2021

2021, la imaginación al rescate del futuro

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Hasta los días más oscuros tiene haces de luz; cómo no.

La esmerada combinación entre ciencia, tecnología, por un lado, e imaginación, constancia y atrevimiento, por otro, arrojan, en la hora actual, esperanza al planeta.

Azotado el mundo por una pandemia de alcance nunca antes visto, un punto brillante asoma en ese horizonte aciago con el advenimiento de las vacunas contra el COVID.

A mirar con los ojos de la imaginación, invitaba hace poco el gran escritor indio bengalí Amitav Ghosh, como una forma de resistir la fuerza casi arrolladora con que la realidad, la hiperrealidad, de los azotes del mundo ataca por doquier.

2021 será quizá el año en que comience a construirse el camino que lleve a lo humano a un tiempo posterior al azote que ha representado este 2020 que termina.

Si ese futuro comienza a edificarse, si el tiempo se abre como propicio, si las vacunas son la primera señal y hemos comenzado a colocar las primeras piedras del edificio del nuevo tiempo, es aún incierto.

creatividad imaginacion futuro
Imagen: Lufthansa.

De lo que no cabe la menor duda, empero, es que 2021 será como tal vez ningún año antes, camino en el que frente a lo sombrío salga al rescate la imaginación.

La imaginación individual como energía vital de los sujetos; la imaginación pública, como prueba obligada de la capacidad para gobernar; la imaginación colectiva, como espacio de creación de las sociedades en colaboración.

Pensamiento analítico y de innovación. Aprendizaje activo y estratégico. Resolución de problemas complejos.

He ahí las tres principales competencias que aun antes de la pandemia se habían abierto paso entre las de mayor valoración social.

Las tres habilidades guardan entre sí, por otra parte, una relación de deuda, si puede llamarse así, con un elemento que les es común: la imaginación.

Bajo el título de “La imaginación nos salvará”, como parte de su recuento de lo que ha sido este 2020, la científica neerlandesa Rosanne Hertzberger, colocaba hace unos días, en una colaboración periodística, la capacidad de imaginar como el detonante central de lo que seremos capaces de edificar como futuro.

Escribe Hertzberger: “el punto brillante en estos días oscuros proviene de la tecnología y la ciencia: las vacunas. Los mecanismos biológicos en los que se basan estas vacunas son cualquier cosa menos imaginarios. Por el contrario, son evidencia física. Y sin embargo, las vacunas existen sólo gracias a una enorme dosis de imaginación humana”.

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Imagen: Herman Miller.

Microbióloga reputada, Hertzberger tira una cuerda larga, pero no difícil de seguir, dice: “un denominador común en las historias de los premios Nobel es que fueron regularmente ridiculizados, ridiculizados o simplemente ignorados… a menudo, la ciencia también comienza con castillos en el aire, una conjetura, una hipótesis, una visión, una ilusión, un experimento”.

Detrás las palabras de Hertzberger, aparece pronto, la historia de otra mujer brillante de este tiempo aciago: Katalin Karikó, bioquímica, húngara, y hoy por hoy una de las personalidades que mayor atención suscita.

Hace apenas un par de años Karikó tomó la decisión de marcharse de la Universidad de Pensilvania para aceptar una oferta de trabajo en los laboratorios alemanes de la empresa BioNTech.

Durante tres décadas la científico húngara había trabajado en lo que al principio parecía una idea descabellada: producir vacunas para distintos padecimientos a partir de conseguir que las propias células produjeran proteínas.

El trabajo de Karikó enfrentó durante todo ese tiempo el escepticismo de sus colegas de la Universidad, quienes consideraron por mucho tiempo, difícil que la bioquímica pudiera tener éxito al experimentar con las moléculas ARM, que son las que trasladan la información del ADN a la parte de las células encargadas de producir proteínas.

El resultado de las indagaciones de Karikó no podía haber llegado en mejor momento. Hoy, las vacunas ARM, que es justo el tipo de vacuna que son tanto Pfizer/BioNTech como Moderna, son aquellas que cuentan con los mayores registros de eficacia contra el COVID.

vacuna imaginacion
Imagen: Med Page.

En una entrevista reciente concedida al diario holandés Volkskrant, la científica húngara explica por qué fue tan complicado el comienzo de sus investigaciones.

“La molécula de ARNm fue descubierta ya en 1961. En aquel entonces, la idea era que no habría muchas aplicaciones terapéuticas porque es tan inestable: después de que se transfiere la información del ADN, desaparece de nuevo. Vi oportunidades en eso, pero fue extremadamente frustrante por otra razón: el ARNm externo es atacado por el sistema inmunitario, causando reacciones inflamatorias, desechándolo demasiado rápido”, cuenta Kairó.

