Mundo

El mundo es plano, caliente y sobrepoblado

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Sin duda estamos viviendo en un mundo muy diferente al de hace tan sólo algunos años, en donde una gran cantidad de personas no están satisfechas con lo que ven, con lo que viven o hacen, se sienten injustamente tratados por el sistema o modelo de su país, no tienen claro qué van a hacer o cómo deben de educar a sus hijos; muchos se sienten desplazados ya sea por la tecnología, por la cantidad de datos, su manejo o explotación, y todo esto va aumentando la incertidumbre al igual que polariza la convivencia social.

En 2008 Thomas L. Friedman escribió un extraordinario libro, Hot, Flat and Crowded. Why we need a green revolution and how it can renew America, en el cual nos dice que el mundo se ha convertido en un lugar caliente (hot) debido a las altas y excesivas temperaturas que ha estado alcanzando, principalmente en lo climático, pero también en lo intenso de los cambios políticos, económicos y sociales. Y en estos momentos en donde una enfermedad ocasionada al otro lado del mundo, se convierte en una pandemia prácticamente global, que ataca sin discriminar raza, religión, nacionalidad o estatus social, nos lleva a reflexionar que a pesar de todos nuestros avances médicos, tecnológicos y de comunicaciones, algo más nos ha faltado desarrollar, que seguimos siendo muy vulnerables no tan sólo a desastres naturales sino también a otros riesgos. 

El autor se refiere a lo plano (flat) en el sentido de que todos estamos interconectados 24/7/365 –horas, días y año–, lo cual ha ocasionado que todos tengamos la misma información, que todos nos podemos ver y comunicar sin costo, que estemos buscando las maneras más eficientes para trabajar, para armar, desarrollar o vender un producto o servicio. Realmente nos hemos convertido en una comunidad única, donde las barreras de la distancia o lenguaje ya no impiden el progreso. Por el desarrollo de los sistemas y medios de comunicación parecería que iremos avanzando rápidamente a un proceso cada vez más globalizado.

Loren f mundo plano
Thomas Loren Friedman, periodista y escritor estadounidense.

Esto ha implicado un intercambio intenso entre nuestras comunidades así como de nuestros negocios, las famosas cadenas de valor ya son una realidad, al igual que nuestras dependencias sociales entre diferentes países, por eso la Tierra no tan sólo es plana, sino que se parece más a una cancha de futbol común para todos, pero con árbitros y reglas diferentes, y todos queriendo jugar el mismo juego pero sin protocolos y, a veces, hasta con pelotas diferentes. Tal situación está quedando en evidencia con el COVID-19, donde no se ve un protocolo ni común ni suficiente para atacar un tema vital global.

Cuando Friedman se refiere a aquello sobrepoblado (crowded), lo entiendo también para otros temas diferentes al poblacional, como son los médicos, los de información, de datos fidedignos y falsos, seguridad, etc. Parecería que lo indispensable ahora es poder diferenciar y discernir qué es lo importante de tanto ruido; ya no es un tema de lenguaje sino de saturación y de lo que era antes un riesgo aislado o focalizado, ahora se puede convertir en un tema mundial y tendremos que aprender a tratarlos de esa manera, tendremos que encontrar protocolos globales que nos ayuden a minimizar y a convivir con estos riesgos.

Parecería que los modelos anteriores ya no funcionan y todavía no se ve un país líder, con un sistema o acuerdo social que muestre cómo se puede crecer de manera sostenida y sustentable, pero sobre todo sin pobreza y desigualdad.

mundo en agua
Ilustración: The Daily Times.

En esta nueva cancha tendremos que establecer las nuevas reglas, lineamientos, protocolos y árbitros que nos permitan además de minimizar los riesgos –médicos, seguridad, cibernéticos, sanitarios, económicos, entre otros–, también crecer de una manera sustentable, sostenida y que realmente se pueda erradicar la pobreza y minimizar la desigualdad, no como un tema humanitario sino como un tema de supervivencia.

Es fundamental  encontrar un país líder, que establezca el ejemplo de cómo enfrentar este nuevo mundo de manera exitosa, y si esto no es posible, sí deberíamos tener la capacidad de desarrollar  una institución global que lo haga. Reitero, y es una tristeza que así esté ocurriendo, el ejemplo del COVID-19 nos debe llevar a un cambio urgente para buscar de manera permanente el bien común.


