Arte

Bioética, Neurociencias e Ingenierías: rutas de la cultura y el arte digital

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La vida amenazada, el cuerpo mutante, la fragilidad de la existencia encuentran en el mundo digital del presente nuevos e ilimitados caminos.

Arte y enfermedad tienen una larga, compleja y vasta relación histórica desde tiempo inmemorial.

Virus, bacterias, epidemias han inspirado en extenso y muy valioso catálogo de obras de todo tipo, en las que el tema alude al cuerpo mutilado, deforme, rígido, aterrorizado o aterrorizante por la enfermedad.

Desde el desgarramiento interior de la etapa oscura de Goya hasta la luminosa novela de Milorad Pavic, Doble cuerpo, a sabiendas de que, diagnosticado de cáncer, sería su último libro.

Del Cortés de Diego Rivera en los muros del Palacio Nacional, en México, verde y enjuto por la sífilis y la viruela, hasta el anónimo que representa a San Roque con un gusano cuya larva emerge de la pierna del santo.

san roque
Retablo de San Roque, santo protector ante la peste y toda clase de epidemia.

Los ejemplos sobran y no se trata de hacer aquí un recorrido minucioso de ellos. Baste decir, a la sombra de esa inteligencia privilegiada que fue Susan Sontag, que no hay otra forma de entender la enfermedad sino a través de sus metáforas.

Por su parte, la relación entre la creatividad artística y la tecnología es de suyo casi simbiótica. La creación es, en sí misma, una forma de poner en práctica cierto tipo de tecnología.

El desarrollo de la Escuela Flamenca, que significó sin duda un antes y un después en la historia de la pintura, no puede separarse de la invención y propagación de esos pigmentos mezclados con aceite a los que solemos llamar óleos.

Y ni qué decir de esa tecnología particular que implicó fundir pequeños tipos, letras, de metal y luego acomodarles y reacomodarles en planchas de metal embadurnadas de tinta, a la que hasta hoy llamamos la imprenta de Gutenberg

Herramientas, plataformas tecnológicas han ido de la mano con las ideas, preocupaciones y formas a través de las cuales los artistas de todas las épocas han expresado su arte.

Dos son las características, sin embargo, que a mi modo de ver marcan el presente digital y su relación con la cultura y el arte.

imprenta y arte digital
Grabado de Imprenta europea del siglo XV (Imagen: Wikimedia).

La primera es del todo obvia. La facilidad en el acceso a las creaciones de todo tipo y en todas las artes, es apenas proporcional a la amplitud con la que hoy podemos ver, escuchar, leer, disfrutar una obra sin importar cuándo ni dónde se produjo.

La segunda característica, también del todo inmersa en el espíritu de época (el Zeitgeist de los alemanes) encuentra su punto nodal en el desplazamiento de las disciplinas, y, aun más, de los campos del conocimiento.

Si la transversalidad en el pensar es un signo inequívoco de cualquier posibilidad de comprender la complejidad de lo real, esta condición de lo transversal se ha instalado sin duda en la formas de concebir, realizar y entender el arte del presente.

En este contexto, no sorprende el proyecto que en fechas recientes, Hyundai, la empresa sudcoreana de automóviles, ha llevado a cabo para visibilizar el trabajo que distintos artistas alrededor del mundo realizan teniendo a la pandemia global como base de sus obras.

Bioética, ingeniería en sistemas, matemáticas aplicadas, neurociencias, son el punto de partida de la condición de indagación de estas obras que, teniendo el arte como soporte, se despliegan sobre la enfermedad y sus metáforas, para recuperar el título aquél que Sontag nos legó.

Sí, se me dirá que ya Escher, John Cage o incluso Carroll, sí, el de Alicia en el país de las maravillas, lo habían hecho antes.

O bien, se traerá a cuento la tesis doctoral con la que el Nobel de literatura, J. M. Coetzee egresó de la Universidad de Texas, usando la programación de una IBM de los sesenta para descubrir los patrones lingüísticos en Beckett.

arte digital
Inteligencia Artificial programada con algoritmos para escribir poesía (Fotografía: Techgrabyte).

Es cierto, y ya se advertí antes. Arte, ciencia y tecnología tienen una larga historia de realizaciones que han trazado puentes entre ellas.

Lo novedoso aquí, sin embargo, es que corresponde a una época, la digital, en la que las nociones de desplazamiento continúo, me atrevo a predecir, conforman el terreno fértil sobre el cual se traza un camino sin retorno.

