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Los trabajadores construyen democracia

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En México las cosas cambiaron. Y cambiaron para bien. Y si no lo quieren creer, pregúntenles a los millones de trabajadores que han tenido que esperar muchos años, muchos sexenios, para que los voltearan a ver.

Y es que, gracias al presidente Andrés Manuel López Obrador, a los trabajadores se les está reconociendo su lugar como pieza clave de la economía y como actores principales dentro de la escena política.

Han sido muchos años de lucha para que nuestra voz sea escuchada; pero ya entendimos que la unión hace la fuerza, que juntos debemos llevar nuestras demandas a los que toman decisiones sobre nuestros ingresos, nuestra seguridad social, la educación de nuestros hijos y la calidad de la atención médica.

El presidente nos entiende bien porque él también ha luchado, se ha organizado y se ha movilizado hasta lograr la máxima posición política del país. Asimismo, los trabajadores tenemos la prerrogativa de agruparnos e integrar las organizaciones que nos ayuden a mejorar nuestras vidas y la de nuestras familias; es un derecho consagrado en la Organización Internacional del Trabajo y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Murales de Diego Rivera
Los Murales de la industria de Detroit (1932-1933), Diego Rivera, Detroit Institute of Arts (horizontal.mx).

El resultado de todo ello es que hoy los trabajadores entendemos que, para continuar mejorando nuestro bienestar, es importante que participemos y entendamos más de la política de nuestro país. De hecho, lo hacemos día a día desde nuestros empleos, al defender a compañeros de injusticias, al elegir libremente a nuestros dirigentes y al negociar nuestras condiciones en contratos colectivos –o individuales– de trabajo.

Hoy preferimos dialogar, reclamar y hasta litigar, si es necesario, por defender nuestros derechos, pues sabemos que la clase trabajadora debe continuar la lucha por aportar a la conformación de un país más justo, más incluyente y próspero.

La Reforma Laboral garantiza que los trabajadores puedan ejercer –libremente– su derecho a la asociación y a cambiar de líderes si no se sienten bien representados; por ello creo firmemente que la modernización de los sindicatos los convierte en factor de cambio legítimo para lograr avances sociales que beneficien, no sólo a la clase trabajadora, sino a la población en general, y a los factores de la producción en lo particular.

Sacar adelante al país pasa por la participación social, por una comunidad informada y participativa. Sacar adelante la economía también requiere que los factores de la producción estén alineados en torno a la productividad; y ello, imperativamente, requiere de una clase trabajadora activa, que colabore en la construcción de políticas públicas que beneficien a todos, no a unos cuantos, como era en el pasado.


¡Vota! En defensa de la democracia

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Las democracias del mundo tienen una capacidad aterradora de autofagocitarse. Hoy, en cada continente, el mejor sistema de imperfección política, el que mayor bienestar ha traído a la humanidad; el que tantas veces descuidamos y ninguneamos cuando lo tenemos y tan profundamente anhelamos y lloramos cuando lo perdemos, está en serio peligro. De extrema derecha a extrema izquierda; el populismo, sea nacionalista, anarquista, regionalista, fascista, religioso, ecologista, comunista, étnico o reformista, amenaza con destruirlo todo.

A veces olvidamos lo sencillo que es perder la democracia y lo tremendamente difícil que es recuperarla. Los latinoamericanos, en particular, sabemos muy bien lo que esto significa. Buena parte del siglo XX nos la pasamos de horror en horror, de dictadura en dictadura; incluso hoy aún quedan entre nosotros regímenes totalitarios y claramente antidemocráticos. Sin memoria se cometen siempre los mismos errores y, sin embargo, pareciera que la tozudez puede más y estamos cada vez más cerca de desaprender todo lo que, con tanto dolor, entendimos en el pasado. Esto es, que las sociedades que progresan y se fortalecen son aquellas que discuten, negocian y llegan a grandes acuerdos; que no excluyen, que celebran la diferencias que coexisten en ellas y que son capaces de hacer de la política un instrumento, que aunque imperfecto, es capaz de darle brújula, orden y sentido a los anhelos de nuestros países.

marcha a vota
Imagen: Clara Selina.

El progreso y la justicia se escriben con diálogo, generosidad, esfuerzo y responsabilidad. El bienestar ciudadano se construye generando riqueza; la historia así nos lo ha enseñado, los países pobres no pueden garantizar seriamente ningún derecho social. Por ello, el rol fundamental del Estado, además de ordenar y administrar la vida en sociedad, debe garantizar que existan condiciones básicas para que el desarrollo económico, científico, tecnológico y cultural sea posible en nuestros países, en el marco de una alianza público-privada virtuosa, con reglas justas y claras y con mirada de largo plazo. Así también, los empresarios y grupos económicos deben entender su rol en el desarrollo colectivo de las naciones, que al no hacerlo sabotean su propio crecimiento y estabilidad en el tiempo.

