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Crisis laboral: otra de las secuelas de la COVID-19

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En la empresa automotriz de Gerardo hubo un recorte y le tocó perder su empleo. Marisa y sus amigos quedaron sin trabajo tras el cierre de una cafetería del Centro Histórico donde prestaban sus servicios. Lorenzo fue descansado por un par de meses sin recibir sueldo alguno y Pedro, un profesor dispuesto a jubilarse, se quedó sin trámite y sin salario. Así está otra secuela de la pandemia de COVID-19: la crisis laboral. 

Esta mañana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondiente al último trimestre del 2020. Con ello quedó de manifiesto que México cerró el año con un mayor desempleo, una más alta tasa de trabajos subordinados y una disminución de emprendedores en micronegocios. 

Y es que pese a los dichos del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre una “pronta recuperación económica”, es imposible dejar de lado a los restauranteros que piden regresar a interiores; los negocios que estuvieron pausados durante el segundo semáforo rojo y hasta la caída de empresas como Cinemex que cerrará algunas de sus salas de forma indefinida. 

En este sentido, además del 1 millón 426 mil 94 contagios y 125 mil 159 fallecimientos por el virus SARS-CoV-2 —hasta el pasado 31 de diciembre—, el 2020 dejó a más personas buscando empleo. Asimismo, propició un escenario con pequeños empresarios en la quiebra y gente que debe trabajar hasta en dos organizaciones para satisfacer sus necesidades. Pero, vayamos por partes. 

Aumenta desempleo en México

Lorena estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). No obstante, buscar empleo en la pandemia ha sido todo un reto que la ha dejado en entrevistas sin frutos o en curriculums sin siquiera revisados. 

De acuerdo con los datos arrojados por el INEGI,  el 4.6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) terminó el 2020 desempleado. Ello engloba a personas que están disponibles para brindar sus servicios y llevan más de un mes buscando alguna oportunidad para hacerlo. 

El porcentaje anterior representa a 2.5 millones de mexicanos que cerraron el 2020, uno de los años más catastróficos de la Historia, sin empleo. Dicha cantidad, rebasó en 607 mil personas a quienes se encontraron en la misma situación, pero en el último trimestre del 2019. 

Dividido por género, al término del año pasado 1.6 millones de hombres permanecieron desempleados. Mientras tanto, fueron 931 mil mujeres las que no pudieron ejercer, pese a su intención de hacerlo. 

Cabe señalar que la contingencia sanitaria ocasionada por el nuevo coronavirus, incrementó también los períodos en que una persona carece de trabajo. Según la encuesta del INEGI, el último trimestre del 2020, superó en  259 mil, el número de personas que tuvieron que esperar de seis meses a un año a fin de encontrar un centro laboral. 

Desempleo en México por trimestre. Fuente: INEGI.

Subocupación se va al alza

Gerardo trabaja medio día en una empresa de calzado. Él estudió Ingeniería Mecánica, pero tras ser despedido en su rama, terminó en una organización donde le pagan menos de lo que necesita para atender sus necesidades. Incluso, ha dedicado el tiempo que le sobra en buscar nuevas puertas laborales, aunque ello implique un doble esfuerzo de todo. 

Con base en el estudio del INEGI, la población subocupada en México subió casi al doble en el último trimestre del 2020. Es decir, 8. 1 millones de personas —en 2019 fueron 4.3 millones— tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de su trabajo. 

La cantidad anterior significa que el 15. 3 por ciento de la PEA en el país, no cuenta con salarios suficientes a fin de cubrir sus gastos básicos. Lo peor del asunto reside en que la mayor parte de los afectados por esta situación, son trabajadores subordinados o gente que trabaja por cuenta propia. 

Subocupación en México por trimestre. Fuente: INEGI.

Disminuye ocupación en micronegocios

Marisa se quedó sin empleo debido al cierre de la cafetería en la que trabajaba. A diferencia de las grandes cadenas de restaurantes, el establecimiento donde laboraba la joven, era producto de un esfuerzo familiar que no tuvo el sostén para aguantar los cierres y restricciones por la pandemia de COVID-19. 

Y es que según la ENOE, los empleados de micronegocios representaron la población más afectada para el cierre del 2020. En este sentido, alrededor de 914 mil personas de pequeñas organizaciones perdieron sus empleos. 