El curador y artista francés, Jens Hauser, es el anfitrión de este proyecto llamado Art + Technology. Junto a él, Antoine Bertin, Anicka Yi y Heather Dewey-Hagborg expanden las posibilidades de la creación digital.

Los artistas contemporáneos, dirá Hauser, están señalando cuestiones cruciales de nuestro tiempo, relacionadas con las de carácter tecnocientífico.

A la par que Bertin, artista sonoro, trabaja con la secuencia computacional del COVID, Yi elabora piezas visuales a partir del Ébola y Dewey-Hagborg toma como material de su trabajo la oxitocina y su relación con el miedo y el amor.

Aromas, sonidos, visiones, reflejos de la capacidad del arte para expresar la indagación humana sobre sí.

La capacidad creativa y simbólica del arte, colocada ahora sobre lo digital como tecnología, sí, pero sobre todo como idea de movilidad y desplazamiento que se desplaza y se interconecta en sistemas complejos.

Lo invisible, lo visible; lo humano, hoy.   


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Cine de Georgia, pequeñas grandes historias de mujeres

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Situado en el límite entre Europa Oriental y Asia Occidental, Georgia es un país de contrastes. Es la tierra natal de Stalin y, sin embargo, siempre se ha relacionado menos con él que con el vino, el canto y la Historia Antigua. La sociedad en general se rige aún a la fecha por un estricto régimen patriarcal y considera al feminismo como algo que va en contra de sus costumbres. Sin embargo, al mismo tiempo la presencia femenina tiene cabida, no sólo en el ámbito de la creación artística sino incluso en política. Como muestra baste decir que desde el 2018 la presidenta de la República es la franco-georgiana Salomé Zourabichvili.

Por otro lado, nacido en época soviética y por lo tanto ligado a ella, el cine de Georgia creció con la mirada dirigida hacia el Occidente. Más que eso, desde entonces supo trascender los límites de la cortina de hierro; tanto, que en festivales europeos las cintas aparecían en una lista aparte. Nada menos, Federico Fellini opinó que “la película georgiana es un fenómeno extraño– especial, filosóficamente ligero, sofisticado y, al mismo tiempo, infantilmente puro e inocente. Tiene todo para hacerme llorar, cosa que no es fácil”.*

Los cineastas georgianos de hoy pueden o no seguir la tradición soviética de revisar fenómenos políticos e históricos, pero la característica que los distingue y une a todos, sean hombres o mujeres, es que hacen pensar al espectador. En cuanto a las mujeres, la participación viene también del origen: data de 1920, cuando Nutsa Gogoberidze se convirtió en directora a los 25 años de edad. Artistas ambos de tiempos de la Unión Soviética, Nutsa fue cercana a figuras de la talla de Sergei Eisenstein (El acorazado Potemkin, 1925). Pero su contribución más significativa al mundo del cine fue la influencia que su ejemplo ejerció tanto en su hija Lana como en su nieta Salomé, las dos directoras con reconocimiento en Europa. Y es que especialmente en las últimas décadas una nueva generación femenina de georgianas está brillando en la escena internacional, con películas que sin duda corresponden a la descripción de Fellini. En muchos casos, los temas giran en torno a la evolución del rol de la mujer en la sociedad.

cine de georgia
Nutsa Gogoberidze, directora pionera del cine georgiano (Fotografía: Pinterest).

 Un bello ejemplo de lo anterior es My happy family (título original: Chemi bednieri ojakhi, 2017), escrita por Nana Ekvtimishvili y dirigida por ella misma en colaboración con su esposo Simon Gross. La película se presentó en los festivales Sundance y Berlín; en Sofía, Bulgaria, ganó el Premio a la Mejor Dirección. Y por primera vez para una cinta de ese país, fue comprada por Netflix.

Ekvtimishvili escribió la historia para la apertura del Festival de Cine Georgiano en Londres, inspirada en las vidas de su hermana y su madre. Su heroína es Manana, una profesora de 52 años (la Shugliashvili) que vive con sus padres, esposo, hijos adultos y yerno en un apartamento en Tbilisi, algo normal en el país, cuenta en entrevista la directora. El hijo de la protagonista parece auténticamente sorprendido cuando le pregunta por qué desea irse del hogar familiar, mientras a manera de fondo sonoro se escucha el discurso de un sacerdote ortodoxo: “Feliz es la familia que tiene una madre pacífica que se sacrifica y cría a sus hijos”.

