Ciencia y Tecnología

El uno que somos todos: pronombre impersonal y número 1

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Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias…

En este tango clásico de 1943, el admirable compositor porteño y “poeta del tango”, Enrique Santos Discépolo no sólo expresa una intensa vivencia personal, sino que la generaliza con el dramático pero indulgente pronombre Uno de su título, ese uno que se refiere a sí mismo y a los demás; a ese uno que somos todos. La amarga voz poética, que en mi imaginación retrospectiva resuena con el barítono timbre de Hugo del Carril, plantea la vida como una ardua y tenaz travesía en busca del amor, pero fatalmente condenada al fracaso, la desilusión y la soledad: “uno está tan sólo en su dolor/ uno está tan ciego en su penar”. Cincuenta años más tarde, en 1995, la ruptura fatal del corazón por la malograda pretensión amorosa fue desmentida –aunque supongo que no de forma deliberada y con menor trascendencia–, en otra canción titulada “Uno se cura”, cadencia tropical de Raulín Rosendo que marca la brecha de tiempo y estilo entre el desgarrado tango rioplatense y la bullanguera salsa dominicana, en la cual el pronombre impersonal afirma que uno ¡snif! padece y desfallece… pero sana.

Enrique Santos Discepolo
Enrique Santos Discépolo, el poeta del tango, compositor de Uno (1943). A la derecha su biografía titulada escuetamente Uno (Imágenes tomadas de: Iber Libro).

El significado de este pronombre impersonal implica una asimilación, porque el uno declarado se coloca en el lugar del otro implicado y surge para expresar creencias o experiencias con las que cualquiera estaría o debiera estar de acuerdo: uno debe aprender de sus errores; el criterio singular y personal del hablante como el plural y general de la gente. En el habla coloquial se emplea el uno para indicar a una persona cualquiera y esto se logra mediante un disfraz por demás inútil pues, en ese uno que profiere un hablante para referirse a sí mismo de manera despersonalizada, el yo brilla por su ausencia. El mismo pronombre se usa muchas veces como una alusión cortés e indirecta a uno mismo para evitar o encubrir el sentido usualmente presuntuoso del yo. Es una dilución e incorporación de la identidad propia en la multitud: yo como cualquiera, yo como tú. De esta forma el uno seguido del se impersonal (uno lucha y se desangra) permite al hablante generalizar su experiencia puntual o cualquier situación hipotética para hacer una deducción totalizadora que aplica a todos, o cuando menos menos al prototipo de la clase de gente a la que uno pertenece. Se usa uno como disfraz pronominal para indicar a la persona que habla, pero sin revelar cuál es su identidad, ni externar sus rasgos, excepto, significativamente, por el género. Aquí, la autorreferencia del pronombre se hace patente porque concuerda: cuando una mujer lo dice, lo estipula como una: ¡se entera una de cada cosa!

Por su tono generalizador, el pronombre indefinido es apto para formular refranes: uno nunca sabe; uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. También se presta para concretar reflexiones, como ésta de Jaime Gil de Biedma: “Que la vida va en serio/ uno lo empieza a comprender más tarde”. Ahora bien, a diferencia del sentido generalizador del pronombre indefinido, en ciertos contextos lingüísticos y de conducta el uno puede ser exclusivamente auto-referencial y aludir sólo al hablante, como en mi caso particular sería esta frase: uno que nació en 1943 se ve impulsado a citar Uno, tango de ese mismo año.

Marie Rasson
Marie Rasson, lingüista experta en el uso del uno como pronombre indefinido.

Con base en un detallado análisis de discursos naturales en castellano, Marie Rasson, de la Universidad Católica de Lovaina, concluye que hay un continuo entre el sentido genérico y el sentido específico del uno. Esta investigadora del habla encuentra mayor frecuencia del uno pronominal en conversaciones cara a cara (uno a uno), en especial las que tienen mayor intersubjetividad que las más formales, lo cual confirma que es un recurso fundamentalmente oral e interactivo. De esta manera, en varios análisis de conversaciones recogidas ha quedado claro que el uno se usa mucho más en encuentros cara a cara que en medios escritos y, dentro de ellos, más en la ficción que en textos académicos, donde casi no aparece, excepto si un texto, como el presente, trata del pronombre uno. Es así que aparte del uso canónico del uno cuando se refiere solapadamente al “yo”, también puede designar al prototipo de sujetos en los que no está incluido el interlocutor, o bien en donde ambos, el hablante y el oyente están incluidos: uno debe ser consciente de lo que dice, ¿no crees? O bien: uno debe saber cuándo retirarse.

Marta León-Castro distingue dos objetivos del pronombre uno: el encumbrimiento y la generalización. En referencia al encubrimiento, el hablante puede buscar un acuerdo o aceptación por parte del interlocutor, o bien intenta proteger su imagen de posibles críticas y pasar desapercibido. En cambio, en la forma de generalización el hablante expresa una verdad con la que cualquiera puede identificarse, aunque a veces con un sesgo crítico o irónico: hoy en día una se viste como le da la gana. Un punto importante es que la referencia del uno no está dada exclusivamente por la gramática o la sintaxis de la frase que contenga al pronombre, sino se especifica por el contexto de factores fuera del discurso o extralingüísticos, propios de las circunstancias, las acciones y los elementos de la interacción y del entorno.

espejos
El pronombre yo del lenguaje funciona como la imagen de la persona ante un espejo; el pronombre uno como la imagen multiplicada entre dos espejos. La imagen de una persona reflejada en dos espejos se multiplica al infinito (Fotografía tomada de: Oye Borges).

