Ciencia y Tecnología

¿Quién expresa el poema? El yo lírico y la voz poética

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En ocasiones los literatos y los críticos literarios se anticipan en postular y tratar temas filosóficos, lingüísticos o psicológicos. Así ha ocurrido con la llamada teoría del sujeto, uno de cuyos apartados es el yo poético que se expresa en la poesía y la literatura, un tópico relevante al yo y la autoconciencia, como veremos ahora.

Para abordar el tema forjaré sobre las ideas de dos críticos literarios: el chileno Cristián Gallegos Díaz y la turca Mutlu Konuk Blasing, quienes publicaron en 2006 y 2007 sendos artículos en relación con el sujeto poético. Como sucede con otros analistas de la literatura, ambos ubican la génesis de este problema para la era moderna en los escritores románticos de los albores del siglo XIX. En efecto, en el prefacio de sus Baladas líricas de 1800, el pionero del romanticismo, William Wordsworth, definió de manera célebre que la poesía tiene su origen en la emoción rememorada en la tranquilidad y Johann Wolfgang von Goethe, por la misma época, reafirmó que el poema surge de las experiencias vividas. El sujeto que enuncia el poema sería el propio poeta al expresar sus actos, imágenes y emociones de una manera lúcida, depurada y bella. En el mismo sentido, G. W. F. Hegel, el prominente filósofo del idealismo alemán, consideraba que la poesía lírica es el género literario más subjetivo, el más relacionado con el yo del autor. Sin embargo, hacia finales de ese siglo los simbolistas franceses, encabezados por Charles Baudelaire, cuestionaron la concepción romántica. De manera innovadora plantearon un sujeto lírico como distinto o separado del escritor, pues distinguieron a la poesía como una composición creativa no necesariamente anclada en la vida y la experiencia del autor.

pioneros del yo lirico
Grabado de William Wordsworth, pionero de la poesía romántica inglesa hacia 1830 (izquierda) y autorretrato del simbolista francés Charles Baudelaire hacia 1848.

Eventualmente surgió una noción mediadora entre estas dos opciones: el autor, concebido como el yo empírico, el yo real, siempre se esconde detrás del yo lírico, quien enuncia las palabras y versos del poema. Para expresarse, el poeta inventa o utiliza implícitamente un personaje en su composición. Quien habla en el poema es una máscara, es otro yo, el yo lírico. Es decir: aunque se base en la experiencia del poeta, el poema sería siempre una narración urdida por el yo lírico. La disyuntiva, sin embargo, no estaba realmente zanjada y dio para mucha discusión.

En la primera mitad del siglo XX los fenomenólogos discípulos de Edmund Husserl polemizaron sobre si el poema enuncia la vivencia o experiencia del poeta –denominada erlebnis en alemán–, o bien, si el texto es un artificio separado de la existencia vital del autor: una ficción creada, una poiesis. Desde entonces, persiste una disyuntiva problemática entre un sujeto autobiográfico necesariamente ligado al yo empírico –el autor, su vida y circunstancias –, o bien un yo poético autónomo y fabuloso a través del cual el poeta crea su expresión lírica. Plenamente consciente de esta dicotomía a mediados del siglo XX, la poeta puertorriqueña Julia de Burgos la expresó de manera ardiente en este cuarteto en formato alejandrino:

Mienten, Julia de Burgos. Mienten, Julia de Burgos.
La que se alza en mis versos no es tu voz: es mi voz,
porque tú eres ropaje y la esencia soy yo;
y el más profundo abismo se tiende entre las dos.

julia de burgos
Julia de Burgos vs. Julia de Burgos: el yo autoral vs. el yo poético. Imagen editada por el autor de la original, obtenida de https://bit.ly/38to7iK.

Con la postmodernidad y la deconstrucción que proclamaron la muerte del sujeto, en el último tercio del siglo XX fue predominando la idea de que la creación poética no es una expresión directa de la conciencia del autor, pues éste crea un objeto artificial dotado de contenidos y sentidos fabricados de acuerdo a normas expresivas y estilos imperantes. Esto puede resultar extraño para quienes se conmueven al leer o escuchar los sentimientos, reflexiones o metáforas expresados en un poema y que se perciben o interpretan como emanados de la experiencia, ingenio o necesidad de expresión de un creador. Pero esto no se niega por la teoría del sujeto literario desarrollada en los últimos tiempos. Reflexionemos el asunto en más detalle.

Dado que el o la poeta manipulan un lenguaje simbólico y figurado, su verso no es expresión inmediata de su interioridad, sino que ocurre a través de una elaborada y esmerada mediación verbal que se conoce como voz poética. Los poetas que se basan más en sus vivencias expresan creencias, sentimientos y sensaciones o glosan acontecimientos y lugares, pero lo hacen de forma indirecta y mediada. Muchos componen desde otra perspectiva –o desde la perspectiva de otro– y la voz poética es distante de su experiencia, pero no es menos comprometida. Como dice Gallegos: “el yo poético no es un individuo empírico, sino un sujeto virtual creado en, y, por el poema”.

yo lirico yo prosaico
Figura tomada del cartel Yo poético / yo prosaico (Ilustración: Tomasz Alen Kopera, 1976).