Bajo estos datos resulta difícil que el 2021 registre un crecimiento económico tan rápido como  el  anunciado por el jefe del Ejecutivo. Aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó un avance del 4.3 por ciento, todo dependerá del control de la pandemia y el nivel de resiliencia de cada actor en la economía mexicana. 

Cierre de negocios tras COVID-19. Fuente: Cuartoscuro.

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Rentabilidad más sustentabilidad: nuevo objetivo de las empresas

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Desde hace varios años vemos la necesidad de cambiar el objetivo o meta última de las empresas, no tan sólo como un cambio de nomenclatura sino como la forma de satisfacer a la sociedad en su conjunto. Buscando además de maximizar las utilidades, la permanencia de las instituciones y la satisfacción de las necesidades de todos los participantes.

Me gustaría recordar y reconocer el gran esfuerzo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) al establecer 10 principios para “replantear la dimensión social y el sentido de las empresas, para trabajar en la consolidación de un país más justo, inclusivo, responsable y sostenible”. “Las empresas somos parte de la sociedad. Sólo si la sociedad progresa, los negocios prosperaran”.   

Como antecedente y para contrastar las diferentes opiniones que están en la mesa de discusión del objetivo de las empresas, quisiera reflexionar sobre un artículo reciente publicado en un Foro de la Facultad de Derecho de Harvard sobre gobierno corporativo.

En 1962 Milton Friedman estableció las bases del capitalismo estadounidense al establecer que la responsabilidad social de las empresas es aumentar sus ganancias. Esto desde entonces se convirtió en la doctrina Friedman o como la primacía de los accionistas.

Milton Friedman
Milton Friedman (Imagen: maxresdefaul).

La doctrina de Friedman y de otros economistas, menciona el artículo, fue el fundamento de una era en Estados Unidos, así como en otros países, en donde lo importante era obtener la mayor rentabilidad posible y maximizar el valor para los accionistas.  Para lograr esto muchas veces era a través de la toma de decisiones de corto plazo, adquisiciones hostiles, el financiamiento de bonos basura, etc., a costa muchas veces de la erosión de las protecciones para los empleados, el medio ambiente y la sociedad en general.

Para los que crecimos en esta época, estudiamos y nos desarrollamos en diferentes tipos de industrias, sin duda el objetivo bajo el cual trabajamos era la maximización del valor de la empresa y, por ende, el de sus accionistas. Es más, el haber pensado de otra manera hubiera impedido el éxito o sobrevivencia de la propia institución o sus directivos.

Sin embargo, ciertos eventos recientes han puesto en duda la eficacia de la doctrina Friedman y quisiera tan sólo profundizar en tres:

1.- La crisis financiera de 2008 puso en evidencia la fragilidad del cortoplacismo y, desde entonces y de manera creciente, las opiniones de universidades, abogados, inversores, creadores de políticas públicas, economistas y representantes de la sociedad civil han venido manifestando la necesidad de un nuevo modelo.

Un nuevo esquema será fundamental para los países en desarrollo como México, donde desafortunadamente la pobreza y la desigualdad han permanecido, en el mejor de los casos, igual o mejorado de manera no significativa y, por lo tanto, encontrar un modelo que logre recuperar el crecimiento, reducir la pobreza y la desigualdad, se convierte no tan sólo en un ideal, sino en la única forma de que las empresas permanezcan y los países puedan crecer de manera sostenible y sustentable.

responsabilidad social empresas
Imagen: Compromiso Empresarial.

2.-El cambio climático y la contaminación son temas que ya no podemos soslayar y dejar pasar más tiempo, tanto países desarrollados como los que estamos en vías de serlo, tenemos que lograr controlar este problema de tal manera que no afectemos las grandes cadenas de producción y destruir los millones de empleos en todo el mundo que dependen de éstas. 

Las empresas globales, principalmente, tienen una gran responsabilidad en sus manos, ya que tendrán que lograr este gran reto, así como exigirlo a todos sus participantes, esto implicara que sus consejos de administración logren cambios radicales en sus misión, visión y objetivos.

