Internacional

“Su Casa”, una realidad que supera las películas de terror

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Con la atención centrada en la pandemia y sus consecuencias fatales a nivel social y económico, en la esperada vacuna que finalmente llega en medio de tanta controversia, el mundo entero parecía haberse olvidado de otros problemas.

La migración y, sobre todo, la situación de los refugiados, es uno de esos problemas que en Europa alcanza grandes magnitudes. A finales de 2020 volvió a presentársenos en las pantallas caseras vía Netflix, con His House del joven británico Remi Weekes. La película había sido estrenada en el festival Sundance en enero del mismo año y está basada en el guion del matrimonio formado por Felicity Evans y Toby Venables

En apariencia se trata de una cinta de horror, es decir, casa embrujada, fenómenos sobrenaturales y monstruos que persiguen y torturan a los protagonistas. Y en cuanto a su calidad en ese sentido baste decir que, entre muchas otras, obtuvo nominaciones del Cine Independiente Inglés a Mejor Maquillaje y Mejores Efectos Especiales.

His house, película
Imagen: Vix.com.

Pero lo que, en mi opinión, vale la pena de Su Casa es que utiliza el miedo que causa lo sobrenatural como metáfora de los peores horrores de la vida real y los fantasmas que se instalan para siempre al lado de quien los sobrevive. Un hogar postizo envenenado de racismo desde sus cimientos se alía con los demonios personales de los recién llegados con el fin de destruirlos.

La guerra de la que salieron huyendo los protagonistas podría ser cualquiera (de hecho, en la idea original del guion se trataba de Siria, pero se desplazó hasta la guerrilla y masacres en Sudán con el fin de que Weekes se identificara con la cultura y circunstancias de sus personajes). Es quizá más terrible que la explotación por desprecio que espera a los emigrados en su país de acogida. Eso es lo que les toca decidir a ellos… porque nadie imagina lo que tuvieron que soportar para llegar adonde están.

El juego entre los procesos de lucha interna que los esposos protagonistas sufren a destiempo es un disparador para que el público descubra el secreto que los separa, y al mismo tiempo los une. Una vuelta de tuerca inteligente que cambia de tono todo el relato y le da verdadero sentido: realmente vale la pena ver hasta el final para descubrirlo.


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La Agenda Global 2021 y la recuperación de la democracia

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La agenda global exige que la comunidad internacional organizada plantee soluciones a la problemática común de la humanidad y del planeta. Entre estos problemas está la erradicación de la pobreza y del hambre, la reducción de la creciente desigualdad; que se detenga la destrucción de la naturaleza y de los ecosistemas para preservar la vida humana en el planeta; el combate al cambio climático, entre otros objetivos.

Sin embargo, los dramáticos acontecimientos de la toma del Capitolio en Washington nos recuerdan la importancia de recuperar la democracia, bajo ataque en varios países en el mundo. Es necesario preservar las libertades y enfrentar al neo-fascismo, el populismo demagógico y el despotismo que tienen bajo fuego a numerosos sistemas políticos.

Una de las expresiones para solucionar la problemática global es la Agenda 2030 de Naciones Unidas. La Asamblea General de la ONU en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada del 25 al 27 de septiembre de 2015, aprobó un plan de acción mundial a largo plazo (2016-2030) titulado “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” (Agenda 2030), para erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible en tres dimensiones, económica social y ambiental, sin comprometer los recursos de las futuras generaciones.

El surgimiento de la pandemia del COVID-19, a finales de 2019, afectó profunda y radicalmente el cumplimiento de la Agenda. La crisis económica causada o agravada por la pandemia, según diferentes casos, está afectando a todos los segmentos de la población, a todos los sectores de la economía y a todos los países del mundo. Esta crisis dificulta aún más el logro de los 17 objetivos del Desarrollo Sostenible que integran la Agenda 2030.

fuego al capitolio, Trum
Imagen: Político.

De acuerdo con la ONU, el paradigma de desarrollo actual en el mundo es insostenible, debido al lento crecimiento económico, acompañado de grandes desigualdades sociales y de una elevada degradación ambiental. Estos retos deben ser atendidos, por lo que es necesario un cambio en los patrones de producción, energía y consumo sostenibles e incluyentes.