Aunque sobre esto hay menos controversia, los críticos aún se dividen al interpretar o analizar un poema. Unos buscan en la biografía y la psicología del poeta los supuestos resortes y razones de su expresión lírica, mientras que otros ven al poema como un objeto lingüístico analizable en sí mismo por sus formas y contenidos independientemente de quien los confeccionó y por qué. Con base en las ciencias cognitivas, Gallegos reconoce que el poeta procesa tanto la realidad del mundo que le rodea como su propia realidad interna mediante complejas operaciones mentales de orden afectivo, cognitivo y lingüístico necesariamente vinculadas a una época, a una realidad, a una cultura. El chileno se apoya en la escuela rusa de psicólogos y lingüistas, en particular en el destacado neuropsicólogo Alexander Luria, para subrayar el sustrato social del lenguaje y de la expresión poética. De esta forma traza una división en la mente humana: el mundo de las cosas concretas captadas por los sentidos y manipuladas por la acción motriz, y el de los procesos mentales compuestos por palabras. Para establecer una comunicación con una audiencia imaginada, el poeta manipula la lengua transformando o creando significados posibles, y como resultado de su labor el poema es polisémico y puede ser interpretado de maneras muy diversas.

Paul Ricoeur
El filósofo, fenomenólogo y antropólogo francés Paul Ricoeur hacia 1980.

De acuerdo al filósofo francés Paul Ricoeur, lo que surge de la composición es un yo poético, una ordenación figurada del sujeto empírico que es el propio autor: “el yo lírico es una interpretación representada o una representación figurada del sí mismo del poeta”. Hay entonces un vínculo de transferencias entre el yo empírico y el yo lírico ficcional. Este sujeto poético no es una creación a partir de cero, es la proyección de un creador de sentidos, ciertamente, pero circunscrito por tiempo, lugar e historia. Quedan implicadas tanto la expresión vivencial y autobiográfica del autor, aunque necesariamente indirecta, como la idea de que el poema es un objeto lingüístico y ficcional enunciado por un narrador, el yo poético, dirigido a un destinatario implícito, el lector posible, para ofrecerle una interpretación, una propuesta, una visión del mundo. Erlebnis –la experiencia personal como germen del poema– y Poiesis –la creación imaginativa como fuente del poema– se dan la mano.


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Información sobre la epidemia del coronavirus

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Por Ignacio Anaya Minjarez.

Tal parece que con el brote de un virus el pánico nuevamente comienza a asomarse. El reciente descubrimiento de un nuevo coronavirus ha puesto a todo el mundo con la mirada en China y en toda la información que gira en torno a la infección. Origen, transmisión, infectados, muertes y recuperaciones son sólo algunos de los datos que encontramos en medios de comunicación y redes sociales. Ante tanta carga informativa, hemos entrado en un estado de incertidumbre respecto a cómo enfrentar todo eso, por lo que es necesario prepararnos ante la inevitable llegada de este coronavirus al país.

Lo primero que debemos hacer es, ante todo, mantener la calma. Es importante mantenerse informado correctamente y no caer en la falsa información que circula por redes sociales. Es una realidad que surgió un nuevo brote del coronavirus, el cual es altamente contagioso y en ciertas condiciones puede ser letal. Ante esto es necesario mantenerse preparado y hacer caso a las indicaciones de los servicios de salud.

Una conciencia histórica nos permite ver que, a lo largo de nuestra historia, los humanos hemos estado expuestos a pandemias que en varios casos terminaron siendo devastadoras. Hace poco más de cien años la pandemia de gripe en 1918 causó la muerte de cerca de 50 millones de personas alrededor del mundo en un corto periodo de dos años. En el siglo XIV la peste negra acabó con aproximadamente el 60 por ciento de la población Europa. Son probablemente las dos epidemias más conocidas, pero en cada siglo ha habido un gran número de pandemias. La peculiaridad de las que han surgido a partir de la segunda mitad el siglo XX y XXI, es la atención que reciben por parte de los medios; esto no quiere decir que sea algo malo, pero con la información también surge bastante desinformación. Esto resulta peligroso, ya que a la vez puede provocar actitudes de rechazo y hostilidad hacia ciertos grupos. Ya lo hemos visto con el resurgimiento del racismo hacia la población China debido al coronavirus. No es algo nuevo; por ejemplo, durante la peste negra las comunidades judías fueron perseguidas en Europa, pues según se creía que fueron los causantes de dicha plaga.

A todo esto, es fundamental no alarmarnos frente al brote de un nuevo virus. Debemos estar bien informados y mantener una conciencia crítica frente a todo lo que recibimos en medios respecto al coronavirus. Y recordar que históricamente hemos enfrentado epidemias peores que finalmente nos hacen estar mejor preparados ante nuevos brotes.


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Determinación de la edad de la Vía Láctea

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Dadas las incertidumbres que llevan algunas mediciones y modelos astronómicos, los investigadores prefieren emplear varios métodos para estimar lo mismo y así tener certeza en sus conclusiones. Por ejemplo, ahora se ha empleado la sismicidad de las estrellas para calcular la edad del disco grueso de la Galaxia; además de determinar la edad por las estrellas que son más comunes en esa región, como el Sol, y por la abundancia de elementos químicos. Todas las mediciones indican que el disco grueso se formó hace 10 mil millones de años.

via lactea
La Galaxia es una estructura de cien mil millones de estrellas de distintas edades. Las más antiguas están en el halo, las más recientes en el disco (Hubble Space Telescope).

Nuestra Galaxia, cuya parte visible es la Vía Láctea, es un conjunto de 100 mil millones de estrellas, cuerpos menores, nubes de gas y de polvos, y un halo de gas incandescente y materia oscura. Lo que vemos es el disco donde se encuentran los brazos espirales y las nubes de formación estelar. Puesto que vivimos dentro del disco grueso, no podemos ver a la galaxia en su conjunto. Se conoce su forma comparándola con otras galaxias y por medio de ondas de radio, que la atraviesan en su totalidad. La Galaxia es el resultado de la fusión de varias galaxias. Incluso hoy en día está en proceso de capturar a la galaxia de Sagitario y en el futuro absorberá a las nubes de Magallanes, dos de sus satélites; incluso en el futuro remoto se fusionará con la galaxia de Andrómeda. Así que determinar la edad no es sencillo, depende de lo que se quiera medir.

