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Grietas y silencios en el orden constitucional mexicano

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En honor al maestro Hector Fix-Zamudio.

Además de los casos que ha resuelto, la importancia de la Suprema Corte en nuestro país radica también en aquellos que decide no intervenir. De igual forma, importan no sólo los conflictos constitucionales que le llegan, sino aquellos que no caben en los instrumentos de control constitucional existentes y, por lo tanto, no pueden ser revisados. Es decir, en el ordenamiento constitucional mexicano importa lo que dice la Corte, pero lo que calla y lo que no tiene oportunidad de decir también tiene un papel de peso.

En una columna anterior, establecí que las reformas constitucionales en México son tan prevalentes porque son formas en cómo las élites definen y rediseñan las reglas del juego en el país. Esto, con la anuencia silenciosa de la Suprema Corte, que, a diferencia de países como Austria, Alemania, la India y Chile, ha decidido no ejercer control constitucional sobre las reformas constitucionales.

Desde 1982 ha habido intentos de impugnar reformas constitucionales y la mayoría han resultado en el fracaso por la razón antes mencionada y, para efectos expositivos, valdría la pena hacer un breve recuento de este silencio prolongado.[1] 

reglas constitucionales
Imagen: Cimse.

El primer precedente en el tema fue la demanda de amparo hecha por Ramón Sánchez Medal y Vicente Aguinaco Alemán el 14 de diciembre de 1982, en contra de la nacionalización de la banca. Ésta fue admitida bajo el rubro 410/82, pero después fue rechazada en un nivel superior por el Primer Tribunal Colegiado Administrativo del Primer Circuito, dejando la tesis aislada.

En febrero de 1996, se resolvió, en el amparo en revisión 2996/1996, que procede el juicio de amparo en contra del proceso legislativo de reformas a la Constitución. En 1998, el Pleno de la Suprema Corte resolvió lo que se conoce como el Amparo Camacho (amparo en revisión 1334/1998), en donde Manuel Camacho Solís intentó repeler una reforma constitucional hecha para prevenir la elección de un antiguo Jefe del Departamento del Distrito Federal a la entonces recientemente creada posición de Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

El 6 de septiembre de 2002 se resolvió la controversia constitucional 82/2001, donde se rechazó la procedencia del control constitucional de reformas constitucionales. En junio de 2008, cuando la Suprema Corte negó de nueva cuenta la procedencia del control constitucional al resolver las acciones de inconstitucionalidad 167 y 168/2007.

Sin embargo, la Corte cambió de parecer porque, en septiembre de 2008, se resolvió el amparo en revisión 186/2008 y se estableció la posibilidad de que procediera el control constitucional de reformas constitucionales. Pero nuevamente, en marzo de 2011, al resolver el amparo en revisión 2021/2009, se sostuvo que el amparo en contra de una reforma constitucional es improcedente.

En 2016, Movimiento Ciudadano y el Movimiento de Regeneración Nacional interpusieron acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las cuales tuvieron el rubro 15 y 16/2016 respectivamente y fueron turnadas al ministro Javier Laynez Potisek, quien procedió a desecharlas. Dicha resolución fue impugnada en el recurso de reclamación 8/2016-AI, que fue turnado a la ministra Norma Lucía Piña Hernández y en donde se resolvió era improcedente el control constitucional de reformas constitucionales.                    

prohibicion de justicia
Imagen: Los Andes.

El “silencio” de la Corte en estos asuntos se traduce como el establecimiento de una política de no interferencia en el proceso de reforma constitucional e implica que, cuando se instituye una mayoría y se sigue a cabalidad el proceso legislativo, aun en cambios que pudieran ser arbitrarios y contrarios al espíritu constitucional, se respeta el cambio generado.

En lo que refiere a las grietas del control constitucional, éste no prevé la mediación de conflictos al interior de los poderes constituidos. Esto trae consigo la posibilidad de que existan violaciones constitucionales que no sean sujetas a tutela y que, ante ello, la supremacía constitucional queda en tela de duda. Pongo un par de ejemplos:

El artículo 117 constitucional prohíbe terminantemente que los Estados contraigan deuda para gasto corriente. No obstante, cuando Fernando Elizondo fue coordinador del equipo de transición del gobernador independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, descubrió que se financiaba deuda a gasto corriente cuando la Secretaría de Finanzas presentó el informe respectivo.[2]

Esto presentaba una serie de problemas: ¿Era un acto inconstitucional? Sí. ¿Era impugnable? No. Era improcedente la acción de inconstitucionalidad, pues el presupuesto no es ley para efectos de este instrumento; tampoco la controversia constitucional, pues no había un conflicto entre poderes; el amparo implicaría una cuestión altamente técnica. Esto significa que hay actos de trascendencia constitucional al interior de los poderes que no siempre se traducen en actos impugnables.

Un caso de silencio que generó una brecha fue la resolución del juicio de protección de derechos políticos electorales en el expediente SUP-JDC-1711/2006, también conocido como Caso Senadores. En este, cinco senadores de Convergencia por la Democracia (ahora Movimiento Ciudadano) impugnaron la inconstitucionalidad del acuerdo de la Junta de Coordinación Política y aprobado por el Pleno de la Cámara para la integración de las comisiones ordinarias.

grietas constitucionales
Imagen: David Kovalev.

La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó, en la jurisprudencia 34/2013, que el derecho a ser votado, aunque es político, no se extiende a los actos parlamentarios y, por lo tanto, no proceden los juicios de protección a derechos político-electorales por actos al interior del Poder Legislativo. Ésta es una negativa que ha dado lugar a reforzar la existencia de actos posiblemente inconstitucionales al interior de dicho poder constituido.

Un último ejemplo, que resulta relevante, es una reciente acción de inconstitucionalidad[3] donde la Corte determinó que las reformas a la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales de Tlaxcala eran inconstitucionales porque la Mesa Directiva del Congreso local respectivo se integró sin contar con las 2/3 de la votación y, por lo tanto, se vició la discusión de la ley. Esto implica que la Corte reconoció un acto al interior de un poder, de trascendencia constitucional y aunque se pronuncio preventivamente sobre su ilegalidad, no estuvo en condiciones de declararla, aunque sí lo hizo con el producto de su trabajo.

El orden constitucional no sólo está comprendido en la Constitución, los tratados internacionales de derechos humanos, la jurisprudencia y otras fuentes; es una construcción dinámica que se hace con acciones, omisiones y deficiencias.  


Notas:
[1] Vale la pena ver el voto particular del ministro Zaldívar Lelo de Larrea en recurso de reclamación 8/2016-AI. Adicionalmente, véase Roberto Mancilla, “La reforma constitucional como arma política: el caso mexicano”, Revista Derechos en Acción, número 2, 2017.
[2]Gasto corriente se financia con deuda: Elizondo”, ABC.
[3]Suprema Corte invalidó reforma electoral en Tlaxcala debido a violaciones en el proceso legislativo”, Infobae.