Pero los graves crímenes contra la democracia incitados por el propio presidente Trump son una llamada de atención global sobre la necesidad de actuar para defender a las instituciones democráticas de los ataques a los que las han sometido un conjunto de corrientes populistas, con aspiraciones despóticas y autoritarias, que han aprovechado diversas crisis económicas y sociales para construir alternativas demagógicas, basados en verdades a medias y mentiras completas.

Es claro que en el mudo se viven profundas crisis económicas y sociales que han afectado a muchos países. En tanto que en varios países enormes cantidades de personas han salido de la pobreza, como es el caso de algunos Estados en la región el Asia-Pacífico, en otras naciones en varias regiones en el mundo han tenido décadas de estancamiento económico, persistencia de la pobreza y un dramático incremento de la desigualdad. En varios países desarrollados y en economías emergentes se han vivido 40 años de estancamiento y degradación de los ingresos de amplios sectores de las clases medias.

fin democracia USA
Imagen: University of Rochester.

Asimismo, en muchos países las instituciones políticas se han visto profundamente rebasadas y son altamente disfuncionales. Muchos sistemas políticos se ven dañados por la corrupción, la impunidad y la incompetencia, como es el caso de varios países latinoamericanos. Todo esto se ha dado en el contexto de todavía un  muy elevado crecimiento demográfico y de un acelerado proceso de destrucción de la naturaleza y degradación del ambiente que pone en entredicho la sobrevivencia y viabilidad de la civilización y aún de la vida humana.

Pero la solución a esta compleja problemática no radica, desde luego, en apelar más a las emociones y los prejuicios que a la razón. Se han formado corrientes populistas dirigidas por demagogos que aprovechando el legítimo descontento ofrecen soluciones falsas, diagnósticos simples que buscan destruir estructuras institucionales, muchas de ellas ciertamente mejorables, para instaurar dictaduras. La construcción de una “verdad alternativa” ha sido un rasgo común.

Lo sucedido en el Congreso de Estados Unidos no puede quedar impune. Fue la culminación de un gobierno construido y desarrollado a través de la mentira, fomentando el racismo, el odio y la polarización, apoyado en grupos sociales rurales con poca educación y de fanáticos religiosos. Recordemos que esta agresión sucedió en una de las democracias más antiguas y aparentemente consolidadas en el mundo, en el país que aún es la primera economía del planeta y la más importante potencia militar.

Al respecto, cabe recordar que el gobierno de Trump no ha sido sólo demagógico sino altamente incompetente desde el punto de vista de los intereses de su propio país. Los únicos beneficiarios directos de su administración fueron los grandes intereses corporativos. Al respecto, cabe anotar el testimonio recogido por Heather Cox Richardson, según el cual, Trump vio por televisión y con entusiasmo la agresión al Capitolio, pero sólo lamentó que la apariencia de los agresores fuera de gente pobre y desarrapada.

Trump, odio, asalto capitolio
Imagen: La Razón.

Pero lo más grave de todo es que Donald Trump no es sólo causa, sino también efecto de este fenómeno. Cada vez queda más claro que en este atroz atentado contra la democracia han estado vinculados numerosas personas de diversos estratos sociales, incluida la complicidad de algunos legisladores y de miembros de cuerpos policiacos. El racismo, la xenofobia y el odio están profundamente enraizados en buena parte de la sociedad estadounidense.

La realidad es que los Estados Unidos de América, como muchos otros países, están profundamente divididos.

Es necesario diseñar un modelo de crecimiento para la prosperidad y el bienestar de todos, sin que nadie se quede atrás, pero desvinculado de la destrucción de la naturaleza y de la degradación del ambiente.

Debemos encontrar las soluciones a la problemática global con base en el conocimiento científico y en los avances tecnológicos. Pero es fundamental efectuar estos cambios con el más estricto apego al Estado de Derecho, a través de instituciones democráticas, con pleno respeto a las libertades, base del progreso y del respeto a la dignidad de las personas y a sus derechos fundamentales.