Por otra parte, hoy más que nunca es necesario que la clase política sea capaz de ponerle límites a las expectativas de sus electores, explicando a la ciudadanía que las grandes transformaciones sociales se hacen con planificación, tiempo y recursos concretos. No se trata de acotar los sueños y anhelos de progreso de nuestros pueblos, al contrario, se trata de asumir la responsabilidad histórica de conducir con seriedad esas transformaciones; no hacerlo, inevitablemente continuará horadando los cimientos de la confianza y la fe pública en el sistema representativo y en la democracia.

Desde luego, científicos, artistas e intelectuales también están llamados a contribuir al buen cuidado del debate y al diálogo ciudadano. Su labor es fundamental: dotarnos de ideas e imaginación para afrontar los grandes desafíos que tenemos frente a nosotros; advertirnos y cuidarnos de los discursos fáciles del populismo; enseñarnos el valor del rigor intelectual y darle “oxígeno” al debate político-empresarial que tantas veces se toma la agenda impidiendo analizar con perspectiva las verdaderas prioridades para el desarrollo y el progreso humano, así como el cuidado de nuestro planeta.

vota por la democracia
Imagen: The Guardian.

Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo puedes tú, lector de esta columna, hacer también tu parte para mejorar y perfeccionar aquellos aspectos de tu sociedad que consideras deben cambiarse? La respuesta es simple: ¡vota!

Cada elección es la oportunidad de mejorar lo ya hecho.  Incluso si crees que te equivocaste la última vez, ¡vota! Si tu candidato te decepcionó, ¡vota! Si crees que todos los políticos son iguales, ¡vota! Si crees que la democracia es imperfecta, ¡vota! Si piensas que nada va a cambiar, ¡vota! Si tienes sueños, ¡vota! Si no crees en las utopías, ¡vota! Si crees en el Estado, ¡vota! Si crees en el Mercado, ¡vota!  En cada elección, local o nacional, en cada plebiscito: ¡vota!

Las naciones que no entienden la noción de reciprocidad social terminan actuando como adolescentes, es decir, con un enorme derroche de energía, grandes dosis de narcisismo y pulsiones cortoplacistas. El voto, el acto de votar es la posibilidad de que un país se haga adulto. No es casualidad que el derecho al mismo sea, en la mayoría de los casos, a contar de los 18 años. En la frontera de la adolescencia los seres humanos nos transformamos en ciudadanos. Entonces, cuida tu derecho a elegir, cuida tu derecho a equivocarte, cuida tu voto. Cada vez que puedas, ¡vota! No importa si no compartimos la misma visión de mundo, no importa si no estás de acuerdo conmigo, ¡vota! Hazte responsable de tu lugar en la historia. Cuida la democracia.


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Democracia digital, al resguardo de las libertades esenciales

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Ni buena ni mala, pero tampoco neutral. Planteó así, hace tiempo, en una de sus más famosas y tempranas sentencias sobre la tecnología y su papel en la era actual, el hoy ministro del Gobierno español, Manuel Castells.

Lejos de los primeros augurios que señalaron a Internet como el epítome de la democracia y a la nube como la manifestación de la misma, representantes de las más grandes corporaciones digitales están siendo llamados a cuentas por congresos y gobiernos.

Hace pocas semanas, el Congreso de los Estados Unidos abrió una serie de audiencias en las participaron los CEOs de cuatro de los más grandes corporativos globales: Google, Facebook, Amazon y Apple.

corporaciones digitales en juicio
Imagen: Sébastien Thibault.

Los legisladores norteamericanos citaron a Sundar Pichai (Google), Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Facebook) y Tim Cook (Apple) a propósito de sus prácticas como actores dominantes en materia de comercio electrónico y redes sociales.

De Serguéi Brin, fundador de Google, quien en 2005 confiaba en que la naturaleza de la red la haría inherente al afianzamiento de las democracias, pasando por John Perry Barlow y su idea de que Internet representaba la más grande fuerza que la humanidad hubiera descubierto nunca, hoy, la visión es más moderada, por decir lo menos.

El asunto fue detonado a gran escala, se sabe, por la proliferación de noticias falsas que incidieron sobre la elección presidencial en Estados Unidos en 2016, y no menos, por los indicios de la intervención de terceros países, a través de las plataformas digitales.

En Europa, sin embargo, el tema es anterior y de naturaleza más amplia que el modo cómo lo asumen los norteamericanos.

Al respecto, Marietje Schaake, eurodiputada de origen neerlandés, señala enfática que donde se prometió un poder emancipador, nos hemos encontrado con el crecimiento monopólico centrado en muy pocos jugadores.

Debería ser una preocupación general, dice la también militante de Democracia 66 en Países Bajos, la invisibilidad con la que el creciente poder de las corporaciones digitales privadas actúa e influyen sobre el ámbito público.

democracia digital
Imagen: Freepik.