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Coronavirus desde mi visión y una posible conspiración

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Leo en el resumen de Times que llega todos los días a mi computadora, lo siguiente:

Más recientemente, en Seattle, la doctora Helen Y. Chu, experta en enfermedades contagiosas, libraba otro tipo de batalla: tenía acceso a miles de muestras de pacientes que podían ayudar a comprender el coronavirus cuando apenas había aterrizado en Estados Unidos, pero un laberinto burocrático le impedía estudiarlas. Así que ella y sus colegas empezaron a hacerlo sin autorización:“Sentíamos que estábamos de brazos cruzados, esperando a que la pandemia surgiera”, recordó Chu antes de que la OMS declarara que el brote es ahora una pandemia. —Elda Cantú.

Desde un comienzo, o más bien cuando comenzó a tener eco público la existencia del coronavirus, mi enfermedad de la conspiración me llevó a pensar que esto no es algo casual y que fue premeditadamente liberado de algún laboratorio. La idea se hizo más fuerte cuando estudié un poco más qué se sabe sobre la ciudad de Wuhan y, sin duda, ella tiene la capacidad para desarrollar el virus y, aparentemente, suficientes extranjeros para propagarlo por el mundo.

El médico que lo descubrió en un paciente ya murió, pero él mismo estuvo amenazado por publicar la existencia del virus, y su colega en el hospital, también murió. ¿Puede ser que los mataron?:

De la nota extraigo: A principios de enero, el doctor Li fue interrogado por funcionarios hospitalarios y por la policía después de que el 30 de diciembre advirtió a un grupo de compañeros de la Facultad de Medicina sobre un brote viral que, dijo, parecía similar al SARS. La policía lo conminó a firmar una declaración donde decía que su alerta era un rumor infundado e ilegal.

coronavirus y guerra biologica
Imagen: Economic Times.

Me pregunto ahora por qué en Estados Unidos no permitieron investigar el coronavirus. ¿Quién se encuentra detrás de esta guerra mundial que está paralizando al mundo? Recientemente, justo China publica que fue Estados Unidos quien insertó el virus en el país asiático y eso coincide con una noticia de hace varios días, en la cual se publicaba que el virus se desarrolló en laboratorios de Estados Unidos y Reino Unido.  Esta noticia se desmintió en varias oportunidades y se manifestó que es diferente el virus desarrollado en esos países.

No comparto enlaces sobre notas de conspiración pues hay muchas y posiblemente varias tampoco sean muy serias. Todo lo que yo digo no es más que una suposición personal y no científica, aunque considero que es seria. Por las dudas, llenaremos las alacenas de la casa, esperando que aquí no se despierte aún la histeria. He visto imágenes y relatos que en Estados Unidos hay grandes colas en los supermercados e incluso ya están faltando productos, como decían en un video, “ya se parece a Venezuela”.

Aparentemente la mortalidad no es tan grande y los más afectados son las personas mayores, en especial, los que tienen alguna enfermedad crónica. ¿No es acaso uno de los problemas del mundo actual, especialmente el occidental, la prolongación de la vida y el envejecimiento de la población que se convierten en una carga a los sistemas de pensiones, a los sistemas de salud, etc.? No es agradable y, hasta inhumano, lo que pienso, pero la sensación es que parece un programa de sanidad global. La participación de los políticos en manifestar que hacen todo lo posible para evitar la propagación de la enfermedad, no siempre es confiable. No les creo, nunca les creo; ésa es mi verdad.

Sí quiero agregar que he leído que no se hace todo lo posible para evitar la propagación en Israel, por eso se fortalece mi idea de que los gobiernos son partícipes de este “programa”; también acabo de ver un video de España donde un médico dice que tampoco se hace algo. Estamos ante un “sálvese quien pueda”, yo mismo estoy feliz de estar en Barranquilla con 28° a las 10:44 de la mañana.

coronavirus en Israel
Coronavirus desde Israel.

Sabemos por experiencia o por imaginación, o sencillamente por ver muchas películas, que todo es posible. La acusación de China que el virus lo propagó Estados Unidos es probable, tan probable como intentar que otros tengan la culpa es siempre una primera y mejor solución. En realidad, para mí no es importante, pues siempre somos utilizados por los regímenes y, tanto los unos como los otros, utilizan armas químicas, biológicas y atómicas para cuidar sus intereses. Nunca sabemos cuáles son “sus intereses”. ¿Quiénes están incluidos en “sus”? Veamos qué dice la Doctora Chu en un reportaje, y copio la cita textual marcado en negritas:

Do you think there could have been previous deaths from coronavirus that were not recognized as due to the virus?

Yes. Now that we’re pretty certain that coronavirus was here from January up until now probably circulating in the community, I think we’ll start getting a better understanding of what else it was causing. In our study we have samples that we’ve saved over the last two years. We’ll be able to get some information from those.

