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Crisis económica, COVID-19 y las pocas esperanzas para México

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Carstens advierte sobre aguda crisis económica por COVID 19 y alejada recuperación

“Va a llevar tiempo levantarse”, fue lo que dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los comentarios de Agustín Carstens sobre la crisis económica y el complicado proceso de recuperación que México enfrenta ante la crisis del COVID-19.

Con una inflación por arriba del objetivo de Banco de México, una lenta recuperación en las cifras de desempleo, una crisis salarial, el riesgo de que miles de empresas cierren de manera definitiva y una inminente segunda ola de COVID-19, el país enfrenta un caótico cierre de 2020 y ensombrecido 2021.

Para el exsecretario de Hacienda y director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Agustín Carstens, la pandemia del COVID-19 cambiará “la cara de la economía” con el impacto negativo que sufrieron los sectores productivos, un escenario que ocurrirá a pesar de las distintas acciones de gobiernos y bancos centrales para contrarrestar la crisis.

“(Hay) otra forma distinta de viajar, trabajar, hacer compras, y se complica aún más por la revolución digital. La innovación en comercio electrónico es cada vez más importante y se está conjuntando con el enfriamiento de la actividad.”, dijo Carstens durante su participación en la 13ª edición de la Conferencia Internacional de Banca organizada por Banco Santander.

Sobre la economía mexicana, el banquero señaló que las dificultades cimbrarán principalmente a los pequeños negocios y la recuperación dependerá del tiempo que dure la pandemia.

“Veremos mayores dificultades a futuro. Ahora la respuesta es ideal. Se pensaba que la crisis iba a ser transitoria, pero ha durado más y durará más”, añadió.

Al respecto, el presidente mexicano señaló que la receta de deuda, aplazamiento fiscal y modificación a la política monetaria se aplicó en varios países, panorama a los que aplicaría la predicción de Carstens; sin embargo, para México, dijo “tenemos buenos indicadores de que vamos levantándonos, no tenemos problemas mayores, tenemos control de inflación, tenemos control en cuanto a la deuda, no se nos disparó”.

Pero el optimismo del presiente no logra convencer a la junta de gobierno del Banco de México. En la última minuta publicada el jueves 8 de octubre, el banco central indicó que la recuperación de la economía mexicana será “difícil y prolongada” y estará sujeta a la incertidumbre.

Banxico recortó a finales de septiembre la tasa de interés clave en 25 puntos base para fijarla en 4.25 por ciento, destacando que los retos derivados de la pandemia incluyen un desplome económico, un choque financiero y efectos sobre la inflación.

Para la mayoría de la junta de gobierno señalaron que la situación actual de las finanzas públicas constituyen un factor de riesgo, a lo que suma que hay un entorno poco propicio en el país para la inversión privada.

“La conducción de la política monetaria dependerá de los factores que inciden sobre las perspectivas de la inflación y sus expectativas, incluyendo los efectos de la pandemia.”, señala el documento de Banxico.

Nos estamos encogiendo

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Aunque la pandemia sigue y, según varios médicos especialistas, hay una probabilidad importante de un repunte, como está sucediendo ya en varios países del mundo, la realidad nos muestra que en la mayoría de las ciudades del país la gente ya ha salido de su confinamiento y está viviendo y afrontando los riesgos. Sólo esperemos que lo hagan de la manera más prudente posible, cuando menos usando el cubrebocas, en lo que se ha llamado la nueva normalidad.

Económicamente, el problema real que se puede observar y que me parece muy grave, es que nos estamos encogiendo. Me explico:

En general, son muy pocos los que han logrado sostener el nivel de empleos que tenían antes de la pandemia, la gran mayoría se ha achicado y es normal, pues la expectativa de buenas ventas es baja y difícilmente se están analizando nuevos proyectos, y lo que más se está haciendo es terminar con los proyectos que ya habían empezado.

Por ejemplo, los comerciantes que tienen tiendas están aprovechando para cerrar las que son malas y así eficientar el gasto. No están poniendo más tiendas, se están haciendo más chicos, cuando menos en lo que se ve más claridad hacia el futuro. En ese sentido, la realidad es que se están encogiendo.

desempleo
Imagen: Waldomatus.

La gente que tiene oportunidad de jubilarse, toma la decisión lo más pronto posible, argumentando –y tienen razón– su vulnerabilidad a contagiarse.

Se puso muy en boga lo que se ha llamado el home office, lo cual está creando una cultura nueva de pagarle menos a la gente y que estos gasten menos, de ahí que se estén perdiendo muchos efectos multiplicadores.

Ante la situación que se vino, muchas empresas ajustaron la cantidad de empleados que tenían y se dieron cuenta que podían trabajar perfectamente con menos gente de manera eficiente.

En resumen, el empleo ha caído de manera importante sobre todo en lo que toca al subempleo o empleo informal, y respecto al empleo formal, se han perdido alrededor de un millón de estos. Es cierto que hay un repunte, pero difícilmente se recuperarán todos los perdidos en el corto plazo.

