PIB

INEGI rompe expectativas de la 4T; PIB cae 8.5% en 2020

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El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido una pronta recuperación económica para México. Sin embargo, esta mañana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2020 fue del 8.5 por ciento, una situación que complica una aceleración financiera para el país.

Durante el año pasado, el PIB a precios constantes registró una reducción de 8.5 puntos porcentuales. Esto, en gran medida por la pandemia de COVID-19 y no por los “periodos neoliberales” como lo dijo el primer mandatario en su conferencia matutina del 9 de noviembre pasado.

En este sentido, las actividades más afectadas fueron las secundarias con una caída de 10.2 unidades. Posteriormente, las terciarias con una caída del 7.9 por ciento y las primarias registraron un ligero crecimiento de 2 puntos porcentuales.

Ahora bien, de octubre a diciembre, el país reportó un crecimiento del 3.3 por ciento con relación al trimestre anterior inmediato. No obstante, fue víctima de una disminución anual del menos 4.5 por ciento.

Bajo este escenario, la salida de la crisis económica de México se vislumbra más lenta que inmediata. Incluso, podría complicarse por las advertencias que han realizado diversos especialistas si se llegan a aprobar reformas como a las Leyes del Banco de México (Banxico) o la de la Industria Eléctrica (LIE).

PIB de México en el 2020 por actividades económicas. Fuente: INEGI.

Pronósticos para México este 2021

En diciembre del año pasado, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) pronosticó un crecimiento del PIB para México del 3.6 por ciento en este 2021. Mientras tanto, apuntó un avance del 3.4 por ciento durante el 2022.

Pese al aumento en la economía, la OCDE señaló que en el país se incrementarán los niveles de desigualdad y pobreza. Precisamente por ello, anotó la urgencia de que el Gobierno impulse un mayor apoyo a la política fiscal.

Las expectativas de Citibanamex son las mismas que las de la OCDE: una mejora del 3.6 por ciento en el años 2021. Sin embargo, la institución advirtió que resulta un crecimiento insuficiente frente a una caída de 8.5 puntos porcentuales.

Incluso, los pronósticos de Citibanamex para el 2022 son menos alentadores. Resulta que en el año próximo únicamente espera un ascenso de 2.6 unidades.

Sobre las expectativas en México a lo largo del 2021, los analistas de Banxico pusieron de manifiesto un avance del 3.74 por ciento en el PIB. Sin embargo, señalaron que la debilidad del mercado interno y la incertidumbre política, bien podrían ser obstáculos a fin de alcanzar un crecimiento mayor.

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Banco de México .Fuente: Cuartoscuro.

Las promesas y justificaciones de AMLO

El optimismo del presidente López Obrador no deja de ser muy alto. De dicha forma, en la mañanera del pasado 22 de febrero, anunció que su pronóstico de crecimiento económico para el 2021 es del 5 por ciento. El jefe del Ejecutivo afirmó que su estrategia en materia ha dado buenos resultados y que con la pandemia de COVID-19 mejoró la economía popular.

Desde la tribuna de Palacio Nacional, el primer mandatario aseguró que la población en situación de pobreza no ha tenido problemas de consumo. Asimismo, advirtió que México, a diferencia de otros países, resolvió sus problemas sociales sin contratar deuda externa.

“Nos ha funcionado apoyar abajo. Con la pandemia hemos logrado fortalecer la economía popular y hemos evitado que haya crisis de consumo”, dijo el funcionario. 

Y es que todo indica que López Obrador no tiene claros los efectos de la decadencia económica en México. Prueba de ello fue la controversial declaración que hizo en abril del 2020 sobre que las crisis sanitaria y económica le “cayeron como anillo al dedo” a su gobierno.

Incluso las veces que ha reconocido la gravedad de la situación actual, recurrió a culpabilizar a terceros. En su encuentro con la prensa del 9 de noviembre, el jefe del Ejecutivo señaló que la caída financiera no fue producto de la contingencia por COVID-19, sino a causa de los periodos neoliberales.

“No estamos en crisis económica por la pandemia. Estamos en crisis económica porque fracasó el modelo neoliberal… La pandemia demostró que el modelo era inviable”, dijo el funcionario.

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Presidente López Obrador. Fuente: Cuartoscuro.

