Educación

Nueva Escuela Mexicana, la plataforma de aprendizaje que debes conocer

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La Secretaría de Educación Pública (SEP) presentó el Sistema de Asesoría y Acompañamiento al Aprendizaje (SAAA), para el fortalecimiento de la comunicación docente y administrativa a distancia, así como del programa Aprende en Casa II.

Este sistema impulsa el desarrollo de tecnologías para la retroalimentación en el proceso de enseñanza-aprendizaje y permite que los contenidos televisivos puedan ser vistos en lugares más apartados y con mayores índices de marginación en el país.

Esteban Moctezuma Barragán, titular de la SEP, sostuvo que la finalidad de dicho programa es sacar el mejor provecho de las herramientas digitales con que se cuenta, para ir más allá de la cobertura y alcanzar el reto de la retroalimentación, la cual, dijo, es indispensable en la comunicación educativa.

“Trabajaremos con ahínco para ofrecer las mejores herramientas posibles y superar las limitaciones y consecuencias que impone la nueva normalidad”, consecuentemente llamó a adecuarse a las nuevas circunstancias y a ofrecer alternativas pertinentes.

Por su parte, la SEP ha puesto mayor énfasis en la elaboración de cuadernos de trabajo para zonas rurales y ha fortalecido su distribución y redoblado esfuerzos en zonas de rezago educativo a través del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) y del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).

Con este objetivo, se desarrolló, además, una plataforma digital de la Nueva Escuela Mexicana con herramientas y características que se ponen a disposición de todos los agentes educativos para ser empleada como una aliada de la práctica docente en el país.

A la par, la Directora General de Televisión Educativa, Lidia Camacho Camacho, afirmó que la plataforma Nueva Escuela Mexicana fue desarrollada para que educandos y docentes puedan consultar y descargar, en todo lugar y en todo momento, las clases y versiones en PDF de Aprende en Casa II; los calendarios escolares; la programación y las orientaciones respectivas a partir de los programas de estudio y los Libros de Texto Gratuitos.

Esta plataforma permitirá acceder a más de 3 mil 200 materiales educativos seleccionados, clasificados y orientados para la comprensión e investigación de los aprendizajes esperados, en cada clase y grados escolares, agregó la funcionaria.

Necesitamos a nuestras escuelas de regreso

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Con escenas variadas a lo largo de mundo, la mayoría de los países que iniciaron de nuevo el ciclo escolar de manera presencial avanzaron hacia una nueva realidad que preserva el valor de la educación en los salones de clase y la seguridad sanitaria de niñas, niños, jóvenes, profesores, directivos y personal de los planteles.

No ha sido fácil, pero conforme la pandemia también prosigue entre nosotros, las medidas de higiene, protección y sana distancia en áreas comunes, aulas y espacios de convivencia, comenzamos lentamente a ver un progreso para que la educación de millones no se viera comprometida.

Por su parte, México se mantiene en la dirección hacia un cambio de semáforo epidemiológico que concluirá en la decisión de las autoridades federales y locales para retornar a una ansiada vuelta a clases, no sólo por los responsables de crianza (mamás, papás y tutores), sino de maestras y maestros comprometidos que han hecho auténticos milagros para suplir temporalmente el proceso educativo presencial con el virtual.

Durante dos semanas tuve la oportunidad de recibir muchos comentarios acerca de este tema de profesionales de la educación, directivos de planteles y responsables de crianza que me compartieron muchos de los retos que han tenido que vencer para brindar la enseñanza de manera remota y las difíciles condiciones de miles de estudiantes para asistir a clases en esta modalidad.

clases a distancia
Imagen: elobservadoredomex.com.mx.

Desde el problema de espacio en departamentos y casas, hasta la conectividad a internet y el acceso a computadoras personales o tabletas, los cursos a distancia se han sostenido en un dudoso modelo de contenidos y presentaciones por televisión que sigue sin estar a la altura de las necesidades que nos impuso la pandemia para no retrasar el progreso académico de millones de niñas, niños y jóvenes.

 Pese a su alcance y número de aparatos por domicilio (94% de los hogares, según cifras oficiales), las clases por televisión abierta son todavía un paliativo frente a la continuidad que se requiere en un ciclo escolar atípico, pero que tendrá que retomar su cauce en cuanto tengamos una estabilidad en los contagios, la ocupación hospitalaria y el arribo de la ansiada vacuna, que no hará milagros, aunque permitirá que esa nueva realidad se parezca a la convivencia social e intelectual que sólo se logra en las escuelas.

Europa, por ejemplo, que sufrirá de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud una nueva oleada de infección por coronavirus entre octubre y noviembre, ha tenido un desempeño sanitario aceptable en esta primera quincena de regreso a clases, gracias a las disposiciones que establecieron y a un aprendizaje en el día a día que favoreció buenas prácticas que se extendieron rápidamente a todos los grados.

brecha digital internet
Imagen: Universidad de Chile.

Esas lecciones las debemos aprender si queremos recuperar la actividad escolar presencial y salvaguardar, al mismo tiempo, a los estudiantes durante los meses de otoño e invierno, donde tendremos la llegada de la temporada de influenza, que se sumará al coronavirus.

