Economía

Primeras cinco reflexiones sobre la pandemia

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Tengo algunas notas personales sobre la crisis sanitaria del coronavirus, COVID-19, y estimando estar más o menos en la mitad de la crisis, quiero resumir algunos puntos que me resultan importantes. Posiblemente el orden de las reflexiones no refleje su importancia relativa, y digo relativa porque las distintas medidas y los efectos de éstas no afectan a todos en la misma medida.

1. Coronavirus

Ya sabemos que el coronavirus es un virus viejo, suficiente para ser conocido por muchos. De los primeros coronavirus fue, por ejemplo, el Betacoronavirus que data de 3,300 a. C. Si bien el nombre lo recibe por tener la forma de una corona si la miramos desde arriba, pero por lo general estamos debajo, muy debajo de ésta. El COVID-19 sin duda por la repercusión mundial que tiene, ahora es “la corona” de los virus. Hace poco el virus EVE causaba la enfermedad del ébola y no recuerdo que me hayan explicado con tanto detalle cómo combatirlo y tampoco su forma. Otro virus, el VIH, causante de la enfermedad del SIDA, también debe tener una forma y no se ha hecho tan popular como la del coronavirus.

2. Mutación

Nos explican con mucha paciencia que el virus, los virus en general, van mutando y que no necesariamente cada mutación lo convierte en más peligroso. No se mucho de biología, medicina, genética, y soy generoso cuando digo “no sé mucho” porque en realidad no sé nada. Pero considero que también nosotros vamos mutando y,  en especial, nuestra capacidad para recuperarnos. En uno de los tantos reportajes a un epidemiólogo o científico –está lleno de ellos, todos saben mucho y por supuesto entre más saben, más nos confunden–, el periodista, relacionando su pregunta a las teorías de la conspiración, le pregunta si está destinado a atacar a blancos o negros u otro color.

cinco reflexiones de la pandemia
Ilustración: Anna y Elena Balbusso.

 ¡¡No!! Por supuesto que NO. Evidentemente fue una pregunta racista. Me pareció oportuna y desde luego ratificó que lo mejor que hacemos después de quedarnos en casa y lavarnos las manos cada 20 minutos –sin saber por qué si estamos solos en la casa–, sabemos que las diferencias entre blancos, negros, amarillos y cualquier variación, es mínima. No sé si exagero, pero la mutación está entre hombre y mujer, niños y ancianos, sanos y enfermos, y me atrevo a decir que entre ricos y pobres, ya que sobre eso no recibimos demasiada información. Sí, yo soy mayor de 70 años y estoy en el frente de esta guerra global.

3. Los datos

El 31 de marzo se publicó una nota en la que incluía los datos al 28 de marzo: 597,630 infectados y 27,370 muertos –del 21 de abril del 2020, 6:00 a.m., en Colombia, fuente: la Universidad John Hopkins, suman 2,494,915 casos, 171,249 muertos–. Son datos que en realidad no están basados en los casos que fueron revisados, ¿qué pasa con aquellos que no fueron revisados? Sabemos, por ejemplo, que mientras Chile tiene aproximadamente 5 mil revisiones por cada millón de habitantes, Perú tiene alrededor de 3,700 y Colombia 1,000. Estas cifras son determinantes para no dar mayor valor a la cantidad de casos en cada país. En un año o dos, estimo que tendremos datos que resumen esta pandemia y podremos saber con mayor precisión qué es lo que ha pasado. Un dato curioso que espero sea verdad es que Venezuela sólo declara tener 285 casos de coronavirus y 10 muertos. Soy incrédulo a ello porque ya son demasiados años que estoy en contacto con venezolanos que se fueron de Venezuela y las noticias que se reciben en general, no me permiten creer en la información oficial.

4. Los políticos

Cuando hago referencia a los datos oficiales que recibimos, no puedo dejar de pensar en los políticos. ¿Son realmente ellos quienes deben conducir esta lucha? No estoy convencido. En general y, por naturaleza, están acosados por la oposición, atemorizados por el éxito del mandatario, y temen perder las próximas elecciones. Somos testigos de conflictos entre los líderes locales, gobernadores, alcaldes y el primer mandatario. En parte, esto surge de ser opositores ideológicos y, por otra parte, porque los primeros encuentran una buena oportunidad de intentar promocionarse para las próximas elecciones.

Sin duda alguna, los políticos son los responsables directos de que no haya inversión en salud pública, o incluso, el incremento de la privatización de los servicios. Los discursos, por un lado, y la ejecución, por otro. Seguramente cada uno podrá revisar sus alforjas y comprender fácilmente qué es lo que pasa.

La cuarentena, el cierre total de todo o casi todo, es una solución relativamente fácil. Es como amputar un brazo afectado y evitar no atender la infección –me disculpo si no es correcta la comparación, pues no comprendo mucho de medicina–. Estamos ante un colapso del sistema sanitario. ¿Qué significa eso? Que haya mucho más enfermos de la capacidad hospitalaria y las autoridades responsables se sientan obligados a manifestar que hay preferencias en la atención médica.

pandemia
Ilustración: NewStateman.

Un artículo que nos explica el tema es el siguiente : Significa que, entre dos personas con posibilidades de supervivencia algo iguales, aquellos que perciben que tienen la mayor cantidad de años por vivir recibirían mayor consideración. La justificación moral de esta priorización es que brinda a las personas más jóvenes la oportunidad de vivir las etapas de la vida que aún no han alcanzado. Ése es el temor de todos los políticos. En nuestra plaza tenemos a Trump y Bolsonaro como muestra que ellos, realmente, confían en otras fuerzas: “las manifestaciones racistas”; no hay otro término que ellos apoyan; son la prueba.

5. La economía

Este tema es posiblemente el más importante y estimo que mis próximas reflexiones se referirán a él, que incluye subtemas como la salud, el petróleo, el consumo, la oferta y seguramente otros puntos más, que por supuesto se entrelazan. Alguna reflexión sobre los bancos y posiblemente sobre los dueños de éstos.

Uno de los lemas muy utilizados es “no hay salud sin economía y no hay economía sin salud y es verdad”. Es por eso que pienso que el tema de la cuarentena debe ser visto con otros ojos. Pues de no liberarse el movimiento de las personas, no habrá trabajadores para la cosecha de café en mayo y junio.  Eso en Colombia y seguramente en los demás países, por ejemplo, en España se ha dicho: a menos de dos semanas para que empiece la campaña de la fruta de hueso, el sector ha puesto el grito en el cielo porque no hay trabajadores suficientes para la recolección. El cierre de fronteras ha hecho que sea imposible traer empleados de países como Bulgaria, Rumania o Marruecos. A nivel nacional, impera la enfermedad, el miedo al contagio o la necesidad de cuidar a los menores que no tienen colegio.