La lucha contra el neo-fascismo y el despotismo va a ser larga y difícil, pero la derrota de Trump es un magnifico indicio de la recuperación de la decencia y la racionalidad.


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La violencia jamás debe ser el camino

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El territorio estadounidense ha sufrido una presión “intensa” en estos últimos días producto, de la irrupción “desesperada” de partidarios “trumpistas” en el capitolio de Washington –centro neurálgico de control en la gestión de la vida estadounidense–, en el contexto de las reuniones para la certificación de la victoria del líder demócrata Joe Biden.

No cabe duda que la “desesperación” muchas veces se antepone a la posibilidad de razonar sobre algo. Me parece que las acciones provocadas e impulsadas recientemente por el grupo de partidarios del saliente presidente estadounidense Donald Trump en el recinto legislativo, son una lección “amarga” para una democracia que se precia de ser de las más ejemplares de nuestro universo contemporáneo.

Me parece que las imágenes que han recorrido nuestro planeta en torno a la inadaptación del régimen trumpista a la transición, obedece a la “bestialidad” de ciertos grupos de poder que se han venido “emborrachando” desde siempre en torno a las posibilidades de decidir o no sobre los asuntos enteramente pertinentes a “el otro”.

toma del trumpismo
Imagen: The Intercept.

Es impensable lo que ha pasado este miércoles seis de enero, en el contexto de la certificación del triunfo del presidente electo Joe Biden.

Bajo mi punto de vista, a medida que se acerca el día de la transición, las cosas pueden “subir” de crispación si no hay un llamado a la cordura ciudadana por parte de los diversos líderes políticos, sobre todo del entorno trumpista. Ahora bien, esto tiene que ver indiscutiblemente con la ética personal y política que debe traducirse en el servicio público auténtico, a través del cual los gobernantes de nuestras sociedades observen en la gerencia de la administración estatal la posibilidad de poner un “granito de arena” en el trabajo de promoción de lazos fuertes de justicia y progreso humano.    

Sin lugar a dudas que todas estas acciones de confrontación ensombrecen de alguna forma el sistema democrático-electoral del gran país del norte, en tanto que los “caprichos” de ciertos dirigentes hacen “tambalear” la fe y confianza ciudadanas en este instrumento básico para la construcción de un estado de derecho que responda y garantice el bien común. 

Creo que el problema central en este asunto es cierto egoísmo del lado republicano, lo cual “compromete” la paz y tranquilidad sociales, y que toma cuerpo en los disturbios que hemos visto últimamente.

censura trumpista
Imagen: MKT News.

Pienso que estas acciones obedecen a cierta estrategia del equipo de Trump de distraer a la sociedad con un trasfondo que “esconde” cierta frustración por haber perdido estas elecciones que por “tradición” ha venido “sentando” en la Casa Blanca por dos periodos.

Este año que recién empieza, indudablemente debe darnos las “pistas” para repensar nuestras propias acciones en pro de construir comunidades y humanidades sólidas y bien hechoras en la construcción de fuertes bases humanas que cooperen al bienestar colectivo como premisa para el bien individualizado.

En conclusión, lo acaecido estos días en la tierra del “Tío Sam” no es más que el reflejo de la polarización en la que ha sumido al país el magnate neoyorquino, el cual vino subiendo de intensidad aun antes de que fuese electo presidente en 2016. Apelamos al respeto y la tolerancia para que haya una “entrega” pacífica del poder.


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Insurrectos en Washington. La democracia y la verdad a prueba en México

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Sucedió lo impensable, el discurso incendiario convocando a la defensa del voto para impedir la certificación de su adversario como cuadragésimo sexto presidente del país de los justos, tuvo resonancia y respuesta.

El asalto a la sede del congreso norteamericano en Washington transmitido en tiempo real al mundo entero se observaba con incredulidad, una abierta rebelión estaba en marcha en el icónico recinto, alentada desde el mismísimo Poder Ejecutivo de Estados Unidos.