De manera muy sencilla, la parte más antigua de nuestra Galaxia es el halo, de gas de alta temperatura, materia oscura y cúmulos de estrellas antiguas. La más joven es el disco delgado, rodeado por un disco grueso que se formó un poco antes.

Estructura de la Galaxia
Estructura de la Galaxia (NASA/Caltech/JPL).

Existen varias formas de calcular la edad de un conglomerado como la Vía Láctea, uno es midiendo la edad de las estrellas más longevas. Otra forma es determinando su composición química; en el universo temprano sólo había dos elementos: el hidrógeno y el helio; el resto se formó mediante las reacciones nucleares en el interior de las estrellas; éstas arrojan los nuevos elementos al espacio durante las etapas finales de su evolución. Entre mayor sea el número de generaciones estelares, mayor será la cantidad de elementos químicos como el oxígeno o el hierro. Se estima que la Vía Láctea comenzó su existencia hace 13,000 millones de años. Recordemos que la expansión cósmica comenzó hace 13,800 millones de años. Ninguna estrella del halo tiene una edad mayor a 13,000 millones de años y las del disco grueso suelen haberse formado hace unos 10,000 millones de años.

Existe la sismicidad estelar, las estrellas generan ondas de presión que las recorren; su análisis permite conocer su estructura interna, así como sucede en la Tierra; donde las ondas sísmicas atraviesan distintas capas que analizar los geofísicos. Ahora con los nuevos datos, se ha estimado que la edad del disco grueso que rodea al que contienen los brazos espirales, es de 10,000 millones de años.

Un aspecto interesante de este descubrimiento es que se emplearon datos del telescopio Kepler para analizar la sismicidad estelar. Este telescopio se diseñó para descubrir planetas extrasolares, mundos de otras estrellas que al pasar frente de ellas absorben parte de su luz y permiten determinar sus diámetros y la composición de su atmósfera. Sin embargo, las observaciones de Kepler son tan precisas que gracias a ellas también pudo medirse con exactitud la sismicidad estelar.


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Mitos y realidades de los Activos Virtuales

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Aunque hay divergencias en cuanto a las posturas y acciones, los activos virtuales son una realidad; México responde de acuerdo a la ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) que tiene implícito un proceso de innovación constante que permite la incorporación de nuevos participantes, productos, servicios y reglas para que interactúen.

Con la ley para regular a las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech), las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) tienen capacidad de operar con activos virtuales, entendidos como las representaciones de un valor digital verificable, que no se encuentran emitidos ni respaldados por ningún banco central o entidad financiera, es decir, que no tienen curso legal y, a pesar de eso, generan unidades para su intercambio debido a su aceptación por el público.[1]

Además, en la ley se añade que las ITF podrán constituir depósitos en entidades financieras autorizadas para recibirlos, y que será facultad del Banco de México prever situaciones relacionadas con la transformación o modificación de características de los activos virtuales.

En respuesta a su mandato, en marzo de 2019, el Banco de México emitió las Disposiciones de Carácter General para el manejo de activos virtuales. En ellas, indicó que sólo permitirá que los bancos y las ITF, reguladas bajo la Ley Fintech, realicen operaciones con activos virtuales de manera interna, sin trasladar el riesgo a sus usuarios.

Entre sus argumentos, dijo que no busca restringir el uso de tecnologías que pudieran tener un beneficio desde la perspectiva de eficiencia o funcionalidad, siempre y cuando estas tecnologías sean utilizadas en el contexto de la operación interna de las ITF e Instituciones de Crédito, y esto a su vez no implique un aumento significativo en los riesgos operativos o financieros de las mismas. Es decir, la utilización de tecnología como registros distribuidos, cadena de bloques o incluso los propios activos virtuales en sus procesos internos, podría llegar a ser factible previa autorización del Banco de México, siempre y cuando los riesgos de los activos virtuales no impacten al consumidor final.[2]

ley fintech y valores virtuales
Imagen: Cointelegraph.

Por lo anterior, el Banco de México presentó una regulación en la que se establece un mecanismo de solicitudes de autorización en la que se requiere a las instituciones interesadas presentar la forma en que atenderán los riesgos asociados a la operación con activos virtuales en caso de que decidan utilizarlos para su operación interna, sin considerar algún tipo de autorización que implique la operación con activos virtuales de cara al cliente, pues se considera que la provisión de servicios relacionados con activos virtuales al público en general por parte de las instituciones financieras no es conveniente y los riesgos asociados a los activos virtuales no deben impactar al usuario final.

En cuanto a los riesgos asociados a los activos virtuales la preocupación radica en que su actividad (encabezada por el bitcoin), presenta crecimientos exponenciales alentados por aumentos de su precio y, pero al mismo tiempo, enfrenta una serie de riesgos, como el de crédito, tecnológico, de mercado y operacional debido a que la validación de una transacción media suele ser de unos 10 minutos (en promedio) y la ausencia de respaldo bancario o institucional expone a cualquier usuario al incumplimiento de la contraparte sin las habituales garantías financieras que ofrecen los sistemas de pagos internacionales. Adicionalmente, el anonimato de los actores en ciertas operaciones y la imposibilidad de dar marcha atrás a transacciones sobreexpone a los usuarios ante el riesgo de impago (riesgo de crédito).

También es obvio que las monedas virtuales son absolutamente dependientes de la tecnología y tienen por delante importantes retos por solventar antes de convertirse en un medio universalmente aceptado (riesgo tecnológico).