Más adelante, entre avances, retrocesos, dudas, perseverancia y fortuna, la investigadora húngara encontró el camino para descifrar el enigma.

La imaginación, individual, pública y colectiva da a la luz hoy la vacuna que ideó Kairó, a la luz de su capacidad para idear soluciones desde lo no pensado, para trazar rutas desde lo no andado, para ser capaz de mirar en lo invisible, lo que sigue. 

Lo hizo, ciertamente, con cierta dosis de fortuna, porque no hay a quien habiéndose atrevido a imaginar, el destino no le recompense con dosis de fortuna.

Se retira 2020, asoma 2021. Entre las lecciones que se atisban, una: sólo a quien sea capaz de imaginar, le vendrá por añadidura fortuna.

Sólo.


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Las Paredes Gritan: ¡Feliz 2021!… pero, ¿para quién?

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¿Feliz 2021?

Todos los amigos y colegas repiten siempre las mismas felicitaciones: “Feliz Navidad”; “Feliz Año Nuevo”; “Feliz 2021”, etc. ¿Neta? ¿Así debemos despedir el fatídico 2020?

No se trata de subestimar las felicitaciones, todas son buenas. No se trata de criticar las congratulaciones, todas son necesarias. No se trata de no encontrar un lado positivo en este año negro de la pandemia. Pero, creo, necesitamos realizar una reflexión adicional para valorarlo… ¿O no?

2020 será un año para recordar igual que muchos otros. Es un año que cambió nuestras mentalidades. Es un año modificó nuestros deseos. Es un año que transformó nuestras realidades. Sean las que sean.

El 2020 está al nivel de 1968, cuando inició el cambio político en México. Será muy similar al terremoto de 1985, cuando el gobierno no supo enfrentar el problema y surgió una fuerte movilización social que descubrió la palabra “solidaridad”. Claro, no la de Salinas de Gortari.

2020 será el año del COVID-19. Será el año de la pandemia. El año de la crisis económica. Y frente a esto hay mucho qué hacer. Aunque esté por terminar el año.

feliz 2021
Imagen: Gulf News.

Para muchas familias mexicanas 2020 significó una tragedia. A veces familiar, a veces médica, a veces económica. A veces todas juntas.

Sumado a eso, 2020 es un año de sangre. No sólo en los hospitales que han tenido que registrar a más de 120 mil muertos, sino en las calles.

El crimen organizado está metido en la médula del país. Sus nexos con policías y gobiernos no pueden ser más obvios. El 2020 les dio una buena excusa para fortalecer su poder criminal y su violencia.

Tan sólo pensemos en el reciente asesinato del exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval. Diez sicarios. Los empleados del restaurante borraron las huellas del asesinato. Nadie supo lo que sucedió. ¿Quién fue?… NPI.

Y como eso hay decenas de ejemplos. Todos brutalmente reales. Todos atroces, despiadados, feroces, desalmados. Todos, insuficientemente investigados, sea quien sea la autoridad encargada de averiguarlos.

El 2020 fue un año de estigmatización de la ciencia. La lucha del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) contra la llamada “ciencia neoliberal”, no va por buen camino. Son demasiados los prejuicios. Son excesivas sus afirmaciones contra la ciencia. ¿Lograrán su objetivo?… NPI.

En 2020 desaparecieron los “diabólicos fideicomisos”. ¿Realmente era necesario acabar con todos?

En 2020 siguió en prisión en Estados Unidos el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna (detenido en diciembre de 2019). El 25 de octubre de 2020 se detuvo también en Estados Unidos al exsecretario de la Defensa Nacional, el General Salvador Cienfuegos, para luego dejarlo en libertad. ¿Y aquí en México se le investigará?… NPI.

general Cienfuegos Zepeda
Ilustración: Hecho Digital.

¿Los cargos contra el General, fueron inventados? ¿Son reales? ¿Y qué está haciendo la 4T? Tampoco lo sabemos. Nuestras autoridades muy fácilmente se pervierten.

En la CDMX vivimos un semáforo daltónico que ha generado un caos en la ciudad. No hay “toques de queda”, pero aparece la “ley seca” por aquí y por allá. ¿Los gobernantes saben qué hacer?… NPI.

En 2020 vimos el crecimiento de la lucha de las mujeres en contra de los feminicidios y la violencia. Diez feminicidios diarios nos hablan de ese problema. Y el gobierno: ¿tiene una propuesta frente a ello?… NPI.