Finalmente, la autollamada Cuarta Transformación se ha convertido en una máquina de información propia y hasta absurda. Aunque instituciones como el INEGI, la OCDE o la misma Auditoría Superior de la Federación (ASF) analicen el panorama mexicana, López Obrador siempre “tendrá otros datos”.

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PIB cae 8.5% y tira la “pronta recuperación” de la 4T

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México cerró el 2020 con una caída del 8.5 en su Producto Interno Bruto (PIB), la peor disminución desde 1932. Con ello quedó comprobado que la autollamada Cuarta Transformación no ha logrado una pronta recuperación económica como tanto lo presume el presidente Andrés Manuel López Obrador

Esta mañana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó los resultados que tuvo el PIB a lo largo del cuarto trimestre del 2020. En este sentido, aunque presentó un incremento en los últimos meses, el país tuvo una caída anual bastante considerable. 

Y es que en un año, el PIB de las actividades secundarias tuvieron una baja de 10.2 por ciento y las terciarias de 7.9 por ciento. Únicamente las primarias crecieron en 2 puntos en todo un ciclo lleno de tensión sanitaria, financiera y de pobreza. 

PIB en el cuarto trimestre del 2020: Fuente: INEGI.

Sólo para recordar, el primer mandatario prometió al inicio de su gestión, un crecimiento económico anual del 4 por ciento. Aunque un pronóstico así sería difícil de cumplir en medio de la pandemia de COVID-19, lo descarado es que el jefe del Ejecutivo no reconoce que la economía mexicana está lejos de tener una prosperidad pronta. 

Todo lo contrario, López Obrador se ha dedicado a dar falsas esperanzas a los mexicanos. Con mensajes como “vamos bien”, “estamos saliendo de la pesadilla” o “tendremos una recuperación rápida”, el funcionario tabasqueño sólo contradice una realidad llena de pérdida de empleos, cierre de negocios y mayores índices de pobreza. 

Como prueba del cinismo del presidente de la República se encuentra la mañanera del 10 de junio, cuando aseguró que difiere de los economistas que pronostican una crisis económica en forma de “L” para México. Es decir, luego de su caída, las finanzas permanecen abajo por un tiempo prolongado —como lo están viviendo muchos de los mexicanos—. 

Desde la perspectiva del primer mandatario, quien carece de estudios especializados en materia, la crisis económica mexicana ha tenido una trayectoria en “V”. Para el servidor público, el toque de fondo de la moneda es únicamente un impulso para su salida. 

“Algunos analistas hablan de que va a hacer como una ‘L’, que caímos y estaremos en el fondo durante un tiempo. Mi pronóstico es que será como una ‘V’, que caímos, tocamos fondo y vamos para arriba”, expresó el funcionario.

Pero, lo más grave del asunto es que pese al paso del tiempo y los evidentes estragos de la pandemia de COVID-19, el líder de la autollamada Cuarta Transformación sigue haciendo declaraciones que hasta parecen burlonas.  Un ejemplo de ello fue la declaración que hizo desde Nuevo León sobre que México “ya está viendo las lucecitas para salir del túnel” que trajo consigo la contingencia sanitaria”. ¿En verdad es el fin con casi 2 millones de contagios y más de 155 mil pérdidas humanas?

Aumenta la pobreza a raíz de la pandemia

Otra de las pruebas que demuestra que López Obrador no está tan a favor de “los pobres”, se deposita en un estudio realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Resulta que según el análisis elaborado por el organismo, la pandemia de COVID-19 podría generar un crecimiento de hasta 7.9 por ciento de la población en condición de pobreza. Dicha cantidad, representa a alrededor de 9.8 millones de personas que ya no podrán tener ingresos suficientes para atender sus necesidades alimentarias y no alimentarias. 

Más aún, los habitantes en situación de pobreza extrema posiblemente tendrán un aumento de 4.9 puntos porcentuales, una situación equivalente a  6.1 millones de personas que serán protagonistas de tres o más carencias sociales. Estas últimas incluyen rezagos educativos, seguridad social, vivienda, salud, alimentación y acceso a servicios básicos. 

Asimismo, el Coneval alertó que la contingencia podría dejar hasta 1.7 millones de mexicanos sin empleo —41 por ciento de ellos pertenecientes al sector formal—. Tal panorama significa que un mayor número de habitantes no tendrá acceso a la seguridad social en medio de un padecimiento mortal. Pero, ¿qué ha hecho López Obrador?

