Ayer, Hoy y Mañana

De los colores. El rojo y su significado. 3ª Parte

Lectura: 4 minutos

Intensas han estado las conversaciones en rojo a partir de la primera entrega de la historia de este color. Después de tan enrojecido panorama te preguntaba en el artículo anterior si el rojo es un color que te agrada. Lo has pensado, has considerado ¿en qué parte de las emociones te resuena? ¿A qué ideas o conceptos te refiere? Ferrari, Coca-Cola o Christian Louboutin, KFC y McDonald’s, entre otras, utilizan el rojo como un color identitario de sus marcas. Ver un fondo rojo con una M amarilla encima o las suelas de los zapatos de la marca antes mencionada son asociadas a antojos, recuerdos familiares o estatus, es decir, emanan un significado que es registrado a nivel inconsciente y generan respuestas preconscientes en los individuos. Ese es el poder del rojo.

Al color rojo se le ha hecho sin duda mala fama, se le asocia con la sangre, destacando su vinculación con hechos violentos. En los periódicos impresos del siglo XX se solía tener una sección que se denominaba “la nota roja” en la que se reporteaba y escribía sobre los delitos cometidos y que, por su notoriedad llegaban a la prensa. Con el tiempo, la nota roja dejó de ser una sección en los diarios para instalarse tanto en diarios “especializados” en este tipo de notas, como en los titulares actuales de los noticieros. Es pan de cada día escuchar en televisión o radio sobre baños de sangre acontecidos en el mundo como primera nota de los informativos, y como segunda y tercera y así sucesivamente. Es una tristeza ver esa significación del rojo porque este color puede estar asociado también a tantas cosas que, desde antes, desde entonces, ahora y en el futuro se vinculan a la vida, al amor, a la pasión y al disfrute.

rojo significado
Imagen: El economista.

En la naturaleza frutos y flores tienen este atractivo color y alegran nuestra vida y los sabores que degustamos. Jitomates, sandías, manzanas, fresas, cerezas y moras de distintos tipos se mueven en la paleta de los rojos generando atracción a la vista para estimular nuestras papilas gustativas. Su roja representación está asociada a frutos con elevados contenidos de vitamina C y/o de potasio en el caso del jitomate, que nutren nuestro sistema inmune generando placer al consumirlas. De esta manera, la naturaleza nos ofrece mecanismos de sobrevivencia al atraer nuestra atención de manera instintiva hacia estos alimentos.

Otra forma en la que la naturaleza nos apoya para sobrevivir utilizando el rojo en su expresión es al teñir en estos tonos algunas sustancias que pueden ser venenosas para la especie. Así, hay hongos silvestres que crecen en ambientes boscosos que tienen un atractivo color rojo que ha servido para que aprendamos a distinguirlos y saber que no pueden formar parte de nuestra dieta por su contenido dañino. Todos los hemos visto, estos honguitos hermosos de roja cabeza con punteado en blanco —que resultan emblemáticos en las ilustraciones de cuentos o de caricaturas—, en la vida real tienen ese brillante colorido para que los seres vivos podamos distinguir el letrero de alerta que presentan y que es tan útil para nuestra sobrevivencia.

Además de estos significados que provienen de la biología, hay otros que han sido adjudicados a través de la cultura. Por ejemplo, la estacionalidad de ciertas plantas ha servido para generar un vínculo con temporadas y celebraciones específicas. Las tradicionales nochebuenas o poinsettias que habitualmente simbolizan la Navidad son, originalmente de un vibrante color, Hoy en día, a base de hibridaciones de las semillas y plantas de esta especie, podemos encontrar nochebuenas “blancas” —que en realidad tienen un peculiar y ligero tono amarillo claro—, o unas de color rosa encendido casi fucsia, incluso otras de un extraño color salmón. Todas estas modificaciones y manipulaciones a la genética de las plantas han venido a brindar variedad a la oferta de flores de nochebuena, sin desplazar el color rojo de la representación de la Navidad en la imagen.

nochebuena
Imagen: Wattpad.

Uno de los significados que en la cultura se ha dado al rojo, en extensión al anuncio de riesgo que pueden representar en algunas plantas, (por cierto, las nochebuenas resultan ser tóxicas para nuestras mascotas) es la connotación de peligro. Así es que, en la práctica de la medicina intrahospitalaria, los envases de color rojo se utilizan para desechos contaminantes y que pueden poner en riesgo la salud. Se usa la intensidad de este color como distintivo para destacar la posible cercanía con alguna sustancia que resulte dañina para nuestro bienestar. Otro ejemplo es el de los semáforos o señales de advertencia. Al verlos uno reacciona inmediatamente, deteniéndose por completo hasta que cambie de color o ver que todo está bien y pueda uno seguir adelante.

Ahora quisiera hacer una reflexión que, a pesar de las apariencias de trivialidad que puede tener, no lo es tanto. ¿Cuál es la carga inicial que tiene para ti el rojo? ¿Lo asocias a buena salud, amor y pasión o te conecta con una sensación de riesgo, peligro y despierta tu estado de alerta? ¿Hay para ti un equilibrio en los mensajes del rojo? El valor del rojo a futuro está enmarcado en una visión cultural y personal en el que tú pones la carga presente y futura. Entonces qué, ¿te gusta? ¿Puedes ver los detalles de rojo en tu vida y llenarte de alegría? ¿Te espanta? ¿Te apasiona? ¿Llevas el rojo en el corazón?


También te puede interesar: De los colores. Rojos rituales, rojos poderosos, rojos fogosos. 2ª Parte.

De los colores. Rojos rituales, rojos poderosos, rojos fogosos. 2ª Parte

Lectura: 5 minutos

Todo tiene una historia, los colores, en su desarrollo para poder ser utilizados por los seres humanos, también. Los colores son elementos químicos cuya combinación, independientemente de su origen que puede ser orgánico o sintético, tienen la propiedad de reflejar la luz en un campo cromático definido y que, por lo tanto, posibilitan al ojo a identificarlos dentro de una amplísima gama de tonos y matices. Incluso, dentro de un extenso repertorio de emociones, sensaciones y representaciones culturales que le dan un sentido semiótico y semántico al color, es decir, el color forma parte del discurso.