3.-Dos eventos recientes, en particular la pandemia y la muerte de George Floyd –atribuye el artículo arriba mencionado–, han puesto en manifiesto el impacto dispar en varios segmentos de la sociedad dejando claro cómo están siendo más afectados los sectores más vulnerables: las personas con menos recursos o educación y, por lo tanto, con menos acceso a la atención médica requerida o a la justicia.

Todo esto está ocasionando una reflexión profunda por parte de los consejos de las empresas que se refleja de manera muy clara en un documento publicado en diciembre de 2019:

MANIFIESTO DAVOS 2020: EL OBJETIVO UNIVERSAL DE LA EMPRESA EN LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (DAVOS MANIFESTO 2020: THE UNIVERSAL PURPOSE OF A COMPANY IN THE FOURTH INDUSTRIAL REVOLUTION.)

empresas, maximizar su valor
Imagen: El Cato.

Klaus Schwab, fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Global (World Economic Forum) menciona tres temas fundamentales de este manifiesto que me gustaría compartir, para después hacer una reflexión en torno a qué implicará en un futuro cercano esta nueva tendencia a un nuevo modelo corporativo:

 1.- El objetivo de una empresa es comprometer a todos sus participantes (stakeholders) en la creación de valor compartida y de manera sostenida.  La mejor forma de lograrlo es entendiendo y armonizando los diferentes intereses de todos los participantes: empleados, clientes, proveedores, las comunidades locales, así como la sociedad civil.

2.- Una empresa es más que un ente económico generando riqueza. Debe satisfacer las aspiraciones humanas y de la sociedad como parte del sistema social. El desempeño debe ser medido no tan sólo como un rendimiento para las accionistas, sino también en función de lograr los objetivos del medio ambiente, sociales y de buen gobierno corporativo. La remuneración de los directivos debería reflejar la responsabilidad otorgada por todos los participantes.

3.- Una empresa que tiene una presencia global además de atender a todos sus participantes que están directamente relacionados o comprometidos, actúa como un participante más en conjunto con la sociedad civil y los gobiernos para buscar un futuro global, permanente y sustentable.

Las empresas son y continuarán siendo la piedra angular de cualquier sociedad que quiera crecer de manera sostenida y sustentable, buscando siempre el bien común. Son los empresarios los que, al arriesgar su patrimonio, invierten en el futuro de una empresa y de todo lo que la rodea, sus trabajadores, empleados, proveedores, clientes, bancos, abogados, contadores, asesores, etc.

empresas resilientes
Imagen: HR Connect.

El empresario debe adaptarse para sobrevivir y dejar un legado que perdure y quede su nombre inscrito en el tiempo, pero más importante que esto será que logre darle continuidad a lo creado, a lo establecido por todos quienes lo rodearon en su trayectoria, para darle permanencia al trabajo de todos ellos, con lo cual estará realmente contribuyendo a la sociedad de manera importante y duradera.

Para conseguir esta permanencia, las empresas deberán lograr lo que hoy se conoce como resiliencia y para esto será fundamental que se aborden de manera profunda, permanente y contundente los temas del medio ambiente, sociales y de gobernanza corporativa (ESG: Enviroment, Social, Governance).

A manera de ejemplo de la importancia que tendrá este cambio de enfoque de los consejos de administración de las empresas, se ha creado el S&P 500 ESG Index, que ayudará a los inversionistas globales a implementar estrategias de inversión en sus portafolios principales.

En nuestro caso, México, se convierte en una prioridad que las empresas consigan ser resilientes, para contribuir a recuperar la confianza de los inversionistas y retomar el crecimiento del país como la única forma de combatir la desigualdad y la pobreza. 


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El capitalismo y el COVID-19

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Al día de hoy, tenemos la expectativa de que paulatinamente, en las próximas semanas, todas las empresas retomen su actividad y abran sus puertas otra vez. Esperemos que todas lo hagan, aunque siendo realistas, no todas lo harán y muchas de las que se reintegren lo harán mermadas y poco preparadas para enfrentar una disminución drástica en sus ventas. Viviremos tiempos complicados y retadores.

En mi opinión, habrá sectores muy ganadores que seguramente crecerán muy fuerte y probablemente se consoliden con sus competidores, lo que los hará inalcanzables.

Por supuesto, los sectores perdedores serán los que más mortandad tendrán, pero pasado el tiempo, los que sobrevivan se quedarán con el mercado aunque sea más reducido.