La expansión en el mundo fue en realidad a fines de enero, en Corea se identificó el primer caso el día 20 y en Italia el 31. Un enlace del 21 de enero de 2020 manifiesta que ese día se denunció el primer caso en Seattle, en un viajero que venía de China. Seguramente llegó de China, lo que no sabemos es el número de cuántos enfermaron antes que él en la zona de Seattle. Recordemos que los primeros enfermos de Estados Unidos precisamente eran del estado de Washington. Todo esto –incluido el siguiente enlace– para manifestar que puede ser un nuevo virus que irrumpe en nuestra vida, pero también puede ser un virus de laboratorio, siempre quedará la duda: se escapó solito o le abrieron la puerta. Tanto a China como a Estados Unidos, y otras potencias en el balance de alertas mutuas, les conviene que se piense que ellos pueden liquidar millones de personas.

sospechas coronavirus
Ilustración: Adolfo Arranz.

Como todas las guerras, estamos en una que es económica y desde hace tiempo se menciona la guerra comercial que, sin duda, es parte de ella el coronavirus COVID-19.  La suspensión de la actividad económica causará muchos más muertos que el COVID-19 y realmente afectará al mundo entero. ¿Habrá un nuevo orden mundial? Reducción del consumo, menos turismo, desarrollo de industrias locales. No lo sé, tampoco sabemos quién ganará esta guerra. Por lo pronto, los precios de las acciones han bajado mucho y es posible que bajen más, y el que tiene dinero puede comprar empresas con “poca plata”.

Los chinos, gracias a sus exportaciones, tienen mucho efectivo y seguramente se apropiarán de varias empresas. Hay un encarecimiento general del dólar, efecto que aumenta el precio de los productos de Estados Unidos y baja su competitividad en los mercados. La reducción del precio del petróleo sin duda es parte de esta guerra, ya que las empresas que lo producen en el país estadounidense, producen un petróleo caro porque utilizan la tecnología del fracking, mientras que a Arabia Saudita le resulta muy barato explotar las reservas. Así, supuestamente la guerra es entre Rusia y Arabia Saudita, ya que la primera desea reducir la producción para incrementar los precios y la segunda incrementó la producción a cantidades récord. El petróleo siempre fue parte de las guerras, en 1973 la OPEP –Organización de Países Exportadores de Petróleo– decidió no vender a los países que apoyaban a Israel, decisión que les dio muchas ganancias.

El Vaticano permanecerá cerrado para los turistas y así también el Louvre; la suspensión del futbol y otros espectáculos multitudinarios causarán un paro a la economía. Es de estimar que Netflix y otros medios florecerán en el corto plazo, pues la gente estará en casa más tiempo que el habitual. Obviamente los centros comerciales se verán afectados.

Por supuesto, me acompaña lo que tranquiliza a las personas optimistas: A mí no me pasará nada y creo que a la mayoría de los que sufren de hipocondría tampoco les sucederá.


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Esperanza, emociones y geopolítica

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Las culturas del miedo, la humillación y la esperanza están reconfigurando el mundo; de ahí que no sea posible comprender el comportamiento de las relaciones internacionales sin entender cómo funcionan las emociones de los actores globales. Las emociones son como el colesterol, las hay buenas y malas. La cuestión es encontrar el correcto equilibrio entre ambas. El miedo frente a la esperanza; la esperanza frente a la humillación; la humillación que lleva a la mera irracionalidad –y hasta a la violencia–, reflexionaba el investigador y académico Dominique Moïsi, a una década de haber publicado su estudio La Geopolítica de las Emociones.

Y es que, en el mundo actual hay más temor y humillación y menos esperanza que hace diez años. Eso confirma que, entre los grandes retos socioculturales del siglo actual, está planearnos si existe “la posibilidad de un contexto trasnacional, de crear referencias comunes y democráticas de convivencia”, como plantea Yolanda Onghena Duyvewaerdt, investigadora del Centro para Asuntos Internacionales de Barcelona.  

Porque es claro que cuando la política se conduce a través de las emociones, las razones se olvidan. Tal es el caso de Suecia, cuya política de asilo era de las más generosas; sólo en 2015 fue el país de la Unión Europea (UE) que acogió a más solicitantes de refugio (163 mil). Pero ahora la escalada derechista continental llegó al país nórdico y se opone a esa apertura.

geopolitica de las emociones.

Así, miles de refugiados y migrantes que esperan asilo en la frontera greco-turca, en vez de empatía recibieron frases como: “¡No vengan!”, “¡Suecia está llena!”, “¡Vamos a cerrar la frontera!”, del líder del partido Demócratas de Suecia (derecha), Jimmie Ákesson. Ese veto, escrito en inglés en volantes que él y su equipo repartieron en la ciudad turca de Edirne, retrata una emoción: total rechazo al otro.

