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Honduras y la renovación de cuadros políticos

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Honduras se apresta a celebrar este domingo 14 de marzo las elecciones primarias en donde tres instituciones políticas (partidos liberal, nacional y Libertad y Refundación, LIBRE) elegirán a lo interno de sus organizaciones las autoridades que competirán en noviembre en las elecciones generales, por lograr ubicarse en cargos ejecutivos, legislativos y municipales. Esto se hace en el contexto de la pandemia COVID-19 y para ello el Consejo Nacional Electoral (CNE) activará los mecanismos de bioseguridad pertinente a fin de contribuir a la contención de la pandemia en eventos de esta naturaleza.

Para comenzar, es interesante observar los eventos electorales desarrollados en nuestra región en el contexto de la COVID-19. Al respecto, en un artículo de septiembre 2020 escrito para el medio The New York Times por Kevin Casas, secretario general del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional), sugiere cuatro lecciones elementales que los países latinoamericanos debemos aprender para el desarrollo de elecciones durante esta contingencia sanitaria y que por su importancia estratégica retomo aquí:

a) La importancia del consenso político en torno a las decisiones sobre el calendario electoral y los procedimientos electorales;
b) la necesidad de ofrecer una gama diversa de mecanismos de votación;
c) la necesidad de apoyar a las autoridades locales con suficientes recursos financieros y humanos; y,
d) que al final, las elecciones exitosas dependen en última instancia del control de la pandemia.

biopolitica elecciones
Imagen: Sr. García.

No cabe duda de que la eficacia en el desarrollo de los comicios venideros en tierras “catrachas” depende de una férrea disciplina y una amplia y desplegada coordinación interagencial a escala nacional, con el propósito de la observancia irrestricta de los protocolos de bioseguridad, lo cual evidentemente requiere de la formación en la materia de todos aquellos agentes ubicados en los más de cinco mil centros de votación. Es evidente que este proceso requiere de mayores esfuerzos para posibilitar la inclusión de sectores ciudadanos más “vulnerables” a la enfermedad.

A mi parecer, los cambios políticos siempre son buenos en tanto el “desgaste” experimentado a lo largo de cuatro años como acaece en Honduras –sexenio federal en México– imposibilita en cierta manera el desarrollo de prácticas evolutivas y progresistas, debido a los diversos intereses creados en torno a los servidores públicos, y que en consecuencia crea una suerte de “statu quo”.

Ahora bien, en este escenario podemos ver operable el discurso contemporáneo de la biopolítica señalado por el pensador francés Michel Foucault, en tanto se gestiona el bienestar de la colectividad a partir de la gestión de las vidas humanas desde lo político por nuevos dirigentes que conducen y remozan las esperanzas del bienestar social y el florecimiento humano.

En definitiva, el cambio de autoridades está en consonancia con las nuevas expectativas que se renuevan naturalmente en la búsqueda de máximas humanas como la justicia social, la equidad y el comportamiento fraterno entre nuestras comunidades.

Posdata: De acuerdo a datos de la organización IDEA, en el contexto de la pandemia, al menos 18 países han celebrado en América Latina elecciones nacionales o subnacionales, lo cual denota que la vida democrática electoral avanza a pesar de los pesares.


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Una apuesta tan arriesgada como irreverente para la democracia

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La política sigue siendo, no obstante el descrédito en que la ubican las conductas, por lo menos cuestionables de algunos de sus más conspicuos actores, una actividad que demanda un mínimo de decoro, conocimiento, principios y valores, amén de una imagen pública honorable y apartada de escándalos.

En su sentido más ideal, desde épocas remotas, se consideró a la política como una actividad que debía ser desempeñada por los virtuosos para conducir los destinos de la comunidad hacia el bien, hacia lo bueno, lo ético y lo honorable, exige pues, en principio, cualidades humanas, cuya vocación sea, precisamente, la virtud y no la pasión.