Las escenas de la irrupción multitudinaria y violenta de los simpatizantes del aún actual presidente, los atuendos bizarros y las consignas exhibidas y coreadas poco difieren de las de algún filme hollywoodesco en los que algún villano amenaza la libertad, la democracia y la justicia, en las que el héroe suele ser, curiosamente, el propio presidente.

impensable toma de capitolio
Imagen: The New York Times.

La gestión de Donald Trump ha sido desde su inicio, ahora que el término está de moda, “atípica” en muchos sentidos, pero particularmente por la heterodoxia de su “personal estilo de gobernar”, que no admite negativas ni contradicciones a sus deseos y objetivos. Todo lo que se oponga es, simplemente, desechable.

La arrogancia y la obstinación por mantenerse en el poder, en principio enarbolando la comisión de un fraude en su contra y, derivado de ello, la convocatoria a la defensa de su victoria mediante la movilización enardecida de las masas, carece de precedentes en la historia moderna de nuestro vecino y más importante socio comercial, a quien nos une, indefectiblemente, geografía, historia y porvenir.

Lo impensable fue posible y es de pronóstico reservado lo que aún se verá en la situación interna. El país del norte ha sido tocado por la flecha envenenada de la polarización, el racismo y la intolerancia, llegando a extremos antes no vistos (terrorismo doméstico, según ha declarado el propio presidente electo).

Es necesario considerar el carácter impredecible de quien todavía ostenta el mando y quien, si no aparece en el camino algún impedimento legal, tendrá una larga semana y media para continuar maquinando acciones radicales. Tampoco puede dejarse de lado la capacidad de presión y los intereses de quien dejará en breve la casa blanca.

Para él y sus más extremistas seguidores, quizá este capítulo no se ha cerrado, pero las enseñanzas de “una atípica gobernación” en el país que se sigue erigiendo como el paladín de la libertad, el inventor del federalismo y el defensor de la democracia, deben ser analizadas, aprendidas y extrapoladas, explícitamente cuando un solo hombre, a pesar de la sólida estructura legal e institucional, puede convertirse, con el voto y la manipulación ciudadana, en el autócrata más inconsciente y tiránico.

impensable toma de capitolio
Imagen: The New York Times.

Donald Trump lo advirtió desde su llegada al poder, nadie se llame sorprendido. No faltaron voces de desconfianza. Se manejó la incapacidad mental pero el aparato lo neutralizó. Se recurrió a la ilegalidad de procedimientos y facultades, pero todo se resolvió por las facultades y la “Seguridad nacional”. Durante cuatro largos años el país de los valientes acudió a los valores de una gran nación, al engaño y la manipulación, al discurso del pasado, donde todo estuvo mal, apostando a la esperanza de un futuro más promisorio.

Mucho nos deja de enseñanza lo sucedido en un país tan sólido legal y filosóficamente cimentado en sus principios, que, aunque usted no lo crea, fueron la inspiración de nuestra prostituida Constitución, no sólo porque lo impensable fue posible, sino porque lo pensable es el futuro posible y el escenario no deseable de nuestro indeseable 2021.

Es sólo un pensamiento golondrino. ¿Acaso Trump le hizo caso a AMLO?

Pero desde luego Biden no permitirá la ocupación del capitolio ni desalojará Reforma con una multimillonaria mochada.

Quienes han elegido el camino del engaño, la manipulación y la mentira deben sentirse aludidos por la realidad.

Es una recomendación inocua para una inteligencia inocua. Pero Don Porfirio la advirtió: no hay que soltar al tigre.

La desigualdad, la ignorancia y la pobreza siempre claman justicia.


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Gracias Donald Trump

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Gracias Donald Trump por habernos mostrado tu verdadero rostro. Gracias por poner en jaque la democracia estadounidense; por mostrarle al mundo lo que un narcisista maligno, psicopático y limítrofe es capaz de hacer. Gracias por haberte puesto en evidencia, por haberte desenmascarado, por quedar fuera de la carrera presidencial de 2024. Gracias por mostrarnos todo aquello que no queremos, ni debemos nunca ser como personas. Gracias por enseñarnos lo que la mayor amenaza política de nuestros días: el populismo, del color político que sea, puede hacerles a sus ciudadanos.

