pandemia

¿Qué será lo correcto?

Lectura: 5 minutos

Como se había previsto, cuando menos por algunos, la pandemia por COVID-19 se ha convertido en un gran problema no sólo de salud, sino también económico, político y social. Debido a que se ha enfrentado en diferentes países, su manifestación ha sido diversa y los resultados también, incluso contrastantes.

En China, donde surgió la enfermedad, rápidamente se tomaron medidas sanitarias drásticas, aislando a toda la zona geográfica de la provincia de Wuhan donde se desarrollaba la entonces sólo epidemia. Hay que destacar que COVID-19, como fue nombrada por la OMS la nueva enfermedad, era desconocida y las medidas tomadas estuvieron basadas en experiencias anteriores que, aunque tenían algún parecido, ahora se sabe, realmente tenía diferencias particulares, especialmente establecidas por su rápida difusión y su fácil contagio entre los individuos.

Vistos a posteriori y, comparado con otros países, los resultados fueron muy buenos. Aunque a lo largo de los días nos hemos enterado que la cuarentena en Wuhan fue llevada a cabo con métodos demasiados drásticos, que algunos podemos considerar crueles, el caso es que ante un problema más desconocido que ahora, se pudo controlar de manera exitosa y no se difundió al resto de China; Wuhan tiene cerca de 80 millones de habitantes, China tiene más de 1,400 millones. Hubiera resultado una tragedia universal, ahora tienen unos cuantos casos nuevos diariamente y la mortalidad se ha abatido hasta llegar a ser de cero durante varios días.

coronavirus wuhan
Fotografía: El Nuevo Día.

Entre el inicio de la epidemia y la declinación actual transcurrieron unas 10 o 12 semanas, según establezcamos la fecha de comienzo de los trabajos sanitarios; en China hasta el momento han tenido alrededor de 82,000 casos con poco más de 3,000 fallecimientos. En Corea del Sur se tomaron medidas parecidas, aunque menos autoritarias, diferenciándose en que la búsqueda de casos fue primordial; se hicieron muchas pruebas de diagnóstico, casi de detección, para aislar a los pacientes ya fueran asintomáticos, o tuvieran síntomas leves, mucho más se hizo con los que tenían cuadros graves. Con ello consiguieron realizar un control de la difusión en un periodo aún más corto. La diferencia es que Corea estableció tempranamente las medidas de confinamiento y realizó un gran número de pruebas de búsqueda del diagnóstico, lo que fue criticado inicialmente inclusive por la OMS.

En Italia y en España el problema fue, cuando menos inicialmente, menospreciado. De España recibimos noticias más claras y profundas, durante muchos días vimos cómo el encargado de riesgos sanitarios como el Ministro de Salud, mandaban mensajes sólo tranquilizadores sin establecer mayores medidas sanitarias; despreciaban la realización de pruebas diagnósticas, dejándolas sólo para cuando el paciente tenía evidencia clara de la enfermedad. No súbitamente, pero al cabo de unas semanas se encontraron con una emergencia que hasta el momento ha ocasionado más de 42,000 casos y han acontecido alrededor de 3,500 fallecimientos.

Situación que ha rebasado plenamente a su sistema de salud. Han tenido que realizar de manera apresurada instalaciones hospitalarias y habilitar hoteles para internar pacientes no graves. La necesidad de camas de terapia intensiva es altísima y no se cuenta con el equipamiento necesario, especialmente en lo relativo a ventiladores. Han cambiado su punto de vista acerca de las pruebas diagnósticas y ahora se están realizando mucho más abiertamente; el martes 17 se comentaba que habían sido adquiridas 60,000 y pronto lo harán con muchas más. España tiene actualmente unos 46 millones de habitantes. A la fecha no avizoran un pronto abatimiento del número de casos; ayer miércoles ampliaron el distanciamiento social absoluto hasta el 14 de abril. 

otros datos
Ilustración: Rius (tomada de El Financiero).

En Italia ha sucedido algo parecido, y con alrededor de 59 millones de habitantes han tenido 64,000 casos de COVID-19 que han ocasionado más de 6,000 fallecimientos. El sistema de salud está plenamente rebasado en todos sus niveles y el control de la epidemia no se ve cercano, a pesar de que ya tienen establecidas cuarentenas estrictas y la disminución de la actividad económica. En Estados Unidos la epidemia se ha desarrollado por zonas y Nueva York y California son de las más afectadas. Hasta ahora han sucedido cerca de 50,000 casos y 600 fallecimientos; todo esto en país con unos 326 millones de habitantes, en el que las ciudades y los estados más afectados están sumamente preocupados por los recursos necesarios para enfrentar los casos del COVID-19.

En otros países se establecieron medidas sanitarias más intensas y precoces como el caso de Francia que tiene 65 millones de habitantes y en donde se han presentado 20,000 casos y 862 fallecimientos, en Alemania que tiene 82 millones de habitantes han acontecido unos 29,000 casos con 123 muertes. En Suiza con 9 millones, cerca de 8,000 casos y 120 muertes. En estos últimos países la epidemia parece encontrarse estabilizada.  En India han sucedido sólo 482 casos de COVID-19 y 9 fallecimientos, en India viven 1,354 millones de habitantes y su sistema de salud es sumamente precario, así que todos los habitantes del planeta debemos desear que no se extienda el virus.