Supondríase entonces, bajo esta lógica ideal, que en una democracia como la que pretende México, la competencia por los cargos públicos, específicamente de elección popular debiera, en teoría, darse entre representantes de los diversos institutos políticos con aspiración natural de acceso al poder, que ostenten, abierta y notoriamente, las mejores cualidades profesionales y humanas, hojas de vida impecables, libres de mácula alguna, en su conducta, desempeño, patrimonio y fama personal, toda vez que todo ello será contrastado por la ciudadanía para definir su voto. Máxime cuando la oferta de futuro se basa, precisamente, en la erradicación de los vicios del pasado.

campañas electorales
Imagen: La Política al Poder.

Por desgracia, esta circunstancia ideal y deseable, la experiencia lo confirma, no se cumple en la mayoría de los casos en las instituciones políticas, sea cual fuere su condición, pues se ven influidas e impactadas por intereses individuales y colectivos determinantes y de muy diversa naturaleza, el principal de ellos, destacadamente, el acceso, mantenimiento y conservación del poder a ultranza.

El marketing, la treta, la componenda, los pactos internos, el pago de favores y compromisos previos, con regularidad priman sobre la calidad y la moralidad, tanto de los procesos como de los contendientes que, en su momento, serán los directores responsables de la conducción de los asuntos públicos.

Sumidos a plenitud en el proceso, con una famélica cohorte de entre la que se pueda optar por un mínimo de calidad en las candidaturas, vemos aparecer, con sorpresa inaudita, a personajes del espectáculo, del deporte, de la farándula o de la propia política, que nada o poco, como ellos mismos lo reconocen, saben de la cosa pública o son víctimas de excesos y escándalos que, de entrada, les descalifican ética y públicamente.

Pero todo indica que el pragmatismo se impone a los principios y valores pregonados que debieran, teóricamente, ser el faro legitimador de las virtudes que se enarbolan en el discurso cotidiano y que, no sólo sucumben ante la realidad, sino que colocan en la palestra del juicio ciudadano la sinceridad y solidez de sus loables postulados.

famosos en candidaturas
Imagen: El Sol de Hidalgo.

La férrea defensa que desde los altos estratos del poder público se ha hecho manifiesta y clara en casos tan relevantes como el del estado de Guerrero, con un alto grado de conflictividad interna y cuestionamiento público, da cuenta de ese pragmatismo, que se superpone a la propia identidad de principios, a la unidad y la cohesión interna, que supondría un valor fundamental a privilegiar y daría ejemplo de integridad, congruencia y honestidad.

El servicio público exige de quienes lo ejercen honorabilidad, preparación, legalidad y una imagen pública intachable, lo contrario, mueve a la sospecha fundada de que algo no marcha bien, a la desconfianza y a la deslegitimación.

No pueden esperarse peras de un olmo y, como en la fábula de la rana y el alacrán, éste no puede cambiar su naturaleza.


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¿Nacionalsocialismo en México?

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Un entorno de crisis es el mejor caldo de cultivo para el surgimiento de movimientos extremistas de cualquier signo. Ante todo, debemos cuidar el fortalecimiento de las instituciones y el Estado de Derecho, así como el balance entre las fuerzas políticas. Sólo de esta manera podremos aspirar a que el verdadero pueblo mantenga o recupere su legítimo derecho a autogobernarse.

Por ejemplo, en el pasado fue en Alemania durante la República de Waimar cuando se propagó la ideología del “nacionalsocialismo”, que desembocó en el régimen totalitario conocido como nazismo. Entre sus consignas más conocidas, emitidas por el Ministro de Propaganda de Adolf HitlerJoseph Goebbels (1939), están: “Exigimos la destrucción del sistema de explotación”; “Arriba el Estado Alemán”; “Alemania para los alemanes”; “Nosotros somos el verdadero pueblo alemán”. ¿Le suenan familiares?