Hoy es un día en que sentimos vergüenza ajena y asombro, pero también alivio. Estados Unidos y el mundo ha comenzado a liberarse definitivamente de ti; del misógino, del racista, del que ha separado familias sin piedad, del enemigo de los ecosistemas del planeta; del personaje chabacano, del payaso prepotente que ha encontrado lamentables imitadores, tan mediocres intelectualmente como tú en Latinoamérica, que con discursos de izquierda añeja o derecha neonazi ofrecen a nuestros pueblos bienestar, seguridad y progreso, para terminar inevitablemente socavando los cimientos de nuestras democracias tan maltratadas y que tanto nos ha costado construir.

Gracias Donald Trump por mostrarnos lo que la irresponsabilidad política significa, por dejar en evidencia lo que nos espera si no aprendemos pronto la lección. Gracias por hacernos ver que el cuidado de nuestras instituciones cívicas, por imperfectas que sean, es una obligación ética de todos.

Gracias por hacer sonar las alarmas, por darnos una bofetada y espabilarnos este 6 de enero, día en el cual nos pone frente a la oportunidad de elegir salvar y mejorar nuestras democracias o irnos contigo y tus secuaces a la cloaca populista, a la miseria moral.


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Remendar el viento: 7 palabras hacia la resiliencia y la creatividad en 2021

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Ningún año había puesto, a la vez, tantas capacidades de lo humano para comprender y construir formas de adaptación, como lo hizo 2020.

Nunca antes ningún flagelo había abarcado todos los confines del planeta. La categoría de “mundiales” utilizadas para conflagraciones u otros calamidades hoy parece corta.

El reciente reporte de un brote de coronavirus en la estación de la Antártida da cuenta del alcance inusitado del fenómeno. No hay punto del orbe libre de lo que hoy vive el resto.

A ese “no hay a dónde ir” se suma, en el plano de la vida inmediata de las personas, el desafío que ha supuesto la ruptura abrupta de su cotidianidad.

No se ha tratado solamente de “no salir de casa” sino del resquebrajamiento de las acciones, lugares, rutinas que daban forma al mapa individual de vida personal.

El esfuerzo psíquico que a todas las generaciones ha demandado la pandemia, y seguirá demandado, según se ve, ha sido colosal.

Aun los negacionistas, aun los irresponsables o los frívolos por conveniencia, se han visto tocados por la demanda que implica vivir en las condiciones que la pandemia ha impuesto.

resiliencia y creatividad
Imagen: Revista Comfama.

Todos los caminos desde todos los lugares conducen a todos los lugares del orbe. Todos los actos de todas las vidas en todos los lugares acabarán tocando todos los actos de todas las vidas en todo en el orbe.

¿Lo sabíamos? Algunos, quizá; quienes hacen de la reflexión su intento por comprender y el mundo que se habita y así transformarlo.

¿Estaban esas mentes preparadas para pasar la formulación del modelo, del traslado de la idea a los actos cotidianos y la constatación de que, ahora sí, “no hay a donde ir”?

Desde luego que no.

Y si no lo estaban quienes desde la reflexión y la conciencia del mundo, buscaban hacerlo sobre la vida en todos su ámbitos, muchos quienes simplemente son arrastrados (o se dejan arrastrar), por eso que Bauman llamó el caudal implacable de lo líquido.

 ¿Se puede quebrar el agua?

La experiencia inédita y de amplia envergadura que ha supuesto el 2020, parece indicar que sí. Que el torrente que con el que la sociedad líquida (Bauman) venía arrastrándolo todo, se ha quebrado.

El punto de ruptura ha sido, es, evidentemente la pandemia y su alcance, de consecuencias en todos los órdenes aún impredecibles a cabalidad.

Mas se ha roto, quebrado, el torrente; no necesariamente el río.

Esto es, de lo que hemos sido, somos, testigos, es de la fractura en la noción de lo imparable y fatal que acompañaba a la imagen de la sociedad de avance y consumo irracional.

El presente torrencial y su aprehensión en la vida cotidiana como vivencia en la sofocación, es a lo que, en medio de los condiciones y consecuencias fatales ha puesto freno la pandemia.