Un chiste que llegó por medio de las redes sociales decía que “el COVID-19 es un fenómeno, ya que es la primera vez que un virus ataca a un parásito: el Político”. Me gustó. Reviso nuevamente los datos, pasó una hora y media y la cantidad de enfermos aumenta al igual que los muertos en el mundo. Pero también, en este tiempo, los recuperados han incrementado. Esos son los datos que utilizan los políticos, además de controlar las manifestaciones en la calle. Porque no olvidemos que uno de los objetivos de la cuarentena es evitar manifestaciones populares diciendo que tienen hambre.


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Programa de Desarrollo de Proveedores a la Exportación

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Dedico esta edición a mis enemigos
que tanto me han ayudado en mi carrera.
Camilo José Cela.

Ahora que tanto se habla de la “reactivación” de las cadenas productivas de nuestro país, me permito transmitirles algunos comentarios sobre lo que, en 1976, era el inicio de un proceso lógico e inteligente de desarrollo de proveedores y la creación de valor en nuestro territorio, muy promisorio y rentable que generaría enormes beneficios para nuestro país.

El proceso de integración de cadenas productivas en México tuvo su origen en la reunión de la Comisión México-CEE en 1976, en la cual se aprobó la propuesta realizada por mí como Gerente para Europa del IMCE, a fin de establecer un Proyecto de Desarrollo de Proveedores Mexicanos para la Exportación a Europa, mismo que dio origen al 1er Programa de Desarrollo de Proveedores Mexicanos a la Exportación con las principales cadenas de tiendas europeas que, en 1977, visitaron a nuestro país integrando una Misión de Compradores procedentes de Francia (La Samaritaine), Bélgica (Galeries Anspach), Holanda (Vrom & Dressman), Italia (La Rinasciente) y Alemania (Kaufhof).

En el mismo año, con motivo de la reanudación de relaciones diplomáticas con España, fui designado Consejero Comercial Adjunto de la Embajada de México en Madrid, en donde este esquema de Desarrollo de Proveedores fue utilizado para proyecto de El Corte Inglés que sirvió para realizar la 1ª Semana de México en su sede central de la calle Preciados.

El éxito de este evento fue tan grande que motivó a que esta semana fuera adoptada como un esquema anual de promoción de México en sus principales almacenes en España con confección, artesanías, bebidas y productos alimenticios mexicanos.

En 1981 fui designado Consejero Comercial de México para Costa Rica, Nicaragua y Panamá en donde debido a las condiciones económicas de esos países, fundamentalmente trabajé con la participación en licitaciones para el suministro de bienes y servicios, proceso en el cual muchas empresas mexicanas fueron muy exitosas en sus ventas a la Caja Costarricense del Seguro Social, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Comunicaciones, la Refinadora Costarricense del Petróleo (RECOPE), así como con sus similares en Nicaragua y Panamá.

En diciembre de 1995, siendo el Coordinador de TLC’s con sede en México, propuse adoptar el sistema establecido durante mi estancia en América Central para la participación en licitaciones, motivo por el cual fui felicitado muy efusivamente.

En 1983 fui designado Cónsul en Rotterdam y Consejero Comercial de México para BENELUX y Países Escandinavos en donde la relación establecida en el año de 1977 a través del 1er Programa de Desarrollo de Proveedores, permitió la renovación de la relación con la empresa holandesa Vrom & Dressman para concretar exportaciones de guantes de carnaza, guantes de látex, grifería, canicas y esferas de Navidad, entre otros; sin embargo, el éxito más grande de mi carrera también se generó ahí, en 1984, cuando creé el Proyecto de Promoción y Exportación de Aguacate Mexicano al Mercado Europeo, cuyo elemento fundamental fue el Desarrollo de Proveedores a la Exportación creando una plataforma exportadora mediante la organización de los productores mexicanos a través de la Unión de Productores y Exportadores de Aguacate de Michoacán (UPEAM), con el objetivo de contar con una fuente confiable y continua de suministro.

Esto permitió que, a partir de 1988, la exportación de aguacate mexicano se pudiera realizar de una manera ordenada, sistemática y continua y que, actualmente, el aguacate sea el principal producto agrícola de exportación mexicana con un total de 3,104 millones en el 2019.

El esquema de Desarrollo de Proveedores fue fortalecido en 1990 a través de la propuesta mexicana, también realizada por mí como Coordinador de Consejerías para Europa Occidental de BANCOMEXT, para el Acuerdo de Tercera Generación con la Comunidad Económica Europea, en la cual incluí la necesidad de adoptar al elemento del país donador en las reglas de origen a fin de favorecer el proceso de integración con la CEE, a través del incremento del valor de contenido regional que actualmente nuestros funcionarios manejan pomposamente bajo el concepto de cadenas de valor.

En mayo de 1990 fui designado Consejero Comercial de México para Quebec y las Provincias Marítimas de Canadá, en donde utilicé este esquema de promoción con extraordinarios resultados pues, en la Primera Reunión de COMPEX Internacional en América del Norte realizada en la ciudad de Montreal, con la participación de 96 empresarios quebequenses, presenté 27 casos relacionados con problemas del comercio exterior de México. Entre ellos, diez Proyectos de Desarrollo de Proveedores de los cuales destacan:

~ Culinar, empresa que mediante este esquema inició la importación anual de 3.0 millones de libras de fresa congelada de la empresa Frexport (1.8 millones USD);
~ Breen Brokerage, importando ajo, cebolla y melón por 1.4 millones USD anuales;
~ McCain con importación inicial de sólo 100,000 USD de jugo de naranja debido a la debilidad de la oferta mexicana;
~ GEMMA Suisse, importando calzado para niño por 1.0 millón USD;
~ Zellers, con guantes “Magic Glove” por 700.000 USD anuales.

Posteriormente pude añadir a este tipo de proyecto a otras empresas que iniciaron la importación de pelotas, canicas y esferas navideñas; aguacate, mango, químicos, popurrí, jabones con diseños especiales, café descafeinado, entre muchos otros.

Anexo 2 Desarrollo de proveedores

También quiero señalar que, debido a la carencia de oferta exportable en nuestro país, busqué dar impulso al Proyecto de Desarrollo de Proveedores a través de la promoción de inversiones en los sectores que había definido como prioritarios, de tal manera que en el periodo de 3 años y 5 meses que físicamente permanecí en Canadá, concreté un total de 66 inversiones en México y dejé en promoción 31 proyectos.

Conviene señalar que, por mi desplazamiento a Canadá, desgraciadamente ya no pude darle secuencia al prometedor proceso de Desarrollo de Proveedores que había iniciado en México, mismo que cayó en manos de la improvisada burocracia y numerosos recomendados que a partir de 1989 empezaron a saturar la estructura de BANCOMEXT.