El PIB se ha contraído y la gran mayoría de las empresas se redujo en tamaño para poder sobrellevar la pandemia, ya sea de manera voluntaria o simplemente porque no les quedó más remedio.

mexico se esta encogiendo
Imagen: El Financiero.

Creo que es importante darnos cuenta de que entre tanto la población siga creciendo y la economía encogiéndose, y con ello hay menos recursos disponibles, entonces, como dice el dicho, habrá más burros y menos olotes.

Si no se revierte esta tendencia, y entre más tardemos en hacerlo, más complicado y difícil será, tanto el país como la población se irán empobreciendo con todo lo que esto implica, pobreza, inseguridad, carencias en salud y educación, descontento al alza.

En mi opinión, la mejor manera de dejar de encogernos y empezar a crecer es lograr un pacto con la meta común de que nos tengamos confianza todos los mexicanos y apostemos en invertir cada quien, en la medida de nuestras posibilidades, para crecer nuestros negocios.

La receta número uno para que la inversión se dé es confianza, y la parte fundamental para que ésta se dé ¡es la certeza jurídica! No sólo en la realidad, sino en la percepción de todos, creo que por ahí tenemos mucho que trabajar.


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Estado de Derecho y conflictividad social

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¿Por qué el 2 de octubre no se olvida?

No pocos son los frentes de confrontación que cotidianamente se abren en el diverso escenario nacional que, al menos desde la ruptura de la unidad política del partido hegemónico en 1988, no habían tenido tanta sonoridad e impacto mediático como el que se observa hoy e incluso repercute en el ámbito noticioso internacional, no necesariamente con buena referencia.

La década de los 70, tras los eventos de 1968, marcó indudablemente un parteaguas en el camino a la democracia pretendida por la sociedad mexicana. Fue, desde luego, un periodo importante para la transformación del país, por la trascendencia de los hechos que se sucedieron a partir de entonces en lo político, económico y social (guerrilla, grupos armados, confrontación ideológica, etcétera).

El México actual, plagado de modelaciones temporales, hacia adelante y hacia atrás, tiene aún como referente la confrontación y las rupturas de esos candentes periodos de nuestra historia reciente que parecían superados, pero que a la luz de los acontecimientos, se renuevan y se reciclan, enrareciendo el ambiente con un sabor de conflicto, en donde se mezclan actores supervivientes y ambiciosos debutantes, herederos o no del viejo sistema, pero con actitudes casi idénticas.

justicia 1968
Imagen: Mundiario.

La ruptura de 1988 modeló un cambio en el sistema político que no acaba de cuajar pero que, a ojos vistas, fue el génesis de la vía de acceso al poder de corrientes ideológicas en apariencia emergentes, aunque cargadas con un ADN vernáculo. Una alternancia que si bien se entiende, no fue otra cosa que la heredad dispersa de la misma idea, el mismo plasma y práctica de antaño (Le Roi est mort. ¡Vive le roi!),con sus naturales adaptaciones, necesarias sin duda, a los tiempos, circunstancias e intereses de los nuevos tiempos y, sobre todo, de los nuevos objetivos, con un colmillo más afilado.

Todos los eventos dramáticos posteriores a la ruptura del 88: el levantamiento zapatista, coincidente con la entrada de México a las grandes ligas, los homicidios políticos, la catástrofe económica, el error de diciembre, el FOBAPROA, las grandes capturas de importantes delincuentes, las extradiciones, los escándalos de corrupción, las alternancias, los grandes fraudes electorales, y otros sucesos que seguimos padeciendo y pagando, siempre fueron usufructuados, hábilmente, por un poder indiscutiblemente elocuente y, en apariencia, cercano al soberano que heredó, cotidiana y periódicamente, hasta nuestros días, bajo la promesa de la justicia social, la honestidad, la honradez, el patriotismo y el férreo combate a la corrupción, un país cada día más depauperado, capturado por el rencor del engaño reiterado, secuestrado siempre por la esperanza de cambio y, finalmente, amordazado por la imposición, en cada etapa, de una cosmovisión esquizofrénica propia, que no racionaliza o que minimiza virtualmente, la realidad patente.

levantamiento zapatista chiapas, EZLN
Imagen: Infobae.

L`État c`est Moi. En cada espacio, en cada periodo, han surgido paladines que con índice flamígero señalaron, con tino irrefutable, los males de la república y ofrecieron las más loables soluciones durante la respectiva campaña que, según la experiencia, no pudieron cumplir durante su encargo y causaron, reiteradamente, la desilusión y el rechazo popular. Historia por demás conocida.

Pero hoy, ante la falibilidad de la norma, la realidad se transforma y se oferta al bueno y sabio soberano, la gracia de acudir, en fecha próxima, a expresar su deseo o negación, en popular y legal consulta, de colocar las cabezas de esos malos gobernantes que le han desilusionado en el pasado en la picota de la plaza pública, digitalmente ampliada, donde el pueblo podrá regodearse con el macabro y entretenido espectáculo.

