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Amor propio: Autoestima, autocrítica, autoevaluación

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Los humanos somos una especie social y en buena medida gregaria, pues hemos evolucionado en la necesidad de pertenecer a una comunidad de la que dependen la seguridad y la vida misma de cada uno de sus miembros. Es probable que esta pertenencia se haya consolidado desde los homínidos ancestrales, cuando el rechazo o la expulsión de un integrante resultarían en su relegación y muerte. Y si bien en la sociedad actual la exclusión no necesariamente es fatal, los individuos buscan la aceptación y la pertenencia como motivaciones fundamentales de sus actos porque el estatus asumido de inclusión o exclusión del grupo conforma buena parte de su autoestima.

La danza de Henri Matisse
“La danza” de Henri Matisse ilustra la noción de inclusión grupal.

Además de conservar poderosos motores evolutivos, la necesidad de aceptación e inclusión se ha visto amplificada por lo que algunos pensadores consideran una tendencia narcisista de la sociedad contemporánea. La propensión por afianzar y acrecentar la propia imagen constituye la característica más generalizada y usual del término ego y tiene como consecuencia que la valoración o autoestima personal dependa en gran medida de la aprobación de los demás y del reconocimiento por organizaciones o instituciones. Una de las manifestaciones de esta tendencia es la proliferación de palabras referidas a la propia persona y que empiezan con auto (autoconciencia, autocrítica, autoimagen, autoconcepto, autoestima, etc.). El significado de estos términos implica una dicotomía recursiva consistente en la evaluación que realiza un sujeto sobre sus propias características (autoconciencia, autoconcepto), muchas veces en comparación con un modelo o estándar de lo que asume como deseable (autoestima y autocrítica).

La manera usual y espontánea de valorarse es juzgar la apariencia, la conducta, las aptitudes o la personalidad propias en referencia a un modelo o patrón asumido. De esta manera las personas obtienen una imagen sea positiva o negativa de sí mismos, es decir, se sienten mejores o más dotadas que los demás o menos y se sienten peores. Estrechamente vinculada a esta comparación, la aprobación por parte de los otros adquiere una importancia capital, de tal manera que la persona se siente satisfecha si obtiene aceptación, halago y admiración y si no, se siente desgraciada. La manera como la persona se sitúa en este escenario afecta su funcionamiento y desempeño en ámbitos sociales diversos, en especial en sus relaciones amistosas, laborales, sexuales o familiares y por ello es clave para conseguir una vida satisfactoria y saludable.

A la par que afecta las interacciones sociales, la autoestima involucra a la esfera subjetiva, en especial a la cognición y la emoción, pues la creencia arraigada que se engendra en un individuo respecto a cómo lo perciben y lo valoran los demás deviene crucial en su autoestima. Ahora bien, aunque una faceta explícita de esta creencia se presenta de manera consciente, sus mecanismos de elaboración y consolidación no son plenamente racionales y manifiestos, pues la autoevaluación involucra una suposición tácita de divergencias entre la representación o imagen de uno mismo y la representación de un estándar o modelo que ha asumido como ideal o deseable. Las supuestas divergencias pueden ser positivas o negativas dependiendo si la persona considera que su autoimagen es respectivamente superior o inferior al estándar contra el que se compara. En el primer caso se habla de una alta autoestima y en el segundo de una autoestima baja.

autoestima
Portada del libro “La fuente de la autoestima” de Toni Morrison.

Las divergencias negativas entre el yo y el estándar ideal, propias de una baja autoestima, suelen engendrar ansiedad, autocrítica destructiva y con frecuencia una incapacidad de eliminarlas, pues el sujeto acepta implícitamente -muchas veces sin una base objetiva- una deficiencia en su apariencia, su porte, su educación o su conducta respecto al estándar asumido. Si la persona se siente y se asume inadecuada, fea, torpe, ridícula, defectuosa o ignorante, esto tiene consecuencias importantes o incluso decisivas en su desempeño cotidiano y, si persisten, en el éxito o fracaso de sus metas. Más aún: una autoestima baja se ha correlacionado con hipersensibilidad a señales sociales, a estrés o fobia social, mayores niveles de depresión, abuso de sustancias y estrés postraumático.

Un mecanismo cognitivo suele involucrarse en la autoestima baja y la autocrítica negativa: la atención autofocalizada, el estar pendiente y suspicaz para detectar las características que supuestamente difieren cualitativa o cuantitativamente del estándar. Cuando la persona siente que partes de su cuerpo son más grandes o pequeñas que el ideal asumido, que tiene mayor o menor información o inteligencia y tantos otros diferendos posibles, esto suele acompañarse de desproporciones de la supuesta discrepancia que no se corrigen con demostraciones objetivas. Son ilusiones cognitivas, distorsiones equivalentes a ilusiones de óptica, que pueden involucrar a la morfología del cuerpo, formas de conducta, capacidades y ejecuciones o características de la personalidad. Es verosímil suponer que una gran cantidad de cirugías “estéticas” se realicen en personas convencidas de necesitar corrección de supuestas discrepancias corporales.

Helena Bonham Carter
“¿Por qué pones tu autoestima en manos de extraños?”, Helena Bonham Carter #ThingsThatMakeYouGoHmm, Obras de arte de Lorenzo Conti.

Tanto la sobrevaloración como la infravaloración de uno mismo en referencia a un estándar asumido son desajustes que revelan desconocimiento del valor real del individuo. Decía Unamuno: “No te creas más, ni menos ni igual que otro cualquiera, que no somos los hombres cantidades. Cada cual es único e insustituible; en serlo a conciencia, pon tu principal empeño”. Por esta razón, es importante cultivar un autoconcepto objetivo emanado de una percepción más directa de la realidad. La autocrítica entendida constructivamente en el sentido de percibir, considerar y valorar las propias características es necesaria para lograr una autoaceptación más ecuánime y con ello mayor bienestar y agrado de la propia vida.