La reacción inversa vino del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien declaró que su país mantiene abiertas sus fronteras con la UE, para que los refugiados crucen a territorio comunitario. “No detendremos a quienes deseen ir a Europa. Los alimentamos y vestimos por nueve años. Ahora, no los detenemos”.

En la historia humana el odio político ha enfilado contra ciertas etnias, culturas y religiones. Al antisemitismo rabioso siguió la fobia a los mexicanos, japoneses, latinoamericanos, alemanes, chinos e islámicos. Y tras el 9/11 la geopolítica de las emociones impactó en la política exterior e interna de potencias que usan de modo abusivo la otrorización; una emoción que nutre falsas percepciones de otras sociedades.

Esa exclusión etno-religiosa es un incentivo para el radicalismo. Al hablar contra el radicalismo islámico en Polonia, Donald Trump, afirmó: “Estoy en guerra con ellos” y esa declaración nutrió la hostilidad contra musulmanes y árabes.

En su estudio “Islam y Occidente: política de la fobia”, los internacionalistas Minhas Majeed Khan, Saadia Beg y Tasawar Baig, detallan que este siglo XXI heredó las malas relaciones entre el mundo musulmán y Occidente, con asuntos sin resolver de la Guerra Fría y un clima de pugna bajo la teoría del Choque de Civilizaciones de Huntington, donde se ve al islam como la mayor amenaza para la cultura y valores occidentales.

emociones encontradas

Algo es cierto: vivimos en la sociedad del riesgo global por amenazas y desastres que aparecen en nuestro horizonte. Del temor al terrorismo y al cambio climático se transitó a la aversión a la inmigración y xenofobia, y hoy les sigue la rusofobia, que el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Niza Sophia, Robert Charvin, retrata así: Asistimos a una verdadera rusofobia mediática. Si creemos a esa campaña occidental, Rusia es prácticamente la encarnación del mal. Según esa narrativa, los rusos lograron que Trump fuera presidente y profundizaron la secesión de Cataluña. No importan las virtudes o defectos de su sistema; en ese discurso Rusia sigue siendo el enemigo a combatir, como en la era soviética.

Hoy, estrategas de la geopolítica de las emociones observan cómo millones de personas contienen su terror al COVID-19. Vieron que el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró pandemia a esa enfermedad viral, pues la cifra de afectados fuera de China se multiplicó por 13 en dos semanas y alcanzó a 118,000 casos en 114 países –con 4,291 decesos–.

Es casi inevitable la manipulación política de esta situación y las fobias descritas. La forma como los Estados aborden esos “riesgos” describirá cómo se gobierna en la modernidad. Estar en riesgo es la condición humana de este siglo; lamentablemente, hoy la sociedad se ocupa cada vez más en debatir que en prevenir y gestionar los riesgos, lamenta el sociólogo alemán Ulrich Beck.


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Elecciones legislativas en Israel 2020

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Hoy, 2 de marzo de 2020, se escribe un nuevo capítulo de la historia del estado de Israel, del moderno estado. Hay elecciones legislativas y el primero de la lista que saque más votos tiene el privilegio de ser el candidato a Primer Ministro.

Es la tercera elección legislativa para formar un gobierno, pues hay un empate que no permite a uno armar el gobierno y, de acuerdo a varias opiniones, estamos en camino de una cuarta elección. Por la diferencia de horas, aquí en Colombia son las 9:00 de la mañana, y según una noticia que irrumpe en mi computador, hasta las 14 horas en Israel votaron un poco más de 30%. Señal por la que mucha gente ya está absolutamente apática, y si no la mayoría, una gran parte de los votantes.

No sabemos quién será el ganador y es posible que vuelva a ser Netanyahu, quien, a propósito, en dos semanas comienza el juicio por corrupción. Es raro y difícil de comprender cómo una persona con acusaciones de corrupción, que no podría ser director de un colegio, ni siquiera viceministro, tenga la posibilidad de volver a ejercer su cargo de Primer Ministro. Ya hemos vivido eso en el pasado con Ariel Sharón, que una comisión investigadora determinó que no podía ser Ministro de Defensa por su participación en la tragedia de “Sabra y Chatila”, ocurrida en Líbano, en septiembre 1982, y a pesar de ello, se convirtió en Primer Ministro.

El desarrollo del nivel moral en Israel es triste cuando pensamos que los mismos discursos de Netanyahu, condenando a su antecesor Ehud Ólmert, no tienen ninguna validez sobre sí mismo. No sólo el nivel moral, sino el concepto democracia en manos de los elegidos miembros del Parlamento, que tenían la posibilidad de votar por un miembro digno para salir de este terrible embotellamiento que ha construido Benjamín “Bibi” Netanyahu.

Benny Gantz y Netanyahu
Benny Gantz y Netanyahu (Fotografía: France24).