Como verán, en esta pequeña reflexión, sólo hay preguntas. No tengo soluciones.

Algunos colegas me han comentado que cuando escribo mis dudas (NPI) significa “Ni Puta Idea”. Eso es medianamente cierto. En un lenguaje políticamente correcto, NPI significa: “No Poseo Información”… Son los dos.

2020 puede ser el año en que perdimos todo. O mucho de lo que teníamos antes. ¿Qué aprenderemos del 2020? NPI.

Los días más oscuros

Dijo Joe Biden, presidente electo en Estados Unidos: “La gente está sufriendo desesperadamente. Nuestros días más oscuros están por delante, no detrás de nosotros… Mientras tanto, la pandemia continúa. Los expertos creen que se pondrá peor… Esta temporada de reflexión tiene un significado mucho más profundo de lo que suele tener… Suben los viajes y las reuniones por los festejos decembrinos” (Reforma, 22/XII/2020).

Mientras tanto, en México, una diputada morenista, Claudia Yáñez, aspirante a la candidatura de Colima, se fue directo contra la 4T. Ella es hermana de César Yáñez, Coordinador General de Política de la Presidencia de AMLO.

Pero, Indira Vizcaíno fue la elegida por Morena como candidata a Colima (donde operó como super delegada) y manejó todos los programas sociales de esa entidad.

Morena navegando
Ilustración: Nexos.

“Traicioneros… Encuesta falsa… Simulación”, dijo desde la sede de Morena en la colonia Roma de la CDMX. Dijo Claudia: “Ayer, los fundadores de Morena en Colima presentaron más de 10 pruebas de los malos manejos de los programas sociales, contratos que vienen con la firma de la ex delegada y que beneficiaron a los hermanos, familiares, diputados locales, diputada federal, regidores. Oiga, mientras que miles de viejitos se mueren de hambre porque no le llegan los recursos” (Reforma, 22/XII/2020).

Puede ser cierto o no. La única coincidencia es que se trata de una queja igual para todos los demás partidos políticos.

Hoy “la oposición” está tan desecha que el PAN, PRI y el PRD lanzaron una coalición para enfrentar las elecciones de 2021. En 2021 se disputarán 21 mil cargos de elección popular, con 15 gubernaturas y la Cámara de Diputados.

Pase lo que pase: ¡Los políticos no cambian! Siempre seguirán siendo lo mismo. ¿O me equivoco?

Oposición desesperada

Está tan flaca y tan débil la oposición que el PAN le abrió las puertas a Margarita Zavala para su candidatura. ¡En la CDMX! ¿Será cierto?

Esto y mucho más nos dejó el 2020.

Le envío mis más sinceras felicitaciones para este fin de año.

La Cueva del Delfín

2020, año de austeridad. Donde la migración se volvió un delito. Donde no se legalizaron las drogas. Donde no se resolvió la corrupción que arrastramos. Un año que recordaremos para siempre.

¡Vientos huracanados!, si no me cancelan el año nuevo nos veremos por acá la próxima semana.


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Lo que nos toca hacer para 2021

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Primero, debemos cuidar a todos como si ya tuviéramos el virus y cuidarnos como si todos ya lo tuvieran. Con una velocidad acelerada de contagios, debido a las fiestas que no se pudieron evitar (más que a la temporada de invierno) y a una movilidad mayor por la decisión social de que las vacaciones no se perdonan, lo responsable es aislarnos lo más que podamos, mantener las medidas de higiene y la sana distancia en caso de salir.

En caso de que experimentemos síntomas, así sean leves, confinarnos de inmediato, seguir las instrucciones de un médico y contactar a las autoridades de salud, a través de los diferentes medios que están a la mano. Una realidad de esta pandemia es que muchas y muchos pacientes no se atienden a tiempo y por ello agravan su situación; en esta crisis sanitaria cada instante cuenta porque no sabemos cómo atacará este virus. 

La ventilación de todas las áreas, ya sean éstas particulares o comunales, ha probado que es condición para que no exponerse a una saturación del virus, es decir, mientras mayor cantidad entre a nuestro cuerpo, peor nos pondremos; así que no es conveniente estar en lugares cerrados, con poca circulación de aire y en grupo (el escenario de cualquier fiesta de fin de año) es la diferencia entre tener un contagio leve y uno grave.

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Imagen: Nature.

Hay que organizarnos con la familia, los vecinos, los amigos, para estar al pendiente de cualquier necesidad y caso de salud que pueda presentarse. No habrá un mejor año próximo si no asumimos la parte que nos toca y actuamos para que, como una sola sociedad, esperemos nuestro turno para la vacuna y tomemos las decisiones correctas para evitar abusos en el momento en que esté disponible. 