De esta manera, la autoestima puede evolucionar de interpersonal a intrapersonal. En la interpersonal el valor propio depende de cómo el sujeto siente que es percibido y aceptado por los demás, en tanto que la personal implica una consideración más directa y veraz de los valores, bondades y acciones de uno mismo. Una cosa es cómo se valora una persona a sí misma y otra cómo considera que los demás la valoran y en la evaluación de uno mismo y en la evaluación de lo que los demás hacen de uno se involucran diferentes redes neuronales. Es probable que esta dicotomía no sea tajante o excluyente y que muchas personas posean y disfruten de una autoestima que integra el auto-respeto con el respeto que reciben de quienes les rodean, en especial de aquellos a quienes respetan.

amor propio savater
Portada de “Ética como amor propio” de Fernando Savater y el autor.

Quien se estima y se respeta considera que hay maneras de actuar que son valiosas y las asume para establecer sus acciones, metas y proyectos porque las considera formas de vida necesarias para conseguir el bienestar propio y comunitario. En este sentido es posible concebir que la autoestima adecuada constituye el llamado amor propio porque implica la estimación de uno mismo en términos del valor del ser humano en general, lo cual permite una existencia digna y satisfactoria. Advierte Fernando Savater que no hay que confundir el amor propio con el engreimiento, la vanidad, el renombre y el afán de halagos. Amor propio es el impulso para preservar y el anhelo de acrecentar el propio ser y la propia dignidad: es parte esencial del arte de vivir y de la ética. La ética no requiere de la renuncia de uno mismo en favor de los otros, sino el amor a uno mismo y los demás:

El amor propio no es afán de simple supervivencia, sino también de una determinada imagen ideal del propio yo, en cuya consolidación el reconocimiento y apoyo de los demás es imprescindible (…) el fundamento buscado de la vida buena no está más allá de nosotros.


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Pensar en lo digital, pensar digital

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La inmersión en lo digital, luego de un año de pandemia, parece ser algo natural. A las primeras dificultades y extrañamientos frente a la pantalla les ha sucedido una especie de “cotidianidad de internauta”. En las primeras semanas del trabajo en casa, de las clases a distancia y de las reuniones familiares a través de la computadora o del celular una extrañeza incómoda se había apoderado de nosotros: ante el no saber cómo abrir una cuenta en las plataformas o las dificultades para activar el micrófono o la cámara de nuestro equipo, tuvimos que experimentar un aprendizaje a contracorriente, azuzado por el cronograma y la necesidad de remontar la emergencia.

Luego de muchos meses de lidiar con la tecnología hemos encontrado un espacio, si no óptimo, sí que se acerca un tanto a lo confortable, pues ya tenemos mayor soltura en las reuniones de trabajo, sentimos más confianza a la hora de expresar nuestras emociones ante la pantalla, incluso nos parece que los lazos se han fortalecido de alguna manera. Todo parece indicar que nos hemos digitalizado. Que hemos aprendido a estar con la tecnología. Y sí. Es cierto. Los desarrollos tecnológicos que aterrizan en los hogares, las oficinas, las escuelas están diseñados para que funcionen así, para que la adaptación a la herramienta sea cada vez más fácil y breve para cualquier persona. Se dice que los gadgets tienen un funcionamiento intuitivo o que tal o cual página web tiene una navegación intuitiva, lo que no significa más que su diseño está en línea con cómo funciona el cerebro humano y cómo aprendemos las personas. Hasta ahí, todo claro y fácil.

pensar de forma digital
Imagen: Shutterstock.

Hay, sin embargo, un nivel de conocimiento, de aprendizaje y de experiencia un tanto más profundo con el que tenemos contacto en nuestra relación con los objetos digitales y que tiene impacto decidido en nuestra concepción del mundo. Le llamo a ello Pensamiento digital. Este Pensamiento digital tiene qué ver con la manera en cómo estructuramos el tiempo y el espacio y cómo establecemos relaciones entre sujetos, objetos, símbolos, hechos.

La experiencia de lo digital deviene Pensamiento digital merced a algunos elementos fundamentales. En un rápido examen anotaría los siguientes:

El crecimiento exponencial. La viralización de un contenido en la Red nos pone frente a la multiplicación del efecto dominó. No se trata de un aumento uno a uno, los fenómenos tienen una tasa de crecimiento a la que no podemos seguir en su simultaneidad. La inconmensurable disponibilidad de datos en tiempo real dibuja realidades nuevas.
Es no binario. Las oposiciones absolutas han desaparecido para dar lugar a una diversidad que va más allá de la tolerancia políticamente correcta. Desde la identidad genérica hasta la pureza disciplinar, se abre paso la transversalidad, la migración, la desterritorialización.

brecha
Imagen: Medium.

La red suple a la línea. En el trabajo, en la acción comunitaria, en el conocimiento, en la integración de información, en el trabajo colaborativo, en lo que antes fueron relaciones jerárquicas, se entretejen redes.
La hiperconectividad modela la vida cotidiana, configura perfiles on line y off line. Transitamos por la supercarretera de la información todo el tiempo.
No acumula datos, establece conexiones. Tener información ya no es el problema. El asunto tiene que ver con su calidad, pertinencia y fuente, con el impulso que genera para construir mapas de significado

Comparto apenas un bosquejo de estos aspectos del Pensar digital, vale la pena detenerse en cada uno de ellos. En próximas entregas continuaré con el ejercicio. Por lo pronto, la reflexión es deseable. Lo digital no reside en las funcionalidades de un objeto, sino en las experiencias humanas que redimensionan el mundo y su significado.


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Grietas y silencios en el orden constitucional mexicano

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En honor al maestro Hector Fix-Zamudio.

Además de los casos que ha resuelto, la importancia de la Suprema Corte en nuestro país radica también en aquellos que decide no intervenir. De igual forma, importan no sólo los conflictos constitucionales que le llegan, sino aquellos que no caben en los instrumentos de control constitucional existentes y, por lo tanto, no pueden ser revisados. Es decir, en el ordenamiento constitucional mexicano importa lo que dice la Corte, pero lo que calla y lo que no tiene oportunidad de decir también tiene un papel de peso.