Schaake ha venido insistiendo en ese sentido, en la necesidad de conformar una cada vez más amplia coalición de países que actúen en términos del diseño e implementación de políticas públicas tanto a nivel nacional como multilateral, que ponga a resguardo el sistema de libertades y derechos, esos sí, inherentes a la democracia. En una reciente colaboración para el diario neerlandés NRC, escribe la también miembro fundadora del Grupo especial para la Agenda digital del Parlamento europeo:

Nos hallamos frente al avance silencioso del poder privado en el ámbito digital que trastoca responsabilidad que atañe esencialmente a lo público.
Dice Schaake, este avance toca las tareas centrales del Estado: desarrollar Inteligencia Artificial, construir y operar infraestructura crítica (y protegerla), desarrollar tecnología para la defensa…o acuñar monedas digitales.
Para luego agregar: Para que la democracia sobreviva, el poder y el contrapoder deben estar estructuralmente equilibrados. Se necesita urgentemente una coalición de países democráticos que esté comprometida con esto.

Por su parte, a principios de septiembre, bajo el auspicio de la presidencia alemana de la UE, la parlamentaria europea Margrethe Vestager, señaló que: Los mercados en línea de Europa deberían ser ecosistemas vibrantes, donde las empresas emergentes tengan una oportunidad real de florecer. No deberían ser tiendas cerradas, controladas por un puñado de plataformas de vigilancia, dijo la parlamentaria danesa.

Ciertamente, una parte del intenso debate que se ha establecido, aun con la pandemia en marcha, refiere al comercio.

Mas, no se agota en las transacciones que en este orden se pueden realizar, sino que atraviesa elementos que se relacionan con la propia interferencia de los intereses privados ahí donde debe predominar el interés público.

El sector público está ahora rezagado en cuanto a conocimientos, salarios y talento, señala Schaake, lo que impide que los reguladores garanticen que las empresas de tecnología operen dentro de los marcos legales.

democracia virtual
Imagen: New Statesman.

Tres aspectos resultan centrales para la parlamentaria neerlandesa: las asimetrías que pueden derivar de los desarrollos basados en Inteligencia Artificial, la captura de datos e interferencia malignas a través de softwares espías, y el garantizar las libertades democráticas esenciales.

Proveniente de una de las democracias más sólidas, como lo es la de Países Bajos, Schaake afirma con toda convicción que la privatización y digitalización de tareas centrales también toca elementos filosóficos esenciales de la democracia liberal, como la libertad de elección, la competencia leal, la no discriminación y la justicia.

Del mismo modo, dice, al subrayar el papel que a nivel geopolítico juegan estos grandes actores del mundo digital, no se puede separar el lazo entre el desarrollo de la Inteligencia Artificial y tecnologías abocadas al espionaje.

Es necesario prevenir una expansión tecnológica vinculada con regímenes autoritarios en los que la política de supresión de libertades individuales sea la norma cotidiana.

No es aún demasiado tarde, confía Schaake, para reducir el poder los Corporativos digitales en el mundo. La cooperación entre los países es, sin embargo, indispensable.

La neutralidad de la tecnología es una responsabilidad pública, es decir, de los Estados, tal como lo es resguardar las libertades esenciales.

Porque eso son; esenciales.


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La decisión de la Corte: Simulaciones y concesiones

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El dictamen más certero que he encontrado sobre la decisión de la Suprema Corte de Justicia de admitir como constitucional una consulta que claramente no podía serlo, a través del truco de cambiar la pregunta hasta dejarla desprovista de cualquier sentido e incluso de lógica en su sintaxis, es el que hizo en Twitter el escritor Jorge Volpi. Lo que califica como “el peor de los mundos posibles”: a los críticos, les confirma la sumisión del Poder Judicial al Ejecutivo, mientras que a los promotores se les ofrece el sucedáneo de una redacción abstracta y anodina.

Para la nación, lo que queda son sombras ominosas sobre el Estado democrático de derecho y la vigencia de la división de poderes. Todo eso, más lo penoso y frustrante de ver que, en medio de una de las coyunturas más difíciles de nuestra historia contemporánea, cuando miles mueren por el Covid-19 y enfrentamos la peor recesión económica en décadas, la agenda pública se concentra en un expediente que no puede ser visto sino como distractor, maniobra de manipulación o ritual de simulación.

Algo que no va a servir para combatir la impunidad (tal vez incluso sería lo contrario), pero sí para polarizar más a nuestra sociedad. Y no para discutir sobre las prioridades más urgentes.

No se puede esperar mucho más de una pregunta que nos pide decidir si estamos o no de acuerdo en que se lleven a cabo “acciones pertinentes” –sin especificarlas– para esclarecer “decisiones políticas” –sin que sepamos cuáles– “tomadas en años pasados por actores políticos”. Ni siquiera hay un periodo ni personajes o grupos concretos a evaluar. Conforme a esa redacción, podrían ser las decisiones de los últimos presidentes o las de Antonio López de Santa Anna cuando México perdió la mitad de su territorio.

