El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió un crecimiento económico del 5 por ciento para México este 2021. No obstante, a lo largo del sexenio sus pronósticos en materia han destacado por ser muy optimistas, pero fallidos y caracterizados por las pugnas contra la inversión privada local y foránea.
Durante la conferencia de prensa de este 22 de febrero, el Primer Mandatario señaló que el país ha podido salir adelante con la estrategia aplicada. Incluso, advirtió que las personas “más pobres” no han tenido problemas para adquirir alimentos y productos de consumo básico.
“Nos ha funcionado apoyar abajo. Con la pandemia hemos logrado fortalecer la economía popular y hemos evitado que haya crisis de consumo”, dijo el funcionario.
Desde la tribuna de Palacio Nacional, el Jefe del Ejecutivo aseguró que hay países que se endeudaron con la llegada de la COVID-19. Pese a ello, el líder de la autollamada Cuarta Transformación apuntó que esas naciones ni resolvieron las problemáticas sociales, ni están creciendo.
Cabe señalar que pese al optimismo de López Obrador, la realidad mexicana es otra. El contexto nacional e internacional han hecho quedar fuera de lugar promesas del Presidente, tales como la de un crecimiento económico anual del 4 por ciento o la del bienestar general en personas en condición de pobreza. Pero, vayamos por partes.
AMLO prometía crecimiento anual del 4%
Una de las grandes banderas del Mandatario tabasqueño fue la de implementar un crecimiento económico anual del 4 por ciento. Incluso, el pasado 9 de julio del 2018 —antes de tomar posesión —se comprometió con los empresarios de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) a hacerlo.
Lo que AMLO no tomó en cuenta es que la pandemia de COVID-19 llegaría y arrastraría con cada uno de sus planes. En este sentido, México cerró el 2020 con una de las crisis económicas más graves del último siglo.
Según datos del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI), el Producto Interno Bruto (PIB) del país sufrió una caída anual de 8.5 puntos porcentuales. El sector más afectado por la contingencia sanitaria fue el secundario, ya que cayó en un 10.2 por ciento.
Mientras tanto, las actividades terciarias cayeron en 7.9 por ciento y las primarias registraron un ligero crecimiento de dos unidades.
Ahora bien, de acuerdo con información recabada por el Banco de México (Banxico), tan sólo en los meses de abril y mayo del año pasado, en el territorio se perdieron alrededor de 12 millones 180 mil de empleos. De dicha cantidad, 3.72 millones pertenecen al sector formal y 8.46 millones a la informalidad.
Pese a los datos anteriores, López Obrador ha permanecido muy optimista. A lo largo de la contingencia sanitaria —que ya dejó más de 2 millones de contagios y 180 mil defunciones— el Primer Mandatario ha manejado el discurso de una “pronta recuperación económica”. Sin embargo, el escenario mexicano dicta otra cosa.
AMLO no toma en cuenta aumento de pobreza
Resulta que contrario a las declaraciones del Presidente de la República, la población en condición de pobreza, pobreza extrema y pobreza por ingresos, se fue al alza este 2020. Incluso, muchas de esas personas siguen sin poder salir de la severa situación.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), con la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, la pobreza por ingresos podría incrementar hasta en un 7.2 o 7.9 por ciento. Dicha cifra representa a una cantidad que va de entre las 8.9 y 9.8 millones de personas.
Los habitantes en situación de pobreza extrema pueden aumentar entre 6.1 y 10.7 millones, gracias a la COVID-19. Es decir, es probable un ascenso de hasta el 8.5 por ciento de personas incapaces de comprar alimentos para satisfacer sus necesidades nutrimentales.
En la misma dirección, la gente que debe enfrentar la pobreza laboral fue al alza. Resulta que según el Coneval, alrededor del 40 por ciento de los mexicanos tienen ingresos inferiores al valor de la canasta alimentaria.
Y es que la contingencia sanitaria dejó una baja en los ingresos por empleo, pero también provocó que subieran los precios de los productos de primera necesidad. De esta manera, México registró una inflación del 6.1 por ciento en zonas urbanas y del 7.6 en áreas rurales.
Así es como el pronóstico emitido por Andrés Manuel López Obrador sobre un avance del 5 por ciento, todavía es muy incierto. Incluso, las encuestas realizadas por el Banco de México apuntaron que este 2021 espera un crecimiento de alrededor de 3.5 puntos porcentuales, un escenario todavía alejado de la recta previa a la pandemia.