Si bien todos los pronombres personales como yo, mí o mío son las marcas de lenguaje más alusivas a la subjetividad, el pronombre impersonal uno es quizás la marca lingüística más contundente de autoconciencia y alteridad intersubjetiva, porque al proferirla el hablante no sólo se refiere de manera indirecta e impersonal a sí mismo, sino que hace una alusión de dos bandas a sí mismo y mira su figura de soslayo, como si la viera de un espejo a otro. Uno es a la vez una voz autorreferencial porque se señala a sí misma y heterorreferencial porque refiere a los demás, como si hubiera en cada quien un principio común de la especie, o al menos de los miembros de la lengua en la que habla y de la cultura a la que habla. Esto es rigurosamente cierto en la medida que uno es un ejemplar de esta especie de criaturas bípedas, encefalizadas, capaz de comprender y vocear la unidad y variedad de sus miembros. En suma: Uno se refiere a sí mismo como visto por otro y ve al otro como uno mismo: “Cartabón y escuadra, uno sin otro no vale nada”.

uno
El número uno en su apariencia indoeuropea con serif, y la portada del documental de la BBC sobre su historia (la historia de uno) en la matemática (Imágenes tomadas de: Vimeo).

El pronombre personal indefinido uno procede directamente del latín clásico unus, el primer número natural, representado en la numeración indo-arábiga por un solitario glifo (“1”) rematado por un copete o serif, cuya apariencia erguida puede sugerir la verticalidad (postural) del ser humano. El numeral uno es el primer dígito de los números enteros y tiene por eso mismo las características de ser único y sin par, lo cual viene a coincidir con el concepto de persona como una entidad singular. La unidad conformada por el número uno es un elemento de identidad matemática porque cualquier número multiplicado por la unidad permanece sin cambio. Como se puede ver, la noción matemática del numeral uno y la noción lingüística del pronombre impersonal uno tienen un aroma cognitivo: un ser singular semejante a otros seres singulares de su clase. La matsemántica revela al uno pronombre y al uno numeral como conceptos gemelos que impregnan la noción que tiene la persona de sí misma y que colige en semejanza y diferencia con las demás.


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Las dudas más frecuentes sobre el covid-19

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Dudas frecuentes sobre el COVID-19 resueltas por la ciencia

Lo que la humanidad vive en 2020 es, para muchos, un acto sin precedentes y surgen dudas frecuentes sobre el coronavirus que la ciencia busca resolver.

Con el paso de los meses, las tendencias del coronavirus comienzan a delinear un complejo patrón mientras los científicos aún tratan de descifrar algunas interrogantes sobre el origen del patógeno que paralizó al mundo.

El aumento de casos de COVID-19 a nivel global ha comenzado a mostrar algunos patrones en el comportamiento del misterioso virus que ha sacudido al mundo entero en los últimos meses.

Pero a pesar de que con el transcurso del tiempo los efectos de la pandemia son cada vez más claros, los científicos aún luchan por tratar de dar respuestas a las muchas interrogantes que ha generado el surgimiento del virus SARS-CoV-2.

De ahí la importancia de juntar algunas piezas del rompecabezas en torno a cómo surgió y cómo funciona el coronavirus, cuyas consecuencias políticas y sociales han marcado el año 2020.

¿Cuándo surgió el coronavirus?

Una de las incógnitas hasta ahora en torno al covid-19 es certificar la fecha y localización exactas del origen del SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad que se ha propagado por el mundo.

El 31 de diciembre de 2019, el Gobierno de China informó por primera vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre “varios casos de neumonía de etiología desconocida (causa desconocida) detectados en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei”.

En un segundo informe más detallado, publicado el 12 de enero, el Gobierno de China y la OMS ubican el primer caso oficial del nuevo coronavirus el 8 de diciembre de 2019 en la citada urbe.

Días más tarde, un estudio publicado por médicos chinos en la revista especializada The Lancet situaría, no obstante, el primer caso con síntomas del nuevo virus el 1 de diciembre, también en Wuhan. 

Sin embargo, una serie de hallazgos científicos posteriores han puesto en duda el hecho de que el covid-19 tuviera su origen en esas fechas en este mercado de Wuhan, aunque existe consenso entre la comunicad científica de que el brote se originó en China. 

Un mapeo genético del virus realizado por la Universidad de Cambridge, en un estudio encabezado por el genetista Peter Forster, estima que el primer humano contagiado por el virus del SARS-CoV-2 pudo presentarse entre el 13 de septiembre y el 7 de diciembre de 2019.

“Lo que ahora es importante tener en cuenta es que el genoma más temprano en la base de datos no es necesariamente el origen de la enfermedad”, dijo Forster en entrevista con CGTN. Sin embargo, los autores aclararon que “es una mala interpretación del estudio decir que el nuevo coronavirus se originó fuera de China”.

Otro estudio filogenético reciente, realizado por el University College de Londres, señala que la pandemia por el nuevo coronavirus en humanos comenzó entre el 6 de octubre y el 11 de diciembre de 2019. La investigación no pone en duda que el brote se haya originado en China. 

También se ha sumado recientemente otro análisis realizado por el médico Yves Cohen, jefe de la unidad de cuidados intensivos en dos hospitales cerca de París, Francia, que señala que un paciente que fue diagnosticado con neumonía el 27 de diciembre pasado tenía coronavirus. La esposa del paciente trabaja en un supermercado cerca del aeropuerto Charles de Gaulle, a donde llegaban vuelos de la ciudad china de Wuhan.

A partir de este hallazgo, la OMS pidió a los gobiernos del mundo practicar pruebas de covid-19 en pacientes que hubieran registrado neumonías atípicas en diciembre y noviembre de 2019, para identificar posibles casos anteriores incluso a que China informara de esa nueva enfermedad y entender mejor “el potencial de contagio”.  

“Sería de gran importancia que todos los países con casos sin especificar de neumonía en diciembre, o incluso en noviembre, realicen test, y algunos ya lo están haciendo”, destacó en rueda de prensa el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, el pasado 5 de mayo. 

El portavoz del organismo aclaró que no sería raro que el coronavirus estuviera ya fuera de China desde fechas tan tempranas, “ya que los primeros casos de la enfermedad se remontan a principios de diciembre y entra dentro de lo posible que algunos de los infectados viajaran desde Wuhan (ciudad donde se originó) a otros países”.

¿Cómo surgió el coronavirus COVID-19?

Diversas investigaciones científicas apuntan a que el SARS-CoV-2 provino de especies animales que luego mutaron y empezaron a propagarse entre humanos.