En una columna anterior, establecí que las reformas constitucionales en México son tan prevalentes porque son formas en cómo las élites definen y rediseñan las reglas del juego en el país. Esto, con la anuencia silenciosa de la Suprema Corte, que, a diferencia de países como Austria, Alemania, la India y Chile, ha decidido no ejercer control constitucional sobre las reformas constitucionales.

Desde 1982 ha habido intentos de impugnar reformas constitucionales y la mayoría han resultado en el fracaso por la razón antes mencionada y, para efectos expositivos, valdría la pena hacer un breve recuento de este silencio prolongado.[1] 

reglas constitucionales
Imagen: Cimse.

El primer precedente en el tema fue la demanda de amparo hecha por Ramón Sánchez Medal y Vicente Aguinaco Alemán el 14 de diciembre de 1982, en contra de la nacionalización de la banca. Ésta fue admitida bajo el rubro 410/82, pero después fue rechazada en un nivel superior por el Primer Tribunal Colegiado Administrativo del Primer Circuito, dejando la tesis aislada.

En febrero de 1996, se resolvió, en el amparo en revisión 2996/1996, que procede el juicio de amparo en contra del proceso legislativo de reformas a la Constitución. En 1998, el Pleno de la Suprema Corte resolvió lo que se conoce como el Amparo Camacho (amparo en revisión 1334/1998), en donde Manuel Camacho Solís intentó repeler una reforma constitucional hecha para prevenir la elección de un antiguo Jefe del Departamento del Distrito Federal a la entonces recientemente creada posición de Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

El 6 de septiembre de 2002 se resolvió la controversia constitucional 82/2001, donde se rechazó la procedencia del control constitucional de reformas constitucionales. En junio de 2008, cuando la Suprema Corte negó de nueva cuenta la procedencia del control constitucional al resolver las acciones de inconstitucionalidad 167 y 168/2007.

Sin embargo, la Corte cambió de parecer porque, en septiembre de 2008, se resolvió el amparo en revisión 186/2008 y se estableció la posibilidad de que procediera el control constitucional de reformas constitucionales. Pero nuevamente, en marzo de 2011, al resolver el amparo en revisión 2021/2009, se sostuvo que el amparo en contra de una reforma constitucional es improcedente.

En 2016, Movimiento Ciudadano y el Movimiento de Regeneración Nacional interpusieron acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las cuales tuvieron el rubro 15 y 16/2016 respectivamente y fueron turnadas al ministro Javier Laynez Potisek, quien procedió a desecharlas. Dicha resolución fue impugnada en el recurso de reclamación 8/2016-AI, que fue turnado a la ministra Norma Lucía Piña Hernández y en donde se resolvió era improcedente el control constitucional de reformas constitucionales.                    

prohibicion de justicia
Imagen: Los Andes.

El “silencio” de la Corte en estos asuntos se traduce como el establecimiento de una política de no interferencia en el proceso de reforma constitucional e implica que, cuando se instituye una mayoría y se sigue a cabalidad el proceso legislativo, aun en cambios que pudieran ser arbitrarios y contrarios al espíritu constitucional, se respeta el cambio generado.

En lo que refiere a las grietas del control constitucional, éste no prevé la mediación de conflictos al interior de los poderes constituidos. Esto trae consigo la posibilidad de que existan violaciones constitucionales que no sean sujetas a tutela y que, ante ello, la supremacía constitucional queda en tela de duda. Pongo un par de ejemplos:

El artículo 117 constitucional prohíbe terminantemente que los Estados contraigan deuda para gasto corriente. No obstante, cuando Fernando Elizondo fue coordinador del equipo de transición del gobernador independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, descubrió que se financiaba deuda a gasto corriente cuando la Secretaría de Finanzas presentó el informe respectivo.[2]

Esto presentaba una serie de problemas: ¿Era un acto inconstitucional? Sí. ¿Era impugnable? No. Era improcedente la acción de inconstitucionalidad, pues el presupuesto no es ley para efectos de este instrumento; tampoco la controversia constitucional, pues no había un conflicto entre poderes; el amparo implicaría una cuestión altamente técnica. Esto significa que hay actos de trascendencia constitucional al interior de los poderes que no siempre se traducen en actos impugnables.

Un caso de silencio que generó una brecha fue la resolución del juicio de protección de derechos políticos electorales en el expediente SUP-JDC-1711/2006, también conocido como Caso Senadores. En este, cinco senadores de Convergencia por la Democracia (ahora Movimiento Ciudadano) impugnaron la inconstitucionalidad del acuerdo de la Junta de Coordinación Política y aprobado por el Pleno de la Cámara para la integración de las comisiones ordinarias.

grietas constitucionales
Imagen: David Kovalev.

La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó, en la jurisprudencia 34/2013, que el derecho a ser votado, aunque es político, no se extiende a los actos parlamentarios y, por lo tanto, no proceden los juicios de protección a derechos político-electorales por actos al interior del Poder Legislativo. Ésta es una negativa que ha dado lugar a reforzar la existencia de actos posiblemente inconstitucionales al interior de dicho poder constituido.

Un último ejemplo, que resulta relevante, es una reciente acción de inconstitucionalidad[3] donde la Corte determinó que las reformas a la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales de Tlaxcala eran inconstitucionales porque la Mesa Directiva del Congreso local respectivo se integró sin contar con las 2/3 de la votación y, por lo tanto, se vició la discusión de la ley. Esto implica que la Corte reconoció un acto al interior de un poder, de trascendencia constitucional y aunque se pronuncio preventivamente sobre su ilegalidad, no estuvo en condiciones de declararla, aunque sí lo hizo con el producto de su trabajo.

El orden constitucional no sólo está comprendido en la Constitución, los tratados internacionales de derechos humanos, la jurisprudencia y otras fuentes; es una construcción dinámica que se hace con acciones, omisiones y deficiencias.  


Notas:
[1] Vale la pena ver el voto particular del ministro Zaldívar Lelo de Larrea en recurso de reclamación 8/2016-AI. Adicionalmente, véase Roberto Mancilla, “La reforma constitucional como arma política: el caso mexicano”, Revista Derechos en Acción, número 2, 2017.
[2]Gasto corriente se financia con deuda: Elizondo”, ABC.
[3]Suprema Corte invalidó reforma electoral en Tlaxcala debido a violaciones en el proceso legislativo”, Infobae.


