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Cinco minutos para pensar en todo menos en el coronavirus

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Seguramente como muchísimos habitantes de este planeta, usted amable lector, al igual que yo, ya estamos saturados de toda la información sobre lo que tenemos y lo que no tenemos que hacer para no contagiarnos del coronavirus, y además hemos recibido y seguimos recibiendo un bombardeo de cómo invertir nuestro tiempo desde nuestras casas para ser más productivos y hasta para no volvernos locos.

Pues bien, en este artículo no le haré ningún tipo de recomendación, sugerencia o propuesta sobre el tema y tampoco hablaré de política, ni de religión… Sólo cinco minutos para presentarle información y datos que a lo mejor no conocía y que a mí personalmente me han resultado curiosos e interesantes.

Obras de arte

Por mucho la obra de arte más cara vendida a la fecha es la pieza de Leonardo Da Vinci, “Salvador del mundo”, que compró la familia real saudí en una subasta en la ciudad de Nueva York por 450 millones de dólares, y quizás lo más sorprendente del hecho es que la obra no está en exhibición pública. Le sigue un Paul Gauguin, “Cuándo te casas”, que se vendió en 300 millones de dólares. El honor de la pieza más cara pagada a un artista vivo es para Jeff Koons quien con “Rabbit”, una escultura hecha por el artista norteamericano en 1986, fue vendida en 91.7 millones de dólares, sobrepasando la pieza del artista de culto británico, David Hockney, “Retrato de un artista, piscina con dos figuras” por la que se pagaron 90 millones de dólares en 2018.

El artista vivo o muerto que más piezas ha colocado en el “top ten” de las obras más caras en los últimos 20 años, es Pablo Picasso.

El artista mexicano y latinoamericano más cotizado y por mucho es Diego Rivera, su obra “Baile de Tehuantepec” fue vendido en 15.7 millones de dólares y su obra “Los rivales” fue vendida en 9.7 millones de dólares, lo que le hace tener el uno-dos, mientras que la obra “Dos desnudos en el bosque” de Frida Kahlo ocupa el tercer lugar con un precio de 8.5 millones de dólares.

Los artistas mexicanos Rufino Tamayo, Francisco Toledo, el poco conocido y reconocido Alfredo Ramos Martínez, se encuentran entre los artistas mejor cotizados a nivel mundial. En el panorama latinoamericano encontramos a Mario Carreño (artista chileno-cubano) y Roberto Matta (chileno), como los de más alto valor, luego de los mexicanos antes mencionados.

De los artistas vivos, los dos artistas que destacan por el valor de sus obras, son Gabriel Orozco y el artista belga, que vive y trabaja en México desde 1986, Francis Alÿs.

Juegos olímpicos

Jamaica es quizás el país del mundo que en proporción a su extensión territorial –10,990 kilómetros cuadrados– y número de habitantes –2,727,000,141 en el mundo–, es el país más efectivo en el logro de medallas olímpicas. Ha ganado 78: 22 de oro, 35 de plata y 21 de bronce. Sólo en los tres últimos Juegos Olímpicos ha ganado 34 medallas. Su primera participación fue en Londres en 1948 y en los 17 Juegos Olímpicos de verano que ha participado –no lo hizo en Roma 1960–, siempre ha ganado aunque sea una medalla. Lo que le dé una productividad de 34,961 habitantes por medalla.

Sólo para contrastar, México, con 127,800,000 habitantes –10 en el mundo– y 1,973,000 kilómetros cuadrados, ha participado en los Juegos Olímpicos desde 1900, aunque formalmente participa con una delegación desde 1924, 23 participaciones en total, y ha ganado 69 medallas: 13 de oro, 24 de plata y 32 de bronce, es decir, 1,852,174 habitantes por medalla.

juegos olimpicos
Fotografía: Gestión.

Ahora que los Juegos Olímpicos de Tokio se llevarán a cabo del 23 de julio al 8 de agosto del 2021. México y muchos otros países que les encanta hacer turismo deportivo, podrían aprovechar para llevar delegaciones ganadoras. Tienen más de un año para prepararse seriamente.

Y hablo de turismo deportivo con absoluta convicción y cuento una anécdota personal; entre 1975 y 1976 pertenecí al equipo olímpico mexicano de atletismo, era saltador de altura y tuve el privilegio de ser entrenado por uno de los coaches polacos que llegaron a México desde 1966 y que le dieron muchas glorias y victorias al deporte mexicano, Tadeusz Kepka y Jerzy Hausleber, son los más recordados y reconocidos.

Yo cumplí los requisitos para participar en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976 al haber logrado la meta mínima de clasificación que era saltar 1.90 mts. Y cuando le comenté el tema a mi papá, me preguntó que si tenía alguna posibilidad de ganar medalla o estar entre los primeros lugares de los competidores, y mi respuesta honesta fue “no” y entonces me dijo “¿a qué vas?”, “¿a hacer turismo deportivo?”. Y, bueno, la historia termina diciendo que no fui y que hubo 14 participantes, el ganador de la medalla de oro fue coincidentemente un polaco, Jacek Wszola, que saltó 2.25 metros y le siguieron un canadiense y norteamericano saltando 2:23 y 2:21, el lugar catorce lo ocupó un noruego con un salto 2:10. Pero eso sí, fuimos a los Olímpicos de Montreal como turistas de verdad.