El equipo de Shi Zhengli, científica del Instituto de Virología de Wuhan, descubrió por primera vez que el nuevo coronavirus está vinculado con murciélagos. Según un estudio coordinado por su equipo y publicado en la revista Nature, el nuevo coronavirus en humanos tiene “un 96 % idéntico a nivel de todo el genoma”, en comparación con el coronavirus presente en murciélagos.

A partir de ahí, se cree que los murciélagos son el huésped natural del nuevo coronavirus, aún cuando los receptores de la proteína S entre el virus de humanos y el de los murciélagos no son iguales. La proteína S es un aspecto clave para que el virus pueda infectar a las células de un organismo vivo.

El estudio de Zhengli y su equipo ha llevado a expertos internacionales a creer que el nuevo coronavirus evolucionó gradualmente de animales a humanos.

El 7 de febrero, la Universidad Agrícola del Sur de China publicó un estudio en el cual señala que el pangolín (similar a un armadillo) probablemente sea el huésped intermedio del nuevo coronavirus. Además de sus similitudes genéticas, se descubrió que su receptor de proteínas Ses “virtualmente idéntico” entre pangolínes y humanos. 

Para dicho estudio, el equipo de científicos tomó muestras de 25 pangolines de Malasia interceptados por la Oficina de Seguridad Pública y la Aduana Forestal Provincial de Guangdong, de marzo a diciembre de 2019.

El pangolín es considerado el “mamífero más traficado en el mundo”, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), debido a que en países como China y Vietnam su carne es considerada un manjar y sus escamas son utilizadas como ingrediente de medicina tradicional para el tratamiento de remedios como el asma, el reumatismo o la artritis.

De este modo, los científicos consideran altamente probable que el nuevo coronavirus haya mutado de especies animales a humanos a finales de 2019. 

Sobre las cepas y mutaciones

Hasta el momento se conocen tres cepas del virus SARS-CoV-2 que afectan a los humanos.

Según el estudio de Peter Forster y la Universidad de Cambridge, se han registrado versiones ‘A’ del virus en los primeros casos de Wuhan, así como EE.UU. y Australia.

El virus tipo ‘B’ prevaleció en pacientes de todo el este de Asia, incluyendo a la ciudad de Wuhan, que registró más casos de la cepa ‘B’ que la cepa ‘A’.

La variante ‘C’ es el tipo europeo principal, que se encuentra en pacientes tempranos de Francia, Italia, Suecia e Inglaterra. Este tipo de cepa también se registra en Singapur, Hong Kong y Corea del Sur.

El objetivo de identificar las cepas del virus es tratar de reconstruir la evolución del mismo, para rastrear un origen común y el eventual desarrollo de cada subtipo. Un hecho que es de enorme utilidad para la elaboración de una vacuna efectiva para contrarrestar los padecimientos de dicha enfermedad.

Los científicos creen que las diferentes cepas pudieron surgir a partir de diversas mutaciones.

En este sentido, investigadores del University College de Londres han identificado 198 mutaciones genéticas del nuevo coronavirus SARS-CoV-2.

“La gran mayoría de las mutaciones observadas hasta ahora en el SARS-CoV-2 que circulan en humanos son probablemente neutrales o incluso perjudiciales”, señala el estudio encabezado por Francois Balloux.

“Todos los virus mutan naturalmente. Las mutaciones en sí mismas no son algo malo y no hay nada que sugiera que el SARS-CoV-2 esté mutando más rápido o más lento de lo esperado” aseguró Balloux en entrevista con Reuters.

Impactos regionales del COVID-19

Hasta el 10 de mayo, en el mundo se habían registrado 3.917.366 casos y 274.361 muertes, según datos de la OMS.

Pero a pesar del crecimiento de las cifras en los últimos meses, el impacto no ha sido igual en todo el planeta.

La región más afectada es Europa, con 1.707.946 casos y 155.552 muertos.

Le sigue la región de las Américas, donde tan solo EE.UU. encabeza el número de casos con 1.245.775 pacientes confirmados y 75.364 muertos (lo cual representa el 75 % de todos los casos y muertes del continente).

Así, entre Europa y EE.UU. abarcan el 77 % de los casos a nivel global y el 84 % de las muertes registradas en el mundo por covid-19. 

Sin embargo, en el resto del planeta, las cifras bajan considerablemente.

En el Mediterráneo del Este (que abarca Medio Oriente y el mundo árabe) se registraban apenas 255.728 casos y 8.878 muertes.

En las regiones del Sureste Asiático y el Pacífico Oeste (que abarcan a países como China, India, Japón y Australia) existen 254.976 casos confirmados y apenas 9.825 muertes.

La región menos afectada del planeta es África, con apenas 42.626 casos y 1.369 muertos.

¿Pero a qué se deben estas diferencias?

Sobre el clima, la edad y el sexo

Aunque los científicos no han llegado a conclusiones definitivas, algunas tendencias parecen señalar que factores como el clima, la edad e incluso el sexo han marcado ciertas tendencias en las tasas de mortalidad por covid-19.

Según un estudio preliminar del Centro de Medicina Basada en Evidencia, de la Universidad de Oxford, existe una correlación entre la latitud y el contagio de casos portadores de covid-19.

“La evidencia sugiere que las condiciones climáticas pueden influir en la transmisión, con condiciones frías y secas que parecen aumentar la propagación”, afirma el estudio realizado por los científicos Carl Heneghan y Tom Jefferson.

De este modo, los investigadores consideran que existe cierta correlación entre la latitud y los países que han registrado el mayor número de muertes asociadas al virus.

Lo mismo pasa con la edad. 

Según un estudio del Pew Research Center “algunos de los países donde covid-19 ha sido más letal, incluidos EE.UU. e Italia, tienen poblaciones que se inclinan considerablemente más viejas que el promedio mundial”.

En este sentido, las poblaciones de Europa y América del Norte son más longevas que en otras regiones. La edad media en Europa es de 43 años, mientras que en Norteamérica es de 39 años.

En contraste, la población de Oceanía tiene 33 años de edad media, Asia 32 años, América Latina 31 años y África apenas 20 años de edad.

