cambio

La realidad está cambiando muy rápido

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Afortunadamente la fuerza de contagios en el tema del COVID se ha reducido de manera importante, y aunque pudiera llegar una tercera ola, la predicción de los expertos es que sería mucho menos virulenta.

Asimismo, en el tema de vacunación vamos muy lento, y parece ser que para que se logre vacunar al 70% de la población probablemente se alcance esta meta si se trabaja eficientemente y las farmacéuticas cumplen en tiempo y forma con los contratos a los cuales se comprometieron, de aquí a un año. Lamentablemente no es difícil suponer que todavía veremos mucho estrés en este tema, debido a que la demanda excede a la capacidad de producción.

Después de convivir ya un año con esta pandemia es importante analizar los cambios tan vertiginosos e inesperados que se dieron. Es obvio que el mundo cambió, se han dado avances en tecnología que todavía no alcanzamos a digerir, además de que muchos patrones de consumo también cambiaron.

Por ejemplo, si damos una vuelta en los centros comerciales y nos asomamos a lo que era una tienda de trajes, veremos que la oferta la cambiaron a ropa mucho más sport y cómoda. Me parece que muy poca gente está pensando en salir a comprar un traje, una camisa de vestir o una corbata, la cultura ya cambió y la gente que está regresando a sus centros de trabajo llegará vestida de manera mucho más casual y esto será aceptado hasta de manera inconsciente.

construir negocios en la pandemia
Imagen: Impulso Popular.

La resistencia al cambio es una condición humana, pero como en el ejemplo anterior, la tienda de trajes que no acepte cambiar, y cambiar rápido, probablemente su capacidad de resiliencia será mínima.

El cambio en la forma de pensar y de actuar de la gente, no sólo en México, sino en todo el mundo, se está manifestando de manera sobresaliente, es muy difícil prospectar cuáles en realidad serán la nuevas formas de conducta, los gustos, las expectativas, el significado de ser exitosos y cuáles serán los nuevos satisfactores.

Creo que es muy buen momento para reflexionar profundamente si los negocios en los que trabajamos o dirigimos están encaminados a satisfacer las nuevas expectativas y gustos de nuestros clientes y adaptarnos lo más rápido posible a estas nuevas circunstancias, hay que reconocer que el cambio ya se dio y apenas lo estamos digiriendo.

De igual manera creo que tanto los gobiernos, así como sus instituciones, tendrán que cambiar y adaptarse a estas nuevas circunstancias y expectativas de la población, a riesgo de que al no hacerlo perderán vigencia.

Debemos prepararnos y tener la mente muy abierta, la relación con nuestros proveedores y nuestros clientes también está cambiando velozmente. La relación con nuestras instituciones y nuestro gobierno será muy distinta a cómo fue en el pasado, no se trata de que estemos de acuerdo o no, las circunstancias ya no son las mismas y debemos reconocerlo y adaptarnos.

No estoy sugiriendo ser pasivos o resignarnos, al contrario, hay que ser proactivos, y protagonistas de esta nueva realidad que se está materializando para que de alguna manera, en la medida de nuestras posibilidades, impulsemos que estos cambios se den de manera positiva y contribuyan al bien común.


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Cambio y transición

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El tema del cambio, la necesidad de cambiar, creo que siempre debería estar presente en nuestras vidas tanto a nivel personal como profesional, y más con lo que nos ha tocado, y lo que nos estamos viviendo, deberíamos ser mucho más abiertos al tema. En este artículo les presento algunas ideas y herramientas para hacerlo de mucho mejor manera.

La verdad de las cosas es que mi artículo de esta semana lo iba a destinar a otro asunto, pero como recién terminé una muy grata sesión virtual sobre este tópico con un grupo de la función de recursos humanos –de una importante empresa española en México–, decidí, así en caliente, seguirme.

Lo primero que tengo que decir es que, según los expertos y diversas investigaciones, alrededor del 70% de los procesos de cambio no son exitosos, fundamentalmente porque no se cuidó el proceso: la transición de éste.

Las empresas, las organizaciones, los gobiernos, inclusive nosotros a nivel personal, cuando hacemos un cambio ponemos tanta importancia en el cambio per se, que se nos olvida lo importante que es la transición para lograr éste de la mejor manera.

cambio de una empresa
Imagen: Pinming.