Ya en 2013 el dúo Ekvtimishvili-Gros había hecho un brillante debut internacional con In Bloom, que en el festival de Berlín ganó el premio de la Confederación del Cine de Arte, además de haber sido seleccionada para competir por Mejor Película en Lengua Extranjera en los premios Oscar. Ekvtimishvili se basó en sus propias memorias para retratar una sociedad machista y violenta en la que no era raro que los jóvenes llevaran pistola. Centrada en la amistad entre dos chicas adolescentes, respondió probablemente a una necesidad de contar su historia en un intento por digerir la dolorosa experiencia de los años 90 tras la independencia de la Unión Soviética.

My happy family podría, en cambio, describirse muy simplemente como un drama doméstico. Casi géneros en sí mismos, la familia y/o la mujer incomprendida siguen en general el mismo código narrativo, pero en el caso de Ekvtimishvili dicha narración avanza con rara sutileza en torno al misterio de los porqués de Manana: guiado con gran sensibilidad, el espectador descubre poco a poco que, en apariencia infundado, el malestar de la protagonista es algo que lo sobrepasa. Por otra parte, las adversidades que enfrenta Manana dejan al descubierto la problemática de sus victimarios, los diferentes miembros de una sociedad de la que a su vez son víctimas y cuyo funcionamiento aprendemos a través de sus reacciones. Pero existe por suerte la promesa de la nueva generación, en este caso, una joven alumna de Manana que, sin saberlo, con sólo abrir la ventana de su mirada fresca, impulsa a la maestra madura a asumirse por primera vez como un adulto independiente. 

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Fotograma de la película “My Happy Family”, dirigida por Nana Ekvtimishvili y Simon Gross (2017).

En My happy family la cámara del rumano Vladimir Panduru (Baccalauréat de Cristian Mungiu, Premio Dirección Cinematográfica, Cannes 2016) fabrica los mejores planos imaginables de una convivencia en familia abrumadora. Encuadres cerrados persiguen todo detalle expresivo en el rostro de la protagonista, a la vez que captan como de reojo en segundos planos un caos de conversaciones y movimiento dentro del área sobrepoblada. El contraste con la paz y el silencio de las escenas que se desarrollan en un espacio alternativo hace que, junto con la protagonista, el espectador viva la soledad como una experiencia poética.

Más común que trágico, el guion de la película presenta una vuelta de tuerca que si, para algunos, puede no resultar sorpresiva sin duda es sobrecogedora, en particular debido al ritmo pausado con el que la protagonista asimila la noticia. De hecho, la primera consecuencia del shock que sufre es la manera tan sentida con la que canta en cierto momento. Pero en cuestión musical la joya de la película son los cantos polifónicos que interpreta un grupo de hombres acompañado del instrumento de cuerdas típico; no está por demás decir que los cantos georgianos como los de la película han sido declarados por la UNESCO obras maestras del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Por desgracia los nombres georgianos son difíciles de retener, pero sin duda el esfuerzo vale la pena en el caso de Nana Ekvtimishvili, que de cualquier forma seguiremos escuchando seguramente en la escena del cine internacional.  


Notas:
* “Georgian film is a strange phenomenon–special, philosophically light, sophisticated and, at the same time, childishly pure and innocent. There is everything that can make me cry and I ought to say that it (my crying) is not an easy thing” (citado en Poetry in Motion Picture, by Georgia, Santosh Mehta, 2001).


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Los Derechos Humanos’ en imágenes

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Se inaugura muestra fotográfica sobre los derechos humanos en San Lázaro

En el ala sur del edificio A del Palacio Legislativo de San Lázaro fue inaugurada la exposición referente al Quinto Concurso Nacional de Fotografía “Los Derechos Humanos”, organizado en conjunto entre la Secretaría de Cultura de Coahuila; la agencia Cuartoscuro; la Fundación Pedro Valtierra, A. C. y la Academia Internacional de los Derechos Humanos.

El eje temático de esta quinta edición fue el cumplimiento y/o la violación de los derechos humanos, el cual convocó a dos mil 324 fotógrafos y reunió dos mil 807 fotografías, de las cuales fueron seleccionadas 61 para formar parte de la exposición a partir de un jurado conformado por Gabriela Pérez Montiel, Isaac Esquivel Monroy y Elina Castillo Jiménez.

El primer lugar fue para José Luis González Palacios, con su fotografía “Sueño frustrado”, donde se ve a una madre llorando a los pies de su hijo cuya mirada se dirige a un miembro de la Guardia Nacional sosteniendo su arma.