Con todo, debemos impulsar el regreso seguro de nuestras niñas, niños y jóvenes, porque es posible que nos encontremos a medio camino entre salvar el curso o enfrentar una ola de deserción por cuestiones económicas, familiares y hasta de falta de colaboración social para que nadie se quede fuera de su escuela.

Tan sólo por este riesgo es importante que mamás, papás, tutores y responsables de crianza empiecen a organizarse con profesores y directivas para impulsar el modelo de salud en la escuela que se tendrá que seguir y darle la confianza a todos de que habrá una supervisión minuciosa para que los planteles sean un ejemplo de seguridad sanitaria. En ello también jugará un papel muy importante el mantenimiento de las instalaciones, el acceso a agua y la ventilación constante de aulas y espacios comunitarios.

Lo que está en riesgo es la educación, en particular en los segmentos de nuestra sociedad que son el último, o uno de los últimos, bonos demográficos que tendremos y sin ésta no hay país que pueda crecer, mucho menos progresar.

eduacion, clases online
Imagen: La Tercera.

Ahora que los pronósticos económicos son sombríos y que las variables de medición del crecimiento están en duda, los indicadores educativos no están a discusión porque señalan con exactitud la relación directa entre una población educada correctamente, con oportunidades de desarrollo intelectual y de construcción de valores, y la consolidación de un Estado de Derecho auténtico, de instituciones fuertes y de una sociedad activa en todos los sentidos.

No obstante, la reapertura debe ser en el momento adecuado, ni muy pronto como ocurrió en Israel, ni muy tarde como podría ocurrirnos a nosotros. Nuestra población y las limitaciones que ya conocemos, tampoco nos igualan a Suecia (que nunca cerró las escuelas, aunque tuvo brotes de contagios controlados y pocos casos en niñas, niños y jóvenes) o a Japón que aplicó medidas restrictivas severas aún para la famosa disciplina que caracteriza a su sociedad, con pocas incidencias que fueron aumentando con el tiempo y obligaron a modificar el plan de regreso original.

De fondo, bajo el principio de la sana distancia y del uso de cubrebocas, necesitamos a nuestras escuelas de regreso. Si, como informan las autoridades de nuestro país a diario, llevamos varias semanas ya con un descenso en casos positivos por este tipo de coronavirus, nos acercamos a un regreso, urgente, vital, para que millones de niñas, niños y jóvenes recuperen el tiempo presencial, sustituido por el remoto, así como el valor implícito que tiene la educación en el futuro de todas y todos nosotros.


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Alfabetización digital, entre el bienestar y la exclusión

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En 2013, al recibir el Premio Sájarov a la libertad de conciencia del Parlamento Europeo, la activista Malala Yousafzai afirmaba que “un país no es más fuerte por el número de soldados que tiene, sino por su índice de alfabetismo”.

El derecho a la educación, reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, está enraizado en el derecho a la alfabetización. Más allá de su noción básica como las competencias de saber leer y escribir, ante la expansión de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), este término se ha complementado con las llamadas “alfabetizaciones en destrezas”, entre las cuales se encuentran la alfabetización en medios, alfabetización bibliotecaria y la alfabetización digital.

Paul Gilster, quien ha popularizado la expresión de “alfabetización digital”, la define como la capacidad para comprender y usar la información, en distintos formatos y de fuentes varias, cuando se presenta a través de una computadora, y aclara que este concepto no se trata de dominar las teclas, sino las ideas.

mundo digital
Imagen: Magisterio.

Lo anterior se traduce en que no es suficiente saber usar los dispositivos electrónicos, sino que se requiere comprender las características y potencialidades de las dinámicas y relaciones del entorno digital, que tienen una lógica distinta a las actividades presenciales, y que por lo tanto, no resulta funcional hacer un mero traslado de ellas a lo virtual.

Las TIC deben facilitar el ejercicio de derechos, pues las brechas en su acceso y uso profundizan la desigualdad social digital. En la medida en que las personas desplieguen más o menos habilidades digitales mejorarán su bienestar o se agudizará su exclusión. 

Las estimaciones del informe Midiendo el desarrollo digital: hechos y cifras 2019, de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, confirman que el uso de Internet continúa creciendo en el mundo, sin embargo, se calcula que 3.6 mil millones de personas siguen sin estar conectadas, sobre todo en países con menor desarrollo.

El reporte señala que la falta de competencias digitales es uno de los más importantes obstáculos para la adopción y uso eficaz de Internet, y revela que en 40 de 84 países analizados –incluido México–, menos de la mitad de la población posee habilidades informáticas básicas como copiar un archivo o enviar un correo electrónico con un documento adjunto.

alfabetizacion digital
Imagen: HoangPts.

En la Encuesta de Habilidades de Adultos de la OCDE (2017-2018), México destacó por la gran proporción de población adulta sin experiencia informática o con escasos conocimientos en TIC (39.2%), por encima del promedio de los países participantes (11.7%).