En el periodo 1989-2000, el total de funcionarios de alto nivel se incrementó en 482%, es decir, 605 funcionarios más, ya que el número pasó de 132 a 737 con el incremento de dos niveles en la estructura de la institución de tal manera que, cuando yo ingresé a BANCOMEXT era uno los 42 gerentes que después alcanzaron la cifra estratosférica de 221. Primero me ubicaba en 4º nivel para después llegar hasta el 6º debido al crecimiento ilógico de su estructura.

bancomext

Bajo estas circunstancias, la iniciativa mexicana para el Desarrollo de Cadenas Productivas o Desarrollo de Proveedores a la Exportación –como yo la había denominado originalmente–, se redujo a la realización de un monstruoso, burocrático y mediocre evento anual en el cual participaban empresas de todas las entidades federativas que BANCOMEXT y la SECOFI “invitaban” o forzaban a participar a través de los gobernadores de los Estados; poniendo como incentivo o señuelo que el Presidente de la República asistiría al mismo, y que los gobernadores y los empresarios tendrían la oportunidad de tomarse la foto con el presidente cuando inaugurara el evento y durante la visita al stand correspondiente.

El Programa de Desarrollo de Proveedores bajo esta modalidad, naturalmente no dio resultados positivos, pues para la preparación y realización del evento no había trabajo técnico alguno que apoyara adecuadamente el proceso de promoción, de selección y, mucho menos, de seguimiento a las miles de entrevistas que supuestamente se habrían “concertado” entre “empresas tractoras” y posibles proveedores. Es decir, se trataba de un esquema de simulación muy costoso que los burócratas habilitados como expertos en comercio internacional habían “diseñado” para justificar su permanencia en las filas de la burocracia promotora de las exportaciones; en otras palabras, era un gran espectáculo, “un show” con enorme protocolo, numerosos organizadores, muchas edecanes y resultados muy dudosos.

En la realidad, el desarrollo de proveedores requería de un trabajo muy profesional, ético, serio, técnico y especializado que, desgraciadamente, los altísimos funcionarios mexicanos de BANCOMEXT encargados de la promoción nunca supieron implementar y, simplemente, lo prostituyeron, pues lo redujeron a un corte de listón en la inauguración, a una visita a los stands y a la toma de fotografías con las altas autoridades y, naturalmente, con las edecanes. Por eso, el valor agregado en nuestro país ha sufrido un enorme retroceso –especialmente desde la entrada en vigor del TLCAN y los otros TLC’s que supuestamente iban a generar un efecto totalmente contrario–. BANCOMEXT no pudo cumplir adecuadamente con la importante función que tenía adjudicada.

Basta decir que, en el año 1993, el valor agregado de la exportación mexicana era de 59% y, para el 2018, se estima que sólo fue de 37%. Excluyendo al petróleo, este porcentaje fue de un ridículo 26%.

Por cierto, en el año de 1997 fui liquidado de BANCOMEXT porque, según los altísimos funcionarios, no reunía el perfil para trabajar en la Institución, sin que en la realidad nunca lograra saber cuáles eran las características que ese perfil incluía, adicional a ser “un recomendado e improvisado experto en comercio internacional”.

Sin duda, por el enorme deterioro que ha sufrido el comercio exterior de México y la economía del país, se requiere definir una estrategia integral realista que permita generar empleos, más valor, mayor riqueza y bienestar para un pueblo que los burócratas han convertido en paupérrimo.


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Inversiones chinas en México en 2020, ¿quién es responsable?

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Pareciera sorprender, a algunos hasta insultar, retomar el tema de China en plena crisis del COVID-19. Sin embargo existirá con certeza un “día después” de la crisis e, incluso, muy probablemente la posibilidad de que las actividades socioeconómicas “convivan” con el COVID-19 hasta que se encuentre una vacuna contra el coronavirus. La relación con China –la economía más grande del mundo desde 2014, medido en paridad de poder de compra según el Fondo Monetario Internacional– será fundamental para países como México: más allá de nuestra alta dependencia socioeconómica con Estados Unidos –y acrecentada con el recientemente negociado Tratado entre Canadá, Estados Unidos y México (TMEC)–, China no es una opción, sino que una necesidad a la que los sectores público, privado y académico deberán hacer frente, más allá de las (auto)presiones de la Administración Trump.

China es nuestro segundo socio comercial desde 2003; aquí trataremos con mayor detalle la enorme oportunidad que China representa en materia de Inversión Extranjera Directa (IED). En general, destaca que México no ha sabido aprovechar el potencial de inversión chino en México durante 1999-2019: la reciente información de la Secretaría de Economía (SE1 en su Informe Estadístico sobre la IED hasta 2019) refleja la atracción de que la IED china en México ha rotundamente fracasado en el siglo XXI. Para 1999-2019 la IED china acumuló 1,248 millones de dólares o el 0.22% de la IED total recibida por México en el mismo período y en 2019 cayó en -66%; incluso si contabilizamos a Hong Kong –resulta incomprensible por qué la SE distingue entre Hong Kong y la República Popular China en pleno siglo XXI, sin buscar generar dificultades diplomáticas–, la participación de China en 1999-2019 y en 2019 fue de 0.38% y 0.51%, es decir, significativamente por debajo del 1% de la IED que México ha recibido, y con una tendencia muy errática en la última década. La hasta hace un par de meses señalada diversificación de México, al menos en el rubro de la IED, no se ha logrado. Desde hace más de un lustro que China es la segunda fuente de la salida de IED global, sólo después de Estados Unidos.

inversiones china
Ilustración: Craig Stephens.

También hace apenas un par de semanas la Red Académica de América Latina y el Caribe (Red ALC-China) publicó su informe anual de la inversión china en América Latina 2020, con una metodología de registro de la IED diferente a la SE. En este caso la IED china, y con base en 90 transacciones durante 2000-2019, acumuló 7,924 millones de dólares, es decir, 6.3 veces más que lo registrado por la SE. Más allá de este detalle, llama la atención que la IED china en México en 2019 –de 853 millones de dólares– apenas representó el 31.21% de 2017, el máximo alcanzado. El Monitor de la Red ALC-China 2020 refleja, y a diferencia del resto de América Latina y el Caribe (ALC), que la IED china en México se caracteriza por inversiones en manufactura y servicios: Hutchinson Ports, JAC, Huawei, ZTE, Minth, Johnson Electronics y docenas de inversiones adicionales reflejan objetivos diferentes a la IED china en ALC, y particularmente en Brasil, Argentina, Chile y Perú.

No obstante las diferencias de registro anteriores, tanto la SE como el Monitor de la Red ALC-China coinciden en el fracaso de la atracción de IED china en México: las esperadas masivas inversiones chinas –como resultado de las tensiones con Estados Unidos desde 2018– no se han realizado en México, no obstante las expectativas de los sectores público y privado que esperaban “automáticas” masivas inversiones chinas –y estadounidenses– en México.