Las ideas populistas, de izquierda o de derecha van acompañadas de racismo, clasismo, y discursos incendiarios. En una frase: de “polarización social”. Con estas ideas se pretende crear un nuevo Estado y deshacerse del antiguo. Por definición, es una ideología revolucionaria y predomina la idea de derrocar el sistema imperante.

nacional socialismo
Imagen: El Clarín.

Por ello vale la pena plantearnos: ¿Qué similitudes tienen la realidad política contemporánea que se vive en México y en el mundo con el surgimiento de los regímenes totalitarios del pasado? ¿Qué paralelismo se pueden trazar con la época previa a que el nacismo militarizara a la sociedad alemana y arrasara con los derechos humanos y la paz, remplazándolo con su régimen de terror?

Si bien es cierto que la historia no se repite con absoluta precisión, sí se puede aprender de ella. Por ello es importante conocer el pasado, porque podemos aprender de él e identificar como éste se proyecta en nuestro presente.

Claramente la democracia es un sistema de gobierno imperfecto que ha dejado ver sus deficiencias incluso en los Estados Unidos de América, su principal promotor. Sin embargo, también es cierto que el mundo no ha encontrado en la práctica una mejor alternativa. En el caso de México, es justo decir que, si medimos nuestra democracia a partir de la alternancia partidista en el Ejecutivo Federal y/o la mayor autonomía del Congreso frente al Ejecutivo en el año 2000, el balance es bastante negativo en términos de disminución de la desigualdad, incremento del bienestar social, mejora en los niveles de seguridad pública y del ejercicio pleno del Estado de Derecho. Pero ¿quién es el responsable de esta situación?, ¿el gobierno?, ¿los partidos? O ¿los ciudadanos?

La realidad es que la democracia vive sus mejores momentos cuando existe una ciudadanía alerta, informada y consciente de su responsabilidad sobre el destino de su propia sociedad. La fortaleza de las instituciones; el balance y contrapeso entre ellas, así como la plena vigencia de un Estado de Derecho, son elementos fundamentales.

nacional socialismo
Imagen: El Financiero.

En contraste, cuando el hambre, el desempleo, la inseguridad pública, la desigualdad social y el acceso pleno a la justicia, conforman un entorno de efervescencia social, la mesa está puesta para que extremistas de izquierda o de derecha aprovechen la desesperación social.

EN PERSPECTIVA, en este año electoral 2021, recordemos que sea cual sea su afinidad ideológica, no debemos entregar el poder a una sola fuerza política. El fortalecimiento de las Instituciones Democráticas; el Estado de Derecho; y la existencia efectiva de pesos y contrapesos entre los partidos y/o sus coaliciones es la mejor apuesta para que el ciudadano, no los políticos, no los partidos, no los burócratas, gobiernen efectivamente a favor del bienestar general. Esto siempre y cuando mantengamos una vigilancia ciudadana estrecha de las acciones del gobierno, y para ello hay que exigir transparencia, mucha transparencia.

El proceso electoral de 2021 es un punto de quiebre en la historia de México. Sea cual sea nuestra posición, activa o pasiva, seremos responsables de este resultado.
¿Usted qué opina estimado lector?


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Notas en torno a la democracia

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Los hechos posteriores a las recientes elecciones en los Estados Unidos de América, consistentes  en la irrupción en el Capitolio de Washington de grupos de inconformes por la ratificación de John Biden como presidente de Estados Unidos han causado una conmoción, no sólo en dicho país, sino en varias partes del mundo. Era un hecho impensable. De ahí la inquietud por tratar este tema. Pero no de política partidista o algo semejante, sino a lo que los griegos designaban como las cosas referentes a la polis y, por ende, las formas de gobierno de una sociedad ordenada.

Cuando hace cuatro años el hoy saliente presidente Donald Trump se impuso a la demócrata Hillary Clinton, muchos se preguntaron por qué había ganado aquél si, en rigor, Clinton había obtenido más votos, al menos 300,000 más. En la Historia de Estados Unidos de América, ha habido cuatro casos más en que un Presidente gana aún cuando no tuvo la mayoría del voto popular, tales son las elecciones de 1824, 1876, 1888 y 2000.