El presidente del “primero los pobres” parece haber olvidado su población objetivo. Bajo la medida de entregar apoyos a adultos mayores, personas con discapacidad y becas a algunos estudiantes, cree que los esfuerzos de su administración han valido la pena. Sin embargo, no ha tomado en cuenta todos los factores que ponen en la cuerda floja a varios grupos vulnerables. 

Como ya lo ha señalado el Coneval, la pobreza es un estado multidimensional y por ende, debe ser abordado desde sus diferentes aristas. Por ello, resulta insuficiente que los “servidores de la nación “ entreguen montos económicos a quienes hayan alcanzado a censar.

En la misma dirección, medidas como la “trabajar de abajo hacia arriba” han resultado falacias en la administración de López Obardor. Esto, sobre todo si se toma en cuenta que según Oxfam México, el 1 por ciento del sector más rico del país, posee mayores recursos que los percibidos por 62 millones de habitantes pobres. 

Finalmente, las afirmaciones de esperanza emitidas a diario por el jefe del Ejecutivo son una forma de dar atole con el dedo a los mexicanos. Afirmar que la economía tiene una recuperación eficaz es tan irrespetuoso para los habitantes de la República, como decir que la pandemia de COVID-19 quedó domanda desde abril y ahora ocupa el tercer lugar en el mundo, en cuanto a número de fallecimientos.

El inicio del fin

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Nada tarda tanto como aquello que no se empieza.
 Alain.

Diferente

2020 y 2021 terminó e inició de manera diferente. Es la primera vez, en más de 35 años de actividad profesional, que muchos de amigos, colegas, clientes y otros miembros de nuestra comunidad no salimos de vacaciones. Hubo en general, poca “desconexión” sobre eventos que inciden en las empresas de las que somos dueños. En los últimos días del 2020 los mercados accionarios en Estados Unidos marcaron máximos animados por la autorización de nuevos estímulos económicos, la aprobación de nuevas vacunas COVID-19 y el propio inicio del proceso de vacunación. Lo anterior propició las primeras revisiones alcistas de estimaciones para la economía (PIB) en Estados Unidos y favorecerá también la revisión constante de mayores precios objetivos en acciones.

Recuperación general

Entre las citas que suelen acompañar mi columna, semanas desde hace más de 20 años, una que me gusta mucho dice “El principio es la mitad de todo”, sumamente ilustrativa para el 2021 que le aseguro que será “el inicio del fin”. El fin de la terrible pandemia que nos sorprendió hace un año y aunque es difícil pronosticar qué tan rápido podrá ser controlada en su totalidad, 2021 marcará también el inicio de una recuperación de entusiasmo, de retomar actividades con mayor fuerza y de capitalizar las experiencias de meses anteriores.

Me pareció importante presentar una gráfica que recuerda el proceso (duración u magnitud) que han llevado en Estados Unidos otras épocas de recuperación. Lo más importante a destacar es que, en todas ellas, los mercados accionarios de ese país observaron una tendencia alcista, animada por la propia recuperación. Como pocas veces, la probabilidad de continuación de un movimiento alcista es tan alta. La pregunta es: ¿está usted preparado para aprovechar el inicio de este fin? 


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México y el TPP-11: Crónica de un desastre anunciado

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Ellos se ríen de mi porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

El Acuerdo de Asociación Transpacífico es un Tratado firmado inicialmente por Brunéi, Chile, Nueva Zelanda y Singapur, el 3 de junio de 2005 y que entró en vigor el 1º de enero de 2006.

A partir de 2008, Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, Perú y Vietnam declararon su intención de adherirse a este acuerdo. Estados Unidos manifestó su deseo de participar en febrero de 2008.

En 2011, después de haber sido nombrado Subsecretario de Comercio Exterior, el Dr. Francisco de Rosenzweig Mendialdua señaló que “era imposible que México no participara en el proyecto de comercio internacional más grande del mundo”, por lo que en junio de 2012, la Secretaría de Economía anunció la intención de nuestro país señalando que, siendo Estados Unidos nuestro socio comercial más importante, era necesario que participáramos en las negociaciones a fin de defender los intereses de México y orientar las negociaciones a nuestro favor.