En consecuencia, lo que se ve venir es muchas menos empresas, pero más grandes y poderosas. Esta concentración de poder me parece que será muy dolorosa para la mayoría de la gente, pues habrá menos patrones que serán muy exigentes y, por otro lado, mucha oferta de trabajo, lo cual presionará los sueldos a la baja.

el peso de los creditos
Imagen: Share America.

Si a este escenario le agregamos los avances tan importantes que el mundo ha tenido en las áreas de Inteligencia Artificial y robótica, lamentablemente lo que se ve venir es un subempleo y desempleo brutal y que, por lo tanto, provocará en la mayoría de la población mucho descontento y frustración.

Cuando en cualquier país esto dura un periodo prolongado, lo que podemos esperar es anarquía, violencia e inseguridad.

Cada uno de los países del mundo, de alguna manera, tratará de minimizar esta tendencia que lamentablemente se ve casi irreversible; habrá algunos que sean más exitosos en minimizar esto, pero creo que a la larga, unos sufrirán antes que otros esta situación, y me parece que será muy difícil lograr aislarse.

Al estudiar un poco la historia, es normal observar que la forma en que ha evolucionado la manera en que interactúa la humanidad, ha sido a través de la fórmula, tesis, antítesis y síntesis.

crisis global economica y coronavirus
Imagen: Misiones Plural.

Vivimos un capitalismo globalizado muy injusto para muchísima gente, y de alguna manera, el COVID-19, lo expuso brutalmente y lo está estrangulando; forzosamente tendrá que venir una antítesis, probablemente muy agresiva y seguramente muy distinta a las fórmulas del pasado.

Al analizar las variables tan complejas a las que están expuestos los diferentes países del mundo, resulta impredecible el futuro, la visibilidad es prácticamente nula. Lo único que nos queda es, como dicen, viajar ligeros. Debemos tratar de prepararnos para que tanto en lo personal, como los que dirigimos empresas, podamos cambiar rápidamente, y adoptarnos a los cambios que vendrán, los cuales yo veo venir muy agresivos y retadores.


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Pacto para recuperar la salud y el empleo

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Esta pandemia debería ser contraatacada con un Pacto global para recuperar la salud y el empleo, este acuerdo debería ser mundial, para lograrlo necesitaríamos un líder moral que pudiera impulsar este gran pacto, pero desafortunadamente se ve muy difícil de que se realice, por muchas razones, las diferencias económicas, religiosas, culturales, de idiomas, los intereses particulares e ideológicos de cada país, las diferentes etapas del COVID-19, todo esto me hace pensar que será casi imposible, pero ojalá me equivoque  y se logre algo de esta magnitud en el corto plazo.

Tan sólo por mostrar algunos ejemplos de lo que se está hablando alrededor del mundo, el filósofo esloveno Slavoj Žižek nos dice que La solidaridad y la colaboración global no son un idealismo, sino un acto racional, que es lo único que puede salvarnos, y El virus derribará el populismo nacionalista que busca cerrar fronteras y fomentará la cooperación mundial; y al otro lado del mundo escuchamos al filósofo surcoreano Byung-Chul Han decirnos: Viene una era de regímenes autoritarios. El virus ha conseguido que la ciudadanía apruebe mayor vigilancia digital y control policiaco por parte del Estado y Tras la pandemia el capitalismo continuará con más fuerza.

Tenemos la esperanza que pudiera salir un acuerdo global que suscribieran todos los países y que estos adoptaran los lineamientos y recomendaciones necesarias para combatir la pandemia, recuperar la salud y reconstruir el empleo necesario para que el mundo no entre en una recesión importante.

pacto recesion
Ilustración: Anthony Russo.

Hemos visto esfuerzos enormes de varios países desarrollados con ajustes monetarios, fiscales, regulatorios y sanitarios, por ejemplo, el apoyo que le dio Estados Unidos a los Estados, empresas y personas por más de dos trillones de dólares, o propuestas muy importantes como la del Banco Internacional de Pagos (BIS; Agustín Carstens); en relación a que los bancos centrales en coordinación con sus gobiernos deberían de apoyar de manera muy importante a sus bancos comerciales para que éstos financien a todas las empresas que lo necesiten, principalmente a las medianas y pequeñas –garantía gubernamental en los créditos bancarios para financiar cuentas por cobrar, lo que se conoce como “preocuparse por la última milla”, mind the last mile–.