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Nuevas realidades reclaman nuevas políticas

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Maestro de generaciones de economistas, David Ibarra sigue a sus 91 años aportando a la comprensión de la economía mundial y nacional; fue Secretario de Hacienda del gobierno del presidente López Portillo durante cinco años, a partir de 1977; no lo era cuando ocurrió la devaluación de 72% del peso ante el dólar en febrero de 1982, porque el presidente lo separó de su cargo por haber advertido del riesgo ante los diputados, en noviembre del año anterior.

El maestro Ibarra no ha dejado de trabajar como investigador académico y en consejos de administración; el sábado pasado dio una conferencia al término de la Asamblea anual del Centro Tepoztlán AC, en la que Clara Jusidman terminó su brillante periodo como presidenta y Miguel Basáñez fue electo para encabezar este foro de reflexión que Víctor L. Urquidi fundó hace 40 años.

En su conferencia, el maestro Ibarra estableció la interrelación de seis temas para articular un panorama de la economía mundial; habló de la formación de capital, comercio internacional, industria, finanzas, política fiscal y empleo y de sus conexiones.

david ibarra
David Ibarra Muñoz, economista mexicano (Foto: La Jornada).

En la economía global, “Se unificaron mucho los estilos y propósitos de las políticas económicas nacionales. En contraste, no se ha afianzado todavía una mezcla sabia, ponderada, de objetivos internos de los países con los del orden transnacional”. Las exigencias del comercio internacional dominan sobre las demandas sociales de los países y en el nuestro hasta impusieron reformas a la Constitución.

Del sistema económico global, dijo el maestro Ibarra, que pierde dinamismo desde hace décadas por causas aún imprecisas: “La tasa de crecimiento de la inversión mundial cae substancialmente del 4.4% al 2.1% entre los años 2000-2019”, debilitamiento que explica el de la producción, aunque “No se ha precisado si la retracción observada en la inversión obedece al agotamiento de los estímulos de la apertura de mercados, al descenso en la tasa de rentabilidad, al decaimiento de las inversiones públicas”.

Hay, en efecto, diversas corrientes de interpretación del lento crecimiento, como la que subraya el rezago de la capacidad de demanda de los mercados ante la mayor oferta, o la del británico Michael Roberts que lo atribuye a la menor tasa promedio de utilidades de las inversiones, cuyo reparto lo acaparan las más grandes empresas.

Sobre el comercio internacional, analiza David Ibarra cómo “La integración de mercados fue la vía de homogeneizar a las políticas nacionales” y cómo los objetivos propios de cada país no se han compatibilizado con los del sistema global.

Augura que ni Estados Unidos ni China, los dos principales polos impulsores del comercio internacional, seguirán impulsándolo como en décadas pasadas, cada uno por sus propias razones.

Argumenta Ibarra que la desindustrialización de los países ricos y de desarrollo intermedio, en favor del sector de los servicios, afecta la del número y calidad de los empleos y la distribución del ingreso, dado que la industria es la actividad de mayor eficiencia productiva y la que paga mejores salarios.

economia global
Imagen: El Colombiano.

De la economía global, un aspecto preocupante es el serio deterioro en la calidad del empleo. Entre 1960 y 2012, la participación del trabajo en el producto norteamericano cayó aproximadamente del 62% al 58%, la de Inglaterra del 64% al 57%; la de Italia, del 70% al 53%; la de México del 44% al 28% (de 1940-2019). Todo indica que la participación de los sueldos y salarios de los trabajadores continúe cayendo en el producto mundial y de los países. 

Por razones como el déficit comercial externo de la inmensa mayoría de los países y los gastos fiscales extraordinarios hechos ante la pandemia, que representan alrededor del 10% del producto global, “desde 2008, con la única excepción de Alemania, la deuda gubernamental de las zonas industrializadas crece más que su ingreso presupuestario”.

Tal crecimiento del déficit fiscal impondría reformas fiscales en todos los países y, sin embargo, la globalización ha puesto a competir a los sistemas tributarios para atraer inversiones extranjeras, es decir, “Ante la competencia universal (los gobiernos) han preferido en los últimos 10 o 20 años, no emprender la remodelación de los sistemas impositivos”.

Del panorama económico mundial podría decirse, con el maestro Ibarra, que “hasta ahora, el camino preferido de los gobiernos líderes ha sido el de llevar a extremos extraordinarios las prescripciones antirrecesivas de siempre. Así se inunda de liquidez a las economías por la vía de la banca, del crédito y se incrementa sin parangón el gasto público, incluidos subsidios a empresas y grupos sociales. Ambas acciones son de aplaudir por marchar juntas, libres de prejuicios ideológicos por primera vez en mucho tiempo. Aun así, dejan de lado reformas necesarias, unas globales, otras nacionales frente a la complejidad de las nuevas y viejas realidades. La conferencia de David Ibarra está disponible en la página del Centro Tepoztlán, AC.


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Claudia de Buen: Primera mujer en ocupar la Presidencia de la Barra

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El próximo 25 de febrero la prestigiada abogada Claudia de Buen Unna tomará posesión como Presidenta de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, lo que significará un parteaguas en la vida de la institución gremial de los abogados más importante de México, que cuenta con alrededor de 7,500 agremiados, de los cuales solamente unas mil personas son mujeres. Cuando este acontecimiento ocurra, habrá un antes y un después en la vida de la Barra, pues nunca antes fue presidida por una mujer.

Se trata de una valiosa mujer, forjada por sí misma, y que ha tenido que enfrentar las típicas adversidades que desafortunadamente aún adolecen las mujeres en prácticamente todo el mundo para poder compaginar su vida de esposa y madre con la de mujer de trabajo. Claudia es hija del también muy prestigiado abogado Néstor de Buen Lozano, refugiado español ya fallecido, quien a pesar de haber sido conocido como un hombre de izquierdas no fue para nada feminista. Don Néstor no fue inicialmente admitido a la Barra por haber tenido una nacionalidad extranjera, a pesar de haber estudiado la carrera de derecho en México. Cuando la Barra permitió la incorporación de abogados mexicanos de nacionalidad extranjera, fue invitado y terminó por ingresar a la misma, aunque haciéndose un poco del rogar, con sobrada razón.

Cuando el padre de Claudia y los demás socios varones de su despacho ingresaron a la Barra, ella pidió permiso a su padre e ingresó contando con 35 años de edad y la advertencia de “allá tú”. La primera sesión en la que participó fue una exposición de Fernando Gómez Mont sobre los riesgos penales de los abogados litigantes, en la que participaron más de 40 personas, de las cuales sólo dos o tres eran mujeres. La Barra era un mundo de hombres. Cuando se decidió crear la Comisión de los Derechos de la Mujer, Claudia inicialmente no la consideró necesaria, pues ella misma había logrado concluir exitosamente tres especialidades sin la ayuda de nadie: derecho financiero y comercio internacional, amparo y derecho mercantil. En épocas recientes, Claudia ha ampliado sus especialidades, cursando diplomados de mediación, derecho colaborativo y negociación.

