Entre los mayores efectos que trajo consigo la pandemia de COVID-19, se encuentra la crisis económica que golpeó directamente tanto a empresas como a quienes permanecen en el sector informal. En este sentido, durante el año 2020 se confirmó el cierre de puertas de más de 1 millón de negocios.
De acuerdo con el Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020 (EDN) realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México ha reportado 1 millón 10 mil 857 de establecimeintos que tuvieron que dejar de abrir. Esto, si se toman como referencia los últimos 17 meses que hay desde el Censo Económico realizado en 2019.
Y es que el Censo del año pasado arrojó que el país contaba con un total de 4.9 millones de establecimientos —a nivel micro, pequeño y mediano—. No obstante, hasta el momento, únicamente el 79. 19 por ciento —equivalente a 3. 9 millones— logró sobrevivir, el resto se fue a la quiebra.
Cabe señalar que del total de negocios que desaparecieron, el 24.92 por ciento pertenecían a Servicios Privados no Financieros. Mientras tanto, los dedicados al comercio representaron un 18.98 por ciento y los de manufacturas un 15 por ciento.
Pese al cierre de todos esos sitios, en los últimos 17 meses que el INEGI tomó como referencia, en el país se concretó el nacimiento de otros 619 mil 443. Dicha cantidad, es equivalente a 12. 75 puntos porcentuales del total de establecimientos que forman parte del escenario mexicano.
86.6 % de las empresas afectadas por COVID-19
Según la segunda edición de la Encuesta sobre el Impacto Generado por COVID-19 en las Empresas (ECOVID-IE), 86.6 por ciento de las empresas mexicanas han reportado alguna afectación ocasionada por la pandemia de COVID-19. Tal situación si se toma como punto de partida las 1 millón 873 mil 564 organizaciones que registra el país.
El trabajo realizado por el INEGI apuntó que la mayor parte de las empresas afectadas enunciaron que los daños se hicieron notar por una reducción de ingresos. Es decir, alrededor del 79.2 por ciento de las compañías manifestaron una baja en sus recursos con la llegada del virus SARS-CoV-2.
Otra de las manifestaciones de la emergencia sanitaria, recayó en una disminución en la demanda de los servicios o productos que ofrecen las distintas organizaciones. Incluso, los empresarios advirtieron la escasez de sus insumos.
Finalmente y pese a las grandes problemáticas, únicamente el 5.9 por ciento de empresas recibieron algún tipo de apoyo frente a la pandemia. Hasta el mes de agosto del presente año, el 94. 1 por ciento restante permaneció sin ayuda.