El segundo lugar fue para Laura Patricia Álvarez Álvarez, con su serie “El imperio de las ilusiones”; y el tercer lugar fue para Enrique Ordóñez Guadarrama con la serie “Ataques con ácido, crimen que arde y destruye más que la piel”.

“Hoy nos encontramos con el trabajo de estos fotógrafos quienes con su sensibilidad y calidez humana han hecho posible que su arte adquiera un halo especial de plataforma auténtica, la que muestra una realidad social a la que no podemos permanecer indiferentes”, declaró en la ceremonia inaugural Ana Sofía García Camil, secretaria de Cultura del estado de Coahuila.

Por su parte, Pedro Valtierra Ruvalcaba, director de Cuartoscuro, estimó que “los fotógrafos de prensa son un gremio importante en la estructura de los medios de comunicación. Es fundamental la fotografía para comprender cualquier noticia, para los fotógrafos de prensa no es suficiente hacer imágenes; es importante que éstas circulen”.

Resaltó que este concurso nacional de fotografía tiene “uno de los premios más importantes, podemos decir que es el premio más importante en monto económico, para el primer lugar son 100 mil pesos”; en tanto, el segundo lugar recibe 50 mil pesos y el tercero, 30 mil pesos. Valtierra subrayó la importancia de que el tema de los derechos humanos se aborde desde las instituciones, “eso me llama la atención y me parece que es un estímulo a los fotógrafos”.

Fuente: Notimex

¿Somos felices en este planeta?

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Se dice que la década del 2010 ha sido la mejor de la historia, no estoy hablando por hablar, hay estadísticas que nos lo indican, el mundo está mejorando cada día, pero siempre nos enfocamos en las cosas negativas, es por eso que si tú preguntas, en general las personas responden que las cosas van mal, el foco de atención está principalmente en los problemas, esto es lo que afirma Johan Norberg, escritor e historiador sueco. Dice que “Somos adictos a las malas noticias” y coincido con él. “Es lo que más vende”, me han dicho en los medios de comunicación, y tienen razón a las personas les gusta escuchar sobre tragedias, guerras, catástrofes naturales, problemas económicos, pleitos de parejas, rupturas, divorcios, etc., yo inclusive he propuesto un noticiero sobre temas positivos, avances, descubrimientos y la respuesta en los medios de comunicación es: “¿Y eso quién lo va a ver? A nadie le interesa”.

Yo si quiero unirme a la narrativa optimista, la que sí busca las noticias positivas, la que tiene esperanza, la que opina que estamos mejor que antes, veamos algunas cosas positivas de esta década.

La pobreza extrema se desploma, de 1990 a 2015 la tasa global de pobreza extrema cayó del 36% al 10%, esto significa que un grupo enorme de personas están todos los días saliendo de la pobreza extrema, hay más agua, más electricidad, bajó la mortalidad infantil, se vive de manera más limpia.

planeta limpio
Ilustración: Staatchiart.

La pirámide que Abraham Maslow nos habla de que mientras no cubramos las necesidades básicas indispensables para subsistir, que son de alimentación, seguridad, empleo, descanso, salud etc., no podemos ocuparnos de nada más. Si estoy preocupada en qué me voy a llevar a la boca por la noche, no puedo pensar en otra cosa, mi atención está en la supervivencia, pero si tengo esas necesidades resueltas entonces puedo pensar en tener una mejor relación de pareja, una mejor relación con mis pares, mis hijos, puedo pensar en buscar el bienestar.

Por eso es una muy buena noticia saber que miles de personas salen de la pobreza extrema y pueden ocuparse en ser mejores, de vivir mejor, de exigir equidad, igualdad y una mejor calidad de vida, eso quiere decir que la clase media a nivel mundial aumenta y sabemos que es la clase media la que saca a un país adelante, así que la clase media tiene más posibilidades de sacar al planeta adelante.

La conciencia de nuestro hacer y nuestra razón de existir se está cuestionando en todo el mundo y eso ha traído movimientos mundiales positivos, que están rompiendo las barreras e injusticias que existían contra las mujeres, los niños, y los adultos mayores.

Hay más equidad de género, se está luchando por igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, igualdad de sueldos y de beneficios; se están abriendo discusiones que se ven reflejadas en políticas públicas, así como en el interior de las familias y en la sociedad en general.

optimismo

Se le reconocen derechos a los niños, niñas y adolescentes, una porción de la población que teníamos olvidada, la educación en primaria y secundaria es gratuita y es un derecho.