Parques en ciudades para acabar con la discusión

A la ciudad de Nueva York le encanta presumir su parque Central Park, los ingleses presumen el Hyde Park, y nosotros, al menos yo, estamos muy orgullosos de Chapultepec. Otras ciudades en el mundo tienen bellísimos parques, pero de otras dimensiones: ¿Cómo olvidar el Retiro en Madrid, por ejemplo?

Bosque de Chapultepec
Bosque de Chapultepec (Fotografía: Wikimedia).

Pues bien, el parque urbano más grande del mundo está en Philadelphia, el Fairmount Park con 37.3 kilómetros cuadrados, el cual en realidad es un sistema de parques dividido en 63 partes. Le sigue el Griffith Park en Los Ángeles, que abarca toda una montaña en Santa Mónica con 17 kilómetros; prácticamente con las mismas dimensiones está el Parque Metropolitano de Santiago en Chile, y sí señoras y señoras, Chapultepec con 7.3 kilómetros cuadrados; le sigue el Phoenix Park que esta en Dublín, Irlanda, y que es además el parque urbano más grande de Europa con 7.1 kilómetros, en sexto lugar tenemos al Kings Park en Perth, Australia, le sigue Stanley Park de Vancouver en Canadá con 4.4 kilómetros cuadrados, y en octavo lugar se halla el Central Park en Nueva York con 3.41 kilómetros cuadrados. Finalmente, en el top ten de parques urbanos tenemos a Bitsevsky Park en Moscú.

El South Mountain Park en el estado americano de Arizona se ubica en algunos rankings como el parque urbano más grande del mundo, pero en realidad es dudosa su clasificación como “urbano”.


Espero que la información les haya resultado divertida y refrescante para incorporar tres temas de conversación y muchos planes para el futuro cercano.


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Liderazgo universitario ante el COVID-19

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Ante la pandemia del coronavirus (COVID-19), a nivel internacional las universidades han tomado el liderazgo para enfrentarla. Las instituciones educativas han tomado medidas drásticas para proteger a sus comunidades académicas y, por ende, a la sociedad en general.

Estados Unidos, Reino Unido, España y México, son algunos ejemplos de cómo las universidades se adelantaron a los gobiernos centrales en tomar medidas de distanciamiento social. Las universidades de estos países actuaron de manera urgente, pertinente y con audacia, contrario al escepticismo y lentitud que han mostrado algunos gobiernos nacionales ante la emergencia global.

El 10 de marzo, 12 universidades de Estados Unidos anunciaban que cambiarían las clases presenciales por cursos en línea; universidades como Harvard, Columbia University, Princeton, Stanford, Ohio State University, University of Southern California y University of Washington anunciaron sus medidas de distanciamiento. Donald Trump declaró la emergencia nacional hasta tres días después.

En España, desde el 9 de marzo, las universidades comenzaron a desarrollar una estrategia para el desarrollo de las actividades académicas no presenciales, para el 11 de marzo la mayoría de las universidades ya habían enviado a sus estudiantes a casa; el Real Decreto de Alarma para la Gestión Sanitaria llegó tres días después. En dicho Decreto se anunciaba la suspensión de las actividades educativas presenciales de todos los niveles, incluyendo instituciones públicas y privadas.

liderazgo y educacion
Ilustración: NPR.

Un caso controversial y muy criticado fue el de Reino Unido, ya que fue hasta el 18 de marzo que el Primer Ministro, Boris Johnson, ordenó cerrar las escuelas en todos los niveles educativos, medida que sería aplicada a partir del 20 de marzo. No obstante, una semana antes, universidades como London School of Economics, Oxford, Bristol y Nottingham, entre otras, ya habían suspendido clases presenciales para evitar la propagación del virus. La postura del gobierno británico ante esas medidas universitarias fue de dura crítica y el 13 de marzo, Gavin Williamson, Secretario de Educación, solicitó a las universidades británicas permanecer abiertas y continuar con normalidad sus actividades educativas. Afortunadamente, pocas le hicieron caso.

En México, entretanto, en medio de la alerta global y la incertidumbre por la falta de acción y respuesta del gobierno, el Tecnológico de Monterrey no titubeó en implementar medidas drásticas. El 12 de marzo y con sólo 15 casos confirmados de COVID-19 en el país, canceló las clases presenciales y anunció que toda la docencia se impartiría en línea. Un día después, la Universidad de Guadalajara (UdeG) –la segunda universidad más grande del país– tomó las mismas medidas y mandó a clases en línea a sus 290 mil estudiantes y 19 mil profesores.