La próxima Presidenta de la Barra solía ir a trabajar al despacho con sus hijas bebés y en ocasiones trabajaba desde casa o incluso atendía clientes en el Club France donde acudía con sus hijas, todo lo cual le ocasionaba ser cuestionada por sus pares y le generaba ocasionalmente sentimientos de culpabilidad por no poder cumplir al cien por ciento sus obligaciones en el despacho, con sus hijas, con su esposo y con sus pares. Esta problemática se agravó, según Claudia fue aceptando mayores responsabilidades dentro de la propia Barra. Fue coordinadora del Comité de Familia, Secretaria de la Comisión de los Derechos de la Mujer, e incluso Consejera.

Cuando Emilio González de Castilla del Valle se perfilaba como Presidente de la Barra, Claudia y otras colegas mujeres tuvieron la osadía de plantearle la posibilidad de integrar una planilla integrada por mayoría de mujeres, con él a la cabeza, atrevimiento que generó gran escozor entre algunos consejeros de entonces, y en lugar de apoyar la idea de integrar dicha planilla, se prefirió abrirles espacios en las direcciones de comités y comisiones, lo cual fue valorado por ellas como un triunfo. Con el tiempo, Claudia vio con claridad la importancia de apoyar la Comisión de los Derechos de la Mujer e incluso gestionó para cambiar su denominación por el de igualdad de género, lo que también enfrentó grandes resistencias, pero finalmente se logró. En este campo de la apertura de la Barra a las mujeres, Claudia reconoce la gran labor de Claus von Wobeser y de Fabián Aguinaco, siendo este último quien la invitó a participar en el Consejo Directivo de la Barra.

Dentro de la trayectoria profesional de mi colega De Buen, hay que mencionar que durante dos años fue abogada general de su alma mater, la Universidad Autónoma Metropolitana, posición que motivó su exclusión como Consejera de la Barra, sin haber sido formalmente informada de ello. Fueron Ricardo Ríos Ferrer y José Mario de la Garza quienes la hicieron regresar, siendo este último quien abrió de plano las puertas del Consejo a las mujeres. Es así que Claudia, ya plenamente empoderada, decide contender por la segunda vicepresidencia de la Barra, pero luego de ser persuadida por importantes barristas, opta por contender, de una vez, por la primera vicepresidencia, votación que gana abrumadoramente.

El plan de trabajo de Claudia se centra en los siguientes 5 ejes principales: 1) la dignificación de la abogacía, mejorando su fama pública y luchando por la colegiación obligatoria, a efecto de que los incumplimientos al Código de Ética de la Barra generen sanciones; 2) lograr la integración de jóvenes abogados, transformando la Barra para hacerla más atractiva a ellos, con el propósito de darles un papel activo en la estructura de la misma; 3) abrir por completo la Barra a la participación activa de las abogadas mujeres; 4) intensificar las relaciones con agrupaciones y colegios de abogados internacionales y extranjeros, e intensificar la relación con el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, robusteciendo el Consejo General de la Abogacía Mexicana; y 5) el aprovechamiento de la experiencia de los expresidentes de la Barra, poniendo en operación el Consejo Ampliado en el que participen consejeros, coordinadores, directores de los capítulos que operan en las diversas entidades federativas y desde luego los expresidentes.

Claudia de Buen se propone transformar el papel del Presidente de la Barra de un alto protagonismo al de una conducción de los esfuerzos grupales, y se propone que la Barra realice pronunciamientos de naturaleza jurídica más contundentes y no realizar aquellos de naturaleza política. También propugnará por una Barra generosa y agradecida con sus miembros y directivos. Para su titánica labor, Claudia cuenta ya con ocho mujeres en el Consejo y no cesará en hacer cumplir el compromiso asumido con la ONU conocido como “He for She”, lo que implica que nunca más podrá integrarse ningún presídium con tres o más personas, sin que haya al menos una mujer.

Debido a su capacidad y profesionalismo, a una vida de esfuerzo y a la reciedumbre de su carácter, estamos seguros de que la presidencia de Claudia de Buen Unna significará ese necesario cambio en la historia de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, que permitirá cosechar los importantes frutos del trabajo femenino y contribuirá a brindar igualdad de oportunidades entre las abogadas y los abogados miembros de esta noble institución. 


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La inercia de la nostalgia

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My soul is lost, my friend
Tell me how do I begin again?
My city’s in ruins
My city’s in ruins

Now with these hands
With these hands
With these hands
I pray Lord…

Come on, rise up!

“My City Of Ruins” de Bruce Springsteen.

Prólogo

Mi última columna la hice el 15 de mayo de 2020. Dejé de escribir porque no tenía certeza de qué preguntas formular y qué argumentos proponer. Sólo me dediqué a observar el escenario para tratar de encontrar un momento de silencio y evitar, a toda costa, un arranque de (auto)validación sobre mi ser y hacer en el teatro. Si lo veo a la distancia, viví un bloqueo gestivo y emotivo.

Decidí no hacer las #NominacionesPezDeOro 2020 porque no era oportuno. Fue una decisión difícil y dolorosa. Sólo había visto ocho obras en un formato presencial hasta marzo del año pasado con el primer cierre de los teatros. Tengo en la cabeza la imagen de estar en el Centro Cultural Teatro 2 mientras veía “Hoy no me puedo levantar” con Belinda y Yahir, con un teatro lleno, y pensar que sería mi última experiencia de ese tipo en mucho tiempo. Así fue. Todavía recuerdo cómo ahí me empezaba a incomodar tener tan cerca a un hombre en la butaca de a lado, cuando la mínima distancia ya era una amenaza para el cuerpo.

También me parecía muy apresurado considerar a los espectáculos en línea en ternas de premiación porque había visto muy poco en el 2020 de este tipo de experiencias para considerar criterios de análisis. Por otro lado, me hubiera sentido esquizoide organizar una fiesta en un ambiente donde no había nada que celebrar.

Mi única conclusión que pudo calmar mi inquietud fue: hay momentos para celebrar y hay momentos para callar. Cuando sucedió el cierre de teatros, el tablero se cayó y las piezas volaron. Ahora, a casi diez meses después del inicio de esta pesadilla pandémica, las piezas siguen en el aire.

Shapkespeare, teatro coronavirus
Imagen: OPB.

I.

Decidí escribir este texto cuando acepté que esas piezas seguirán en el aire más tiempo de lo que todas y todos en el gremio queremos creer. Con esta columna quiero plantear cuestionamientos y prepararnos para el impacto de las piezas cuando caigan. Ya sea en el mismo tablero, en un tablero diferente o en el suelo.

Y, sin duda, no quiero comenzar los argumentos con una “competencia de la herida”: ¿a quién le ha ido peor?, ¿quién tiene las mayores pérdidas?, ¿quién ha hecho los mayores sacrificios? Todas y todos los que pertenecemos al gremio teatral hemos pagado una tristísima factura con la pandemia. Todas y todos, desde su propia circunstancia, han tenido que tomar decisiones lamentables en lo económico, laboral y personal. Enfrascarnos en descubrir a quién le ha ido peor nos aleja de una estrategia viable y sostenible en el tiempo.