¿Qué hacer entonces para que tengamos más éxito en un cambio, sin importar sus dimensiones? Según John Ullmen hay que seguir cuatro pasos:

1. Explicar por qué es necesario el cambio.
2. Comunicar una visión de cambio motivadora.
3. Formular el plan de cambio.
4. Poner en marcha el plan y aprende.

Y hay que agregarle algunos temas más, que me parecen muy importantes, según nos sugiere Britt Andreatta: “que la gente participe en el proceso del cambio, generar y mantener la confianza, considerar tus hábitos y los organizacionales, modificar viejos hábitos”. Todo ello facilitará el cambio.

Como muchos de ustedes saben, la teoría básica de la “Curva del cambio” dice que el cambio se relaciona con dos elementos: conducta (actitud) y tiempo. Y por ello se transita en varios momentos, a saber: choque, negación, resistencia, desesperación, aceptación, exploración e integración.

Para ejemplificar estos estadios, les cuento una experiencia personal. De joven, hoy tengo sólo 62 años, pero cuando era más joven, jugué tenis y me gustaba bastante, y por una u otra razón lo dejé hace muchos años. Recientemente me invitaron a jugar un partido de dobles, porque la verdad de las cosas les faltaba el “cuarto” a unos chavos de treinta y tantos, así que calenté, boleamos un rato y a jugar… y ahí vinieron todas las etapas: “choque” al no entender desde cómo pararme con la potencia de las nuevas raquetas, ¡que manera de disparar de las nuevas raquetas! ¿Se imaginan?, yo jugué desde la época en que había raquetas de madera Estrada y luego evolucioné a la de aluminio “Guillermo Vilas” de Head y, bueno, me quedé en alguna tecnología bastante lejos de las maravillas que hoy existen.

cambio de idea
Imagen: Dreamstime.

“Negación” al no poder entender lo mal que estaba jugando, volaba todas las bolas y me trataba de justificar, diciendo, “les juro que no jugaba tan mal”.

“Resistencia” en dos sentidos, para aguantar la transición y lo que originalmente se piensa, que es que me resisto al cambio y con ganas de que me consiguieran una raqueta antigua para defenderme y jugar “mejor”.

“Desesperación” al no poder mejorar mi juego y ver que yo era el responsable de perder muchos puntos, ya saben que cuando se juega dobles en el tenis hay que buscar “al pan” y ése era yo.

“Aceptación” al tener que aceptar que éstas son las nuevas condiciones del juego y entonces, cambiarme totalmente el chip, dejar de pensar en el pasado y concentrarme en el presente. Aceptar que no habrá regreso y que, lo nuevo, como casi siempre, es mejor que lo pasado. Descalifico enormemente a quienes creen la máxima de “que todo tiempo pasado fue mejor”.

“Exploración” al ver cómo se paraban, cómo jugaban los otros en la cancha, al visualizar a los jugadores actuales. ¿Se acuerdan de que antes el revés era a dos manos y había que ponerse de lado? Eso ya no existe. Y entonces probar nuevos golpes, estar más suelto, menos presionado.

“Integración”, finalmente después de un desastroso primer set donde sólo perdimos 6-1, incorporé todos los aprendizajes, escuché a mi compañero una y otra vez, inclusive a mis contrincantes, y vivir a tope el presente y, entonces, el segundo set lo perdimos 6-3 y el tercero lo ganamos 6-4. Y estoy listo para el siguiente partido.

trabajo en equipo
Imagen: Freepik.

Yo sé que cambiar es difícil para mucha gente, por múltiples razones, y que hay personas que tenemos mayor capacidad de adaptación a distintos entornos y circunstancias. Por ello, como líderes tenemos que entender que dirigir el cambio es muy difícil y nos vamos a tener que enfrentar a muchos retos, empezando por los humanos y los propios de la transición. En ese sentido, debemos celebrar los logros para mantener el impulso; creo mucho, mucho, en este concepto, hay que motivar permanentemente a la gente, al equipo que está involucrado en un proceso de cambio y hacer un seguimiento de lo que se aprende y de las oportunidades que aprovechamos y de las que dejamos pasar.