Constitución política mexicana, consulta popular
Imagen: Panorama Cultural.

Con esa redacción, la pregunta no puede ser tratada sino como una simulación: una forma de tratar de darle la vuelta a los problemas y quedar bien con unos y con otros, con la ilusión de salvar cara. Con ese precedente, la consulta apunta justo a lo mismo: a ser un simulacro más que un auténtico ejercicio de participación ciudadana.

Cómo nos hace falta en México deshacernos de esos usos y costumbres de no decirle al pan, pan, y al vino, vino, y dejar de sustituir la responsabilidad por juegos de palabras. Como afirmó uno de los ministros que rechazaron la constitucionalidad de la consulta: la justicia no se consulta.

Si se conoce de algún delito, lo que procedería, por parte de las autoridades como de cualquier ciudadano de a pie, es denunciarlos, sin necesidad de preguntar al pueblo si está de acuerdo o no. Y si ya no se trata de un juicio, sino de una comisión de la verdad, como ahora nos dice el presidente de la Corte, primero tendríamos que tener claro de qué verdad se habla.

Como ciudadano, uno entendería que, ante un plebiscito o un referéndum, los ciudadanos votan para decidir entre A o B, o bien para que se haga algo o no se haga. ¿Cuál sería el resultado vinculante en este caso? ¿A qué obligaría el sí y a quién?

Ministros de la Suprema Corte de Justicia
Imagen: fundacionjusticia.org.

Ya no es una consulta sobre justicia, lo que habría sido una aberración según la mayoría de los constitucionalistas. Perfecto, pero si lo que se plantea es un ejercicio de “memoria histórica” y “reconstrucción del pasado”, como se defiende ahora, ¿por qué no ponerlo tal cual? Por ejemplo: ¿Está de acuerdo o no en que se cree una comisión de la verdad, conformada por ciudadanos con X características y designados por Y método, para esclarecer los asuntos A, B y C, cuyos resultados determinan las acciones D, E y F?

Para hacer algo así no se necesitaría ir a una consulta que costará 8 mil millones de pesos en tiempos de “austeridad republicana”, pero al menos habría un propósito y un probable beneficio para el país. Más allá de lo inoportuno, en medio de una crisis nacional, podría ser que ese proceso sí sirviera cuando menos para entender y dar paso a alguna reconciliación, como fue siempre la intención de Nelson Mandela con el desmantelamiento del apartheid. Sin embargo, lo que tendremos no es ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario, como diría el clásico. Malabarismo para conciliar lo inconciliable. Instrumento de uso político que distrae de lo relevante en el aquí y ahora.

Sin necesidad de ser abogado, uno entendería que el trabajo fundamental de una Corte Suprema es revisar la constitucionalidad de actos, decisiones, derechos o leyes; no especular sobre el sentir de la gente o interpretar el momento de la historia que podamos estar viviendo. Mucho menos complacer a otro poder o apoyarlo en su proyecto.

El derecho a la democracia participativa no tendría por qué demeritar el principio fundamental de las democracias modernas de la separación de poderes: cada cual sus facultades y obligaciones específicas. Las de una Corte independiente y digna son muy distintas a la creatividad narrativa para esquivar un conflicto con acertijos.

Urna y votos, SCJN
Imagen: 4 Vientos.

A la pregunta original con elementos atentatorios contra derechos humanos básicos, como la presunción de inocencia y el debido proceso, así como contra principios jurídicos elementales, como el que las causas judiciales no pueden resolverse por preferencias populares, se saca del sombrero otra pregunta que no dice nada y, por tanto, es absurda.

¿Ése es el papel de la máxima instancia del Poder Judicial de un país de 130 millones de habitantes, con una de las 15 economías más grandes del mundo y una larga historia de aspiraciones democráticas y por las libertades fundamentales?

La democracia no es algo que se resuelva para siempre. Es una forma de vida, de todos los días. Que se reproduce con actos concretos y decisiones puntuales. Esta democracia de la Corte definitivamente no va en ese sentido.


Transparencia, clave ante los gobiernos

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El control a los gobiernos que oxigena la legitimidad de las relaciones entre éstos y la sociedad, es la transparencia, aseguró Julio César Bonilla Gutiérrez.

El Comisionado Presidente del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFOCDMX), destacó que el derecho al saber no se encuentra condicionado “hacerlo valer y exigir su observancia es el papel que nos toca a los órganos garantes desempeñar para garantizar a las personas la protección más amplia”. 

En su intervención en el Foro Virtual “Saber es tu derecho”, organizado por el Instituto de Investigaciones Legislativas del Congreso de la Ciudad de México, Bonilla Gutiérrez precisó que la transparencia es un valor y triunfo de la democracia.

“La transparencia, el acceso a la información y el saber promueven sociedades pacíficas e inclusivas”, agregó.