Sumado a lo anterior, se considera la volatilidad, la cual es más pronunciada que las monedas “garantizadas” por los países –por ejemplo, la del bitcoin en 2017 fue de 79 por ciento, en promedio– (riesgo de mercado), aunado a los errores y la exposición al fraude que son elevados por el propio diseño de la moneda virtual y su falta de respaldo institucional (riesgos operacionales).

Además, el Banco de México aclaró que actualmente no hay un régimen de prevención de operaciones con recursos de procedencia ilícita o de financiamiento al terrorismo que aplique a aquellas personas distintas a las entidades financieras que, de manera habitual y profesional, ofrezcan el intercambio de activos virtuales a través de plataformas electrónicas, digitales o similares, que dichas personas administren u operen, facilitando o realizando operaciones de compra o venta de dichos activos, propiedad de sus clientes, o bien, provean medios para custodiar, almacenar, o transferir activos virtuales. No obstante, mediante reformas a la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, publicadas el 9 de marzo de 2018, estas personas están sujetas al régimen de dicha Ley a partir de septiembre de 2019.

banxico bitcoins
Imagen: Alto Nivel.

Preocupación y respuesta

Organismos y autoridades de diversos países e instituciones globales han expresado su preocupación por la expansión de los activos virtuales debido a que, si bien pueden ser utilizados de manera legítima, su complejidad y variedad incrementan los riesgos de fraude o de inversiones especulativas, por lo que son una prioridad los mecanismos de divulgación de información sobre los activos virtuales para que los usuarios cuenten con mayores y mejores elementos para la toma de decisiones.

En ese sentido, Francia, Lituania, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia y Costa Rica han emitido comunicados sobre el uso de activos virtuales y, en algunos casos, han advertido sobre la falta de regulación. Alemania y Reino Unido han ido más allá. En Alemania, la Autoridad Federal de Supervisión Financiera catalogó a los activos virtuales como instrumentos financieros, por lo que, en caso de que alguna empresa quiera ofrecer servicios de compra-venta de activos virtuales, requieren una autorización de dicha autoridad; en Reino Unido, aunque no existe una regulación sobre activos virtuales, la compra-venta de bienes y servicios que utilicen activos virtuales son sujetos al impuesto sobre la renta.

Es un hecho que no se puede escapar a la realidad, de ahí que países como Japón, Corea del Sur y el estado de Nueva York ya cuenten con una regulación: Ley de Servicios de Pago, Directrices para la Prevención de Lavado de Dinero con Activos Virtuales; y BitLicences, respectivamente. En ellas se hace un reconocimiento a los activos virtuales y se establecen los lineamientos, obligaciones y responsabilidades para su uso.

Por su parte, instituciones internacionales han planteado su postura y acciones. El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) considera que por el tamaño de mercado y las dificultades que presentan los sistemas que soportan a dichos activos para escalar el número de operaciones, estos activos no representan un riesgo sistémico, y la posibilidad de que puedan alcanzar una importancia sistémica es muy baja. Además, cree, que es poco probable que los activos virtuales sustituyan a las monedas nacionales.

bitcoins y facebook
Imagen: OneClick Media Group.

El Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés) plantea un desafío y una necesidad. El desafío tiene que ver con el combate al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo; y la necesidad con establecer reglas que garanticen la protección a los consumidores.

El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI, o FATF, por sus siglas en inglés), está buscando incluir a los activos virtuales y las operaciones con estos como actividades que requieren la aplicación de todas las acciones recomendadas para combatir el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, debido a que representan un activo que facilita la realización de actividades ilícitas.

Las autoridades y los bancos centrales de diferentes partes del mundo siguen escrutando con cautela el mercado de los activos virtuales. En su momento, el anuncio de la intención de crear Libra, la criptodivisa encabezada por Facebook, con tipo de cambio estable y con el potencial de convertirse en un fenómeno global, ha sido el catalizador de un debate que no para y sigue sumando decisiones respecto a los activos virtuales como la de Suecia.

Desde hace dos años la autoridad monetaria sueca examina las posibilidades, los pros y contras, de lanzar una divisa electrónica –e-krona (corona digital)–, como respuesta a la acelerada reducción del uso del dinero en efectivo en el país escandinavo. El Banco Central de Suecia (Riksbank) iniciará este año una prueba piloto para desarrollar la que podría convertirse en la primera criptomoneda estatal de Europa.

En México, ya se ha establecido el escenario y el margen de participación de los activos virtuales en el marco de la Ley Fintech bajo los criterios del Banco de México; la Comisión Nacional Bacaria y de Valores –que trabaja de forma tripartita con la Secretaría de Hacienda y el Banco central–, desde su mandato trabaja sobre la línea establecida para garantizar la estabilidad del sistema financiero en el marco de un proceso de innovación constante que permite la incorporación de nuevos participantes, productos, servicios y reglas para que interactúen.


Notas:
[1] SEGOB, Subsecretaría de Enlace y Acuerdos Legislativos, oficio núm. SELAP/300/2734/17.
[2] Regulación sobre la operación con activos virtuales por parte de las Instituciones de Tecnología Financiera e Instituciones de Crédito.


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Amor y desamor digital, los laberintos del cupido electrónico

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El uso masivo de Internet ha modificado de forma sustancial tanto la idea del amor como las prácticas sociales vinculadas a él. 

Quizá nunca un instrumento tecnológico tuvo una repercusión tan amplia y rápida en su efecto como lo ha tenido el advenimiento de la Era digital sobre nuestras ideas y prácticas en lo que suponemos es el amor.

Las fronteras entre lo público y lo privado, y aun lo íntimo, se han visto disueltas, o al menos seriamente adelgazadas a partir del uso de las redes sociales.