En México la respuesta ante la pandemia ha sido ambigua, poco clara y, quizá, tomando en cuenta otros aspectos además de los sanitarios, mientras algunos gobiernos estatales han establecido ya medidas de confinamiento, como Jalisco, Nuevo León, e incluso en la Ciudad de México –aunque tímidamente–, otros como Puebla minimizan el problema, los líderes gubernamentales desprecian la magnitud de la epidemia al mencionar que sólo le sucede a los fifís. Nuestro presidente también ha subestimado claramente la magnitud del problema, diciendo que no era necesario el aislamiento social; el domingo pasado llegó a recomendar que sacaran a comer a sus familias para fortalecer la economía. Convocó a reuniones no multitudinarias, aunque sí muy numerosas con motivo de la conmemoración de la Expropiación Petrolera y el aniversario del natalicio de Benito Juárez, en donde repartió saludos de mano, abrazos e incluso besos.

covid 19

El presidente, incluso, llegó a recomendar el uso de exvotos y amuletos en contra del COVID-19. El Dr. Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, me parece a mí que ha tenido que moverse entre lo que sabe y lo que piensa sobre la pandemia su jefe, el Presidente de la República, llevándolo a cometer errores evidentes como el descalificar a su superior como medio de difusión en todo lo relacionado al COVID-19. No ha podido explicar claramente su oposición a usar más ampliamente las pruebas diagnósticas y su obstrucción a que laboratorios privados las realicen, lo mismo que a utilizar de manera considerable las medidas de distanciamiento social. Tampoco ha dado explicaciones acerca de las soluciones que podrían plantearse ante las necesidades de internamiento de los enfermos de COVID-19, especialmente lo relativo a los requerimientos de camas de terapia intensiva con respiradores o ventiladores que podrían rondar entre 1,000 y 2,000 en el clímax de la epidemia.

Para colmo, acabo de escuchar una plática de la experta de la Universidad de Texas en Houston, la Dra. Laila Woc-Colburn, quien nos hizo saber que de los tratamientos hasta ahora propuestos o realizados, ninguno ha mostrado buenos resultados. Nos hizo saber que están en marcha estudios con Remdesivir, Tocilizumab, Favi Parir, y que los realizados con hidroxicloroquina y azitromicina no han mostrado resultados confiables; hay uno en marcha del uso como preventivo de cloroquina e hidroxicloroquina. Sin embargo, la cloroquina como tratamiento no ha mostrado buenos resultados. La Dra. Woc-Colburn nos informó que existe un programa llamado Solidarity, el cual reúne o trata de reunir ordenadamente todos los tratamientos en marcha.

La pandemia está aquí y veremos cuál es la mejor manera de enfrentarla, y al ser precisamente una pandemia, las medidas afectan a todos. Me parece a mí que la OMS no ha tomado el suficiente liderazgo que una situación como la actual le debería obligar a afrontar.


También te puede interesar: El COVID-19, la crisis económica internacional y el futuro global.

El COVID-19, la crisis económica internacional y el futuro global

Lectura: 4 minutos

Es claro que la pandemia del COVID-19 ha desencadenado una problemática inédita, por su magnitud, a nivel global. Las repercusiones en la vida, la salud y en la economía son de enormes dimensiones en todo el mundo.

Algunos países de la región del Asia-Pacífico como China, Japón, Corea del Sur, Hong Kong y Singapur parecen estar actuando adecuadamente. Por otra parte, en Europa, en particular en Italia y en España así como en los Estados Unidos, la reacción parece haber sido tardía. Pero lo peor puede venir para las naciones con economías emergentes como muchos países asiáticos, en África y en América Latina que carecen de los sistemas sanitarios, de la fortaleza económica y de la estructura institucional para hacer frente rápido y con éxito a las amenazas de esta pandemia y a las consecuencias económicas y sociales generadas por la misma.

La Organización Mundial de la Salud, la ONU, la OCDE, el Fondo Monetario Internacional, entre otras instituciones internacionales, al igual que numerosos grupos de estudio, se han ocupado del análisis y de los planteamientos de solución de la nueva problemática.

graffiti, coronavirus
Fotografía: El País.

De cualquier forma es claro que los sistemas de salud pública de casi todo el mundo no estaban preparados para una pandemia de estas características. Asimismo, no existen los mecanismos financieros internacionales, de carácter institucional, para hacer frente rápida y eficazmente a este tipo de contingencias.

Pero la situación humanitaria más preocupante es en los países pobres, que no sólo carecen de los sistemas sanitarios adecuados, sino que además tienen a grandes sectores de la población en pobreza y en el sector informal de la economía, lo cual hace muy difícil implementar medidas como el aislamiento social.

Ante esta situación Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, ha anunciado el “Plan Mundial de Respuesta Humanitaria al COVID-19”, cuyo objetivo es combatir el virus en los países más pobres del mundo.

Estamos frente a una crisis extraordinaria de proporciones globales. Estos nuevos retos nos deben plantear la oportunidad de solucionar graves problemas estructurales que venimos arrastrando para emerger de esta contingencia más fuertes y, sobre todo, más sabios.

Africa, paises vulnerables, pandemia
Fotografía: MIT Technology Review.

No podemos seguir con un esquema de crecimiento económico global con el actual nivel de destrucción de la naturaleza, con la contaminación que generamos en todos los campos, la sobre-explotación de los recursos naturales y, principalmente, con el cambio climático. De acuerdo a toda la evidencia científica disponible el calentamiento global se continúa acelerando, exponiendo a la sociedad global a nuevos y mayores riesgos.

De igual forma, no podemos seguir con los niveles de desigualdad y persistente pobreza en numerosos países desarrollados como en economías emergentes.

Vivimos en la etapa de mayor desarrollo científico y tecnológico de la historia. Pero no hemos crecido en sabiduría. Tenemos una profunda crisis de valores que se traduce en un materialismo y en un consumismo grotesco y desbordado. Parece que hemos olvidado todas las enseñanzas de las culturas ancestrales y desterrado cualquier tipo de espiritualidad, absortos en la inmediatez, en el corto-placismo.

mundo y pandemia
Imagen: Getty Images.