Dijo que los Estados del país deben tomar las medidas necesarias para respetar y hacer valer este derecho, pues el no hacerlo sólo deteriorará la relación entre gobernantes y gobernados, así como la armonía social.  

“La transparencia dará cauce a todas esas inquietudes legítimas que surgen en las personas y que muchas pueden satisfacerse de modo gradual con el conocimiento debido”, puntualizó el Comisionado Presidente. 

En su intervención, el diputado Carlos Alonso Castillo Pérez, presidente de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción, dijo que actualmente existe una etapa de la vida pública en la que la transparencia es una muestra de avance democrático en las sociedades.  


“Las prácticas de opacidad y corrupción cada vez quedan más relegadas y evidenciadas, justamente por el papel de la participación y presencia ciudadana que hace poner la atención en las mejores prácticas en la transparencia, que a la par contribuirán con abatir la impunidad”, expresó. 

En tanto, Martha Juárez, diputada del Congreso de la Ciudad de México y titular del Centro de Estudios Legislativos para la Igualdad de Género (CELIG), precisó que desde la perspectiva de género el interés específico de las mujeres en saber sobre salud sexual y reproductiva, mortalidad materna, abortos no punibles, anticoncepción, trata de personas, violencia contra las mujeres, programas de prevención contra la violencia familiar, existencia de normas referidas a la información pública, entre otros temas.  

Margarita Saldaña Hernández, diputada presidenta de la Mesa Directiva del Congreso capitalino, subrayó que Foros como “Saber es tu derecho” representan un área de oportunidad de vinculación permanente con las personas, con el objetivo de difundir el ejercicio al derecho humano del acceso a la información pública, consagrado tanto en la normatividad internacional como en la Carta Magna federal como local. 

Sobre todo -añadió-, que el ejercicio de este derecho considerado llave, permite ejercer distintos derechos como el de la salud, educación, empleo, vivienda, entre otros. 




Periodismo en camino a una democracia sustantiva

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Se imparte segundo taller de capacitación “Beneficios de la transparencia y acceso a la información pública en la labor periodística”

El pasado viernes 25 de septiembre, El Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO CDMX), celebró por segundo año consecutivo, el Taller de Capacitación para Periodistas “Beneficios de la transparencia y el acceso a la información pública para la labor periodística”, en el que se abordaron diversos temas de interés para quienes se dedican a dicha actividad.

La Comisionada Marina San Martín Rebolloso, quien está a cargo de las actividades de capacitación en el INFO CDMX compartió la manera en cómo se usan las herramientas para ejercer el derecho de acceso a la información, seguida de los casos relevantes expuestos por la organización Artículo 19.

Herramientas de transparencia, fake news, protección de datos y mecanismos de defensa, fueron los temas centrales de la conversación a la que participaron más de 60 periodistas –entre reporteros, editores y corresponsales de otros estados– de radio televisión, prensa y portales de noticias de diversos medios de comunicación.

Julio César Bonilla Gutiérrez, el Comisionado Presidente, reiteró el papel relevante que juegan todos los periodistas del país, pues tienen la oportunidad de seguir siendo la punta de lanza en el camino hacia una democracia sustantiva. Así mismo, la Comisionada Marina San Martín destacó que dicha facultad potencia la labor de los periodistas, quienes contribuyen a la construcción de nuestra democracia como voceros clave que impulsan el debate.

También se mencionó las distintas maneras que las personas pueden consultar y obtener información pública de su interés, mediante la revisión de los portales de obligaciones de transparencia, o bien, a través de la presentación de solicitudes de información.

En caso de alguna inconformidad durante el proceso de consulta, mediante la presentación de medios de queja como el recurso de revisión ante el INFO, como primera instancia, y del recurso de inconformidad ante el INAI, como autoridad revisora en un segundo momento, se pueden contar con mecanismos de defensa como medio de constante protección.

Por su parte, la Directora General del Mecanismo de Protección Integral de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Ciudad de México, Tobyanne Ledesma Rivera, en su exposición sobre “Seguridad digital para periodistas”, comentó sobre la relación que guarda dicho mecanismo de protección con la importancia de cuidar la información de los periodistas, al señalar que se trabaja en la vertiente de los derechos digitales.

Detalló que el Mecanismo tiene alianzas importantes con diversas organizaciones de la sociedad civil e interlocución con Twitter, para trabajar en el tema de envío de informaciones de manera segura y cómo proteger a las fuentes de información. Es importante –dijo– identificar la violencia en redes sociales, es importante saber cómo actuar, pues es todo un reto, pero tiene mucho que ver con nuestro propio autocuidado, por lo que se han realizado talleres sobre violencia digital y diversas campañas de información al respecto.

Sobre este mismo tema, Juan Manuel Casanueva, director de la organización SocialTIC A.C., se refirió al tema de los ataques digitales, cuáles son y cómo podemos identificarlos. Destacó que existen ataques digitales mediante vulneraciones técnicas, que implican abusar del diseño de la tecnología para modificar o romper aspectos técnicos con fines maliciosos.