El debate sobre quién la recibe en primer lugar y quienes esperamos en la fila es estéril y se politiza rápidamente, dividiéndonos todavía más. Creo que es un consenso general que los trabajadores de la salud tienen preferencia, nuestros adultos mayores también, los enfermos crónicos por obvias razones y de ahí por rangos de edad. Nuestra mejor defensa en lo que llega nuestro momento es cuidarnos y cuidar a los demás, tal y como ha ocurrido antes de que tuviéramos vacunas.

Eso significa que este inédito avance de la ciencia, único en la historia de la humanidad, no es un cheque en blanco, ni permite a quien la recibe aventar el cubrebocas al cielo y enterrar el gel antibacterial. Serán de seis meses a un año, todo el 2021 prácticamente, en que debemos continuar con estas precauciones si queremos evitar más tragedias, en la forma de dolorosos fallecimientos.

Entenderlo de esa manera, traerá dos beneficios: la reducción de los casos graves y de las muertes, al tiempo de que construiremos un nuevo sentido de la responsabilidad civil, que no ha sido precisamente nuestro fuerte durante este año aciago.

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Imagen: SCMP.

Podemos sacarle mucho provecho a lo que hemos vivido en estos últimos diez meses y establecer las bases de otro tipo de mexicanos y de un país diferente y mejor. Si nos ponemos ese propósito como meta y lo conseguimos manteniendo la salud y la solidaridad un año más, creo que este sufrimiento habrá servido.

Pero si regresamos a nuestros mismos malos hábitos, pronostico que nuestra recuperación –a todos los niveles– será lenta, compleja y nos cobrará facturas que no podemos dimensionar todavía. 

Acudir al olvido sólo para superar una emergencia como ésta nos retrasará años en la tarea de edificar una sociedad más justa, equitativa, honesta consigo misma y corresponsable en cada una de sus acciones. Será, sin duda alguna, un precio muy alto a pagar en contra de las siguientes generaciones.

Porque este calendario no oficial de la pandemia indica que tendremos buenas noticias hasta el verano y no en todos los estados de la República, lo que anticipa que la Ciudad de México y el Estado de México, entre otras entidades, seguirán con muchos problemas sanitarios, mientras otras entidades regresan a una nueva realidad, pensando que es la vieja normalidad a la que estaban acostumbrados.

Esa disparidad de circunstancias generará un desequilibrio en lo económico, en lo educativo y en lo social que podría perjudicar a regiones enteras, principalmente a las de mayor concentración de población, de servicios y de comercio al menudeo, contra otras entidades que dependen de esta infraestructura económica para vender sus productos y muchos bienes de consumo.

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Imagen: BN Americans

Además, retrasará la salida de la pandemia, porque quien vive en un estado en semáforo verde puede pensar que es buena idea cruzar a uno en color naranja o rojo (ella o él están sanos) y regresar a contagiar a su comunidad que ya estaba en otra etapa. Si hoy nos hemos hartado del confinamiento, imaginen que ahora sí experimentemos esas olas de enfermos cada tres meses y cambios súbitos de semáforo por el descontrol de la enfermedad. 

En resumen, para 2021 lo que debemos hacer es preservar la salud de otros, tanto como la propia. Actuar con responsabilidad en cada decisión que tomemos, se trate de ir al supermercado o de regresar a la oficina en algún momento, y colaborar con nuestras comunidades inmediatas.

Malgastar la oportunidad de aprovechar las lecciones de esta pandemia sólo nos acercarán a una siguiente que será varias veces peor. Tratemos de evitarlo.

Mientras tanto, a la distancia y de todo corazón, que el próximo año sea de absoluta salud, de unidad y de tiempo bien aprovechado. Felicidades.


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Adiós 2020, bienvenido 2021, pero… ¿cómo será?

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Estamos a días de decirle adiós a este 2020, un año muy difícil para todo el mundo, nada imaginado y que trajo consigo una de las pandemias más fuerte de los últimos años, la del COVID-19, que ha producido cerca de dos millones de defunciones en todo el mundo, atacando países grandes, pequeños, ricos, pobres, sin distinción de clase o género.

Algunos de ellos manejaron muy bien la contingencia sanitaria, aplicando medidas estrictas que evitaron mayores fallecimientos, otros no tanto muy a pesar de ser potencias. Tomaron a la ligera la protección que hoy es impuesta y castigada si no se utiliza, el famoso “cubrebocas”. Qué difícil es hacer entender a las personas que al protegerse de forma individual, lo hacen en lo general, el famoso “te cuidas tú, nos cuidamos todos”, tan simple como eso, pero como pasó, dicha medida fue desdeñada por varios mandatarios y el mensaje enviado a sus pobladores fue el de “no sirve”, “no funciona”, “no protege”.  Y así nuestro país tiene uno de los porcentajes de muertos más alto en el mundo.