En el caso del rojo, como pudimos empezar a sondear en nuestro artículo anterior, la discursiva de la que participa comprende de lo profano a lo sagrado. Los cardenales en la iglesia católica que por siglos han utilizado este color en su vestuario oficial, novias asiáticas que se visten de rojo para asistir a la ceremonia matrimonial, la industria del amor en las culturas occidentales que construyen el discurso amoroso basado en corazones rojos emblemáticos en la celebración del día del Amor y la Amistad, hasta la industria del erotismo y la pornografía que lo asocian a la pasión del impulso sexual de la especie humana. El repertorio de significados de este sólo significante –el color rojo– es diverso, sobre todo por lo llamativo del color que, independientemente del agrado que pueda generar, es imposible de pasar por alto.

rojos y sexualidad
Sátiro y Ninfa, símbolos mitológicos de la sexualidad en un mosaico de una habitación en Pompeya (Wikimedia).

Bueno pues, después de esta concienzuda y roja reflexión, volvamos al transcurrir del tiempo y el camino del rojo en las generaciones. Hemos estado en un ir y venir desde los orígenes de cada tonalidad de rojo así que, volvamos a este viaje. El tono de rojo por el que vamos a iniciar hoy es el carmesí.

El rojo carmesí tiene un tono intenso, casi púrpura. Se producía a partir de los cuerpos secos de las hembras de un pequeño insecto que se alimenta de la savia de los robles de hoja perenne. El nombre del insecto es Kermes, de ahí la derivación de la palabra a “carmesí”. Cuando se incorporó a la producción de rojo el uso de la grana cochinilla, que se utiliza para tener el rojo carmín, este tono carmesí se dejó de fabricar porque, si se deseaba lograr la misma intensidad de color, el rendimiento era doce veces menor que el de la cochinilla. Para distinguir a uno del otro y que no hubiera confusión cuando se utilizaban ambos procesos productivos para obtener el color, al carmesí se le colgó la descripción de “natural”, esto sólo hasta que se empezó a producir a partir del Alizarin que fue el primer pigmento rojo de origen sintético que daba estas tonalidades rojas.

Hablemos ahora del rojo carmín. Su origen orgánico (la grana cochinilla) es encontrado en Mesoamérica después de la primera mitad del siglo XVI, cuando los colonizadores españoles se toparon con este rojo brillante que era muy utilizado por los aztecas. Tan hermoso, atractivo y profundo era el carmín que pintores como Rembrandt, Vermeer y Velázquez, o algunos solamente famosos en el siglo XX como Bob Ross, lo incorporaron a su paleta cromática como un color fundamental. Esta incorporación en el uso del rojo carmín en las culturas europeas fue el motivo por el que la grana cochinilla era el tercer objeto de importación más valioso del siglo XVI, solamente aventajado por el oro y la plata. El uso de esta tintura en los ropajes de los aristócratas europeos era símbolo de poder y riqueza.

tonos rojos en el arte
Detalle del cuadro “La novia judía”, Rembrandt (1666).

En estas cuestiones de producción de pigmentos rojos hemos vuelto una y otra vez a China porque es un color identitario de su cultura. En este caso nos referimos al minium o plomo rojo. Este material, altamente tóxico, se fabricó por primera vez durante la dinastía Han en China. El rojo minium, de origen sintético, dado que se obtiene al tostar el plomo blanco sobre las brasas, es resultado de este proceso que es altamente tóxico y que implica también cierto grado de toxicidad en el pigmento. Como era menos costoso que el proceso que comentamos en el artículo anterior del rojo producido con cinabrio, el minium permitió el acceso al rojo de una manera más amplia tanto en los textos medievales como en las pinturas en miniatura que se realizaban en Persia e India. Por cierto, la denominación de “miniaturas” de algunos manuscritos medievales hace referencia al color minium utilizado en su arte por los llamados “miniadores” que eran los escribas que producían estas obras de arte.

Ya que hablábamos de grandes pintores europeos que incorporaban los distintos tonos de rojo a su paleta, estamos obligados a mencionar a Vincent van Gogh como usuario habitual del plomo rojo. Resulta extraño pensar en una cromática roja intensa en la obra de Van Gogh cierto, pues esto se debe a que, con el tiempo y la exposición a la luz, el rojo plomo-minium, se desvanece por lo que en aquellos cuadros en los que Vincent utilizó este color, hoy han perdido intensidad y es la gama de azules y amarillos la que resulta preponderante en la paleta de este impresionista icónico.

Para seguir el camino de los rojos, que como hemos visto son múltiples, vamos a volver a hacer mención del rojo cadmio que se popularizó en el siglo XX. Comercializado desde 1910, pintores como Henri Matisse eran adeptos al uso de este brillante pigmento. De hecho, él es el primer pintor europeo que es reconocido por utilizarlo en sus obras. En algún momento del año 2014, la Unión Europea consideró la posibilidad de prohibir el uso del rojo cadmio ya que les preocupaba que se pudiera contaminar el suministro de agua porque la base del cadmio es un sulfuro que creían podía, por medio de la limpieza de pinceles de los pintores, dañar a la población. Resulta que, después de hacer todos los estudios pertinentes, las investigaciones arrojaron como resultado que dichos temores estaban infundados y el rojo cadmio sigue siendo muy frecuente en las paletas de los artistas plásticos en este siglo XXI.

Todavía nos quedan tonos de rojo que explorar, lo que ya no tenemos es espacio para seguir disertando sobre este color, así que les sigo contando en la próxima edición. Mientras piensa, a ti, ¿qué te representa el rojo? ¿Te gusta? ¿Cuánto?


También te puede interesar: De los colores. Rojo: ¿Alerta o pasión?

De los colores. Rojo: ¿Alerta o pasión?

Lectura: 4 minutos

El rojo, uno de los colores primarios, posee características que son especialmente atractivas a la percepción del ojo humano. Es un color intenso que a lo largo de la historia ha representado diferentes situaciones, condiciones y emociones en las diversas culturas.

La gama de rojos va desde algunos tonos de anaranjado hasta el color vino profundo y su uso data de la prehistoria. Junto con el negro, ocre y amarillo, el rojo fue uno de los primeros colores utilizados por los artistas creadores de las pinturas rupestres. Ellos hacían representaciones abstractas de la realidad trazando murales en las paredes de las cuevas y dando muestra de la complejidad de la capacidad intelectual de los seres humanos que habitaban entonces la faz de la tierra. El arte que realizaban no sólo servía para representar sus vivencias en la cacería o en sus ritos, también deja registro de la inteligencia aplicada al realizar sus propios pigmentos a partir de carbón digital, minerales y diferentes tipos de fluidos. El tono de rojo en estos casos es el ocre rojo y se tiene registro de su uso desde el año 15,000 y 16,500 a.C. como uno de los ejemplos más antiguos en la historia de la humanidad.

murales rojos
Pintura de Bisontes – Patrimonio Mundial de la UNESCO, Cueva de Altamira, España.