Conviene señalar que, desde el momento en que los altísimos funcionarios mexicanos manifestaron la intención de participar en el TPP-12, comenté su incongruencia, pues la nula competitividad de nuestro marco sistémico, frente a los que serían sus seis nuevos socios de Asia y Oceanía en el TPP (Australia, Brunéi, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam), era total y se reflejaba en la negativa evolución de nuestros intercambios con esos países a través de un déficit comercial abultado y creciente en el período 1993-2012, mismo que ascendió a -84,669 millones USD.

Cuando el 23 de enero de 2017, Estados Unidos anunció su retirada definitiva del Tratado, los funcionarios mexicanos, de una manera inexplicable, ilógica e irresponsable, mantuvieron a México en el proceso de negociación exhibiendo un liberalismo dogmático, señalando que “mucho se había trabajado y avanzado” en las negociaciones del TPP-12, por lo que continuaron obcecados con las negociaciones, así como con la promoción de la firma y ratificación de lo que se convirtió en el TPP-11, mismo que resultaba desventajoso para nuestro país en todos sentidos.

En los siguientes seis años, desde que se decidió participar en ese “proceso de integración”, el déficit de México con los seis países continuó creciendo y se duplicó pasando de -7,252 millones USD en 2013 a -14,410 millones USD en 2018, y acumuló un déficit total de -65,849 millones USD en este corto período.

Comentarios

Pareciera que la participación de México en las negociaciones del TPP se realizó por dogmatismo, en aras del libre comercio, pero sin un análisis técnico y razonado, sin tener una base sólida que permitiera conocer adecuadamente las condiciones, riesgos y posibilidades de nuestro país para lograr una actuación exitosa, empezando por la competitividad.

Increíblemente, uno de los argumentos que se esgrimieron como determinantes para participar en ese Acuerdo fue que, a través del mismo, se lograría ampliar la cuota para el acceso del aguacate mexicano al mercado japonés; situación que resultaba totalmente ilógica pues, desde el año 2005, México tenía un acuerdo con Japón mismo a través del cual se hubiera podido manejar bilateralmente, en lugar de llevarlo a un foro multilateral en el que la eventual ampliación de las cuotas tendría que ser compartida con los otros socios. Algunos de ellos resultan competidores directos para México en la producción de aguacate como son los casos de Chile y Perú, así como Nueva Zelanda que, aunque este último ahora orienta su producción a satisfacer al mercado interno, su enorme desarrollo tecnológico en materia de agrícola lo convertirá en un fuerte competidor nuestro, un hecho que en múltiples ocasiones señalé como una incongruencia más de nuestra política de comercio exterior y de la estrategia de promoción.

Los negativos resultados del intercambio en los 20 años precedentes, con los que serían los seis nuevos socios, no fueron suficientes para advertir a nuestros funcionarios del derrotero que seguiría nuestra relación comercial con ese grupo pues, en ese período, se acumuló un déficit de -168,120 millones USD, equivalente al 94.34% del déficit total de México.

Tampoco lo fueron los siguientes seis años del periodo 2013-2018, en que el déficit creció 99% al pasar de -7,252 millones USD a -14,410 millones USD, con un acumulado de -65,849 millones USD, mismo que corresponde al 117% de nuestro déficit total.

Lo peor es que México no percibió la gran oportunidad que hubo de retirarse de las negociaciones del Acuerdo cuando, en febrero de 2016, Estados Unidos decidió retirarse del mismo, en el que parece que fue el único acto coherente del presidente Donald Trump en relación con el comercio internacional, ya que la relación de ese país con Asia, se había traducido en un enorme proceso de desindustrialización por la relocalización de numerosas plantas manufactureras norteamericanas en el continente asiático.

Para México, esta obcecación se convirtió en uno más de la serie de desaciertos y errores que se han cometido en materia de comercio exterior en los 26 años más recientes pues, nuestro país, también había registrado la salida de más de 2,000 empresas exportadoras de nuestro territorio, principalmente norteamericanas, 900 de ellas dedicadas a la maquila.

Como resultado de este proceso, la supuesta integración comercial y productiva que se estableció como objetivo en el TLCAN no se ha logrado y, por el contrario, el resultado ha sido una nociva “Integración de la Importación” con Asia, pues el 30.08% de reducción en la importación que México registró procedente del TLCAN en el periodo 1997-2019, prácticamente se trasladó a Asia.