También nos trajo un confinamiento tal (más de 8 meses) que afectó a miles de personas, algunas de ellas perdieron su trabajo, su modo de llevar el sustento al hogar, otros tuvieron la facilidad de poder seguir trabajando desde sus casas y mantener el ingreso, pero por desgracia muchos negocios, empresas, se vieron en la necesidad de cerrar sus puertas, dejando sin trabajo a muchas personas y, lo peor, es que no se sabe cuándo podrán conseguir otro.

Muchos no pudieron atender la sugerencia de quedarse en casa, ya que son los que llevan la vida “al día”, manteniendo el sustento en su hogar, y con ello la necesidad de salir a trabajar, exponiéndose al contagio y llevar el mismo a la familia con las consecuencia graves que esto implica.

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Imagen: Freepik.

En otros casos se desbordó la paciencia y la agresión intrafamiliar fue tal, que por desgracia se rompió ese núcleo y no de buena manera. En otras situaciones, las personas cayeron en una depresión que los orilló al suicidio.

Respecto al manejo en nuestro país de esta pandemia, por desgracia, somos el ejemplo ante el mundo de lo que no se debe de hacer. Como mexicano da pena la calificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que no se aplicaron las pruebas necesarias para la detección oportuna de la infección, se informó que teníamos camas suficientes con ventiladores para los enfermos críticos, las cuales siempre sobraron o no se utilizaron; muchos de los enfermos no han logrado llegar a las mismas, y lo terriblemente lamentable fue la pérdida de vidas en el sector salud; una verdadera tristeza que pierdas tu vida por tratar de salvar a otra y con un pobre o nulo reconocimiento.

Nos dieron pronósticos catastróficos de 60,000 defunciones y al día de este escrito, 28 de diciembre, llevamos reportadas 1´338, 434 casos confirmados, sospechosos 399,138 y lamentables defunciones 122,426 (El Reforma); tal pareciera que nos estamos acostumbrando a que haya más contagios, mayores decesos, ¿esto se ve como algo normal? Por fin se ha aceptado que estamos rebasados, que los incrementos de contagios han sido tales, que no hay camas, se vuelven a parar las empresas no esenciales y mandan a confinamiento una vez más a la población. Desde mi óptica,  se aceptó demasiado tarde. No tenemos realmente el número si es que se dieron mayores contagios en estas fiestas pasadas, partiendo de las peregrinaciones para visitar a la virgen de Guadalupe (que afortunadamente los responsables eclesiásticos y civiles, tomaron las medidas necesarias al haber mencionado que la Basílica permanecería cerrada), pero se dieron.

Después las clásicas posadas, ¿se detendrían?, la imperdible Noche Buena y Navidad, reunión que después del confinamiento, prácticamente es inevitable que la familia busque la forma de unirse para dicha celebración. Pero nos falta la última, la esperanza en familia que al sonar las 12 campanadas del 31 de diciembre, esta pesadilla se termine y para el primero de enero sea el mundo igual al que conocemos o conocimos, igual otra vez, como lo fue hasta febrero-marzo de este 2020, pero lamentablemente no será así. Si bien es cierto que para este año que inicia hay la esperanza de la vacuna, el programa de vacunación anunciado por el gobierno se extiende de 5 a 6 meses, lo que seguirá representando un peligro de posibles contagios y defunciones. Debemos tener claro que “el mundo ya cambió”, la cuestión es: ¿nosotros cambiaremos al parejo?, ¿ya nos mentalizamos para ello?

2020 pandemia
Imagen: Embl.

Espero que realmente la vacuna de Pfizer sea efectiva y no traiga daños colaterales, ya que si bien se ha demostrado ser segura, aún no se ha aplicado de forma masiva a seres humanos y las pocas que han puesto en UK han creado reacciones, dejando ver que no se le puede poner a la persona que tenga antecedentes alérgicos. No obstante, esperamos que superado esto, sea el tratamiento adecuado para la prevención del coronavirus y éste se convierta en un mal recuerdo que dejó muchos mal sabores de boca, pero que quedó en el pasado.

Considero que debemos hacer una retrospectiva de lo que fue el 2020 y sacar lo bueno de todo lo malo que dejó a su paso; lo más importante es que logramos darnos cuenta lo insignificantes que somos ante un pequeño, minúsculo virus, que mientras no se le conozca plenamente, ni se identifique, no se le podrá atacar y tener el medicamento adecuado para su cura.