Los diferentes matices de rojo, desde el color mamey, el carmesí o el rojo Ferrari, han sido representativos de diferentes situaciones o condiciones, por ejemplo, en muchos países asiáticos, este color se asocia a la alegría y la buena suerte de forma tal que las novias utilizan prendas rojas integrando el ajuar nupcial ya que además representa fertilidad y fortuna. ¿Qué mejores deseos se puede tener hacia una mujer que está contrayendo matrimonio? Quizá hoy en día, la opción de la fertilidad esté sujeta a nuevas creencias e intereses de las propias mujeres o de las parejas y ya no estamos pensando en aquellas grandes familias de 10 o 12 hijos. En ocasiones ni siquiera se está considerando tener descendencia, sin embargo, estos cambios se fueron dando a lo largo de los siglos y la realidad actual dista mucho de aquella en que la fertilidad era una característica determinante de las mujeres de entonces, pero bueno, volviendo a Asia, en la China antigua el rojo aparece en cerámica negra y roja que data del período entre el 5,000 al 3,000 a.C.

Mientras tanto en Egipto, donde se encontraron rastros de ocre rojo en la tumba del rey Tutankamón, se halla también el uso del mismo color para dar un tono agradable a los labios y mejillas de las mujeres y en las grandes fiestas se pintaban el cuerpo con este pigmento en celebración de la vida, la salud y la victoria.

Así llegamos a otro de los minerales que son base para la extracción del rojo en sus diferentes tonalidades. En este caso es el cinabrio que proporciona matices de rojo que van desde el escarlata brillante hasta el ladrillo profundo. La sustancia de la que se desprende es un sulfuro de mercurio de muy alta toxicidad y fue de los preferidos de los antiguos romanos. En los murales de Pompeya se han encontrado rastros de este producto y era más caro que el azul egipcio y el ocre rojo africano. Se sabe que desde el siglo XII el cinabrio se utilizó también en las lacas talladas chinas.

rojo en la historia
Fresco romano del fullón de Veranius Hypsaeus en Pompeya (Wikimedia).

El origen del cinabrio en estas épocas era un extracto de minas en Almadén, España y que los trabajadores que lo extraían eran prisioneros que trabajaban en un ambiente sumamente tóxico por las características de este sulfuro de mercurio.

Ahora, si seguimos el camino rojo de la historia, en Europa el color se relacionó con la aristocracia y el clero. Dado que se le asociaba a la sangre de Cristo, la iglesia católica tomó el color rojo como distintivo para el vestuario de la alta jerarquía eclesiástica. De hecho, el título de cardenal proviene del color que estos clérigos utilizaban tradicionalmente.

Más adelante, en el desarrollo de la paleta de los rojos se generó el bermellón, que llevado de China a Europa fue un color ampliamente utilizado por los pintores del Renacimiento. En particular capas de hermoso bermellón con su tonalidad naranja rojiza destaca en las pinturas de Tiziano. Sin embargo, este pigmento tenía un problema, a lo largo del tiempo modificaba su tonalidad y acababa convirtiéndose en un marrón púrpura obscuro.

rojo en el arte
“La Virgen y el Niño con Seis Santos”, Sandro Botticelli, (1470).

Dado que su procedencia es el cadmio, el bermellón tenía, igual que el cinabrio, un elevado grado de toxicidad además de un elevado costo. En este contexto se empezó a buscar la forma de desarrollarlo a partir de otras sustancias y los chinos lo lograron haciendo el rojo cadmio conocido también como “rojo chino”. Este tono de rojo siguió siendo el más popular durante el siglo XX y su significado se asocia a la vida y la buena fortuna, así que en China se utilizaba para pintar los templos y el carruaje del emperador.

Durante la Edad Media este bermellón sintético era sumamente caro, por lo tanto, sólo se utilizaba para destacar detalles en los manuscritos ilustrados. En caso de tener que poner letras rojas en el texto, se utilizaba el plomo rojo que era sustancialmente más barato.

Seguiré contándoles la historia del rojo en la evolución de la comunicación y la moda en la siguiente entrega. Por ahora te dejo con la solicitud de que por favor reflexiones sobre las siguientes cuestiones: ¿Para ti qué representa el color rojo? ¿Con cuántas situaciones, objetos y mensajes lo puedes asociar? ¿Qué emociones te genera? Piensa en rojo…


También te puede interesar: ¿Las vacunas salvación del mundo? 4ª y última parte.

¿Las vacunas salvación del mundo? 4ª y última parte

Lectura: 6 minutos

En los tres artículos anteriores sobre este interesantísimo y relevante tema de las vacunas exploramos la historia de las primeras vacunas hasta esta época. Durante todos estos años hemos aprendido de los éxitos y fracasos en su desarrollo. Durante ese proceso considero que hay tres aspectos a destacar: la importancia de las vacunas en la salud tanto humana como animal; la interacción cercana durante el proceso de humanos y animales en este desarrollo, incluyendo tanto a médicos como a veterinarios; y el que, al igual que en otros temas, la mejora continua es vital para lograr vacunas más eficientes en efectividad, en su fabricación, aplicación, etcétera.

En esta última entrega sobre el tema voy a explorar la situación actual de las vacunas, así como lo que pudiera ser el futuro de ellas.

Dada la situación actual por la pandemia de la COVID-19, nos hemos vuelto más conscientes del importante papel que juegan las vacunas en nuestra vida. La gran mayoría de los habitantes damos por hecho su existencia ya que forman parte integral de la misma. Poco tiempo después de nacer y durante nuestra infancia, nuestros padres nos llevaron a vacunar, y nosotros a nuestros hijos para protegerlos de múltiples enfermedades. Sin embargo, ya en nuestra etapa adulta nos olvidamos de la necesidad y conveniencia de vacunarnos periódicamente. Por lo general lo hacemos muy ocasionalmente y, la mayoría de las veces, porque sucede algún evento extraordinario en nuestra vida. Por ejemplo, si se corta uno con algún fierro oxidado le preguntan a uno si está vacunado contra el tétanos o si va uno a viajar a algún país donde hay tifoidea, es necesario aplicarse la vacuna. 