De acuerdo con Hans Kluge, director regional de la OMS en Europa, “los adultos mayores tienen un riesgo significativamente mayor de enfermedad grave después de la infección por covid-19”.

En abril pasado, el experto señaló que ésta es una observación muy importante para la región europea, ya que de los 30 principales países con el mayor porcentaje de personas mayores, todos menos uno (Japón) son países de Europa, incluyendo los países más afectados, como Italia, España y Francia.

“Sabemos que más del 95 % de estas muertes ocurrieron en personas mayores de 60 años. Más del 50 % de todas las muertes fueron personas de 80 años o más”, señaló Kluge.

Otra variable es el sexo, ya que de acuerdo con datos de la iniciativa Global Health 50/50, los hombres son más propensos a morir por coronavirus que las mujeres.

“Los datos hasta ahora no proporcionan un patrón claro en términos de quién tiene más probabilidades de infectarse con covid-19. Sin embargo, muestra que entre los casos confirmados, los hombres mueren constantemente a un ritmo mayor en los países donde hay datos disponibles”, señala el estudio.

Asimismo, un reciente estudio publicado en el European Heart Journal, encontró que la sangre de los hombres tienen niveles más altos,en comparación a las mujeres,de una enzima utilizada por el nuevo coronavirus para infectar células. Dicha enzima, convertidora de angiotensina II (ACE2, por su sigla en inglés), se encuentra en el corazón, riñones y otros órganos.

Todos ellos, factores que empiezan a delinear algunas tendencias para comprender mejor el virus que paralizó al mundo.

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Memoria personal, memoria colectiva, memoria histórica

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La memoria histórica corresponde al conjunto de conocimientos que comparte una sociedad sobre su formación y se manifiesta de diversas maneras públicas, como la conmemoración de acciones, fechas y figuras señaladas. Los anales históricos, muchas veces teñidos de intensas emociones de identidad, se ventilan en la arena pública sometidos a exaltaciones, deformaciones u ocultamientos por parte de los círculos de poder y medios de opinión. Constituyen además temas comunes y candentes que las personas confrontan en referencia a los datos y criterios de otros, y la reflexión e interpretación de las circunstancias que supuestamente causaron los hechos. Lo que se juega en estos lances internos y externos es la veracidad y significación del pasado.

memoria colectiva
Portada del libro “La memoria colectiva” de Halbwachs y el funesto lema “A cada quien lo suyo” en la puerta del campo de concentración de Buchenwald, donde murió en 1945 (Fuente: Wikipedia).

El sociólogo francés Maurice Halbwachs, asesinado en el campo de concentración de Buchenwald en 1945, concibió a la memoria colectiva como el proceso de reconstrucción de su pasado por una sociedad determinada. A diferencia de la memoria histórica que sería la relación más difundida y oficial de hechos rescatados en diversas fuentes, la memoria colectiva se refiere a los recuerdos que un grupo social destaca y atesora, los cuales son compartidos, transmitidos y construidos por ese grupo humano en su conjunto y que suelen formar parte de su tradición. Como sucede con el engrama de los recuerdos episódicos y semánticos labrados en el cerebro individual, ocurre una extensión externa en los recuerdos de los otros y en las marcas de la memoria colectiva. Halbwachs propuso que la memoria colectiva estaría compuesta por una interacción entre las memorias individuales y los marcos sociales. Estos marcos son construcciones lógicas, representaciones de acontecimientos y de personajes localizados en el tiempo y espacio que permiten encuadrar una narración identitaria para una colectividad y sus miembros. Se podría decir que, así como la memoria personal –tanto la episódica como la semántica y la operativa– permite un auto-reconocimiento individual, la memoria colectiva permite a una sociedad reconocerse conjuntamente.

roger bartra
Portada de “Antropología del cerebro” de Roger Bartra y el autor.

En los últimos lustros el campo de la neurociencia social se ha interesado en las bases cerebrales de las relaciones intersubjetivas y de la memoria colectiva. En su medio se ha postulado que existen esquemas de memoria que conectan los engramas del cerebro con los eventos históricos que conforman la memoria colectiva, y que funcionan debido a similitudes en la codificación de información a nivel individual y social. La cognición individual tiene un asa externa que se modula y complementa de manera dinámica y adjunta con memoriales ubicados en el mundo y que incluyen libros, monumentos, crónicas, conmemoraciones y demás marcas públicas. Como lo ha sugerido y justificado el reconocido antropólogo mexicano Roger Bartra, se trata de una cognición distribuida porque involucra un acoplamiento interactivo entre recursos internos del cuerpo, en especial del cerebro y sus engramas de la memoria, con instancias externas de naturaleza simbólica que en conjunto integran una parte de la conciencia de sí. Ciertos datos y recuerdos significativos del individuo y las creencias más enraizadas de la colectividad son procesos con dos polos, uno íntimo y subjetivo que las personas atesoran como parte de su identidad, y otro colectivo conformado no sólo por las circunstancias ambientales y sociales que originan la experiencia, sino también por el conjunto de historias, nociones, valores, lugares, ideas, rituales, pautas de comportamiento y demás menesteres que conforman la cultura.

frente por la memoria
La memoria colectiva se manifiesta en ocasiones como movimientos sociales de personas que han compartido o padecido un suceso público soslayado o acallado por el grupo en el poder. En este cartel aparecen las madres de Plaza de Mayo que surgieron en los años de la represión política de Argentina. Ostentan el símbolo de la pañoleta blanca que las identifica en la memoria colectiva como madres de personas desaparecidas por la dictadura (Figura tomada de: Frente por la Memoria Colectiva).

Los datos y narraciones de la historia suelen acarrear una carga simbólica, imaginativa y afectiva que los convierte en parte importante de la cosmovisión personal y colectiva. Es así que los personajes históricos elegidos como héroes o villanos constituyen símbolos que forman parte de la identidad. Por otro lado, los criterios asumidos por una persona sobre su identidad o filiación política (“yo soy demócrata,” “yo soy anarquista,” “yo me considero conservador,” etc.) tienen referentes históricos (datos, personajes), fuentes ideológicas (teorías, doctrinas), datos de memoria colectiva (testimonios, diálogos, controversias) recuerdos y evaluaciones de la memoria personal (enseñanzas, confiabilidad y contexto de la fuente de información). En este sentido es interesante anotar que existen tendencias morales innatas que inclinan a las personas hacia un perfil progresista o conservador que se ven revestidas y afianzadas por las ideologías que se adoptan.