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Good Riddance, Loser!

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El filósofo y empresario francés Christophe Clavé publicó un texto que a la luz de los recientes acontecimientos en la Banana Republic al norte del Bravo me parece interesante compartir con los lectores.

Francamente, analizar los dislates de Trump es tarea semejante a la disección de una rana: a nadie le gusta y a nadie le importa. Pero si esto es así, ¿de dónde diablos los ríos de tinta, los bosques de papel y los millones de locuciones que la comentocracia y la(s) clase(s) política(s) derramaron por doquier en el fallido intento por explicar(se) al 45º presidente gringo que hoy gruñe con la cola entre las patas en Mar-a-Lago?

La reflexión de Clavé sugiere lo que pudiera ser parte de la explicación.

Todas las evidencias apuntan a que Donald John Trump es un gargantúa sociópata-egomaniaco que representa a la mitad de los gringos. Creo que a un llamado suyo batallones de Proud Boys, Pledge Keepers y de los ridículos –si no fueran tan peligrosos– QAnoners se abalanzarían sobre México para limpiarnos de comunistas, violadores, ladrones y demás fauna nociva para la democracia.

democracia
Imagen: Tasto Kastopolis.

QAnon es una piara de gringos adoradores de Satán que postula la existencia de un Estado profundo gobernado por una camarilla de políticos pedófilos e infanticidas que extraen de los órganos de las criaturas sustancias para prolongarse la vida. Para los QAnonitas, Donald Trump es el Mesías puesto en el mundo para terminar con esa conjura.

Los seguidores de QAnon sostienen que Hillary Clinton, Barack Obama, George Soros, Oprah Winfrey, Tom Hanks, Ellen DeGeneres, el papa Francisco y el Dalai Lama, entre una lista más larga que la Cuaresma, lideran el Estado profundo. A la fecha no han aparecido nombres de mexicanos, aunque imagino a varios candidatos de entre los conservadores de nuestro pasado reaccionario.

Según estos donaldzombies, los conjurados celebraban sus cónclaves en el sótano de una pizzería cercana al Capitolio en Washington. Atormentado por el peligro a los niños y la amenaza al American way of life, un mentecato llamado Edgar Maddison Welch se armó con pistolas y rifles y asaltó la pizzería para fusilar a los conspiradores. Ya en el establecimiento, se dio cuenta de que el negocio no tiene sótano. Se entregó a la policía.

¡Hágame usted el refavor carbón!

Y mientras esa caterva de patriotas se organizaba para la segunda guerra civil y llevar al cadalso y al garrote a cuanto demócrata cruzara su camino, Donald se la pasó hipnotizado por Fox News, The Hustler y USA Today. Hoy me queda claro que al formular su acertada y profunda tesis, Jesús Hernández Toyo no tenía en mente sólo a los políticos mexicanos: “La política apendeja a los inteligentes y enloquece a los pendejos”.

politica trump
Imagen: NBC News.

Esta sentencia orgullosamente mexicana es la herramienta analítica para entender la estrepitosa caída de la Casa Trump.

Así, la reflexión de Clavé hace más sentido. Por favor, en donde el filósofo se refiere al mundo, piense en Estados Unidos. Yo inserto mis propios comentarios.

“El coeficiente intelectual medio de la población mundial, que desde la posguerra hasta finales de los años 90 siempre había aumentado, ha ido disminuyendo en las dos últimas décadas…

“Esto es una inversión del efecto Flynn. Parece que el nivel de inteligencia medido por pruebas está disminuyendo en los países más desarrollados. Puede haber muchas causas de este fenómeno. Uno de ellos podría ser el empobrecimiento del lenguaje [analicemos los discursos de Donald]. De hecho, diversos estudios demuestran la disminución del conocimiento léxico y el empobrecimiento del idioma: no sólo se trata de la reducción del vocabulario utilizado, sino también de las sutilezas lingüísticas que permiten elaborar y formular un pensamiento complejo. La desaparición gradual de los tiempos (subjuntivo, imperfecto, formas compuestas del futuro, participio del pasado) da lugar a un pensamiento casi siempre en tiempo presente, limitado al momento: incapaz de proyecciones en el tiempo [hay que escuchar las conversaciones de los rufianes en el interior del Capitolio]. La simplificación de los tutoriales, la desaparición de las mayúsculas y la puntuación son ejemplos de “golpes fatales” a la precisión y variedad de la expresión. Sólo un ejemplo: eliminar la palabra “señorita” (ya obsoleta) no sólo significa renunciar a la estética de una palabra, sino también promover sin querer la idea de que no hay etapas intermedias entre una chica y una mujer [nueve de cada diez entre la turba no terminó la secundaria].

toma de capitolio
Imagen: E. Marlac.

“Menos palabras y menos verbos conjugados implican menos capacidad de expresar emociones y menos capacidad de procesar el pensamiento. Los estudios han demostrado cómo parte de la violencia en las esferas públicas y privadas proviene directamente de la incapacidad de describir las propias emociones a través de palabras. Sin palabras para construir el razonamiento, el pensamiento complejo se hace imposible [de nuevo los discursos de Trump y las consignas de su muchedumbre]. Cuanto más pobre es el lenguaje, más desaparece el pensamiento. La historia está llena de ejemplos y muchos libros (George Orwell1984; Ray BradburyFahrenheit 451) han contado cómo todos los regímenes totalitarios siempre han obstaculizado el pensamiento, a través de la reducción del número y el significado de las palabras [toda alusión a Fox News no es coincidencia]. Si no hay pensamientos, no hay pensamientos críticos. Y no hay pensamiento sin palabras.