En su cándida expectativa de que “por fin se hará justicia” el pueblo satisfará la ira largamente contenida, canalizará su frustración, no sólo por el pasado, sino por su caótico presente (pandemia incluida), experimentará una profunda catarsis, seguramente tan virtual como el virtual juicio: señalamientos, trascendidos, vituperios, videos, frivolidades, excesos, pero nada más.

estado de derecho
Imagen: Revista Anfibia.

Tal pareciera, en este momento crucial, que las ideas de los clásicos de la política y el derecho con que se han construido las sociedades modernas, de institucionalizar las reglas del juego para ordenar de la mejor manera la convivencia de las personas en comunidad, con los derechos y obligaciones inherentes, humanos y fundamentales, con las sanciones respectivas a su incumplimiento establecidas en el contrato, en el pacto entre sociedad y gobierno y plasmado en sus leyes, se hubiera extraviado en algún trayecto de nuestra evolución política y nos viéramos en peligro inminente de retornar al estado de naturaleza.

La promoción del conflicto, del rencor y la revancha como herramienta de gestión y rating suele ser una manera muy riesgosa para ejercer el poder cuando se aplica a una sociedad desesperada.


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Advierten riesgos de un segundo confinamiento para la economía

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La economía mexicana no aguantaría un segundo confinamiento generalizado. La Concamin estima un escenario catastrófico en caso de un segundo rebrote del COVID-19.

Los rumores sobre un rebrote del coronavirus en México toman fuerza a medida en que se acerca la temporada invernal y se presenta una nueva ola de contagios en Europa y Asía. Ante este escenario, el riesgo de que el Gobierno mexicano decida regresar a rojo el semáforo epidemiológico es palpable, lo que obligaría a un segundo confinamiento social, cierre de negocios y otro freno en las actividades económicas.

Ante un caso así, la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin) advirtió que, de no haber un manejo distinto, con bases más científicas y profesionales que eviten otro cierre de actividades productivas, la economía mexicana no soportará y podría costar hasta un 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2021.

“El impacto de una segunda ola dependería de las medidas que se tomen, un cierre similar sería inadecuado; sin embargo, con una segunda ola, una estimación modesta es que en lugar de crecer 3.5 por ciento como se espera en 2021, el PIB caería 2 por ciento sobre la caída de 8.5 por ciento que estimamos en 2020”, dijo José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Concamin.

“Nos volvería a llevar a terreno negativo considerando que los sectores estratégicos ya están definidos y ya se aprendió que se debe considerar ciertas cadenas de valor”, agregó el empresario en un evento realizado por los industriales sobre el COVID.

“Si hubiera un rebrote de contagios por Covid-19, se estima un impacto, en lugar de crecer ese 3.5 por ciento que se suponía como escenario base, la economía podría volver a caer en el 2021 alrededor de un 2 por ciento.”, dijo.

Las autoridades sanitarias en México han advertido a la población mantener las medidas sanitarias ante un posible rebrote del virus SARS-CoV-2 que al 24 de septiembre ha cobrado la vida de más de 75 mil personas en el país.

La disyuntiva del Gobierno mexicano es impulsar una vigorosa reactivación de la economía ante una caída estimada en 8 por ciento para el cierre del año, sin permitir una reactivación de las actividades productivas hasta que las condiciones epidemiológicas permitan cambiar el semáforo a verde.

La Concamin señaló que, según su sexta encuesta entre sus socios, a seis meses del inicio de la Jornada de Sana Distancia y el confinamiento impuesto para contener la propagación de la pandemia, el 1 por ciento de las empresas del sector industrial se vieron obligadas a cerrar.

De manera paulatina, la reactivación escalonada ha permitido una recuperación de las actividades industriales en alrededor del 60 por ciento de su capacidad productiva total, un proceso de recuperación que se frenaría con mayor impacto ante un segundo confinamiento.

La recuperación referida por la Concamin toma relevancia ante las cifras referidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre la actividad económica para el mes de julio.

El INEGI señaló que en el séptimo mes del año las actividades secundarias, retrocedieron 11.6 por ciento, pero con ganancias de 6.9 por ciento en el sector industrial.

Perspectiva económica: realidad vs. narrativa oficial

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De acuerdo con lo expresado en el marco del Segundo Informe de Gobierno, México habría tenido un desplome en el PIB menor al que tuvieron otros países, como España, con un proceso recesivo transitorio en forma de V.

Según esa lectura, estaríamos ante la salida de la recesión, listos para la recuperación, y en mejores condiciones que los países que incurrieron en déficits públicos para implementar estratégicas contra cíclicas, precisamente por evitar que creciera la deuda.

Todo eso sería extraordinario, pero desafortunadamente se aleja de la realidad: somos uno de los países con peor desempeño del PIB, desde antes del Covid-19, y difícilmente puede anticiparse una recuperación vigorosa.