Así, en los 26 años de apertura comercial instrumentada a través de la firma de TLC’s con 54 países y una apertura comercial basada en una desgravación arancelaria unilateral totalmente ilógica, México acumuló un déficit total de -178,207 millones USD del cual, como se ha señalado, -168,120 millones USD se registraron con los 6 países del TPP-11.

Apuntes finales

El libre comercio es bueno cuando se realiza de una manera inteligente y México le apostó a ese proceso que, durante el período 1994-2000, imprimió enorme dinamismo a las exportaciones y a la economía nacional debido a que las reformas estructurales realizadas en los 80 y principios de los 90, hicieron a nuestra economía muy competitiva.

Desgraciadamente, durante el período de Ernesto Zedillo no hubo reforma alguna que permitiera mantener la competitividad, como tampoco la hubo en los sexenios posteriores, de tal manera que la pérdida de competitividad del marco sistémico, aunado a la carencia de una política de comercio exterior y de una estrategia con programas, proyectos y políticas públicas realistas, ha generado un gran deterioro de nuestro comercio exterior y de nuestra economía porque en este período estas actividades han sido realizadas bajo un esquema de improvisación y simulación. 

Como consecuencia de la serie de incongruencias registradas en relación con el TPP-11, durante los primeros 22 meses de operación del Acuerdo, el déficit con los 6 nuevos socios del TPP-11, continuó elevándose debido a que en dicho período nuestras exportaciones registraron un descenso de -1,095 millones USD, en tanto que las importaciones procedentes de esa región se incrementaron en 3,245 millones USD.

Así, el déficit en ese periodo ascendió a -29,083 millones USD e, incluyendo a Japón, el socio con el que ya teníamos un TLC desde el año 2005, el déficit se elevó a -49,007 millones USD.

La firma del TPP-11 vino a ser lo que en una ocasión llamé la cereza de un pastel amargo e indigesto, pues constituye la culminación de un proceso de deterioro de nuestro comercio exterior que se ha convertido en una pesadilla y una competencia desleal para la planta productiva nacional.


Notas:
Funcionarios mexicanos en la luna”;
México: más teoría y nada de práctica”.


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El problema es económico, social y ético

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El golpe a la economía mundial por la pandemia del Covid-19 hace necesaria la adopción de grandes cambios en política económica; ningún gobierno ha podido evitar un gran número de bancarrotas empresariales usando medidas tradicionales.

Un cambio favorable es una mayor conciencia de que la recuperación exigirá enfrentar el presente y el futuro con ética social y ambiental. Es decir, se requerirán políticas diferentes para romper el círculo vicioso que caracteriza la crisis, formado por una mayor desigualdad, menor productividad, menor demanda y, consecuentemente, menores inversiones productivas, menos empleos y sí, efectivamente, mayor desigualdad y menor demanda.

Ese círculo perverso es económico, social, y obliga a revisar la forma en que las decisiones de política han cerrado –hasta ahora– las posibilidades de una recuperación con más participantes, más incluyente, más equitativa.

Desde marzo pasado, con la pandemia recién declarada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indujo a los gobiernos a poner en marcha programas de apoyo fiscal y monetario para salvar empresas y familias; casi todos lo hicieron, con resultados dudosos hasta ahora.

economia en problemas
Imagen: Milenio.

Al gobierno de México se le critica porque sólo destinó a programas de salvamento el 1 por ciento del PIB; a pesar de ello, según el propio FMI, el PIB mexicano caerá 9% este 2020, igual que otras economías que gastaron y se endeudaron mucho más.

España es un gran ejemplo de la urgencia de cambiar diagnósticos y políticas; dedicó en marzo 100,000 millones de euros al otorgamiento de garantías para facilitarle a las empresas la obtención de créditos y que pudieran seguir trabajando, pero sin demanda las empresas no invierten y hasta reducen su producción, lo que hundirá el PIB español 12.8% este 2020.

En 2021 veremos si la opulencia española y la austeridad mexicana tienen efectos diferentes; las estimaciones del FMI son que la economía ibérica tendrá un repunte superior a 7% mientras que la mexicana quedará en la mitad, 3.5%.