Ya casi en todo el mundo se acepta el matrimonio igualitario, se respeta el derecho a amar a quien uno elija, se reconocen las diferencias y las igualdades entre los géneros, los cuales ya se nombran como diversos y conocemos más de 20 diferentes.

Se tiene conciencia del planeta en el que vivimos y si bien hay una fuerte discusión en el tema de cambio climático, estamos de acuerdo en que tenemos que cuidar el planeta en el que vivimos porque es nuestro hogar, así que hay campañas de limpieza, ecológicas, de cuidado a los animales, estamos aprendiendo a reciclar y a respetar de nuevo a la naturaleza.

Hoy más que nunca estamos conociéndonos, hablamos de prevención de enfermedades, del cuidado del cuerpo, la mente y el alma, atendemos nuestras emociones y estamos aprendiendo a reconocerlas, entenderlas y regularlas. Hay un aumento en la esperanza de vida y en una mejor calidad de la misma es mayor.

Entonces, ¿somos felices en este planeta?, yo creo que sí, sólo a veces se nos olvida hacer un alto y ver a nuestro alrededor y agradecer todo lo que tenemos, los caminos que hemos recorrido y las metas que hemos alcanzado.

Te deseo un muy feliz 2020.


Esto es para ti, que siempre estás del otro lado leyéndome.

#GanadoresPezdeOro 2019

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Categorías sujetas a análisis y valoración

1) Mejor diseño sonoro:

~ Eduardo Villarreal Molina – “El Feo”
~ Miguel Ángel Jiménez – “Sasha y Spot. Aventura en un acto para una niña y una lámpara”
~ Jorge Valdivia – “Nacahue: Ramón y Hortensia”
~ Cristóbal MarYán – “El Ensayo (10 Out of 12)”
~ Rodrigo Castillo Filomarino – “Acá en la Tierra”

2) Mejor diseño de vestuario:

~ Aldo Vázquez – “Sasha y Spot. Aventura en un acto para una niña y una lámpara”
~ Estela Fagoaga – “Pequeña Voz”
~ Libertad Mardel – “Nacahue: Ramón y Hortensia”
~ Sergio Mirón – “La Vida de Roth”
~ Lissete Barrios – “Acá en la Tierra”

3) Mejor diseño de iluminación:

~ Tania Rodríguez – “Nacahue: Ramón y Hortensia”
~ Kay Pérez – “Sasha y Spot. Aventura en un acto para una niña y una lámpara”
~ Víctor Zapatero – “El Ensayo (10 Out of 12)”
~ Jesús Hernández – “Acá en la Tierra”
~ Ingrid SAC – “Humedad”

4) Mejor música original para un montaje:

~ Cristóbal MarYán – “El Ensayo (10 Out of 12)”
~ Dano Coutiño – “The Pillowman”
~ Rodrigo Castillo Filomarino – “Acá en la Tierra”
~ Iker Madrid – “Sasha y Spot. Aventura en un acto para una niña y una lámpara”
~ Leonardo Soqui – “Algo en Fuenteovejuna”

5) Mejor diseño de escenografía:

~ Matías Gorlero y Félix Arroyo – “La Ceguera no es un Trampolín”
~ Aldo Vázquez – “Sasha y Spot. Aventura en un acto para una niña y una lámpara”
~ Philippe Amand – “Ejercicios Fantásticos del Yo”
~ Adrián Martínez Fraustro – “Humedad”
~ Auda Caraza – “Nacahue: Ramón y Hortensia”

6) Mejor musical:

~ “Rentas Congeladas”
~ “Jesucristo Súper Estrella”
~ “Chicago”
~ “Para la Libertad”
~ “Sugar”

7) Mejor dirección hecha en un contexto mexicano para un musical:

~ Mario Espinosa – “Rentas Congeladas”
~ Omar Olvera – “Para la Libertad”
~ Anahí Allué – “Sugar”

8) Mejor actor principal de musical:

~ Ariel Miramontes “Albertano” – “Sugar”
~ Erik Rubín – “Jesucristo Súper Estrella”
~ Javier Oliván – “Rentas Congeladas”

9) Mejor actriz principal de musical:

~ Bibi Gaytán – “Chicago”
~ Susana Zabaleta – “Casi Normales”
~ Lucía Huacuja – “Para la Libertad”