En el segundo trimestre, la caída de nuestra economía fue de 18.9% en la comparación anual: efectivamente menor a la de España en ese periodo (22.1%), pero habría que poner las cosas en contexto. A diferencia de ellos y muchos otros países, nuestra recesión no empezó con la pandemia, sino mucho antes, desencadenada en gran medida por decisiones gubernamentales que deterioraron el clima de inversión y acabaron por reducir a ésta de manera dramática.

economia a la deriva
Imagen: Pancho Perrier.

Por factores preponderantemente internos, México tuvo una contracción de -0.3% en 2019. Este año, desde el primer trimestre de 2020, previo al golpe de la pandemia, ya registrábamos una contracción de -2.2% anual. En 2019, en cambio, España creció 2%, Estados Unidos 2.3%, la Zona Euro 1.3%, el promedio de países emergentes y en desarrollo 3.7%, América Latina 0.1% y el mundo de 2.9 por ciento.

El último informe de estimación económica mundial del Fondo Monetario Internacional apunta a que México tendrá una caída de -10.5% este año, frente a -12.8% de España, -8% de Estados Unidos, -10.2% de la Zona Euro y -9.4% de América Latina y el Caribe. Sin embargo, nuestro país muestra una de las perspectivas de recuperación más débiles en 2021: 3.3% Vs 6.3% de España, 4.5% de Estados Unidos, 6% de la Zona Euro y 3.7% de América Latina.

Para complementar la comparación, el estimado para los países emergentes y en desarrollo es de -3% en 2020 y 5.9% en 2021; en Latinoamérica y el Caribe, -9.4 y 3.7 por ciento respectivamente; y para el mundo, -4.9 y 5.4 por ciento.

Presupuesto poco realista

Con ese trasfondo, el diagnóstico oficial con el que se construye el proyecto presupuestal para el año próximo no parece aterrizado con la profundidad de la recesión y la necesidad de apuntalar la recuperación.

El marco macroeconómico para el Paquete Económico estima una caída de -8% este año y una recuperación de 4.6% para 2021. Baste recordar que la última encuesta de Banco de México registró un promedio de -9.9% para este año y crecimiento de 3.1% en 2021.

La OCDE acaba de revisar a la baja el estimado para México en 2020: 10.2%, 2.7 puntos menos que en junio. Para 2021 lo mantiene en 3%. Moody’s prevé rebote de 3.7% en 2021, tras un -10% en 2020.

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Imagen: El Comercio.

Hemos insistido en que dos puntos podrían parecer poco ante una contingencia como ésta. Sin embargo, para los ingresos tributarios puede hacer la diferencia entre que salgan las cuentas o no alcance el dinero. Así, lo más probable es que incluso crecerá el endeudamiento del país (en relación con el PIB): aun más de lo que hubiese aumentado si se hubiera contratado deuda o usado líneas de crédito disponibles para financiar una respuesta de contención del golpe económico. 

Precedentes

Claramente hay factores internos preexistentes y estructurales, así como decisiones y omisiones en la respuesta a la pandemia, que explican la particular debilidad económica de México. Lo relevante es que no se puede armar e implementar un tratamiento efectivo para mitigar la recesión, así como acelerar y fortalecer la reactivación, cuando la radiografía de la crisis es equivocada.

Básicamente, la debilidad de México en el escenario de corto y mediano plazos responde a tres elementos que están “en nuestra cancha”:

1. Contracción de la inversión privada, debido a una creciente politización que afecta el clima de negocios del país. Sobre todo, a partir de una serie de medidas y actitudes que debilitaron la certeza jurídica.
2. Ante la pandemia, a diferencia de lo que ocurre en casi todo el mundo, lo que hemos visto aquí es ausencia de un plan de emergencia económica a la altura. Cero acciones sustantivas para apoyar a familias y empresas que han quedado sin fuentes de ingresos o las han visto mermadas. Nada para mitigar la pérdida de empleos, ayudar a la gente con un ingreso temporal sustituto, evitar cierres de negocios.
3. Un manejo deficiente de la epidemia. Ha retrasado la reactivación de la actividad económica y no se ve la salida, no obstante que van más de seis meses y México es uno de los países con más contagios y muertes.

paquetaxo 2021
Imagen: Rictus.
Cómo cambiar el panorama

Hay que insistir en la importancia de la caída de la inversión.  En el segundo trimestre del año, ésta representó el 19.6% del PIB: la proporción más baja en 13 años. Pero el problema precede a la pandemia: la tendencia negativa es apreciable desde la cancelación del aeropuerto de Texcoco.

En los primeros cinco meses de este año, cayó casi 21% respecto al mismo periodo del 2019. Pero si nos remontamos a noviembre de 2018, de los 20 meses que han pasado para los que hay información, la inversión física tuvo caídas anuales en 19. En 2019 la caída acumulada fue -4.9%, el mayor retroceso en 10 años, desde la anterior crisis.