Descarto por completo esta idea que he leído repetidas veces en redes sociales (compuestas en un 75% por personas dedicadas a disciplinas escénicas): el teatro dejará de existir. Hace poco veía un documental del Canal 22 sobre teatro (hecho hace diez años) y Luis De Tavira comentaba que en los setenta lidió con el anuncio apocalíptico de que el teatro moriría. A todas las generaciones de creadores teatrales, por lo menos del siglo XX, les ha tocado enfrentar estos mensajes catastróficos. Y el teatro sigue y seguirá vivo. Aquí los verdaderos cuestionamientos son: quién seguirá haciendo teatro y cómo ese teatro vivirá en el futuro.

II.

Es verdad que muchos problemas actuales se deben a la pandemia pero algunos de ellos han existido desde antes y esta eventualidad sólo aceleró su complejidad y amenaza para el gremio.

La prioridad, hoy por hoy, es encontrar una subsistencia saludable en términos económicos para cualquier compañía. Pero si pienso en el dinero como la única meta a lograr, estaría reduciendo los argumentos. Cuando la situación epidemiológica esté controlada, nos caerá otra realidad como bloque. Nos pondrá en otro lugar. Con este artículo, propongo cuatro ideas para pensar cuando eso pase, cuando la emergencia se haya contenido:

teatros con covid
Imagen: Agencia BA.

Ampliación de las audiencias (espectadores y consumidores)

Desde antes de la pandemia, el compromiso del sector teatral con la generación de nuevas audiencias estaba mermado. El teatro tiene sus audiencias, espectadores y consumidores pero no sé si sean suficientes para reactivar la actividad teatral. Aquí la pregunta más acuciante será: ¿queremos quedarnos con esas personas que ya están cautivadas por la oferta teatral o queremos apostar por otras audiencias? ¿Queremos que el teatro sea de un pequeñísimo nicho o apostar por los grupos grandes de espectadores?

Desde mi punto de vista, la reactivación de los teatros depende, en gran medida, de  encontrar nuevas personas dispuestas a pagar por un boleto. Y, en gran medida, el camino más fiable para lograrlo será emprender un análisis de audiencias (cautivas y no) en cuanto a sus estilos de vida, perfiles psicográficos y competencias comunicativas.

La investigación cuantitativa y cualitativa despejarán marañas mentales y patrones creativos anquilosados para lograr un ejercicio de comunicación más certero y, sobre todo, gratificante. Estoy convencido que los resultados del análisis nos darán más luz sobre ejes temáticos de montajes, por ejemplo.

Me angustia pensar que quienes pertenecemos al gremio nos hemos convencido de una realidad inexistente. Por miedo a abandonar a nuestras filias académicas o de costumbre (autores, obras y abordajes temáticos) no queremos cambiar.

En este sentido, he tomado la decisión que esta columna incluirá dentro de su agenda de temas la investigación de las audiencias en diferentes zonas de la Ciudad de México (ojalá tuviera los recursos para hacerlo en todos los estados del país). Ya pediré ayuda por este medio a ciertas personas del gremio para colaborar y encontrar resultados sobre el comportamiento de las audiencias teatrales.

Tal vez sea una necedad mía querer encontrar respuestas con estos métodos y técnicas de investigación. La creación de nuevas audiencias es una deuda pendiente que con la pandemia nos explotó en la cara.

teatro de sombras, covid
Imagen: maxresdefault.

Cuestionamiento a modelos educativos de enseñanza formal

La otra vez comentaba con un amigo qué pensarán y sentirán los estudiantes de recién ingreso sobre la carrera de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM en medio de la distopía pandémica. Y, con este ejemplo, estoy pensando en todas las personas jóvenes que desean dedicarse al teatro, sin importar el área de producción donde quieran estar, y deciden tener una educación formal en un ambiente con tanta incertidumbre.

Los modelos educativos, sin importar el área, están viviendo cambios vertiginosos y drásticos que han cuestionado principios inamovibles durante décadas. Ante los cambios vertiginosos de la realidad, ¿queremos enseñar lo mismo?, ¿las búsquedas metodológicas serán las de siempre?, ¿será necesario reconsiderar los métodos de aprendizaje?

Esta reactivación teatral que sucederá después de la pandemia dependerá de la capacidad de colaboración y comunicación entre los miembros de un equipo de trabajo. Mi pregunta incisiva es (porque me la hago todos los días cuando facilito un grupo de estudio): ¿qué estamos haciendo para lograr una adaptación de las y los estudiantes a esas circunstancias?

A modo de ejemplo, es tan importante leer todas las obras de Shakespeare como saber dar una retroalimentación a un equipo de trabajo. Es momento de cuestionar los modelos educativos para repensar la educación formal del teatro y abandonar esquemas que desde Seki Sano se usan. ¿Las escuelas del 2021 están emparejadas con la realidad del 2021? ¿Quién va adelante y quién atrás?

teatro covid
Imagen: Somos el Medio.

Exploración del lenguaje teatral

En el primer punto propuse que la ampliación de audiencias será esencial para la reactivación del teatro después de la pandemia. Sin embargo, someter únicamente la cartelera teatral a la demanda es peligroso. Todos los trabajos de investigación y laboratorio escénicos, bajo esta premisa, no tendrían sentido.

Por eso es importante pensar en la enorme y urgente necesidad de espacios de exploración de lenguaje teatral desligados de las ganancias económicas de la taquilla. Este trabajo tendría la responsabilidad de apuntar a la evolución de un lenguaje más cercano a las audiencias a partir de los siguientes elementos:

-Proxemia del espacio.

-Participación de la audiencia durante el montaje.

-Duración del espectáculo.

-Relación de la tecnología con el cuerpo del intérprete.

-Sintaxis narrativa y escénica.

-Construcción de espacios inmersivos.

-Diversidad de representación de narrativas.

-Desarrollo de temas y estructuras dramáticas alternativas a los que dominan la oferta teatral.

Éstas son las líneas de investigación del Laboratorio Experimental de Actrices y Actores (LEAA), grupo del cual soy coordinador metodológico, a las que se deben atender, por lo menos, en los próximos años. Cada grupo de investigación será capaz de encontrar sus propias búsquedas y sumará a la causa final: lograr una evolución del lenguaje teatral.

Después de la pandemia las ganancias económicas para cualquier compañía y productora serán una prioridad. El mundo y los gobiernos están en una crisis económica. ¿Quién va a sustentar en términos financieros esta investigación? Quienes hemos llevado un trabajo de laboratorio sabemos que estos proyectos requieren años de búsqueda. Entonces, reformulo, ¿quién va a sustentar, en términos financieros y a largo plazo, esta investigación? ¿La iniciativa privada? ¿La subvención? ¿Los bolsillos de quienes queremos hacerlo?

futuro del teatro
Imagen: CNN.

Reconstrucción de los puentes del gremio

Tal vez una de las consecuencias más dolorosas de la pandemia es la destrucción de puentes entre diversos grupos teatrales. Cuando decimos “teatro” no nos podemos referir a una forma única y estandarizada de hacerlo; cuando usamos esta palabra hacemos alusión a múltiples presupuestos, equipos de trabajo y modos de producción.