Las universidades han actuado de manera pertinente y responsable ante la crisis y la coyuntura también está imponiendo grandes retos educativos. El COVID-19 ha provocado una disrupción universitaria global, el “Tipping Point”, el punto de quiebre donde los cambios son inaplazables y deben ser rápidos. Si los horizontes de transformación de muchas universidades alrededor de mundo eran, por decir, de 10 años, ahora son de 10 meses.

Como lo advierten los especialistas del Boston College, Philip Altbach y Hans de Wit, crear ambientes de aprendizaje efectivos en la virtualidad no es cosa fácil –mis respetos para los expertos en ello–. Después del COVID-19 las universidades no se volverán online. Sin embargo, la universidad tradicional exitosa será aquella capaz de impartir educación mixta (blended learning); y aquella que pueda hacer un “switch” a la virtualidad de manera inmediata, cuando la próxima pandemia lo amerite. Los expertos dicen que podría ser pronto.

liderazgo y covid
Ilustración: Columbia.

Sin duda, el rol de las universidades en esta crisis mundial ha sido crucial, no sólo por sus medidas para reducir la propagación del virus y el radical cambio en la forma de dar clases, sino también por su liderazgo en investigación, como se ha demostrado con la creación de grupos de trabajo y salas de situación con expertos en biología molecular, epidemiología, estadística y grandes datos. La UNAM y la UdeG han desarrollado modelos para proyectar la evolución de la epidemia, lo cual ha sido una herramienta valiosa para la toma de decisiones. En particular, la UdeG ha trabajado en estrecha coordinación con el gobierno de Jalisco para proveerle de la información científica necesaria para la toma de decisiones.

El COVID-19 es la mayor prueba que enfrentan los líderes políticos alrededor del mundo, cualquiera que sea su ideología. Seguramente les irá peor a los países cuyos liderazgos han desestimado la ciencia y la evidencia. Una realidad objetiva tan grave y de dicha magnitud no puede ignorarse, ni mucho menos combatirse sólo desde el voluntarismo y el liderazgo moral. Se requieren acciones contundentes basadas en evidencia; acciones muchas veces impopulares. Pero ello entraña el arte y la ciencia de gobernar.

Las universidades no han estado exentas de críticas por las medidas tomadas de manera anticipada a sus gobiernos, pero, y como lo manifestaron recientemente los rectores de Harvard, MIT y Stanford: Dado lo que hemos aprendido en las últimas semanas, estamos convencidos de que tomar estas precauciones ahora, por el bien colectivo, significará el regreso a la normalidad en las próximas semanas con la menor cantidad de amigos y colegas a quienes guardarles luto.

Las decisiones han sido difíciles y controvertidas, pero correctas. Hagamos caso a la ciencia, escuchemos a las universidades. El tiempo les dará la razón.  


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“Mafias en tiempos de coronavirus”

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A estas alturas de la pandemia, poca duda queda de que el coronavirus ha modificado un sinfín de dinámicas sociales alrededor del mundo. Paul Noth, caricaturista para The New Yorker, publicó un hilarante cartón en medio de la pandemia. En él se aprecian a cuatro presuntos mafiosos sentados alrededor de una mesa. Uno de ellos se dirige al resto, y les enuncia: “Por razones de salud y seguridad, haremos una transición hacia el ciber-crimen”. Los tiempos de la globalización homogeneizan prácticas, flujos y dinámicas –la pandemia, por ejemplo–. Sin embargo, algunas otras las diversifica, resaltando así el peso de lo local en momentos donde parece que todo es o tiende a ser global. Es el caso de los grupos criminales alrededor del mundo.

mafias y covid 19
Ilustración: Paul Noth.

El cartón de Noth, divertido y agudo, refleja lo que seguramente pasará con algunas mafias y en general con algunos mercados ilegales globales. El desarrollo de las policías cibernéticas alrededor del mundo dan cuenta del desarrollo de este peculiar espacio como una extensión virtual y real de actividades ilícitas. Sin embargo, no es una regla universal. En el contexto de la actual pandemia por coronavirus, grupos criminales alrededor del mundo serán afectados homogéneamente; no obstante, el tipo de afectaciones, reacciones y adaptaciones serán profundamente heterogéneas. De qué dependen, así como el tamaño y características de esas variaciones, son preguntas todavía muy difíciles de responder.

En Brasil, por ejemplo, presuntos narcotraficantes han salido a las favelas de Río de Janeiro para anunciar la imposición de toques de queda. La razón: asegurar el resguardo de la población en casa para evitar la dispersión del contagio del virus. A través de patrullajes, el toque de queda se anuncia, junto con la advertencia de que nadie puede salir de casa después de las ocho de la noche. Mientras tanto, el presidente brasileño Jair Bolsonaro se enfrenta con Twitter y otras plataformas de redes sociales por bajar sus videos en donde promueve que la gente continúe con sus actividades normales. “Los traficantes están haciendo esto porque el gobierno está ausente”, le dice un habitante de las favelas a periodistas del diario inglés The Guardian.

mafias en desuso
Ilustración: Leslie Herman.