En lo personal no me había puesto una vacuna por años y ahora con la COVID me recomendaron vacunarme contra el neumococo que es el que produce las neumonías. Yo ni sabía que existía esa vacuna. Otro ejemplo, es el de la vacuna contra el sarampión. Se aplica en edades tempranas, pero como aprendí por el crecimiento reciente de esta enfermedad, es conveniente aplicarse un refuerzo para seguir protegido. Es decir, considero que falta promoción e información sobre las vacunas que es conveniente aplicarse en nuestra juventud, edad adulta y vejez.

vacunas
Ilustración: Golden Cosmos.

A pesar del beneficio comprobado de la vacunación, existe rechazo de ciertos grupos de la población a vacunarse por diversas razones, tanto “médicas” como religiosas. Por ejemplo, en 1772 el reverendo Edmund Massey llamó a las vacunas “operaciones diabólicas” en su sermón intitulado “La Peligrosa y Pecaminosa Práctica de la Inoculación”.

A partir de los años 80 del siglo pasado se han incrementado significativamente los movimientos antivacunación. En Estados Unidos se ha definido el 19 de abril de 1982 como el día que marca el inicio de la historia moderna de este movimiento. Ese día una televisora de Washington transmitió un programa llamado “DPT: Vaccine”, en el que le echaba la culpa al componente anti-tosferina de la vacuna de causar daño cerebral. Por este programa hubo muchos padres, tanto en Estados Unidos como en otros países, que rehusaron ponerles la vacuna a sus hijos. El país más afectado por esta decisión fue Gran Bretaña, ya que ahí se dio una epidemia de tosferina causando muchas muertes infantiles.

Más recientemente, el Dr. Andrew Wakefield publicó en 1998 un artículo diciendo que la vacuna triple que protege contra el sarampión, paperas y rubeola (MMR, por sus siglas en inglés), incrementaba el porcentaje de niños autistas y con enfermedades gastrointestinales. Este artículo y la investigación en la cual se basó fue calificada de fraudulenta, llegando al grado de que perdió su licencia para practicar la medicina.

A pesar de eso, muchas personas siguen creyendo lo dicho por Wakefield. En Londres, el porcentaje de niños vacunados con la MMR bajó hasta el 61% y se reportó un incremento de los casos de sarampión en muchos países, incluyendo a México. Un caso interesante es el que se atribuyen 125 casos de contagio a visitantes a Disneylandia en Anaheim, California. Por ello el Senado estatal pasó una ley haciendo obligatoria la aplicación de esta vacuna a toda la población infantil, prohibiendo su exención por motivos personales y religiosos.

Varios grupos religiosos, principalmente los hindús, protestantes, musulmanes, judíos ortodoxos y testigos de Jehová, están en contra de esta vacuna, no porque dudan de su efectividad, sino por su origen, ya que esta vacuna se crea a partir de un tejido fetal de abortos. Además, esta vacuna contiene gelatina elaborada con porcinos, ingrediente que asegura su estabilidad para poderse almacenar. A estos grupos religiosos se agregan otros como los protestantes cristianos holandeses que consideran que las vacunas intervienen en el trabajo de Dios, y que no se debe de cambiar el destino de aquellos que están destinados a adquirir esas enfermedades e incluso a morir.

debate vacunas salvacion
Ilustración: Daniele Simonelli.

Aun cuando se ha tenido un gran éxito con la aplicación de las vacunas para prevenir el contagio de muchas enfermedades, actualmente hay muchas otras para las cuales todavía no se ha podido encontrar el agente que a través de la inoculación nos proteja de muchas enfermedades como VIH, ébola, influenza aviar, zika, dengue, varios tipos de Influenza como la H7N9 y, recientemente, la COVID-19. En otros casos, la cobertura de las vacunas es parcial y el grado de protección va cambiando con el tiempo como en el caso de la influenza estacional que se da por diversas cepas, y la vacuna sólo cubre algunas de ellas y que, además, éstas mutan con el tiempo.

Hablando específicamente de la COVID-19, cada día leemos de la existencia de muchas iniciativas para encontrar una vacuna que pueda protegernos para evitar el contagio de este poderoso virus. Hay algunas iniciativas individuales tanto de países como empresas para lograrlo, pero también se han formado coaliciones de universidades con farmacéuticas y de países como la Coalición para la Preparación e Innovación frente a las Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés) donde México participa.

Se calcula que actualmente hay más de 150 proyectos en el mundo buscando una vacuna y ya se cuentan alrededor de 11 que se están probando en humanos; se estima que para fin de año se tendrán como 50 más haciendo este tipo de pruebas.

Por lo general el desarrollo de una vacuna tarda entre 15 y 20 años, sin embargo, dada la magnitud que ha alcanzado este virus, se está invirtiendo una enorme cantidad de dinero y recursos humanos y científicos en tener una vacuna entre 12 y 18 meses.

Dado que el principal obstáculo para el desarrollo de las vacunas, aun con la muy avanzada tecnología actual, es la incapacidad para entender la forma en que el cuerpo humano genera mecanismos contra la protección y, en este caso específico lo que el virus hace al sistema inmunológico. Se está desarrollando una vacuna sin saber el nivel de respuesta que se requiere para ser efectiva y sin saber cuánto puede durar su efecto.

ataque vacunas
Ilustración: Doug Chayka.

Como con cualquier vacuna, el objetivo es lograr que el sistema inmune del cuerpo reconozca un patógeno específico y genere los llamados “soldados” para que ataquen al virus, preveniendo que la gente se enferme o por lo menos que no se enferme gravemente.

Para cumplir con la meta de desarrollar una vacuna lo más rápido posible, se están utilizando todo tipo de técnicas, desde las utilizadas a través de los años hasta aquellas con tecnologías innovadoras que se han venido desarrollando recientemente pero que no se han probado en humanos.

Considerando esto, los científicos están haciendo todo lo posible para acelerar el desarrollo pero sin caer en el riesgo de que la vacuna cause más daño de lo que podría solucionar. Es por ello que antes de lanzar la vacuna masivamente están haciendo todas las pruebas necesarias para minimizar ese riesgo.

El principal obstáculo para el desarrollo de las vacunas, inclusive con la muy avanzada tecnología actual, es la incapacidad para entender la forma en que el cuerpo humano genera mecanismos contra la protección.