Como no puedo agregar nada nuevo, salvo manifestar mi pena, recordaré el pasado o más bien mis manifestaciones del pasado. En el capítulo 16 de mi serie “Mi sionismo y yo” escribí lo siguiente:

En el año 1990 abandoné el trabajo de auditoría (que venía haciendo ininterrumpidamente desde 1975), pues sencillamente me aburría. No había relación entre los diversos temas tan oscuros que salían a luz y las cosas que podíamos publicar. Publicar, en la práctica, representaba que otro auditor reciba el trabajo.

Era la época del Ministro del Interior Derhi, quien luego fue preso por corrupción. Desde entonces hasta hoy, el tema de la corrupción solo fue agravándose.

Son 30 años transcurridos desde ese momento, el Ministro Derhi volvió a ocupar las mismas posiciones anteriores y nuevamente se investigó su enriquecimiento –aunque no sé en este momento que pasó con las investigaciones–.


En el año 2011 publiqué una nota calificando al gobierno de Netanyahu como el peor de Israel, y del mismo extraigo un punto del cual el Primer Ministro siempre ha estado orgulloso, como es la economía, el PIB, la ocupación, etc.: Estos días el Primer ministro se pavonea que la economía de Israel está fuerte, es verdad, pero sólo la economía de los ricos. La distribución de los ingresos es pésima, casi un crimen de lesa humanidad. Siempre encontramos mensajes sobre la inteligencia de los judíos –y sus 174 premios Nobel–. Bueno, eso funciona también aquí, la propaganda suele adormecer al pueblo –¿o idiotizar?–.

En el año 2011 publiqué sobre la evidente decadencia de la inteligencia judía; transcribo lo que señalé en aquella ocasión:

Por suerte no dependo de ningún millonario y no debo pedir disculpas a nadie. El viernes renunció un presentador de noticias, Gay Zohar, para evitar leer una disculpa, aparentemente no necesaria, por una nota que se hizo sobre el millonario Sheldon Edelson. No vi la nota y no vi la renuncia. No será la primera vez que un medio de comunicación se disculpa por equivocarse.  Temo que esto proviene del poder que tiene el capital sobre la independencia de los medios de comunicación. Un escrito mío del año 2006 finaliza así:

 Hace muchos años me acompaña la sensación
que también los medios de comunicación
están presos del capital, pues sí, también les pertenece. 
Lo que leemos ya no está libre de intereses.

Termino con una nota positiva sobre Benjamín Netanyahu, escrito en el 2017 : Es un eterno luchador por la paz, él desea la paz con los palestinos. Eso lo dijo muchas veces y, claro, cuidando la seguridad de Israel. Aparentemente los múltiples asentamientos en Cisjordania vienen a garantizar ambas cosas, pues en muchas oportunidades he leído, e incluso comentado, que sostiene o sostienen que los asentamientos no son un factor que impida la paz, y tanto colonos como palestinos conviven en paz y armonía.

elecciones dos de marzo
Esta fotografía acabo de recibirla en mi correo electrónico y describe la decadencia de la democracia israelí, no hay gente en las filas para votar.

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Un reconocimiento a los sembradores de esperanza

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El monarca español Felipe VI hizo formal entrega este 12 de febrero en las instalaciones de la Universidad de Alcalá de Henares de Madrid, del VIII Premio de Derechos Humanos Rey de España a la organización no gubernamental, Asociación Colaboración y Esfuerzo (ACOES), misma que desde 1993 –a través de la visión integral del sacerdote de Granada en España– Patricio Larrosa libra una batalla frontal por “crear solidaridad con la educación y educar en la solidaridad”. Esta ceremonia organizada cada dos años para reconocer el trabajo de entidades públicas o privadas iberoamericanas, busca visibilizar la defensa democrática y el trabajo a favor de los derechos humanos.

Antes que nada, es digno de reconocer el trabajo casi imperceptible de personas como el religioso Larrosa, que se pueden ubicar en distintas regiones del planeta, pero lo más admirable es que su trabajo desinteresado por “sembrar semillas” ha estado circunscrito a una lógica de generar esperanza sin buscar protagonismo en ninguna índole, pues según remarca: en Honduras hay otra verdad oculta en los barrios, donde hay gente que aspira a un mundo más justo y humano. Esto es validado, sin lugar a dudas, a través de la cobertura de la ONG a más de 70,000 hondureños que han “surgido de las entrañas” de la exclusión y del desarraigo.

felipe VI
Fotografía: Compromiso Empresarial.