Ésta es una oportunidad para iniciar un movimiento intelectual hacia una nueva Ilustración, como la del siglo XVIII, que dio impulso a la ciencia y la filosofía modernas abriendo paso al mundo contemporáneo. Pero ahora toca hacer un alto en el camino y recuperar el sendero que nos permita encontrar fórmulas de convivencia más adecuadas. Encontrar las soluciones y los nuevos equilibrios para un mundo saturado. Ya no son viables las soluciones derivadas de las teorías formuladas para un mundo vacío.

Se requiere de un paradigma con nuevos equilibrios entre el ser humano y el medio ambiente, entre el corto y el  largo plazo, entre el hombre y la mujer, especialmente entre el impulso individual y el interés general. Pero en esta búsqueda del equilibrio es importante no ir de un extremo a otro. Lo cual significa que, una cosa es proteger el interés general, y otra es caer, en nombre del mismo, en esquemas autoritarios.

pandemia, salud
Fotografía: Washington Times.

Algunas de las señales más claras del creciente deterioro que caracteriza a la sociedad contemporánea es, además de la destrucción del planeta, una economía global fuertemente dominada por la especulación financiera y un materialismo exacerbado. Pero también la degradación de los sistemas políticos, aún en países con tradición democrática.

La solución de la problemática contemporánea debe ser de la mano del conocimiento científico y de la solidaridad. No va a ser un camino fácil. Debemos preservar el interés general evitando caer en esquemas autoritarios y totalitarios. Para mí siempre es importante insistir en que la búsqueda de las soluciones a la problemática global debe estar en consonancia con el respeto del ambiente y la naturaleza, así como con la protección y defensa de los derechos y las libertades de las personas.

Ante la pandemia: la sociedad, la gran protagonista

Lectura: 4 minutos

La pandemia, ésta, al menos acabará algún día. Será entonces momento de verdaderamente evaluar. A nivel de crisis global y en el horizonte de las respuestas globales. Quién reaccionó adecuadamente y quién lo hizo con desdén o franca irresponsabilidad.

Una mirada de conjunto, y microscópica, a la vez, que nos dé una idea más precisa de las fases que la crisis fue tomando, de sus causas, de los factores que pudieron preverse y de los que no.

Luego de la movilización mundial cada gobernante, lo quiera o no, deberá ser evaluado en su actuación. Ésa es parte de la naturaleza de su encargo. Estar sometido al escrutinio, a la rendición de cuentas y el análisis público de sus acciones y los resultados.

Aunque hay países que ante la ausencia de estrategias digitales nacionales –al menos ha descubierto la televisión a estas alturas del siglo XXI–, la respuesta de la sociedad ante la necesidad de contar con herramientas de educación no presencial, ha sido más efectiva y rápida.

pac-man sociedad coronavirus
Imagen: El País.

Se avizoraba ya desde antes que el siglo XXI sería el siglo de la Sociedad. Ha quedado de manifiesto de manera más que contundente. Es la sociedad la gran protagonista de esta fase de la historia.

Si el siglo XIX fue el siglo de la formación de las naciones y la exaltación de los nacionalismos; si el XX lo fue de las instituciones y la expansión del Estado; el XXI tiene en la sociedad a su actor fundamental.

La irrupción a principios del XXI de las herramientas digitales había dado ya paso a que quienes antes eran consumidores de contenidos, pasaran a ser también productores de los mismos.

El filósofo y tecnólogo social argentino, Alejandro Piscitelli, acuñó, entre la primera y segunda década de esta centuria, el concepto de “prosumidor”.

Hablar de “prosumidores” se volvió entonces una forma de caracterizar esa nueva práctica social en la que la generación, intervención y multiplicación de contenidos puede hacerse en segundos.

prosumidor sociedad
Imagen: Fundación Telefónica.

La primera pandemia de la globalización, por paradójico que parezca, la afirma. Un mundo abierto e interconectado, cruzado por un sistema de redes complejas, es y será el nuevo escenario de cualquier acción a cualquier nivel.

Es claro que cuando la emergencia haya pasado tendremos frente a nosotros la semilla de un nuevo orden internacional, pero no, eso no, el retorno al siglo XIX y sus nacionalismos, ni al XX y sus loas al Estado todopoderoso.

Una vez superada la emergencia, retornaremos a una normalidad restaurada, pero nunca, jamás, al punto en que la normalidad de antes se quebró de modo irreversible.

La experiencia pasará factura. Particularmente en dos ámbitos, el de la evaluación que se haga de la forma como quienes tenían deberes de liderazgo y reaccionaron, por un lado.

Y por el otro, en cuanto a la forma como a partir del restablecimiento de cierta normalidad restaurada, se habrá de forjar el nuevo tipo de interacciones humanas.

Para cuando la crisis haya pasado, por ejemplo, será extraño para algunos volver a decir: nos vemos para afinar el proyecto, cuando durante las cuatro o cinco semanas anteriores trabajaron a distancia.

Tan raro como será para ciertos estudiantes, aquellas, aquellos que muestren mayor capacidad de adaptación y capacidad de reinvención ante la dificultad, volver a sentarse salón como si nada hubiera pasado.

interconectividad, sociedad
Imagen: Research Gate.

Quedarse ahí sentado, escuchando pasivamente, tal y como se pretende que suceda, a estas alturas de la historia, en los países en los que a las niñas y niños se les ofrece ver por la tele, sentados y callados, la escuela que no tienen.

La transformación radical en las interacciones, particularmente en las que tienen que ver con la educación y la formación, provendrá, nuevamente de la sociedad.

Será ella, la sociedad, la que en conjunto e individualmente reclame y afirme el nuevo tipo de interacciones sociales ya avizorada con el surgimiento de los prosumidores y asentada en esta crisis.

Así, por ejemplo, por centrarnos sólo en el campo de la educación por ahora, frente a quien insista en no comprender la dimensión del cambio en el ámbito de las mentalidades, los estudiantes harán saber que en las semanas precedentes han aprendido a aprender de otra manera.