El pasado 8 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Alfabetización, y en la realidad que hoy vivimos donde lo digital está acaparando el escenario, cabe reflexionar respecto a cómo estamos aprovechando este recurso para mejorar la vida de las personas, su trabajo, salud, educación; así como, sobre si estamos adoptando políticas y acciones de inclusión para que no sólo unos cuántos gocen de sus beneficios. 

Las TIC pueden contribuir al desarrollo, derriban barreras de espacio y tiempo y ofrecen grandes ventajas. Por ello, si queremos evitar que una red invisible envuelva a los conectados y excluya sigilosamente al resto de la población es fundamental avanzar en la alfabetización digital.


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Proteger la educación de niñas, niños y jóvenes en México

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Apenas este martes, millones de niñas, niños y jóvenes, regresaron a sus salones de clase en varios países de Europa, una de las primeras regiones más afectadas por la pandemia por esta nueva cepa de coronavirus, con diferentes medidas sanitarias, un monitoreo riguroso para evitar brotes y un objetivo común: no perder el ciclo de aprendizaje que sólo se logra dentro de la comunidad escolar de manera presencial.

Desde el inicio de esta pandemia se nos ha repetido en muchas ocasiones que los contagios aparecieron en diferentes momentos en amplias zonas del planeta, a partir del surgimiento del virus en Wuhan, China; por lo que, también de manera escalonada, regresaremos eventualmente a las aulas en los diferentes grados académicos.

¿Por qué es importante retornar pronto a los salones de clase? En primer lugar, el sistema de enseñanza remota, y por televisión, no puede sustituir la convivencia y el impacto que tienen los maestros en la formación de sus alumnos. Es el contacto directo lo que constituye el centro del aprendizaje que no sólo es la transmisión de datos e información, sino la relación social que solamente puede construirse en comunidad.

Varios países llegaron a esta conclusión y diseñaron diversas estrategias que, eventualmente, podemos adoptar en México para que el regreso de los estudiantes sea seguro.

educacion en tiempo de covid
Imagen: Juan García.

Italia, por ejemplo, aprobó a inicio de agosto pasado el protocolo para que niños de 0 a 6 años asistieran de nuevo a guarderías, preescolar y escuelas primarias, con un número fijo de alumnos por salón, que convivirán siempre en la misma aula y con los mismos profesores, una especie de “burbujas” similares a las que emplearon algunas ligas profesionales deportivas para mantener a sus comunidades sanas, aunque aisladas todavía.

En este sentido, tanto el material didáctico, como los juguetes y los enseres –mochilas, cubiertos, loncheras, entre otros– son exclusivos de cada grupo y el ingreso a los comedores del plantel se hace por turnos, después de limpiar a profundidad.

Aunque fue uno de los países que resintieron con mayor fuerza los efectos del virus, Italia no impuso el uso de cubrebocas o la toma de temperatura a los estudiantes o al personal del colegio, pero nadie puede acudir si presenta síntomas, sospecha de un contagio en casa o tiene algún otro padecimiento respiratorio. Las pruebas serológicas también son voluntarias entre los trabajadores del sector educativo.

Por su parte, más de tres millones de niños de cero a 6 años emprendieron el regreso a clases en Francia. Los menores de 11 años no llevarán cubrebocas y no se contempla sana distancia de metro y medio; sin embargo, todos los adultos, incluidos los profesores, deben usar cubrebocas en cualquier espacio del plantel.

A las niñas y niños franceses se les pide lavado de manos continuo y la aplicación de gel antibacterial se hace con la supervisión de un adulto –por la base de alcohol que podría ocasionar un accidente entre los más pequeños–.

nino con cubrebocas
Imagen: iStock.

La capacidad de los salones está limitada a 24 alumnos y para evitar saturación, el gobierno francés contrató recientemente a unos 1,600 profesores nuevos para atender a los estudiantes de preescolar y primer grado, de acuerdo con la información que se ha hecho pública en aquella nación.

En Alemania –uno de los países que ha manejado mejor la crisis sanitaria– estudiantes y maestros deben portar el cubrebocas en zonas comunes, incluyendo sanitarios, salas, pasillos, comedores, entre otros, con excepción de los salones de clase. Si los padres lo acuerdan o lo piden a la directiva, los maestros deben usar cubrebocas también durante la impartición de los cursos. Tampoco en los planteles alemanes hay distancia mínima requerida y ante cualquier síntoma, la persona debe aislarse y no regresar hasta que pase su cuarentena.

Portugal determinó desde mayo circuitos de entrada y salida en las escuelas, en el acceso a las aulas y a los espacios comunes, además de horarios fijos por grupos para evitar aglomeraciones. La sana distancia tampoco es obligatoria, al igual que la división por grupos específicos, debido a la oposición de padres y tutores por falta de espacio y de recursos para reducir el número de alumnos; algo muy semejante a lo que podemos enfrentar en México.