Zygmunt Bauman (1925 – 2017) (Foto: www.caninomag.es).

El restablecimiento de lo frenético y torrencial podrá serlo en cuanto a necesidad humana catártica una vez que pase la emergencia.

Podrá venir luego de que se supere la hora y actúe una especie de “alocados veintes” o “destape” a la española.

Poco probable resulta, sin embargo, una restauración sin fisuras de lo que fue el orden de vida anterior a la pandemia.

Tiempo éste que demanda sentido de lo intrépido tanto como de la capacidad para valorar lo mínimo, la vida después de la pandemia se abre a los alcances de lo que seamos capaces de hacer con ella.

Nos enfrentamos hoy a una experiencia que hasta hace un año resultaba del todo imprevisible: el gran torrente que parecía dominaría el sentido de la vida por muchos años más, se ha quebrado.

Y en su ruptura, observamos, vivimos, bajo un paisaje completamente nuevo. Se ha transformado en un extendido campo de veneros y deltas.

¿Desconcertante?, sí. ¿Oportunidad para detener el tropel y mirar el paisaje inesperado?, también.

En ese horizonte, el de restaurar el aire, renovarle sus naturales bríos para despejar nubes y transportar vientos de renovación, siete palabras que podrían, debería, a mi juicio, acompañar este inicio de ciclo.

resiliencia 2021
Imagen: Howitzer.

Imaginación. Innovación. Integración. Irrumpir. Insistir. Ímpetu. Inspiración

Sin el atrevimiento para imaginar, difícilmente seremos capaces de avizorar una manera distinta ya no digamos de resolver los problemas, sino de organizar la vida que venga de modo distinto.

La innovación, cuyo signo es agregar valor a lo que se hace de modo diferente, ha de encontrar la manera en que la integración de todo cuanto concurre en el planeta, sea valor de un nuevo modelo sustentable de soluciones.

Irrumpir e insistir, estar listos para dotar al pensamiento crítico y la constancia de espacios cada vez más amplios.

Avizorar lo que viene con la fuerza que les es propia al ímpetu, a la capacidad no tanto de ir hacia adelante por ir adelante, sino de comprender que ese adelante es hacia donde nuestros ojos miran y se encuentran con alguien.

Y finalmente, no dejar de recordar que en su origen más remoto la palabra inspirar está emparentada con inhalar, respirar. Una inspiración que sea un respirar con los demás, para los demás.

Respiro común.


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Mi carta a Los Reyes Magos sobre política exterior

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Tras un difícil 2021 en el ámbito nacional y el planetario, plagado de tragedias, desafíos e incertidumbre, pero con grandes lecciones y aprendizajes locales y universales, me parece oportuno comenzar el año escribiéndole una carta a los Santos Reyes Magos –Melchor, Gaspar y Baltazar–, buscando algunas definiciones en la política exterior mexicana.

1. La década de los 20 exigirá una política exterior de principios, pero también muy realista y pragmática –a la altura de las demandas nacionales, y del nuevo entorno global postpandemia–. Las bases tienen que partir de lo que México ha sido, es actualmente, y al mismo tiempo de un proyecto renovado de nación, con una visión y estrategia de corto, mediano y largo plazo, enmarcada en el complejo e incierto contexto global, en el que pocos países parecen haber domado la pandemia.

2021 está lleno de buenos deseos y esperanzas a partir de la llegada de las vacunas; pero México y el resto del mundo tienen todavía un arduo camino por recorrer. Será una tarea titánica continuar el combate sanitario y al mismo tiempo vacunar a la población mundial y regresar a una relativa normalidad. Se van a requerir grandes capacidades nacionales y mucha cooperación internacional para asegurar suficiente producción, distribución y aplicación equitativa y oportuna de la vacuna a lo largo del año.

México no la tiene fácil, con casi 130 millones de habitantes y grandes rezagos económicos, sociales y sanitarios acumulados, incluyendo el deterioro de sus propias capacidades de investigación, producción y distribución de vacunas. Un estudio del FMI de 133 países muestra en las últimas dos décadas un aumento de la crisis sociales tras de las pandemias.

crisis pandemia
Imagen: Reporte Índigo.