Que mientras algunos hogares se destruyeron, otros en cambio, ante la queja de no pasar tiempo con la familia, lograron con la cuarentena convivir más con la familia y hacer que la misma volviera a renacer, darse cuenta de la fuerte carga de trabajo que se tiene y que era necesario un equilibrio. Que se organizaron, se dividieron las tareas y de esta forma les fue más fácil vivir en armonía.

El tráfico mismo, con todas las personas que trabajan desde sus casas, el flujo se hizo más ágil, logrando menos contaminación por los atascamientos y ahorros importantes en gastos de combustibles, llantas, mantenimiento, etcétera.

La necesidad imperiosa de que las organizaciones de salud de todo el mundo estén unidas, dispuestas al trabajo en equipo y a reaccionar ante cualquier posible brote de algún otro tipo de virus que pueda afectar seriamente al mundo una vez más.

salud 2020
Imagen: Unplash.

Nos queda demostrado que siempre en las crisis surgen oportunidades, caso claro son los cubrebocas, las empresas que estaban preparadas habrán hecho ventas superiores a sus pronósticos, y cuantas nuevas se unieron a dicha fabricación con ingenio y estilo.

Qué decir de los geles antibacteriales, lo mismo ocurrió. Las caretas, equipo de protección médico (algunos fabricantes de calidad y otros de pésima) vendieron mucho y el boom de las plataformas de videoconferencia que permitieron seguir conectados a empleados-empresas, empresas-proveedores, directivos-empleados; tecnologías que facilitaron que muchas empresas siguieran con su actividad, evitando la quiebra de las mismas.

No cabe duda de que lo que representa un problema para algunos, resulta un beneficio para otros, es ley de la vida y debemos de estar alerta ante las oportunidades.

No me resta más que agradecer a El Semanario Sin Límites, en especial a Mariana Montell por su gran apoyo, dirección y sobre todo, a ustedes que me permiten transmitir cada 15 días, mis sugerencias, comentarios y alguna recomendación, “gracias”, espero seguir haciéndolo y les deseo lo mejor para este 2021.

Nos seguimos leyendo si gustan.


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Adiós 2020, bienvenido 2021

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Hace 2024 años aproximadamente nació Jesús, el ser humano que ha venido dando vida a la humanidad y desde entonces se ha venido celebrando en diversas partes del mundo la Navidad “Nativitas” (Nacimiento).

Este año ha sido particularmente “doloroso” para la humanidad en tanto la pandemia de la COVID-19 ha producido caos, confinamiento de los pueblos y terror en el encuentro con “el otro” (a raíz del relativo distanciamiento social). Y digo relativo porque siempre las reglas de la interacción social prevalecen por sobre las disposiciones legales que gestionan la convivencia ciudadana. Que en algunos países ya hay vacuna contra la enfermedad del año está bien; que en otros no será obligatoria la inoculación de este tratamiento ‒obedece al respeto del libre albedrío‒, pues debe servir para reflexionar sobre el grado de “confianza” de la ciudadanía en las instituciones públicas-estatales.

Veamos el ejemplo mexicano en donde a lo largo de estos meses la posibilidad de “salir” o “quedarse” en casa ha dependido de una cultura ética individualizada; en contraposición a países como Honduras en donde desde la institucionalidad y de una forma vertical se ha venido “obligando” a sus ciudadanos al confinamiento (so pena de aplicar normas de restricción a la movilidad y la búsqueda del bienestar individual y colectivo).

sana distancia navidad
Imagen: El Universo.

Sin lugar a dudas ha sido un año de encuentros y desencuentros; de comprensión e incomprensión; de esperanza y desesperanza (veamos por el ejemplo la “caída” del régimen trumpista que se convierte en una “fuente” de tranquilidad para miles de seres humanos del sur “subdesarrollado” que han visto en Estados Unidos la posibilidad de “crecer”).

Indiscutiblemente que esta época es una plataforma “propicia” para la reflexión sobre qué y cómo somos en sociedad. Porque hacemos unas cosas y desatendemos otras. Bajo mi punto de vista no hay sociedad sin solidaridad. La misma está anclada en los propios principios éticos-comunitarios sin los cuales es imposible la evolución en la construcción de la justicia y equidad.

Por otra parte, me parece adecuado repensar en fin de año la gestión del espacio público como escenario en donde se debe potenciar la idea de los Derechos Humanos como una cuestión de vital importancia para ‒desde la institucionalidad‒ “defender” y proteger al más humilde y desprotegido por el “sistema de cosas”.