Una diferencia en el sistema escolar portugués será la obligación de quitarse los zapatos al entrar y usar un par sólo para el plantel, además de que los juguetes fueron prohibidos; tanto el material como los útiles deben ser desinfectados continuamente a lo largo del día y al final de la jornada. Aquí, sólo los profesores y los empleados de las escuelas deben portar cubrebocas todo el tiempo y en cualquier sitio. Se espera que menos de la mitad de los alumnos en preescolar regresen a clases, lo que será un punto de referencia importante por la amenaza latente de la deserción escolar.

Los llamados Países Bajos abrieron sus planteles a partir de un cuestionario para identificar si entre sus alumnos existen contagios, han tenido algún miembro de su familia enfermo, o ellos mismo han experimentado síntomas, lo que evita que acudan a la escuela hasta cubrir la cuarentena correspondiente.

revision de ninos
Imagen: Laura Kammermann.

De la misma forma, la sana distancia no es requisito entre ellos o durante la clase. No obstante que, los profesores, empleados y padres de familia sí deben observar el metro y medio, o más, recomendado para reducir la posibilidad de contagio.

Ventilar las áreas comunes y los salones es obligatorio, así como el lavado frecuente de manos, la desinfección de útiles y juguetes, el estornudo y toser en el hueco del antebrazo. Tampoco los cubrebocas son forzosos y sólo un adulto puede dejar en la puerta del colegio al estudiante. Se pide que las niñas y los niños de cero a 4 años no visiten a sus abuelos o cuidadores, mientras que de 4 a 12 años pueden moverse con mayor libertad en ausencia de casos en su entorno cercano o en ellos mismos.

Otra nación golpeada por este tipo de coronavirus, Reino Unido, aplicó medidas más estrictas, a pesar de que el uso de cubrebocas tampoco es obligatorio para profesores y directivas escolares y cada plantel determina las acciones adicionales que necesite para regresar a clases.

El gobierno británico ha iniciado una campaña para motivar a las mamás, papás y responsables de crianza a que lleven a sus niñas y niños a la escuela, pero la última decisión está en ellos. No hay cupo máximo en los salones y se espera que únicamente la mitad de los estudiantes en grados preescolar y primaria retornen en el corto plazo.

Como podemos apreciar, vencer el temor del regreso forma parte no sólo de un acuerdo social, sino de la prevención que toman las autoridades para no romper el ciclo de aprendizaje, lo cual representa un costo altísimo para cualquier nación que busca mantener su nivel educativo y su progreso.

materiales educacion
Imagen: CNN.

Similar a los retos que tendremos en México –falta de espacio, problemas de acceso a la tecnología, contenidos insuficientes en calidad y cantidad, presentadores por televisión sin experiencia previa para enseñar, entre muchos otros–, otras naciones concluyeron que seguir con clases a distancia perjudicaría, más de lo que ayuda, incluso cuando la pandemia sigue activa.

Iniciamos la segunda semana de un proceso de educación inédito que todavía genera muchas dudas sobre sus consecuencias. Necesitamos mejorar mucho para que las lecciones por televisión abierta o por medio de plataformas digitales estén a la altura de la eficiencia que tiene la convivencia en la comunidad escolar.

Sin embargo, ya hay caminos recorridos en países que pueden servirnos de ejemplo y de buenas prácticas para que retornar a los salones de clase sea un proceso seguro en todos los sentidos y permita que uno de los valores que más necesitamos en ese momento, la educación de nuestras niñas y niños, no sufra de retrocesos y del estancamiento que hemos observado en estos difíciles meses de confinamiento.

Nos encontramos en el umbral de tomar estas decisiones y muchas más relacionadas con la educación de niñas, niños y jóvenes, aprovechemos ese tiempo para adoptar lo que funciona y no incurrir en errores que serán graves y costosos para nuestro futuro.


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Con o sin pandemia, en México continuamos con el aprendizaje

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Bajo el marco de la “Educación en Tiempos de COVID-19”, el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, en una conferencia virtual reconoció que México respondió con medidas extraordinarias que mantuvieron el cauce de la educación pública y que se concluyó con éxito el ciclo escolar 2019-2020, siendo el sector educativo del país capaz de estructurar una estrategia de educación a distancia, robusta equitativa y de calidad.

“Mientras hubo países que definitivamente cancelaron el ciclo escolar; y otros que dieron por concluido el aprendizaje y todos sus estudiantes aprobaron, México dijo: Continuamos con el aprendizaje”, subrayó.

Durante su participación en la Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario de Morena, Moctezuma Barragán dio fe de que el 94% de las familias mexicanas tienen acceso a los canales de televisión donde se transmitirá el programa Regreso a Clases. Aprende en Casa II;  y que para las comunidades indígenas las transmisiones de radio se transmitirán las clases en 22 diferentes lenguas indígenas; los materiales educativos impresos del Consejo de Fomento Educativo (Conafe), e Internet estarán disponibles en todo momento en las comunidades más aisladas.

El objetivo principal en estos tiempos de pandemia, es garantizar el acceso a la educación, desde la Inicial hasta la Superior. Nadie se queda atrás, el Instituto Nacional de Educación para los Adultos (INEA) tiene una oferta digital ante la circunstancia por la que se atraviesa, de la cual destaca el Modelo de Educación a lo Largo de la Vida y el Trabajo en Línea.

