmente encontrarán un trabajo en lo que resta del año y, lo peor, es que no se sabe hasta cuándo lo tendrán. Por tal presión económica, se empieza a relajar las medidas, se permite empezar con la reapertura de ciertos negocios, pero vemos con tristeza cómo la gente sale sin ninguna medida de protección, es decir, hay mucha gente sin mascarilla, sin respetar la sana distancia y, obvio, se nota un repunte de contagios, aunque las cifras oficiales no lo informen. Prácticamente “todo” el país está en semáforo rojo (salvo dos estados, al día en que escribo esta entrega) y con agrado oímos que en ciertos estados los gobernadores impondrán multas a las personas que no porten mascarillas o cubrebocas, perfecto, eso es responsabilidad política, ya que nos guste o no, la persona que debería dar el primer ejemplo es el ciudadano presidente, y “nunca” se le ha visto portar uno, ¿cómo puedes exigir algo si no das el ejemplo? Lo mismo pasa con el Dr. López-Gatell, no utiliza cubrebocas, se le ha visto en contadas ocasiones usándolo.
3. La violencia está a todo lo que da en todo el país. Las masacres en el estado de Guanajuato son prácticamente cada día, así como en otros estados, pero la gota que derramó el vaso fue el atentado al jefe de la policía de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, mismo que afortunadamente resultó fallido, con la pérdida lamentable de dos personas que formaban parte de su equipo de guardaespaldas (escoltas) y una señora que pasaba por ahí en el momento del incidente. Las extorsiones están a la orden del día, siguen existiendo llamadas de los centros de readaptación social, pese a que ya las autoridades habían declarado que las señales de los celulares se habían bloqueado, pero les comparto que recientemente sufrí el intento de una estafa –y seguramente ustedes también habrán tenido alguna experiencia similar–; so pretexto de un cargo a una tarjeta, intentaron que diera toda la información de la misma y les confieso que la mujer que me llamó no era ninguna improvisada, intentó por todas partes sacarme información hasta que la paré en seco y le pregunté cuánto le pagaban por hacer eso que según ella es un trabajo, que tuviera un poco de dignidad y dejara de intentar estafar a la gente.
4. En mi paso por esta vida, como ya lo puse en otra de mis entregas, he visto devaluaciones, pérdidas de negocios, personajes que se han forrado de dinero sin explicación alguna; los pobres siguen siendo pobres sin que a nadie le importe, prevalece con ello, más que nunca, un hartazgo de la sociedad, y las consecuencias del resultado de las elecciones. “Nunca” me había tocado ver cómo se repudia a un mandatario y la forma cómo se está haciendo. Recordemos que también el primer año de la presidencia de Peña Nieto existió un freno en la economía, cierto, pero existió crecimiento pese a todo. El país estuvo en otro orden, jamás vimos caravanas pidiendo su dimisión, exigiendo su renuncia inmediata, no, tampoco la creación de un frente opositor ahora llamado “FRENA” y que cada día se hace de más adeptos y no sabemos hasta dónde podrá llegar y si logrará su propósito.
Vemos en esas manifestaciones cómo personas que dieron su voto por este cambio, hoy se arrepienten, con pancartas piden disculpas por haber caído en las promesas incumplidas hasta hoy, y que se ve no se cumplirán pese a todo, ya no hay dinero, el gobierno no se quería endeudar, por ello su política, la cancelación de fideicomisos, cambios en la política económica que sólo han beneficiado a cierto número de la población, y que no vemos de dónde saque dinero Hacienda con los negocios semiparados y muchos parados, sin ingresos en las empresas no puede haber pago de impuestos, luego entonces, ¿de dónde saldrá el dinero para continuar con los programas?
5. No le encontré ni pies ni cabeza la visita a la Casa Blanca de López Obrador, con el presidente más racista, que ha humillado y repudiado tanto a los mexicanos como lo es Donald Trump. Desde luego que su intención al ver cómo se alejan sus aspiraciones por la reelección de noviembre –y como resultado de sus propias políticas–, es tratar de que “esa visita” le ayude a sumar simpatizantes entre la población hispana (la mayoría mexicana de ascendencia) y esté en condiciones de votar. Pero lo más destacable de ese encuentro fue la reacción que se vio en redes sociales y otros medios al criticar a AMLO cuando rindió homenaje a la estatua de Benito Juárez; así que tal parece que la estrategia de Trump no le funcionará.
Son tan sólo cinco pequeños puntos que considero destacables por la importancia de lo que nos espera como país. Estamos viviendo tiempos muy difíciles y la reconversión económica tardará en volver, por eso tendremos que sortearla como se pueda.
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