El proceso que se está siguiendo con este virus y los resultados que se tengan van a ser muy importantes en el futuro del desarrollo de las vacunas. Es cierto que las tecnologías y la ciencia moderna ayudarán a que este proceso sea mejor y más rápido. Sin embargo, la naturaleza también avanza de manera rápida e inesperada y como mencioné anteriormente, el proceso de crear y actualizar vacunas siempre será un proceso de mejora continua.

Viendo hacia adelante, sería ideal que al conocer el DNA de cada persona y cómo influye en el comportamiento de su sistema inmunológico, aunado a un gran conocimiento de cómo se comportan los virus, surgiera la posibilidad de crear una vacuna que se aplicara al nacer y que lo protegiera de la mayoría de los virus que pudieran darse en su vida. Esto parece un sueño, pero siento que el avance tecnológico probablemente llegue a cumplirlo.

También te puede interesar: De las vacunas. ¿Las vacunas salvación del mundo? 3ª parte.

De las vacunas. ¿Las vacunas salvación del mundo? 3ª parte

Lectura: 5 minutos

En la entrega pasada hablamos sobre el desarrollo de las vacunas en el siglo XIX y de la importantísima labor que realizó Pasteur para sentar una nueva forma de trabajo para su desarrollo. Además de lo logrado por Pasteur durante el fin del siglo XIX, también se descubrieron otras vacunas importantes. 

En 1885, el bacteriólogo español Jaime Ferrán, descubre una vacuna anticolérica y en 1887 Beumer y Peiper comienzan a realizar las primeras pruebas experimentales de una vacuna contra la fiebre tifoidea usando bacilos vivos. Un año después Chantemasse y Vidal llevan a cabo estudios para desarrollar también una vacuna contra la tifoidea pero usando bacilos muertos. El desarrollo de esta vacuna es largo, ya que es hasta 20 años después cuando se inicia la aplicación de la primera vacunación contra la tifoidea. En 1892 Haffkine, bacteriólogo ruso, preparó la primera vacuna contra la peste.

Durante la primera mitad del siglo XX proliferó el desarrollo de vacunas contra enfermedades que se generaban a partir de bacterias. Por ejemplo, a pesar de que fue en 1822 cuando Robert Koch descubrió el bacilo tubérculo causante de esa enfermedad, fue hasta 1922 que se creó la Bacillus Calmette–Guerin (BCG) contra la tuberculosis. Esta vacuna debe su nombre a sus descubridores Albert Calmette, médico, y Camille Guerin, veterinario. Con esta vacuna ocurrió una de las mayores catástrofes en la historia de la seguridad vacunal pues en el año 1930, en la ciudad alemana de Lubeck, se produjo la muerte de 75 lactantes después de ser vacunados con BCG, la cual contenía una cepa de Micobacterium tuberculosis. Es interesante notar que esta vacuna está en uso hasta hoy y que también es utilizada en algunas ocasiones para tratar los tumores de la vesícula y el cáncer de la vejiga.

Wikimedia Commons.

El siguiente paso en el desarrollo de las vacunas fue la inactivación química de toxinas. Así se consiguieron los primeros toxoides: tétanos y difteria. Al igual que en la gran mayoría de los productos, las vacunas se siguen mejorando a través del tiempo. Por ejemplo, en 1923, Alexander Glenny perfeccionó un método para desactivar la toxina del tétano con formaldehído. Este método también se usó para mejorar la vacuna de la difteria.

En el año 1923, el veterinario francés, Gastón Ramón desarrolló la inmunización activa contra la difteria y perfeccionó el método de Glenny para crear la vacuna contra el tétanos adicionando el hidróxido de aluminio.

También en 1923, Thorvald Madsen, médico danés, descubre la vacuna contra la tosferina. Sin embargo, al probarla, murieron dos niños y por lo tanto se suspendió su desarrollo. Fue hasta 1948 que finalmente se autorizó el uso de una vacuna para esta enfermedad.

Unos años más tarde, en 1932 Sawver, Kitchen y Lloyds descubren la vacuna contra la fiebre amarilla y en 1937 el Dr. Jonas Salk produce la primera vacuna antigripal inactivada.

Fotografía: Time Toast.

Otras vacunas desarrolladas en este periodo fueron la vacuna contra la fiebre amarilla (1935) y la vacuna contra el virus influenza A (1936).

Entre 1950 y 1985 se desarrollaron métodos de cultivo de tejido viral que permitió al Dr. Salk crear la vacuna inyectada y al Dr. Sabin la vacuna oral para la polio. Con estas vacunas se logró prácticamente erradicar este mal. Sin embargo, en el periodo del desarrollo de esta vacuna se produce otro de los grandes accidentes que recoge la historia de la vacunación pues no estaba lo suficientemente inactivada y provocó 169 casos de poliomielitis entre los inmunizados, 23 casos en contactos de los vacunados y 5 defunciones.

Durante 1960 se desarrollaron las vacunas para el sarampión, rubéola, paperas y en 1971 éstas se agruparon en una sola vacuna que cubre a estas 3. En 2005 se agregó la de la varicela (descubierta por Takahasi en 1973) creando una vacuna tetravalente, con la que es posible tener la cobertura para estas enfermedades en una sola aplicación.

El desarrollo de las vacunas evolucionó, rápidamente y con éxito, a partir de la década de los 60. En 1966, Hilleman y sus colaboradores obtienen la vacuna antiparotidítica de virus vivos atenuados, y al año siguiente Auslien descubre la del neumococo. En 1968 Gotschlich crea la vacuna antimeningocóccica C y en 1971 la antimeningocóccica A. En 1970 David Smith, había desarrollado la vacuna contra el Haemophilus influenzae. En 1976 Maupas y Hilleman elaboran la vacuna contra la hepatitis B.

El doctor Maurice Hilleman (Fotografía: Associated Press).

En México los programas de vacunación tanto en su aplicación como en su fabricación han jugado un papel muy importante. Entre otras fechas relevantes, tenemos que, en 1973 se crea el Programa Nacional de Inmunizaciones con el que se organiza la vacunación masiva con 5 vacunas, BCG, Sabin, DPT, antisarampión y anti-toxoide tetánico. En 1980 se crean las jornadas intensivas de vacunación y en 1990 México fue uno de los siete países del mundo autosuficientes para elaborar todas las vacunas del Programa Ampliado de Inmunizaciones. Estos esfuerzos han permitido la erradicación de poliomielitis, difteria, sarampión, tétanos neonatal y el control de la tosferina y de las formas graves de tuberculosis.