Lo anterior invita a cuestionar las (ilusas) expectativas de diversos sectores en México –la IED china caería como “maná del cielo” ante las diferencias con Estados Unidos– y a la falta de seriedad por parte de la SE y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en las últimas décadas y desde finales de 2018: no olvidemos que en 2020 México tiene la Presidencia del Foro CELAC-China y al día de hoy no existe un programa de objetivos y actividades público, más allá de fotos y eventos seguramente atractivos para los medios.

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Imagen: RMB.

Como se ha venido insistiendo en esta columna y en el Cechimex, es indispensable comprender las actividades de China desde una perspectiva de corto, mediano y largo plazo –qué bueno que sólo China, no ha sido el caso de Estados Unidos, sea un proveedor de cubrebocas, ventiladores y respiradores en el corto plazo ante las insistencias del Presidente de México, y, ahora sí, se logren intercambios con su contraparte, Xi Jinping–, pero el Ejecutivo, Legislativo, organismos empresariales y académicos, tienen la responsabilidad de ir más allá de cortoplacismos: existe una agenda estratégica México-China con docenas de propuestas a las que la SE y la SRE no han respondido y, mucho menos, a los intereses de China: permitir una “asociación estratégica integral” acordada en la última visita del presidente Xi Jinping a México en 2013, así como la membresía de México a la Iniciativa de la Franja y la Ruta y al Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura, entre otros; las instituciones bilaterales han sido buenas para “los discursos, fotos y encuentros” –todos relevantes–, pero sin monitoreo y evaluación alguna de los resultados obtenidos por el momento, tampoco desde diciembre de 2018.

Volviendo al tema inicial, la IED china en México y el potencial de diversificación de México, ¿será posible?, ¿qué institución del Ejecutivo se interesará y hará responsable del tema? ¿Qué institución desde diciembre de 2018 es la encargada de la relación estratégica con China, puntualmente en el ámbito del fomento de la IED?

Seguir con cortoplacismos y malas informaciones que se le presentan al Presidente en México tendrán grandes costos socioeconómicos en el corto, mediano y largo plazo para México.


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El mundo post-COVID-19 y el futuro de México

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Ya que tenía el título perfecto para esta columna, “El mundo post-COVID-19”, caí en cuenta que de inicio no habrá un mundo post-COVID 19 como tal, porque seguirá siendo parte de las enfermedades que nos rodean como humanidad, ojalá en el muy corto plazo podamos enfrentarlo con un tratamiento eficaz, y en unos años ya con una vacuna. He de reconocer que el título atiende a la necesidad de llamar su atención y lograr compartir con ustedes las siguientes ideas e inquietudes.

¿Cuántos de nosotros no hemos llegado a pensar por qué no han desarrollado ya una vacuna? Y sobre todo con el desarrollo tecnológico que existe en el sector farmacéutico en países como Alemania o Estados Unidos. Es una pregunta válida desde la falta de conocimiento de cómo se dan las cosas ante este tipo de eventualidades. Sin embargo, tocará esperar su desarrollo e implementación que tengan que llevar, pues en un escenario óptimo para el caso de una vacuna puede ser de hasta dos años; pero eso no quiere decir que no habrá muy pronto un tratamiento eficaz contra la enfermedad.

Lo que es una realidad es que el COVID-19 nos ha dejado expuestos ante una oleada de información, misma que no sabemos procesar; entre la desinformación, las necesidades del día a día, nos hacen repensar que aun y con todos los avances tecnológicos de ahora, estamos tan inmaduros en el uso de las TIC´s porque, aunque tenemos acceso a la información, no analizamos lo que nos llega y a veces sólo reenviamos por reenviar lo que llega a nuestros correos o celulares.

Todos pasamos emocionalmente por varios pasos dentro de esta pandemia. Por ejemplo, algunos creen que no es cierto (siguen ahí); se les reprocha a los que importaron el virus; hay miedo; la realidad misma de que muchos perdieron su trabajo, o no pueden salir a buscar el sustento del día a día. Para el caso de México, muchos trabajos están dentro de la llamada informalidad; la pobreza no da para guardar un distanciamiento social como se pide. Son muchos factores que se conjuntan y no sabemos enfrentar de la mejor manera. Simplemente porque nadie estaba preparado para lo que ahora estamos viviendo.

incertidumbre y covid
Ilustración: Washington Post.

La incertidumbre como única constante, eso es lo que tenemos en este momento. ¿Cómo será nuestra realidad en unos meses? ¿Regresaremos a la “normalidad” y en cuánto tiempo?  

Lo que sí viviremos es un mundo post-cuarentena, post-distanciamiento social. Un mundo y una humanidad que deberán “ser” diferentes. Debemos entender que los bienes públicos (como la salud) son esenciales, estar más aténtenos de las necesidades reales de los que conforman este sector, desde prestaciones sociales, condiciones de trabajo y el equipamiento básico necesario para poder enfrentar este tipo de adversidades.

Recientemente vi una entrevista al director y actor argentino, Ricardo Darín, y algo que dijo me llamó mucho la atención y además es el motivo real de lo que ahora estoy escribiendo. Bien decía, la economía del mundo está tambaleando porque estamos comprando solamente lo que necesitamos”.

Compramos únicamente lo que necesitamos, cosas para comer, aseo personal; lo que no lleva a una palabra, un concepto de vida que se ha implementado como una forma normal de actuar: el consumismo. No hablo del consumo, que es necesario dentro de las relaciones sociales, sino de ese consumo de cosas que a veces ni necesitamos y que se compran por comprar. Actualmente la gente sale a comprar productos de la llamada canasta básica.

La lección más grande de toda esta situación es saber reconocer la labor de los demás, la importancia del campo, del transporte, y no de los sectores como tal, sino de la gente que trabaja en ellos.

deceso de negocios
Ilustración: Rictus/El Financiero.

La sensibilización social deber ser el resultado inmediato de lo que nos está tocando vivir. Claro, al final es una idea, pero ojalá así fuera. Lo que sí podemos hacer ya que pase toda esta situación, o dentro de la situación misma, es apoyar el consumo local, a los pequeños productores, y consumir en la medida de nuestra posibilidades los productos nacionales. Con la idea de realmente fomentar la recuperación de la economía nacional. Hace mucho escribía, aquí mismo en El Semanario, la importancia de consumir lo “Hecho en México” y no como un nacionalismo, sino como una necesidad real de reactivar la economía.

Uno de los indicios que ha dejado claro el gobierno federal es que no habrá endeudamiento para solventar esta situación. Es decir, no se recurrirá al Banco Mundial o al FMI, lo que no compromete los ingresos futuros. Por eso cobra sentido apoyar lo “Hecho en México” no como una idea romántica, sino como una real forma de apoyar el empleo y la actividad económica nacional.