Alexander Hamilton democracia
Alexander Hamilton [1757-1804].

La respuesta tiene que ver con el sistema norteamericano de elección del presidente por votación indirecta a través de Colegios Electorales y no mediante sufragio directo de los votantes. El Colegio Electoral está conformado por delegados de todos los estados del país, más la capital, para sumar 538 (100 senadores, 435 pertenecientes a la Cámara de Representantes y 3 más de Washington DC). El número de electores es proporcional a la población de cada estado, de modo que California, por ejemplo, representa 55 electores, por albergar a una vasta población (39.5 millones a finales de 2019), mientras que el norteño estado de Montana (con 1.06 millones de habitantes), sólo cuenta con 3. El ganador de la contienda electoral será quien obtenga la mitad de los electores más uno, es decir, un mínimo de 270.

Este sistema se remonta al siglo XVIII, y fue ideado por el político, abogado y escritor Alexander Hamilton [1757-1804], y el político estadounidense James Madison [1756-1836] —quien llegaría a ser el cuarto Presidente de ese país—, y era una forma de prevenir que un demagogo populista, un loco o alguien incapaz, fuera elegido por una muchedumbre iletrada e influenciable. Madison incluso escribiría, en 1788, en The Federalist,no. 68, que ello aseguraba la “certeza moral” de que: “the office of President will never fall to the lot of any man who is not in an eminent degree endowed with the requisite qualifications[1] (“la oficina del Presidente nunca recaiga en ningún hombre que no esté dotado en grado eminente con las calificaciones requeridas”). La gran ironía es que ha sido este sistema el que permitió que eventualmente ocupara esta oficina un hombre de tan escasas virtudes políticas como Donald Trump.

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Estas consideraciones nos remiten a las propias nociones de democracia y demagogia que fueron precisadas por los antiguos griegos, especialmente por Aristóteles, en el III libro de la Política (traducción del Dr. Gómez Robledo).  A propósito de los regímenes políticos o constituciones —como las llama el filósofo—, encontramos que en la democracia el soberano es, ciertamente, el pueblo, contrariamente a la oligarquía, en que lo es la minoría (1278b 15). Hasta aquí todo suena muy natural.

El problema es que para el Estagirita, la democracia, tan celebrada en nuestros tiempos, era más bien una desviación de la república (politeia) o gobierno constitucional, entendido éste como el regimen en el que “la multitud gobierna en vista del interés público” (1279a 38). Aristóteles afirma que la democracia es el gobierno de la multitud, pero específicamente cuando éste recae “no en los poseedores de cuantiosas fortunas, sino en los indigentes” (1279b 20). “Donde quiera que un grupo de hombres, sean poco o muchos, gobiernan por la riqueza, habrá necesariamente una oligarquía, y donde gobiernan los pobres, una democracia”, remata de manera poco enaltecedora. Y aún más: el vicio extremo de la democracia, su máxima degradación o corrupción, es la demagogia, pues el demagogo —afirma el filósofo en el libro V— es el “adulador del pueblo” (1313b 40), aunque en el fondo, no es más que un tirano.

En efecto, y resumiendo el pensamiento aristótelico en torno a las formas de gobierno y sus desviaciones, tenemos que: la monarquía (forma de gobierno unipersonal que mira por el bien público), tiene por desviación a la tiranía; la aristocracia (el gobierno de más de uno, pero de pocos), tiene por desviación a la oligarquía (pues son pocos, ciertamente, pero no los mejores), y la república (en donde muchos gobiernan en vista del interés público) tiene por desviación a la democracia (pues al tener por mira a los pobres, no considera el interés común, aun cuando aquellos puedan ser muchos).

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Aristóteles [384 – 322 a.C.].

No es éste el lugar para una exposición detallada, pero Aristóteles se inclinará más por el gobierno de los mejores y virtuosos; algo más cercano a la aristocracia, pero en el sentido griego más profundo de ἄριστος (áristos), lo “mejor”, lo “excelente”.