En junio vimos cómo México quedó fuera de la lista de AT Kearney de los 25 países más atractivos para inversión extranjera directa. Ahora, un reporte del Departamento de Estado estadounidense señala que el clima de inversión de nuestro país se deteriora por acciones como cambios regulatorios que afectan la certeza jurídica.

Claramente, con la inversión detenida, difícilmente puede pensarse en una recuperación rápida y vigorosa. Menos aún sin apoyos emergentes. Para cambiar la perspectiva, urge actuar en dos frentes:

1. Incentivar la inversión, con una actitud distinta de la que la ha ahuyentado, reducido o postergado, como la discrecionalidad en el accionar gubernamental.
2. Proteger los ingresos de la gente y la continuidad de las actividades económicas y las empresas, a favor de la actividad económica, evitar cierre de empresas y despidos, y estimular el consumo. Hace falta un acuerdo y un plan de emergencia a la altura.

De otra forma, la recuperación de los niveles económicos previos a la pandemia podría tomar el resto del sexenio, sin que podamos esperar crecimientos anuales de más de un inercial 2% tras un débil rebote en 2021.


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Pequeños comercios, vulnerables y sin esperanza de recuperación

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Al menos 150 mil pequeños comerciantes se vieron obligados a cerrar por la pandemia, 21 mil millones de pesos de pérdidas mensuales, y las acciones del Gobierno no han sido las más viables para contrarrestar el daño. Así lo estima Cuauhtémoc Rivera presidente de la ANPEC.

“Es un mal diseño de política pública, porque la gente no busca un apoyo y ya, es tener dónde apalancarte,” consideró el titular de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

A pesar de que la pandemia del COVID-19 ha causado estragos en todos los niveles de la economía mexicana, los pequeños comerciantes han sido de los más afectados por la baja en el consumo y el desempleo, ya que atiende a la economía popular, a las familias que compran lo que se consumo al diario.

En entrevista con El Semanario, Cuauhtémoc Rivera hace una revisión a la realidad que actualmente enfrenta este canal y cómo las medidas que el Gobierno mexicano ha implementado como apoyo para combatir los estragos de la crisis, han sido insuficientes para vislumbrar un mejor panorama en 2021.

Para el titular de la ANPEC, existen dos factores fundamentales que han agudizado la crisis en el tiempo de pandemia: la pérdida de ingresos, traducido en caída de ventas y la incapacidad de sostener las rentas de sus locales comerciales, y el encarecimiento de la energía eléctrica y los combustibles durante los meses más críticos de la pandemia.

“Todo este cuadro hace que el canal tradicional en el trimestre de abril a junio, podemos decir que fácilmente 150 mil tuvieron que cerrar sus puertas.”

La percepción de la crisis generada por la pandemia fue evolucionando dese finales de marzo, cuando se anunció el confinamiento, hasta la fecha.

En abril, los pequeños comerciantes pudieron asumir los costos del cierre de negocios e incluso el canal registró un repunte al ser la opción para las familias en confinamiento para adquirir sus productos sin exponerse a las grandes aglomeraciones en mercados y centros de autoservicio.

El panorama de mayo, junio y julio cambió drásticamente con la pérdida de empleos, la caída de los ingresos y el endurecimiento de las medidas sanitarias que limitaron las actividades económicas y la movilidad en prácticamente todo el país.

En cifras revisadas por el titular de la ANPEC, el pequeño comercio ya venia sufriendo de un fuerte descalabro durante el primer trimestre del año. La cuesta de enero se había alargado hasta marzo y los comerciantes viraban al segundo trimestre como un oasis que vendría a inyectar mayor dinamismo con eventos claves para el consumo como Semana Santa y la celebración del día de las madres.

Cuauhtémoc Rivera señaló que en el primer trimestre del 2020 el comercio del canal registró una caída de un 10 y un 15 por ciento, comparado con el cuarto trimestre del 2019, afectados principalmente por un proceso inflacionario. Si bien para el mes de abril se registró un repunte de hasta el 8 por ciento en las ventas, la recuperación se desplomó en los meses siguientes con una caída por debajo de lo registrado al inicio del año.

“(En agosto y septiembre) Ha habido una precarización laboral, es decir, la fuerza de trabajo la gente la está vendiendo más barata. Ha aceptado trabajos con pagos más menores buscando tener un peso en la bolsa y eso ha hecho que se mueva un poco el mercado, pero no mucho más de lo esencial y sigue siendo el consumo más orientado a alimentos y el pago de servicios públicos.”, apuntó el líder empresarial. “Si en 2019 nosotros vivimos una situación de estancamiento económico, en 2020 estamos viviendo una situación de recesión económica. El consumo se tiende a reducir hasta en un 25 por ciento.”, estimó.

Insuficientes medidas del Gobierno en apoyo a pequeños comerciantes

El Gobierno Federal anunció, a través de la Secretaría de Economía y el Instituto Mexicano del Seguro Social un préstamo de 25 mil pesos en apoyo principalmente a los pequeños y medianos empresarios afectados por el cierre de actividades.