Añadió que también existen los ataques digitales mediante conductas humanas, que implican abusar o aprovecharse del componente humano y las relaciones sociales con el propósito de generar un daño. Informó que existe el sitio Protege.LA, donde se pueden consultas guías de herramientas y programas de seguridad y privacidad digital para que los periodistas puedan proteger su información, datos y equipos. 

El periodo 1945-2020. Fin de época

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El mundo vive un conjunto de retos inéditos. Por una parte la pandemia del COVID-19 puso de manifiesto la fragilidad global, producto del esquema de la acelerada destrucción de la naturaleza, del medio ambiente y de los ecosistemas. Por otro lado, las crecientes contradicciones del desarrollo global contemporáneo entre prosperidad y desigualdad parecen haber propiciado un resurgimiento de los autoritarismos y las tiranías en varias regiones del planeta. De algún modo llega a su fin el largo periodo de 75 años transcurridos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

En 2020 se cumplen 75 años del fin de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 fueron derrotados el nazi-fascismo en Europa y el imperialismo militarista japonés en Asia. Llegó a su fin la guerra más sangrienta de la historia de la humanidad, con más de 70 millones de muertos. En ese año también se firmó la Carta de San Francisco que dio origen a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), impulsando el Derecho Internacional, los Derechos Humanos y tratando de establecer los mecanismos para preservar la paz internacional. Un año antes, en 1944, se habían constituido el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional perfilando la economía internacional de la posguerra para las siguientes décadas.

Pero una vez derrotadas las dictaduras fascistas surgió la división entre los aliados vencedores, dando inicio la llamada Guerra Fría, enfrentándose Estados Unidos contra la Unión Soviética. Fue la confrontación entre el capitalismo y diversas formas de la democracia liberal contra el comunismo soviético bajo el liderazgo de Stalin, el implacable dictador.

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Imagen: History.com.

Durante la Guerra Fría se dieron enfrentamientos e intervenciones militares focalizadas, Corea, Hungría, Berlín, Cuba, Vietnam, Praga, Angola, Afganistán, por citar sólo algunas, siempre con la amenaza de una guerra nuclear, con efectos mundiales devastadores. Probablemente los momentos de mayor peligro global frente a una catástrofe atómica fueron las tensiones en Berlín en 1961 y la crisis de los misiles en Cuba en 1962.

En 1949 triunfó el movimiento revolucionario comunista de Mao Tse Tung en China. La década de los años cincuenta vio el inicio de los procesos de descolonización de las potencias europeas, principalmente el desmembramiento de los imperios británico y francés. En varios países europeos, así como en diferentes naciones en desarrollo se articularon proyectos de democracia social en el que se conjuntaron los principios de la democracia liberal y de la economía de mercado con diversos aspectos sociales y la preservación del interés general. Desde luego se articularon diversos modelos, incluyendo el llamado Estado de Bienestar que tomó características muy particulares en los países escandinavos.

Las crisis fiscales en numerosos países con economías desarrolladas y en desarrollo fueron provocando un replanteamiento de la organización estatal. Primero el triunfo de Margaret Thatcher en el Reino Unido y poco después el de Ronald Reagan en Estados Unidos plantearon un ajuste de fondo en las políticas públicas para reducir la participación del Estado en los asuntos económicos y sociales. Este movimiento político estuvo, en buena medida, sustentado ideológicamente por planteamientos como el de la sociedad del “Mont-Pèlerin”, que con una serie de medidas anti-estatistas y para fortalecer las libertades individuales, aunque en realidad las debilitaron, al favorecer los grandes intereses corporativos privados y la concentración del ingreso y de la riqueza más fuerte en la historia moderna.

En 1989 con la caída del Muro de Berlín, la posterior desintegración de la Unión Soviética y el desmembramiento del bloque socialista de Europa del Este llega a su fin la Guerra Fría. El triunfo del capitalismo se ve acompañado de la globalización comercial y financiera así como de los principios de la economía de mercado como los rectores de la organización estatal. Se piensa que se abre una etapa de libertad y prosperidad global acompañada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Con este esquema llega el elogio del individualismo exacerbado, el consumismo y la economía del descarte. Muy pronto surgieron oposiciones desde la crítica social por la creciente desigualdad hasta el terrorismo islámico, incluyendo nuevos regímenes autoritarios y la prevalencia de viejas tiranías.

muro de berlin democracia
Imagen: Minty.

La prosperidad de amplios sectores de la población mundial, especialmente en el área del Asia-Pacífico se vio contrastada con la persistencia de la pobreza en numerosos países y la agudización de la desigualdad, así como su acelerado agravamiento aún dentro de numerosos países desarrollados.