En los últimos tres años, a pesar de las dificultades del gremio teatral para mantener las producciones a flote y convocar a las audiencias, se había empezado a construir conexiones entre grupos disímiles. Estábamos generando, poco a poco, un lenguaje común y metas que beneficiaban a todos.

Las secuelas pandémicas traerán un retraso considerable para lograr un diálogo entre todas las realidades del teatro no sólo de la Ciudad de México, sino nacional. A modo de ejemplo, del 2017 al 2020 vi esfuerzos de compañías de diferentes estados del país para encontrar semejanzas con las compañías de la CDMX y viceversa con un afán de descentralizar la oferta teatral. Ahora esos vínculos están rotos porque las realidades son muy diferentes. Costará mucho trabajo propiciar espacios de diálogo y colaboración.

Necesitamos restablecer las conexiones, en lo pequeño y en la medida de lo posible, para que esto no se convierta en un eterno “sálvese quien pueda”.

teatro a distancia, desde casa
Imagen: The NewYork Times.

III.

Hay un punto pendiente en mi cabeza que todavía no sé resolver: las premiaciones teatrales. Y lo digo, en primera instancia, por las #NominacionesPezDeOro. Hacer un ejercicio de reconocimiento a los mejores trabajos teatrales de determinado tiempo y espacio necesita adquirir otro matiz estratégico ante la destrucción, para aportar de alguna manera a las cuatro ideas que acabo de exponer. Pero todavía no sé cómo.

Lamento de todo corazón la pesadilla que estamos viviendo en el gremio teatral. Estamos en un modo de supervivencia y así será en una gran parte del 2021. Pero si empezamos a apuntalar el futuro, para cuando la epidemia esté lo más controlada que se pueda, seremos más conscientes y estratégicos en nuestros movimientos de reactivación.

Amo el teatro. Tanto filosófica como poéticamente. Pero sé que para reanimarlo, como en una pareja, no basta sólo el amor. Me da miedo paralizarme por la añoranza. Me da pavor hundirme en esfuerzos por replicar un recuerdo. En esfuerzos para seguir la inercia de la nostalgia. Me entristece buscar algo que sé, en lo más profundo de mi corazón, que ya no está.


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¿Estamos en el acmé de la pandemia?

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No lo podemos saber, para hablar con objetividad siempre es mejor haciendo retrospectiva; pero por lo que observamos no parece ser así, tampoco parece que nos acerquemos al punto más alto de la pandemia por Covid y, por tanto, estar tan sólo en el inicio de la frecuencia de casos nuevos y fallecimientos. En los últimos días se ha incrementado el número de casos que en semanas anteriores, también han acontecido  más fallecimientos. En los últimos dos días más de 1,400, y lo peor es que nuevamente la letalidad se acerca al 10%, se había conseguido disminuir a más o menos 8.5%, pero nuevamente estamos en las cifras de letalidad de los primeros días.

Diariamente las autoridades federales y de la Ciudad de México nos muestran un baile de cifras para decirnos que los hospitales tienen aún sitio para atender a los enfermos, es cierto que han improvisado camas y hospitales completos para atender a los enfermos, pero los pacientes tienen que hacer un gran esfuerzo para ser atendidos, muchos centros de atención están rebasados y desde luego no pueden brindar la mejor atención. Hace unos días se dijo que se pondría en marcha un programa de atención domiciliaria, pero no tenemos mayores noticias de su desarrollo, desde luego que sería una opción, pero requiere de personal de enfermería y médico entrenado, entusiasmado, que crea que la atención domiciliaria es una posibilidad en la atención de algunos pacientes con Covid. Es una posibilidad menos onerosa pero insisto que requeriría de un programa muy bien diseñado y personal capacitado y comprometido.

pico pandemia
Imagen Dante de la Vega.

Lo que nos muestran las imágenes de los centros de abastecimiento y venta de oxígeno en tanques son tres cosas evidentes: una, que hay muchos enfermos con hipoxemia, probablemente con insuficiencia respiratoria grave, que están en su casa atendiéndose por su cuenta; dos, que quizás no tengan ayuda de los servicios médicos públicos; y tres, que los esfuerzos gubernamentales no han podido ayudar a satisfacer la demanda de O2, que seguramente, y en la mayoría de los casos, es justificada; ahora un oxímetro y el análisis de los datos clínicos justifican la indicación de oxigenoterapia. Muchos pacientes cursando solos y por su cuenta una enfermedad muy grave.

Es cierto que muchos países cursan en la actualidad con lo que ellos mismos han dado en llamar una tercera ola, es decir, que después de periodos de descenso en la frecuencia y en la incidencia, éstas se vuelven a elevar; en México esto no ha sucedido así, hemos tenido unas estadísticas con cifras elevadas, sostenidas a lo largo de estos diez meses. A posteriori encontraremos una explicación para ello, que ahora no la tenemos, lo mismo sucederá con la explicación para la letalidad.

Ante esta situación, dos circunstancias han venido a agravar la pandemia por SARS-CoV-2; la primera es la enfermedad que nuestro señor presidente sufre y la segunda el contexto en el que la vacunación se está desarrollando. El equipo de Salud que rodea al primer mandatario falló al cuidarlo y el domingo 24 de enero se anunció que estaba enfermo y la prueba PCR para SARS-CoV-2 resultó positivo. Una serie de errores se sumaron, cuando menos en la primera fase de su padecimiento, teniendo ya molestias se trasladó a Monterrey, donde tuvo reuniones con diversos grupos, desde luego siempre sin cubrebocas; el domingo a media mañana tomó un avión de San Luis Potosí a la Ciudad de México, y por la tarde se anunció el resultado de la prueba; nadie le dijo que había que interrumpir las actividades, que sería conveniente viajar en un transporte gubernamental para evitar la posibilidad de contagio a un numeroso grupo de ciudadanos, y si alguien se lo comentó, el presidente no atendió las recomendaciones.

pandemia y alicia
Imagen: El País.

En todo el mundo los procesos de vacunación han tenido contratiempos, fundamentalmente debidos a las dificultades de fabricación y distribución de los biológicos por Pfizer, la cual es la única que al momento se está aplicando; Astra Zeneca no ha logrado iniciar el reparto de su vacuna. A México, en diversas entregas, han llegado unas 500 mil dosis de la vacuna de Pfizer que sirven para inmunizar a unos 250 mil mexicanos, lo que ha hecho que sólo hayan bastado para aplicarla a los equipos humanos del Sector Salud, quizá de manera incompleta. Con explicaciones sucintas se aplicó a los maestros de Campeche, en tanto las campañas de vacunación marchan adecuadamente en otros lugares, en Israel es notable el porcentaje de ciudadanos que han sido inmunizados; menos, pero la camapaña ha cubierto prometedoramente a los británicos, y en Estados Unidos se ha echado mano de diversos recursos y sistemas, vacunando diariamente a varios cientos de miles de americanos. Ante esto, los equipos de la SSA y de la Cancillería están a la búsqueda de vacunas producidas por diferentes laboratorios en otros países, se ha hablado que se aplicará la vacuna rusa Sputnik de la que en la literatura científica no se han publicado los resultados de la fase 3; pareciera que porque todavía no ha culminado.