A la vez, la noción de ese espacio en el que el amor es posible (y visible), ha visto mutar con rapidez inusitada las nociones más férreamente conservadas durante siglos en torno al cuerpo, ese continente y contenido donde el amor tiene lugar, ni más ni menos.

Amor y corporeidad es un binomio tan insoluble como el de amor e historia. Entre ambos binomios, el papel de las tecnologías se ha colocado en el centro de estas dos construcciones.

En lo que constituye una extensa indagación sobre comunicación, amor, conflicto y nuevas tecnologías, Tania Rodríguez Salazar y Zeyda Rodríguez Morales hacían ver cómo los mundos de lo amoroso y lo sexual se están transformando drásticamente a partir del uso generalizado de Internet, la creciente disociación del sexo y los sentimientos, y el cuestionamiento a los fundamentos tradicionales del amor romántico.

amor y desamor en redes sociales
Imagen: Scty Lecaster.

Para las investigadoras de la Universidad de Guadalajara, estas transformaciones no solamente afectan el contacto en línea, sino también los encuentros cara a cara, teniendo como personajes protagónicos a los jóvenes que han crecido con las tecnologías y las usan con experticia en la vida cotidiana, estableciendo continuidad entre la socialización que ocurre en los mundos online y offline en sus vidas.

A sólo un par de años de distancia del reporte que como avance de investigación presentaron Rodríguez Salazar y Rodríguez Morales, destaca en primer ámbito la rapidez con la que la idea de una vida off line y otra vida on line, ha dado paso a una vida de conexión permanente.

De tal suerte que, si ya se adelantaba en la investigación citada el modo en que el uso de las plataformas digitales ha modificado las interacciones amorosas, diríamos no sólo entre los jóvenes, este fenómeno se ha ampliado y profundizado en los años que corren.

La conclusión salta a la vista y es constatable en el día a día, la instalación definitiva de una nueva era se constata en la modificación de los relatos tradicionales que forjaron la idea de relación de pareja “y todos sus correlatos: el cortejo, el ligue casual, la comunicación afectiva, la búsqueda de reconocimiento público, la socialidad romántica o sexual, entre muchas otras cosas”, tal y como aseguran las investigadoras mexicanas.

Destaca entre esas otras muchas cosas alteradas sin vuelta a atrás, la manera en que lo amoroso y sus manifestaciones en y a través de las redes sociales, ha asumido en torno a las rupturas amorosas, los amores fallidos, el abandono, la soledad, la nostalgia del otro, y un largo etcétera que puede se compendiando como las “formas del desamor” en la Era digital.

 En esta dirección, si nos valemos de la afirmación del sociólogo Zygmunt Bauman respecto a que una época, la nuestra, marcada por la noción de raudas obsolescencias, tendremos el elemento que cierra la pinza en relación con las formas del desamor y sus expresiones públicas a través de las redes sociodigitales.

del amor y los match
Imagen: El tiempo.

La experiencia del rápido desecho, asumida como la valoración social positiva del rápido cambio contra el principio de la duración y la prolongación, abre a quien experimenta el amor a un impulso semejante al de cambiar de licuadora (ya no digamos, de celular).

El asunto no pasa por el callejón sin salida de condenar moralmente las relaciones “fast track” de hoy, sino por comprender un entorno más amplio de ideas y prácticas en las que esto se hace presente.

El ligue raudo y el desligue doloroso, son expresiones del mapa de una época en la que los actores continúan tratando de comprender sus principales meridianos.

Bajo este arco de ideas, el que las redes se hayan vuelto una suerte de “vertedero a cielo abierto” de sentimientos de despecho y abandono, en el marco de una forma de representación del mundo en la que considerar obsoleta toda forma de permanencia, se ha vuelto la norma.

Dicho de otra manera, si se cambia de dispositivos, autos, trabajo, lugar de residencia, sin dar espacio para que la experiencia se haya agotado, que es ésa la tesis fundamental de Bauman, la pregunta que sobreviene es tan lógica como dura: ¿por qué no habría de cambiarse de pareja con la misma rapidez y afán con el que se aplaude toda “actualización”?

Con la diferencia, claro, de que una licuadora que se ha dejado atrás por otra con “más funciones”, no pondrá nunca un tuit reclamando su suerte.

Lo que se ha vuelto público son las formas privadas de lo impublicable: el cruento dolor. Ese virus, tan fácil de viralizarse.

Tan fácil.


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Mujeres que hicieron historia en la ciencia

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Mujeres en la ciencia que sortearon obstáculos para dejar huella

Vivimos en un contexto en que la brecha del género aún existe, sin embargo, cada vez son más las mujeres que luchan por que esta brecha no sea tan marcada.

A lo largo de la historia las mujeres tuvieron que sortear diferentes obstáculos para abrirse paso en un mundo dominado por los hombres y dejar huella en la ciencia.

Las mujeres y su participación en la ciencia es un tema que se basa fundamentalmente en la falta de reconocimiento. Los arrebatos de créditos merecidos y la falta de respeto profesional por parte de sus colegas hombres, siempre han estado a la orden del día, incluso en la actualidad.

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, presentamos a las mujeres que abandonaron el rol que culturalmente “debían cumplir,” para dar paso a su vocación, a su estudio, a su pasión que muchas veces fueron limitadas y confrontadas por su propia familia, la sociedad y lamentablemente sus colegas científicos.

Ida Tacke

Ida nació en 1896 en Alemania, sus estudios se centraron en la física y la química. Ella fue una de las primeras mujeres alemanas que estudió química, en 1919 se doctoró en la Universidad Técnica de Berlín y es considerada por su trabajo como química como la primera mujer en la industria alemana.