A lo largo de la historia, la democracia, ha tenido una gran evolución en razón de la culturización y educación de los pueblos y en la actualidad es una forma de preservar la libertad. Los ataques a la democracia, en algunos casos, curiosamente surgen de gobiernos elegidos, es decir, erigidos por medio de elecciones en contraposición a imposiciones, como en el caso de un golpe de Estado.

Sirvan estas notas al amable lector para normar su criterio y quizá comprender mejor a qué se refería Hamilton con aquello de las “requeridas calificaciones” del primer mandatario. Pero también para estar atentos ante mensajes “políticos” de ciertos personajes —que escuchamos cada día— que ofrecen, por ejemplo, sólo dádivas a los pobres (pisoteados por los ricos) o que prometen a la muchedumbre volver grande de nuevo a una nación. ¿Le suena? Quienes proclaman tales cosas son sólo aduladores populares.


Notas:
[1]The Mode of Electing the President”, The Federalist, no. 68 (14 mar. 1788)


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2021: Lo que nos toca a nosotros

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Hablando sobre la deseabilidad del momento democrático que según él, ineludiblemente se advenía en el mundo del siglo XIX, decía el filósofo francés Alexis de Tocqueville que para que las democracias funcionaran correctamente, debía tenerse muy en cuenta cuáles eran los elementos que las hacían trabajar de manera adecuada. Por un lado, definitivamente estaba el orden institucional y el Estado de derecho; pero por otro, todavía más importante, estaba el papel que la sociedad debía jugar en la preservación de un equilibrio muy frágil.

En su extraordinaria obra, La Democracia en América, Tocqueville explica por qué los estadounidenses –al menos en un primer momento– estuvieron mejor parados que, por ejemplo, sus compatriotas franceses, para lograr que su constitución democrática fuera la más conducente a la forma de vida buena que él visualizaba. El complejo estado social que permitió el arraigo profundo de la Constitución y las leyes democráticas –formado, por ejemplo, por los valores que compartía la incipiente sociedad norteamericana–, fomentaba entre los ciudadanos el aprendizaje que él denominaba “el arte de ser libre”: un arte que, entre otras cosas, moderaba el individualismo exacerbado en el que los sujetos democráticos podían caer; y un arte que suponía la participación activa en la cosa pública local, de tal suerte que dichos individuos fueran capaces de comprender que la mejor forma de satisfacer su interés personal, era a través del interés que pusieran en contribuir activamente al bien colectivo (él le llamaba “el interés personal propiamente entendido”). 

El contexto en el que nos encontramos es muy distinto a aquél con el que Tocqueville convivió en torno a 1830 en Estados Unidos. Sin embargo, las lecciones que nos ofrece a partir de su minucioso “estudio de caso”, son por demás relevantes en un momento en que no podemos dar por hecho nuestra joven democracia mexicana: concretamente es pertinente darle vueltas a aquello que se refiere al aprendizaje del “arte de ser libre”, un arte que en definitiva nos sería muy útil aprender en estos momentos de incertidumbre y cambios.

Alexis de Tocqueville
Alexis de Tocqueville (1805-1859) (Imagen: Jot Down).

En junio de este año tendremos las que serán las elecciones más grandes de la historia de nuestro país. Si bien el número de cargos que se disputan es enorme (21 mil de acuerdo a información del INE), la magnitud de este proceso radica, más bien, en la trascendencia que deriva de la coyuntura histórica en que nos encontramos.

En medio de una pandemia que nos ha cimbrado hasta lo más profundo, de una crisis económica sin precedentes en la historia moderna y bajo el liderazgo de un gobierno cuyo compromiso con las instituciones es –por decir lo menos– dudoso, tenemos la posibilidad de empezar a cambiar la dirección, de tal manera que los próximos años, los prospectos de éxito, nos favorezcan un poco más.