Se ha criticado que el gobierno de México vaya a contracorriente del resto del mundo y le reclaman que siga una política desarrollista, sin consideración de la desigualdad en ingresos como primera causa del agotamiento del modelo neoliberal y de la crisis que hay que superar; el desarrollismo –política industrial, inversión pública, financiamiento accesible y demás–, sería necesario, pero después de destrabar la brutal concentración de riqueza e ingresos y detener la caída de la demanda.

Se requieren nuevos paradigmas. El Informe 2020 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) considera la “hiperdesigualdad” como una grave amenaza a la reconstrucción de la economía mundial y como clave para superarla, pone énfasis en aumentar los salarios reales.

economia en crisis
Imagen: Freepik.

Y es que en todo el mundo capitalista, desde Alemania hasta Francia, Estados Unidos y México, la caída de los salarios abatió niveles de vida (y de consumo) en todas partes “producto de cuatro décadas de represión salarial”, dice el informe de la UNCTAD.

El problema es económico y social, pero también ético a la hora de tomar las decisiones de gobierno: la crisis tiene dos componentes caídos: la oferta y la demanda. Las medidas clásicas ponen el énfasis en favorecer las inversiones que generan la oferta, cosa que el neoliberalismo llevó al extremo; el péndulo tiene que ir de regreso para actualizar la responsabilidad del Estado con el bienestar y la seguridad de la sociedad.

El primer paso, una vez superada la pandemia es, como dice la UNCTAD, subir los salarios; esta semana se habló mucho de que los salarios en México son los más bajos, no sólo de la OCDE, sino de casi toda América Latina, y el presidente adelantó que propondrá que el mínimo aumente 15 por ciento en 2021.

Rápidamente, Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, espetó que el aumento salarial que propone AMLO, lo pague el gobierno; como si no entendiera que la reanimación de sus negocios depende del fortalecimiento del mercado.

Feliz Navidad y que haya prosperidad en el 2021.


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OCDE mejora perspectivas económicas para México en 2021

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mejoró las perspectivas en la economía de México para lo que resta de este año y el próximo. Esto, sobre todo a causa del comportamiento de las exportaciones, las mejoras en el consumo, el crecimiento laboral  y las remesas.

El nuevo reporte de la OCDE apuntó que la economía mexicana tendrá una caída de 9.2 por ciento para el 2020. No obstante, en el pasado mes de septiembre había pronosticado una baja de 10.2 puntos porcentuales.

En cuanto al panorama para el siguiente año, el organismo manifestó un pronóstico de 3.6 por ciento de crecimiento. Dicho panorama resultó un  tanto más alentador que el ascenso del 3 por ciento que brindó hace algunos meses.

Pese al nuevo escenario, la OCDE advirtió que todavía México experimenta visiones muy inciertas. Tal situación debido a que un repunte de casos de COVID-19 traería consigo nuevas medidas de restricción que podrían poner en la cuerda floja los avances en materia económica.

Cabe mencionar que la Organización no dejó pasar el aumento de la desigualdad, pobreza y brechas de género que ocasionó el virus SARS-CoV-2 en el país. Por estas razones, resaltó la importancia de aplicar políticas macroeconómicas que mejoren la situación.

A nivel mundial, el organismo pronosticó un crecimiento del PIB del 4.2 por ciento para el 2021. Es decir, el mismo porcentaje que disminuyó a lo largo del presente año.

Y es que de acuerdo con la OCDE, las campañas de vacunación contra el virus SARS-CoV-2, trajeron consigo mayor confianza en la recuperación económica a nivel internacional. Todo lo contrario, señaló

Finalmente, el organismo de alcance mundial puso de manifiesto que el repunte económico será más robusto en los países asiáticos, debido al control que han tenido sobre la emergencia sanitaria. Sin embargo, también alertó que son muchos los países que no llegarán a su nivel económico que tenían en 2019, durante el próximo año.