A los devenires que ha tenido su trabajo y que fueron “retomados” por otros colegas adjudicándose todo el mérito se derivan muchas discusiones. Curiosamente muy parecidas a las que alegan los detractores de los métodos de Rosalind Franklin para presentar sus trabajos. Por ejemplo, se sabe que Ida Noddack (su nombre de casada) fue la primera científica en mencionar la idea de la fisión nuclear; sin embargo, su trabajo prácticamente fue ignorado.

Más tarde sería asumido por Lise Meitner y Otto Stern. En ese trabajo describió los procesos fundamentales de la fisión, aunque el término no se había inventado todavía. Sería más tarde Enrico Fermi, quien fuera galardonado con el Premio Nobel de Física por sus trabajos sobre radioactividad inducida.

Ida es reconocida por el descubrimiento del renio de número atómico 75, sin embargo, junto con su esposo publicó un documento en el que aseguraban también haber aislado el elemento 43 (masurio, como le llamaron) pero sus resultados no fueron reproducibles. No fue sino en 1937 cuando Emilio Segre y Carlo Perrier lograron islar el elemento 43 al cual llamaron (y así lo conocemos) como tecnecio. Ida fue nominada 3 veces al Premio Nobel de Química.

Émile de Châtelet

Esta aristócrata parisina nació en el año de 1706. En dicha época las mujeres no asistían a la universidad, así como no eran bienvenidas en las tertulias científicas que en muchas ocasiones se daban lugar en los cafés de París. Sin embargo, tuvo la fortuna de contar con un padre liberal que le otorgó la misma educación que a sus hermanos hombres, aun siendo la única mujer de los seis hermanos que conformaban su familia.

Así, Émilie tuvo acceso a una educación culta en matemáticas, literatura, metafísica e idiomas: hablaba inglés, italiano, alemán, latín y griego. De hecho tradujo textos de Aristóteles y Virgilio, fue traductora y difusora de las teorías de Newton.

Contrajo matrimonio con el marqués du Chastellet-Lomont y en adelante viviría rodeada de lujos y el modo de vida habitual para los aristócratas de esos tiempos; sin embargo, no abandonó nunca su interés por el conocimiento. Su marido, que constantemente se encontraba lejos de ella en campañas militares, no se opuso al trabajo de Émilie. Incluso, en el castillo de Cirey se dio lugar una de las épocas más prolíficas en el trabajo de ella, esto, en compañía de Voltaire con el que mantendría una relación intensa (romántica y de trabajo) en la cual ambos se apoyaron mutuamente en sus obras.

Su amor por la física y las matemáticas la llevó a dedicarse toda su vida al estudio, la contribución más duradera de Du Châtelet a la ciencia fue su traducción al francés de ‘Principia’ de Isaac Newton, que todavía está en uso hoy en día.

Vera Rubin

Si hay alguien que ha protagonizado toda clase de descréditos como científica es esta astrónoma estadounidense nacida en 1928 y quien vive a la fecha con 86 años, pues desde los inicios de su formación universitaria se vio afectada por las normas de ese tiempo. Se dice que cuando fue aceptada en la Universidad de Vassar en 1948 un maestro le dijo “eso está bien, mientras se mantenga alejada de las ciencias, estará bien”. Luego, intentó realizar un doctorado en la Universidad de Princeton, esto no sucedió puesto que no se permitía mujeres en el programa de Astronomía (y fue así hasta 1975).

Fue admitida en la Universidad de Cornell donde estudió Física, luego estudió en la Universidad de Georgetown bajo la conducción de George Gamow, éste conocido por haber predicho el Fondo Cósmico de Microondas como una consecuencia del Big Bang. La tesis de Vera Rubin buscaba responder si las galaxias se distribuían de forma uniforme en el Universo.

Sus observaciones y estudios contribuyeron a desarrollar la Astronomía moderna debido a sus estudios sobre lo que denominó “materia obscura”. Con mucho escepticismo y descalificaciones el trabajo de Vera fue finalmente recibido y fue hasta ese momento, que otros colegas, dieron crédito a sus investigaciones.

A Vera Rubin se le han otorgado grados de Doctor Honoris Causa por parte de diversas universidades, entre ellas Harvard y Yale. Por sus contribuciones, por sus artículos de investigación, actualmente Vera es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y de la Academia Pontificia de las Ciencias.

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Diálogo interior: la persona conversa consigo y con otras

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En su ingreso a la Real Academia Española, el neuropsiquiatra gaditano Carlos Castilla del Pino mencionó que la palabra reflexión indica “nueva y detenida consideración sobre algún objeto”. Podemos agregar que el pensamiento reflexivo asume varias formas: (1) es autoconsciente cuando el sujeto controla su propia actividad cognoscitiva para llegar a conclusiones y conocimientos válidos; (2) es fundamentalmente verbal cuando acontece como un discurso privado en forma de palabras, frases, juicios y razonamientos, (3) suele tomar la forma de un diálogo interior que se desenvuelve sin que la persona pronuncie palabras en voz alta. En esta ocasión revisaremos el tema de la reflexión y el diálogo interior como un recurso literalmente dramático o teatral de la autoconciencia.

En su libro Cómo pensamos de 1913, el erudito y pedagogo pragmatista de Nueva Inglaterra, John Dewey, distinguió varios tipos de pensamiento con base en su eficacia. Otorgó la mayor eficiencia al pensamiento reflexivo como una sucesión de ideas donde cada una se deriva de la anterior y da origen a una siguiente para eventualmente llegar a conclusiones o valorar creencias. El pensamiento reflexivo es un proceso consciente que tiene una meta y esa meta impone una tarea congruente con la intención; es una actividad deliberada en la que interviene el yo como agente generador de los conceptos y creencias que se evalúan: el yo se hace cargo de sí mismo.