Pienso que en el contexto azaroso que hemos vivido este 2020 debe motivar en cada uno de nosotros una “reinvención” individualizada a fin de generar nuevas concepciones en nuestras relaciones con nuestro propio ser, con el de “al lado”, con la comunidad y con el estado (en tanto este último es una representación abstracta de lo que somos en sociedad).

nacimiento navidad con cubrebocas
Imagen: El Deforma.

Fielmente creo que este 2021 será un año mejor y diferente en tanto se ha demostrado, por ejemplo, a través de la fe y la ciencia que el servirnos y “arroparnos” unos con otros es la clave para que nuestra humanidad no “desfallezca” (y lo demostró con sencillos ejemplos en enclaves comunitarios “iletrados” hace más de dos milenios Jesús de Nazareth, quien prefirió en su momento comunicar a través de parábolas, viendo la sencillez de la gente receptora de sus mensajes, la construcción de una humanidad diferente).

En definitiva, este 2020 ha sido fuente de discordias, distensiones y desesperanzas que creo transmutarán en vida, confianza y solidaridad como reglas inmutables para construir un florecimiento humano con justicia y respeto por las propias cosmovisiones de la vida de “el otro”.


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Redirección del gasto, ¿capricho o la clave para la reactivación del sureste mexicano?

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El senador Alejandro Armenta se mantiene positivo y afirmó que el panorama económico para 2021 no será crítico para el país, gracias a las diversas fuentes de ingreso como las remesas de los paisanos y el crecimiento comercial de México con sus socios del T-MEC, con lo que contradice la postura de Arturo Herrera, titular de Hacienda, quien advirtió la peor crisis económica para el próximo año.

Un total de 882 programas presupuestarios forman parte de la Estructura Programática a emplear en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) contemplado para el año 2021. De acuerdo con la documentación remitida a la Cámara de Diputados, estos son los proyectos vigentes que serán eliminados para el siguiente año: Apoyo a las actividades de seguridad y logística del Ejecutivo Federal; Apoyo a la función pública y al mejoramiento de la gestión; Comercialización de billetes de lotería; Programas de Concurrencia con las Entidades Federativas; Fomento Ganadero, así como Crédito Ganadero a la Palabra; Conservación de infraestructura ferroviaria; Fondo Minero; Seguro Popular dejará de ser vigente ante la desaparición de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud; y finalmente el programa de Planeación del Sistema Eléctrico Nacional.

El 31 de agosto pasado, el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, declaró ante los medios que para 2021 en México se vivirá la peor crisis económica desde 1932, año del crack en México, e hizo hincapié en la distribución del Presupuesto de Egresos 2021: “El presupuesto será muy cuidadoso, prudente y muy responsable, el cual requerirá la comprensión y la solidaridad de muchos, porque habrá menos recursos en el presupuesto que este año”.

Tal parece que la declaración del Secretario no corresponde a la versión del senador Alejandro Armenta, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, quien en entrevista con El Semanario, mantiene una postura positiva ante la recesión económica, señalando que “la tasa de recuperación de diversas fuentes de ingresos como las remesas (con un crecimiento entre 10 y 15%), la producción petrolera y el crecimiento comercial que ha logrado México entre los países integrantes del T-MEC (30% de crecimiento)”, son los balances que permitirán una estimación muy similar a los ingresos de este 2020:

Se estima que el paquete económico contenga por lo menos una estimación presupuestal similar a la de este año (6.1 billones de pesos) seguramente este presupuesto estará en torno a los 6 billones, porque los principales indicadores nos reflejan un tipo de cotización estable (21.69 pesos por dólar).

Si bien existe un buen panorama de ingresos para el siguiente año, ¿por qué Arturo Herrera anunció que los recursos en el presupuesto serán menores a los de este 2020 y los dos años fiscales anteriores?

Dicha recesión de recursos –los famosos “colchones” como las coberturas del petróleo, los fondos para los choques económicos, y los “guardaditos”– y cancelación de proyectos vigentes, se debe al golpe duro que recibió la economía mexicana ante la depreciación del peso frente al dólar causado por la crisis sanitaria.

Aún con la disciplina en el ahorro del gasto, el combate a la corrupción y la cancelación de la facultad presidencial para condonar impuestos (que representan aproximadamente 550 mil millones de pesos reorientados en asuntos relevantes del Covid-19, según las fuentes oficiales) el senador Armenta nos explicó que nuestra moneda se mantiene estable a la divisa estadounidense y éste es un excelente indicador de manejo de finanzas en México y que, si no fuera por la agudización de la crisis económica ocasionada por la pandemia, el ritmo de crecimiento y desarrollo económico rondaría en un presupuesto deseable de 9 billones de pesos.