La pandemia no es ningún pretexto

Durante estos meses de emergencia –añadió el titular de la SEP– en colaboración con el Poder Legislativo y otros sectores, se ha estado construyendo una propuesta cuyo objetivo es refrendar el carácter público, gratuito y laico de la Educación Superior, y lograr su cobertura universal con un enfoque de equidad e inclusión.

En la misma reunión, el diputado Porfirio Muñoz Ledo, comentó que el sistema de educación a distancia tiene que suplir la carencia de la escuela regular, pero más adelante debe ser complementaria. Añadió que cuando se reanude el ciclo escolar de manera presencial debe existir un reforzamiento educativo. Algunas ventajas de este nuevo modelo educativo consiste en involucrar a los padres en la educación de sus hijos desde casa, lo que representa un avance muy importante.


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No usar cubrebocas refleja mala educación

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#SinCubrebocas  #MalaEducación

Una diferencia fundamental ha hecho que países con más o menos el mismo número de habitantes que México, como es el caso de Japón –y que incluso tienen una mayor densidad poblacional, como resultado de su condición geográfica– tengan menos de 60 mil contagios y menos de 2 mil decesos; mientras que en México llevamos más de 500 mil contagios y más de 50 mil muertos. ¿Cuál ha sido esa diferencia fundamental? La respuesta es: el uso del cubrebocas. Allá en el lejano Oriente, desde el Primer Ministro japonés Shinzō Abe, incluyendo a todos los miembros de su gabinete y los miembros de la dieta nacional, hasta la persona más humilde del pueblo más apartado del Japón rural, están todo el tiempo usando el cubrebocas. Esos países de Oriente tienen otras experiencias recientes de epidemias y han desarrollado la cultura del uso del cubrebocas, probando sin lugar a duda su eficacia.

¿Por qué en México no se sigue esa buena práctica de Japón? La respuesta es simple y dolorosa; y podría explicarse en tres palabras lapidarias: ¡FALTA DE EDUCACIÓN!

¿Qué hace una persona educada?

1. La persona educada… estudia e investiga las mejores formas para no contagiarse y no contagiar a los demás. Hay literatura de sobra que claramente indica que el uso del cubrebocas es fundamental para evitar contagios.
2. La persona educada… no puede ser manipulada por sus líderes y, por ende, no los siguen ciegamente ni les hacen caso en todo cuanto pregonan. Saben perfectamente discernir entre lo que está bien o mal. Esas personas saben que, aunque los líderes no usen cubrebocas, ellos sí lo usarán porque es lo adecuado, lo correcto y, en pocas palabras, es de gente educada.
3. La persona educada… siente empatía por los demás y por esa razón sabe la importancia de no pensar únicamente en él o ella y que, al vivir en sociedad, cualquiera cosa que haga incide en los otros.
4. La persona educada… no es soberbia. La verdadera educación no sólo está en los títulos que hayas logrado o libros que hayas leído, tiene mucho más que ver con tu actitud ante la vida y con los demás. Los soberbios, no son gente educada.
5. La persona educada… no usa sus complejos para agredir a los demás. No hay ser humano que se salve de tener algún complejo, unos en mayor y otros en menor medida. La diferencia estriba en cómo afectas a los demás con ellos. Si por sentirte poderoso necesitas hacerle ver a los demás que tú no necesitas usar un cubrebocas, reflejas claramente un complejo de inferioridad y estás actuando sin pensar en los demás. Eso, definitivamente, no es una conducta de una persona educada.
6. La persona educada… sigue las reglas sociales mínimas de convivencia. Por eso evolucionan las sociedades y hay orden en vez de caos. No es por simple coincidencia que los países más evolucionados, donde se siguen las normas y se respetan las leyes, sean los países más educados.
7. La persona educada… es responsable. Cumple con lo que le corresponde. Si tiene una posición de autoridad, entonces su responsabilidad es mayor y en los resultados de su actuar se ve si se trata de una persona educada o no. Si no están usando cubrebocas, no están siendo responsables. Recordemos aquella frase que dice “forma es fondo”.
8. La persona educada… no es prepotente. Cuando ves autoridades paseándose por supermercados sin el uso del cubrebocas, sólo puedes pensar en una cosa: prepotencia. Piensan que, porque son la autoridad, pueden hacer lo que les da la gana. Nada demuestra mejor la falta de educación, que una conducta prepotente. Creer que alguien tiene un valor por arriba de otros, o es mejor por el puesto que tiene o porque tiene una situación económica más holgada que los demás, lo único que demuestra es ignorancia y falta de empatía; y, como vimos en el punto tres, atrás de la falta de empatía hay una educación muy pobre.

México es un país muy mal educado y con el ejemplo del uso del cubrebocas esto se refleja una vez más. Definitivamente, si todos usáramos cubrebocas, no habría tantos contagiados y fallecidos.