Para la ANPEC estos apoyos han sido insuficientes “Nosotros les dijimos que era una cantidad muy marginal, no era muy atractiva. Les dijimos que por ser un crédito de única vez era un mal diseño porque lo que la gente busca es línea de crédito, no es un apoyo y ya, es tener de donde apalancarte.”

La propuesta de la asociación al Gobierno fue que en lugar de gastar ese dinero de esa manera, hicieran una línea de crédito revolvente, con un fondo social atrás, que pactaran con la Iniciativa Privada para financiar créditos y que llamaran a las fuerzas sociales filantrópicas a que pusieran dinero a un fondo y que ahí se dieran apoyos contra solicitud. “Apoyos sastres, a la medida de las necesidades de los distintos empresarios, de los pequeños comerciantes.”

Con todo esto, la ANPEC no puede vislumbrar un mejor panorama para el cuarto trimestre del 2020 y sin una vacuna contra el COVID-19 la confianza de los consumidores para salir y la reactivación de la economía no se logrará de la manera necesaria.

“Ni siquiera con el buen fin, ni con las fiestas decembrinas, que es lo que se deja ver venir en el mercado como coyuntura de consumo, sentimos que esto va a lograr mover la economía mexicana.”, aseveró Cuauhtémoc Rivas.

El 2020 es un año que perdimos, el COVID nos lo robó. Pasamos del estancamiento a la recesión. Un año muy difícil para las familias que tuvieron pérdidas humanas, además de las económicas. Y el 2021 va a ser un año de echarle muchos kilos para adelante porque primer factor que debe de haber es que encuentren una vacuna y que haya condiciones para hacer una jornada de vacunación universal y luego tenemos que volver a agarrar energía para salir a pelear la vida, empujar la economía mexicana y recuperar el terreno perdido. Eso nos va a ocupar todo el 2021 y un poquito más del 2022.”

OCDE vs. Hacienda, las predicciones inciertas para México

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Ante un escenario de incertidumbre por la pandemia del COVID-19, la OCDE decide incrementar proyección de caída económica para México, un escenario que para Gabriel Pérez Peral, experto en economía, podría empeorar en los próximos años si el Gobierno mexicano no adopta mecanismos antipandémicos que estimulen la confianza del consumidor e inyecte incentivos a las empresas.

“Difícilmente podemos destacar puntos positivos en la parte de la estrategia porque le están apostando a la inmunidad de rebaño, esto es que se contagien el mayor número de personas para que llegue el momento en el que se dé la inmunidad en el país. Esa es la apuesta del Gobierno,” consideró el Gabriel Pérez Peral, catedrático de la escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana en conversación con El Semanario.

Mientras la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presume que su proyección de una caída en 8 por ciento para la economía mexicana está basada en un análisis responsable y realista, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) decidió revisar a la baja su proyección de crecimiento para México a una contracción del 10.2 por ciento para el cierre del 2020.

La previsión del organismo emitida en junio pasado, consideró una caída del 7.5 por ciento, con base a los índices de recuperación que la economía mexicana había registrado en los primeros meses de reapertura económica bajo la llamada nueva normalidad; sin embargo, la contracción en su más reciente análisis publicado la segunda semana de septiembre decidió colocar a México entre los cinco países con más pérdidas significativas por la pandemia del COVID-19.

“Después de colapsar en la primera mitad del año, la producción económica se recuperó rápidamente tras la flexibilización de las medidas para frenar la pandemia de COVID-19 y la reanudación de la actividad. Las autoridades públicas reaccionaron rápida y masivamente para amortiguar el impacto inicial en los ingresos y el empleo. Pero la recuperación perdió fuerza durante el verano,” estimó la OCDE en su documento “Perspectivas económicas de la OCDE: Informe provisional, septiembre 2020.”

Para Gabriel Pérez del Peral, el castigo que la OCDE da a México está en línea al escaso margen fiscal y la agudización de la pandemia del COVID-19.

“Estos dos elementos están haciendo que la OCDE revise en forma muy importante la caída de la economía mexicana,” indicó, no sin dejar de mencionar la falta de apoyos por parte de las autoridades mexicanas hacia las empresas, concretamente hacia las Pyme, y hacia las familias, para mitigar la caída en la confianza del consumidor y la inversión.

“México no está haciendo las cosas bien por las cifras oficiales y no oficiales que, según estimaciones de la Universidad de Hopkins, la Universidad de Washington y del MIT, son por lo menos tres veces más las cifras que menciona el Gobierno mexicano. Entonces es, falta de espacios fiscales y el mal manejo que se está haciendo con la pandemia lo que nos hace pasar del 7.5 por ciento la caída al 10.2 por ciento,” señaló el experto en economía.

¿Una estrellita para la economía mexicana?

Al presentar el Paquete Económico 2021, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, estimó que las proyecciones económicas para el cierre del 2020 se apegan a una estimación responsable basada en un nulo crecimiento registrado en 2019, la caída en las actividades productivas en el segundo trimestre del año y las cifras de recuperación presentadas a partir de la reapertura escalonada.