México, PIB Total y Per Cápita decadentes

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México inició su inserción al proceso de globalización en la década de los 80, realizando importantes reformas estructurales que, en 1981 y 2001, le permitieron ubicarse como la 8ª economía, sin embargo, a partir del 2002 fue cayendo para llegar al 15º lugar en el año 2009, posición que mantuvo hasta el 2019 ya que, para el 2020, las cifras preliminares del FMI nos dicen que, al final del año, caeremos hasta la 16º posición.

tabla

Esto significa un decremento enorme en la generación de riqueza en nuestro país, de tal manera que nuestra participación en el PIB Mundial pasó de 2.67% en el año 1981, a 2.22% en el año 2001 y a sólo 1.24% en el año 2020, es decir, una pérdida de 54% en la participación en la creación de riqueza mundial.

Sin duda, un grave problema para México debido a la carencia de un marco sistémico que permita, a la planta productiva nacional, operar en un nivel competitivo equiparable al de sus socios del TLCAN, principalmente.

Así, el Foro Económico Mundial nos ubica en un proceso negativo de competitividad a partir del año 1999 pues, prácticamente, en el sexenio de Ernesto Zedillo, no hubo reformas que ayudaran a mantener los progresos que se habían logrado con las reformas adoptadas en los 80 y principios de los 90.

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Especial referencia hace el Foro Económico Mundial a la pésima calidad de las instituciones públicas mexicanas y la de sus funcionarios, pues es esa deficiente condición la que no ha permitido, en los 26 años más recientes, definir una estrategia, con programas, proyectos y políticas públicas realistas que incidan positivamente en el desarrollo económico del país y en el bienestar de los mexicanos.

Tabla

Desgraciadamente, esta situación se refleja de una manera muy deprimente en un reducido crecimiento de la economía, lo que también ha generado una constante y escalofriante caída de nuestro PIB Per Cápita, especialmente a partir del año 2014 pues, si en ese año era de 10,929 USD, para el 2020 será de sólo 8,069 USD, es decir, una pérdida de -2,860 USD y un descenso de -26%, aunque entre 2019 y 2020 resultó mucho peor, pues pasamos 9,862 USD a sólo 8,069 USD, con una pérdida neta de -1,763 USD en sólo un año, es decir, una caída de 18%.

Comentarios

La pérdida de posiciones de México como economía mundial, entre 2001 y 2020, ha sido originada por la reducida tasa de crecimiento de su PIB. De las 30 principales economías del mundo, México aparece en 28º lugar con 37%, sólo superado negativamente por la de Japón que fue de 14% y la de Argentina con 28%, en tanto que la tasa de crecimiento del PIB Mundial fue de 148%.

Durante este período, China registró un crecimiento de su economía de 1,041%, el más alto a nivel mundial, India con 425%, Rusia 346% y Australia 254%, debiendo señalar que el crecimiento de Indonesia fue de 522%, el segundo más importante del período, siendo el país que nos desplazó de la 15ª posición como economía mundial más importante.

Así, México cayó a la 16ª posición al perder 8 lugares como economía mundial siendo superado por India, Canadá, Corea, Rusia, Brasil, Australia, España e Indonesia.

Como he señalado, esto significa una terrible reducción en la generación de riqueza en nuestro país, de tal manera que nuestra participación en el PIB Mundial pasó de 2.67% en 1981, a 2.22% en 2001 y a sólo 1.24% en el año 2020.

Tabla

Por lo que se refiere al PIB Per Cápita, en el año de 1981 registramos el nivel más alto ubicándonos en el 42º lugar a nivel mundial; que en 2001 nos ubicamos en el 48º y que, en el 2020, los números nos remiten hasta el 76º lugar, habiendo sido superados por algunos países a los cuales, nuestros altísimos funcionarios denominan “hermanos menores” en América como son Uruguay, Antigua y Barbuda, Panamá, Chile, Costa Rica, Granada, Santa Lucía y Guyana.

Por el contrario, cuatro países que nos superaban en este rubro, en 1981, cayeron por debajo de nosotros: Gabón, Libia, Ghana y, un hermano menor, Venezuela, que pasó de 5,086 USD a sólo 1,739 USD.

También es importante mencionar que nuestro PIB Per Cápita pasó de ubicarse 42% por arriba del promedio del PIB Per Cápita Mundial en 1981, a 37% en 2001; y a un -26% por debajo en el año 2020.

Apuntes finales

La pérdida de importancia como economía mundial y el descenso de la posición del PIB Per Cápita de México, sólo se puede explicar por la carencia de una estrategia que nos permita crecer como lo han hecho muchos otros países.