¿Hasta cuándo se entenderá en nuestro país que, el trasfondo de la mayoría de los problemas que tenemos, son resultado de nuestra pobreza educativa? Ningún gobierno se atreve a hacer una verdadera revolución educativa (la única que realmente sirve para el desarrollo de largo plazo). La sociedad, mayormente mal educada, tampoco está en condiciones de exigir; así que, mientras el pueblo se vea limitado por su falta de conocimiento y entendimiento, los grupos en el poder se pueden aprovechar para hacer su santa voluntad. Eso ha pasado por muchos años y pasa hoy. El costo es altísimo.

Ahora, con esta pandemia, lo podemos medir en contagios y muertes; pero si el tema fuera el narco, lo mediríamos en asesinados, extorsionados y en debacles económicas; y si habláramos de temas ambientales, la medición estaría en función de deforestación, contaminación del aire y agua y un sinfín de etcéteras. La realidad es que, en cualquier terreno, el problema es la educación. ¿Recuerdan lo que escribí hace casi 2 años, en mi artículo: Educación con equidad y calidad?

Yo soy de los que afirmo que, el trasfondo de cualquier problema que tiene el país, es educativo. Si me pidieran identificar el elemento o ingrediente más importante para el desarrollo de un país, sin duda diría que es la educación; y si tuviera que identificar tres, serían: educación, educación y educación.

Nos duela o no, nuestro país sale reprobado año con año en materia educativa, entendiendo la educación no sólo de forma limitativa a lo que se ve en un salón de clases, sino en todo terreno de conducta humana. El tejido social se ha desvalorizado y los niveles de violencia y de individualización se han incrementado como nunca lo habíamos visto. Yo lo achaco a que cada vez somos menos educados.

La educación nos da más opciones en la vida, nos da herramientas para entender lo que está bien y lo que está mal. Entre más ignorante se mantiene a un pueblo, más se degrada su cultura, sus normas de convivencia y sus posibilidades de desarrollo. El pueblo se mantiene en una especie de letargo colectivo que hace que aflore lo peor de la sociedad. Hoy, el cubrebocas sólo fue el pretexto para hablar del gran problema educativo al que nos enfrentamos. Tenemos que despertar o, de lo contrario, estaremos destinados al eterno fracaso. México no lo merece.


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¿Podemos transitar del nivel actual al nivel ideal de México?

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México tiene en muchos ámbitos, y por muchas razones un enorme potencial que a lo largo de su historia no ha querido, podido y/o sabido desarrollar. Siempre se han encontrado las excusas y argumentos para no ser lo que podemos o inclusive diría lo que debemos ser.

Nuestra postura de víctimas se remonta hasta el pasado de la creación de la propia República Mexicana, que tiene propiamente su origen en la Nueva España. Sí, fueron los conquistadores europeos quienes crearon lo que hoy en México, y ni siquiera eso reconocemos en nuestros libros de historia. Hemos ido lamentándonos de que los españoles conquistaron México y eso es tan falso, como que la tierra es plana.

Para superar una enfermedad física o mental, como lo es superar una adición, hay que empezar aceptando la misma. Y hago esta analogía porque, si queremos superarnos como nación, tenemos que aceptar muchas cosas que hoy evadimos o mentimos al respecto.

mediocridad en Mexico
Ilustración: El Universal.

Habrá que reescribir una buena parte de nuestra corta historia como país, y también escribir y reescribir capítulos de lo que antecedió a lo que hoy es México. Yo lo simplifico diciendo que ni Benito Juárez fue tan bueno, ni Porfirio Díaz fue tan malo; y bueno, la historia de los Aztecas tiene capítulos negros que habrá que sacar a la luz pública y sin miedo. Explicar de la manera más objetivamente posible qué pasó con los mayas, qué sabemos real y objetivamente de Teotihuacán, exponer sin prejuicios, la magnitud real a lo que aconteció aquel 2 de octubre de 1968, desenmascarar a los presidentes asesinos que hemos tenido a lo largo de nuestra historia, y cientos, sino es que miles de etcéteras.

Esta nueva historia de México nos va a permitir escribir una historia no de vencidos y vencedores, sino de hecho reales, que son lo que realmente han determinado lo que hoy es México, y con ello empezaremos aceptándonos con virtudes y con defectos, y reforzando el espíritu de lo verdaderamente mexicano. Y de ahí, ver para adelante, con altas miras, sabiendo que somos capaces de tener y ser el mejor país para propios y extraños.

Tomando como base un artículo de mi libro, explico –ahora sí– como hacerlo.

En el ser humano se observan con alarmante frecuencia niveles de conducta que distan del ideal. Vamos por la vida en la cómoda línea de la mediocridad. Nos resistimos a dar el salto para alcanzar metas superiores y nos instalamos en niveles de confort, de mediocridad. Sólo al enfrentarnos a una situación inesperada o una emergencia, sacamos fuerzas y vamos más allá de la “normalidad”, como lo hemos demostrado, con creces, en terremotos y en desastres naturales.