Evidentemente que esta situación vivida desde edades tempranas puede repercutir negativamente en los sistemas comunitarios y estatales en la gestión del desarrollo humano, puesto que, a falta de verdaderas políticas de solidaridad que coadyuven e integren comunidades en la construcción de horizontes de “luz” que posibiliten romper los muros de desigualdad –muchas veces impenetrables–, recrean y reproducen los círculos de desesperanza que resultan en la violencia callejera y criminal que se observa en las calles de la región y aún más allá.

Así entonces, esta forma de concebir el desarrollo humano por parte del religioso español se convierte en una especie de lo que yo llamaría pedagogía de vida, que pueden servir como referentes prácticos para confrontar la abrumadora desolación a la que muchas veces se ven sometidas nuestras sociedades, producto de la re-singularización de las actividades laborales –ante la ingente y constantemente mutable digitalización de la vida humana–, la neutralización de actividades humanistas y empáticas –producto de la incubación en escenarios globales y locales de sentimientos xenófobos y el alejamiento del otro–, y muchas otras acciones que se ejecutan para distanciarnos entre nosotros.

Es decir, esto a la postre se traduce en la imposibilidad de buscar alternativas mancomunadas a desafíos tan actuales como la lucha contra enfermedades como el coronavirus, el cambio climático y la criminalidad transnacional, que redundan en la afectación a las posibilidades de una convivencia sana, respetuosa de la dignidad humana y que, sobre todo, recreen los códigos de protección de todas aquellas personas “vulnerables”, como ejemplo repudiable el caso del feminicidio de Fátima, la niña mexicana que ha desatado y despertado la indignación humana –aún de aquellos ciudadanos habituados a estas vorágines–, y por lo cual, todos –por omisión u acción– somos responsables por la falta de vigilancia y de protección de estos seres, pero además, porque se requiere de una exigencia proactiva de actividades públicas nacionales de generar importancia como lo es la seguridad ciudadana.

atentado a los derechos humanos
Ilustración: Fundación Gabo.

En definitiva, esta noticia del reconocimiento al eclesiástico que vino a Honduras desde el otro lado del Atlántico, es una especie de bálsamo en medio de tormentosas situaciones que han acaecido en el planeta a principios de este 2020. Es un llamado a construir, en medio de la incertidumbre, la lucha por unirnos, acercarnos y comprendernos con el prójimo que sufre los embates de la crudeza del sistema traducidos en el rechazo e incomprensión social.


P.D. El Premio de Derechos Humanos Rey de España –creado en 2002 y cuya primera convocatoria fue en el año 2004– fue instituido por la Universidad de Alcalá-Defensor del Pueblo, con el respaldo de la corona española.

Es de hacer notar que en la V Edición convocada en 2012, el reconocimiento y la presea de ejemplaridad lo obtuvo el organismo mexicano Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT), formada hasta entonces por grupos y organizaciones de una veintena de estados de la República Mexicana. Dichos actos de premiación tuvieron lugar el 10 de septiembre de 2013.


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Tres dilemas entre Sanders-Trump

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El partido demócrata en Estados Unidos busca candidato. Una difícil tarea en tiempos de polarización, que no se salva de la tendencia actual de sociedades divididas, políticos divididos, partidos divididos. 

Las diferentes corrientes del partido están reflejadas en sus propios contendientes: los progresistas, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, los del establishment, el exvicepresidente, Joe Biden o el flamante Mike Bloomberg, los de centro, Amy Klobuchar y Pete Buttigieg.

Estamos a finales de febrero y, salvo las elecciones del próximo 29 en Carolina del Sur, –donde se espera que gane Joe Biden por el voto afroamericano–, el pre-candidato puntero es el senador Bernie Sanders. Es sorpresivo porque en las elecciones del 2016 no pudo contra Hillary Clinton, la representante del establishment. Es sorpresivo también porque ha demostrado, hasta ahora, que tiene muchos elementos para ganar: va adelante en las encuestas, tiene un buen equipo de campaña que ha sabido mandar el mensaje correcto y, sobre todo, tiene los recursos monetarios para sostener su carrera hacia la presidencia.

Lo que desconocemos es si todo esto es suficiente para ganarle las elecciones al presidente Trump, aquí los dilemas:

sanders y trump
Ilustración: Behance.

Primer dilema: En una encuesta reciente de Real Clear Politics –el promedio lo obtienen de varias encuestas–, Sanders aventaja a Trump con 3 puntos de diferencia, tiene 49. 7 % frente a Trump que tiene 45.3%. Es allí donde está el dilema, la diferencia no es mucha y podría ser una elección muy cerrada.

Segundo dilema: El tema de los fondos, de acuerdo a opensecrets.org, para enero de 2020 Sanders había recaudado $333, 456, 491 USD frente a Trump con $217, 940,58, lo que le permite tener más líquido para gastar que el presidente actual.