Es significativo advertir que, aparte de designar al sistema cognitivo de retención y recuperación de información, las palabras “memoria” y “memorial” se usan para referir a informes escritos en los que se expone información de algún suceso público. La labor de un cronista (literalmente “relator del tiempo”) es narrar los sucesos que presencia en el orden en el que sucedieron, y en su testimonio se conjuntan sus procesos subjetivos con eventos del entorno que dan como resultado un documento que puede cimentar historia. La memoria personal y subjetiva se enlaza de manera dinámica con la memoria colectiva y objetiva, de tal manera que la historia se basa en la investigación de los anales y documentos existentes con el objeto de reconstruir e interpretar el pasado. La historia no sólo es producto de la actividad de los historiadores, cronistas e instancias de autoridad, sino una vez configurada, difundida y enseñada, es fuente de memoria semántica, de conocimiento verosímil y finalmente de la cosmovisión para una comunidad humana y cada persona que la integra.

memoria de los 43
“Antimonumento por los 43”. Conmemoración pública no oficial en la Ciudad de México de la memoria colectiva concerniente a los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa 2014, en oposición a la “verdad histórica” proclamada por el gobierno. La memoria colectiva tiene una correspondencia intensa con las memorias individuales de un sector lacerado de la población (Fuente: Wikipedia).

El conocimiento histórico socialmente sancionado tiene gran poder de convicción y constituye un ingrediente clave de la imagen e interpretación del mundo en una cultura determinada y para cada uno de sus individuos. Sin embargo, la sanción pública y la historia oficial de hechos pasados no son garantía de veracidad y toda persona inquisitiva aplica sus recursos de aprendizaje, verificación, reflexión y crítica para deslindar el conocimiento verdadero del falso y el valioso del intrascendente. Este juego entre la cognición social e individual constituye un proceso fundamental en la evolución de las personas, de las sociedades humanas y en último término de la especie.

Paul Ricoeur se refiere al tiempo vivido para aludir lo que viven los seres humanos en su cotidianidad o diario transcurrir. Este filósofo y hermeneuta francés plantea el papel de la narración y comunicación de la experiencia a través de la rememoración como un estrato elemental de la memoria. El ingreso de la  memoria narrada en la tradición y la historia constituye un segundo estrato aprehensible a través de un paradigma colectivo. Finalmente, el tercer estrato concierne a los humanos como la especie biológica que ha  trascendido miles de años e incide en la cultura por herencia y tradición. En este contexto vale la pena evocar el sentido del término “rememoración” en Walter Benjamin, pues concierne a la tarea común de la memoria personal, la colectiva y la histórica en la recreación de un pasado en un presente.

Concluyo: la memoria, tanto la personal como la social, además de codificar, evocar e interpretar información, llena un menester evolutivo: reconstruir el pasado para aprender de él y labrar un mejor futuro; recuperar el pasado para sedimentar y cristalizar el valor personal, el valor cultural y, en definitiva, el valor humano.


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Científicos mexicanos en busca de la cura del covid-19

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México en protocolos de investigación científica para la cura del covid.19

La incansable busca por la vacuna contra el coronavirus covid-19 reúne a doctos de la ciencia biológica de primer nivel en una investigación científica internacional en la que México colaborará en tres protocolos.

Así lo dio a conocer el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard quién explicó que México participará en tres protocolos de investigación que se encuentran en una primera fase, como parte de la resolución propuesta por México y aceptada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El canciller explicó que la Unión Europea, la ONU y el Gobierno de Noruega, así como otras iniciativas mundiales, coincidieron con la resolución, por lo que sumarán un esfuerzo global de investigación para que las naciones trabajen en conjunto en el desarrollo de la posible vacuna contra la nueva cepa de coronavirus.

“México participó en ello, nos estamos uniendo a esa iniciativa, estamos invitando a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al Instituto Nacional de Nutrición y a varios investigadores e investigadoras de diversos organismos, por ejemplo de Tec Salud, con sede en Monterrey, centros de investigación de universidades como la Universidad de Querétaro”, detalló, y agregó que también se ha invitado a los países latinoamericanos y del Caribe.

Abundó que México participará en tres protocolos que están en curso y entrarán en la ‘Fase uno’, que es cuando estos comienzan a ser probados en términos clínicos.

Asimismo, el canciller indicó que, en relación a los laboratorios privados, se ha trabajando con el laboratorio en Estados Unidos de Gilead, que desarrolló el medicamento Remdisivir como tratamiento para el nuevo coronavirus. El objetivo de México “es poder tener acceso en tiempo y formal al medicamento”, dijo.

Agregó que actualmente la aportación de México para ingresar a este equipo es de 1 millón de euros, y posteriormente, se tendrán que hacer otros apoyos, dependiendo de los protocolos en los que el país participe.

En el caso del Instituto Nacional de Nutrición, se participa en un protocolo sobre el Remdisivir en siete pacientes en una primera fase, aunque estos luego aumentarán, señaló.

El 20 de abril, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que adoptó la resolución presentada por México, la cual fue avalada por 179 países.

La propuesta fue presentada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, el 26 de marzo ante la Cumbre Extraordinaria de Líderes del Grupo de los 20 (G20).

El proyecto llama a los integrantes de la ONU a que prevengan la especulación “y todas aquellas disposiciones que escondan o limiten el acceso a los productos necesarios para contener la pandemia”.

El gran telescopio espacial James Webb

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El gran telescopio espacial James Webb tiene el propósito de ser muy superior al exitoso Hubble. Será mucho más poderoso. No analizará la luz visible de los astros sino su radiación infrarroja. Se espera lograr un gran avance de la astrofísica con este gran instrumento, desde la formación de planetas hasta un mapa a gran escala del cosmos.