Creo que el equipo de salud que rodea al presidente López Obrador ha fallado notablemente en la gestión de la pandemia. En cuanto a su  padecimiento esperamos que curse satisfactoriamente y supere el Covid pronto; esperamos que a pesar que López-Gatell es quien difunde la evolución del señor presidente no sea él quien lo atiende. Por algunas fotografías de prensa y unos trascendidos nos hemos enterado de que David Kershenobich y miembros de su grupo son los que lo están atendiendo, lo cual brinda una enorme tranquilidad, porque a nadie, ni a los seguidores de la 4T ni a sus críticos, conviene que el curso de su Covid sea desafortunado; tendría consecuencias enormes y quizá desastrosas si no es así, desde luego deseo que la evolución sea rápida y satisfactoria y que no le acarreé secuelas.

¿Por qué digo que los directivos gubernamentales del Sector Salud han fallado en la gestión de la pandemia? Porque no lograron convencer a López Obrador que usara y apoyara el uso de cubrebocas, incluso López-Gatell hizo en varias ocasiones malabarismos con la información científica, que justificaba y recomendaba su uso, para  decir que no era contundente y que incluso no era recomendable portarlo para la transmisión del SARS-CoV-2. Ahora, el mismo funcionario intenta justificar la aplicación de la vacuna Sputnik aunque no conocemos los resultados que tiene en la inmunización a los que han sido vacunados, e incluso desconocemos si la fase 3 ha culminado.

pandemia rusia
Imagen: Comercio Perú.

Desconozco si este manejo sesgado del conocimiento y poco ético de la información sea hecho por López-Gatell por convicción propia y con ella aconseje y dirija las políticas de salud, o si sus dichos sean resultado de indicaciones superiores. No ha sido sólo la Subsecreatría de Prevención la que ha fallado, el señor secretario ha tenido una participación discreta y opaca, dejando todo –o casi todo– en manos de otros, la salida de la Dra. Asa Cristina Laurell no ha sido cubierta, por lo que las funciones de esa área de la Secretaría están descabezadas; son, por cierto, entre otras, las de atención de la salud.

El papel del Consejo de Salubridad podría haber sido fundamental en la pandemia, es un órgano independiente que puede reunir diversos recursos para conjuntar opiniones, recomendaciones para haber hecho frente a la pandemia. El Dr. Santos después de su fallida intención de establecer una norma ética no ha vuelto a aparecer. Creo que la actuación de la Cancillería tampoco ha sido plenamente satisfactoria al haber expresado ante la llegada de las primeras dosis de la vacuna, “Misión cumplida”, lo que ahora resulta fatuo; la SSA tiene departamentos de adquisiciones y de relaciones internacionales  que en el proceso actual han sido desplazadas. Todo esto, que ha sido destacado como innovación, no ha dado los resultados.

Creo que el actual equipo directivo sanitario debe dimitir y ser substituido por un grupo de probada capacidad, al que desde luego se le haga caso.


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¡Ya basta de mentiras!

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Cualquiera podría decir que esta pandemia que estamos viviendo, nos ha vuelto un poco “locos” a todos. Los sociólogos y estudiosos de la ciencia tendrán mucha “tela” donde cortar para hacer estudios y análisis de esta situación que nos ha cambiado la vida y nos ha afectado en la mente y el corazón. Noticias de todo tipo pululan por las redes sociales y no importa si son verdad o mentira. El caso es “dar nota” de la manera que sea y como sea. Si hay que embarrar a personas de probada honestidad y de buenas intenciones,  se hace, con tal de llamar la atención y sacar provecho de la misma.

Días pasados supimos del contagio del cardenal Rivera por Covid. Según información recibida, ni la familia ni él mismo quisieron que la noticia saltara a los medios. Pero tratándose de un personaje como él, era imposible que no se supiera. Pero todo cambió de repente cuando su ex-vocero, P. Hugo Valdemar comenzó a decir que al cardenal Norberto Rivera se le había informado que el seguro médico del cual disponía la Arquidiócesis y en el que estaba inscrito, no cubría los gastos que se pudieran originar por Covid.  Hasta aquí no hay ninguna mentira. Sin embargo, el cardenal Rivera, por su investidura, nunca hubiera tenido problemas de ser atendido en un hospital de tercer nivel, o sea, de primera categoría, de los que cuenta el Estado mexicano. Pero él decidió por su propia cuenta, ser atendido en uno privado costeándose él mismo sus propios gastos.

Cardenal Norberto Rivera Carrera
Cardenal Norberto Rivera Carrera (Foto: Milenio).

Decir que la Arquidiócesis, al frente del cardenal Carlos Aguiar, no pagó el seguro al Sr. Norberto Rivera, es una mentira y los hechos lo demuestran. A principios de diciembre del año pasado, el cardenal Rivera fue sometido a una operación en el hospital Mocel de la Ciudad de México. El seguro médico de la Arquidiócesis pagó su operación. Otros casos de sacerdotes que han sido intervenidos por alguna dolencia, el seguro sacerdotal se ha hecho cargo de los gastos originados. Por eso, decir que el cardenal Aguiar ha abandonado a sus sacerdotes en tales circunstancias, además de ser una mentira, también ronda la calumnia.

Sucede que algunos Prelados, no sabemos si es el caso del cardenal Rivera, a veces contratan seguros privados para tener una cobertura más amplia que el seguro de una mutual sacerdotal, como es el caso de la Arquidiócesis de México, donde quedan excluidos ciertos nosocomios de los beneficios de un seguro médico de “línea dorada”. Es decir, hospitales de tercer nivel, como se les suele llamar, cuya atención es de VIP.  Hospitales de esta categoría son para gente pudiente y de muchos recursos que podrán pagar su estancia sin mayor problema. Hoy, las finanzas de la Arquidiócesis de México están en números rojos y lo que se trata, según nos informan, es salvar el seguro médico y las pensiones a los sacerdotes jubilados. Desde la llegada de Carlos Aguiar Retes cambió la estructura financiera. El seguro médico de los sacerdotes, lo paga íntegramente la economía diocesana así como otros gastos que antes los cubría cada sacerdote.

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Imagen: John Pritchett.

Pero, ¿qué puede haber detrás de toda esta vendetta que ha estado dando vueltas en los medios con una cobertura inusitada? Los análisis pueden ser muchos y muy variados. Desde la llegada de Carlos Aguiar a la diócesis Primada de México, se comenzaron a tener muchas expectativas de cambio después de una larga duración del cardenal Rivera. Van a ser tres años de la llegada de Carlos Aguiar y mucha gente se pregunta, ¿cuáles han sido los cambios? ¿En qué se diferencia del anterior? Carlos Aguiar no necesita defensores, sus mismos hechos lo avalan. Es un hombre sencillo, sobrio, que no le gustan los reflectores y que gusta de rodearse de un equipo al cual le da facultades para operar en su nombre dentro de los objetivos trazados en el grupo. En el equipo del Cardenal no encajan los protagonismos ni los francotiradores. Una de las características de la administración anterior, era el protagonismo de algunas personas que a veces  obnubilaban al mismo Jefe. Con la llegada de Carlos Aguiar, esto fue cambiando por una mayor sinodalidad, es decir, darle juego a una serie de actores en sus respectivos campos de trabajo. Como es lógico, esto no gustó a los que antes ocuparon puestos de cierta relevancia. De ahí que ayer y hoy se hayan desatado unas reacciones viscerales ensuciando toda acción pastoral y administrativa del Primado actual.