Para Tocqueville, el involucramiento en lo público tenía que ver principalmente con la participación activa en las pequeñas localidades donde uno se encontraba. En una situación en donde lo más recomendable es la “sana distancia”, al menos varios meses más, dicho involucramiento podría darse de maneras alternativas, que en sí mismas me parece que abonan de manera importante al aprendizaje del arte que ya hemos mencionado. Una manifestación muy clara del ejercicio de nuestra responsabilidad ciudadana es más que obvia: el 6 de junio todos debemos asistir a votar. Pero la preparación para ese día es lo que todos tenemos también que asumir como un deber propio. Ante la abrumadora cantidad de datos (y de “datos alternativos”), será de fundamental importancia saber discernir éstos de aquellos; y no sólo es aprender a detectar la veracidad de las noticias y la información que se nos presenta, sino saber qué importancia tiene aquello que vemos o leemos en el panorama más amplio de lo que buscamos entender.

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Imagen: Revista El Mundo del Abogado.

Lo anterior sólo se puede dar a través del diálogo; y el diálogo, a su vez, requiere de pensamiento crítico y apertura a las demás opiniones. En los siguientes meses, en esta columna buscaremos ir dando elementos que permitan asimilar lo que ocurre, contribuyendo a tener una conversación que nos ayude a ver lo que realmente importa, y así, poder tomar decisiones bien pensadas.

Lo que nos jugamos en 2021 no es poca cosa. Pero somos afortunados de que realmente el destino de lo que pueda venir después está (todavía) en nuestras manos. Dependerá de cómo participemos: de que veamos en nuestro involucramiento, como decía Tocqueville, el “interés personal propiamente entendido” para que las generaciones que vienen puedan seguir teniendo la posibilidad de escoger quién las gobierna.


Personas con INE vencido en 2019 y 2020 podrán votar el 6 de junio

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Las personas con credencial de elector que vencieron en los años 2019 y 2020 podrán emitir su voto en las elecciones del próximo 6 de junio. Así lo informó Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE)

Por medio de un videomensaje, Córdova Vianello explicó que el órgano electoral ha tomado medidas para facilitar la participación ciudadana en el proceso 2020-2021. En este sentido, comentó que una de esas alternativas consiste en ampliar la vigencia de los plásticos.

“Una de esas medidas es ampliar la vigencia de las credenciales del INE que vencieron en el 2019 o 2020 y que no pudieron renovarse por las dificultades de operación generadas durante la pandemia”, dijo Córdova. 

Vianello también puntualizó que las credenciales del 2019 y 2020 podrán servir como identificación oficial. Señaló que una vez pasando las elecciones, los ciudadanos tendrán la oportunidad de acudir a los centros del INE a efectuar su renovación. 

De acuerdo con Lorenzo Córdova, dicha medida permitirá dar prioridad a quienes deben realizar un cambio de domicilio o a aquellas personas que inicien su trámite por primera vez. No obstante, aclaró que la fecha límite para realizar este tipo de procedimientos es el próximo 10 de febrero. 

Para quienes hayan perdido su identificación,  Lorenzo Córdova expresó que podrán asistir a los módulos del Instituto desde el 10 de febrero y hasta el 25 de mayo del 2021. Esto, con el objetivo de solicitar la reimpresión del plástico y poder participar en las elecciones

Finalmente, el consejero presidente del INE resaltó que los comicios del próximo 6 de junio son los más grandes que ha tenido México a lo largo de toda su Historia. Expresó que la democracia es tarea de todos los mexicanos y por ende hizo un llamado a no dejar de votar en la jornada electoral de unos meses.

Las Paredes Gritan: Autónomos y Democracia… ¡Hasta La Vista!

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Autónomos y Democracia

Entre 2011 y 2012 trabajamos con Circo Volador en el proyecto “Diagnóstico e Intervención con Jóvenes en Contextos de Violencia y Delito”, en muchas ciudades de la República. Una de ellas, el municipio de Solidaridad (Playa del Carmen), en Quintana Roo.