2. Según el Secretario General de la ONU, la actual crisis económica es la peor desde la Gran Depresión del 1929 –y puede resultar mayor–. La economía global está estancada y más desigual. Millones de personas están desempleadas y sin ingresos en México y en el mundo. Se estima que 90 millones de pobres cayeron en extrema pobreza en el mundo en 2020. La pobreza y desigualdad generadas por el COVID-19 tardarán muchos años en ser superadas, en particular en el caso de trabajadores de bajo ingresos, jóvenes y mujeres.

Con excepción de China y Asia del Este, se prevé una recuperación muy lenta de la economía mundial. El regreso a niveles de ingreso per cápita de 2019 tomará varios años. La pérdida productiva acumulada con motivo de la pandemia crecerá hasta alcanzar en 2025 un monto de 28 trillones USD. Todo dependerá de las políticas y acciones que podamos imaginar y construir con el resto del mundo y las que adoptemos en nuestro país, en un panorama poco promisorio.

3. Para el mundo y para México en particular será crucial lo que suceda en Estados Unidos. Tras 4 años de Trump y “America First” y una desastrosa acción frente al COVID-19, la nueva administración va a necesitar cuando menos todo 2021 para superar los estragos de la pandemia, relanzar su economía y tener un impacto en los corredores internacionales del poder.

Biden tiene ya un programa para 2021 y un paquete nacional de emergencia sanitaria y económica para los primeros 100 días. También prevé una nueva política exterior y un regreso al ámbito multilateral. Sin embargo, requerirá algún tiempo para que estas intenciones se traduzcan en realidades, considerando los retos de la pandemia, un país dividido, un Senado incierto, un aparato institucional y burocrático muy dañado y una agenda nacional repleta de urgencias y presiones.

La agenda multilateral promete volver a sus cauces y el regreso a foros internacionales importantes, como el Acuerdo de París sobre Cambio Climático y la OMS. Tendrá gente muy experimentada en Washington, Nueva York, Ginebra y Viena; pero es probable que será hasta la Asamblea General de la ONU en septiembre, cuando escucharemos a Biden definir una nueva política multilateral y de cooperación internacional.

mexico y t mec
Imagen: Nexos.

4. América Latina y México no parecen estar en sus prioridades. Sin embargo, la vecindad geográfica e histórica, los desafíos compartidos en materia de seguridad, crimen organizado, tráfico de armas, migraciones y medio ambiente y la realidad económica que vincula a Estados Unidos con México, impulsarán el retorno a una nueva normalidad. Nuestro gobierno debe estructurar y promover una nueva política bilateral.

El T-MEC, con sus adiciones importantes de última hora, promovidas por los Demócratas en materia laboral y ambiental, será pieza central en la relación comercial y de inversiones entre los dos países y Canadá.

5. China y los países de Asia-Pacífico (Asociación Económica Integral Regional, RCEP, por sus siglas en inglés) representan un nuevo arreglo regional de comercio e inversiones con gran peso en la economía mundial en la próxima década.

México tiene su propio acuerdo con los países de la zona a través del CPTPP (Tratado Integral Progresista de Asociación Transpacífico), exceptuando a China y Corea del Sur, con los que tendrá que buscar la forma de vincularse. Recién renegoció el TLCUE con la Unión Europea.

En este contexto será vital reactivar, reconstruir y reorientar la política exterior mexicana y fortalecer las instituciones y mecanismos conducentes del gobierno, el sector privado, los sindicatos y la sociedad civil. Ello exigiría:

a) Repensar a América del Norte y nuestra relación bilateral con Estados Unidos y Canadá, fortalecer los mecanismos de integración económica, social y de seguridad, más allá del T-MEC y las tradicionales instancias de coordinación y cooperación-públicos, privados y de la sociedad civil. La pandemia ha confirmado que necesitamos establecer políticas convergentes en materia de salud, educación, medio ambiente, protección social, y avanzar hacia una integración económica, social, y de infraestructura física, comenzando por los estados fronterizos.

politica exterior mexico
Imagen: Milenio.