¿Cómo se puede construir un pensamiento hipotético-deductivo sin el condicional? ¿Cómo es posible considerar el futuro sin una conjugación de tiempo futuro? ¿Cómo es posible capturar una temporalidad, una sucesión de elementos en el tiempo, ya sean pasados o futuros, y su duración relativa, sin un lenguaje que distinga entre lo que podría haber sido, lo que ha sido, lo que es, lo que podría ser, y lo que será después de que lo que podría haber sucedido, haya sucedido realmente?”

Good riddance, loser!

Juego de ojos.

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Nuevas realidades reclaman nuevas políticas

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Maestro de generaciones de economistas, David Ibarra sigue a sus 91 años aportando a la comprensión de la economía mundial y nacional; fue Secretario de Hacienda del gobierno del presidente López Portillo durante cinco años, a partir de 1977; no lo era cuando ocurrió la devaluación de 72% del peso ante el dólar en febrero de 1982, porque el presidente lo separó de su cargo por haber advertido del riesgo ante los diputados, en noviembre del año anterior.

El maestro Ibarra no ha dejado de trabajar como investigador académico y en consejos de administración; el sábado pasado dio una conferencia al término de la Asamblea anual del Centro Tepoztlán AC, en la que Clara Jusidman terminó su brillante periodo como presidenta y Miguel Basáñez fue electo para encabezar este foro de reflexión que Víctor L. Urquidi fundó hace 40 años.

En su conferencia, el maestro Ibarra estableció la interrelación de seis temas para articular un panorama de la economía mundial; habló de la formación de capital, comercio internacional, industria, finanzas, política fiscal y empleo y de sus conexiones.

david ibarra
David Ibarra Muñoz, economista mexicano (Foto: La Jornada).

En la economía global, “Se unificaron mucho los estilos y propósitos de las políticas económicas nacionales. En contraste, no se ha afianzado todavía una mezcla sabia, ponderada, de objetivos internos de los países con los del orden transnacional”. Las exigencias del comercio internacional dominan sobre las demandas sociales de los países y en el nuestro hasta impusieron reformas a la Constitución.

Del sistema económico global, dijo el maestro Ibarra, que pierde dinamismo desde hace décadas por causas aún imprecisas: “La tasa de crecimiento de la inversión mundial cae substancialmente del 4.4% al 2.1% entre los años 2000-2019”, debilitamiento que explica el de la producción, aunque “No se ha precisado si la retracción observada en la inversión obedece al agotamiento de los estímulos de la apertura de mercados, al descenso en la tasa de rentabilidad, al decaimiento de las inversiones públicas”.

Hay, en efecto, diversas corrientes de interpretación del lento crecimiento, como la que subraya el rezago de la capacidad de demanda de los mercados ante la mayor oferta, o la del británico Michael Roberts que lo atribuye a la menor tasa promedio de utilidades de las inversiones, cuyo reparto lo acaparan las más grandes empresas.

Sobre el comercio internacional, analiza David Ibarra cómo “La integración de mercados fue la vía de homogeneizar a las políticas nacionales” y cómo los objetivos propios de cada país no se han compatibilizado con los del sistema global.

Augura que ni Estados Unidos ni China, los dos principales polos impulsores del comercio internacional, seguirán impulsándolo como en décadas pasadas, cada uno por sus propias razones.

Argumenta Ibarra que la desindustrialización de los países ricos y de desarrollo intermedio, en favor del sector de los servicios, afecta la del número y calidad de los empleos y la distribución del ingreso, dado que la industria es la actividad de mayor eficiencia productiva y la que paga mejores salarios.

economia global
Imagen: El Colombiano.

De la economía global, un aspecto preocupante es el serio deterioro en la calidad del empleo. Entre 1960 y 2012, la participación del trabajo en el producto norteamericano cayó aproximadamente del 62% al 58%, la de Inglaterra del 64% al 57%; la de Italia, del 70% al 53%; la de México del 44% al 28% (de 1940-2019). Todo indica que la participación de los sueldos y salarios de los trabajadores continúe cayendo en el producto mundial y de los países. 

Por razones como el déficit comercial externo de la inmensa mayoría de los países y los gastos fiscales extraordinarios hechos ante la pandemia, que representan alrededor del 10% del producto global, “desde 2008, con la única excepción de Alemania, la deuda gubernamental de las zonas industrializadas crece más que su ingreso presupuestario”.

Tal crecimiento del déficit fiscal impondría reformas fiscales en todos los países y, sin embargo, la globalización ha puesto a competir a los sistemas tributarios para atraer inversiones extranjeras, es decir, “Ante la competencia universal (los gobiernos) han preferido en los últimos 10 o 20 años, no emprender la remodelación de los sistemas impositivos”.

Del panorama económico mundial podría decirse, con el maestro Ibarra, que “hasta ahora, el camino preferido de los gobiernos líderes ha sido el de llevar a extremos extraordinarios las prescripciones antirrecesivas de siempre. Así se inunda de liquidez a las economías por la vía de la banca, del crédito y se incrementa sin parangón el gasto público, incluidos subsidios a empresas y grupos sociales. Ambas acciones son de aplaudir por marchar juntas, libres de prejuicios ideológicos por primera vez en mucho tiempo. Aun así, dejan de lado reformas necesarias, unas globales, otras nacionales frente a la complejidad de las nuevas y viejas realidades. La conferencia de David Ibarra está disponible en la página del Centro Tepoztlán, AC.


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Claudia de Buen: Primera mujer en ocupar la Presidencia de la Barra

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El próximo 25 de febrero la prestigiada abogada Claudia de Buen Unna tomará posesión como Presidenta de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, lo que significará un parteaguas en la vida de la institución gremial de los abogados más importante de México, que cuenta con alrededor de 7,500 agremiados, de los cuales solamente unas mil personas son mujeres. Cuando este acontecimiento ocurra, habrá un antes y un después en la vida de la Barra, pues nunca antes fue presidida por una mujer.