 Deseamos una pronta recuperación al cardenal Norberto.


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Adaptarse: condición y capacidad

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Fui. Sin dudarlo. Por ir con quien iba, claro. Porque la invitación vino de ella. Y era a ella a quien yo en realidad quería escuchar, y ver, y con quien estar.

El pretexto fue la presentación de un disco.

Mi recuerdo señala vagamente algunas cosas, como el clima, pero marca con precisión inusitada el perfume que se desprendía de ella.

Al poderoso influjo de las misteriosas leyes de la memoria debo, pues, de nuevo, la certeza plena de que toda aquella tarde fue deslumbrante; también el disco.

En la combinación de ambas cosas, que el disco es muy bueno y mi propio recuerdo teñido de alegría, fragmentos de las letras de las canciones me han acompañado durante décadas.

Tuvo que pasar mucho tiempo, sin embargo, para que pudiera yo reparar que en realidad aquella tarde había escuchado poemas convertidos en canciones. Al nombre de Carmen Leñero, la intérprete, se sumó entonces el de Fabio Morábito, el autor de los poemas convertidos en canciones por ambos.

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Carmen Leñero, poeta, ensayista, narradora y cantante (Foto: El Universal).

Casas en el aire, se llama ese disco que, a manera de aventura colectiva, resultó del talento de Carmen, Fabio, Luis, el hermano de Carmen, y tantos otros.  

Una aventura, una nave de viaje incierto, pero ahora sabemos perdurable, al que nos sumamos, entre destellos, yo mismo y quien embellecida me hizo parte de ella.

Cantar poemas de otros es habitarlos, ha dicho alguna vez la propia Carmen Leñero, en cuya voz sigue habitando, a su vez, el recuerdo vivo de la vivencia que antes he narrado.

Una sucesión de lugares, que no son lugares, en el sentido espacial, sino formas de la experiencia, de un modo que se contrae y expande en una dimensión diferente a lo mensurable.

¿Habitamos del mismo modo el mundo? ¿Habita él, el mundo, de esa manera también en nosotros? ¿Como tiempo, en la memoria; como espacio, en la experiencia?

Habitar, pues, sobre tiempos y espacios, palabras y sensorialidades que se expanden, se contraen, distorsionan y rehabilitan.

El habitar, la experiencia de habitar al mundo y sus seres, y de ser habitado por este mundo y esos seres, sostenido, a final de cuentas, por el puente delgado y recio de una palabra: adaptación.

adaptacion y habitar
Imagen: The Conversation.

Habitar es adaptarse.

No sólo porque, en muchos sentidos, habitar es habilitar, tanto como es habilitarse uno mismo respecto a eso que va a habitar o por lo que, lo sepa o no en ese momento, será habitado.

Sino porque en esa habilidad, doble, nos va la posibilidad real de alcanzar, en grado alguno, en el trayecto vital, el único éxito sustancial: habitar el mundo a través de los otros; ser habitado por el mundo a través de los otros.

Como si se tratara de la legítima y urgente preocupación por el deterioro de la vida del planeta, hemos puesto tal vez más energía en mitigar que en adaptar(nos).

No se trata desde luego de conceptos encontrados ni mucho menos irreconciliables. Pero sí de dos formas de proceder y de habitar (y habilitar) el horizonte vital.

Las crisis, las de grandes proporciones, como la que el planeta padece ahora mismo, ponen de relieve ambas condiciones.

Son el resultado de un largo proceso cuyas consecuencias emergen con inusitada claridad; pero no menos, es un llamado sin posibilidad de renuncia a actuar en el plazo tan corto que no admite posposición alguna.

La expansión acelerada e inclemente de la pandemia tomó a la humanidad en medio de varias crisis previas cuyo grado de acumulación era ya evidente y más que preocupante.

La desigualdad en el ingreso, la violencia de género, la inequidad en el acceso a las oportunidades de la era tecnológica, la concentración de la gobernanza son algunos de los elementos que tanto a nivel nacional como global formaban parte del paisaje de serias problemáticas que urgían atención aun antes de la pandemia.

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Imagen: Notirasa.

Ello sin contar con que 2021 se ha convertido en el año con mayor aumento de la temperatura en la historia del planeta, y evidencia del deterioro creciente de las posibilidades del medio ambiente para seguir soportando la imprudencia humana.

La pandemia radicaliza las crisis preexistentes y nos coloca en un punto de inflexión en el que los riesgos del futuro se convirtieron de súbito en la urgencia del presente: sobrevivir.

En el antes y después que la pandemia ha instalado, pues, debe leerse, debe ubicarse, la necesidad de equilibrar nuestra preocupación por mitigar y nuestra ocupación por adaptar(nos).

Habilitar para habitar; ésa es la habilidad urgente. Rehabilitar, si es preciso, para rehabitar.

No se trata de comprender la revaloración de nuestras capacidades de adaptación como una derrota, como la resignada respuesta frente a lo que no se puede cambiar.

Por el contrario, adaptarse es una fortaleza de futuro. Porque la adaptación no es una condición dada, sino una capacidad construida, con tanta rapidez como efectividad.

Habilitar, adaptar casas en el aire, no castillos, para ser habitados por la gente que en la vida de todos los días, que en la memoria del pasado y en la del anhelo de futuro, recuerda y se entusiasma de poder seguirlo haciendo.

Hacia delante.


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La Generación COVID

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2020 fue un parteaguas para la humanidad. Para Ortega y Gasset –tristemente cada vez menos citado– son los grandes eventos el punto de inflexión que señala el surgimiento de una nueva generación. Hay una generación COVID y están incluidos en ella todos aquellos que tuvieron entre 11 y 25 años en 2020.

¿Que significa ser joven en pandemia? Sin saberlo expresar de otra forma que a través de vivencias, los jóvenes se asumen en esa realidad para la que parecen haberse preparado desde el momento de su nacimiento. La generación COVID nació sapiente digital, es su lenguaje, su forma de comunicar, su referente, lo digital es su base, su periscopio para observar desde lo profundo, el océano de lo social.

Son los pertenecientes a esta generación, quienes prescindieron primero de los espacios de oficina y convirtieron miles de espacios, lofts, almacenes, viejos locales de las grandes administraciones, en conversatorios, salones de co-creación y cafeterías. Los jóvenes conocen todos los atajos y algoritmos de simplificación y logran en fracciones de segundo lo que otros cincuentones o sesentones como yo tardamos mucho en materializar. 

Desde hace años los jóvenes participan en grupos de apoyo para resolver problemas en línea. La innovación es parte de su vida, saben naturalmente que la innovación es un auxiliar para alcanzar metas. Quieren lograrlo rápido y están dispuestos a sacrificar la sagrada escolaridad por el conocimiento puro y directo.