10) Mejor actor de reparto de musical:

~ César Enríquez – “Rentas Congeladas”
~ Kalimba – “Jesucristo Súper Estrella”
~ Pepe Navarrete – “Chicago”
~ Benito Castro – “Sugar”
~ Juan Pablo Ruiz – “Para la Libertad”

11) Mejor actriz de reparto de musical:

~ Berenice Mastretta – “Rentas Congeladas”
~ Alma Cero – “Chicago”
~ Irasema Terrazas – “Para la Libertad”
~ Crisanta Gómez – “Jesucristo Súper Estrella”
~ Tere Ríos – “Sugar”

12) Mejor dramaturgia mexicana contemporánea:

~ Paula Zelaya Cervantes – “Sasha y Spot. Aventura en un acto para una niña y una lámpara”
~ Claudia Romero – “Nuestro Cuaderno Rojo”
~ Omar Olvera – “Para la Libertad”
~ Luis Eduardo Yee – “Acá en la Tierra”
~ Alejandro Román – “Novo. Un Clóset de Cristal Cortado”

13) Mejor localización (traducción y adaptación lingüística) de una obra extranjera:

~ Ana Graham y Antonio Vega – “El Ensayo (10 Out 12)”
~ Stefanie Weiss – “El Feo”
~ Miguel Septién – “The Pillowman”
~ Jerónimo Best – “Blackbird”
~ Tomás Segovia, Ángel-Luis Pujante y Flavio González Mello – “Hamlet. Príncipe de Dinamarca (primera parte)”

14) Mejor obra extranjera contemporánea montada en la Ciudad de México:

~ “Blackbird”de David Harrower
~ “El Padre” de August Strindberg
~ “The Pillowman” de Martin McDonagh
~ “El Ensayo (10 Out 12)” de Anne Washburn
~ “¿Quién teme a Virginia Woolf?”de Edward Albee

 15) Mejor trabajo de coreografía y movimiento escénico:

~ Miguel Septién – “Argonáutika”
~ Marco Antonio Silva – “El Padre”
~ Mauricio Rico – “La Vida de Roth”

16)  Mejor ensamble actoral:

~ “El Ensayo (10 Out 12)”
~ “La Vida de Roth”
~ “La Reunión”
~ “Nacahue: Ramón y Hortensia”
~ “Acá en la Tierra”

17) Mejor actor de reparto:

~ Luis Miguel Lombana – “Algo en Fuenteovejuna”
~ Emmanuel Lapin – “El Ensayo (10 Out 12)”
~ Odiseo Bichir – “Pequeña Voz”
~ Alfonso Borbolla – “The Pillowman”
~ Marco Antonio García – “El Padre”

18) Mejor actriz de reparto:

~ Ana Graham – “El Ensayo (10 Out of 12)”
~ Vicky Araico – “Acá en la Tierra”
~ Amanda Farah – “Pequeña Voz”
~ Yadira Pérez – “Nacahue: Ramón y Hortensia”
~ Marta Aura – “El Padre”

19) Mejor actor principal:

~ Juan Carlos Beyer – “La Reunión”
~ Gerardo González – “Novo. Un Clóset de Cristal Cortado”
~ Mario Eduardo D´León – “Nacahue: Ramón y Hortensia”
~ Roberto Soto – “El Padre”
~ Alejandro Calva – “Blackbird”

20) Mejor actriz principal:

~ Assira Abbate – “Acá en la Tierra”
~ María Penella – “Pequeña Voz”
~ Julieta Egurrola – “Hamlet. Príncipe de Dinamarca (primera parte)”
~ Ana Karina Guevara – “La Reunión”
~ Sonia Couoh – “Nacahue: Ramón y Hortensia”

21) Mejor dirección:

~ Miguel Septién – “The Pillowman”
~ Ana Graham y Antonio Vega – “El Ensayo (10 Out of 12)”
~ Guillermo Navarro – “Novo. Un Clóset de Cristal Cortado”
~ Juan Carrillo – “Nacahue: Ramón y Hortensia”
~ Pilar Boliver – “La Reunión”

22) Mejor obra de teatro del 2019:

~ “La reunión” de Trinidad González
~ “El Ensayo (10 Out of 12)” de Anne Washburn
~  “Novo. Un Clóset de Cristal Cortado” de Alejandro Román
~ “Nacahue: Ramón y Hortensia” de Juan Carrillo
~ “The Pillowman” de Martin McDonagh