Se trata de una valiosa mujer, forjada por sí misma, y que ha tenido que enfrentar las típicas adversidades que desafortunadamente aún adolecen las mujeres en prácticamente todo el mundo para poder compaginar su vida de esposa y madre con la de mujer de trabajo. Claudia es hija del también muy prestigiado abogado Néstor de Buen Lozano, refugiado español ya fallecido, quien a pesar de haber sido conocido como un hombre de izquierdas no fue para nada feminista. Don Néstor no fue inicialmente admitido a la Barra por haber tenido una nacionalidad extranjera, a pesar de haber estudiado la carrera de derecho en México. Cuando la Barra permitió la incorporación de abogados mexicanos de nacionalidad extranjera, fue invitado y terminó por ingresar a la misma, aunque haciéndose un poco del rogar, con sobrada razón.

Cuando el padre de Claudia y los demás socios varones de su despacho ingresaron a la Barra, ella pidió permiso a su padre e ingresó contando con 35 años de edad y la advertencia de “allá tú”. La primera sesión en la que participó fue una exposición de Fernando Gómez Mont sobre los riesgos penales de los abogados litigantes, en la que participaron más de 40 personas, de las cuales sólo dos o tres eran mujeres. La Barra era un mundo de hombres. Cuando se decidió crear la Comisión de los Derechos de la Mujer, Claudia inicialmente no la consideró necesaria, pues ella misma había logrado concluir exitosamente tres especialidades sin la ayuda de nadie: derecho financiero y comercio internacional, amparo y derecho mercantil. En épocas recientes, Claudia ha ampliado sus especialidades, cursando diplomados de mediación, derecho colaborativo y negociación.

La próxima Presidenta de la Barra solía ir a trabajar al despacho con sus hijas bebés y en ocasiones trabajaba desde casa o incluso atendía clientes en el Club France donde acudía con sus hijas, todo lo cual le ocasionaba ser cuestionada por sus pares y le generaba ocasionalmente sentimientos de culpabilidad por no poder cumplir al cien por ciento sus obligaciones en el despacho, con sus hijas, con su esposo y con sus pares. Esta problemática se agravó, según Claudia fue aceptando mayores responsabilidades dentro de la propia Barra. Fue coordinadora del Comité de Familia, Secretaria de la Comisión de los Derechos de la Mujer, e incluso Consejera.

Cuando Emilio González de Castilla del Valle se perfilaba como Presidente de la Barra, Claudia y otras colegas mujeres tuvieron la osadía de plantearle la posibilidad de integrar una planilla integrada por mayoría de mujeres, con él a la cabeza, atrevimiento que generó gran escozor entre algunos consejeros de entonces, y en lugar de apoyar la idea de integrar dicha planilla, se prefirió abrirles espacios en las direcciones de comités y comisiones, lo cual fue valorado por ellas como un triunfo. Con el tiempo, Claudia vio con claridad la importancia de apoyar la Comisión de los Derechos de la Mujer e incluso gestionó para cambiar su denominación por el de igualdad de género, lo que también enfrentó grandes resistencias, pero finalmente se logró. En este campo de la apertura de la Barra a las mujeres, Claudia reconoce la gran labor de Claus von Wobeser y de Fabián Aguinaco, siendo este último quien la invitó a participar en el Consejo Directivo de la Barra.

Dentro de la trayectoria profesional de mi colega De Buen, hay que mencionar que durante dos años fue abogada general de su alma mater, la Universidad Autónoma Metropolitana, posición que motivó su exclusión como Consejera de la Barra, sin haber sido formalmente informada de ello. Fueron Ricardo Ríos Ferrer y José Mario de la Garza quienes la hicieron regresar, siendo este último quien abrió de plano las puertas del Consejo a las mujeres. Es así que Claudia, ya plenamente empoderada, decide contender por la segunda vicepresidencia de la Barra, pero luego de ser persuadida por importantes barristas, opta por contender, de una vez, por la primera vicepresidencia, votación que gana abrumadoramente.

El plan de trabajo de Claudia se centra en los siguientes 5 ejes principales: 1) la dignificación de la abogacía, mejorando su fama pública y luchando por la colegiación obligatoria, a efecto de que los incumplimientos al Código de Ética de la Barra generen sanciones; 2) lograr la integración de jóvenes abogados, transformando la Barra para hacerla más atractiva a ellos, con el propósito de darles un papel activo en la estructura de la misma; 3) abrir por completo la Barra a la participación activa de las abogadas mujeres; 4) intensificar las relaciones con agrupaciones y colegios de abogados internacionales y extranjeros, e intensificar la relación con el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, robusteciendo el Consejo General de la Abogacía Mexicana; y 5) el aprovechamiento de la experiencia de los expresidentes de la Barra, poniendo en operación el Consejo Ampliado en el que participen consejeros, coordinadores, directores de los capítulos que operan en las diversas entidades federativas y desde luego los expresidentes.

Claudia de Buen se propone transformar el papel del Presidente de la Barra de un alto protagonismo al de una conducción de los esfuerzos grupales, y se propone que la Barra realice pronunciamientos de naturaleza jurídica más contundentes y no realizar aquellos de naturaleza política. También propugnará por una Barra generosa y agradecida con sus miembros y directivos. Para su titánica labor, Claudia cuenta ya con ocho mujeres en el Consejo y no cesará en hacer cumplir el compromiso asumido con la ONU conocido como “He for She”, lo que implica que nunca más podrá integrarse ningún presídium con tres o más personas, sin que haya al menos una mujer.

Debido a su capacidad y profesionalismo, a una vida de esfuerzo y a la reciedumbre de su carácter, estamos seguros de que la presidencia de Claudia de Buen Unna significará ese necesario cambio en la historia de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, que permitirá cosechar los importantes frutos del trabajo femenino y contribuirá a brindar igualdad de oportunidades entre las abogadas y los abogados miembros de esta noble institución. 


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¿Estamos en el acmé de la pandemia?

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No lo podemos saber, para hablar con objetividad siempre es mejor haciendo retrospectiva; pero por lo que observamos no parece ser así, tampoco parece que nos acerquemos al punto más alto de la pandemia por Covid y, por tanto, estar tan sólo en el inicio de la frecuencia de casos nuevos y fallecimientos. En los últimos días se ha incrementado el número de casos que en semanas anteriores, también han acontecido  más fallecimientos. En los últimos dos días más de 1,400, y lo peor es que nuevamente la letalidad se acerca al 10%, se había conseguido disminuir a más o menos 8.5%, pero nuevamente estamos en las cifras de letalidad de los primeros días.