Los líderes que asumen los procesos de cambio con plena accountability, tienen que entender que para ser exitosos hay que actuar con firmeza y audacia, tomar decisiones claras y aclarar al equipo por qué se tiene o se está haciendo algo. Tener clara la estrategia, tomar en cuenta la opinión de las partes involucradas, lo cual no quiere decir que necesariamente se tengan que cambiar las decisiones, o propiamente dicho, que surja el cambio, pero sí que la gente se sienta escuchada, tomada en cuenta y siempre recopilar distintos puntos de vista, inclusive en algunos casos, de externos.

Para concluir, les digo que los procesos de cambio fracasan porque las metas son indefinidas o no están suficientemente claras, por falta de un plan claro o por falta de  compromiso con el plan, por la incapacidad para resolver problemas que se presentarán sí o sí la transición hacia el cambio, por falta de responsabilidad por los resultados de algunos o todos los participantes (el no ser accountables), por la falta de recursos destinados al proceso y, quizás, la más lamentable de todos, por la falta de confianza en el equipo, en la gente que debe hacer que las cosas pasen.


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Seguimos creciendo

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Así que nos llegó el cambio, no nos lo esperábamos así, las lecciones y los mensajes los leemos de manera equivocada, creemos que los cambios serán sutiles, tranquilos, sin revolución, pero parece que olvidamos la historia o nos da flojera ver hacia atrás para entender los mensajes.

Este cambio llevaba un rato macerándose, nos dijeron que empezaría en el 2012, yo creo que efectivamente fue así, fue ahí donde todo empezó, todo es diferente, nada es igual y, sin embargo, nosotros buscamos lo estático, lo que se queda igual sin cambio, nos resistimos, sin darnos cuenta, a que todo cambia, que tú cambias, que yo cambio, y el mundo cambia.

seguimos creciendo
Imagen: Brian Stauffer.

Ya nada es ni será igual, las formas, los ritmos, cambiaron; las prioridades, los gustos, los sueños cambiaron; la vida cambió una vez más, pero este cambio no es el primero ni será el último, lo que pasa es que en este momento nos tocó estar en el ojo de huracán, nos tocó vivirlo, no vivir las consecuencias, sino vivir la revolución y eso no es fácil, es difícil, duele, hay pérdidas, enojos, tristezas, confusión y poca certeza.

¿Qué nos está diciendo la tierra? ¿Qué nos exige la conciencia? ¿Quiénes se quedan y quienes se van? Si me toca quedarme, ¿qué me toca hacer?

Tienes dos opciones, no cambiar o subirte al tren del cambio. Si no cambias te petrificaras, perderás una hermosa oportunidad, seguramente al principio te sentirás más seguro, pero con el tiempo dejarás de moverte, de experimentar, de vivir las nuevas experiencias  y posiblemente lo lamentarás. Por el contrario, si te subes al tren del cambio, ciertamente te aseguro incertidumbre, miedo, confusión, pero vivirás una gran aventura, un nuevo amanecer, una nueva tierra.

Nosotros somos los pilares sobre lo que se va a construir la nueva realidad y esto no es poca cosa, tendríamos que sentirnos agradecidos, incluso honrados de estar vivos en estos momentos, es un honor tener esta responsabilidad que construirá los cimientos del nuevo mundo.

atrevete a cambiar
Imagen: García Lam.

Atrévete a cambiar, trabaja en tu conciencia, hazte preguntas, infórmate, crece, expándete, construye, comparte. Esta nueva realidad nos necesita a todos.

No importa a qué te dediques, siempre va a ser importante, todo tiene un sentido, todo cuenta, todo suma, desde donde quiera que leas estas líneas sábete importante, valioso y necesario para esta nueva realidad.

No lo olvides, “conviértete en tu mejor posibilidad”, cada uno de nosotros pongámoslo como meta. ¿Te imaginas el mundo que tendremos? ¿Las relaciones que compartiremos? ¿Lo que juntos lograremos?

Lo que podemos soñar, sí podemos lograrlo. Esto es para ti, que siempre me lees. Gracias.