En mis talleres pongo el ejemplo de quien sube a la plataforma de la fosa de clavados, pero no está dispuesto a saltar. Ahí en las alturas, a 10 metros, sólo el 1% acepta que se atreviera a echarse al agua. Cuando pregunto a los participantes qué harían si vieran a su hijo o hija ahogándose, entonces todos están dispuestos a brincar, a dejar su zona de confort. Esto claramente me hace pensar que todos tiene el talante para lanzarse del trampolín de 10 metros, pero no lo hacen o no lo han hecho, por “miedo” a descubrir de lo que son capaces.

zona de comfort
Imagen: Emprendedor News.

Eso nos pasa a los mexicanos. Aunque podemos dar más, no nos atrevemos a salir de la rutina. Tememos a la caída, al fracaso. Con algunas excepciones, vivimos en el promedio, y por ello hay tan pocas historias de éxito que contar en un país de prácticamente 130 millones de habitantes.

Al navegar en las cómodas aguas de la línea media no podemos llegar más lejos. Como se dice frecuentemente, nos apegamos al manual, trabajamos por lo que dice el libro, la norma, pero no vamos por el extra. ¿Para qué? ¿Cuál es la necesidad?, nos justificamos. Se nos dificulta subir al nivel ideal, nos da flojera, rehuimos a la exigencia de ser excelentes.  

Las conductas normales toleradas en nuestro país, por citar algunos ejemplos, son pasarse las luces rojas en la calle (automovilistas, ciclistas, peatones), arrojar basura en las banquetas, no cruzar en las esquinas, circular en sentido contrario, dejar que nuestras mascotas defequen en la vía pública y no recoger sus gracias… Es nuestra triste realidad.

Este tipo de comportamientos actuales, se repiten porque no le pasa nada a los infractores. Esta actitud cambia cuando sabemos que, si hacemos algo incorrecto, la pagaremos. Es el caso del conductor irresponsable en México que al llegar a Estados Unidos es un ciudadano ejemplar, respetuoso de las normas de tránsito o bien del turista mexicano que al llegar a otro país se convierte en modelo de civilidad en las calles.

mediocridad e hipocresia en mexico
Ilustración: Alberto Montt.

Hay algo que nos impide a menudo progresar. El entorno no nos reta a esforzarnos. En nuestro México, siendo mediocres somos el tuerto que es rey en tierra de ciegos. Por eso muchos deportistas, chefs, o cineastas mexicanos exitosos triunfan en Estados Unidos o Europa. En otras partes tienen los incentivos para ser excelentes, no impera el conformismo y hay estímulos para superarse compitiendo con otros. Se premia el esfuerzo.

Tal vez conozcan el chiste de unos paisanos que, viajando por Múnich, van a una fiesta y beben. Al volver al volver al hotel en la madrugada, les urge dormir y exigen al conductor germano que se pase las luces rojas. El teutón está sorprendido: si infringe las normas lo mandarían al psiquiatra. Sonrientes, los visitantes le responden que, en cambio, en México iría al especialista quien se detenga en la luz roja. La broma refleja nuestra mentalidad laxa.

Sin escarbarle mucho, la educación aparece como una de las causas de este pasmo. Estamos condenando a generaciones de niños y jóvenes con este sistema educativo secuestrado y complaciente. No hay un caldo de cultivo para ser los mejores, sino para ser los peores. Es una realidad que al sistema político y quizás a una parte de los poderes fácticos, no le conviene que la gente esté bien preparada, que quiera cambiar las cosas, que sea más competitiva. Falta una verdadera rebelión, un cambio desde la sociedad civil.

Según la OCDE, México se ubica entre los países que más horas se trabajan en el mundo, pero estamos entre las naciones más improductivas. ¿Será que nos hacemos tontos en el trabajo, mientras en otras culturas emplean más efectivamente las horas laborales?

horas laborales en Mexico
Imagen: Revista Merca2.0.

Por otra parte, es un hecho que la familia contribuye también a esta condición de mediocridad. Sabemos de muchos casos de padres que toleran y se benefician de la corrupción. No sorprende que a veces los modelos a emular son de quienes, vía prácticas no legales, se hacen súbitamente de autos, relojes, mansiones, yates, jets… En México, es el caso de políticos de cualquier partido, mientras que la clase gobernante no deja de ser noticia por sus escándalos de enriquecimiento ilícito, amiguismos o nepotismo… etcétera, etcétera.

Nuestro aparato productivo no favorece la competencia ni premia a los eficientes. Está hecho para vender “a los que conozco” o, incluso, para afectar al pequeño. Es el caso de grandes cadenas comerciales que ahorcan a sus pequeños proveedores. Por el contrario, en Singapur existen leyes que obligan a cuidar a los chicos, a darles por ejemplo anticipos por sus ventas y no ahorcarlos financieramente.

Tremendo panorama. Entonces ¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar?

Muy simple: no esperes a que cambien tus hijos o nietos, o los demás, los otros. No vayas lejos ni esperes a la siguiente generación. Un paso brutal, enorme, sería comenzar ya con una persona que conoces muy bien: Tú mismo.

Sólo por hoy, hagamos algo para superarnos: no me paso una luz roja; no corrompo a un policía; trabajo productivamente en la oficina, no hago negocios sucios… Multiplica por un año estas acciones. Imagina la cadena positiva para tu ciudad, tu país, el continente.