Recordemos que son la pequeñas y medianas empresas las que dan el mayor número de empleos en este país, y son éstas las que se beneficiarían con un consumo así. Consumir lo “Hecho en México” no fue tan importante como ahora, eso nos toca hacer.


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Emergencia económica: llamado urgente

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El 2020 cerrará como uno de los años con peores resultados económicos en la historia contemporánea de nuestro país. Pero lo más grave es que la recuperación podría ser más tardada y compleja que en otras crisis y recesiones. Máxime si no hay unión en lo esencial, a fin de que afrontemos el temporal con coordinación y sinergias entre el sector público y el privado, así como la ciudadanía.

La polarización agudiza los problemas. Es tiempo de sumar y de poner las diferencias políticas o ideológicas de lado.

Por lo pronto, los pronósticos son altamente preocupantes. Para el PIB en 2020, la estimación oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se ubica en un rango amplio de entre -3.9 y 0.1%. Los de otras instituciones van a la baja. El de la encuesta de Banco de México a analistas es -3.99%, el de Bank of America -8%, el de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) -6 %, y el último del Fondo Monetario Internacional -6.6%.

Resulta altamente probable que se supere la contracción de 2009, de cerca de 6%, e incluso la de 1994, de -6.29%. Ya no digamos la de 1983, cuando la contracción fue de -4.36%, con la crisis de deuda y el desastre económico que dejó el sexenio de José López Portillo, cuando pasamos de una promesa de “administrar la abundancia” a la llamada “década perdida”.

Hay muchos otros indicadores que dan cuenta del gran reto que tenemos enfrente, porque la pandemia llega cuando la economía ya daba muestras claras de debilitamiento y avería en varios aspectos.

emergencia economica
Ilustración: Perry Tse.

Indicadores en rojo

Inversión fija bruta: cayó 4.9% en 2019 respecto a 2018. Arrancó 2020 con una contracción anual de 9.2%: 12 meses en terreno negativo (Inegi).

Inversión pública: registró en 2019 su peor nivel como porcentaje del PIB desde 2000, al quedar en 2%. Hay que tomar en cuenta que hacia 2009 alcanzaba el 6% (informes de Finanzas Públicas).

Inversión total: en 2019, como proporción del PIB fue el 20.9%, la más baja desde 2005 (20.7%) La meta, si aspiramos a crecer al 3 o 4 por ciento de forma sostenida, como necesitamos y podemos hacerlo, sería 24% (México, ¿Cómo Vamos?).

Empleo: en 2019 se crearon 342 mil puestos de trabajo formales incorporados al IMSS (cerca de la mitad del ritmo usual). Desde el primer caso confirmado de COVID-19 en México se han perdido más de 346 mil plazas. Eso tan sólo del 13 de marzo al 6 de abril, según se informó. Para comparar, en 2018 se generaron 660 mil puestos y en 2017 más de 800 mil.

Confianza empresarial: Al cierre del 2019, en los tres principales pilares se mantuvo por debajo de los 50 puntos, en niveles de 49 unidades. En cambio, en marzo de este año ya estaban por debajo de 45, excepto comercio (45.3%).

Subejercicio: a diciembre de 2019 se acercaba a 150 mil millones de pesos.

Subejercicio en salud: En 2012, el gasto total respecto a PIB llegó a un pico histórico de 2.8 por ciento. A partir de ahí ha disminuido hasta 2.4 por ciento. En infraestructura sanitaria: en 2019, de un monto aprobado de 17 mil 247 millones de pesos sólo se gastó el 65% (México Evalúa).

emergencia economica
Ilustración: Foreign Policy.

¿Finanzas públicas en equilibrio? En 2019 se cumplió con el objetivo de superávit primario de 1.1%, pero usando 45% del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP).

Pérdidas de Pemex: 346 mil 135 millones de pesos en 2019, un aumento de 92% respecto a las de 2018.

Calificación de deuda soberana: el 26 de marzo, Standard & Poor’s (S&P) degradó la de moneda extranjera a largo plazo de BBB+ a BBB. Le siguió Fitch, el 15 de abril, que la colocó a un peldaño de perder el grado de inversión, pasando de BBB a BBB-.

Aquí hay que recordar que en 2018 muchos refutamos lo que se dijo en algún momento, al calor de las campañas por la Presidencia, en el sentido de que México estaba en vías de bancarrota. Lo hicimos con datos técnicos, incluyendo destacadamente los buenos y estables ratings de las tres grandes calificadoras. En el caso de S&P traíamos BBB+ desde el 2013, mientras que en el de Fitch no teníamos BBB- desde 2002. Dos años después de ese debate, hay una clara tendencia de deterioro y mayor riesgo en las finanzas públicas.

Una política que no ayuda

Debemos ser reiterativos: urge generar confianza en lo que debe estar antes que todo, la vida y la salud de los mexicanos. Existe confusión en la población, que compara lo que se hace en otros países y el manejo de la emergencia sanitaria nuestro país

Preocupa la polarización política: lejos de aligerarse ante el desafío común, aumenta. Hoy es claro el distanciamiento con segmentos importantes del sector empresarial, y en particular hay angustia en las micro, pequeñas y medianas empresas, así como buena parte de la clase media. Una gran inconformidad por la rigidez en el trato fiscal, ante una situación en que millones pueden pasar de enfrentar un problema de falta de liquidez a uno de insolvencia.

Todo apunta a que no habrá apoyos gubernamentales al nivel que se requiere para las empresas, y cientos de miles de PyMEs tienen un panorama muy difícil. Estamos hablando del 99.8% de las unidades económicas del país, que aportan más de dos cuartas partes del PIB y 78% de los puestos de trabajo. Muchos de estos negocios podrán pagar sus nóminas completas, más rentas y gastos fijos, en abril, tal vez mayo, pero sin ingresos, no mucho más. 

emergencia covid 19
Ilustración: Romania Insider.

No contaremos con facilidades como diferimientos en pago de impuestos, ya no hablemos de condonaciones. Para retos extraordinarios, no habrá medidas extraordinarias, a diferencia de lo que se está haciendo en Europa, Estados Unidos y otras naciones de América Latina, en un necesario resurgir de la intervención del Estado en la economía.

Al mismo tiempo, empieza a evidenciarse un conflicto en el federalismo, el reclamo de varios estados y municipios en materia de ingresos tributarios, pero también de coordinación para atender los retos de salud y la economía. Incluso se oye el llamado a un nuevo acuerdo de coordinación fiscal o de ruptura con el vigente.