A casi nueve mil kilómetros de distancia, en el sur de Italia, las “pérdidas” económicas de las mafias locales ascienden cerca del 80%. Según un reporte de Antimafia Duemila, esta reducción de ingresos se da básicamente por la baja incidencia en casos de robo y extorsión a comercios. Sin embargo, autoridades locales como Leoluca Orlando, el famoso alcalde antimafia de Palermo, advierte del riesgo de que la mafia resurja en el contexto de la crisis sanitaria, aprovechando las tensiones sociales de pobreza y marginación históricas en ésta y otras partes del país. El riesgo de que organizaciones criminales capitalicen el descontento social producto de la emergencia sanitaria es, por decir lo menos, real.

¿Qué pasa en México? Si en otros contextos cualquier respuesta es aún prematura, en nuestro país lo es todavía más, considerando que los estragos de la epidemia apenas se avecinan –incluso en un escenario en donde se logre la tan deseada aplanación de curva de infectados–. Artículos de Alejandro Hope en El Universal y Deborah Bonello en Vice, ya desarrollan hipótesis derivadas de la escasez de precursores para la elaboración de metanfetaminas en México, así como sus implicaciones comerciales y de mercado. Es una variable indispensable. Falta averiguar cómo reaccionan los grupos criminales al margen –o paralelamente– a sus pérdidas comerciales. Los casos de Brasil e Italia sugieren que los contextos de crisis –sanitarias o económicas– potencialmente arrojan a los grupos criminales a reivindicarse como autoridades legítimas. Son lecciones de profunda relevancia para los gobiernos mexicanos. Mejor no ignorarlas.


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Comunicado a la nación sobre la contingencia sanitaria

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El pasado lunes 30 de marzo se llevó a cabo una reunión en la que se notificó a la sociedad el estado de la pandemia de COVID-19 en nuestro país y las medidas que el gobierno propone para tratar de contenerla. Se anunció por varios medios que iba a llevarse a cabo después de una reunión que diversas instancias gubernamentales tendrían con el Consejo de Salubridad General. Hago notar que jerárquicamente el Secretario del Consejo de Salubridad General es la segunda autoridad sanitaria del país, y en ocasiones, la primera, ahora lo es el Dr. José Ignacio Santos Preciado. El Consejo reúne, además de diversos funcionarios, a varias organizaciones del sector como las universidades, las organizaciones médicas y los Secretarios de Salud de los estados, entre otros; su institución es incluso anterior a la Secretaría de Salud y quizá fue creado para situaciones como la que atravesamos.

Si pensamos el adagio de que En política la forma es fondo, y que yo creo que sigue siendo válido –alguien puede pensar que es de la época neoliberal y ya no tiene valor–, la reunión fue un desastre, aunque se emitieron mensajes de sumo relevantes. Porque afirmo esto: aunque se llevó a cabo en las instalaciones más importantes del Estado mexicano (Palacio Nacional), no asistió el titular del Poder Ejecutivo; a él parece que le gustan más los monólogos que las obras corales o de conjunto. El mensaje que se dio fue para informar el mayor problema que tenemos los mexicanos, quizá sólo comparable con la Revolución, muy superior a los temblores del 19 de septiembre de 1985 y 2017, la Declaración de la participación en la Segunda Guerra Mundial, diversos huracanes que nos han abatido y cualesquiera otras circunstancias.

La reunión para emitir el Comunicado fue presidida por el Secretario de Salud, el Dr. Jorge Alcocer Varela, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el de la Defensa Nacional, el General Luis Cresencio Sandoval González, el de Marina Armada de México, el Almirante José Rafael Ojeda Durán –por cierto, ambos llevaban uniformes de campaña y no el de gala que pensamos debían haber portado–, y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, el Dr. Hugo López-Gatell. A Jorge Alcocer le sucedió algo que estoy casi seguro no le había acontecido en su dilatada carrera como conferencista, no pudo hablar porque sus transparencias e imágenes nunca pudieron ser mostradas y optó por interrumpir su mensaje, de manera que su papel en el resto de la conferencia fue el de “pasa-palabra”. Por cierto, se equivocó al presentar al Secretario de Marina, al que le llamó “Coronel”.

El colmo fue que Marcelo Ebrard quien anunció el desarrollo de un protocolo de investigación sobre los resultados de diversos tratamientos para el COVID-19; siendo que Alcocer es un investigador probado, es SNI III emérito, fue ampliamente rebasado y opacado por el desarrollo de la conferencia. La Lic. Sánchez Cordero permaneció de “florero” –sabemos que así se le llama en el argot a quien está en una mesa de discusión sin tomar la palabra–. El Almirante Ojeda estuvo descriptivo y sobrio, haciéndonos saber que los hospitales instalados a lo largo de nuestros litorales están preparados, lo mismo que los buques tanto en el Pacífico como en el Golfo y el Mar Caribe. Los comentarios del General Sandoval fueron, cuando menos, sorprendentes, nos hizo saber que el Ejército ha sido designado para encabezar, en parte, el Plan Sanitario de Emergencia.