Ingenuidad mayúscula suponer que una vez pasada el cataclismo todo volverá al orden anterior. Si lo que los cataclismos hacen, justamente, es arrasar con el orden anterior. Afirmar uno nuevo.

Un aprendizaje autónomo, a ritmo propio, contrastar la información “oficial” de la figura de autoridad, lo cambiará todo.

celuares
Imagen: Mobi Health News.

Y en el centro de esta transformación radical de las formas del pensamiento, la acción y la interacción entre los sujetos, aparecerá como si fuera el pivote de una granada, el acto de evaluar.

Si en algún punto la educación digital se erige como una forma distinta, es precisamente, sobre el terreno de las formas de evaluación.

Evaluar, evaluarse, lo aprendido, el desempeño; la evaluación, está llamada a ser el gran aprendizaje de la experiencia digital de este tiempo.

A lo que se hizo bien; a las irresponsabilidades, a los engaños, aguarda una sociedad ya diferente.

Su evaluación.


También te puede inetresar: En medio del COVID-19, la primavera de la educación a distancia.

El sueño de mandar bien, versus el COVID-19

Lectura: 4 minutos

Gobernar no es mandar,
por mucha mayoría que se tenga.
Juan Luis Cebrián.

El COVID-19 es un hecho real. No es invento de la imaginación de James Cameron, en su trabajo como escritor-guionista para la creación de El Exterminador, Titanic o Avatar, entre otras.

Por lo pronto, estamos en una situación espasmódica en el que para unos –gobernantes– puede ser poner en riesgo el poder que lo ven como el sueño de mandar bien frente ante un coronavirus que desnuda su dilema de entrar o no en los conflictos inevitables con los electores, sobre todo ante flagelos como la presente pandemia.

Sea como sea, requieren tomar resoluciones. No se pueden quedar en el pensar y vender la falacia que somos inmunes, que basta con tener buenas intenciones y buena vibra; que somos fuertes y buena gente, que podemos contra el “bicho feo” que anda matando gente, parecen frases motivacionales del cine gringo, como las de Tony D´Amato –Al Pacino– en la película “Un domingo cualquiera”, cuando vieron que estaban a punto de perder el campeonato a causa de la terquedad e individualismos de los veteranos del equipo.

COVID-19 oportunidad
Imagen: Creative Review.

Él, motivando a su equipo, les infundió lo importante que es saber hacer bien las cosas, y lo necesario de estar presentes en la misión de cada uno. Les decía que en el campo de futbol se lucha por cada pulgada de terreno. ¡En este equipo, peleamos por esa pulgada! ¡En este equipo, nos hacemos pedazos por esa pulgada! ¡Clavamos las uñas por esa pulgada! Porque sabemos que cuando sumemos todas esas pulgadas haremos la diferencia. ¡Eso hará la diferencia entre ganar o perder! ¡Entre vivir y morir!

Abrirse a las posibilidades de cambiar conductas es fundamental donde reina la terquedad. Si de algo sirven esas palabras de Al Pacino en el personaje del entrenador Tony D´Amato, a propósito de terquedad y de experiencia, es ver lo que está sucediendo en el mundo ante una realidad pandémica de la cual no tenemos ni idea de los resultados finales en este juego por la vida, que no es un juego.

Si hoy con algo contamos en el mundo, y de manera especial en México, es con el privilegio de saber qué ha sucedido y está sucediendo en los países que lamentablemente están sufriendo ya las pérdidas de tantas vidas. Por lo que, tenemos la oportunidad de actuar con responsabilidad y prudencia, no sólo el gobierno federal y estatal, sino todos.

COVID-19 global
Imagen: El Independiente.

Pero, a propósito de gobiernos, me parece complicado para unos y otros. De izquierda y derecha; de norte y sur. En Asia, Europa, África, Oceanía, América; sin importar donde inició ni dónde tendrá mayor incidencia. Todos van a pasar por el tamiz de la confianza electoral, porque la mayoría han actuado con cierta tardanza perdiendo oportunidades –las pulgadas en el terreno–, eso no les importó al principio.

Jugaron –juegan aún– con los supuestos. ¿Cierto o falso? ¿Qué pensará la gente? ¿Qué va suceder si aceptamos que estamos vulnerados por la realidad? ¿Y si tomamos decisiones drásticas y fallamos? Nos van a mandar a la fregada en las próximas elecciones…

Estamos ante un hecho sin precedentes. No hablo del COVID-19; eso ya lo sabemos, mucho se ha publicado. Lo que no sabemos, porque no lo hemos vivido, es la angustia patética de oler a muerte porque un virus ronda los hogares.

peste negra, COVID-19
Imagen: Getty Images.

Desconocemos eso, apenas si lo imaginamos por lo que nos llega de afuera. Y me refiero, como un hecho sin precedentes, a tomar la situación tan a la ligera hablando de las vidas humanas.

Y si en efecto tenemos fe, creemos en la fuerza que mueve nuestros corazones altruistas fuertes, grandes y nobles, entonces por qué no actuamos pensando en el futuro verdadero para una vida mejor.

Ya la historia nos ha dicho que sí se pueden saltar obstáculos. Que es mejor tomar decisiones difíciles ahora, para que los daños inevitables sean los menos posibles, aunque pudiera salir averiado el proyecto político personal de algunos, que según mido, es eso lo que en verdad temen. Vulnerar su proyecto personal.

Atenea COVID-19
Imagen: Reporte Indigo.

Temen tomar las disposiciones que corresponde porque en su versión del golpe económico que todos recibiremos, también ineludible, aquellos suponen que les puede afectar políticamente, por lo que es preferible garantizar el voto vendiendo el supuesto de paz social –eso creen–, aludiendo que es mejor que hoy la gente esté a salvo en su economía.

Pero les recuerdo, salvo que hagan que los muertos voten –como antes–, pueden estar cavando su fracaso en las próximas elecciones, pues aunque parezca un tantito distante, ya están a la vuelta de la esquina. El pueblo requiere, sí dinero, pero de nada sirve sin seguridad, sin paz y sin salud.