Nuevamente hay que proteger y ayudar a las familias más desprotegidas, por supuesto, pero también a la economía, en general: la que hacemos y de la que vivimos todos, los pobres y los más pudientes, las empresas y el gobierno.

Aquí no podemos equivocarnos, viene una dura recesión, eso es seguro. De hecho, ya comenzó. Pero sí podemos mitigar el golpe y, sobre todo, hacer que la afectación sea temporal y no duradera o permanente, como ocurre cuando se cierran empresas, se pierden empleos y se cae la recaudación de impuestos.

Las empresas, como los ciudadanos en general, podemos y debemos tomar medidas para salir adelante en lo individual. Se pueden hacer cosas importantes, y se están llevando a cabo ya acciones desde el sector privado y la sociedad civil organizada. Sin embargo, es indispensable el papel del gobierno, como elemento potenciador de las sinergias y depositario de los recursos y facultades públicas para afrontar los desafíos colectivos.

Evitemos una crisis multifactorial que afectará a todos y aún más a las capas vulnerables de la población: sanitaria, económica, financiera, política, de seguridad pública, social e inclusive en muchas familias. 

Es tiempo de dejar al lado la polarización política y los afanes ideológicos para enfrentar esta emergencia de salud y económica con realismo, responsabilidad y oportunidad.


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Créditos para enfrentar la pandemia

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La cuarentena económica seguramente causará más daño social, en términos de pobreza, hambre, violencia y defunciones, que la pandemia. Los epidemiólogos están haciendo bien lo que les corresponde, pero ni el gobierno ni los empresarios tienen un plan de acción para atenuar el desastre económico.

Si la economía de Estados Unidos puede caer hasta un 30% de su PIB en el segundo trimestre, calcule usted lo que disminuirá la riqueza que se genera en México. Bajarán los ingresos familiares y todas las empresas, de todo tamaño, tendrán pérdidas. La recuperación de la normalidad no será rápida con medidas normales.

Llegó a mi correo una propuesta de Carlos Obregón y Jorge Mariscal, economistas con gran experiencia en situaciones de inversión productiva, desde la perspectiva bancaria; proponen compensar los malos resultados que tendrán negocios de todo tamaño este año y la baja de ingresos familiares, con créditos de largo plazo a cada empresa y persona, equivalentes a sus pérdidas.

En una economía donde todos los agentes económicos, empresas y trabajadores sin excepción, tienen pérdidas, ocurre que se pone en cuestionamiento la viabilidad de cada uno y sobre todo, quienes no puedan pagar sus créditos bancarios, intoxican el sistema crediticio con gran rapidez.  

creditos dinero y coronavirus
Ilustración: Firuz Kutal.

Los instrumentos contracíclicos, argumentan Obregón y Mariscal, no están diseñados para corregir los balances de negocios, sino para resolver problemas de liquidez inmediata mediante reducciones impositivas en el caso de la política fiscal y baja de intereses o aumentos de circulante en el caso de  la política monetaria. Lo que la catastrófica situación exige, sostienen, es infundir certeza en los inversionistas de que al volver la normalidad, la mayoría de los actuales negocios habrá permanecido y de que el sistema bancario no se colapsará.

Si la interrupción de las cadenas de suministro y caída de la demanda se traduce en una contracción del PIB del 40 al 50% el segundo trimestre, millones de personas y las empresas micro, pequeñas, medianas y grandes tendrán pérdidas que no podrán compensar difiriendo sus pagos de impuestos o cuotas al IMSS; necesitarán mucho más que eso.

La propuesta de Obregón y Mariscal es que el Banco de México se comprometa a otorgar garantías colaterales y a descontar como banca de segundo piso, los créditos que contraten las personas y empresas con la banca privada, por un monto equivalente a sus pérdidas durante la cuarentena sanitaria.

Se otorgarían créditos en dólares a empresas endeudadas en esa divisa, respaldados por una línea de crédito específica del FMI y otros organismos financieros internacionales que, al intervenir darían confianza en la estrategia y evitarían que la liquidez que se genere, se fugue del país vía la cuenta de capital.

Los créditos en pesos tendrían respaldo en emisión monetaria del Banco de México por el monto equivalente a la caída del PIB –6.6% en el año, según el FMI–, con lo que se volvería al equilibrio que se tenía en enero pasado.

proteger creditos
Ilustración: Robert Neubecker

Los créditos serían para todo trabajador, con empleo o desempleado, y para empresas en montos conforme a las pérdidas que registren sus estados contables, condicionados a las garantías que ofrezcan y a que conserven su planta laboral; los créditos a empresas se pagarían hasta en 30 años, con tasas de interés reales de cero por ciento.

La clave de la propuesta es que cada mexicano y cada empresa reciba un crédito de largo plazo y bajo costo que le permita restaurar su situación económica afectada por la cuarentena sanitaria, y pagar el préstamo.

Así planteada, la propuesta no implica elevar el déficit fiscal, ni la deuda pública, ni transferencias de los contribuyentes; tampoco elevaría la inflación, puesto que el dinero prestado sería equivalente a la caída de la demanda agregada causada por el COVID-19.

Si el rescate bancario de 1995, en vez de comprar la cartera vencida de los bancos al valor de su contrato, se hubiera dedicado ese dinero fiscal a otorgarle préstamos blandos a los deudores de los bancos, éstos hubieran podido pagar sus hipotecas y no se hubiera cometido el desfalco a la nación en que se convirtió el Fobaproa.


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México: declinación exportadora con el TPP-11

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

Durante los 26 años más recientes, el intercambio comercial de México con sus seis nuevos socios del TPP-11, ha mostrado una tendencia sostenida con un déficit que de -547 millones USD en el año 1993, pasó a -17,604 millones USD en 2019.

Conviene señalar que, en el año 2019, México sólo tuvo superávit con dos de esos países, Australia y Brunéi, por un total de 655 y 8 millones USD, con un acumulado de 809 y 39 millones USD en el periodo 1993-2019, respectivamente.

Por el contrario, registra un déficit creciente con Nueva Zelanda, mismo que en el año 2019 fue de -261 millones USD; de -811 millones USD con Singapur; de -5,885 millones USD con Vietnam; y de -11,310 con Malasia.

El déficit acumulado en el periodo 1993-2019 fue de -6,405 millones USD con Nueva Zelanda; de -20,708 millones USD con Singapur; de -29,616 millones USD con Vietnam; y de -105,806 millones USD con Malasia.

En total, durante el periodo 1993-2019, México acumuló un déficit de -161,687 millones USD con sus seis nuevos “socios” del TPP-11.

TPP-11

Es importante señalar que, en el 2019, primer año vigencia del TPP-11, la tendencia continuó de tal manera que el déficit total fue de -17,604 millones USD.