Fue nombrado para poner en marcha hospitales y albergues para atender a los enfermos que sufran COVID-19; tarea que no parece fácil porque sólo lo vi en la transparencia que mostró –a él si le funcionó el proyeccionista–, y nos dimos cuenta que los hospitales que intentan poner en marcha, tienen déficits muy importantes, algunos no cuentan con agua ni energía eléctrica, no sabemos el nivel de equipamiento, y se mencionó un plan emergente de contratación de personal de salud, especialmente para médicos y enfermeras. Tanto la Escuela Médico Militar –recientemente le fue cambiado el nombre por el de Escuela Militar de Medicina– como los hospitales militares – al menos existe uno en cada zona militar–, están diseñados y pensados para atender los problemas de salud del personal militar y sus familiares.

Ciertamente los médicos y enfermeras militares se han distinguido siempre por su alta capacidad y deseo de servicio; sin embargo, ampliar su responsabilidad a propósitos tan amplios no estoy seguro que tenga tan buenos resultados, a pesar de que estoy seguro que muchos de ellos, aun estando en condición de retiro, acudirán al nuevo llamado a filas. El Sr. Presidente confía poco en la sociedad civil y sus organizaciones, sus grandes tareas les han sido asignadas al Ejército; el combate a la violencia, la construcción de sus obras insignias. No cabe duda que estamos ante una militarización gubernamental y no parece ser por los miembros del Ejército, sino por el gobierno civil; ellos atienden órdenes y podrán cumplirlas o no.

comunicado a la sociedad
Ilustración: Depositohotos.

Respecto a la presencia de Marcelo Ebrard en su papel de “Canciller”, me parece que el cargo como tal, llamado así, no existe en el organigrama del gabinete, menos aun el de “Vicepresidente”, como algunos le llaman ya. No se puede negar que su participación resultó muy descriptiva y aleccionadora, explicó la importancia de las medidas tomadas y las propuestas y las metas que se tienen; decía yo que, incluso, mencionó los proyectos de investigación en los que participan los médicos mexicanos, los cuales tienen un desarrollo en México, pero son parte de un proceso tanto local como internacional. Su explicación sobre las consecuencias económicas que la pandemia tiene fue muy clara, e incluso resultó alentadora porque mostró posibilidades que no habían sido explicadas antes. López-Gatell estuvo, como siempre, técnicamente correcto, y menos optimista que en otras ocasiones.

Ante la magnitud del problema y la importancia del Comunicado a la Nación, me parece que no hay una explicación suficiente para que no fuera presidido por el titular del Poder Ejecutivo, o bien por la ministra Sánchez Cordero, y que a Jorge Alcocer no lo dejaran o no pudiera mostrar su liderazgo. En la Secretaría de Salud necesitamos un líder fuerte, capacitado y entregado, posición que hasta ahora ha sido substituida por López-Gatell, y la Dra. Laurel no ha aparecido hasta el momento. La ausencia del Secretario del Consejo de Salubridad General –o el propio Presidente de la República– para hacernos saber las consideraciones, determinaciones y recomendaciones que fueron tomadas, tampoco tiene una explicación suficiente.

Para mí tampoco existe diferencia alguna que haya sido el Secretario de Relaciones Exteriores el que participará y no el Secretario de Hacienda y Crédito Público. Me parece que debieron haber estado presentes el titular del IMSS –institución responsable de la salud de aproximadamente el 50% de la población mexicana–, del ISSSTE –institución que atiende más o menos al 10% de la población– y del INSABI –que atiende o debería atender al resto de la población, por cierto, la no asegurada–. Menos aun tengo suficiente explicación para que a las fuerzas armadas se les hayan asignado las tareas extraordinarias y no a diversas instancias civiles que tienen mayor capacidad resolutiva y la misma entrega.

Me parece que el Comunicado a la Nación no tuvo ni orden ni concierto y espero que no refleje la organización gubernamental ante el mayor problema en lo que va del siglo y probablemente de la última centuria.


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Cuarentena. Tiempos nuevos, narraciones nuevas

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En gran medida, empatizamos con las cosas inanimadas por la pareidolia, es decir, nuestra capacidad de reconocer formas sensibles en donde no necesariamente las hay. Eso es común en los seres humanos. Estar frente a la luna y hacer versos detonados por la imagen que proyecta o por la que creemos ver sobre su superficie, es parte de nuestra cultura. Guardamos con más facilidad una piedra que tiene una forma reconocible que la que no. Según lo relataba Walter Benjamin, la narración se trata de contar historias y eso, ya en su tiempo, estaba en peligro de extinción. Diríase que una facultad que nos pareciera inalienable, la más segura entre las seguras, nos está siendo retirada: la facultad de intercambiar experiencias (WB. El narrador, 1936).