John Dewey
El filósofo y pedagogo pragmatista John Dewey hacia 1902 en la Universidad de Chicago y su libro “Cómo pensamos” (1913) donde examina el pensamiento reflexivo.

Hannah Arendt, la incisiva filósofa sobre imperialismo y el totalitarismo en el siglo pasado, señaló que el pensamiento útil y creativo suele acontecer en soledad mediante un diálogo interno donde uno se hace compañía a sí mismo y que caracteriza gráficamente como dos en uno. En la mente un yo dialoga con otro yo en una conversación que, si bien es privada, tiene un formato público. Este dos en uno remite a la definición que ofreció Platón del pensamiento como el diálogo del alma consigo misma, aunque a diferencia del griego y en afinidad con el ruso Lev Vygotsky, la pensadora alemana no postula una esencia inmortal, sino una función cognoscitiva por la cual se interioriza y ejerce la función social del diálogo.

dialogo Hannah Arendt
La filósofa germano judía Hannah Arendt y su libro “La condición humana”.

Ahora bien, en su libro The voices within (“Las voces internas”) de 2016, Charles Fernyhough, profesor de Psicología de la Universidad de Durham, observa que el discurso interno no está restringido a las reglas del diálogo social y tampoco ocurre como un monólogo literario. Para empezar, el discurso y el diálogo interno no están coartados por el aparato fonador de la laringe, la lengua y la boca, lo cual permite y establece otra temporalidad y otra estructuración. El autor refiere que el discurso interno se instala con un notable ímpetu de hasta 4 mil palabras por minuto, unas 10 veces más veloz que el lenguaje articulado. Además, no es necesario formular frases completas, porque el pensamiento se desenvuelve a partir de un significado intuido de tal manera que las personas saben lo que quieren decir y luego desmadejan este núcleo de sentido en una cadena de palabras. Por otra parte, el discurso interno suele ocurrir acoplado con la imaginación cuando la persona visualiza un escenario donde personajes, lugares y espacios mutan de acuerdo con las circunstancias y propensiones del agente. El yo imaginado en estas situaciones no tiene una manifestación singular, constante, ni sencilla. Por ejemplo, el yo puede estar representado como una copia de su imagen corporal, o bien puede observar la escena desde un punto de vista subjetivo. Fernyhough, considera que no existe un yo o un self unitario, pues durante el diálogo interno la persona crea momento a momento la ilusión de un yo o un mi. Más adelante revisaremos con algún detalle las teorías de la polaca Malgorzata Puchalska-Wasyl, psicóloga experta en el diálogo interno, quien también argumenta en favor de una variedad de yoes con base en estudios empíricos.

Charles Fernyhough
Charles Fernyhough y su libro “Las voces interiores” de 2016.

El diálogo interno se ha vuelto un tema frecuente de la literatura de autoayuda porque se supone que su ejercicio es útil para resolver problemas, tomar decisiones razonadas, establecer objetivos, fortalecer la memoria y para guiar la conducta. Aunque estos beneficios son verosímiles, es difícil obtener evidencia directa de su eficacia, pues no hay una forma fehaciente de registrar el diálogo interno ni de evaluar sus efectos. Esto remite a un asunto medular de las ciencias cognitivas y que hemos abordado antes: cuando se trata de funciones subjetivas e internas el método de estudio y análisis se vuelve crucial. La “técnica dialógica de silla temporal” (Dialogical Temporal Chair Technique) es un método usado para activar voces internas de manera secuencial. Se solicita al sujeto que construya un diálogo interno cambiando de una silla a otra y adoptando en cada una un punto de vista ajeno. La técnica permite al sujeto analizar formas diferentes de pensar, sopesar mejor sus propios discursos y al investigador visualizar formas de diálogo interno. Por otro lado, una pregunta formulada al interior de la persona en referencia a sus posibles conductas se asoció a una mejor ejecución, pero sólo cuando el individuo había reportado darse cuenta del impacto del diálogo interno sobre su proceso de pensamiento.

Un grupo de investigadores utilizaron la estrategia de examinar la activación cerebral durante momentos no especificados. Para ello enviaron un pitido a voluntarios sometidos a una resonancia magnética del cerebro y registraron la actividad cerebral en esos momentos. Para que los sujetos detectaran y describieran su experiencia utilizaron un Muestreo Descriptivo de la Experiencia (Descriptive Experience Sampling) y examinaron estos momentos pareando la imagen cerebral con la experiencia reportada. Concluyeron que la estrategia es viable y digna de ser explorada porque hay una correlación entre lo que los sujetos expresaban sobre su experiencia y la pauta de activación de su cerebro. Encontraron además que el pedir a los sujetos que expresaran su diálogo interno se acompaña de una activación cerebral diferente a los momentos en los que expresaron su experiencia de forma espontánea. Dos regiones cerebrales, la circunvolución de Heschl y la circunvolución frontal inferior izquierda, se activaron de manera opuesta en las dos condiciones. Se conocía ya que la circunvolución frontal izquierda del cerebro es un área crucial para la autoconciencia y la toma de decisiones, y que se recluta durante las tareas de diálogo interior.

Ciencia del dialogo interno
Ilustración de un artículo sobre “la nueva ciencia del diálogo interno,” donde se revisan las investigaciones de Fernyhough, Hurlburt y colaboradores mencionadas aquí.