Diariamente las autoridades federales y de la Ciudad de México nos muestran un baile de cifras para decirnos que los hospitales tienen aún sitio para atender a los enfermos, es cierto que han improvisado camas y hospitales completos para atender a los enfermos, pero los pacientes tienen que hacer un gran esfuerzo para ser atendidos, muchos centros de atención están rebasados y desde luego no pueden brindar la mejor atención. Hace unos días se dijo que se pondría en marcha un programa de atención domiciliaria, pero no tenemos mayores noticias de su desarrollo, desde luego que sería una opción, pero requiere de personal de enfermería y médico entrenado, entusiasmado, que crea que la atención domiciliaria es una posibilidad en la atención de algunos pacientes con Covid. Es una posibilidad menos onerosa pero insisto que requeriría de un programa muy bien diseñado y personal capacitado y comprometido.

pico pandemia
Imagen Dante de la Vega.

Lo que nos muestran las imágenes de los centros de abastecimiento y venta de oxígeno en tanques son tres cosas evidentes: una, que hay muchos enfermos con hipoxemia, probablemente con insuficiencia respiratoria grave, que están en su casa atendiéndose por su cuenta; dos, que quizás no tengan ayuda de los servicios médicos públicos; y tres, que los esfuerzos gubernamentales no han podido ayudar a satisfacer la demanda de O2, que seguramente, y en la mayoría de los casos, es justificada; ahora un oxímetro y el análisis de los datos clínicos justifican la indicación de oxigenoterapia. Muchos pacientes cursando solos y por su cuenta una enfermedad muy grave.

Es cierto que muchos países cursan en la actualidad con lo que ellos mismos han dado en llamar una tercera ola, es decir, que después de periodos de descenso en la frecuencia y en la incidencia, éstas se vuelven a elevar; en México esto no ha sucedido así, hemos tenido unas estadísticas con cifras elevadas, sostenidas a lo largo de estos diez meses. A posteriori encontraremos una explicación para ello, que ahora no la tenemos, lo mismo sucederá con la explicación para la letalidad.

Ante esta situación, dos circunstancias han venido a agravar la pandemia por SARS-CoV-2; la primera es la enfermedad que nuestro señor presidente sufre y la segunda el contexto en el que la vacunación se está desarrollando. El equipo de Salud que rodea al primer mandatario falló al cuidarlo y el domingo 24 de enero se anunció que estaba enfermo y la prueba PCR para SARS-CoV-2 resultó positivo. Una serie de errores se sumaron, cuando menos en la primera fase de su padecimiento, teniendo ya molestias se trasladó a Monterrey, donde tuvo reuniones con diversos grupos, desde luego siempre sin cubrebocas; el domingo a media mañana tomó un avión de San Luis Potosí a la Ciudad de México, y por la tarde se anunció el resultado de la prueba; nadie le dijo que había que interrumpir las actividades, que sería conveniente viajar en un transporte gubernamental para evitar la posibilidad de contagio a un numeroso grupo de ciudadanos, y si alguien se lo comentó, el presidente no atendió las recomendaciones.

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Imagen: El País.

En todo el mundo los procesos de vacunación han tenido contratiempos, fundamentalmente debidos a las dificultades de fabricación y distribución de los biológicos por Pfizer, la cual es la única que al momento se está aplicando; Astra Zeneca no ha logrado iniciar el reparto de su vacuna. A México, en diversas entregas, han llegado unas 500 mil dosis de la vacuna de Pfizer que sirven para inmunizar a unos 250 mil mexicanos, lo que ha hecho que sólo hayan bastado para aplicarla a los equipos humanos del Sector Salud, quizá de manera incompleta. Con explicaciones sucintas se aplicó a los maestros de Campeche, en tanto las campañas de vacunación marchan adecuadamente en otros lugares, en Israel es notable el porcentaje de ciudadanos que han sido inmunizados; menos, pero la camapaña ha cubierto prometedoramente a los británicos, y en Estados Unidos se ha echado mano de diversos recursos y sistemas, vacunando diariamente a varios cientos de miles de americanos. Ante esto, los equipos de la SSA y de la Cancillería están a la búsqueda de vacunas producidas por diferentes laboratorios en otros países, se ha hablado que se aplicará la vacuna rusa Sputnik de la que en la literatura científica no se han publicado los resultados de la fase 3; pareciera que porque todavía no ha culminado.

Creo que el equipo de salud que rodea al presidente López Obrador ha fallado notablemente en la gestión de la pandemia. En cuanto a su  padecimiento esperamos que curse satisfactoriamente y supere el Covid pronto; esperamos que a pesar que López-Gatell es quien difunde la evolución del señor presidente no sea él quien lo atiende. Por algunas fotografías de prensa y unos trascendidos nos hemos enterado de que David Kershenobich y miembros de su grupo son los que lo están atendiendo, lo cual brinda una enorme tranquilidad, porque a nadie, ni a los seguidores de la 4T ni a sus críticos, conviene que el curso de su Covid sea desafortunado; tendría consecuencias enormes y quizá desastrosas si no es así, desde luego deseo que la evolución sea rápida y satisfactoria y que no le acarreé secuelas.

¿Por qué digo que los directivos gubernamentales del Sector Salud han fallado en la gestión de la pandemia? Porque no lograron convencer a López Obrador que usara y apoyara el uso de cubrebocas, incluso López-Gatell hizo en varias ocasiones malabarismos con la información científica, que justificaba y recomendaba su uso, para  decir que no era contundente y que incluso no era recomendable portarlo para la transmisión del SARS-CoV-2. Ahora, el mismo funcionario intenta justificar la aplicación de la vacuna Sputnik aunque no conocemos los resultados que tiene en la inmunización a los que han sido vacunados, e incluso desconocemos si la fase 3 ha culminado.

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Imagen: Comercio Perú.