Durante el primer mes del año 2020, el déficit mantuvo su tendencia ascendente de tal manera que, en enero, el saldo negativo fue de -2,120 millones USD, lo que representó un incremento de 921 millones USD con respecto al mes de enero de 2018. Así, durante el mes de enero de 2019 y 2020, el déficit alcanzó la cifra de 4,327 millones USD.

TPP-11

Comentarios

El gran desbalance que presenta el intercambio comercial con los países del TPP-11 será imposible de eliminar, de hecho ni siquiera de reducir un poquito debido a la nula competitividad del marco sistémico mexicano frente a esos “socios” del TPP-11, pues esto ha generado una enorme debilidad en la planta productiva nacional.

En el año 2019, el Foro Económico Mundial situó a México en el 48º lugar porque de las 140 variables que miden la competitividad de nuestro país, en relación con sus seis nuevos socios, sólo tuvo ventaja en 18 y total desventaja en 122.

Conviene señalar que el más grave problema que se presenta en materia de competitividad es la pésima calidad de las instituciones públicas y de sus funcionarios, dado que sus carencias provocan la imposibilidad de definir un marco sistémico que permita a la planta productiva nacional trabajar con costos reducidos.

indice WEF

Todo ello se traduce en una planta productiva cada día más débil, con una oferta exportable menos diversificada, que depende en gran medida de una creciente importación de insumos para atender las necesidades el mercado interno y el de exportación, con decreciente valor agregado.

Desgraciadamente, el dinamismo que en algún momento registró la exportación mexicana no fue resultado de un proyecto nacional de desarrollo, sino que fue originado por la presencia de numerosas empresas extranjeras radicadas en México que, atendiendo políticas corporativas muy exitosas, realizaban transacciones intrafirma utilizando a nuestro territorio como un centro de costos. Sin embargo, a partir del año 2001, muchas de ellas lo abandonaron debido a la pérdida de competitividad de nuestro marco sistémico.

Así podemos ver que, en términos generales, la estructura de la oferta mexicana es débil y muy reducida, y que específicamente, entre 2012 y 2017, el número de productos objeto de exportación al TPP-11 se redujo en 36 al pasar de 3,763 a 3,727, en tanto que el número de productos ofrecidos por esos países se incrementó en 626 al pasar de 8,159 a 8,785 en el mismo periodo.

exportacion

Al respecto, hay que mencionar que muchos de los artículos que hoy importamos, principalmente de Malasia, Singapur y Vietnam, son insumos de alto nivel tecnológico que utilizamos para ensamblar productos de reexportación, principalmente a Estados Unidos, con decreciente valor agregado en México; mismo que en el periodo 1993-2019 cayó del 59% al 37%, dado que el sistema de comercio exterior implantado por nuestros altísimos funcionarios está basado en la importación creciente de insumos, para ensamblar en nuestro territorio bajo un esquema de maquila simple de ensamble, y para reexportar con decreciente valor  agregado.

Conviene señalar que hace algunos años, varios de los principales productos e insumos que actualmente importamos de estos tres países en forma masiva, eran producidos y exportados por nuestro país como líder del sector, entre los cuales se cuentan los productos electrónicos, las confecciones, el calzado y el café.

Apuntes finales

La firma del TPP-11 fue resultado del liberalismo dogmático que aplicaron nuestros teóricos y altísimos funcionarios, muchos de ellos con varios estudios de posgrado, pero desconocedores de la estructura de la planta productiva nacional, de su oferta y de la operación real del comercio internacional que, adicionalmente, hicieron caso omiso del pésimo nivel de competitividad de nuestro marco sistémico mismo que he señalado en diversos estudios que pueden consultar en mis columnas anteriores de El Semanario (ver más abajo).

Los resultados de la simulación e improvisación de estos funcionarios los estamos sufriendo por los enormes retrocesos que ha registrado la economía mexicana en los 25 años más recientes y que, desgraciadamente, están haciendo crisis en este momento en que coinciden con una pandemia que nos obliga a desplegar nuestros mejores recursos.

Alan Riding, representante de The Financial Times The Economist, al final de doce años que pasó en México, señaló en su libro Vecinos Distantes que lo único consistente de los mexicanos era su inconsistencia. Desgraciadamente en materia de comercio exterior no podemos aplicarle su máxima a nuestros funcionarios pues, excepcionalmente, nuestros improvisados burócratas habilitados como expertos en comercio internacional han sido “verdaderamente consistentes en comercio exterior a pesar de los pésimos resultados obtenidos”.

Sin duda, las circunstancias obligan a que en este momento se realice una revisión profunda de la “estrategia” seguida en esta materia, a fin de revertir esos retrocesos que se han manifestado de una manera verdaderamente grotesca; en falta de oportunidades para grandes núcleos de la población mexicana, motivo por el cual algunos mexicanos han tenido que ingresar a la economía informal, otros han tenido que emigrar y, lo peor de todo, es que otros como única y última solución para proveer los recursos para satisfacer las necesidades de su familia, han ingresado a las filas de la delincuencia.


Nota bene: En el año de 1975, México y Vietnam eran países muy diferentes a los que hoy conocemos. En esa época, yo era el Coordinador de Consejerías para Asia, África y Oceanía del Instituto Mexicano de Comercio Exterior (IMCE), del cual era Director General el Lic. Julio Faesler.

En esa época, ya estábamos al final de una etapa de cerca de 30 años de desarrollo económico sostenido que, prácticamente, ningún otro país había logrado, y como éramos extraordinariamente “solidarios” con los países del Tercer Mundo, el Lic. Luis Echeverría Álvarez, Presidente de la República en ese momento, decidió enviar a Vietnam un buque de la Armada de México cargado de bicicletas, PVC, cuerdas de henequén, etc., como un obsequio. A su llegada a ese país el buque debía de exhibir un letrero que dijera:

El pueblo de México colabora en la reconstrucción de Vietnam. Octubre 2 de 1975.

La entrega del cargamento en Vietnam le fue encomendada al Ing. Héctor Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, Director de Desarrollo Industrial y Transferencia de Tecnología del IMCE, teniendo en cuenta que en aquella época México era un país que había logrado desarrollar algunas tecnologías que resultaban de punta para otros países, entre ellos Vietnam, mismo con el que se consideró la posibilidad de desarrollar algún proyecto en la materia.

A mí me encargaron coordinar algunas actividades para la realización del viaje y conseguir la traducción de dicho texto al vietnamita, misma que logré obtener a través del entonces Consejero Comercial de México en La Habana, Cuba, el Ing. Víctor Manuel Saucedo Madrigal, y en donde ya había una representación de ese país. Anexo incluyo copia del texto y la traducción.

mexico vietnam

Referencias:

Arnulfo R. Gómez, “Funcionarios mexicanos en la luna” (19/08/2019).
México: más teoría y nada de práctica” (12/06/2019).
México: los funcionarios no entienden el Comercio Exterior” (27/09/2019).
México, inversión extranjera, Kafka y la luna” (20/09/2019).
México y las joyas de la exportación mexicana: cerveza, refrigeradores y aguacate” (30/03/2020).