También te puede interesar: Científicos latinos a la vanguardia contra COVID-19.

De las pandemias. Hoy en día, los virus viajan en avión (1ª Parte)

Lectura: 4 minutos

Justamente ayer martes, a través de medios de comunicación masiva, los responsables de salud a nivel federal de la República Mexicana nos informan que el brote por coronavirus ha pasado a Fase 2, ya que se han presentado los primeros 5 casos comunitarios. Es decir, se ha encontrado evidencia de la primera transmisión cuyo origen no puede rastrearse al extranjero, por lo tanto, ya hay casos que no son importados. En este momento, la estrategia masiva de mitigación de la propagación constituye la mejor barrera para el combate a la enfermedad. Esta estrategia comprende una serie de acciones en la que todos podemos y debemos participar. Además, la expectativa sería que podamos hacerlo, idealmente sin ningún tinte político, ideológico o religioso porque, lo que va de por medio es la supervivencia de una buena parte de la especie humana.

Uno de los datos interesantes, e importantes en el combate versus el COVID-19 consiste en que, a pesar de ser un virus de muy rápida propagación, se autocontrola y autolimita desapareciendo en casi el 90% de los casos. Del 10% restante, 1% o 2% puede llegar a requerir hospitalización, incluso en terapia crítica. Si vemos estos números en porcentaje podemos darnos cuenta de que, en realidad, este virus es letal cuando se le permite una rápida propagación. Sobre todo, cuando se ponen a su alcance los sujetos de mayor riesgo en la población más vulnerable ante esta pandemia que son (¿somos?) adultos mayores, personas con el sistema inmune deprimido o suprimido por otros padecimientos como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedad renal, cáncer, VIH/SIDA, etc. Desde esta perspectiva, la principal tarea consiste en jugar a las escondidillas con el virus no dándole la oportunidad de que se aloje como huésped en nuestro organismo de forma tal que lo andemos distribuyendo, o que pueda llegar a provocarnos la enfermedad.

virus en mexico
Imagen: Revista Fortune.

Ahora bien, como hoy en día los virus viajan en avión y entran de un territorio a otro sin visa, sin pasar aduana y alojándose en muchas personas sanas, que seguramente no se van a enfermar y que, sin embargo, sí son portadoras del padecimiento, sin siquiera pagar impuestos los virus toman posesión de otros seres humanos más vulnerables y así logran conquistar ciudades, países y hasta continentes enteros. Por ello, se ha hecho necesario actuar de forma conjunta y coordinada para contenerlos. Justo la tecnología ha colaborado a una más rápida propagación. En épocas antiguas, los habitantes de la tierra no estaban exentos de estos procesos infecciosos masivos, sin embargo, la distancia entre las poblaciones y los sistemas de comunicación no favorecían el contagio con el grado de aceleración con el que sucede hoy en día.

Como he venido mencionando, la humanidad ha tenido que enfrentarse en múltiples ocasiones a estos enemigos virales o bacteriales. Para ser exactos, los mayores asesinos de masas poblacionales importantes son estos bicharajos diminutos, ya que ni las guerras mundiales han matado a tantas personas. Dada esta situación, los científicos han desarrollado programas educativos de nivel posgrado en las facultades de medicina, en muchas universidades en el mundo, específicamente dedicados al estudio de la salud pública. Este posgrado es el de Epidemiología.

covid-19 airplane
Imagen: Barron’s.

Los epidemiólogos tienen formación médica de base y luego se especializan en los temas de salud pública del tipo de las pandemias y epidemias. Con relación a éstas, han ido desarrollando, al paso del tiempo, una serie de criterios internacionales –validados alrededor del mundo– que plantean, en una primera instancia, las acciones necesarias para que, de forma razonable, podamos disponer de los recursos necesarios para la contención y mitigación de las epidemias en nuestro y en el mundo. ¿Se acuerdan cómo se criticó la reacción del gobierno mexicano cuando el caso de la influenza H1N1? Todavía hay quien considera que las acciones implementadas de reclusión y aislamiento social fueron exageradas, sin embargo, se controló la propagación y por haber hecho esto los resultados fueron buenos. Puesto que México era el país de origen y la epidemia no se viralizó desmesuradamente, tendremos que suponer que fue la mejor decisión en su momento.

En el caso del coronavirus no fuimos el país de origen, la provincia de Wuhan en China fue el epicentro y a partir de ahí se distribuyó el COVID-19 por el mundo. En un principio las autoridades chinas no creyeron –o no desearon creer–, el reporte del médico que les informó del surgimiento de esta nueva cepa que resultaba tan peligrosa. Hoy, después de miles de muertos, incluido ese médico y muchos otros profesionales de la salud, el desarrollo de la enfermedad por los distintos territorios nos permite programar con un mejor criterio basado en la experiencia generada en esos otros países, las actividades de cuidado, prevención y atención pertinentes para nuestra situación nacional. La experiencia de Italia nos permite valorar la importancia de la cuarentena y el distanciamiento social, el caso de Corea del Sur, que consiguió un pronto control estuvo basado en una elevada inversión en pruebas, suena muy bien pero para economías como la nuestra resulta impagable.

pandemia en aviones
Imagen: South China Morning Post.

De un extremo al otro del mundo recibimos noticias que pueden generar alarma extrema y alertar a la población o asustarla de manera muy importante y, en medio de la incertidumbre y el temor, es importante pensar si somos capaces de mirar objetivamente la enfermedad. Quizá si la entendemos mejor, sin angustia ni ansiedad, seremos capaces de actuar en conjunto en la búsqueda del bienestar común.


También te puede interesar: Controlar la incertidumbre.