Mientras tanto, uno de los grandes logros en la historia de la medicina cubana lo fue sin duda el descubrimiento en el año 1987 de la vacuna contra el meningococo B por la doctora Concepción de la Campa.

La carrera de desarrollo de vacunas se vio trastocada cuando en 1999 se autoriza la primera vacuna para el rotavirus que se tuvo que retirar del mercado en poco tiempo debido a sus efectos secundarios. Volver a salir le llevó siete años porque es hasta el 2006 que se reintroduce para su uso universal.

Imagen: maxresdefault.

2006 marca un año importante para la historia de las vacunas, ya que en ese año se introduce al mercado la vacuna para el papiloma humano, causante de distintos tipos de cáncer, especialmente del cervicouterino. Por ello se recomendó su aplicación a niñas entre los 11 y 12 años y mayores que no hubieran tenido relaciones sexuales. Además, dado que se detectó que ese virus puede causar cáncer en la cabeza y cuello y entre los hombres cáncer de pene, se recomendó su aplicación también a varones.

En resumen, es interesante entender el papel que jugaron las vacunas en el siglo XX y principios del siglo XXI, especialmente la conjunción de los médicos, científicos y veterinarios en su desarrollo. La introducción de la inmunización ha permitido beneficios incuestionables. Se ahorra en el costo de los tratamientos, se disminuye la incidencia de muchas enfermedades infecciosas y lógicamente hay una reducción de la mortalidad. Es sin dudas, la vacunación, uno de los mayores avances de la salud pública mundial.

En la siguiente entrega hablaré sobre la situación de las vacunas hoy y lo que podemos esperar para el futuro.


También puede interesarte: De las vacunas. ¿Las vacunas salvación del mundo? 2ª parte.

De las vacunas. ¿Las vacunas salvación del mundo? 2ª parte

Lectura: 4 minutos

En el artículo de la semana pasada hablamos sobre el inicio de la historia de la vacunación que empezó con el desarrollo “artesanal” de la vacuna contra la viruela y cómo llego a Europa vía Turquía en 1700.

El proceso de la inmunización contra la viruela fue muy lento ya que siguió durante los siglos XVIII y XIX, y es hasta 1979 cuando se erradicó. Es interesante notar que en México, el Dr. Francisco Xavier de Balmis, en 1804 empezó a vacunar a la población contra la viruela. Ahora ya saben por qué una calle de la Ciudad de México tiene este nombre.

Probablemente la primera ocasión en que una vacuna fue aplicada a toda la población fue en Francia, ya que en 1812 Napoleón la declaró obligatoria para todo el ejército y luego para toda la población.

Otra fecha importante en el desarrollo de las vacunas se dio en 1890, año en que Shibasaburo Kitasato y Emil von Behring inmunizaron cerdos de Guinea contra la difteria, usando un suero basado en sangre calentada de animales que se habían recuperado de la enfermedad y que podían curar la difteria en los animales inyectándoles productos elaborados a partir de un animal inmunizado. Luego iniciaron pruebas en humanos, lo cual confirmó que el procedimiento sí servía para tratar la difteria en personas, utilizando la sangre de animales grandes como caballos para elaborar el suero. Por ello, a partir de 1895 se autorizó continuar con la llamada antitoxina de difteria para su uso en personas.

ciencia de las vacunas
Estampa de Emil von Behring y Shibasaburo Kitasato (Imagen: Colnect).

Von Behring ganó el Premio Nobel de Medicina en 1901 por su trabajo sobre la difteria.

Dado el éxito del método, éste se aplicó para desarrollar vacunas para otras pestes como el tétanos, viruela y la plaga bubónica.

Durante los primeros años de la preparación y uso de las vacunas no existían métodos para comprobar la pureza de las bacterias utilizadas y las pruebas de potencia en animales se hacían con poca frecuencia. Esta falta de precaución causó accidentes, así por ejemplo, en 1902, una de las vacunas contra la peste bubónica se contaminó provocando la muerte por tétanos a 19 personas en la población de Mulkwai en la India.

Louis Pasteur fue el que dio un gran paso adelante en la historia de las vacunas, al demostrar que muchas enfermedades eran causadas por organismos tan pequeños que no podían ser vistos por el ojo humano. Utilizando ese conocimiento realizó una serie de experimentos y descubrió que al administrar una forma debilitada o atenuada del microorganismo que produce la infección, se consiguen unas defensas más puras que introduciendo un germen productor de otra enfermedad similar a la que se quiere prevenir.

El éxito de Pasteur, además de su inteligencia y tenacidad, se basó en dos factores:

1. Hacía su investigación reuniendo información que recopilaba al platicar con veterinarios, agrónomos, granjeros, pastores y médicos, incluyendo cirujanos.

2.- Reuniendo un gran equipo de personas que trabajaron con él y que cumplían distintas funciones desde la recopilación de la información y su análisis, hasta la experimentación e implementación de sus hallazgos.

vacunas pasteur
Pasteur con su equipo en 1894.

En 1881 Pasteur, con base en sus investigaciones, hizo un llamado a la Academia Francesa de la Ciencia para que se implementara un extenso programa profiláctico contra todas las enfermedades de origen infeccioso. En ese discurso introdujo el término “virus vaccin”.

En 1885 Pasteur administró la vacuna de la rabia a Joseph Meister, un niño de 9 años. Este experimento armó un gran revuelo y fue muy censurado porque suponía la introducción deliberada de un microorganismo mortal en el cuerpo humano. Naturalmente, se trataba de un microorganismo debilitado tratado de forma conveniente en su laboratorio, y el éxito del experimento fue rotundo.

Pasteur y su equipo también desarrollaron la vacuna contra el cólera y contra el carbunco, enfermedad contagiosa que se da en las aves, y si se transmite a los humanos produce ántrax.

El 4 de junio de 1887 Louis Pasteur fundó el Instituto Pasteur de París, cuya misión es contribuir a la prevención y el tratamiento de las enfermedades, especialmente las infecciosas, a través de la investigación, la enseñanza y acciones de salud pública.

Este Instituto continúa con sus actividades a la fecha y ha ayudado de forma importante a controlar muchas enfermedades virulentas como la difteria, el tétanos, la tuberculosis, la poliomielitis, la gripe y la fiebre amarilla. Actualmente es uno de los institutos que está haciendo experimentos para desarrollar una vacuna contra el COVID-19.

