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¡No ahorres! Mejor invierte

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Manuel Guzmán M. y Natalia Herrera.

Quizá el título de esta columna resulte contradictorio y lejano a la idea comúnmente aceptada de que guardar dinero, ahorrar, es el mejor camino para vivir bien. Lo cierto es que los grandes patrimonios no se han construido ahorrando sino invirtiendo. Y el mejor vehículo para invertir, con una visión de largo de largo plazo, paciencia y disciplina, ha sido sin lugar a duda, el mercado de valores.

Ahorrar tiene varios inconvenientes que es muy importante tener presente cuando se piensa en construir un patrimonio que en el futuro nos permita acceder a una vida mejor. Los elementos en contra del ahorro son cuatro y los comentaremos a continuación.

En primer lugar, es importante destacar que la situación económica mundial se ha deteriorado por la aparición y propagación de la COVID-19, lo que obligó al establecimiento de medidas de aislamiento, que a su vez derivaron en el colapso del consumo y de las cadenas de producción. En el caso de México esta condición sugiere que la contracción del PIB en este 2020 podría ser cercana a 10%, la más profunda desde la Gran Depresión. 

Ante este escenario, y siguiendo la acción de la Fed en Estados Unidos, Banco de México decidió instrumentar una política monetaria altamente expansiva, buscando incentivar la economía mexicana. Efectivamente, en lo que va del año el Banco Central ha disminuido la tasa de referencia en cinco ocasiones consecutivas llevándola de 7.25 con el que inicio el año a 4.25%, buscando alentar en la medida de lo posible la demanda agregada.

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Imagen: Mountain.

De acuerdo con el Instituto Central, la pandemia COVID-19 ha originado un choque sin precedentes, afectando de manera negativa tanto la demanda como la oferta agregada, lo que contribuirá a que la brecha del producto se haga aún más negativa. Esto significa que las tasas de interés nominales en México se mantendrán en niveles bajos al menos durante los siguientes cinco años.

Otro factor que da sustento a la hipótesis de que ahorrar es una mala idea, es el pago de impuestos por las ganancias o rendimientos generados por las inversiones en instrumentos de deuda. Este impuesto se ha venido incrementado de manera muy importante. En 2018, los inversionistas pagaban 0.46 puntos porcentuales (pp) por invertir en este tipo de instrumentos, en 2019 dicha tasa impositiva se incrementó a 1.04 pp y, en este 2020 aumentó a 1.45 pp.

Es decir, a la tasa actual de 4.25% hay que restarle directamente 1.45 pp que las instituciones financieras tienen que retener a los inversionistas como pago provisional y enterar a las autoridades hacendarias, con lo cual la tasa de interés neta que recibiría el inversionista a partir del mes de octubre del presente año es de 2.80%.

Por cierto, y sólo para ir poniendo en contexto la diferencia entre ahorrar e invertir, el día en que se redactó la presente nota las acciones de Apple subieron 3.1%, Amazon 2.4%, Micrososft 2.1%, Google 2% y Facebook 1.8%, por mencionar algunas, otras subieron hasta 10%. Todas estas empresas subieron en un solo día más de lo que pagan los Cetes en un año.

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Imagen: Washington Times.

Un tema adicional tiene que ver con el efecto inflacionario. Los precios han venido aumentando a lo largo del año hasta ubicarse en el mes de septiembre en un nivel de 4.1% anual de acuerdo con el INPC, por encima del nivel superior permitido por Banco de México que es 4.0%, arrojando una tasa de interés real de -1.3%. 

No obstante, la inflación de los inversionistas no necesariamente se mide con el INPC, ya que sus parámetros de consumo no se apegan a la estructura de dicho índice. Así pues, se calcula que para una persona de ingresos medios/altos, la inflación es cercana a 12%, lo que llevaría la tasa de interés expresada en términos reales a -8.2%. Esto significa una merma importante del poder adquisitivo a lo largo del tiempo.

Finalmente, aunque no menos importante, un elemento que debe de desincentivar el ahorro tradicional es el alto costo de oportunidad, es decir, lo que se está dejando de ganar al no canalizar recursos financieros a alternativas de inversión mucho más rentables que los instrumentos de deuda. En este sentido, vale la pena recordar la naturaleza ganadora del mercado bursátil, que ha mostrado ser la alternativa que más ha contribuido a la construcción de patrimonios a nivel global en el transcurso de los años.