Podemos concluir que, si bien la reflexión en forma de diálogo interno es una de las actividades más privadas y no tiene indicadores fisiológicos seguros, existen indicaciones de que resulta en una mejor ejecución en comparación con el discurso declarativo. Esta actividad mental cumple funciones propias del conocimiento, tales como fundamentar nociones, evaluar experiencias confusas, redefinir las vivencias pasadas, tomar decisiones o definir las acciones futuras. De esta manera, el diálogo interno participa en la formulación de la identidad personal y la actividad autorreferencial, en especial durante los periodos de reflexión. Aprender a pensar reflexiva y críticamente sería una meta fundamental de la autoconciencia, de la enseñanza y de la propia filosofía: “pensar y enseñar a pensar” recomendaba certeramente el añorado maestro Eduardo Nicol.

Naturaleza, innovación, error y negocio: Big Data, la mutación del deporte

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Nunca antes en la historia humana se dispuso de tal cantidad de datos. La huella de los números. La capacidad para procesarlos. El mundo, todo, y en todo, dibujado en trazos que unen unos puntos con otros, establecen marcas, estadísticas, probabilidades. Big Data.

Si la naturaleza humana es errar, se trata de controlar o, al menos, disminuir el riesgo de que ello ocurra en el momento menos oportuno.

La estadística no es una ciencia nueva, eso se sabe. El registro, acumulación, resguardo y relación de unos datos con otros es tan milenaria como la invención de la escritura misma.

De lo pequeño sacar lo máximo. Algo así podría definirse esta disciplina capaz de obtener conclusiones sin necesidad de registrar todos los casos y aun menos de que las cosas sucedan.

En ampliar el resultado obtenido de lo observado y llevado a números y constantes, radica la seducción de esta capacidad para recopilar, procesar, analizar e interpretar lo que de otro modo sólo serían números y más números.

deporte tecnologio
Imagen: Pinterest.

Datos particulares, pues, capaces de desplegarse como fenómenos colectivos en una cuantía suficiente como para establecer conclusiones que, al menos, aparezcan como lógicas; probables, o altamente probables, en el lenguaje de quien opera estadísticamente.

Si por naturaleza asumimos la manera de relacionarse con dos elementos, metáforas, de la propia vida humana: el tiempo y el error, hasta hace poco, al menos, la naturaleza de los deportes era consustancial a ellos mismos.

Así, más allá de la tradicional diferencia entre deportes de conjunto e individuales, la tradición deportiva establecía respecto al tiempo su primera diferencia realmente sustancial.

Deportes sin tiempo límite, el beisbol o el tenis, por ejemplo. Frente a deportes cuyo desarrollo asemeja, en sí mismo, el cronómetro de la vida que corre contra la propia vida. Deportes de tiempo límite. El box, el futbol, tanto soccer como americano, el basquetbol, entre otros.

El tiempo está ahí, se acepta en ambos casos, mas podemos actuar (vivir) a nuestras anchas, se dice en unos deportes; el tiempo es el verdadero enemigo por vencer, el rival es un pretexto, se dice en cambio en los que un conjunto puede no ser capaz de resistir un fatídico último minuto.

En cuanto a la relación con los datos y las estadísticas, también asoman diferencias. De suerte tal que la capacidad, obsesión, genio, ciencia o quiera llamársele a eso que une a los norteamericanos con la recopilación de datos, ha estado presente de manera rotunda en los deportes que eligieron como encarnación de su identidad.

big data y deportes
Imagen: Spindox.

Sin ser norteamericano, por supuesto, pero sí una leyenda en la narración del beisbol, el “Mago” Septién hizo legendarias aquellas libretas, plagadas de datos, que lo acompañaban en toda transmisión.

La intromisión de los registros en números de asistencias, pases certeros, en cambio, a pesar de que de unos años acá se ha vuelto habitual en las transmisiones del todo el mundo, no deja de asomar como una extrañeza cuando no una absoluta inutilidad.

La relación entre tecnología y deporte no es nueva, eso es evidente.

El cambio en los materiales de las pelotas o implementos con los que se juega, aparejado a la variedad de aparatos y cacharros para entrenar, se suman a la cada vez más certera intervención de lo tecnológico en el tema de la medicina del deporte.

 A la mitad del camino entre práctica atlética, espectáculo de masas y negocio audiovisual, los deportes más populares del planeta, particularmente el futbol, son escenario y laboratorio de la omnipresencia tecnológica.

Zapatos, vestimentas, alimentación, por una parte, y repeticiones, sonidos para alertar si un balón entró en la portería, aparatos de intercomunicación, forman parte de un repertorio de recursos tecnológicos que se amplía.

Más allá de lo que suceda en cada cancha, sin embargo, el mayor impacto provendrá, sin duda, de lo que la Big Data traiga consigo. 

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Imagen: Pinterest.

Si en algún momento la figura de los visores hizo a algunos de ellos agentes de jugadores legendarios, el desarrollo de tecnologías logrará, como tituló recientemente la Revista Retina, que forma parte del periódico El País, que los algoritmos se lesionen menos y anoten más.

Formar o contratar jugadores o competidores a ciegas, de acuerdo con ello, quedará reservada para los nostálgicos o los no pocos que hacen negocios personales a costa de ilusiones ajenas.

La tecnología, dice Retina, promete cambiar el deporte para siempre: ciencia de datos, telemetría y biometría, inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada para llegar más lejos, más alto, más fuerte (y mucho más inteligente) que nunca.

En esto, empero, como en cualquier otro ámbito, la cuantía de los datos no es el fundamental, por supuesto, sino qué se hace con ellos, de qué manera se insertan en este caso en la naturaleza de cada deporte.

Es decir, como ellos mismos son testigos de la relación indisoluble entre lo humano y el tiempo, y como los datos mismos dan forma a nuevas formas en que el error, igual que la materia, no desaparece sino que se transforma.

En el tiempo y errar, somos datos, sí; pero también más.


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