Es importante referir la emergencia de China como gran potencia económica a raíz de las reformas promovidas por Deng Xiaoping, además del extraordinario resurgimiento de la India, al igual que otras naciones del área del Asia-Pacífico como Japón, Corea del Sur, Singapur y Vietnam, que en distintos momentos de las últimas décadas han articulado espectaculares procesos de desarrollo.

Frente al internacionalismo característico de la globalización han surgido nacionalismos y autoritarismos que no respetan los derechos y las libertades fundamentales de las personas. Esto ha sucedido incluso en los países con tradición democrática donde han triunfado planteamientos populistas como sucedió en el Reino Unido en 2015 con el voto del BREXIT.

No es exagerado sostener que por muy diversos motivos, la democracia está en entredicho en todo el mundo. Sin embargo, un tema sobre el que es imprescindible insistir es en el grave riesgo que corre el futuro de la humanidad por el alto nivel de destrucción de la naturaleza, con una población creciente que ha aumentado en los últimos 120 años al pasar de 2 mil millones de personas a finales del siglo XIX a 7,700 millones en la actualidad y que llegará a 10 mil millones en 2050. La sobre-explotación de los recursos naturales y un modelo de crecimiento depredador de la naturaleza ha provocado la sexta extinción masiva de especies; la mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera no sólo en toda la historia de la humanidad, sino del planeta; el cambio climático con sus efectos devastadores para la vida y la salud de los seres humanos cuyos efectos se dejan sentir en todo el mundo. Ya no se trata de conocer únicamente los cada vez más graves reportes científicos, sino de la información pública cotidiana para ver los estragos constantes en un planeta que en algunas áreas está en llamas y en otras cada vez padece más eventos catastróficos hidrometereológicos. El COVID-19 es una pandemia más de las varias que se han padecido en los últimos años. Se trata de una realidad que se escapa a todas las previsiones convencionales.

pandemia
Imagen: Craig Stephens.

La pandemia del COVID-19 y sus críticos efectos sociales y económicos llegaron en un contexto mundial que se caracteriza por la paradoja que vive la humanidad. Por una parte, progreso y prosperidad. Por otra, más de la mitad de la población mundial que no logra tener una vida digna. Cerca de 4 mil millones de personas en el mundo viven bajo intensas presiones por pobreza, desigualdad, guerras, conflictos bélicos internos, y por los efectos del cambio climático y la destrucción de los ecosistemas.

El mundo contemporáneo se enfrenta a retos inéditos. Situaciones extraordinarias exigen soluciones también extraordinarias. No podemos seguir trabajando con esquemas destructores de la naturaleza, de los ecosistemas, destruyendo al planeta, nuestro hogar común. Un ejemplo de lo que sucede es la situación de California, donde su gobernador, Gavin Newsom, declaró el fin de semana que la discusión sobre el cambio climático ya no existe, es una realidad, a propósito de los incendios forestales de California, Oregón y el estado de Washington. Lo que sucede, dice Newsom, es una emergencia climática.

Pero al mismo tiempo, debemos luchar contra el establecimiento y la consolidación de sistemas totalitarios y autoritarios. Hay que salvar el respeto a los derechos y las libertades fundamentales a través de instituciones sólidas del Estado democrático de Derecho en un esquema de pesos y contrapesos. A los problemas de la democracia es necesario dar respuesta con una mejor democracia.

Debemos enfrentar los retos del futuro guiados por el conocimiento por medio de instituciones jurídicas fuertes y sólidas.


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Necesitamos un INE muy fuerte

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Estas últimas semanas el Instituto Nacional Electoral (INE) ha estado en boca de todos y con razones fundadas. Estaba en juego no sólo la selección de cuatro Consejeros generales por siete años, ni estaba en juego el futuro del INE, más bien estaba en juego el futuro de la democracia en México.

Afortunadamente para todos, a pesar de las huestes más radicales de Morena que, en el fondo, como bien lo dijo no hace mucho Beatriz Paredes, sacaron al pequeño priísta que todo mexicano tiene dentro al querer imponer a consejeros a modo. El Comité técnico seleccionó a 20 buenos aspirantes dentro de cuatro quintentas entre más de 300 aspirantes a esas posiciones.

Como se esperaba, John M. Ackerman, un tipo que compra títulos doctorales en la universidad de Santo Domingo en el Centro histórico de la Ciudad de México, y esposo de la corrupta Érendira Sandoval, y que es una versión norteamericana y barata –y ya es decir mucho– de Fernández Noroña, hizo todo lo posible para descalificar el extraordinario trabajo que hizo el Comité técnico que seleccionó las cuatro quintetas de candidatos finales. Al final, él junto con un grupo de diputados de Morena y otros tantos del Partido del Trabajo, quedaron en ridículo.

casillero electoral INE
Imagen: LeMexico.

El Consejo General del INE, integrado por diez Consejeros generales y un Consejero Presidente, además de un Secretario Ejecutivo, y de los Consejeros del Poder Legislativo y representantes de los partidos políticos, tendrán bajo su responsabilidad la elección más grande de la historia de México, por número de puestos a elegir en el año 2021.