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Roosevelt, la Gran Depresión de 1929 y el COVID-19

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A raíz de la pandemia del COVID-19 y como consecuencia de la profunda crisis económica internacional que ha provocado, varios países han anunciado ambiciosos programas financieros gubernamentales para superar la recesión y plantear el resurgimiento. Cabe observar la advertencia de Kristalina Georgieva, Directora-Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el sentido de que para lograr la recuperación económica primero es necesario controlar y, de ser posible, erradicar el COVID-19.

En la articulación de este esfuerzo económico por superar la recesión se ha citado frecuentemente al expresidente Franklin Delano Roosevelt, ya que con su política del “New Deal” ayudó a Estados Unidos a salir de la Gran Depresión que estalló en 1929. Por ese motivo me parece oportuno comentar algunos aspectos de la labor de Roosevelt.

Sin duda Franklin Delano Roosevelt fue uno de los más importantes presidentes de Estados Unidos. Es también una de las figuras políticas más trascendentes de la historia mundial del siglo XX. No pretendo explorar rasgos de su muy compleja personalidad sino simplemente referir algunos aspectos de sus políticas y plantear si son aplicables a una situación como la que vivimos actualmente.

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Franklin Delano Roosevelt, expresidente de los Estado Unidos (Fotografía: The Atlantic).

Franklin Delano Roosevelt (FDR) era miembro de una antigua y muy acaudalada familia neoyorquina de origen holandés. Estudio en Harvard y en la Universidad de Columbia. Por su origen elitista su familia estaba inclinada al servicio público, noblesse oblige. Era pariente lejano de Teddy Roosevelt, también expresidente de Estados Unidos, sólo que este último del Partido Republicano. FDR hizo carrera política con los demócratas. En 1928 fue electo gobernador del estado de Nueva York. En 1929, la quiebra del Mercado de Valores llevó a Estados Unidos a su mayor crisis desde la Guerra Civil.

El expresidente Herbert Hoover, predecesor de FDR, no entendió la magnitud del problema. Sin embargo, a pesar de las resistencias de sus partidarios, armó un paquete de medidas económicas que le permitieron acelerar obras públicas, reducir los impuestos, fomentar el crédito, y estimular la agricultura. Pero todas esas medidas se vieron anuladas por otras decisiones de su gobierno, con el propósito de equilibrar el presupuesto.

En 1931 se agravó la crisis. En agosto quebraron 158 bancos, en septiembre 305, y en octubre 522. Ante la crisis social provocada por la depresión económica, Hoover creyó que la filantropía privada y los gobiernos locales podrían con la carga.

En 1932 Roosevelt ganó abrumadoramente la elección presidencial. En su discurso de toma de posesión anunció los históricos “cien días”. Roosevelt instrumentó un programa muy amplio que comprendió medidas monetarias, fiscales, crediticias, bancarias, presupuestales, que comprendió a todos los sectores de la economía y de la vida social. Estas acciones impactaron el crecimiento, la creación de empleos, el control de la inflación, la deuda y el rescate de los deudores hipotecarios.

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Fotografía: Wagno.

Entre algunas de las medidas que destaco están una nueva regulación bancaria, el seguro para los depósitos bancarios y la muy relevante Ley Glass-Steagall que separó a los bancos comerciales de la banca de inversión. Su desarticulación, décadas más tarde, ha generado nuevas crisis financieras internacionales. Muchas de las medidas de FDR tuvieron éxito inmediato y otras no, lo cual motivó replanteamientos de algunas decisiones. Se dejó intacto el sistema de control privado de los créditos y las inversiones, pero se modificó la relación entre el gobierno y las finanzas.

El desarrollo de la obra de infraestructura permitió la construcción de cerca de un millón de kilómetros de carreteras, 125 mil edificios públicos, 8 mil parques, 850 pistas de aterrizaje, miles de hospitales, plantas de energía municipales en todo el país. En este esfuerzo se incluyó la construcción de vivienda, inclusive para los más desfavorecidos, el fomento del crédito hipotecario y el rescate de barrios urbanos marginales.

Un caso emblemático del “New Deal” fue la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA, por sus siglas en inglés) que adquirió y construyó cerca de 25 presas para el control de las inundaciones y la generación de energía eléctrica de una vasta región, especialmente deprimida. Otro aspecto relevante de la política de FDR fue la conservación de los recursos naturales y la reforestación. De igual forma, se articuló una política laboral y de seguridad social así como el apoyo a muchos sectores sociales. También se financió la promoción de las artes plásticas, música, pintura, literatura e historia.

En suma, el gobierno federal asumió la responsabilidad por el bienestar de los ciudadanos. Fue la versión estadounidense del “Estado de Bienestar”. Sin embargo, en 1937 el gobierno trató de equilibrar el presupuesto y la actividad productiva volvió a decaer. Cuando la administración de FDR trató de impulsar nuevamente el crecimiento, la relación de fuerzas políticas había cambiado. El gobierno había perdido muchos apoyos de las clases medias por las huelgas y el creciente sindicalismo. La plena recuperación económica de Estados Unidos sólo se logró a raíz de su entrada en la Segunda Guerra Mundial. El mayor triunfo del “New Deal” fue la recuperación económica manteniendo el sistema democrático en un mundo de totalitarismos.

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“The New Deal”, mural de Conrad A. Albrizio.

Actualmente estamos frente a un reto global inédito. Los efectos del COVID-19 están generando una crisis económica que según el FMI será tres veces más profunda que la de 2008. Los países más ricos de Occidente plantean emplear cuantiosos recursos financieros para superar este problema. En Estados Unidos se habla del 10% del PIB, en tanto que en el Reino Unido y en Francia del 15% del Producto Interno Bruto. Por otra parte, es posible que los efectos económicos y sociales de la pandemia sean aún mayores en las economías emergentes y en los países pobres.

En México es entendible el rechazo a una política del gasto público expansionista y al desbalance fiscal por las experiencias que hemos tenido en el pasado y que nos llevaban a recurrentes crisis sexenales. Sin embargo, es importante conocer lo que están haciendo otros países así como las experiencias internacionales.

Es muy probable que esta crisis genere un profundo cambio de orden mundial. Es determinante tener claro la existencia de otros riesgos globales como los crecientes desequilibrios con la naturaleza, la destrucción acelerada de los recursos naturales, el crecimiento de la población, su envejecimiento y perspectiva, y en el centro de toda esta problemática el cambio climático.

En todo caso, la lección más importante de Roosevelt es que debemos buscar nuevas soluciones para problemas inéditos con base en la libertad y la democracia.


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