Ahora se combinan telescopios terrestres con celestes. Cada instrumento aporta parte del conocimiento: descubrimiento de los nuevos objetos, análisis de sus características y finalmente el armado del inmenso rompecabezas para explicar el origen y evolución de los distintos astros, así como del universo en su conjunto.

Telescopios tan poderosos como el James Webb llevan años de planeación y construcción. Y posteriormente viene el reto de ponerlo en órbita y que lleguen en buen estado. El telescopio espacial Hubble se colocó en órbita con éxito; sin embargo, sufrió enormes desperfectos, como paneles solares maltrechos, pero lo más grave fue que estaba desenfocado. Hubo que emplearlo para analizar objetos cercanos hasta que una compleja misión tripulada lo reparó y colocó instrumental nuevo, ya que el que llevaba era en gran medida obsoleto.

espejos james webb
Algunos de los espejos seccionados que se integrarán en el telescopio James Webb.

Se espera que el telescopio James Webb tenga una masa de la mitad del Hubble, su espejo primario medirá 6.5 metros de diámetro, integrado por varios espejos que observarán los astros en conjunto y con un área de recolección cinco veces mayor a aquél. En contraste, el espejo del Hubble mide 2.4 metros. El tamaño del telescopio no sólo importa para la captación de luz, entre más grande sea puede observar objetos muy débiles, es decir, más distantes, pero también sirve para observar a los astros extendidos minuciosamente y con detalle. Por eso, los científicos confían en que la sensibilidad y resolución que ofrecerá el telescopio será excepcional.

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Telescopio James Webb (NASA).

Observar en el infrarrojo es importante para analizar objetos como el polvo del medio interestelar. Pero también para observar galaxias distantes, ya que debido a la expansión del universo, la luz de las galaxias se “corre hacia el rojo”, por el efecto Doppler de la luz. La radiación de los objetos muy distantes, en lugar de observarse en luz visible lo hacen en infrarrojo. Así que para analizar la estructura de las galaxias distantes se emplean estas frecuencias. Y en ese sentido, el objetivo de observar galaxias tan lejanas es poder hacer un mapa de la estructura del universo. Con estas observaciones se podrá analizar la distribución de la materia oscura, si es que existe y si hay irregularidades en la energía oscura que conducen a la expansión cósmica.

El James Webb podrá captar tal cantidad de radiación y ver con tanto detalle, que se espera que pueda descubrir planetas extrasolares fuera de nuestra galaxia, como ha sido hasta ahora con gran éxito, pues ya se han encontrado ¡más de 4,000 mundos que circundan a otras estrellas!


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La revolución digital de la enseñanza: albores de una nueva era

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Tuvieron que contagiarse 4 millones de personas en el planeta y morir más de 250 mil para que la universidad se planteara en serio superar las clases magistrales y masificar el uso de la tecnología digital.

Carlos A. Scolari.

La enseñanza en línea, aprendizaje a distancia, educación no presencial, formación digital, como se le quiera nombrar, representa la transformación más radical de los últimos 500 años en el proceso de transmisión del conocimiento.

Hasta finales de marzo, según datos de la Unesco, casi mil 400 millones de estudiantes en todo el mundo recibían clases mediante plataformas multimedia.

Distribuidos en 138 países, tres de cada cuatro estudiantes estaban recibiendo clases fuera de sus escuelas, cerradas por la pandemia.

Por su parte, más de 60 millones de docentes, a lo largo y ancho de todo el planeta, tuvieron que mudar sus estrategias y contenidos a plataformas no presenciales. Muchos de ellos, sin un entrenamiento o ni siquiera un proceso de familiarización digital previo.

Presenciamos, así, una verdadera revolución en términos de la historia cultural. La magnitud de esta transformación es, desde luego, aún incalculable.

educacion online
Ilustración: Alexandra Shigina.

Como suele suceder con las transformaciones culturales, los visos de una nueva época se advierten, primero, en la forma. Las formas. Mas, evidentemente, no se agotan en ellas.

Ya los años sesenta se había mostrado como una época fértil en términos de repensar la manera en la que se educaba hasta entonces.

El centro de las nuevas pedagogías recayó en la crítica a lo incuestionable de la figura de autoridad, así como a incentivar las formas de trabajo colaborativo y el pensamiento crítico.

Si hoy tenemos como las habilidades de mayor valoración justamente competencias que tienen que ver con resolver problemas, creatividad y criticidad, es en buena medida herencia de aquellos que en los sesenta comenzaron a fracturar la voz vertical y férrea del fono-logo centrismo.

Rastrear la palabra cátedra da una idea del fundamento de esta capacidad para hacer pasar el saber de una generación a otra.

Asociada en su origen con la forma de una silla especial, tan robusta y magnificente como se imaginaba el acto de enseñar, la palabra cátedra refiere al sillón de brazos, desde que los obispos dictaban lo que podían del saber de los otros.

catedra digital
Ilustración: Realisto.

En un juego de implicaciones simbólicas, cátedra era una silla especial, diferenciada claramente de la silla normal (sella), pero sobre todo del banquillo (subsellium), reservado, por supuesto, a los estudiantes.

Aún más, cátedra es la palabra que se asocia no sólo al acto de dar clases, sino además a la propia condición del docente y a un puesto fijo, laboral y socialmente así reconocido.

La silla frente al banquillo, digámoslo de esa forma, el saber fijo frente al no saber de condición endeble como el banquillo mismo, ha dado lugar a una expresión más que revela la profundidad cultural de esta representación.

Referirse a que una persona se expresa ex cathedra, es una forma que subsiste de decir que habla con toda propiedad y conocimiento. Mismo del que, por contraste, carecen quienes le escuchan, obviamente.

Estamos, pues, frente a una práctica cultural que data, en su forma y representación, al menos de la Edad Media.

La transmisión del conocimiento, en la forma de quien da a saber a otro, de quien revela a otro un saber o una información, no se ha modificado sustancialmente en los últimos cinco siglos.

catedra digital
Ilustración: Dribbble.