¿Será cierto hoy en día? Benjamin decía en 1936 que el aspecto épico de la narración, su verdadero motivo, se estaba extinguiendo. Según Benjamin, una forma amenazadora de la narración es la información. En la situación en la que hoy nos encontramos, he pensado mucho en esto: ¿desaparece la narración con la desaparición de sucesos épicos? ¿No es digno de una épica lo que estamos viviendo? El encierro debido a la contingencia por la pandemia que enfrentamos, las disparidades de opiniones, la polarización de posiciones respecto de lo que el gobierno hace y no hace y, más aún, sobre lo que nosotros –¿en tanto sociedad civil?– hacemos o no hacemos, responsablemente, por nosotros mismos y por los demás.

Inevitablemente, quienes podemos terminamos en las redes sociales. Aunque sea un ratito. Y lo que vemos nos parece más y más descorazonador. Pero al mismo tiempo, vemos imágenes esperanzadoras de lo que está sucediendo en otros países; estrategias de comunicación que no soñaríamos jamás tener acá –por un cúmulo de razones– y visiones de hermandad que hacen que pensemos que estamos viviendo momentos épicos y sí, se van a terminar.

epica del coronavirus
Illustration: Stephanie Koo.

Pero vuelvo al asunto de la información. Dice Benjamin que la información nos instruye día con día de cuestiones actuales, pero poco memorables y que casi nada de lo que acontece beneficia a la narración y casi todo a la información. ¿A cuántos, en su entorno, conocen que estén afanados por saber a diario cuántos casos tenemos de enfermos de coronavirus? ¿A cuántos conocen obsesionados por saber cómo prevenir el contagio? Hoy me enviaron dos artículos que me resultaron de valor, uno del Harvard Business Review, sobre el duelo frente a la situación que estamos viviendo y otro sobre la presión de ser productivos que sentimos quienes podemos confinarnos a trabajar en casa .

La lectura de ambos –que recomiendo ampliamente– me ayudó a poner en claro mi situación presente y a manejar mi angustia: sí, estamos confinados por una coyuntura que escapa por completo de nuestro control; sí, tampoco sabemos cuándo volveremos a la “normalidad” –e incluso muchos no quieren tocar el tema–; sí, no sabemos si esto es armado o es algo letal que nos espera en el quicio de nuestras puertas; sí, tememos por nosotros y por los que están fuera y a quienes amamos. Todo eso nos orilla a enfrentar condiciones emocionales cuyo desenvolvimiento no podemos prever, sin embargo, en medio de la crisis y de la angustia producida por el relativo encierro, pensé que esto es digno de una épica y, por ende, esta situación produce cosas que nos impelen a la narración.

No haré un recuento de mis horarios de cuarentena por no aburrir más de la cuenta a nadie, pero a cierta hora me cayeron dos mensajes. Claro, los mensajes caen, aun cuando una esté dando clases en Zoom o leyendo avances de tesis. Pero llegaron y los aquilaté: el primero era un meme sobre la posible caída del internet por saturación –“Could be worse…”–; el otro era el mensaje de un entrañable amigo que no tiene redes sociales aparte de WhatsApp –adivinen la edad– y que es un admirador de hueso colorado de Italia y su cultura. Era una grabación del “Va Pensiero” de Verdi, hecha con coro y orquesta, pero a la distancia. Me tocó las fibras y dejé de trabajar. Porque esto es una épica: no sólo el coronavirus y la contingencia a la que obliga, sino la que estamos pasando todos y cada uno de nosotros, sin clasismos, pensando en lo que a cada uno le cuesta enfrentar a sus propios retos o fantasmas. Y son muchos. Pero a pesar de lo negro que pueda parecer este panorama, a pesar de los planes truncos, de los gastos, del pensar en los que están peor, esto lo podemos narrar.

epica del aislamiento
Ilustración: Margaux Rebourcet.

El narrador, según Benjamin, es libre de arreglárselas con el tema, según su propio entendimiento, así que me tranquilizó pensar en algo que estuviera libre –por fin– de tocar las cuerdas sensibles de otros. Tejer, construir, hilar, limpiar mientras se presta oído al que está junto, es vivificante. Y si no se tiene a nadie junto, se tiene algo que se puede leer y con lo cual se puede interactuar. La narración es una forma artesanal de la comunicación, según Benjamin, y lo dice porque su origen está en el deseo de entretener y perpetuar con lo que se sabe, mientras se produce otra cosa. Mientras se entretienen las manos en algo, se producen historias y se entrelazan.

Benjamin denunciaba, no obstante, que el hombre de su tiempo se había acostumbrado a abreviar todo –procesos de trabajo y de vida– y, por ende, a abreviar las historias que narraba. Hoy, varios  tenemos tiempo de higienizarnos física y mentalmente, así como de pensar en lo que hemos abreviado –cortado, apretujado– a causa de la prisa cotidiana. Aunque tengamos compromisos de trabajo y horarios establecidos a distancia, hoy tenemos más tiempo, algunos, por la ventaja de no tener que trasladarnos.

Pensemos en nosotros, pensemos en los que no pueden hacerlo y pensemos también, en la enorme oportunidad de reinvención que tenemos. Y reinventarnos es narrarnos otra vez, y contarnos la historia de nosotros, ahora y siempre, hasta que nos cuadre.