Terminamos el proyecto en 2012. Realizamos un video llamado “Las Dos Playas” (entre muchas otras cosas) que exhibe la contradicción entre los jóvenes lugareños y los jóvenes visitantes que van de vacaciones. No doy más detalles. El proyecto salió bien afortunadamente y lo entregamos.

El Municipio estaba en plena campaña política y me dijeron: “Gracias. No hay dinero ahora. Pero antes que salgamos lo liquidaremos”. Nunca nos pagaron.

Cambió el gobierno y seis meses después, regresé a Solidaridad a cobrar. El nuevo Oficial Mayor me recibió y me dijo: “No reconocemos esa deuda. Fue del gobierno anterior y no la pagaremos”.

Me quejé en Gobernación (con quien seguíamos trabajando) y me dieron algunos nombres del gobierno estatal en Chetumal. Hablé con ellos y no pasó nada. Nos contactamos con funcionarios a nivel federal, estatal y municipal y no había solución. Dos años y medio sin respuesta.

democracia y gobernacion
Imagen: Patricio Betteo.

Nosotros no éramos a los únicos a los que se nos debía dinero. Había otros profesionistas, consultores y agrupaciones sin pago. Todo se había ido a su campaña política. ¿Por qué?

¿Por qué los ciudadanos de a pie no tenemos una instancia que nos defienda del abuso de las autoridades?

Un querido colega me sugirió escribir al Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI). “Ellos deben darte una respuesta”, me dijo. El INAI es el mismo que hoy AMLO quiere desaparecer.

No es sencillo recurrir al INAI. Se debe organizar muy bien la información que se solicita, pues en cada trámite se necesitan de 30 a 90 días para obtener una respuesta.

Reunimos los papeles: el contrato con SEGOB-HABITAT; el “estatus” del proyecto; el informe final. Todo.

1. La primera solicitud al INAI fue sobre el estatus del proyecto en el municipio, a lo que respondió que el trabajo sí había sido terminado.
2. La segunda solicitud al INAI fue sobre el estatus del mismo proyecto en la SEGOB: terminado y pagado.
3. Se escribió directamente al municipio: si gobernación reportaba el proyecto como pagado. ¿Quién había cobrado nuestro dinero? Sin respuesta.
4. Seguimos con el INAI. Pedimos más información del proyecto, detalles de los cheques, fechas de cobro. Así el INAI contactó al municipio, les solicitó pruebas del pago (solicitadas por nosotros). El municipio respondió solamente con el pago parcial de un cheque.
5. Se envió a la SEGOB y al programa de ONU HABITAT un resumen de los documentos adquiridos vía el INAI. Gracias a esa información, se solicitó directamente al municipio el comprobante de pago, pues el presupuesto federal había sido aprobado y etiquetado para el proyecto dos años antes.
6. El Municipio nos contactó y nos avisó que se había traspapelado el cheque… y que podíamos pasar a recogerlo.

Para eso sirve el INAI… Entre otras cosas.

inai y democracia
Imagen: Arial Comunicaciones.

El INAI trabaja muy bien a través de la plataforma. Es un organismo que siempre contesta los escritos y les da seguimiento. Pero hay que tener paciencia con el tiempo y redactar muy bien las solicitudes.

El INAI no es perfecto. Trabaja con los tiempos de los municipios y los gobiernos y eso puede mejorar.

Con la propuesta de AMLO para desaparecerlo e integrarlo a la Secretaría de la Función Pública: ¿cuál será su futuro?

El pequeño-gran avance que llevábamos como ciudadanos para hacer valer nuestros derechos está por caer.

Y no porque los funcionarios de la 4T sean corruptos. No, nada de eso. Es el simple peso enorme del elefante paralítico que es la burocracia. ¿Funcionará el INAI cuando AMLO salga del poder?… Lo dudo.

Seguro reaparecerán los mismos funcionarios gandallas de siempre.