Sin duda nuestra moneda se mantiene establemente en depreciación, analistas especializados no descartan que la depreciación aumente, y por ende, nuestra economía para el 2021 se vea reflejada en un cuello de botella de incertidumbre y la posibilidad de una recesión sin precedentes.

A inicios de agosto de este año, Citibanamex realizó una encuesta a 28 instituciones financieras y casas de bolsa, en la que se prevé que la economía del país sufrirá una contracción de 9.8% en el siguiente trimestre. Aun teniendo indicios de recuperación para el tercero y cuarto ciclos que podría hacer cerrar el año con una caída de 7.4 por ciento del PIB, el mandatario mexicano López Obrador no contradijo el diagnóstico del titular de Hacienda, y señaló que aunque no se aumente los impuestos para el siguiente año ni se contrate deuda para contrarrestar la crisis económica, esta puede incrementarse entre 10 y 17 puntos del PIB por el efecto de cambio.

Recapitulando meses anteriores, el 24 de abril del presente año, el presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su gobierno “iba mejor de lo que se esperaba”, y que su gobierno tendría algunos ajustes a la nueva realidad inducida por la actual pandemia. A pesar de que en estos ajustes se eliminaron algunas subsecretarías en pro de seguir con el plan de austeridad para hacer frente a la crisis económica, el presidente sigue sin quitar el dedo del renglón sobre sus grandes proyectos.

El orgullo de Tabasco: Refinería Dos Bocas

Tres meses atrás, la administración federal anunció que esta obra magna de la 4T tendría un costo aproximado de 160 mil millones de pesos, sin embargo, especialistas del sector aseguran que su coste total podría aumentar hasta un 23% ante la variación del peso frente al dólar.

Mientras tanto, de acuerdo con el Segundo Informe de Gobierno del 2019, 23 mil 825 millones de pesos fueron utilizados en la construcción de la refinería, principalmente en la realización de estudios, la adquisición de equipo crítico de largo tiempo de fabricación, ingeniería de detalle, adecuación del sitio y, por supuesto, el mejoramiento de sueldos. En julio de ese mismo año, la Secretaría de Hacienda publicó un Informe de avance del gasto indicando que en el proyecto llevaban gastados 708 millones en la construcción de la refinería.

El mandatario mexicano insiste que este no es un gasto, sino una inversión necesaria “para lograr la autosuficiencia en la producción petrolera del país, y para potenciar la generación de empleo en toda la región sur-sureste”.

La transformación va: El Tren Maya

Es un hecho que el nuevo paquete presupuestal estará definido en dos aspectos: 1) mantener la política de austeridad, y 2) reactivar la economía mediante el crecimiento laboral en el sureste del país. “El sureste del país fue olvidado durante largo tiempo por parte de muchos gobiernos, al no ser tomado en cuenta con acciones que le permitiera un desarrollo equitativo en comparación a otras zonas del país”, afirmaron diputados de Morena.

El sureste sigue y seguirá siendo olvidado en otras cuestiones, la violencia familiar y de género es uno de los delitos más recurrentes en la zona sureste del país; Quintana Roo es el segundo estado de la región con más registros de violencia familiar con relación a la violencia de género (hasta el 2018 se han registrado 4 mil 25 delitos contra la mujer).

Irónicamente, el presupuesto de este año destinado a la operación de Refugios y Centros de Atención Externa para mujeres víctimas de violencia, representó sólo el 0.3% del total del gasto público, en contraste con los recursos para el Tren Maya, proyecto al que se aumentó 13% del presupuesto, pasando de los 2 mil 580 millones a 26 mil 730 millones de pesos; a excusa de tener previsto que el megaproyecto creará 95 mil empleos directos, generando una derrama económica positiva para el país.

Todo apunta que el gobierno apostará más en sus proyectos insignia para el 2021 en lugar de reorientar dichos recursos a sectores prioritarios como la salud, protección y seguridad, desigualdad y desarrollo sustentable. Un estudio realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria estipuló que en estos mega proyectos (Tren Maya, Refinería Dos Bocas y Aeropuerto de Santa Lucía) se tiene destinado más de 43 mil millones de pesos en lo que resta del año, recursos suficientes para aumentar el número de pruebas de Covid-19, la planta de enfermeros y doctores, y elevar el número de cuerpos policiales para resguardar la seguridad de miles de mujeres mexicanas en riesgo, recursos suficientes para enfrentar una de tantas crisis que vivimos.


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