Hay un sitio para la cátedra (el aula), una silla especial para el catedrático y una serie de banquillos para los que recibirán la enseñanza.

El lugar, pero especialmente, los objetos que lo componen, el tipo de silla, despliegan su halo simbólico sin dejar duda de qué representa cada cosa y cada participante.

De San Agustín a las Cátedras Magistrales de nuestros días, la dinámica física impuesta por esta concepción se ha mantenido en términos generales inalterada.

Como inalterados, sin moverse, deben permanecer los que no saben. El catedrático es el único que puede deambular, moverse, levantarse, caminar, por el espacio de la cátedra.

Si en este escenario de las representaciones, se quieren más datos aún, sólo piénsese en la implicación simbólica que puede significar la vigencia en el uso de la frase: dar la palabra.

revolucion de la educacion digital
Ilustración: Craig Frazier.

Resulta por demás curioso, pero revelador al mismo tiempo, que una de las cosas que con mayor frecuencia se registren hoy, es que los docentes se ven obligados a trabajar sobre plataformas digitales, sea, justamente, al manejo de los micrófonos.

De igual forma, las quejas de los docentes noveles en la enseñanza digital, suele poner más atención de la que merecería al hecho de que los estudiantes (osan) apagar sus cámaras.

La pérdida del control sobre lo que dicen y hacen –micrófonos y cámaras, apagadas, de por medio– quienes están en el banquillo, no podía simbolizar mejor la remoción que han de significar los nuevos tiempos digitales.

Estar y dar, dos verbos claves en la (ahora) vieja manera de transmitir el conocimiento.

“Estar” –a la vista– y “dar” –la información a los que están ahí sin moverse– son desplazados por un nuevo ámbito en el que la pérdida del control de parte de quien ostenta el saber (la cátedra), es la marca del nuevo tiempo.

Nuevo tiempo de nuevas mentalidades.

Libertarias, críticas, inasibles. 


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Disertaciones alrededor de la COVID-19

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No cabe duda que la pandemia de la COVID-19, enfermedad causada por el SARS-CoV-2, ha venido a trastornar la vida de la mayor parte de la sociedad y lo ha hecho en muchas esferas desde el punto de vista social, económico y sanitario. El aislamiento al que hemos visto necesario que toda la población nos sometamos, en un intento de disminuir la dispersión del padecimiento, ha acarreado múltiples y diversas consecuencias; aunque una buena parte de los miembros de la sociedad han entendido la necesidad de hacerlo y la van aceptando de manera disciplinada, otra parte no la ha respetado por no compartir la importancia de la contingencia; también muchos otros no la han podido respetar porque sus actividades laborales no se los permiten.

En general, el temor a la enfermedad y el mismo confinamiento han causado angustia y en ocasiones enojo. La imposibilidad de continuar las actividades de trabajo ha acarreado consecuencias económicas muy importantes y que aún no conocemos sus alcances, pero que se vaticina como enorme. Los daños sobre la salud han sido enormes, con muchos enfermos alrededor del mundo, incluido nuestro país y desafortunadamente con muchos fallecimientos, en México más de 1000 hasta ahora; esto ha sometido al sistema de salud a un reto que va enfrentando.

casos confirmados la covid 19

En mi opinión, la mayor debilidad que enfrentamos es el escaso conocimiento que tenemos sobre COVID-19. Estamos ante un nuevo virus que causa una nueva enfermedad y los primeros casos fueron reportados hace apenas cinco meses en China, donde parece haberse iniciado lo que después se convirtió en pandemia. Quienes tenemos algún tiempo de ejercer en la medicina, ya nos hemos enfrentado a la aparición de padecimientos nuevos, como en el caso del grupo de manifestaciones ocasionadas por el HIV, que a pesar de su severidad y la enorme repercusión social y sanitaria, su forma de extenderse era diferente y permitió ir controlando sus repercusiones, y al cabo de un tiempo se consiguieron enormes logros.

Primero se logró establecer medidas preventivas que han conseguido frenar la extensión de la infección, por otro lado, el padecimiento desencadenó una gran investigación en el área de antivirales y actualmente el SIDA ha pasado de una enfermedad que ocasionaba el fallecimiento de los enfermos en corto tiempo y en condiciones de gran deterioro de la calidad de vida, a un padecimiento crónico que puede ser incluso asintomático y que hasta ahora permite una sobrevida larga; pero para llegar a esto tuvo que pasar mucho tiempo. La infección por virus A (H1N1) de influenza en 2009, fue una variante de una enfermedad ya conocida y en unos meses se había logrado obtener la vacuna que fue permitiendo contender con la pandemia.

La COVID-19 es una enfermedad nueva causada por un virus específico hasta ahora desconocido y nos enfrentamos, además, a que tiene unos mecanismos de difusión o dispersión muy particulares, ya que lo hace de manera muy eficiente para el virus. Se ha ido pudiendo establecer que el periodo de incubación oscila entre 7 y 10 días, el curso de la enfermedad no ha podido ser establecido de manera precisa, aunque ya está claro que son factores de riesgo: la edad avanzada, la obesidad y el sobrepeso, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el embarazo, entre otros. No conocemos el papel que juegan el volumen de la inoculación, la vía; si realmente el virus tiene características neurotrópicas y viaje, cuando menos ocasionalmente, a través del nervio olfatorio y de los que transmiten el sentido del gusto, lo que puede hacer algunos casos además de curso grave, rápido. No sabemos plenamente si ocasiona, como se dijo inicialmente, un estado de hipercoagulabilidad, que puede ser de mal pronóstico y que puede combatirse con anticoagulación precoz; por cierto, aunque no ha sido plenamente probado, en los esquemas terapéuticos se incluye el uso de heparina desde el inicio.