Coronavirus, pandemias y bioética

Lectura: 4 minutos

Una de las principales corrientes bioéticas es la principialista y su nombre alude a sus cuatro principios bioéticos fundamentales:

1. autonomía,
2. beneficencia, 
3. no maleficencia y
4. justicia.

No hay mucho que explicar, ya que el primero alude a la capacidad de los individuos para tomar decisiones, el segundo implica que al actuar siempre debemos buscar el mayor beneficio para las personas, el tercero indica que debemos evitar cualquier acción que pudiera perjudicar y, finalmente, el de justicia sugiere que todas nuestras acciones deben estar enmarcadas precisamente por la equidad. Por cierto, éste es quizá el principio más complicado, ya que no existe una sola idea de lo que es ser justo.

Es frecuente que las personas pregunten si el orden en que se presentan estos principios, es el orden en que deben respetarse y la respuesta es negativa, ya que si bien el principio de mayor peso es sin duda el de autonomía, habrá ocasiones en que no pueda aplicarse, por ejemplo, con personas con demencia o menores de edad.

metodos bioeticos
Ilustración: Medium.

Así pues, la idea es que de frente a cada circunstancia se apliquen los cuatro principios, privilegiándose aquél que corresponda de acuerdo a cada ocasión. Hoy, frente a la pandemia del coronavirus, es imposible pensar que las acciones que se tomen sean en función del principio de autonomía, hoy se ocupa privilegiar el principio de justicia.

Frente a situaciones como la que nos toca vivir, las soluciones nunca son fáciles pero debemos tener ciertos elementos que guíen nuestras acciones, y estos principios son por demás pertinentes en la actualidad.

Ahora bien, como ya lo mencioné, en las circunstancias actuales, debemos privilegiar el principio de justicia, entendiendo por esto que los recursos –siempre finitos– deben ser utilizados de forma tal que la mayoría de las personas se vean beneficiadas.

Aunque cabe matizar lo anterior, ya que no sólo se trata de una distribución equitativa o igualitaria de los recursos, el principio de justicia nos exige más, y pide de nosotros dejar a un lado nuestros egoísmos; este principio implica que debemos pensar en términos colectivos, sociales y no individuales. Es por ello que resulta criticable toda esa gente que ha acaparado mercancías, como si se tratara del fin del mundo.

De igual forma, la gente está acaparando alcohol –líquido o en gel– absurdamente, hay una fuerte compra de papel sanitario, de medicinas que no sabemos si las vamos a usar, y que en caso de no usarlas, quizá alguien las va a necesitar, pero ya salieron del mercado y están en el anaquel de algún egoísta.

crisis de pandemia
Imagen: iStock.

Por otro lado, y particularmente aquellas personas de recursos económicos altos, están haciéndose pruebas sin siquiera tener síntomas o haber tenido contacto con personas contagiadas o potencialmente contagiosas, lo que indudablemente va a generar un desabasto de pruebas.

Es increíble cómo nuestra ceguera social, nuestra falta de consideración a los demás y nuestro egoísmo, pueden causarnos mucho más daño del que imaginamos. En este momento tanto en España como en Italia y, muy particularmente en el segundo país, la crisis ha llegado a tal nivel que las decisiones médicas ya se están tomando en términos de “medicina de catástrofe”, lo que implica grandes dilemas éticos y bioéticos para el personal sanitario en su conjunto.

El concepto de “medicina de catástrofe” tiene sus orígenes en la guerra, y en las grandes catástrofes en las que, médicos e incluso políticos, tienen que tomar decisiones drásticas, por ejemplo, privilegiar el tratamiento de jóvenes respecto de viejos, o de personas sanas respecto de aquellas aquejadas de alguna patología, que hace que su pronóstico sea menos optimista.

Esto implica cancelar cirugías ya programadas a fin de poder disponer de mayores unidades de cuidados intensivos, cerrar la consulta externa para disponer de ese personal sanitario para enfrentar la crisis, restringir derechos fundamentales, como el de reunión o tránsito, incluso –como ya ha sucedido– cerrar fronteras y vuelos aéreos.

paises y coronavirus
Imagen: Cuidateplus.

Me preocupa tanto el egoísmo como la irresponsabilidad con que estamos actuando, sé que el justo medio no es fácil, sé también que hay personas que no pueden aislarse de manera definitiva en su casa, ya sea por pobreza o por la circunstancia que sea –lo vemos en el mismo personal sanitario–, pero ver a personas en eventos masivos, ignorando las recomendaciones más básicas, irrita a cualquiera.

Todo indica que en Italia, el problema es que la gente, la sociedad en su conjunto, ignoraron las primeras recomendaciones y seguían reuniéndose en bares, cines, o lugares de alta concurrencia, y fue eso precisamente lo que generó la gran expansión del virus y, consecuentemente, la gran cantidad de muertos.

No es broma lo que digo en términos de la “medicina de catástrofe”, Italia ya está en esa situación, sin olvidar lo que está pasando en Bérgamo, en donde ya no hay espacio para sepultar a sus muertos.

Seamos conscientes y sigamos las recomendaciones básicas, que en realidad cuestan poco, lavarnos las manos de manera frecuente, evitar en la medida de lo posible salir de casa, mantener una distancia prudente y evitar los lugares de alta concentración.


También te puede interesar: Lo que tenemos y podemos aprender de esta pandemia.

Lo que tenemos y podemos aprender de esta pandemia

Lectura: 4 minutos

Como en toda crisis, siempre hay cosas buenas y cosas malas que se aprenden. En la que estamos viviendo en este momento tenemos muchas oportunidades para reflexionar sobre lo que hicimos mal, lo que estamos haciendo bien y, por encima de todo, lo que vamos a hacer al acabar la misma.

Esta mañana tuve una muy interesante charla vía Instagram con mi amigo, colega y en su momento jefe, Jesús Vega de la Falla, quien desde España nos platicó cómo están viviendo esta pandemia del coronavirus. Aquí algunas de las reflexiones.