La caída para Hacienda seria del 8 por ciento en 2020, con un rebote del 4.5 por ciento al 2021.

Si bien la OCDE coloca a México entre las cinco economías con peores pérdidas generadas por la pandemia. La recuperación del 3 por ciento para el PIB de México al 2021 vendría de una caída del 0.3 por ciento en su crecimiento al cierre del 2019 y una abrupta contracción de 10.2 puntos en 2020.

El crecimiento del 3 por ciento para México en 2021 estaría por arriba del registrado en Sudáfrica (1.4 por ciento desde una caída del 11.5) e incluso del 4.0 por ciento proyectado para Estados Unidos, a quién le adjudica una contracción del 3.8 por ciento para el 2020 y registró un crecimiento de 2.2 puntos en 2019.

Comparación entre los diferentes países del G20:

Sin embargo, para Gabriel Pérez las estimaciones de la OCDE se están quedando cortas y la caída de la economía mexicana para el 2020 estaría entre un 11 y 12 por ciento. Además el panorama se complica para México debido a que el Gobierno no ha querido incrementar el monto de deuda para adoptar una política contra cíclica e incluso ha caído en incongruencias en sus estimaciones de rebote.

“La Secretaría de Hacienda está presentando un intervalo de decrecimiento del 7 al 10 por ciento, la media es de 8.5 y se publicó una caída del 8 por ciento. Hay una incongruencia en esas cifras. Por otro lado, inflaron los ingresos para el próximo año para que les diese las metas de recaudación y del rebote del 4.5 por ciento,” apuntó.

“El principal problema, derivado de lo que indica la OCDE, es que México no han querido incrementar el monto de deuda para hacer una política contra cíclica,” añadió.

A pesar de que en la parte del combate a la pandemia del COVID-19 le es difícil resaltar cuestiones positivas, en la parte económica hay indicios que destacar como la apertura económica, el incremento en los principales factores de los indicadores cíclicos del INEGI, la producción industrial, la generación de empleos al mes de agosto. 

“Lo positivo que podríamos decir es que se está abriendo paulatinamente la economía, pero también hay que voltear a otros lados. Entre más se abre la economía, sin tener controlada la pandemia, aumenta el número de contagios,” dijo.

El dominio de la Incertidumbre

Para la OCDE el panorama económico de México y el mundo está sumergido en una gran ola de incertidumbre y, ante un fenómeno impredecible como la propagación del nuevo coronavirus, las proyecciones buscan apegarse a una realidad poco optimista con la ausencia de una vacuna ampliamente disponible para finales del 2021 y un aumento esporádico en los brotes del SARS-CoV-2 que se enfrentarían con medidas de confinamiento como las adoptadas en México durante el segundo trimestre del año.

Para el Producto Interno Bruto mundial, la proyección de la OCDE se ubica en una caída del 4.5 por ciento para el cierre del 2020. El modelo presentado por el organismo con sede en París, Francia, muestra una recuperación en ‘V’ con su peor caída en el segundo trimestre del año y un repunte a partir del segundo semestre con un rebote que, en el mejor de los casos, podría alcanzar hasta un crecimiento del 5 por ciento en 2021.

Países como Australia, la zona del euro y Reino Unido han adoptado medidas de financiación de activos, mientras que otros países como Brasil, Indonesia, México, Rusia y Sudáfrica, han decidido cargar la estabilización económica a la política monetaria.

“Sin embargo, la elevada deuda pública y los pasivos contingentes, o una base impositiva baja, limitan el uso ulterior de la política fiscal para respaldar el crecimiento y los ingresos de los grupos vulnerables en algunas economías de mercados emergentes de gran tamaño, como Brasil, India, México y Sudáfrica,” advirtió la OCDE.

Para el organismo, varios son los factores en los que basa sus perspectivas de crecimiento económico como el comportamiento de la pandemia, el impacto que este efecto tenga sobre la confianza del consumidor y del productor y las iniciativas de los gobiernos a favor del empleo, la demanda así como la asistencia financiera a las empresas.

“Las perspectivas de crecimiento económico dependerán de varios factores, como la probabilidad de nuevas olas de infecciones y el efecto que tenga sobre la confianza de los consumidores y las empresas. Un tercer factor clave será la medida en que las iniciativas gubernamentales para preservar puestos de trabajo y ayudar a las empresas a estimular la demanda. La asistencia financiera y de otro tipo sin precedentes proporcionada por las autoridades debe continuar. Pero deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a las condiciones cambiantes y concentrarse más. Los formuladores de políticas deben convencer a la gente de que están trabajando para mejorar sus condiciones de vida y brindar oportunidades para todos,” refirió la OCDE en su análisis.

Sobre este aspecto, el experto en economía estima que sin estas medidas propuestas por la OCDE, México no tendría posibilidades para combatir la incertidumbre y aspirar a una recuperación económica en los próximos años.