En la siguiente entrega hablaremos sobre el desarrollo de las vacunas a partir de los importantes hallazgos que hizo Pasteur para la humanidad.


 También te puede interesar: De las vacunas. ¿Las vacunas salvación del mundo? 1ª Parte.

De las vacunas. ¿Las vacunas salvación del mundo? 1ª Parte

Lectura: 4 minutos

Resulta que el tema de la pandemia de coronavirus que estamos viviendo sigue dando temas para que podamos revisar juntos en esta columna. En esta ocasión hablaremos de vacunas porque éstas son uno de los dos caminos que los especialistas afirman que serán las formas de acabar, o por lo menos minimizar, los efectos de la COVID-19 en el mundo. Como mencioné, uno de los caminos será la vacuna, el otro, que se puedan encontrar medicamentos que mitiguen o curen los efectos del virus en los pacientes infectados. Tenemos experiencia previa en el manejo de virus, ya sea con virus como el de la influenza para el que se ha desarrollado vacuna, o como en el caso del VIH en el que, a pesar de que no hay vacuna, se han encontrado medicamentos que permiten que el padecimiento sea crónico en lugar de letal. Hoy, es muy posible que un contagiado de VIH muera por una causa distinta a la manifestación de este virus, el SIDA.

Ahora bien, hablar de vacunas es muy común, en esta generación la mayoría de personas han sido vacunadas. Existen cartillas de vacunación para niños, adolescentes y adultos mayores. No es, por lo tanto, un tema que nos resulte extraño. Por ejemplo, se estima que en 2018 alrededor del 85% de la población mundial estaba vacunada para la poliomielitis, sarampión y hepatitis B. En ese año se administraron tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP3) al 86% de los niños de todo el mundo y 129 países habían alcanzado por lo menos el 90% de cobertura con esta vacuna. Estas cifras resultan muy esperanzadoras para el control, incluso erradicación de estos padecimientos. Sobre todo si se refuerza la necesidad de consistencia y apego a los programas de vacunación. Es importante destacar esto porque, a pesar de la cantidad de vacunas aplicadas en 2019, se han vuelto a tener brotes de sarampión en lugares del mundo en los que se consideraba controlado, México entre éstos.

Entonces, el reto es ver qué vamos a hacer para vencer y/o domar al coronavirus SARS-Cov-2 –nombre completo del virus–. Históricamente, los seres humanos hemos intentado encontrar protección real contra las enfermedades infecciosas que terminaban con pueblos enteros. Así es que, de manera formal, la historia de la vacunación registra su inicio en 1796. Fue entonces que Edward Jenner, considerado el padre de las vacunas, inoculó con el virus vaccinia –que es el de la viruela bovina– a un niño de 13 años.

vacuna Edward Jenner
Edward Jenner, pionero en el desarrollo de la vacuna contra la viruela.

Con este procedimiento demostró que se podía proteger a las personas contra la viruela humana. Jenner se decidió a hacer el experimento porque su observación de que las personas que ordeñaban las vacas contraían viruela bovina que es menos grave y que, haberla padecido, los hacía inmunes al contagio de la viruela humana. A partir de esta observación y experimentación–que no es más que la aplicación del método científico–, Jenner publicó en 1798 el libro Variolae Vaccinae que es el tratado de la vacunación versus la viruela humana. 

Los cambios en la comunidad médica pueden llevarse su tiempo, fue así que para que se usara el nombre “vacuna” de forma cotidiana fueron necesarios casi 100 años. Es así que en 1860 se incorpora por primera vez en el diccionario francés el término “vacuna”.

Este camino de surgimiento de las vacunas en Occidente se dio de forma distinta en Oriente. De hecho, ahí se ha detectado que desde el siglo VII los monjes budistas tenían ya una práctica de inmunización contra las mordeduras de serpiente. Para que el veneno de serpiente no provocara la muerte de estos monjes, ellos se lo tomaban en pequeñas dosis para tener inmunidad ante el ataque de estos animales.

Además, hay evidencia de que, desde alrededor del año 1000, los chinos se vacunaban contra la viruela. Se estima que esta enfermedad tiene más de 3,000 años de existencia y que mató a millones de personas. Ante esta situación, los chinos practicaban la variolización. Ésta consistía en hacerse un pequeño corte en la piel y colocar en éste una pequeña cantidad del virus o, en insertar pequeñas costras o polvo de la viruela en la nariz de las personas para que así tuvieran una leve viruela y quedaran inmunizadas. De China, la práctica migró a África y, posteriormente, a Europa y América.

vacuna lady mary wortley
Lady Mary Wortley Montagu con su hijo, en una pintura realizada por Jean Baptiste Van Mour (1717).

De hecho, hay una historia oficial que cuenta cómo fue que a través de una familia acomodada inglesa, la práctica de inmunización llegó a Europa. Esta anécdota nos presenta a una madre que, decidida a curar a sus hijos, optó por seguir una práctica local en Turquía. Ella era Mary Wortley Montagu, que en 1700 estaba en Turquía en su calidad de esposa del embajador de Inglaterra. Cuando sus hijos se contagiaron de viruela, Mary decidió que se les aplicara la variolización con el propósito de salvarles la vida. No sólo Mary consiguió su objetivo sino que sus hijos se recuperaron rápidamente.

Ante esta experiencia personal y el aprendizaje que generó la esposa del embajador, cuando regresaron a Inglaterra probaron el esquema con criminales encarcelados. Cuando se consideró que el resultado fue positivo, la familia real se vacunó para demostrar a la población que la práctica era segura. En el camino se perdieron vidas, sin duda, sin embargo, la tasa de mortalidad disminuyó notablemente, por lo que el propósito se había conseguido. La vacuna cumplió con inmunizar a la mayoría exitosamente. Desde entonces, hasta nuestros días, la evolución de las vacunas ha sido algo maravilloso. En la siguiente entrega vamos a ver cómo, a partir de las épocas que revisamos hoy, la industria farmacológica a través de la investigación científica, pudo empezar a acotar muchísimos padecimientos gracias al desarrollo de las vacunas. Es inspirador.


También te puede interesar: ¿Que el futuro nos alcanzó? Y ahora, ¿qué sigue? (4ª Parte).