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Tiempo de virus y aprendizajes

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En los próximos días, semanas y meses, es muy probable que cada uno de nosotros deberá enfrentar las consecuencias del avance del COVID-19, algunos podremos enfermar ligera o gravemente, tener familiares y amigos hospitalizados, en estado muy delicado, o incluso fallecidos.

Viviremos momentos de gran incertidumbre, agobio y temor. Por ello debemos tener presente que el pánico es, ante todo, un virus irracional. El principal camino para enfrentarlo es ponderar lo que ocurre con sentido de realidad. 

De acuerdo con los principales epidemiólogos que están trabajando para frenar el avance de la pandemia, hay una regla porcentual para dimensionar lo que ocurre: 80/15/5. Según ella, hasta el 80 por ciento de la población se infectará sin casi darse cuenta; la enfermedad será tan leve que ni le prestarán atención más allá del uso ocasional de un paracetamol. El 15% puede sufrir neumonía y necesitará tratamiento especializado. Y el otro 5% enfermará gravemente. Es este potencial 5% el que debe ser nuestra principal fuente de preocupación ya que la infraestructura mundial no cuenta con las suficientes Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y Unidades de Terapia Intensiva (UTI) para atender a una oleada de pacientes de esa magnitud. Por ello, aplanar la curva de contagio, es decir, lentificar la velocidad con la que la población se infecta es clave. En la medida en que los casos de gravedad vayan ingresando a cuidado hospitalario a un ritmo menor que el actual, habrá mejores posibilidades de tratar a un mayor volumen de población. 

virus pandemia
Ilustración: New York Times.

Lo que estamos viviendo con el COVID-19 no hace de éste el momento más difícil de la historia de la humanidad; ha habido, sin duda, muchos infinitamente peores. Mantener la calma, cuidarse físicamente siguiendo las pautas de la OMS y de las autoridades de salud locales es fundamental. La salud mental jugará un papel central en la forma en que soportemos y nos adaptemos al nuevo escenario en el que nos encontramos. Esta pandemia está poniendo a prueba a las sociedades y a cada uno de nosotros. Mantenerse informados y proactivos nos ayudará a paliar en parte la incertidumbre; contar con espacios para descargar nuestras emociones como tristeza, miedo y enojo serán necesarios para protegernos de cuadros depresivos severos o crisis de angustia significativas, que se dan comúnmente en momentos complejos como el que estamos transitando.

También debemos permitirnos momentos de soledad y ensimismamiento, no hay nada de malo en ello, salirnos un poco del vértigo de los acontecimientos nos aliviará. Leer, escuchar música, ver películas y series, conectarnos a través de móviles y chats con nuestros amigos y seres queridos, nos hará particularmente bien. Acompañar y acompañarnos, respetando los tiempos y ritmos de comunicación individuales nos será de gran utilidad. La solidaridad, paciencia y generosidad son valores absolutamente necesarios en estos tiempos, cultivémoslos. 

incertidumbre, pintura, pájaros
Imagen: MIT Sloan Management Review.

Nadie sabe con exactitud cuánto tiempo durará la crisis epidemiológica que estamos viviendo, pero sin duda tendrá fin. Y con más fuerza, resiliencia, entusiasmo y creatividad que antes nos volveremos a poner de pie.

Confiemos que al superar al coronavirus, con todo lo que habremos vivido, nos demos el tiempo para repensar y replantearnos el valor de nuestra vida cotidiana y de las cosas sencillas. Tal vez, a partir de ello, comenzaremos a construir un modelo de vida más responsable y amable con nosotros mismos y con el planeta; y, con ello, los totalitarismos y populismos que nos acechan dejen de ser la solución fácil para enfrentar los cambios políticos, económicos y sociales que nuestros países iberoamericanos requieren y que se habían hecho tan patentes en el último tiempo.

Hoy tenemos la oportunidad de dialogar desde otro lugar, no la dejemos ir.


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Y que nos llega el COVID-19

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En Zacatecas al igual que en todo el país, llegó la pandemia, y como suele suceder en situaciones complejas, saca lo mejor y lo peor del ser humano; se crean grupos de solidaridad, pero sobre todo, una incesante demostración de que los mexicanos nos sabemos dar.

Entregamos aun cuando esto apenas comienza, sin esperar nada a cambio, sólo aportamos a la contención muy a pesar de las autoridades, y principalmente muy a pesar del presidente.

Sin duda existe una gran cantidad de mexicanos a quienes no les es posible quedarse en casa y desde luego no son falta de ganas, ni inmunidad; es falta de comida, falta de oportunidades, de solidaridad, de políticas públicas que realmente ayuden a salir de tal circunstancia y no los mantenga en la misma con precariedad.