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Imagen: Blogs.

Hace más de medio siglo, Abraham Moles predijo que las formas de aprehensión del conocimiento ya no eran las de la ortodoxia legada por la educación convencional, el quadrivium, el trivium, las enseñanzas aristotélica, tomista, cartesiana, o de las decenas de reformas del sistema escolarizado, sino las de un universo mosaico (aleatorio) aparentemente desorganizado y proveído en la comunicósfera, ese ambiente en que se encuentran y atropellan, luchan por la existencia y la prevalencia, los mensajes, los contenidos tanto de los medios tradicionales reconvertidos por la transmedia y las redes sociales.  

Una nueva cultura mosáica, parece instalarse en la conciencia de la nueva generación COVID. Una, en la que el conocimiento es mas autodidáctico, menos sometido al flagelo del programa. El individuo construye cada vez más, formas de asociación entre las ideas provenientes de los más diversos espacios de la comunicósfera y sus infinitas redes sociales ya sea cableadas o irrigadas a través de los sistemas de antenas y los satélites para constituir moléculas de conocimiento, células activas, órganos y algoritmos, sistemas y funciones, verdaderos cursus vitæ.

Ethernet, la red en el aire, es un buen aforismo para hablar de ese espacio que desde Teilhard de Chardin y su idea de “noosfera” (esfera de las cosas espirituales) hasta Bachelard y su noción de obstáculos epistemológicos (que inhiben por atavismos y nomenclaturas el acceso al conocimiento puro), o Harold Rosen y su concepción de la geoestacionariedad para los satélites llamados de comunicación (que permitió la comunicación instantánea en todo el planeta), son todos ellos elementos, premisas, que lejos de inspirar son en las que estriba la nueva generación para expresarse, construir y vivir en la realidad.

Las grandes empresas y no sólo las tecnológicas, están contratando independientemente del perfil y el récord académico, a personas que sepan resolver, pensadores directos que puedan trabajar en un ambiente de convivencia con la Inteligencia Artificial y el big data. Personas que intuyan nuevas formas de reducir la complejidad a parámetros manejables.

generacion covid
Imagen: La Voz de Galicia.

Todos sabemos hoy que el teletrabajo permanecerá, que no nos desplazaremos más de manera inútil, ni nos someteremos al caos de los trasportes en horarios pico. Para ser productivos no necesitamos estar en un sitio específico, telepresencia y teleacción lo sustituyen.

Estamos acondicionando nuestros espacios cotidianos para hacerlos más cómodos y amigables, los videojuegos han contribuido a desarrollar nuevas ergonomías para operar interfaces donde la experiencia es más holística, audio, video, nuevos paradigmas sensoriales, impresoras e imágenes en tercera dimensión. Los asistentes y las formas de realidad virtual aparecen todos los días. Muchos jóvenes están contribuyendo a desarrollarlas. La domótica (la telemática en casa) está reemplazando a la burótica (la telemática de oficina). Esta ciencia inspirada por las experiencias de realidad encuentra en la Generación COVID a su principal promotora.

El espacio exterior se revalúa, los jóvenes quieren contribuir a materializar estos ideales, a  través de formas sencillas como el veganismo que crece exponencialmente. Una nueva conciencia de sostenibilidad aparece menos como un mandato de los organismos internacionales que como una forma natural de vida. La protección del ambiente comienza a partir de cambios sustantivos en la cotidianidad, en las formas de alimentación, en los modos de vestirse, en la utilización de fibras eco-friendly y desde luego en los modos de la comunicación.

La experiencia de asociación física está cambiando, el gusto por la alteridad, por la otredad se expresa de modo distinto. Los jóvenes se ven para tocarse, para sentirse, para intercambiar formas de libertad hasta hoy insospechadas. Toman nuevos riesgos y ponen en juego neurotransmisores poco utilizados antes, usando rincones del cerebro para conexiones neuronales distintas. La espiritualidad nueva esta allí, reconociendo la perfección del origen y la imperfección humana.

El trabajo en equipo no es sólo un trabajo humano sino un ejercicio auxiliado por instrumentos de inteligencia artificial y realidad virtual. Lo verdadero ya no está en el objeto sino en el sujeto que percibe. Las cosas son porque se experimentan aunque sean efímeras.

teletrabajo, pandemia
Imagen: Rotary International.

En la historia de la humanidad son pocos las epistemes (los momentos de ruptura que provocan nuevas formas de pensar). Grecia al inventar la filosofía concibió uno, Rousseau habla claramente de esto en su Emilio que señala que comenzamos a construirnos cuando comenzamos a vivir de manera distinta.

La era COVID nos ha hecho comenzar a percibir la vida dese la fragilidad de la existencia, para la generación que lleva este nombre, la fragilidad es consustancial al espacio de realidad. La generación COVID es en este sentido una generación de carácter existencialista como lo fue la generación de la postguerra en Europa.

La educación no es para esta generación, otra cosa que la aprehensión de la realidad de una forma nueva y específica: doméstica y domótica, de naturaleza virtual. Los colegios que Rousseau llamaba risibles establecimientos lo son hoy en mayor grado. Este pensador que muere 10 años antes del inicio de la Revolución francesa es, sin embargo, el más grande inspirador intelectual de ésta. 

Hoy, pensar la educación es asunto de procuración de plataformas, de apoyos para la autoformación, quizá en una mixtura de contactos presenciales y de algoritmos didácticos que permitan el registro, la traza, la huella y la memoria de trabajo, y sobre todo su proyección para la adquisición de conocimiento significantes y venidos libremente de la totalidad, de esa enciclopedia abierta que es la comunicósfera.

solucion problemas pandemia
Imagen: Freepik.

Todos somos educandos y cada quien construye su propio vector de educación, el individuo es la carrera, no el programa, porque el individuo se resuelve en libertades y la escuela es atávica.

Pero ¿quién guía?, ¿qué referentes motivan?, ¿qué remplaza al maestro? Los nuevos marcadores de tendencia están en muchos casos desvirtuados, son estridentes y no tienen rumbo, quizá la mayor lección y el legado de la generación COVID sea la propuesta de reconocimiento de nuevos referentes axiológicos como los que parecen aparecer en la conciencia de naturaleza, la espiritualidad ecuménica, el servicio humanitario, la ingeniería de la inclusión y la conciencia de la fragilidad.

En México, la falta de identidad común, la ausencia de un contrato social respetado por todos, es probablemente responsable de la falla sistémica del sistema educativo, cuya “modelización” ha fallado. Las escuelas coloniales fueron divisorias, las del periodo independentista fallaron por su clasismo, la reforma trajo el modelo positivista cotidiano pero no pudo aplicarse de manera generalizada, los colegios extraídos de la revolución se probaron deficientes, los del periodo neoliberal mediocres en su mayoría y las de la cuarta transformación adolecen aun de una marcada falta de fuerza negociadora para restarle poder a los clusters mediáticos y desarrollar una verdadera política de inclusión digital. 

Ponerse a la escucha de la nueva generación y establecer paradigmas incluyentes no es fácil, pero no hay de otra.


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