¿Que el futuro nos alcanzó? Y ahora, ¿qué sigue? (4ª Parte)

Lectura: 4 minutos

Pues sí, dicen que el futuro nos ha alcanzado con toda esta historia de la pandemia del COVID-19. A saber si es o no esto el futuro. Desde la perspectiva lineal del tiempo, éste es un presente que nos sorprendió, sobre todo porque nos pescó con la guardia baja. No es que no se pudiera anticipar este riesgo, es más, personas como Bill Gates o instituciones como la OMS lo habían previsto y anunciado. No es de llamarnos a sorpresa ahora si se hicieron oídos sordos por atender otras cosas que, en su momento, parecían más importantes.

Además hay que darle una justa proporción al evento. Evidentemente el impacto del coronavirus es catastrófico, tanto a nivel de salud –morbilidad, mortalidad– como de desarrollo económico –o más bien, la falta de éste–. Y, a pesar de ello, es necesario tener en cuenta que, aun cuando no nos habíamos preparado para la contingencia, el desarrollo de la ciencia nos ha permitido encararla con menores riesgos y bajas. El recuerdo de otras epidemias, frescos aún en la memoria, nos permitirá tener presente que en anteriores sucesos, las poblaciones podían ser diezmadas por las epidemias. Sin embargo ahora, en el el siglo XXI, los avances de la ciencia y la capacidad de prevención y alerta temprana han ayudado a poner en buen resguardo a cientos y miles, es más, a millones de personas. Esto, siempre y cuando, realicemos la vigilancia global indispensable y actuemos oportuna y coordinadamente ante las primeras señales de las pandemias.

Para esta coordinación oportuna, para la actuación conjunta, es fundamental considerar algunos criterios que Yuval Noah Harari cita y que la historia ha demostrado. Estos son:

prevencion coronavirus
Ilustración: Behance.

~ No es posible protegerse permanentemente cerrando fronteras.
~ La verdadera protección proviene de estar alertas, compartir la información científica confiable y la cooperación internacional.
~ Lo más importante: entender que una epidemia en cualquier ciudad o país pone en peligro a toda la especie humana, porque los virus evolucionan, pueden transferirse inesperadamente de un animal a una especie humana, sufrir mutaciones, abriendo trillones de oportunidades de adaptación.

Si tenemos clara esta parte de la película, podemos recordar también que durante el siglo XX, para mayor precisión en los años 50, el mundo pudo derrotar a la poliomielitis y en los 70 al sarampión porque toda la población del planeta fue conducida a vacunarse; lo mismo pasó con la fiebre amarilla, la viruela y otras enfermedades. Es decir, a través del desarrollo de la ciencia médica hemos generado acciones estratégicas de protección para la supervivencia de la especie. Confiamos en que esta ocasión no será diferente. Sin embargo, hay situaciones que sí deberán cambiar y para saber cuáles, es necesario analizar las circunstancias que enfrentamos actualmente.

Primero debemos atender, si dilación, la problemática presente y sus efectos económicos y sociales, además de seguir mirando hacia adelante. “Para ello, cada Estado-Nación y los organismos regionales y mundiales se ven frente al requerimiento de fortalecer su capacidad de prever y atender coordinadamente y con oportunidad el establecimiento de los mecanismos necesarios para la vigilancia y coordinación, que garanticen la seguridad frente a las amenazas a la paz mundial, junto con la seguridad alimentaria, sanitaria, ambiental, social y un desarrollo verdaderamente sostenible e incluyente del planeta”. Palabras más, palabras menos, es el planteamiento del Informe Tepoztlán del Centro Víctor L. Urquidi.

coronavirus
Ilustración: Sua Balac.

Para lograr estos objetivos es necesario que planteemos reformas para la democratización del Consejo de Seguridad de la ONU, el FMI y el Banco Mundial. Nada más para empezar. La gobernanza excluyente debe transformarse. El esquema actual prevalece desde la Segunda Guerra Mundial y no es suficente ya para atender las necesidades actuales y previsibles del planeta. Los líderes con una visión incluyente, integradora y corresponsable escasean y la necesidad de buscar un chivo expiatorio se vuelve primordial para los gobiernos obtusos e ignorantes. Así vemos a los Estados Unidos de Norteamérica nuevamente acusando a China de tener la responsabilidad de la pandemia actual. Se le ha desmentido una y otra vez, sin embargo, ante la próximas elecciones en este país y la cortedad de miras de su actual dirigente, siguen dándole al violín sin asumir la responsabilidad de que le están dando también al violón. Ni siquiera asumen la responsabilidad de que su falta de respuesta asertiva ante la crisis inminente ha provocado una cantidad de decesos escandalosa en su territorio.

Además del implacabe azote del coronavirus COVID-19, las pandemias que tenemos la responsabilidad de atacar en el futuro próximo son: la pobreza generada a partir de la falta de equidad en la distribución de la riqueza. Estas condiciones son el mejor caldo de cultivo para las epidemias virales, bacterianas y también de las manifestaciones de falta de salud mental. La violencia como expresión de la frustración, de la enfermedad y del control de los mercados se expresa como un bumerang: si no detenemos su avance volverá, con toda su fuerza, a golpearnos mortalmente a todos.

Así es que, si asumimos que estas manifestaciones de lo social están integradas por las expresiones individuales, se nos presenta una valiosísima oportunidad de revisar nuestras almas, nuestros corazones y, a partir de ellos, lo que nuestra mente genera para que desarrollemos estrategias de supervivencia colectivas, es decir, para la especie. La amplificación de sentimientos, la reafirmación de prejuicios, intensificación de tensiones que exacerban los problemas, precipitando procesos destructivos tienen que ser analizados y deshabilitados como bombas de tiempo que, de estallar, nos reventarán a todos en la cara.

En este momento, el reto para la evolución –no sólo la biológica, genética sino hasta la espiritual–, consiste en ser capaces de ver más allá de nuestras narices. Debe ser incluyente e incorporar corrientes afectivas, habilidades blandas, que nos permitan aspirar a un futuro de cohesión en la diferencia, de respeto y aceptación en la diversidad. Para sobrevivir nos necesitamos unos a otros en la suma de esfuerzos individuales que generen una masa crítica para impulsar la evolución y el desarrollo del conjunto. Ése y no otro, es el futuro al que debemos aspirar si queremos efectivamente tener algún futuro.


También te puede interesar: El entorno del proceso pandémico (3ª Parte).