Lo que hace falta en este país, es una verdadera justicia social. Han demostrado los gobiernos que ninguno ha tenido capacidad para administrar el dinero de los contribuyentes, y menos de hacer una adecuada redistribución. No sé por otros lugares, pero acá en Zacatecas existen funcionarios que luego tienen ranchos y propiedades que ni siquiera tienen empresarios con más de 40 o 50 años de trabajo; ahí es donde se ve la verdadera injusticia y el destino de los recursos, que deberían servir para generar una comunidad más igualitaria o más justa.

virus en zacatecas
Ilustración: Shonagh Rae.

Ante la pandemia, piden a los empresarios que apoyen a sus empleados, con el pago del salario cuando dejen de asistir a trabajar. Creo que serían muy pocos los empresarios que quisieran perder su patrimonio y el colaborador es el principal motivo de existir de una empresa, dado que es la fuerza de crecimiento. No discutimos que existen quienes no valoran esto, pero en su gran mayoría, según datos del INEGI, en México somos micro y pequeños empresarios los que damos la mayor cantidad de empleos; aquí es donde va surgir un gran problema: no habrá mecanismo alguno para que subsista la gran cantidad de MiPyMEs que tendrán que cerrar.

Respaldar a los colaboradores es un deber empresarial, un deber social y sobre todo un acto de solidaridad económica; si son los que durante el auge y crecimiento de la empresa no rajaron, es cuando diría mi compadre, “no hay que rajarse”; en resumidas cuentas, llegó el momento de hacer comunidad.

Esto implica generar la denominada economía de barrio: comprar en pequeñas misceláneas, contratar al carpintero de tu cercanía, al plomero, y si es posible hacerle pagos por adelantado a quien ofrece servicios y que en esta contingencia no podrá atender; es momento de que surja, el verdadero valor de ser humanos.

La sociedad como la conocemos hoy en día, es derivada de las dos grandes Guerras Mundiales; de ahí nació la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y ahora llegó el momento de demostrar esa unidad, desde la célula más pequeña, como lo es la familia, la empresa y la colonia o comunidad. Es el día en que tenemos que reflejar que hemos aprendido a crecer en comunidad y en solidaridad, de ser corresponsable de nuestros actos.

zacatecas unidos
Ilustración: South China Morning Post.

Dijera mi compadre: “o nos acomodamos a las circunstancias y las cambiamos, o nos haremos víctimas de ellas”; lo mejor que podemos estar imaginando en esta pandemia es ser innovadores, aprovechar la tecnología y la gran creatividad del mexicano para destacar en la solidaridad, para demostrar por qué somos un gran pueblo y que seremos una gran nación.

Siempre nos dijeron que una crisis es una oportunidad, ahora la tenemos, ¡y de qué tamaño!, hoy sí veremos si la oportunidad es aprovechada por Zacatecas, o también como dijera mi compadre, “nos lleva la chingada”…

Mientras no nos lleve quien debió estar en su rancho del mismo nombre –porque no será culpa sólo de él–, siempre es una corresponsabilidad de todos.

Tanta ciudadanía cuanto sea posible, tanto gobierno cuanto sea necesario.


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Egresado de la Ibero crea cápsulas para evitar COVID-19

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Fernando Avilés Serret, egresado de Ingeniería Biomédica, de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, creó una cápsula de seguridad para trasladar a pacientes diagnosticados con COVID-19, con el objetivo de evitar riesgos de contagio y propagación de infecciones. Dicho aparato, llamado “XE”, combina la función de una incubadora de bebés con una cabina de flujo laminar.

El egresado de la Universidad Iberoamericana es director de la empresa XE Ingeniería Médica, dedicada a ofrecer servicios y equipos médicos. En un inicio, la cápsula fue pensada para que sus paramédicos no se contagiaran durante los traslados de pacientes con meningitis y tuberculosis. Ya desde noviembre del año pasado, el ingeniero Avilés tenía el prototipo, pero con el brote del coronavirus, agilizó su producción para que estuviera disponible ante la contingencia actual.

La cápsula XE, portátil y de tamaño humano, cuenta con dos accesos para que los paramédicos puedan manipular al paciente, así como orificios para introducir cables de oxígeno. Y adicionalmente, cuenta con su propio sistema de secado y es adecuada para ambulancias, salas de emergencia y hospitales.

capsula covid 19
Fotografía: Radio Fórmula.

EN PERSPECTIVA, debemos retomar el optimismo de que la humanidad estará a la altura del reto impuesto por la pandemia del COVID-19. Y los mexicanos, como el ingeniero Fernando Avilés Serret, seguramente continuaremos haciendo contribuciones para resolver esta enorme contingencia impuesta por el COVID-19. Mire nada más esta cápsula de plástico sellada y flexible, llamada XE, es un contenedor que estabiliza la presión dentro de ella, manteniendo un flujo de aire constante, la temperatura ambiente en su interior es estable; el aire de su interior es filtrado, logrando que el aire salga limpio y no contamine a las personas circundante.

Así que estimado lector, ¡que no decaiga el ánimo! Y nuestro reconocimiento a nuestro paisano, el ingeniero Fernando Avilés Serret, por su creatividad al servicio de la humanidad.

¿O usted qué piensa estimado lector?


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