Tercer dilema:  que las catástrofes y las declaraciones incómodas no acaben con su candidatura.

El presidente Trump no la tiene nada fácil frente al coronavirus. Ha tratado de minimizar el fenómeno por todos los medios, pero justo esta semana y por presiones internas, tuvo que nombrar una “coordinadora” para responder y articular –una especie del zar del coronavirus– las acciones en la eventual posibilidad que el virus llegue al país. La elegida fue la embajadora Debbie Brix, quien actualmente funge como la representante del gobierno de Estados Unidos en el combate del VIH/Sida a nivel global. Ella tendrá, a su vez, que reportar la situación al vicepresidente Mike Pence. Poco se imagina Debbie Brix que la reelección del presidente Trump está en sus manos. Si el coronavirus llega a Estados Unidos, llega en el momento más delicado, en pleno proceso electoral, y si el manejo de la “crisis” se complica, el costo para Trump y su gabinete puede ser muy alto.

En cambio, el senador Sanders tiene que cuidar más sus formas. En declaraciones recientes se ató la soga al cuello ya que hizo declaraciones enfáticas sobre Cuba y sobre el grupo de lobistas más poderoso pro-Israelí, AIPAC.

sanders y trump
Ilustración: FT.

Declaraciones que poco le favorecen con ciertos grupos afiliados al partido demócrata y con el electorado más moderado. Alabó el proyecto educativo de Fidel Castro y se negó a ir a la reunión anual del AIPAC, argumentando que le preocupa que el grupo apoye a líderes intolerantes de Israel.

El mensaje es contradictorio porque la opinión demócrata podría alegar que, en una actitud muy convenenciera a su ideología, acepta a la figura de los “dictadores de izquierda” pero no de “autoritarios de derecha”.

Pero Sanders le tiene que ganar primero a sus contrincantes demócratas que, como se vio en el debate del pasado martes, se le fueron a la yugular. Este tipo de declaraciones juega en su contra.


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El mundo es más que solo la esfera terrestre

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El mundo es la suma total de nuestras posibilidades vitales.
José Ortega y Gasset.

Desde el punto de vista etimológico, la palabra “mundo”, proviene del latín mundus; que significa: Orbis terrarum sphaera. “Esfera terrestre”. / Summa copia, quantitas. “Abundancia de una cosa”. / Cunctus orbis. “Todo el mundo”. Que, en mi opinión, se puede interpretar como todo lo que contiene la esfera terrestre.

Existen dos dimensiones fundamentales en las que se puede encerrar la expresión de mundo, que sería:

1) Lo que existe en el planeta tierra en cuanto a la naturaleza y lo que de ella emana, que es lo exógeno, o lo que está fuera del ser humano;

2) Lo que es propio a la existencia de los seres humanos en cuanto surge desde su interior en un vínculo con lo sobrenatural que es lo endógeno.

Al mundo, entonces, dentro de estas dos grandes distinciones en la que interactúa el ser humano, se le puede situar en otros dos relieves: el interés científico y el interés espiritual.

mundo y ser
Ilustración: Luis Demano.

El científico se refiere a lo que se observa, lo que se indaga, es decir: de dónde, cómo, desde cuándo, por qué y para qué existen los diferentes componentes; a partir de ello, es cuando el homo sapiens que es el “sabio” o “capaz de conocer”, logra conclusiones sobre su existencia, aunque aún sin ser acabadas desde esa dimensión científica; desde ahí observa la naturaleza en la búsqueda de la verdad, provocada en principio por la simple curiosidad y, luego, la curiosidad científica para poder explicar lo que no puede explicarse a simple vista. El científico busca un sentido objetivo a la existencia desde una cosmovisión racional.

En el segundo caso, lo espiritual, implica un encuentro del ser humano con su dimensión natural como, por ejemplo, la conexión particular que puede tener con el arcoíris. Todo está hecho para el crecimiento suyo en medio de retos constantes para el disfrute de cuanto existe. Se crea un vínculo estrecho con el que, la comprensión del mundo no radica en lo que se toca sino en lo que se siente que es diferente. Es decir, no en la evidencia material sino en el alma reconfortada en una casi perfecta tonificación.

Ambas dimensiones llevan al mismo camino, que es el ser humano aprovechando la naturaleza en su camino para la perfección en su doble dimensión. Sin embargo, un gran sector piensa que es para servirse de ella, mientras que para otros, es al revés, servirle a ella.

Esta diferencia y falta de comprensión ha formulado desigualdades, desencuentros y despropósitos. Porque si bien lo científico es para interpretar la existencia desde lo objetivo, para explicar el sentido de la vida del ser humano y su entorno, lo espiritual es para equilibrar al ser humano consigo mismo, con su ambiente, dentro o fuera de la esfera terrestre a la que el ser humano no sólo debe admirar, sino respetar, cuidar, amar; el mundo que no cuidamos lo estamos destruyendo a partir del pensamiento que lleva a la acción.