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Todo cambio empieza por la casa

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Es alarmante ver cómo la dirigente del gobierno de la Ciudad de México está tomando decisiones (si se quiere ver, “de buena voluntad”) que realmente no están muy bien pensadas, me explico, con el tema de la contingencia ambiental, se dice que podría presentarse una propuesta para sancionar al automovilista que se transporte “solo” en su vehículo, quiere decir que ¿debemos poner un anuncio en el parabrisas del auto como combi, microbús, camión, de cuál es la ruta que tomaremos para ver si alguna persona honesta se sube a nuestro auto y comparta el recorrido?, ¿pasar de calle en calle para lograr el objetivo?, ¿ponerse de acuerdo con un compañero que viva lo más cercano posible para pasar por él? Y, en el trayecto, ¿acaso no irá uno solo?

No sé si es la carga de trabajo, el estrés, la falta de descanso, lo que esté provocando este tipo de “ideas”, pero definitivamente no estoy de acuerdo con las mismas. Por el castigo que se les está imponiendo a los ciudadanos, para evitar el pago de tenencia de su auto, sacaron placas de otro Estado, y es entendible, pero también debería de serlo el hecho de que ese impuesto “impositivo” sólo sucede en nuestro país, y los recursos que generan no se ven en mejoras para la ciudadanía. Tenemos unas calles que parecen campos minados, sin que “nadie” haga nada, ya nos acostumbramos al hecho y no exigimos que nos informen qué se hace con nuestros impuestos, sólo vemos funcionarios con mejores casas, autos, ropa, y están en las noticias, no es un dato oculto, es de dominio público, pero sin que ninguno de los mencionados esté preso. Luego, entonces, ¿dónde está la justicia?, ya hemos comentado que no existe y la poca que hay no es justa, ni equitativa, ya que los verdaderos delincuentes llámense de cuello blanco, negro, morado o como gusten, siguen viviendo del presupuesto y no vemos acción alguna.

La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México no entiende el tema de circular solo, ya que ella nunca viaja sola, va con su cuerpo de seguridad, le abren paso y no existen las llegadas tarde por el tema del tráfico. Así cualquiera puede proponer lo que se le ocurra y asumiendo el papel aguanta “todo”, pero no en la realidad.

Cambio congestion vial
Ilustración: Moviment.

¿Quién en su sano juicio se arriesgará a subir a su auto a uno o varios extraños? La respuesta es simple, “nadie”, si no hay control con la inseguridad que de por sí ya tenemos en las calles, y que escuchamos que en vez de reducir, va en aumento, ¿cómo podemos pensar en que alguien se arriesgará aún más por una idea para aminorar el tráfico?

Es claro que vivimos en una de las ciudades más pobladas del orbe, pero la calidad del aire no sólo depende de la combustión de los motores de los autos, hay muchos otros factores que no se ven y están provocando el cambio climático, lo cual ya empieza a pasar factura a la humanidad (los incendios en el Amazonas, en Australia, California, Portugal, etc.), y tal vez, en muchos de los casos, por actos derivados de la corrupción que, como lo he expresado, continuará. No podemos tapar el sol con un dedo; quieren hacernos creer que ha mejorado (los invito a que vayan a tratar de sacar un trámite a alguna de las alcaldías, habrá algunas que se comprometieron con su eliminación, pero sigue habiendo otras que para un trámite de licencia de construcción, son peros y peros, hasta llegar al clásico “moche”).

Están por entrar las famosas “fotos-cívicas”, es cierto que el anterior programa de “foto-multa”, en algunos casos dio resultados, mejorando la conducción de los automovilistas, pero también, existieron abusos en las mismas, ya que mucha gente le llegó alguna cuando su auto estaba estacionado en su casa, o cuando estaba de viaje (éste fue mi caso). Resolverlo no fue nada fácil, pero ahora entrará el otro programa y la verdad me gustaría proponer en este espacio una sugerencia que leí y me mandaron, que fue una carta a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y que decía más o menos de esta forma:

Estimada Sra., ahora que está por entrar en vigor su programa de foto-cívica, la que generará un descuento de los puntos que tiene mi licencia de conducir y que al llegar a un cierto número se me suspenderá el derecho de hacerlo y poder acudir a mi trabajo y continuar primero, pagando impuestos, mantener y sostener a mi familia, y para poder continuar con esa rutina, me tendré que exponer a utilizar el transporte público, ser sujeto de asaltos, golpes o en el peor de los casos, formar parte de la estadística de personas fallecidas por actos delictivos (sin resolver), le quiero proponer y a su vez hacer del conocimiento de sus demás jefes, ya que no se le olvide que trabaja para nosotros, los ciudadanos y cómo a cualquier trabajador, tenemos el derecho de exigirle que cumpla con el mismo, lo siguiente:

~ Por cada bache que encontremos en el camino, calle, etc., le descontamos un punto.
~ Por cada persona asesinada en el transporte público, le descontamos otro punto.
~ Por el mal trato a las mujeres en la calle, transporte, etc., le descontamos uno más.
~ Por el mal trato a los ciudadanos en sus dependencias, otro.
~ Por los “encharcamientos” (inundaciones) en época de lluvias, otro más.
~ Por la falta de agua (más común últimamente) en las colonias de la ciudad, otro.
~ Por el abuso de la autoridad (comprobado), quitamos otro.
~ Por falta de alumbrado público, menos otro.
~ Por la falta de recolección de basura e ir a botarla a lotes baldíos, uno más.

metro
Ilustración: Nexos.

Si a alguien se le ocurre otra causa de sanción, adelante.

Como se encuentra nuestra ciudad al día de hoy, yo le daría una ventaja de 150 puntos, pero al quedarse sin ninguno, que creo sería a lo mucho en 3 meses, le pediría de la manera más atenta que renuncie al cargo, ya que no tiene ni los conocimientos, ni el personal, ni la organización, ni nada, para cumplir con el mismo.

¿Alguno de ustedes se une a esta propuesta?

Nos seguimos leyendo.

No todo cambio implica una mejora

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Estamos cumpliendo un año del nuevo gobierno y ciertamente estamos inmersos en la 4T. Básicamente lo que entiendo por la 4T es la búsqueda del cambio, y estoy de acuerdo, había ya muchos aspectos en la vida diaria de México que estaban muy deteriorados.

La corrupción, la inseguridad, la pobreza extrema, y un triste crecimiento económico inercial en promedio de 2% anual, a lo largo de muchos años, anunciaban que seguir con lo mismo era totalmente inviable y que el cambio irremediablemente tenía que darse. Por fortuna se dio de manera pacífica y hoy estamos inmersos en éste. Sin embargo, no todo cambio implica una mejora, y es relevante distinguir entre lo que hay que cambiar, mejorar o, de plano, eliminar.

Cambio en Mexico
Ilustración: Belén García Monroy.

Me parece fundamental reconocer que nuestro país es muy grande y diverso, por eso existen problemáticas muy diferentes que, obviamente, los cambios o soluciones que se implementen no pueden ser las mismas para situaciones desiguales. Entonces, podemos afirmar que la 4T no debe ser en muchos casos igual para todos.

Para que en un país la población tenga una convivencia pacífica y fructífera es indispensable que tenga instituciones sólidas y respetadas por todos, en la medida que todos lo entendamos y lo defendamos nos irá mejor a la larga. La corrupción, la ilegalidad, la inseguridad y la pobreza solamente las podremos erradicar a través del establecimiento de reglas claras y que todos las respetemos.

Estoy consciente que muchas instituciones, e incluso partidos políticos, llegaron a un nivel de deterioro que no habría manera de justificarlos, sería mejor si desaparecieran; en otros casos, es necesario hacer cambios reconociendo mucho de lo que debe salvarse y, por supuesto, tenemos instituciones muy respetables que es indispensable defenderlas, pues de ellas depende que el país siga funcionando.

empresas
Ilustración: Adrián Pérez.

En general, me parece que estamos cambiando demasiado rápido y hay temas que no alcanzamos todavía a digerir, estos cambios y los que vendrán podemos sufrirlos o ser protagonistas. Por eso, creo que debemos apoyar los cambios conducentes, pero también defender que permanezca lo que es muy valioso y que como país se ha ganado a través de mucho tiempo y sacrificios.

Independientemente de estas transformaciones que se están dando en México, el mundo, debido a la tecnología que avanza exponencialmente, también sufre cambios de manera vertiginosa, en ese sentido creo que en los próximos años el gran reto será que la 4T no cambie nuestro país hacia un pasado que ya no existe, sino hacia un futuro mejor para todos.