Desconozco si este manejo sesgado del conocimiento y poco ético de la información sea hecho por López-Gatell por convicción propia y con ella aconseje y dirija las políticas de salud, o si sus dichos sean resultado de indicaciones superiores. No ha sido sólo la Subsecreatría de Prevención la que ha fallado, el señor secretario ha tenido una participación discreta y opaca, dejando todo –o casi todo– en manos de otros, la salida de la Dra. Asa Cristina Laurell no ha sido cubierta, por lo que las funciones de esa área de la Secretaría están descabezadas; son, por cierto, entre otras, las de atención de la salud.

El papel del Consejo de Salubridad podría haber sido fundamental en la pandemia, es un órgano independiente que puede reunir diversos recursos para conjuntar opiniones, recomendaciones para haber hecho frente a la pandemia. El Dr. Santos después de su fallida intención de establecer una norma ética no ha vuelto a aparecer. Creo que la actuación de la Cancillería tampoco ha sido plenamente satisfactoria al haber expresado ante la llegada de las primeras dosis de la vacuna, “Misión cumplida”, lo que ahora resulta fatuo; la SSA tiene departamentos de adquisiciones y de relaciones internacionales  que en el proceso actual han sido desplazadas. Todo esto, que ha sido destacado como innovación, no ha dado los resultados.

Creo que el actual equipo directivo sanitario debe dimitir y ser substituido por un grupo de probada capacidad, al que desde luego se le haga caso.


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¡Ya basta de mentiras!

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Cualquiera podría decir que esta pandemia que estamos viviendo, nos ha vuelto un poco “locos” a todos. Los sociólogos y estudiosos de la ciencia tendrán mucha “tela” donde cortar para hacer estudios y análisis de esta situación que nos ha cambiado la vida y nos ha afectado en la mente y el corazón. Noticias de todo tipo pululan por las redes sociales y no importa si son verdad o mentira. El caso es “dar nota” de la manera que sea y como sea. Si hay que embarrar a personas de probada honestidad y de buenas intenciones,  se hace, con tal de llamar la atención y sacar provecho de la misma.

Días pasados supimos del contagio del cardenal Rivera por Covid. Según información recibida, ni la familia ni él mismo quisieron que la noticia saltara a los medios. Pero tratándose de un personaje como él, era imposible que no se supiera. Pero todo cambió de repente cuando su ex-vocero, P. Hugo Valdemar comenzó a decir que al cardenal Norberto Rivera se le había informado que el seguro médico del cual disponía la Arquidiócesis y en el que estaba inscrito, no cubría los gastos que se pudieran originar por Covid.  Hasta aquí no hay ninguna mentira. Sin embargo, el cardenal Rivera, por su investidura, nunca hubiera tenido problemas de ser atendido en un hospital de tercer nivel, o sea, de primera categoría, de los que cuenta el Estado mexicano. Pero él decidió por su propia cuenta, ser atendido en uno privado costeándose él mismo sus propios gastos.

Cardenal Norberto Rivera Carrera
Cardenal Norberto Rivera Carrera (Foto: Milenio).

Decir que la Arquidiócesis, al frente del cardenal Carlos Aguiar, no pagó el seguro al Sr. Norberto Rivera, es una mentira y los hechos lo demuestran. A principios de diciembre del año pasado, el cardenal Rivera fue sometido a una operación en el hospital Mocel de la Ciudad de México. El seguro médico de la Arquidiócesis pagó su operación. Otros casos de sacerdotes que han sido intervenidos por alguna dolencia, el seguro sacerdotal se ha hecho cargo de los gastos originados. Por eso, decir que el cardenal Aguiar ha abandonado a sus sacerdotes en tales circunstancias, además de ser una mentira, también ronda la calumnia.

Sucede que algunos Prelados, no sabemos si es el caso del cardenal Rivera, a veces contratan seguros privados para tener una cobertura más amplia que el seguro de una mutual sacerdotal, como es el caso de la Arquidiócesis de México, donde quedan excluidos ciertos nosocomios de los beneficios de un seguro médico de “línea dorada”. Es decir, hospitales de tercer nivel, como se les suele llamar, cuya atención es de VIP.  Hospitales de esta categoría son para gente pudiente y de muchos recursos que podrán pagar su estancia sin mayor problema. Hoy, las finanzas de la Arquidiócesis de México están en números rojos y lo que se trata, según nos informan, es salvar el seguro médico y las pensiones a los sacerdotes jubilados. Desde la llegada de Carlos Aguiar Retes cambió la estructura financiera. El seguro médico de los sacerdotes, lo paga íntegramente la economía diocesana así como otros gastos que antes los cubría cada sacerdote.

cardenal arquidiocesis
Imagen: John Pritchett.

Pero, ¿qué puede haber detrás de toda esta vendetta que ha estado dando vueltas en los medios con una cobertura inusitada? Los análisis pueden ser muchos y muy variados. Desde la llegada de Carlos Aguiar a la diócesis Primada de México, se comenzaron a tener muchas expectativas de cambio después de una larga duración del cardenal Rivera. Van a ser tres años de la llegada de Carlos Aguiar y mucha gente se pregunta, ¿cuáles han sido los cambios? ¿En qué se diferencia del anterior? Carlos Aguiar no necesita defensores, sus mismos hechos lo avalan. Es un hombre sencillo, sobrio, que no le gustan los reflectores y que gusta de rodearse de un equipo al cual le da facultades para operar en su nombre dentro de los objetivos trazados en el grupo. En el equipo del Cardenal no encajan los protagonismos ni los francotiradores. Una de las características de la administración anterior, era el protagonismo de algunas personas que a veces  obnubilaban al mismo Jefe. Con la llegada de Carlos Aguiar, esto fue cambiando por una mayor sinodalidad, es decir, darle juego a una serie de actores en sus respectivos campos de trabajo. Como es lógico, esto no gustó a los que antes ocuparon puestos de cierta relevancia. De ahí que ayer y hoy se hayan desatado unas reacciones viscerales ensuciando toda acción pastoral y administrativa del Primado actual.

 Deseamos una pronta recuperación al cardenal Norberto.


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