La Democracia

¿Cómo construir una democracia?

Ésa es la pregunta central que los gringos deben hacerse recientemente, desde que las fuerzas bárbaras de Trump tomaron el Capitolio.

Incluso el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau dijo que fue Donald Trump quien incitó el asalto a la democracia. “Lo que hemos presenciado es un asalto a la democracia por revoltosos violentos, incitados por el actual Presidente y otros políticos” (Reforma, 08/I/2021).

Claro, como buen político, se ha cuidado de no criticar a Trump en los últimos cuatro años. El 75% de las exportaciones de Canadá van a Estados Unidos. ¿Para qué pelearse con él si ya sabemos cómo es?

trump
Imagen: Cooper Blaske.

Pero regresando a la democracia, su existencia no es automática. No basta una declaración política. Necesita de muchos elementos cotidianos, que incluyan la participación de los ciudadanos. Siempre necesitará fortalecerse. Para ser demócrata, hay que saber ganar y perder.

La democracia es importante. Dentro de todas las formas que conocemos (Dictaduras, Autoritarismos, Juntas Militares, etc.) es la única que permite la inclusión ciudadana como un logro colectivo.

Pese a todo y gracias a la toma del Capitolio, Trump aprobó una declaración de emergencia para Washington D.C. que se extenderá hasta el 24 de enero –después de que ayer se llevara a cabo la toma de posesión de Joe Biden–.

AMLO no opinó sobre el Capitolio… Pero mandó con Ebrard un avión oficial a recoger a Evo Morales.

Gatell en Argentina

Los oficialistas dirán que fue por vacunas. Los opositores dirán que fue a comer churrasco. La verdad es que AMLO lo sacó del escenario frente a sus imágenes en el avión, en la playa y demás.

No dudo de Gatell. Pero las palabras y las acciones tienen consecuencias. Sobre todo cuando lo que se dice, o se hace, tienen un impacto en la conducta de la población y en las instituciones.

La Cueva Del Delfín

¿Resignación? ¿No hay más qué hacer? ¡Nada de eso! Debemos indignarnos y exhibir la mega politización que está tomando el virus. Todo eso cuesta vidas. Miles de vidas diarias.

¡Vientos huracanados!, si no me piden defender el Capitolio nos veremos por acá la próxima semana…


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Organismos autónomos son fruto de la democratización: INE

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Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), afirmó que los organismos autónomos son fruto de la democratización en México. Esto, en el marco de la intención del presidente Andrés Manuel López Obrador por desmantelarlos y dirigir sus funciones a las dependencias gubernamentales.

Durante el  Foro Digital Instituciones Autónomas de México organizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Córdova Vianello expresó que los órganos con autonomía son el resultado de una lucha ciudadana. Agregó que fueron los mismos actores sociales quienes buscaron reducir el ejercicio discrecional del poder político.

“Para decirlo con claridad, los organismos constitucionales autónomos son el resultado de la lucha ciudadana para ampliar su control sobre el ejercicio discrecional del poder político y democratizar el mismo”, dijo Córdova. 

De acuerdo con el consejero del presidente del INE, las instituciones autónomas son propias de la transición democrática. Explicó que antes de su existencia, sus funciones se encontraban concentradas en el Poder Ejecutivo

Lorenzo Córdova apuntó también que la autonomía de este tipo de órganos, necesita ser supervisada públicamente. Tal medida, con la finalidad de hacerlos más eficientes y menos complejos. 

Por su parte, Adrián Alcalá Méndez, comisionado del INAI, resaltó la importancia de que existan instituciones que funcionen sin intervención política o económica. Agregó que se trata de generar contrapesos y así evitar que el poder recaiga en una sola persona. 

Mientras tanto, Julio Santaella Castell, presidente de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), apuntó que los organismos autónomos son indispensables para separar las decisiones técnicas de intereses políticos. En el caso de la institución estadística, señaló que la autonomía le brinda mayor fortaleza y credibilidad.