Lo primero que nos comentó Jesús es que hay que tomarse el tema muy en serio. Ésta es quizás, a decir ya de varios líderes mundiales, la peor crisis que esta viviendo la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial y probablemente por sus implicaciones sociales y económicas sea aún peor.

la ola de la pandemia
Imagen: NRP Visuals.

En general, los gobiernos no están aprendiendo de las experiencias pasadas, podemos decir que, en el caso de Italia y España, dieron mucho menor importancia a lo que venía y se justificaron diciendo “China tiene un régimen de gobierno distinto al nuestro y por ello no podemos hacer lo que ellos hicieron”.

Y podemos decir que parcialmente tenían la razón, pero en ambos casos, como ahora en México, y lamentablemente en muchos otros países de América latina, no se tomaron las medidas precautorias que se podrían haber considerado para evitar cientos o miles de personas se contagiaran. Llegaron tarde las decisiones.

La virulencia del contagio del COVID-19 es tremenda y eso lo tenemos que tomar muy en cuenta.

¿Qué hacer de inmediato y por las próximas dos o tres semanas? Aislamiento. En la medida de lo posible, aislamiento total. Principalmente a las personas que tienen más de 60 años y también las personas que tienen una frágil salud, personas con enfermedades crónico degenerativas, obviamente personas que tienen problemas de su sistema respiratorio, entre otras.

home office, coronavirus
Imagen: The Washington Post.

El aislamiento y no una medicina o tratamiento es lo que logró detener la propagación del virus en China. A esta fecha –20-03-2020– no hay nada en concreto que nos diga que ya tenemos la solución. No hay vacunas, ni tratamientos todavía probados.

El segundo mecanismo que ha ayudado mucho a detener la expansión del virus es el saber rápidamente quiénes lo tienen y aislarlos. Experiencias en Corea del Sur y en concreto en un pequeño pueblo italiano que se llama Vo´ en Padua, donde se identificaron inmediatamente a los 90 contagiados dentro de una comunidad de poco más de 3,500 personas, se les aisló y hoy no hay nadie contagiado. Y nadie murió.

Vega es muy claro en señalar que los gobernantes en la mayor parte de los países han actuado con una “irresponsabilidad criminal” al tomarse las cosas a broma, al no prohibir grandes eventos, al no pedirles a la ciudadanía que tome sus precauciones y ellos mismos han actuado a nivel personal muy irresponsablemente.

La recomendación para no convertirnos nosotros en “asesinos involuntarios” es que tomemos las medidas claras, contundentes y con la intensidad que la crisis lo amerita con nosotros mismos y con nuestros más cercanos.

change world coronavirus
Imagen: Foreign Policy.

Los invito a leer o releer mis artículos en El Semanario, sobre teletrabajo o trabajo desde casa o “Home Office ” y ver cómo se puede llevar a cabo esta crisis de mejor manera.

En toda crisis hay que ver las oportunidades y, al igual que Jesús Vega, yo creo que esta pandemia nos va a traer muchos aprendizajes positivos.

Déjenme contarles una pequeña, pero muy interesante y buena experiencia, que me pasó a mí esta misma semana: tenía que dar dos talleres presenciales para cerca de 30 personas el miércoles y el jueves en la compañía de seguros líder del país y, obviamente, la empresa tomó la decisión que era inviable llevar a cabo los talleres, por razones obvias.

El viernes de la semana pasada me lo comunicó el área de capacitación y nos dimos a la tarea de ver cómo sí podíamos darlo y lo hicimos a través de una de las plataformas de videoconferencias, que son realmente económicas –la suscripción anual es de USD $100.00 para conectar hasta 100 personas en cada sesión–, y los resultados fueron maravillosos. Los comentarios y evaluaciones, arriba de 9 sobre 10, hablan de que a las personas les resultó, a pesar de las dudas previas, muy buena la experiencia.

parar la pandemia
Imagen: BBC.

Seguramente habrá, como está sucediendo ahora, ganadores y perdedores de esta mega crisis de salud y, obviamente económica, y como bien dice Jesús Vega, “el mundo no va a ser igual después del coronavirus”.

Y si bien todos la vamos a pasar mal, algunas semanas o meses, lo que tenemos que ir pensando es cómo nos vamos a reinventar a partir del día uno después de que haya pasado la crisis de salud, y cómo vamos a enfrentar esta nueva crisis económica, por la cual cerrarán decenas de miles de empresas, donde se perderán millones de empleos, donde los autónomos o independientes tendremos que buscarnos la vida de una forma totalmente diferente, con o sin apoyos gubernamentales.

Termino este artículo invitando a todos a sumarnos al aislamiento y promover el #yomequedoenmicasa y recordar, como nos comentaba Jesús Vega, que “éramos felices pero no lo sabíamos”, y cierro diciendo que podremos ser más felices si aprendemos las lecciones de esta pandemia y ponemos manos a la obra desde ya.

Mientras el mundo se alarma por una pandemia, en México jugamos a los abrazos

Lectura: 5 minutos

Estamos sin ninguna duda ante un serio problema a nivel mundial, el tema del coronavirus por donde se le quiera ver, está ocasionando que la economía mundial colapse y obviamente en nuestro país les pegará a las clases más débiles. Trataré de ser más explícito, tomemos como referencia un restaurante, por miedo, las personas no acudirán de la forma que normalmente lo hacían, ¿qué pasará con el personal? –el chef, su staff, los meseros, los garroteros, el capitán, el gerente–, posiblemente afecte también al dueño, desde luego, porque tiene que cubrir los gastos fijos –renta, luz, gas, teléfono, internet, etc.–, pero ¿qué pasa con el salario de los demás?, obviamente el dueño al no tener entradas, no podrá pagar los mismos y tampoco las cuotas obrero–patronales. Este simple ejemplo puede ser escalable a cualquier negocio, fábrica, u otro. En los casos en que los trabajadores estén afiliados al IMSS, probablemente no sufran tanto, pero los que no cuenten con este servicio, ¿qué podrán hacer?