Asimismo, hemos ido aprendiendo que el cuadro más frecuente, tos, odinofagia, anosmia y fiebre, de manera frecuente puede ir precedido por otras manifestaciones como diarrea y vómito (8%), o manifestaciones cardíacas (6%), entre otras formas. Desconocemos el número de individuos que han cursado la enfermedad de manera asintomática o con manifestaciones tan discretas que fueron desapercibidas. Esto puede ser de particular importancia porque el número de contagios sólo puede abatirse cuando un porcentaje de la población (de 60 a 75%) sea inmune.

letalidad por cuadro de caso

En México el número de pruebas de diagnóstico ha sido muy bajo, es decir, el valor de pruebas para el diagnóstico agudo en enfermos no graves y la determinación de anticuerpos. En España y en Italia se ha puesto en marcha estudios que intentan determinar esta situación, para ello van a realizar el análisis de varias decenas de miles de individuos para determinar los porcentajes de la población que tienen anticuerpos, y lo van a alargar algunas semanas para saber si la inmunidad es duradera, porque para colmo, hay algunos reportes –si bien es cierto que aislados– de que la inmunidad generada pudiera no ser duradera.

En cuanto al tratamiento la situación también es muy incierta, ya comentábamos lo concerniente a la anticoagulación con heparina. De alguna manera no se ha determinado precisamente el número de enfermos que requieren apoyo respiratorio, los reportes son muy variables, la mortalidad de los que lo requieren es muy alta, aunque los reportes también tienen variaciones que posiblemente tengan relación en la capacidad de las unidades de cuidados intensivos que reportan estos resultados. A los médicos nos causa una gran incertidumbre enfrentarnos a un padecimiento que no tiene un tratamiento específico, esto se incrementa cuando el padecimiento es muy grave. Se han ido haciendo reportes aislados de medicamentos; inicialmente parecía muy esperanzador el uso de cloroquina o hidroxicloroquina con o sin azitromicina; pero el entusiasmo inicial ha ido disminuyendo; se probó con interferón e inmunoglobulina, sin resultados claros.

Se han probado varios antivirales y en este momento los resultados actuales con Remdesivir parecen alentadores, aunque los estudios realizados hasta el momento no permiten saber si realmente puede ser un recurso que disminuya la duración de la enfermedad, el paso de COVID-19 a fases graves y sobre todo la mortalidad. Todos estos medicamentos han podido ser probados porque todos ellos habían sido utilizados en otros casos y, por tanto, habían demostrado su inocuidad o cuando menos su seguridad en el uso humano. No se debe perder la oportunidad de hacer estudios para determinar la eficacia terapéutica de diferentes productos, por tal razón es necesario que se realicen de manera escrupulosa y poder obtener resultados útiles.

Un problema especial es el que constituye la atención de los enfermos –además de lo ya comentado– y los recursos que se requieren. Dejando para otra ocasión muchos de estos aspectos, voy a comentar el riesgo que los trabajadores de la salud enfrentan al contender con la COVID-19. En México no tenemos datos precisos en cuanto a personal infectado ni el número de ellos que ha fallecido como consecuencia de la infección por SARS-CoV-2. En un reciente resumen se hizo saber que más de 43 mil miembros del personal sanitario –como ellos llaman a los trabajadores de la salud– han resultado infectados, y que más del 10% han fallecido. Decíamos que estos datos no son precisos entre nosotros, pero hemos sabido de varios casos de amigos cercanos que han resultado enfermos y que incluso han fallecido. En España se han certificado 43,956 casos de COVID-19 entre el personal de salud con una mortalidad cercana al 10%, los informes destacan muchos casos de médicos y enfermeras de atención de primer nivel. Entre nosotros he sabido de varios casos de médicos enfermos que estando en el hospital no estaban encargados de la atención directa de los pacientes, si no en otras labores dentro del hospital.

la covid 19 en espana

Independientemente de poder atribuir la infección y el diverso nivel de la enfermedad a la polémica de la distribución del equipo protector y su calidad, creo que la falta de conocimiento juega un papel esencial en estos casos, no sabemos muchas cosas del virus y un aspecto importante es el entrenamiento en el manejo del enfermo y el equipo protector. Destaco que el único caso de Ébola en Europa fue consecuencia de errores en el manejo del equipo protector por una enfermera que atendía a un paciente trasladado desde África.

Se habla de una vacuna, ojalá pueda estar disponible pronto, hay varios investigadores notables de prestigiosas instituciones empeñados en encontrarla, pero seguramente pasará un tiempo, que siempre resultará largo, para que esté disponible de manera amplia.

El caso es que estamos ante una pandemia que se ha extendido muy rápidamente, que se propaga con facilidad y que ocasiona una gran mortalidad, que sólo tenemos cuatro meses de haberla descubierto y que al mismo tiempo que la enfrentamos la vamos conociendo, así que seguramente para poderla combatir debemos saber más sobre el virus y la enfermedad.


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El cielo regala espectáculo durante confinamiento

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Superluna de mayo: eventos astronómicos durante la pandemia

Lluvia de estrellas y superluna de mayo para disfrutar desde casa durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus.  

Después de la lluvia de meteoros Eta Acuáridas, que iluminó el cielo la noche entre el 4 y el 5 de mayo, este mes nos preparó también otros espectáculos astronómicos para disfrutar desde la Tierra.

Este 7 de mayo estará marcado por la última superluna del año, conocida como la Luna de las Flores o también la Luna de Leche.

Esta superluna de mayo coincide con el Vesak, también conocido como Buda Purnima, una fiesta budista que conmemora el nacimiento, la iluminación y la muerte de Buda Gautama. Este año la fecha del Vesak cae cerca del día de la última superluna del 2020.

La mañana del 12 de mayo se podrán observar los planetas Júpiter y Saturno a la izquierda de la Luna gibosa menguante.

Más tarde, el 23 de mayo, con una vista clara del horizonte es posible que se vea la delgada Luna creciente por debajo de los planetas Venus y Mercurio. 

Además, el cometa C/2020 F8 (Swan), descubierto a finales de marzo, se observará en el cielo a simple vista. El cometa hará su paso más cercano a la Tierra la noche del 13 de mayo y al Sol el próximo 27 de mayo.

Según los pronósticos, el hemisferio sur tendrá una mejor vista del cometa. El mejor momento para observarlo será en las primeras horas de la madrugada, cuando la noche es más oscura.