Tras la firma del TLCAN, durante la presidencia de Zedillo, los tres países exploraron la posibilidad de un programa regional de mediano y largo plazo de inversiones en infraestructura física (carreteras, vías férreas, aeropuertos, telecomunicaciones) de Alaska al Suchiate. Gobiernos, académicos y empresarios de los tres países participamos en reuniones de alto nivel que examinaron incluso las posibilidades de coordinar políticas sociales. Recuerdo bien la última en Santa Fe, Nuevo México, encabezada en lo académico por Javier Beristain, entonces rector del ITAM, a la que asistieron Secretarios de Estado de los tres países. Cambios de gobierno sepultaron esas discusiones. ¿Habrá llegado la hora de proponer a Biden y Trudeau reanudar esas exploraciones –al estilo europeo o asiático– para promover el desarrollo regional de los tres países y eventualmente de Centroamérica?

b) Es crucial una renovada y reformada gobernanza mundial. El COVID-19, la crisis económica global y el cambio climático lo han confirmado. Ésta tiene que apoyarse en una multilateralismo de nueva cuña: democrático, previsor, ágil y eficaz. Muchos países la propugnan. La canciller Merkel acaba de hacerlo.

México requiere diseñar y poner en marcha, como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU 2021-22, del Consejo Económico y Social, de la Comisión de Derechos Humanos, de los organismos de Bretton Woods –BM, FMI, OMC– y del Grupo de los 20, una política digna de nuestras tradiciones y muy imaginativa, con apoyo político y alianzas en el entramado global y bilateral.

c) Urge recuperar a Latinoamérica y el Caribe como región estratégica y crear un mecanismo de integración económica y cooperación. La pandemia lo ha evidenciado una vez más. Nuestra región carece de acuerdos y mecanismos efectivos. Es un contrasentido. África ya firmó en 2020 el suyo, Afta, que está entrando en vigor este año. La presidencia “pro-tempore” de la CELAC podría promover esos estudios y acciones, buscando incorporar a todos los países.

d) Es necesario un efectivo Gabinete de Política Exterior, encabezado por Cancillería, para la eficaz acción de entidades del Gobierno Federal y el apoyo al Presidente.

e) Será clave fortalecer y aprovechar cabalmente al servicio exterior mexicano, plataforma básica para el ejercicio de la agenda internacional.


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El inicio del fin

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Nada tarda tanto como aquello que no se empieza.
 Alain.

Diferente

2020 y 2021 terminó e inició de manera diferente. Es la primera vez, en más de 35 años de actividad profesional, que muchos de amigos, colegas, clientes y otros miembros de nuestra comunidad no salimos de vacaciones. Hubo en general, poca “desconexión” sobre eventos que inciden en las empresas de las que somos dueños. En los últimos días del 2020 los mercados accionarios en Estados Unidos marcaron máximos animados por la autorización de nuevos estímulos económicos, la aprobación de nuevas vacunas COVID-19 y el propio inicio del proceso de vacunación. Lo anterior propició las primeras revisiones alcistas de estimaciones para la economía (PIB) en Estados Unidos y favorecerá también la revisión constante de mayores precios objetivos en acciones.

Recuperación general

Entre las citas que suelen acompañar mi columna, semanas desde hace más de 20 años, una que me gusta mucho dice “El principio es la mitad de todo”, sumamente ilustrativa para el 2021 que le aseguro que será “el inicio del fin”. El fin de la terrible pandemia que nos sorprendió hace un año y aunque es difícil pronosticar qué tan rápido podrá ser controlada en su totalidad, 2021 marcará también el inicio de una recuperación de entusiasmo, de retomar actividades con mayor fuerza y de capitalizar las experiencias de meses anteriores.

Me pareció importante presentar una gráfica que recuerda el proceso (duración u magnitud) que han llevado en Estados Unidos otras épocas de recuperación. Lo más importante a destacar es que, en todas ellas, los mercados accionarios de ese país observaron una tendencia alcista, animada por la propia recuperación. Como pocas veces, la probabilidad de continuación de un movimiento alcista es tan alta. La pregunta es: ¿está usted preparado para aprovechar el inicio de este fin? 


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