El tema no queda ahí, sin duda los más afectados serán los más humildes, y es cierto, dado que ellos no tendrán posibilidad en caso de contagiarse, de asistir a un hospital privado, tendrán que acudir a los servicios de salud que proporciona el gobierno, pero si ponemos atención que en nuestro país en estos mismos, no hay medicinas, o muy pocas, siento realmente que este tema ha sido tomado muy a la ligera por las instituciones y por el mismo presidente. Mientras vemos cómo los países de primer mundo cierran sus fronteras para evitar al máximo la propagación del virus, nosotros abrimos las puertas tanto a cruceros como a aviones. En México “no hay coronavirus” y no pasa nada, es más, el presidente decía con irresponsabilidad que nos abrazáramos, cuando es una de las principales medidas que solicitan, evitar saludar de mano, de abrazo, de beso, etcétera.

Esperemos realmente que “no pase nada”. Pero volvamos al punto, nuestra clase trabajadora, en muchos casos, mal alimentada, con defensas bajas y con nulas posibilidades de hacerle frente a este tema tan delicado, la pregunta sería, ¿qué y cómo vamos a hacer frente para evitar que esto se expanda de forma acelerada y tenga proporciones inimaginables?, revisemos las indicaciones que proponen las autoridades (mundiales):

pais de coronavirus
Ilustración: Fortune.

~ No saludarse de mano, abrazo o beso.
~ Lavarse las manos de forma frecuente con jabón y agua.
~ Utilizar gel antibacterial si no hay jabón y agua.
~ No acudir a lugares concurridos –hay mayor posibilidad de contagio–.
~ De ser posible, quedarse en casa y trabajar desde ahí.
~ No hacer compras de pánico.
~ Tratar de quedarse en casa y, los que puedan, hacer home office –obvio no es para todos–.
~ Evitar al máximo estar con alguna persona enferma.
~No tocarse el rostro.

Queda en evidencia que pese a las medidas que se están tomando en otros países, en el nuestro no hay ni la menor idea de qué hacer, hagamos un recuento:

El gobierno de Francia al reconocer que ya existe una crisis mundial, pagará el agua, luz y gas de su pueblo. Condonará impuestos y las empresas no pagarán renta.

En nuestro país ya se dijo que no habrá ninguna condonación de impuestos ni facilidades para el pago de los mismos, vaya diferencia, ¿no?

Las Bolsas mundiales han caído de forma estrepitosamente, Estados Unidos de febrero a la fecha; ha caído más de un 30%, Alemania -5.31%; Reino Unido -4%; Italia -6.10; Europa -4.86; y Japón -2.46 –datos de Imagen TV–.

Las líneas aéreas están pasando por la peor crisis de la historia, ya que nadie viaja y los pocos que lo hacen, temen a algún tipo de contagio. Las líneas nacionales de Aeroméxico e Interjet anuncian que sus aviones están completamente sanitizados, y que esta última, pese a la situación financiera que pasa, llevará un máximo del 60% de su capacidad, todo con el fin de que los pasajeros no vayan tan juntos o pegados.

Vemos que una vez más es la propia ciudadanía quien pone en marcha acciones, pese a que ninguna de las dependencias oficiales se haya pronunciado al respecto, lo que causa más descontrol.

camillas
Ilustración: BBC.

Me gustaría tener el ánimo de las autoridades mexicanas y pensar realmente que no pasará nada y que esto muy pronto será recordado como un suceso histórico único, pero que con el tiempo pasará sin pena ni gloria. Pero sabemos que no puede ser así. ¿Qué serán de las comunidades que no cuentan con agua?, ¿cómo podrán lavarse las manos?, sin acceso a gel antibacterial y con un sistema de salud (INSABI) fallido, con pocos o nulos medicamentos. Esta situación podría desatar un tema muy serio que termine de darle la estocada final a la falta de planeación, seriedad, compromiso, responsabilidad, de patriotismo de nuestros dirigentes, empezando desde la cabeza, ya que en repetidas ocasiones ha dicho que todo lo que pasa es producto del pasado, de la corrupción, de los “fifís” que van a Europa, y por su culpa han traído el virus a nuestro país; se le olvida que uno de esos “fifís” es su hijo y que ha presumido sus viajes y los lugares que ha visitado.

Seguimos con la división y lo peor es que en una situación de emergencia se alimente más el odio, el populismo vil y descarado, haciendo que crezca la inconformidad de las clases productivas que, pese a todo, argumentando la explotación de los conciudadanos, con salarios pobres que no alcanzan para nada, al menos ellos, los asalariados, son personas productivas, gente que se levanta temprano, se expone al subirse al transporte urbano, para luego ser asaltados impunemente –lo he comentado–, para ganarse un salario y cuando menos darle sustento a su familia. Contrario a los becados actuales, “los ninis”, que NO hacen nada; se la pasan viendo la vida correr sin dar golpe, como se dice coloquialmente, pero eso sí, criticando al que ha sobresalido pese a todo. Obviamente no pueden aceptar que alguien más lo haya logrado y ellos no; no pueden comprenderlo ya que pregonan la ley del menor esfuerzo.

Pero incluso estas personas, en caso de algún contagio, ¿a dónde acudirán?, el tema es que en todo el país no hay suficientes camas de terapia intensiva, que son las que de presentar el virus, se requerirían, luego entonces, ¿dónde está el plan de contingencia?, ¿qué pasará con nuestro pueblo ante esta carencia?, ¿dónde está el Secretario de Salud?

Ustedes, ¿qué opinan?

Nos seguimos leyendo si gustan.


También te puede interesar: Lo que no debe suceder jamás en nuestro país.