Especial referencia me permito hacer a los casos de Corea y Taiwán, países que en 1981 tenían un PIB Per Cápita equivalente al 45% y 64% del mexicano, respectivamente, y que para el 2020, se incrementaron exponencialmente y equivalen al 380% y 333%, situación que también se presenta con España en que asciende a 399%, nada más.

En el cuadro que incluyo a continuación, he marcado con rojo los países que nos han superado en ingresos Per Cápita entre 1981 y 2020, mismos que alcanzan un total de 34, debiendo señalar que el período más crítico ha sido después de 2001, año a partir del cual, prácticamente, han estado en vigor los TLC’s que nuestros altísimos funcionarios firmaron con 54 países y los 33 APPRIS porque nos prometieron que iban a generar enorme riqueza y bienestar, así como carretadas de IED hacia nuestro país, para convertirnos en la 5ª economía mundial para el año 2020, pero que la cruel realidad nos sitúa en el 16º lugar.

Especialmente crítico y preocupante es el período 2019-2020, pues pasamos de 9,862 USD a sólo 8,069 USD, con una pérdida neta -1,763 USD en sólo un año, es decir, una caída del PIB Per Cápita de 18%.

Tabla

Naturalmente, los altísimos funcionarios señalarán que este deterioro es consecuencia de la situación e incertidumbre mundial, sin embargo, el cuadro anterior nos muestra que eso es incorrecto pues por lo menos 34 países, en un universo de 76, mostraron mayor habilidad e inteligencia que México para generar crecimiento y mayor bienestar para sus habitantes.

Eventualmente, podrían insistir en disculpar la situación, manifestando como lo hizo “el gran político, pensador y filósofo mexicano”, Vicente Fox y su grupo de asesores, que no es que México no crezca, sino que los demás países crecen más que el nuestro, sin acertar a pensar ni darse cuenta de que ése es el gravísimo problema.


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PIB crece 12.1 % en el tercer trimestre del año

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El Producto Interno Bruto (PIB) presentó un incremento del 12.1 por ciento durante el tercer trimestre del 2020 —con relación al trimestre inmediato anterior—. No obstante, sigue con una caída de 8.6 puntos porcentuales a nivel anual.  

Esta mañana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el PIB también reportó un crecimiento en el periodo de “julio-septiembre” en cuanto a sus niveles que lo conforman: actividades primarias, secundarias y terciarias.

El sector que presentó un mayor crecimiento trimestral, fue el secundario con un avance de 21. 7 puntos porcentuales. Mientras tanto, el terciario aumentó en 8.8 por ciento y el primario en 8 por ciento.

En cuanto al desglose anual, los ramos siguen un tanto débiles. Resulta que si se comparan dichos sectores con relación al mismo periodo pero del año pasado, las actividades terciarias retrocedieron un 8.9 por ciento y las secundarias un 8.8 por ciento. Las únicas que se mostraron al alza, fueron las primarias con un aumento de 7.4 puntos porcentuales.

Por otro lado, la institución estadística apuntó que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) mostró un aumento global del 1 por ciento en septiembre. Esto, si se toma como referencia el mes inmediato anterior.

Sobre los datos del INEGI, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la economía de México va en recuperación. En este sentido, aplaudió que se esté cumpliendo su pronóstico con relación a la crisis financiera del país.

El líder de la autollamada Cuarta Transformación explicó que la economía mexicana bajó en un 17 por ciento durante el segundo trimestre del año. Sin embargo, resaltó los resultados del INEGI al señalar un avance del PIB en 12 puntos.

“Denme la oportunidad de presumir que se nos está cumpliendo nuestro pronóstico… Dijimos vamos a hacer una ‘V’, vamos a salir rápido”, dijo el funcionario.  

Durante la conferencia matutina de este 26 de noviembre, el primer mandatario también comentó que de agosto a la fecha, en el país se han recuperado alrededor de 600 mil empleos. En este sentido,  el jefe del Ejecutivo comentó que no se puede decir que el país está en malas condiciones.

Finalmente, es importante recordar que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió el mes pasado que México alcanzará una recuperación económica real hasta el año 2025. Incluso, puso de manifiesto que las consecuencias de la pandemia que tuvo el país a mediano plazo, se ven un tanto mayores a lo que se esperaba.