El mundo que es la creación, la tierra, el planeta, todo el globo terráqueo, encierra la humanidad, y el mundo que cada quien lleva dentro de sí es la sociedad.

meditacion social
Ilustración: Rachel Levit.

La humanidad no deja de descomponerse. Sin embargo, con todo y los desastres e inclemencias del mundo, no ha sido aún aniquilada ni con bombas ni con los rayos del cielo. Requerimos cambiar de ruta con un gran giro de timón por parte de cada uno de nosotros.

La naturaleza, la humanidad, la vamos a ir desapareciendo si, quienes en franca inhumanidad, la van aniquilando con agravios, guerras, políticas vacilantes, hasta con actos y discursos demagogos.

Los congresos mundiales, los diferentes encuentros como los que frecuentan en la Organización de la Naciones Unidas (ONU), por ejemplo, van quedando en propósitos para cumplir en plazos interminables y agotadores. El mundo sigue un rumbo acelerado donde paradójicamente se elevan protestas, se censuran conductas, se señalan faltas; las órdenes religiosas y filosofías humanistas apelan a que los humanos cambiemos nuestras formas de pensar, ser, actuar; pero nada ha sido suficiente.

Debemos no únicamente “ver”, también “mirar” lo que ocurre; requerimos desprogramarnos de la programación inconsciente para el exterminio al que hemos sido sometidos con el lavado de cerebros. La humanidad es mucho más de lo que existe y se manifiesta dentro de la esfera terráquea, su potencial requiere despertar del letargo de la sensibilidad.

Ésta que ya ha arrastrado a una conducta gélida, tanto de quienes con sus propias manos aniquilan el mundo como de aquellos que se cruzan de brazos tras discursos lisonjeros.  


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Virus xenofóbico, terrible padecimiento social

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El domingo en Israel es un día de trabajo normal y eso incluye el funcionamiento de la Bolsa de Valores de Tel Aviv, que generalmente responde a lo que pasó el viernes en las Bolsas de Valores del mundo y en especial Nueva York, donde las bolsas cayeron fuerte. En Israel los viernes no se negocian los valores.

Hoy me levanto y veo que el pasado domingo 23 de febrero 2020 fue un día malo para los inversores israelís.

Muchos estarán contentos de esa baja, pero me despiertan pena porque cuando baja la bolsa todos padecen esta situación de riesgo y vulnerabilidad, porque las pérdidas hay que licuarlas y por lo general se hace con dinero público. Algunos recordarán los grandes apoyos de parte de los bancos. El último año fue muy bueno para los inversores. Pero ¿acaso a alguno le mejoraron la jubilación por esa razón?

Respecto a lo que estamos viviendo en el mundo con el coronavirus, es una crisis real por los daños económicos que produce la enfermedad y los esfuerzos de evitar la propagación de la epidemia. Ikea cerró sus 33 negocios en China, Apple informó que se puede ver afectado el inventario de celulares, etc. –para información más precisa sobre el tema, lea la nota de Adrew Walker –.

cronovirus contra valores
Fotografía: 20 minutos.

En lo personal, no me siento muy preocupado, aunque esta semana emprenderé el largo viaje a Israel para festejar los 13 años de mi nieto Ariel. Cuando digo preocupado es por el temor al contagio, ya que la enfermedad se expande y nadie está exento de contagiarse. No estoy muy preocupado, pero sí un poco me atemoriza. Las Bolsas de Valores seguramente se recuperarán después de que pase este corto trance en la larga historia de la humanidad.

Hace un par de días, al leer sobre la discriminación a chinos por el tema del coronavirus, me hizo pensar que realmente el mundo, y las personas particularmente, no hemos cambiado en nada. Me vino a la mente un relato que seguramente muchos no saben, pero sorprendentemente es muy parecido del texto que extraigo:

Desde el amanecer, un barullo indescriptible llenó las calles de Estrasburgo: era el sonido de la marcha, avanzando al ritmo de canciones salvajes, acompañado por los gritos de las mujeres desatadas. Cuando rompieron las barreras que cerraban la entrada del barrio judío, la multitud se precipitó en el gueto. Hombres y mujeres, niños y ancianos fueron masacrados sin piedad. En las casas quemadas, familias enteras desaparecieron sin dejar rastro.

Eso fue el 14 de febrero de 1349 y los judíos fueron acusados por la supuesta propagación de la peste negra. No eran chinos, sino los judíos que siempre son fáciles de identificar como responsables, aparentemente por la demonización del otro. 


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