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El Plan Sectorial de Educación: ¿Narrativa o realidad?

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El pasado 6 de julio, con seis meses de retraso y en medio de la peor crisis sanitaria –y educativa en consecuencia–, se publicó el Programa Sectorial de Educación (PSE) 2020-2024. Ante el tamaño de la disrupción y la incertidumbre sobre el “regreso a clases”, el Programa ha pasado desapercibido. El PSE fue elaborado en el mundo pre-COVID y no hace referencia alguna a la pandemia. Era difícil rehacer el plan para adaptarlo a la circunstancia actual, pero sí pudo haber incluido al menos algunas referencias a los efectos educativos de la pandemia y líneas emergentes para mitigarlos. 

No obstante esa omisión, el documento tiene elementos muy positivos. Salvo la Introducción y el Epílogo (que muy probablemente fueron hechos en Palacio Nacional), el PSE es un documento tecnocrático y de continuidad; critica a las anteriores administraciones sí, pero construye sobre lo hecho en el pasado (ejemplo: cobertura, calidad, equidad, evaluación de aprendizajes, visión internacional, etc.). Ésa es una buena noticia, no se inventa el hilo negro ni se rechaza la “ciencia neoliberal”. Incluso, en una de las Acciones Puntuales señala que, para lograr la excelencia académica, se deberá “Incentivar la cooperación internacional para el intercambio de docentes como una herramienta para fortalecer las prácticas pedagógicas y los lazos de amistad entre los pueblos”. Narrativa con visión global, muy alejada del discurso presidencial sobre que los que han estudiado en el extranjero le han hecho mucho daño a México.

Otro aspecto muy positivo e innovador es su lenguaje franco y certero respecto a la corrupción en el sistema educativo. Señala, con todas sus letras, el lastre de la venta y/o herencia de plazas y otros vicios del sistema. Sin duda, una palanca para el combate a la corrupción es hacerla socialmente inaceptable desde las aulas y desde las escuelas. También es loable su énfasis en la inclusión de grupos históricamente desfavorecidos y la muy atinada preocupación sobre la activación física y la salud desde la escuela.   

presupuesto educativo
Imagen: DFG.

La mala noticia es que muchas de las metas son inviables, aun antes de la pandemia. Por ejemplo, en educación superior se aspira llegar al 50% de cobertura al 2024; lo que representa incorporar al sistema educativo a 1.2 millones de estudiantes más (240 mil por año). De 2013 a 2018, con una política de fondos extraordinarios que en 2016 llegaron a contar con casi 8 mil millones de pesos, el país aumentó en 766 mil los espacios educativos; 400 mil de los cuales fueron absorbidos por las universidades públicas ya consolidadas. Ahora se pretende un incremento de casi el doble, sin presupuestos ni incentivos claros para ello. Las 100 Universidades Benito Juárez, sin un modelo educativo claro y pertinente para los retos educativos globales, apenas incorporaron a 32 mil estudiantes en el ciclo escolar 2019-2020.

Es incomprensible el porqué, en la 4T, no se apuesta más a las universidades que han demostrado su éxito en aumento de espacios con calidad. Universidades ya consolidadas que, con los incentivos adecuados, podrían contribuir a esta loable meta de cobertura en educación superior. También las universidades, públicas y privadas, podrían ser una palanca para la mejora de la educación básica, especialmente en el contexto de la emergencia sanitaria. Sobre esto el PSE no dice nada.     

El tema de fondo para lograr cualquier transformación son las capacidades institucionales y los presupuestos. Aquí vienen las malas noticias. Con una recaudación fiscal de apenas 13.8% del PIB (estimación 2020) –y cayendo– las metas y buenas intenciones del PSE son inviables (Brasil recauda 32% y Finlandia 44% del PIB) (ver Gráfico 1).

grafico 1

Si no ponemos sobre la mesa una genuina reforma fiscal, ni éste ni ningún plan educativo va a funcionar. Pero el problema no sólo es la recaudación fiscal, que está rezagada desde hace décadas, sino el peso de la educación en el presupuesto federal, a la baja desde 2016. Es decir, desde hace cuatro años otras necesidades sociales van ganando terreno a la educación en las prioridades nacionales. Así, mientras que en 2016 la función educativa representaba una inversión del 3.6% del PIB, para 2020 bajó a 3% de este indicador (ver Gráfico 2). Asimismo, el peso de la educación respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) también va a la baja. En 2016 representaba 14.4% del PEF y en 2020 representa 12.9% del presupuesto federal (ver Gráfico 3). Vemos pues cómo la narrativa va por un lado y la realidad presupuestal por el otro.

Con estas tendencias, muy difícilmente se logrará la visión del Programa Sectorial Educativo en el sentido de que “Los rezagos en la educación habrán quedado en épocas pasadas”. Para abatir estos rezagos es indispensable hacer realidad el multicitado Acuerdo Educativo Nacional, con la incorporación de todos los actores relevantes y con un sentido de urgencia: si no colocamos a la educación como genuina prioridad nacional, nuestro país no será viable ni competitivo en el siglo XXI.


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