Para tener una idea más clara de este costo de oportunidad, vale la pena considerar el desempeño de algunas empresas que hoy se pueden comprar en el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) de la Bolsa Mexicana de Valores. Las acciones pertenecientes al SIC que han registrado los mayores rendimientos en lo que va de este 2020 son: Tesla (TSLA), la empresa automotriz más valiosa del mundo 410%; Peloton (PTON), que ofrece productos fitness interactivos con un rendimiento de 309%; Moderna Inc. (MRNA), un gigante en biotecnología con 270%; Nvidia (NVDA), empresa de computación visual 135%; Adobe Inc. (ADBE,) el gigante de software 76%; Amazon (AMZN) 75%; Paypal (PYPL) 75%; Netflix (NFLX) 59%; Salesforce (CRM), que ofrece servicios en la nube, 58%; Apple (AAPL), 57%; y Taiwán, Semiconductor Manufacturing (TSM), que fabrica circuitos integrados y semiconductores, 57%.

no ahorres mejor invierte
Imagen: GettyImages.

El SIC o mercado Global es una plataforma que se creó en 2003, originalmente hizo su debut con 30 empresas de origen estadounidense incluidas en el Índice Dow Jones y únicamente podían participar en él Afores e inversionistas sofisticados. Fue hasta 2014 cuando cualquier tipo de inversionista pudo participar en el SIC y aprovechar las ventajas de comprar activos globales desde México, tal como se hace con cualquier empresa mexicana que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores, sin la necesidad de tener que aperturar cuentas en alguna entidad financiera del extranjero.

Hasta el primer trimestre del presente año se reportó un registro total de 2,278 valores listados en el SIC de acuerdo con la BMV, de los cuales 1,149 corresponden a acciones y 1,129 a Exchange Traded Funds (ETF’s). De este amplio universo, 150 empresas concentran 75% del valor total operado en el SIC. Al día de hoy, las transacciones realizadas con empresas globales representan 51% de las operaciones totales registradas en la BMV.

Con este panorama, cuando pienses en construir un patrimonio que te permita alcanzar tus objetivos financieros y tener un mejor nivel de vida llegado el momento del retiro, no ahorres mejor invierte, hoy puedes ser socio de las empresas más grandes y rentables del mundo.


Manuel Guzmán M. es Vicepresidente de Negocios Estratégicos de Samurái Asset Management, manuel@samurai.science

Natalia Herrera es Head Trader de Samurai Asset Managment, natalia@samurai.science.


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El casado, casa quiere.
Dicho popular.

Si lo hiciera de nuevo…

Compartí con mis hijos lo que considero una experiencia importante. Me casé hace 27 años y lo primero que hicimos fue comprar una casa. Consumió el 100% de lo que Martha y yo teníamos, incluso un poco más al pedir un préstamo. Después de cinco años, nos mudamos (los hijos crecían y necesitaban un espacio más grande). Es una situación frecuente, además del dinero para mejorar tu primera casa o departamento y que nadie valora cuando la vendes. Este ejercicio compara los resultados en el tiempo, comprando una casa versus invirtiendo esa cantidad en empresas (Bolsa).

Supuestos: monto inicial de $10 mdp y $500,000 si compro la casa; 50% Bolsa y 50% bonos; rendimiento anual 20% en Bolsa (en 20 años metodología SNX registra 21% anual), 4.5% en bonos y 5.0% de inflación. La matriz permite además considerar distintos ahorros al mes.

Resultados

El resultado puede variar en función de los supuestos, pero lo que pretendo es evidenciar cómo invertir y comprar una casa o departamento después de unos años resulta mucho más “inteligente” financieramente que comprar una casa de inicio. Además, con los años, descubres que tus necesidades familiares cambian y tienen una mejor idea del tipo de casa que te funciona mejor. Comprando la casa 15 años después el saldo es $2.6 mdd sin ahorrar nada. Invirtiendo el saldo en 15 años es de $52.1 mdp. Tienes para una mejor casa y además un buen patrimonio.  


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