“Es muy importante que, además de aplicar una política contra cíclica, que apoye a las Pymes y a las familias, México amplíe ese margen fiscal que tanto subrayó la OCDE contratando deuda,” ya que en caso de no ser así el país no tendrá la posibilidad de combatir la incertidumbre, fomentar la inversión privada y atraer capitales necesarios para el crecimiento y la generación de empleos.

“El gobierno no está generando confianza, por eso trae una caída en la inversión y por eso un crecimiento tan raquítico que hemos tenido en los primeros años de esta administración (…) Hubiese salido más barato a la larga contratar deuda desde marzo-abril y aplicar una política contra cíclica que lo que va a pasar en los próximos años, porque se va a retrasar mucho la recuperación,” estimó.

Las crisis internas de los partidos políticos

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Las próximas elecciones federales, estatales y municipales, pondrán en el tablero de la política las crisis internas que viven los partidos políticos. Actualmente son ocho, tomando en cuenta el registro que otorgó el Consejo General del Instituto Nacional Electoral al Partido Encuentro Solidario, otrora Partido Encuentro Social, el pasado lunes 7 de este mes de septiembre. Por lo pronto, Movimiento Regeneración Nacional, conocido más por sus siglas de Morena, que predomina en el Congreso de la Unión, por haber alcanzado la mayoría en las Cámaras de Diputado y Senadores, así como el Poder Ejecutivo, deberá ajustar su dirigencia nacional, debido al conflicto entre las diversas corrientes que por no poder lograr un acuerdo entre éstas, acudirán a una encuesta supervisada por el INE, y que es de pronósticos reservados, pues en México, desde su nacimiento en 1919, el signo permanente de la izquierda ha sido su división interna partidaria.

Sin embargo, en este caso, sus votantes siguen considerando como su líder moral al presidente, Andrés Manuel López Obrador, que no obstante la pandemia y la crítica situación económica, mantiene altos índices de popularidad, y podrá refrendar triunfos importantes en lo que concierne a las gubernaturas de los Estados, aunque es probable que disminuya su mayoría en la Cámara de Diputados.

Partido México Libre
Imagen: Estación Pacífico.

Por lo que respecta al Partido Acción Nacional, segunda fuerza política, su principal problema lo constituye el abandono de sus filas de sus dos únicos expresidentes, Vicente Fox y Felipe Calderón y de sus seguidores; este último, junto a su esposa Margarita Zavala, promueven el Partido México Libre, que aunque le fue negado el registro por los consejeros del INE, han interpuesto el recurso procedente ante el Poder Judicial Electoral de la Federación, con la esperanza de que revoquen el fallo adverso recibido. Algunos de sus gobernadores, unidos a otros del PRI, han salido de la Confederación Nacional de Gobernadores, fundada en 2001, organización sin ningún respaldo legal, dedicados a promover problemas protagónicos, como es el caso de la toma de la Presa de Boquillas en el Estado de Chihuahua, el que se ha complicado por el asesinato de una mujer, atribuido a la Guardia Nacional, la destrucción de las oficinas de la Conagua y el incendio de sus instalaciones reguladoras del suministro de agua.

Por otra parte, el Partido Revolucionario Institucional, tercer lugar en la escala de representatividad nacional, con lánguida presencia ante el electorado, debido a la inacción de sus líderes, está afectado seriamente por las graves acusaciones que pesan sobre el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto y de sus principales colaboradores por el manejo de recursos de procedencia ilícita, que alcanza a sus legisladores, en connivencia con sus pares panistas, por presuntamente recibir sobornos para la aprobación de la reforma energética, derivada de la ópera prima del barítono Emilio Lozoya Austin.

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Imagen: Revolución 3.0.

El Partido de la Revolución Democrática, seriamente destartalado por la salida de sus principales personajes –Cárdenas Solórzano, Muñoz Ledo, el propio López Obrador y muchos más– y la migración de sus tribus a Morena, hoy en poder de los “chuchos” –Jesús Martínez y Jesús Zambrano–, se juega su registro o la disminución de su presencia política en la Cámara de Diputados y otros cargos de elección popular. El llamado Pacto por México en favor de las reformas estructurales en el gobierno de Peña Nieto, aliados al PRI y el PAN, dañaron su credibilidad como partido de izquierda y hoy sólo queda el cascarón de su fuerza arrolladora en las elecciones del siglo pasado.

Los partidos restantes –Verde Ecologista, de los Trabajadores, Encuentro Solidario y Movimiento Ciudadano– o la “barra infantil” como gustaba calificarlos Carlos Monsiváis, buscarán alianzas con los partidos enunciados para su sobrevivencia o bien para ir solos por el 3% para mantener su registro que exige la ley electoral.

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Imagen: Capital México.

Este panorama desolador repercutirá en el sistema democrático y acarreará muchos y graves conflictos entre las autoridades electorales y los partidos políticos en las elecciones del próximo año, a realizarse el 6 de junio. Pero la mayor preocupación será la degradación de las instituciones electorales que terminan por alcanzar la gobernabilidad del país.


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