De una u otra manera ya todos hemos escuchado y sabemos más o menos quiénes son los Consejeros generales actuales, su Consejero Presidente y su Secretario Ejecutivo, Adriana Favela Herrera, Ciro Murayama Rendón, José Roberto Ruíz Saldaña, Dania Paola Ravel Cuevas, Jaime Rivera Velázquez, Beatriz Zavala Pérez, Lorenzo Córdova Vianello, y Edmundo Jacobo Molina, respectivamente. Ahora nos toca conocer a los cuatro nuevos consejeros generales, ¿quiénes son? Aquí una breve síntesis de cada uno de ellos:

Norma Irene de la Cruz (46 años).

Carla Astrid Humphrey (46 años).

José Martín Fernando Faz (57 años).

Uuc-Kib Espadas (56 años).

A manera de introducción general debo decir que él único de los cuatro Consejeros con trayectoria partidista es Espadas, quien ha militado en diferentes partidos de la izquierda yucateca y en partidos nacionales como el PSUM y el PRD, cercano en algún momento al presidente López Obrador; habrá que estar muy atento a sus resoluciones.

Norma Irene de la Cruz Magaña. Estudió una licenciatura en Periodismo y Comunicación Colectiva en la Facultad de Estudios Superiores (FES) en Acatlán de la UNAM y tiene una maestría en Gestión del Mantenimiento de la Paz por la Universidad de Turín, en Italia.

consejeros del INE
Norma Irene de la Cruz.

En su experiencia profesional trabajó como capacitadora y formadora del Instituto Federal Electoral (hoy INE), como asesora política del senador Rutilio Escandón. Como oficial electoral durante la misión de mantenimiento de la paz por parte de las Naciones Unidas en Sierra Leona, ha sido delegada electoral de las Naciones Unidas en Nepal, asesora en procesos electorales en Sudán, consultora para el programa electoral de Irak, ha coordinado misiones de observación electoral por cuenta de la Unión Europea en las elecciones extraordinarias de Perú y en las presidenciales y legislativas de El Salvador. También ha colaborado, por cuenta de la OSCE-ODHIR, en procesos electorales en Macedonia y Kosovo.

Carla Astrid Humphrey Jordán. Es licenciada en por el Instituto Tecnologico Autonomo de Mexico (ITAM) y candidata a doctora por el Instituto Universitario Ortega y Gasset de la Universidad Complutense de Madrid en Gobierno y Administración.

Por lo que hace a su trayectoria laboral, fue Consejera Electoral del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), además fue presidenta de la Comisión de Asociaciones Políticas y del Comité de Radiodifusión, y es creadora de la Asociación Mexicana de Consejeras Estatales y fundadora de la Asociación Nacional de Consejeros y Consejeras Electorales de los Organismos.

Carla Astrid Humphrey
Carla Astrid Humphrey (Fotografía: Código San Luis).

Ha sido consultora en la ONU en temas de mujeres en igualdad sustantiva, promoción y protección de los derechos de las mujeres.

Fue secretaria de estudio y cuenta en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y colaboró en la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

José Martín Fernando Faz Mora. Es licenciado en filosofía por el Instituto de Filosofía A.C. de los Misioneros del Espíritu Santo (Guadalajara, Jal.) y tiene maestría en Derechos Humanos y Democracia por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

José Martín Fernando Faz
José Martín Fernando Faz (Fotografía: La Saga).

Profesionalmente ocupó el cargo de Consejero Ciudadano del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana en el Estado de San Luis Potosí. Ha sido docente en el Colegio de San Luis y fue secretario técnico en las brigadas de observadores nacionales e internacionales de derechos humanos en la zona de conflicto en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Uc-Kib Espadas Ancona. Es licenciado en Antropología Social por la Escuela de Ciencias de la Universidad Autónoma de Yucatán y la licenciatura en Educación Media por la Escuela Normal Superior de Yucatán. Es candidato a dos maestrías, una en Educación Media por la Escuela Normal Superior de Yucatán y otra en Antropología Social por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social del Golfo, y a un doctorado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, España.

Por lo que hace a su trayectoría profesional, fue investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de 1992 al 2000, y ha sido profesor en la Escuela Normal Superior de Yucatán y en la Escuela Normal Urbana Rodolfo Menéndez de la Peña en Mérida, Yucatán.

Uuc-Kib Espadas
Uuc-Kib Espadas (Fotografía: Michoacán en Concreto).

Como lo indique líneas arriba, tiene una amplia trayectoria política al haber sido un activo miembro del Partido Comunista Mexicano, del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), del Partido Mexicano Socialista y fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde ejerció distintos cargos y responsabilidades.

Como ven, los perfiles de los cuatro nuevos Consejeros son muy buenos y reflejan amplia experiencia. Confío que ello contribuirá al muy buen funcionamiento del INE y de la democracia en México… Que así sea.


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