Sin duda sería ideal que tuviéramos un pacto así, sin embargo, dada las circunstancias, se vuelve vital que tengamos en México, a nivel nacional, un Pacto para recuperar la salud y el empleo.

No importaría quien lo origine: la sociedad civil, la academia, los organismos empresariales, el Congreso de la Unión, o el Ejecutivo, lo que es fundamental es que se logre e implemente lo más pronto posible, cada día que pasa hará más difícil la recuperación. Será fundamental que todos lo suscribamos, no podemos pensar que tendrá éxito si no lo adoptamos todos, buscando entre todos, el bien común.

Este pacto no debe tener color político ni religioso, ni de ningún tipo, debe buscar establecer las bases, las prioridades, los lineamientos, de lo que tenemos que hacer para recuperar la salud y el empleo lo más pronto posible.

Cuando los mexicanos hemos tenidos desgracias parecidas, nos hemos unido, el ejemplo de lo que hemos logrado después de los temblores ha sido extraordinario, tal vez por su inmediatez, o por la urgencia de actuar para salvar vidas, o porque sólo atacó a ciertos puntos geográficos.   

remar juntos
Rowing Painting (tomada de Art Ranked Discovery Engine).

La diferencia con la pandemia del COVID-19 es que ésta nos va lastimando, nos va mermando poco a poco a todos y por todo el país, sin mirar color de piel, religión, estado social, etc. Esto lo hace mucho más difícil, pero por eso mismo, mucho más urgente.

Tenemos en nuestro querido país, una sociedad que quiere salir adelante, grandes mentes, instituciones y funcionarios de primera, grandes empresas de todos los tamaños, empresarios comprometidos con México, y universidades de nivel mundial.

Seguro que, si nos lo proponemos, podemos llegar a un gran acuerdo social para lograr lo que necesitamos con la finalidad de salir adelante. Tenemos que poner en la mesa, por delante de los intereses individuales, sectoriales o políticos, las propuestas que ayuden a quien más lo necesita, tanto desde el punto de vista médico como económico.

Están saliendo muchísimos afectados colaterales en el caso de la salud y del empleo, muchas familias muy afectadas por perder a un ser querido, pero también por los daños sociales, psicológicos, y claro, económicos.

El aislamiento forzoso está cambiando radicalmente la forma de consumir, de vivir, de convivir, necesitamos apoyar a una cantidad importante de industrias, de negocios, de gente para que puedan salir de esta crisis. Necesitamos que este problema de aparente liquidez no se convierta en un problema permanente y de solvencia, y esto sólo lo lograremos si actuamos muy rápido y de manera contundente.

salud, gráfica
Imagen: Blogs.

Necesitamos este pacto por muchas razones, pero creo que la principal es que de no hacerlo estaremos creando una sociedad dividida, polarizada, enferma física, mental y económicamente, sin un rumbo que busque el bien común y el apoyo a los más necesitados. De no hacerlo, cada quien tratará de recuperarse como pueda, sin un orden y objetivos claros, y esto además podría ocasionar abusos y afectar a los que más lo necesitan.

Perdón por reiterarlo, pero es vital sumar, es tiempo de que todos jalemos parejo.

Necesitamos un pacto de manera urgente para unificar a todos hacia un mismo rumbo, para que todos pongamos de nuestra parte de manera ordenada, organizada. Estamos todos en una gran barca y necesitamos remar al mismo tiempo, con el mismo ritmo y hacia un destino único, el bien común.

Al lograr este pacto, además de que estaremos estableciendo un precedente a nivel global, implementaremos lo que se necesita para restablecer el crecimiento del país. Esto es fundamental para recuperar la confianza de los inversionistas mexicanos y extranjeros para volver a consumir en cosas tan sencillas como ir al cine o a un restaurante. Necesitamos cambiar la tendencia negativa de las calificadoras, así como transformar y recuperar nuestro camino hacia un país sano, con un sentido social y con una meta: que todos trabajemos por recuperar nuestra salud, nuestros empleos, buscando siempre el bien común, con un crecimiento sostenible y sustentable.


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